Hai to Gensou no Grimgar

Volumen 4: Líderes y Lidederados

Capitulo 16: Encrucijada

Esto realmente  no era divertido.

Haruhiro y los demás apenas habían logrado huir de regreso al Puesto Solitario de Avanzada con sus vidas, y compraron tiendas de campaña baratas del comerciante que las vendía en las calles secundarias.

No hacía falta decir que habían comprado carpas separadas para los chicos y chicas. Ranta había dicho algunas tonterías acerca de que deberían comprar una tienda grande y dormir juntos en una pila feliz, pero nadie había estado de acuerdo.

Después de eso, consiguieron algo de comer y las chicas se dirigieron a la casa de baños. Los chicos se dejaron llevar por el costo de entrada más alta de lo esperado, y tomaron la decisión lógica de esperar y ver si apestaban al día siguiente, y si era así, bañarse. Luego fueron a acostarse temprano en su tienda al lado del puesto de avanzada.

Como se podría haber esperado, tres tipos no encajaban bien en una tienda pequeña. Para empezar, mientras que Haruhiro y Ranta eran pequeños, para los estándares de los hombres, Kuzaku era demasiado alto. Para participar en un poco de hipérbole, tomaba el espacio de dos personas. Tres tipos que no se habían bañado, apretados en un espacio reducido hasta la mañana. Eso no era gracioso.

Tal vez no era demasiado tarde para ir a bañarse ahora. Eso, o comprar una carpa diferente. Pero, ¿ese mercader codicioso de tiendas de campaña los dejaría regresar esta?

¿Por qué no compré una más grande para empezar? Haruhiro se preguntó. Tenía el dinero, pero ser pobre me hizo naturalmente frugal. No puedo evitarlo.

Ranta ya está roncando, ¿pero está bien dormir? ¿No hay cosas que deberíamos estar haciendo? ¿Como reflexionar sobre el día de hoy?

Técnicamente, habían hablado durante la cena sobre cómo no podían seguir así, pero todos estaban exhaustos, y no había sido una atmósfera en la que realmente pudieran debatir nada. Haruhiro, para ser honesto, estaba completamente agotado, como si hubiera hecho lo suficiente por hoy, y quería dejarlo hasta mañana.

Pero no está bien, pensó. No está bien en absoluto.

“…Kuzaku, ¿estás despierto?” Preguntó.

“Sí.”

“¿Cómo estuvo?” Haruhiro preguntó.

“¿Cómo estuvo qué?”

“Ahora que lo has intentado,” dijo Haruhiro.

“…Fue difícil,” dijo Kuzaku.

“¿Sabes por qué fue difícil?” Preguntó Haruhiro.

“Oh. Hmm. Simplemente lo fue.”

“Eso no está bien…” murmuró Haruhiro.

Kuzaku no era el único que no estaba bien. Haruhiro también. Quería echarle toda la culpa a Kuzaku y Ranta, aunque no era su culpa. No había solo uno o dos problemas, había una gran cantidad de ellos. Esos problemas interactuaban de maneras complejas, llevando las cosas en la peor dirección.

“No sirvo para nada, lo sé.” Kuzaku intentó darse la vuelta, pero se detuvo, probablemente porque estaba demasiado apretado en la tienda. “Pero, de alguna manera, extraño como es decir esto, fue divertido, supongo.”

“¿Eh?” Haruhiro preguntó.

“Puede que no lo parezca, pero ¿sabes?, me lo tomo en serio,” dijo Kuzaku. “Probablemente no era así antes. No lo sé. ¿Lo hace sentir que vale la pena? Tal vez eso es todo.”

“…Ya veo,” dijo Haruhiro.

“Aquí esta la esperanza de que no voy a morir,” dijo Kuzaku. “Que ninguno de nosotros lo hará, nunca más.”

“Sí,” estuvo de acuerdo Haruhiro.

“Es una especie de responsabilidad mía evitarlo, ¿eh?” Preguntó Kuzaku.

“Eso es lo que lo hace tan difícil,” dijo Haruhiro. “Ser el tanque.”

“Ser el líder, también, apostaría.”

Haruhiro no respondió.

Kuzaku probablemente no es un mal tipo. Aunque no lo sé realmente todavía, pensó. Ha sido bendecido con un buen físico, y tiene una cantidad decente de fuerza física. Pero no puede maniobrar bien. No tiene la fineza de Moguzo ni su atención al detalle. Tampoco parece muy tenaz. Carece de un núcleo fuerte, se podría decir. Es inestable y poco confiable.

–Esto no está bien. Realmente no es bueno. No puedo evitar compararlo con Moguzo. Kuzaku no es Moguzo.

“Deberías hacer esto” o, “deberías hacer eso,” como, “te estás abriendo demasiado,” o tal vez, “debes bajar más las caderas,” había muchas cosas como esas que Haruhiro podría haberle dicho. Pero ¿cuán aplicables serían las cosas que mencionaría Haruhiro, un ladrón? Kuzaku debía haber estado pensando cosas a través de sí mismo, y era mejor dejarle los detalles finos para que él los descubriera. Si alguien comenzara a sermonearlo sobre cómo moverse como ladrón, Haruhiro probablemente pensaría: ¿Qué demonios sabes tú? No conocía mucho a Kuzaku, por lo que no podía predecir sus reacciones. Él no sabía lo que estaba bien decir y lo que empeoraría las cosas. Todavía estaba sintiendo algo por eso.

Qué problemático. Estoy empezando a sentir sueño, pensó, y pronto su conciencia se hundió en la oscuridad.

Cuando despertó, tal vez no mental, sino físicamente, se sentía mejor. Parecía que todos acababan de dejar sus tiendas, por lo que Haruhiro y compañía hicieron lo mismo. Siempre y cuando no dejaran sus pertenencias, nadie se molestaría en robar una tienda barata. Desayunaron en las calles secundarias del puesto de avanzada, y ahora era el momento de otro buen día en el Wonder Hole.

Investigando un poco el día anterior, descubrió que los pseudo-pollos eran criaturas llamadas melruks. Los hombres garrote eran duergar. Los monos peludos eran bogies. Los niños gema eran spriggans.

