Outbreak Company: Moeru Shinryakusha (NL)

Volumen 4

Capítulo 4: No Hay Negocios Como…

Parte 2

Entonces los dragones en realidad no arrojaron fuego como tal. También usaron magia, aunque de manera diferente a los humanos. Tal vez la razón por la que tuvieron que volar para usar su aliento de fuego fue para evitar quedar atrapados en la conflagración ellos mismos, o para evitar la asfixia por falta de oxígeno.

“¡Fuego! ¡Me refiero a disparar! ¡Disparar! ¡Disparar! ¡Disparar!”

El JSDF mantuvo el asalto, pero el brillo en la boca del dragón se estaba volviendo lo suficientemente brillante como para lastimar los ojos.

Luego hubo un rugido de acero y llamas.

El dragón fue desequilibrado, cayendo patéticamente al suelo. En su parte posterior había una serie de heridas de bala, infligidas por algo mucho más grande que las balas de 5,56 mm de un Tipo 89. Algo lo suficientemente poderoso como para extraer partes de la carne del dragón.

“¡Sí!” Los caballeros soltaron una ovación.

Vimos dos vehículos blindados ligeros que venían detrás del monstruo. Llevaban cañones pesados que disparaban rondas de media pulgada: M2 Browning, popularmente conocidas como ametralladoras de calibre .50. A diferencia del Tipo 89, estas armas fueron desarrolladas para combatir LAV y aviones. Un disparo sería suficiente para volar a un ser humano. Una sola ronda llevaba más de diez veces la energía de una bala Tipo 89. Cosas serias.

Incluso un dragón no pudo resistir demasiados golpes de— “¡Cuidado! ¡Sal de allí, no, agáchate! ”, Gritó alguien.

Una mirada a las fauces abiertas del dragón mostró que los sprites de fuego allí habían comenzado a latir.

De ninguna manera. Iba a—

“¡Maestro!”

“¡Shinichi-sama!”

Myusel y Elvia me arrastraron al suelo.

Al instante siguiente, hubo un gran ruido, y la cabeza del dragón explotó como un globo.

Quizás fueron todos esos sprites de fuego que se dispararon a la vez cuando la criatura perdió el control de ellos. Trozos de dragones fritos cayeron al suelo a nuestro alrededor, y lo que quedaba del cuerpo cayó al suelo.

“¡Ee-yikes!”

Fue entonces que, con un ensordecedor y muy peligroso sonido ¡ka- wumph!, algo como una enorme espiga de acero aterrizó frente a mí.

Espere. Sabía lo que era esto. Era esa cosa que había quedado atrapada en la frente del dragón.

La superficie estaba cubierta de extraños personajes de algún tipo. Había visto marcas similares en otro lugar: en los anillos mágicos que usábamos en nuestros dedos.

Lo que significa que esto tenía que ser…

“¿Estás bien?” Los soldados saltaron del LAV y vinieron corriendo. Aparentemente eran de la unidad que había sido asignada a tareas de exterminio de dragones. A diferencia de los soldados que estaban ayudando con la filmación de la película, llevaban armadura y equipo completos. Lo más probable es que hayan estado persiguiendo al monstruo y lo hayan seguido hasta aquí.

“Gracias, yo… creo que…”, dije vagamente.

“Su Majestad, ¿estás ilesa?” Los caballeros corrieron hacia Petralka, sus caras pálidas.

***

Al día siguiente, nos encontramos aún más ocupados de lo que habíamos estado al filmar.

En primer lugar, nos llamaron al Castillo de Eldant, donde nos llenaron de preguntas. Querían saber todo sobre el dragón que había atacado nuestro conjunto. ¿Cómo se había movido? ¿Cómo había volado? ¿Cómo se veía cuando se preparaba para respirar fuego? Y así sucesivamente y así sucesivamente.

Como podría haber adivinado por la punta en su cabeza, esto era más que un simple animal que había tropezado con un área habitada por humanos.

“Ese dragón”, me anunció Garius, Petralka y la cámara de audiencia, “probablemente era un” dragón de marionetas “del Reino de Bahairam”.

“¿Drake títere?”

“Habíamos escuchado rumores, pero nadie creía que realmente existieran”, dijo Garius con el ceño fruncido. “La idea ha existido durante bastante tiempo, pero nadie creía que en realidad fuera factible usar magia para convertir a un dragón en una especie de esclavo”.

Dado lo difícil que era matar una de las cosas, tenía que ser casi imposible capturarlo con vida y colocar un instrumento mágico, esa punta, en un lugar muy específico de su cabeza.

La historia era que ese monstruo era un arma secreta de una nación enemiga, del tipo del que se hablaba esencialmente solo en leyendas, y por alguna razón, estaba en lo más profundo del territorio de Eldant.