Estas tres razas que habitaban el área justo dentro de la entrada del Wonder Hole eran conocidas como los semi-humanos. Los tres semi-humanos eran mutuamente hostiles, y se mataban entre sí a primera vista, pero su mayor enemigo eran los humanos.

Sin embargo, no atacaban a los humanos que se vieran fuertes. En otras palabras, los tres semi-humanos habían juzgado que el grupo de Haruhiro era débil.

De los tres semi-humanos, los spriggans, o más bien sus ojos de gema, se vendían por un buen precio. A veces, eran cazados hasta casi la extinción por ellos. Dicho eso, muy pocos soldados voluntarios podrían molestarse en centrarse en los tres semi-humanos.

Los semi-humanos cazaban melruks en grupos, o capturaban a otros semi-humanos y comían su carne, de alguna manera logrando sobrevivir con eso. Eran, sin duda, las criaturas más débiles del Wonder Hole. Si lograban evitar que el grupo avanzara, todo este esfuerzo iba a ser inédito.

Dicho de otra manera, el área habitada por los tres semi-humanos era como la primera barrera para cualquier soldado voluntario que buscara hacer fortuna en el Wonder Hole.

“¡Pero…!” Haruhiro añadió en voz alta.

Mientras usaba Swat en el garrote del Duergar A, Haruhiro revisó lo que sus camaradas estaban haciendo. Kuzaku estaba concentrado en bloquear el garrote del Duergar B con su escudo, mientras que Ranta estaba corriendo en círculos alrededor del Duergar C. Yume estaba intercambiando golpes con el Duergar D usando su machete, e incluso Mary estaba luchando contra un Duergar E. Era una pelea que apenas podían manejar. Como el día anterior, los tres semi-humanos habían tomado a Haruhiro y su grupo por debiluchos de nuevo hoy, y habían entrado en una situación como esta en muy poco tiempo. Romper la primera barrera no sería fácil.

“¡Ranta, termina de matar a ese ya!” Haruhiro gritó. “¡Alguien tiene que proteger a Shihoru!”

“¡Cállate!” Ranta gritó. “¡Ya lo sé! ¡No tienes que decirmelo, amigo! ¡Aquí viene! ¡Mi súper movimiento! ¡Invincible Exploding Slashhhhh…!”

Cuando Ranta se detuvo y comenzó a cargar hacia el Duergar C, el duergar rápidamente saltó hacia atrás para poner distancia entre ellos.

Ese duergar es mucho más tranquilo que Ranta, pensó Haruhiro. En realidad, es solo que Ranta es demasiado estúpido.

Kuzaku se centró completamente en la defensa, por lo que no estaría desequilibrando al Duergar B en corto plazo.

Incluso si no puede vencerlos, sería más fácil si pudiera hacer como Moguzo y enfrentarse no solo a uno, sino a dos o más por sí mismo, pensó Haruhiro con pesar. Pero ¿cómo hacía eso Moguzo…?
Mary y el Duergar E estaban igualados. Yume estaba luchando un poco contra el Duergar D.

¿Soy solo yo, o el Duergar D es más grande que los otros duergar? Haruhiro se preguntó.

No lo estaba imaginando. Ese claramente en tamaño completo era más grande que el resto. Era mucho más fuerte como resultado. Si se hubiera dado cuenta desde el principio, podría haber tenido a Kuzaku o Ranta con el Duergar D. Esto había sido un error por parte de Haruhiro.

Parece que Shihoru está buscando una oportunidad para usar su magia, pero, en este momento, si aparecen refuerzos enemigos, bogies o spriggans, estamos en serios problemas, pensó Haruhiro. Depende de mi. Tengo que hacerlo.

Moguzo, aquel en el que habían dependido por completo en la ofensiva y defensiva, ya no estaba. Ranta a veces mostraba estallidos de fuerza, pero no era estable. No podían confiar en él. Shihoru estaba tratando de obtener algo de poder de fuego, pero todavía no estaba acostumbrada, y era solo una vez que aseguraban la seguridad de un mago que podían dominar a los enemigos con su poderosa magia.

Solo ser un líder no era suficiente. Haruhiro también tenía que convertirse en un verdadero activo en combate.

Haruhiro usó a Swat en el garrote del Duergar A, luego inmediatamente intervino y pateó la rodilla del duergar. Shatter.

“¡Gugyah!” Aulló el duergar.

Por un instante, el Duergar A se detuvo, y en ese momento, Haruhiro se deslizó a su lado. Con un agarre de revés en la daga en su mano derecha, la enterró en el cuello del Duergar A, y lo siguió con un golpe en la parte posterior de la cabeza con su sap.

Haruhiro corrió hacia Shihoru. “¡Shihoru! ¡Te protegeré, así que lanza un hechizo!”

“¡De acuerdo!” Shihoru respondió ansiosamente, comenzando inmediatamente a cantar un hechizo. “¡Ohm, rel, ect, nemun, darsh…!”

Un elemental de sombra salió volando. Se unió al suelo justo detrás del Duergar D.

“¡Diagonal Cross!” Yume atacó, causando que el Duergar D retrocediera un paso. Su pie derecho aterrizó en el elemental de sombra. La orientación de Shihoru para cosas como esta era exquisita. El Duergar D no se podía mover.

Sabiendo que era ahora o nunca, Yume presionó el ataque, pero el Duergar D se defendió con su garrote. Era terco.

“¡Jess, yeen, sark, fram, dart…!” Fue entonces cuando Shihoru lanzó un hechizo Lightning contra él.

Shihoru tenía algunos problemas con la precisión de su Magia Falz en este momento, pero no fallaba con un oponente estacionado. El Duergar D recibió un golpe limpio del rayo, todo su cuerpo se sacudió y convulcionó. Si su pie derecho no hubiera estado pegado al elemental de sombra, el choque podría haberlo enviado a volar. No parecía que lo hubiera matado, pero probablemente había perdido el conocimiento.

“¡Ooh-hah! ¡Toma esto!” Yume cortó al Duergar D con su machete.

El Duergar D está acabado, pensó Haruhiro. Ahora quedan tres.

“—es algo en lo que no estoy pensando, ¿de acuerdo?” Añadió en voz alta.

Eso era lo que tenía que decirse a sí mismo, porque aquí estaban. Estaban viniendo. Los monos peludos conocidos como bogies. Saliendo de un túnel cercano.

Un pensamiento se le ocurrió a Haruhiro. Es el mismo orden que ayer. Eso significa que los spriggans serán los siguientes, ¿eh? Al menos, debemos estar preparados para ellos. Podemos vender los ojos de spriggan. Son buen dinero.

Usando ese pensamiento para motivarse, primero tendría que lidiar con los tres duergar restantes y tres, no, cuatro bogies.

Uwah, pensó Haruhiro consternado. Son siete en total. Eso es más de lo que podemos manejar. ¿Tal vez deberíamos correr…?

“¡Hah! ¡Anger! ¡¿Te gustó eso, eh?!” Ranta persiguió al Duergar C y lo mató.

“¡Jess, yeen, sark, kart, fram, dart…!” Shihoru gritó.

La magia de Shihoru estalló. No Lightning, pero la versión de mayor grado, Thunderstorm. Su objetivo eran los bogies.

Hubo un trueno bastante increíble, y dos de los bogies volaron. Parecía que estuvo cerca de un golpe directo, por lo que esos dos probablemente no se levantarían. Kuzaku estaba tomando al Duergar B y Mary estaba tomando al Duergar E, mientras que los nuevos enemigos eran el Bogie A y Bogie B. Si eran cuatro en total, podrían con ellos.

No, ese no era el problema. ¿Podrían acabar con ellos rápidamente? Esa era la clave.

“¡Yume! ¡Cambia con Mary!” Haruhiro gritó.

“¡Muauuuu!” Gritó Yume.

“¡Ranta, estamos sacando los bogies!” Haruhiro gritó.

“¡Gwajajaja! ¡Puedo hacerlo yo mismo, hombre!”

“¡Sí, eso quiero!” Haruhiro respondió. “¡Mary, cuida a Shihoru! ¡Shihoru, medita si puedes!”

“¡Está bien!” Mry llamó.

“¡E-Entendido…!” Shihoru añadió.

Yume cambió rápidamente con Mary, mientras que Mary se puso en posición de proteger a Shihoru. Ranta cargó hacia Bogie A. El oponente de Haruhiro era el Bogie B.

Tenía sus incertidumbres. Estaba tan asustado que no podía evitarlo. No podía pensar en eso, lo sabía, pero el pensamiento siempre le venía a la mente: Si solo Moguzo estuviera aquí.

Pero, cuando Manato había estado ahí al principio, cuando Mary se había unido, y cuando Moguzo había estado con ellos, las cosas que Haruhiro y los demás habían construido en aquellos tiempos no habían sido reducidas a nada. El trabajo en equipo entre Haruhiro, Ranta, Yume, Shihoru, Mary, aunque podría no haber sido completo, había alcanzado un nivel en el que podían comunicar todo lo que necesitaban con el contacto visual y tal vez con algunas palabras. Su fuerza individual también había aumentado considerablemente.

Si se confiaban demasiado, fracasarían, pero necesitaban tener confianza en sí mismos. Creer en ellos mismos. Solo lo suficiente como para no ser tímidos. Eso sería difícil, pero tenían que hacerlo.

Podemos hacerlo, pensó Haruhiro.

Estos duergar y bogies, que carecían de equipamiento real, no podían competir con Haruhiro y los demás. Lo único que tenían que vigilar era su número. Tenían que dividirlos bien, y reducirlos rápidamente.

Deberíamos ser capaces de hacer esto, pensó Haruhiro.

“¡Es una carrera, Ranta!” Llamó.

“¡Te tomo la palabra!” Ranta gritó.

Para qué estaban corriendo era obvio: ver quién podía matar a su bogie más rápido.

“¡Leap Out!” Ranta se alejó en una diagonal, aterrizando instantáneamente frente al Bogie A. Luego blandió su espada larga como una guadaña. La mitad superior de la cabeza del Bogie A fue cortada. “¡Muajajaja! ¡Yo gano, Parupiroooo! ¡Sé mi esclavo desde hoy!”

“¡Nunca acepté esos términos!” Haruhiro eligió deliberadamente no atacar al Bogie B, sino que se puso a la defensiva y usó Swat en sus garras mientras atacaba.

Ranta dio la vuelta detrás de Bogie B. “¡Chestooo…!”

Su espada larga golpeó al Bogie B, esta vez en la parte trasera de su cabeza. El Bogie B cayó al suelo.

“¡Wajaja!” Ranta se rió. “¡Maldición, soy fueeerteeee! ¡Soy el más fuerte! ¡Parupiro eres débil! ¡Peh!”

Haruhiro estaba enojado lo suficiente como para no contenerse de chasquear la lengua con disgusto. Aún así, fue tal como estaba planeado. Mientras tomara las precauciones necesarias y lo usara bien, Ranta era un activo.

“¡Haru…!” Mary gritó.

“¡Lo sé!” Le gritó.

Cuando miró por encima, había spriggans saliendo de otro túnel. Esto estaba dentro de las expectativas. El problema era el número de ellos.

“Cinco… seis, ¿eh?” Haruhiro gritó alarmado. “¡¿Shihoru?!”

“¡Puedo hacerlo una vez más!” Gritó.

“¡Bien! ¡Te dejaré el tiempo!” Gritó.

“¡De acuerdo!”

“¡Ranta, no corras todavía!” Haruhiro agregó. “¡Tendrás tu turno pronto!”

“¡Seguro!” Ranta gritó. “¡Después de todo, soy el jugador estrella en este equipo!”

Haruhiro miró a Kuzaku y Yume. Mientras Yume gritaba “¡Chaaa…!” Y cortaba al Duergar E, Kuzaku todavía usaba la habilidad Block con su escudo para defenderse de los ataques del Duergar B.