“Una posibilidad es que esos soldados de Bahairamanian que seguían violando nuestro territorio en realidad estaban buscando esa criatura”.

“Oh sí… Hubo algún tipo de problema con las incursiones, ¿no?”, Pregunté.

¿Quién sabía que esas dos cosas podrían estar conectadas?

Cualquiera que sea el caso, si Bahairam había descubierto cómo capturar no solo un dragón sino convertirlo en un títere de títeres, eso implicaba que podrían tener un gran poder de fuego de su lado.

Obviamente, esto significaba que era posible crear tal criatura, y el Sagrado Imperio Eldant estaría ansioso por investigar la posibilidad y desarrollar una tecnología similar.

Desafortunadamente, el último acto del dragón había sido autodestruirse, llevándose consigo su cabeza más importante. La herramienta mágica involucrada fue muy dañada. El gobierno de Eldant tuvo que reunir toda la información que pudo al interrogar a testigos presenciales del evento.

“En cualquier caso”, dijo Garius, poniendo fin a las cosas después de habernos interrogado a fondo a mí y a Minori-san, “es un hecho que Jay- Ess-Dee-Eff derrotó a un dragón. Por eso, les agradezco. ”Sus ojos se clavaron en Minori-san.

Ella no dijo nada, solo sonrió tranquilamente y le hizo una reverencia perfecta.

***

Estábamos en un carruaje tirado por pájaros en nuestro camino a la escuela después de salir del Castillo Eldant. Minori-san y yo estábamos sentados uno frente al otro.

Había enviado a Myusel a la escuela, así que ella no estaba allí. Solo éramos nosotros y el conductor, y éramos los únicos en el compartimiento de pasajeros.

“Hey”, dije, agarrando un pensamiento pasajero. “Minori-san, fuiste realmente increíble”.

“¿Huh? ¿Qué?” Ella parpadeó, obviamente sorprendida. Ella no parecía darse cuenta de lo que estaba diciendo.

“Quiero decir… Fuiste y simplemente pateaste a un dragón en la cabeza.

¡De la nada!”

“Oh. Bueno, ya sabes.” Ella sonrió tímidamente. Viniendo de una mujer mayor, esto era lo suficientemente lindo como para estar en contra de las reglas. “Mi cuerpo simplemente se movió solo. Si lo hubiera pensado, estoy segura de que me habría dado cuenta de que era una locura”.

“Si no lo hubieras hecho, Loek seguramente estaría muerto”.

Además, patear esa espiga parecía que realmente había cambiado el rumbo ese día. El hecho de que un solo humano se hubiera enfrentado cara a cara con un dragón, incluso por un segundo, y realmente lo lastimara… Parecía sacudir a todos los demás de su aterrorizado estupor.

“¿Es eso, eh, algo más que aprendiste de tu papá?”

El movimiento que ella había usado no me había parecido una táctica militar típica, más bien algo fuera de kenpou o algo así. No es que fuera un observador especialmente experimentado de las artes marciales. Fue solo una impresión general.

“Sí. Supongo que sí. Tuve entrenamiento de combate cuerpo a cuerpo después de ingresar al JSDF, pero las cosas de mi padre estuvieron allí primero.” Ella se encogió de hombros. “Honestamente, el movimiento nunca fue tan suave antes”. Luego, casi como una ocurrencia tardía, agregó: “Me pregunto… Si mi padre hubiera visto eso, ¿finalmente me habría aceptado? ¿Habría admitido que podría ser una hija, pero soy tan buena como cualquier hijo? ”

“No creo que ese sea el punto”, dije, tratando de sonar más exasperado. “Estabas luchando contra un dragón, por el amor de Dios. Una criatura que hubiéramos considerado el último jefe de un juego de fantasía hasta hace un momento. Y llevabas a Loek, nada menos. Y aun así, asestaste un golpe que habría acabado con cualquier oponente humano.”

“Tal vez…” Minori-san dijo después de un momento, y sonrió a medias. Un indicio de la sonrisa también apareció en su voz. Tal vez solo un poco de la carga que la había estado agobiando durante tanto tiempo se había aliviado. Al menos, eso esperaba.

“Está bien, entonces,” dije cuando el carro se detuvo. Minori-san y yo salimos y nos volvimos hacia la escuela. “¿Eh…?”

Allí, en la entrada principal del edificio, se encontraba un solo estudiante. “¿Loek?”

Era el chico elfo a quien Minori-san había salvado el día anterior. Su cara estaba roja cuando corrió hacia nosotros, como si estuviera emocionado por algo. Obviamente había estado esperando allí para que nos presentemos. Espera un segundo. Estaba seguro de que el primer período ya debería haber comenzado. ¿Qué estaba haciendo?

“¡Minori Koganuma-sensei!”

Loek se puso de pie frente a Minori-san, luciendo como si yo no existiera.

“Er… ¿Sí? ¿Qué está pasando? ”Incluso Minori-san parecía un poco desconcertada por esto.

Sonrojándose más y más cada segundo, Loek dijo: “¡Muchas gracias por lo que hiciste ayer!”

“Oh sí. Seguro. Me alegra que ninguno de nosotros haya resultado herido”, dijo con una sonrisa.

Entonces Loek se inclinó hacia atrás con torpeza, mirando hacia el cielo. Estaba temblando un poco, como si tratara de contener algo. Finalmente, logró que sus ojos se encontraran con los de Minori-san nuevamente, y exclamó: “¡También!”

“¿Si?”

“W-W-W-W-W-W-W-W-¡¿Te casarías conmigo?!”

Minori-san y yo estuvimos completamente en silencio por un momento.

… Espera, ¿qué diablos cree que está preguntando, de la nada así?

“E-Esto es muy repentino”, dijo Minori-san, la media sonrisa todavía en su rostro. “Tengo que admitir que no puedo imaginar por qué querrías…”

Pero Loek continuó muy en serio: “Cuando me sostuviste en tus brazos, Minori-sensei, lo vi. ¡Vi tú cara de perfil, fuerte y hermosa, como una Valquiria, y me maraville por completo…!”

Un solo y delgado rastro de sangre goteaban de una de sus fosas nasales.

¿Era esto? ¿El “efecto puente de cuerda”? ¿Atribución errónea de la excitación? ¿Dónde estás en una situación realmente peligrosa y ves a un miembro del sexo opuesto y crees que es el amor lo que te está acelerando el pulso?

O tal vez, solo tal vez, Loek se había enamorado de Minori-san mientras luchaba por salvarlo.

“YO-”

Loek dio un paso adelante, a punto de continuar, cuando escuchamos un sonido sordo de algo chocando con la parte posterior de su cabeza.

“¡Gnnrrrr! ¡Hey!”

Se puso en cuclillas, agarrándose la cabeza. La persona que lo había agarrado del cuello resultó ser la niña enana, Romilda.

Ahhh. Los enanos tenían fama de ser fuertes. Apuesto a que no sería muy divertido ser golpeado por uno.

“¡Ya es bastante malo que te saltes las clases, pero hacerlo para que puedas pararte aquí y decir algo tan estúpido…!”

“¡Enano tonto! ¡Túnel-morador sin tacto! ¡Déjame ir! ¡Libérame! ¡Yo… lo haré!”

Romilda arrastró a Loek pateando y gritando hacia el edificio de la escuela y fuera de la vista.

“¿Ves?”, Dije.

“¿Ver? ¿Ves qué? ”Minori-san respondió, mirándome por el rabillo del ojo.

“Creo que realmente puedes tenerlas a ambas. Minori-san fuerte, varonil y Minori-san atractiva y femenina puede coexistir.”

“Hmmmmm”, Minori-san murmuró, como si no estuviera muy segura de sí estar feliz por eso. “Bueno… supongo que tienes razón. Tal vez.”

Entonces ella sonrió.

***

Pasando al día después de ese.

Estaba en la sala de estar de mi mansión, hablando con Matoba-san. Los dos estábamos sentados en sofás, una mesa entre nosotros. Sentada sobre la mesa había una pequeña tarjeta de memoria.

“El video está aquí”, dije.

“Eres de gran ayuda”. Matoba-san cogió la tarjeta de memoria con una mano, y con la otra sacó de su bolso un delgado recipiente de metal, del tamaño de una pitillera. Debe haber sido algún tipo de operador para datos importantes. Puso la tarjeta de memoria en su interior, luego asintió larga y lentamente.

“Me siento aliviado de tener esto en mi poder”.

“¿Crees que serás capaz de sorprender a la gente con esto?”

“Ya estamos viendo un efecto gradual”, dijo, sonriendo.

El tiroteo final solo había concluido el día anterior, pero Minori-san había estado haciendo cortes bruscos a Matoba-san a intervalos, y se habían filtrado a la red. Tal como lo había predicho, después de que salieron varios de los clips, la gente comenzó a decir cosas como “¡Es solo un marketing sigiloso para alguna película!” Y “¿Esto incluso parece real?”

Si luego lanzamos un tráiler, esencialmente confirmando las sospechas de todos, la mayor parte del mundo estaría de acuerdo con nuestra pequeña artimaña.

“Por curiosidad”, dijo Matoba-san de repente, “¿qué planeas hacer con el otro?”

“¿Qué otro?”

“No es nuestra cinta de fabricación, sino la película completa que has estado filmando aquí”. Tenía una sonrisa seca en su rostro.