No, sé que le dije que se enfocara completamente en hacer eso, pero ¿no lo está haciendo demasiado…? Haruhiro pensó.

“¡Jess, yeen, sark, kart, fram, dart…!”

Shihoru lanzó Thunderstorm. En el momento en que cayó el haz de rayos, los spriggans se dispersaron. A pesar de que lo hicieron, uno de ellos no pudo evadirlo y fue impactado.

“…¡Lo siento!” Shihoru llamó.

“¡No te preocupes por eso!” Haruhiro devolvió el llamado.

Mientras consolaba a Shihoru, Haruhiro pensó: Cinco. Cinco de ellos, eh. Maldita sea. Si Kuzaku se hubiera apurado y hubiera matado al Duergar B más rápido, podríamos contra este número. ¿Corremos? Es una decisión difícil. Sin embargo, no tengo tiempo para ser indeciso. Los spriggans están casi encima de nosotros.

“¡Todos, defiendan a muerte a Shihoru!” Llamó Haruhiro. “¡Los derribaré uno por uno!”

¿Está bien?, se preguntó. ¿Diciendo algo como eso? ¿Este plan no es malo? No lo sé. Pero no puedo retractarme ahora. No tengo tiempo.

“¡Un hombre se ve más genial cuando defiende a una mujer!” Haruhiro agregó. “¡Ranta! ¡Muéstranos qué tan varonil eres!”

“¡Maldición, lo haré, idiota! ¡Déjamelo a mí!” Ranta gritó.

Ranta, Mary y Yume prepararon sus armas y rodearon a Shihoru.

Los spriggans se lanzaron hacia ellos. Ranta y los demás se concentraron en una pelea defensiva, sin romper la formación incluso cuando se convirtió en un combate cuerpo a cuerpo. Solo uno de ellos, Haruhiro, salió corriendo del débil cerco de los spriggans.

Cambiando de dirección, apuntó a los spriggan por detrás. Ese tipo. El que ataca a Mary.

En lugar de un Backstab, Haruhiro eligió la muerte más garantizada con Spider. Él agarró el spriggan por detrás, lo apuñaló a través del riñón, luego cortó su garganta de oreja a oreja.

Cuando uno murió, los otros spriggans pulularon hacia Haruhiro.

“—¡Oh, mierda!” Haruhiro gritó.

“¡Buen trabajo de señuelo, Piropiroooo!” Ranta aprovechó la oportunidad para asestar un golpe en la espalda de un spriggan.

Demasiado superficial. No fue un golpe fatal, pero ahora los spriggans no podían enfocarse completamente en Haruhiro.

Dos spriggans se acercaron a Haruhiro, A y B, mientras que el Spriggan C fue por Ranta y el Spriggan D se fue por Yume. Gracias a eso, las cosas eran un poco más fáciles para Haruhiro, pero todavía eran dos contra uno. Esto iba a ser difícil.

“¡Lo tengo!” Mary gritó, y con un fuerte golpe de su bastón corto, mantuvo al Spriggan B a raya. El Spriggan B giró para evitar el bastón corto y se volvió para mirar a Mary. Mary había logrado alejar al Spriggan B de Haruhiro. Ahora Haruhiro podía centrarse únicamente en el Spriggan A.

Haruhiro no podía llevar a cabo su plan de matarlos uno por uno, pero ahora había cuatro enfrentamientos uno a uno. Puede que no sea el mejor resultado, pero era uno de los mejores. Shihoru probablemente estaba cansada de usar su poder mágico, pero incluso si no confiaban en sus hechizos, cada vez que uno de ellos mataba un spriggan, las cosas se inclinaban aún más a su favor.

Mientras usaba Swat en el cuchillo del Spriggan A, Haruhiro no pudo evitar pensar: Realmente es Kuzaku. No puedo culparlo, supongo. Acaba de unirse al grupo. Tampoco ha sido soldado voluntario durante mucho tiempo.

Haruhiro y los demás también habían sido muy malos cuando comenzaron. Puede que no sean algo especial ahora, pero habían sido mucho peores antes.

Cuando pienso en cómo éramos en ese entonces, no puedo burlarme de Kuzaku, pensó Haruhiro. No, no me estaba burlando de él. Por ahora, solo tendré que hacer que haga lo mejor que pueda.

Pero, aún así, no sé si está bien que haya estado emparejado con el Duergar B durante tanto tiempo. Quiero decir, estamos en una batalla contra el tiempo aquí.

“—¡Ah! ¡Están aquí, eh!” Haruhiro gritó.

Eso estuvo cerca.

Haruhiro casi no pudo golpear el cuchillo del Spriggan A. Estaba entrando en pánico. Por supuesto que sí.

Más spriggans acababan de salir de otro túnel. No estaba seguro de cuántos. En algún lugar entre tres y cinco, tal vez. Shihoru probablemente no podría usar Thunderstorm de nuevo.

Esto no es bueno, pensó.

“¡O más bien, es imposible!” Gritó.

No tenemos más remedio que correr.

“¡Todos…!”

“¡Ohhhhhhhhhh…! ¡Hatred…!” Ranta cortó al Spriggan C, luego cargó contra los nuevos spriggans.

“¡¿Eh?! ¡Hombre, qué estás—Urkh…!”

Haruhiro casi falla su Swat de nuevo. Estaba perdiendo la cabeza lo suficiente como lo estaba. Deseó que Ranta no empeorara las cosas.

“¡¿Ranta?!” Gritó.

“¡Aguanta, Haruhiro!” Ranta actuó como si fuera a cargar contra los nuevos spriggans, pero luego usó Exhaust para alejarse y escapar. Los spriggans persiguieron a Ranta. “¡Si retrocedemos aquí, será lo mismo una y otra vez! ¡Te compraré tiempo! ¡Vamos a asesinar a todos estos tipos!”

“¡Eso no es…!” Haruhiro estalló.

Orgullo, fuerza de voluntad, agallas, todas esas cosas son importantes, sí, pensó Haruhiro, apretando los dientes mientras usaba Swat en la daga del Spriggan A una y otra vez. Pero, sin importar cuánto nos esforcemos, no vamos a poder hacer cosas que no podemos hacer.

“¡Ohm, rel, ect, nemun, darsh…!”

El elemental de sombra de Shihoru voló hacia delante, se colocó en el suelo y detuvo uno de los nuevos spriggans en su camino. Sin embargo, no era suficiente para hacer la diferencia.

Ranta estaba usando Exhaust al máximo, de alguna manera arrastrando a los spriggans tras él, pero eventualmente se quedaría sin energía. Ahora que había llegado a esto, sería difícil retirarse sin abandonar a Ranta. Tendrían que aceptar la situación por lo que era y hacer todo lo posible.

“¡Wajajaja!”

Haruhiro escuchó a alguien reír. Esa voz no era de uno de sus camaradas. ¿Quién era…?

Miró y vio a un soldado voluntario con un equipamiento de aspecto duro caminar a paso lento. Podría haber estado a quince metros de Haruhiro y los demás, no muy lejos. A pesar de eso, ¿por qué esa gente parecía tan tranquila?

Porque en realidad están tranquilos, supongo, pensó.

“Ohh. Mírenlos,” dijo un soldado con lástima.

“Wajaja,” el siguiente rió. “Buena suerte.”

“Cuando estás al nivel de que esos tipos te atacarán, es difícil,” coincidió el primero.

“Bueno, es un escenario por el que todos pasan, ¿sabes?” Señaló un tercero.

“Naa, cuando llegamos, nunca nos atacaron, ¿recuerdas?” Dijo el primero.

“Sí, sí,” el segundo estuvo de acuerdo. “No lo hicieron.”

“¡Ahora que lo mencionas, tienes razón!” Gritó el tercero.

De hecho, los spriggans ni siquiera voltearon la vista hacia ese grupo.

Cuatro hombres y dos mujeres. Su composición es de dos guerreros y un paladín, un mago, un sacerdote y un ladrón, pensó Haruhiro.

Incluso a simple vista, era fácil de ver. Por la calidad de sus equipamientos y su comportamiento en general, no se parecían en nada a Haruhiro y su grupo. Sin duda, ese grupo era más fuerte que el de Haruhiro.

Si pudieran obtener eso, los tre semi-humanos no tratarían de ponerles la mano encima. Podrían caminar hasta aquí.

“¡Podrían ayudarnos, saben!” Yume se quejó en voz alta.

Puedes decir eso de nuevo, pensó Haruhiro. Haruhiro y su grupo estaban librando una dura batalla y estaban en serios problemas. El otro grupo debería haber visto eso, así que no los hubiera matado ayudar un poco. Si Haruhiro hubiera estado en sus zapatos, al menos habría dicho: ¿Están bien? ¿Deberíamos ayudar? Como ser humano, querría hacer al menos eso.

Quiero decir, ¿eso no es lo que deberías hacer?, pensó. Pero, esos tipos, ¿qué pasa con ellos? Se han ido mientras charlan agradablemente. ¿Están cuerdos? ¿Incluso son humanos? No se veían particularmente crueles y malvados. Bueno, tal vez se veían relativamente normales, pero ¿en realidad son una banda de monstruos inhumanos…?

Es un mundo difícil.

Solo puedes confiar en tus camaradas. No cuentes con nadie más. Porque no puedes. Tendremos que salir de esto por nosotros mismos. Para poder sobrevivir, nuestra única opción es forjar nuestro propio camino.

“¡Lo haré!” Gritó.

Necesitaba refrescar su cabeza. Haruhiro lo entendía, pero no podía evitar ponerse un poco caliente debajo del cuello.

Haruhiro golpeó el cuchillo del Spriggan A con un fuerte golpe, luego apretó un interruptor. No, no había un interruptor real para apretar, eso significaba que conscientemente cambió el modo en el que estaba, como activar un interruptor.

“¡Assault!”

Atacó como loco con su daga y su sap. Sin embargo, se detuvo después del cuarto golpe secuencial. El Spriggan A lo miró con un: ¿Eh…?, en su cara.

Ahora. Haruhiro pasó corriendo al Spriggan A, golpeándolo en la parte posterior de la cabeza con su sap al pasar. Luego metió su daga en el cuello del spriggan tambaleante.

“¡Mary!” Haruhiro gritó desde su diafragma, causando que el Spriggan B, el que estaba peleando con Mary, mirara en su dirección.

Mary rápidamente barrió las piernas del Spriggan B con su bastón corto. El Spriggan B se cayó. En su espalda.

Haruhiro saltó sobre la espalda del Spriggan B mientras intentaba levantarse. El spriggan lo cortó en su brazo, o en algún lugar cerca de ahí, pero eso no era gran cosa. Haruhiro metió su daga debajo la mandíbula del Spriggan B. Luego le cortó la garganta de par en par. Spider. El Spriggan B murió.

“¡Haru! ¡Tu herida!” Mary gritó.

“¡Puede esperar!” Respondió. “¡Primero…!”

Estoy en una buena racha. Tengo miedo de que pueda dejarme llevar, pero sería una pena enfriarme y perder el ímpetu que tengo. ¿Tal vez debería ir tan lejos como pueda, hasta casi el límite, sin parar? Siento que podría captar algo. Como si pudiera dar el siguiente paso.

“¡Punishment!” Kuzaku finalmente pudo aplastar el cráneo del Duergar B con su espada larga.

Bueno. ¡Bien, bien, bien! Haruhiro intercambió miradas con Yume. Yume parecía entender lo que quería.

Con un gruñido, Yume gritó, “¡Comboooo…!”

Yume desató un combo algo forzado usando Brush Clearer y Diagonal Cross, causando que el Spriggan D retrocediera un poco. Sin embargo, ella no había estado aprovechando una apertura, por lo que Yume terminó desequilibrándose un poco. Fue peligroso, pero estuvo bien.

Ha pasado un tiempo, pensó Haruhiro.

Vio esa línea. Esa tenue línea de luz.