La verdad era que no le había dicho a Matoba-san sobre esa parte del proyecto. Tal vez había oído hablar de uno de los soldados de JSDF que trabajaban en el tiroteo o algo así. Esta podría haber sido su forma de hacerme saber que lo sabía, o tal vez me estaba advirtiendo que no lo tomara a él ni a su cohorte demasiado a la ligera.

En cualquier caso, respondí: “Me imaginé que todos nosotros aquí podríamos verlo juntos”.

Nunca habíamos planeado hacer esta película. En su mayor parte lo habíamos hecho solo para consentirnos, porque resultó alinearse con lo que nos interesaba. Supuse que éramos los únicos que disfrutaríamos viéndolo. No tenía grandes planes para la película, pero después de todo el trabajo que le habíamos dedicado, lo menos que podíamos hacer era reunir a todos para verla.

“Aunque realmente no sé cuándo será eso…”

“Ya veo” asintió Matoba-san. Creí ver el fantasma de una sonrisa jugar sobre sus labios, pero tal vez solo me lo estaba imaginando. “Estoy bastante impresionado”, continuó.

“¿Qué quieres decir?”, Le pregunté.

Los ojos estrechos de Matoba-san se volvieron aún más estrechos, y las comisuras de su boca se elevaron ligeramente. “Tomó a un montón de personas que nunca habían oído hablar de películas, y mucho menos de la cultura otaku, y completaron con éxito una filmación completa con ellos. Eso requiere cierto sentido. No es algo que cualquiera pueda lograr”.

“Gracias”, dije después de un momento. Dado todo lo que había pasado antes, tuve problemas para disfrutar los elogios de Matoba-san.

“Creo que me disculparé ahora”, dijo. “Oh, por supuesto.”

Siguiendo el ejemplo de Matoba-san, me levanté de mi sofá, acompañándolo a la puerta y mirándolo irse.

***

El patio del castillo de Eldant estaba abarrotado de gente.

La tarde avanzaba más allá del crepúsculo, la luz dorada del sol poniente daba paso al rico índigo de un cielo cada vez más oscuro. En un día normal, este era el momento en que nos reuniríamos en el comedor de la mansión para disfrutar de lo que Myusel nos había preparado esa noche.

Entonces, ¿por qué estábamos aquí? Fácil: nos habían convocado.

Fue, por supuesto, Petralka quien emitió la llamada. Aquellos a los que se solicitó comparecer nos incluyeron a mí y a Minori-san, Myusel, Elvia, Brooke y Cerise, efectivamente, todos los que vivían en mi mansión.

Además, cuando llegamos al patio designado, encontramos a Loek y Romilda, Eduardo y todos sus padres, junto con una unidad de caballeros, otro grupo de la JSDF y también varios hombres lagarto.

Qué grupo tan ecléctico.

Todos los demás parecían tener el mismo pensamiento; Todos se estaban mirando el uno al otro, incapaces de ocultar su perplejidad. Bueno, está bien, los sentimientos de los hombres lagarto estaban bastante bien ocultos para mí, pero aun así.

“¿Qué está pasando aquí…?”, Me preguntaba en voz alta.

¿Cuál podría ser el punto de reunir a tanta gente aquí tan de repente?

La presencia de los estudiantes y el ejército japonés sugirió que esto tenía algo que ver con la filmación de la película, pero entonces, ¿por qué estaban involucrados los hombres lagarto? Parece que esta fue probablemente la primera vez que pisaron los terrenos del castillo. Brooke me informó que todos parecían bastante intimidados y más que un poco confundidos. Los hombres lagarto pueden ser lo suficientemente valientes como para enfrentarse a un gran enemigo sin titubear, pero una situación desconocida aún podría expulsarlos.

Mientras reflexionaba sobre esto, un caballero gritó: “¡Anunciando a Su Majestad, la gobernante del Sagrado Imperio Eldant, Petralka andant the Third! ¡Todos los presentes, atender!”

El patio, que había estado zumbando con voces, se calló de inmediato.

Miré a una galería que lindaba con el patio para ver a Petralka, acompañado por Garius, Zahar y varios caballeros, que se dirigía lentamente hacia nosotros. Avanzó entre las personas que se pararon con la cabeza inclinada en sumisión, y subió a un podio que se había creado especialmente para esta ocasión. Luego sacó un micrófono de alguna parte y dijo: “Nuestra convocatoria fue algo abrupta. Te agradecemos por responder”.

La forma en que hablaba era tan fácil y natural, y sin embargo, llevaba toda la solemnidad propia de una emperatriz. Me recordaron una vez más que la niña que estaba delante de mí estaba en la cima de la estructura de poder de esta nación.