En lugar de que siguiera la línea, era más como si su cuerpo la siguiera solo. La daga no apuñaló tanto como se deslizó en su lugar. Haruhiro aterrizó un Backstab en el Spriggan D, apagando su vida de un solo golpe.

Estamos en plena forma, pensó. Podemos hacer esto. Las cosas van por nuestro camino.

“¡Yume, y tú también, Kuzaku! ¡Nos estamos yendo! Vamos por Ranta—”

Ay. Haruhiro se sintió mareado, la fuerza se le escapaba de las piernas. ¿Podemos hacer esto? ¿Cómo? ¿Cómo es poder hacer esto? ¿Seguir nuestro camino? Oh, algo se dirige hacia nuestro camino. Cierto, más enemigos.

Duergars desde el túnel de la izquierda. Bogies desde la derecha.

Los tres tipos de semi-humanos no se llevan bien. Deberíamos hacer que luchen entre ellos. Se le ocurrió esa idea, pero no podía pensar en una forma específica de hacerlo. No importa cómo lo mire, correr es la única opción aquí. Pero, entonces, ¿qué hago con Ranta? No lo sé. Honestamente, no puedo decidir.

“¡Mary, Shihoru! ¡Corran!” Gritó. “¡Yume, tú también! ¡Kuzaku…!”

Haruhiro miró a Kuzaku. Kuzaku estaba levantando la visera de su casco.

Los hombros de Kuzaku se agitaban con cada respiración, pero se encontró con la mirada de Haruhiro y asintió.

Sí, en momentos como este, así es como funciona, pensó Haruhiro. Así es como siempre va, ¿no? No es porque queremos presumir, simplemente sucede de esta manera, naturalmente.

No escuchó las respuestas de Yume, Shihoru o Mary. Haruhiro corrió hacia los bogies, y Kuzaku cargó contra los duergars.

Ohh, Haruhiro quería gemir. Estoy tan asustado que quiero llorar. Los números son realmente malas noticias. ¿Cuántos bogies hay? No puedo obtener una cuenta rápida. ¿Qué demonios? En serio, ¿qué demonios? Voy a morir. Esto es todo. Voy a morir. Si cargo directamente así, me picarán en un instante. Esto no está bien. Necesito comprar aunque sea un solo poco de tiempo. Lo sé.

Estaba asustado, tan asustado que todos sus cabellos estaban erizados, pero los atraía cada vez más. En otro paso, probablemente, los bogies saltarían sobre él.

Ahí fue donde dio un giro repentino. No pudo hacer uno total de ciento ochenta, pero giró unos cien grados más o menos hacia la izquierda.

Haruhiro corrió. Con todo lo que tenía. Los bogies le pisaban los talones y levantaban un jaleo tremendo. Él no iba a poder perderlos. Por otro segundo o dos, tenía que correr—

“¡Miau…!”

Yume. ¿Por qué estaba Yume frente a Haruhiro?

La flecha que disparó pasó silbando junto a la cara de Haruhiro, y pudo o no haber golpeado a un bogie. No podía verificar sin mirar atrás, y si miraba hacia atrás estaba seguro de que lo alcanzarían, así que no podía comprobar.

“¡¿Yume, por qué?!” Gritó.

“¡¿Pensabas que podíamos irnos?!” Yume soltó otra flecha, luego salió corriendo junto a Haruhiro. Había lágrimas corriendo por su rostro. “¡Salir corriendo y dejándote atrás! ¡No hay manera de que pudiéramos hacer eso!”

Bueno, no, tal vez no, pensó Haruhiro. Pero, espera, ¿no es solo Yume? Sí. Ellas estan aqui.

Cubiertas por Kuzaku, que estaba rodeado de duergars y recibiendo una paliza, estaban Mary y Shihoru. Kuzaku se protegía desesperadamente con su espada larga y su escudo, apenas logrando mantenerse en pie. En cuanto a Ranta, a quien los spriggans todavía perseguían, no se sabía cuánto tiempo más duraría.

“Seremos aniquilados,” pensó Haruhiro. Podemos luchar todo lo que queramos, pero seremos aniquilados. Todos nosotros moriremos aquí.

Lo siento, Moguzo. Sé que es como, ¿por qué me disculpo, cierto? Solo, lo siento. No deberíamos seguirte tan pronto. Maldición. ¡Maldición! ¡Maldición…!

“¡No!” Haruhiro gritó.

¿De qué sirve gritar eso? ¿Qué cambiará?

“¡No quiero morir!”

No había nada que él pudiera hacer. Nada que ninguno de ellos pudiera hacer. Nadie en el grupo, y menos Haruhiro en persona, tenían el poder.

Entonces, quisieran o no, iban a morir aquí. Ellos morirían, sin dejar nada atrás. Si nadie tuviera la amabilidad de quemarlos, se convertirían en zombis. Cuando su carne se pudriera y cayera de sus huesos, se convertirían en esqueletos. Esto era lo peor.

“¡Augh!” Gritó Yume.

Uno de los bogies había cortado la pierna de Yume con sus garras. Yume se quedó atrás. Ella estaba cayendo.

Este es el momento, pensó Haruhiro.

Tenía que encender su interruptor. Sabía que era inútil. Pero morir sin hacer nada, eso sería incómodo. Por lo menos, daría todo lo que tenía. Haruhiro cambió a un nuevo modo.

“¡Assault!”

No me importa si muero. Quiero decir, moriré de todos modos. Los bogies. ¿Cuántos hay? ¿Ocho? ¿Nueve? ¿Más de diez? ¿A quién demonios le importa?

Haruhiro se acercó a los bogies que estaban a punto de abalanzarse sobre Yume. Él los cortó con su daga. Los golpeó con su sap. Cortó, golpeó, cortó, apuñaló, golpeó, cortó, golpeó y apuñaló cualquier cosa que pudiera alcanzar con sus manos.

Por un momento, los bogies fueron intimidados por Haruhiro, pero rápidamente lanzaron un contraataque. Las garras de los bogies cortaron a Haruhiro. En poco tiempo, Haruhiro estaba lleno de heridas. No importaba, Haruhiro atacó temeridad. Si se detenía, todo habría terminado. Se negó a detenerse antes de que estuviera muerto.

Yume siguió disparando flechas a quemarropa. Con cada flecha que disparaba, Yume gritaba.

De repente, su campo de visión se redujo a la mitad. Parecía que habían conseguido un darle golpe en uno de sus ojos. Ya no podía mover su sap. Su brazo izquierdo dejó de moverse.

Era difícil respirar; en realidad, no podía respirar adecuadamente.

Yume puso una rodilla. Ella estaba balanceando una flecha a ciegas. Un bogie dio vueltas detrás de ella.

¡No te dejaré! Haruhiro intentó darle un golpe al bogie. Justo después de hacerlo, sintió impactos en todo su cuerpo, y lo siguiente que supo fue que yacía en el suelo. Yume estaba encima de él. ¿Estaba tratando de cubrirlo?

Detén esto, intentó decir. No tenía voz.—Esto es, eh.

¿Esto era lo lejos que llegaría? Las garras de los bogies rasgaron en la carne de Yume, y dejó escapar un grito.

Detente, pensó Haruhiro. Solo es una chica, maldita sea.

Pero su cuerpo no se movía. Le rompió el corazón. Ya se había resignado a sí mismo. Pero, al menos...

Haruhiro agotó sus últimas fuerzas y abrazó a Yume de cerca.

Haru-kun, ella lo llamó por su nombre.

Él la giró, mirándola hacia abajo. Al menos, lo intentó.

“Ha—”

¿Qué? Haruhiro pensó aturdido. ¿Qué pasó?

Los bogies, han dejado de atacar.

No podían atacar ahora. Eso era porque…

De repente, la sangre de los bogies salpicó por todas partes. Todos ellos, a la vez. Esto era imposible, pero, a los ojos de Haruhiro, pareció instantáneo.

Los bogies se doblaron y colapsaron. Cayeron sobre Haruhiro y Yume también. Cuando cayeron sobre Haruhiro, por supuesto que le dolió. Pero, más que eso, estaba completamente asombrado.

¿Qué es esto?, pensó. ¿Qué esta pasando? No lo entiendo.

Yume murmuró algo al lado de su oreja. El rostro de Yume estaba justo al lado del de Haruhiro. En realidad, se estaban tocando.

“¿Están bien?” Escuchó la voz de un hombre.

¿Un hombre? Haruhiro pensó. ¿Quién? Y, espera, ¿esto significa…?

“…¿Estamos… salvados…?” Graznó.

“¿Miau…?” Yume preguntó tentativamente.

“Solo espera,” dijo la voz.

Haruhiro finalmente vio al hombre. Me están tomando el pelo, pensó. No podía creerlo.

El hombre apartó los cadáveres de los bogies, primero ayudando a Yume, luego a Haruhiro.

Parecía que no era una broma o un sueño. Haruhiro no podía creerlo, pero iba a tener que hacerlo.

El hombre todavía parecía joven y vestía un conjunto de armadura negra genial que le quedaba bien ajustada, pero que parecía ligera para usar. Había luz anaranjada que se filtraba desde el interior aquí y allá. La pieza asimétrica de falda que usaba para proteger su mitad inferior también era genial. La espada larga que llevaba sobre la espalda era genial, al igual que la espada más corta en la cadera. Su rostro también era genial. No era particularmente guapo, pero la forma en que sus ojos almendrados estaban llenos de compostura, intensidad y tristeza eran geniales. De todos modos, él era genial, o más bien increíblemente genial. Demasiado genial.

Este hombre era el soldado voluntario más fuerte.

El soldado voluntario más famoso.

“¿Soma… -san?” Preguntó Haruhiro, sin querer. La respuesta era obvia.

“¿Hm?” Soma parpadeó. “¿Me conoces?”

“…No, por supuesto que te conozco… pero… ¡¿Espera, y todos los demás?!” Haruhiro gritó de repente, mirando a su alrededor apresuradamente. Ya había terminado.

Los duergars que habían estado golpeando a Kuzaku habían sido aniquilados por una hermosa joven elfa de cabello plateado, ojos como zafiros y piel blanca como la nieve, así como un hombre con brazos terriblemente largos que usaba una máscara y una extraña armadura que cubría todo su cuerpo.

Al parecer, Ranta había sido salvado por el hombre moreno con el pelo rastas y ojos sanpaku. El paladín Kemuri.

¡Kemuri-san! Haruhiro quería llamarlo. Solo una vez, Kemuri lo invitó a una bebida en la Taberna Sherry, aparentemente para celebrar la victoria del grupo sobre Death Spots. No era un hombre locuaz, pero estaba ridículamente bien formado, y aunque sus ojos de malo lo hacían parecer aterrador, definitivamente era un buen tipo.

Si recordaba correctamente, la elfa era Lilia.

El hombre de los brazos largos que llevaba una máscara, por lo que Haruhiro había escuchado, no era humano.

De pie, a poca distancia del resto, con la cara y el físico de un niño, estaba el nigromante Pingo, el nigromante de ojos turbios. Haruhiro realmente no sabía lo que era un nigromante, pero aparentemente creaban gólems o algo así. Pero ¿qué significa eso, crearlos? Haruhiro no tenía idea.

De todos modos, los camaradas de Haruhiro estaban a salvo. Por el aspecto de las cosas, Ranta, Kuzaku, Mary y Shihoru no se lastimaron tanto como Haruhiro o Yume.

Gracias a Dios.

“Shima, trátalos,” llamó Soma.

La hermosa y sexy chica adulta se acercó. “Oh, cielos. Oh, cielos. Esto es bastante malo. Es bueno que aún estés vivo.”

“…Uh, cierto, lo siento…” murmuró Haruhiro.

“¿Porqué te estás disculpando? Eres tonto.”

Cuando Shima soltó una risita, la mente de Haruhiro se quedó en blanco y no se le ocurrió nada. En el momento en que él había perdido su concentración por el grado anormal de sensualidad adulta que exudaba, ella terminó de curarlo. No era como la magia de un sacerdote. Haruhiro realmente no sabía qué clase de magia era.

Yume hizo que Shima la sanara también. Aparentemente Mary ya había usado su magia de luz en Ranta y Kuzaku. Mary y Shihoru sufrieron heridas leves. Mary rápidamente curó a Shihoru y, a su vez, fue rápidamente curada por Shima.

“¡Gracias!” Ranta se inclinó y realizó una dogeza frente al grupo de Soma. “¡En serio! ¡En serio! ¡Salvaron nuestros pellejos! ¡Tenemos nuestros pellejos a salvo! ¡Casi morimos ahí! ¡Casi nos aniquilaron ahí! ¡Gracias! ¡Oigan! ¡Haruhiro! ¡Yume! ¡Shihoru! ¡Mary! ¡Y a tú también Kuzaku! ¡Todos ustedes! ¡Inclinen sus cabezas! ¡Dense prisa! ¡¿Son estúpidos?! ¡¿No tienen sentido común, eh?! ¡Montón de imbéciles! ¡¿Quieren morir?! ¡¿Ehh?!”

“No te preocupes,” dijo Soma simplemente, y Ranta saltó de nuevo a la velocidad de la luz.

“¡¿Lo se, verdad?! ¡Quedarse doblegado por algo tan pequeño, es desagradable, ¿verdad?! ¡Vamos, Haruhiro! ¡Es como dije, ¿verdad?! ¡No me hagas hacer dogeza así, imbécil!”

“…Lo hiciste todo por tu cuenta.”

“¡Como si alguna vez hiciera eso! ¡Yo! ¡¿Crees que me doblegaría por alguien si no me obligaras a hacerlo?! ¡Honestamente, este tipo es un verdadero canalla! ¡Me disculpo, en serio! ¡Tiene esos ojos soñolientos y es un malvado villano! ¡Trata de matarme cada vez que puede!”

“Hombre, eres una basura natural, ¿lo sabes?” Haruhiro dijo. “Nunca cambias…”

“Qué chico tan divertido,” dijo Shima con una risita.

“Swoooon,” Ranta se llevó una mano al corazón y cayó al suelo. “…Maldita sea. Eso me atrapó por completo… Estoy enamorado…”

“Qué vergüenza…” dijo Shihoru, encogiéndose dentro de sí misma.

“Si tan solo desapareciera.” Yume arqueó sus cejas, pareciendo triste en todo caso.

“Um,” Mary inclinó la cabeza. “Gracias. Todo esto sucedió porque no estaba haciendo mi trabajo como sanadora adecuadamente…”

Kuzaku se sentó en el suelo, abrazándose una rodilla, con una expresión incómoda en su rostro.

“No.” Kemuri torció sus gruesos labios en un ligero ceño fruncido. “No había nada que pudieras haber hecho ahí, estoy seguro. No fue un problema con el sanador.”

“…Ujujujuh,” el nigromante Pingo emitió una risa espeluznante. “En el momento en que los atacaron, dejó de valer la pena hablar de eso… Ujejeh…”

Al lado de Pingo, el golem emitió un gemido bajo en aprobación.

“Estoy de acuerdo.” La voz de Lilia era increíblemente fría. “Si intentan avanzar con un nivel de habilidad que permita a los tres semi-humanos mirarlos con desprecio, estoy segura de que no deben querer vivir mucho.”

La mirada de desprecio de la elfa demasiado hermosa, emparejada con su tono cortante de voz, realmente dio en el blanco.

En este punto, sinceramente, todo lo que puedo decir es que lo siento, pensó Haruhiro. O mejor dicho, si pudiera, desearía poder desvanecerme sin decir nada.

“Tienen razón,” asintió Soma. “Tienen que valorar sus vidas.”

“…De acuerdo,” dijo Haruhiro. “Lo siento. No lo haremos de nuevo…”

“Eso tampoco es bueno.”

“…¿Eh?”

“Si todo lo que hacen con ellas es mantenerlas atesoradas, sus vidas no tienen ningún valor,” dijo Soma. “La vida es algo que debe ser usado.”

“La vida debe ser usada,” Haruhiro repitió lentamente.

“Ustedes mismos deciden cómo usarán las suyas,” continuó Soma. “Eso es lo que significa vivir.”

“Aquí va otra vez,” dijo Shima con una sonrisa encantadora. “Trata de no tomar las cosas que Soma dice demasiado en serio. Seguro que lo olvidará mañana y luego comenzará a decir algo completamente diferente.”

“¿En serio?” Le preguntó Soma a Shima con una mirada seria.

“Sí,” dijo Shima rápidamente. “Ese es el tipo de hombre que siempre has sido.”

Soma bajó los ojos, suspirando levemente. “Ya veo…”

¿Soma parece un poco deprimido? Haruhiro intercambió miradas con Ranta y los demás. De alguna manera, este Soma… es un poco diferente de lo que esperábamos… ¿no creen?

Echó un vistazo a los cadáveres de los bogies. La mayoría de los bogies habían muerto de un solo golpe. Con solo un golpe, habían sido reducidos a la muerte. Soma había hecho un barrido de alrededor de diez bogies en un instante, él solo. Era el soldado voluntario más poderoso, alguien que podía hacer así lo imposible con facilidad. Era fuerte, simplemente increíblemente fuerte, y probablemente también sabio y genial, una persona muy lejos de Haruhiro y del alcance de los demás que podría haber estado por encima de las nubes, y no había forma de acercarse a él. Esa era la imagen que tenían… pero ya no.

“Si son tan inexpertos que los tres semi-humanos pelearán con ustedes,” dijo Lilia, señalando más profundamente en el Wonder Hole, “pueden pasar por esa sección. Si van cuatrocientos metros y entran en el nido de los muryans, los tres semi-humanos no los perseguirán más. Si son tan tontos como para explorar el Wonder Hole sin saber ni siquiera eso, les aconsejo que regresen ahora y vivan el resto de sus días en una tranquila autorreflexión.”

Cada palabra que la elfa decía dolía. Sin embargo, no solo criticaba a Haruhiro y su grupo, sino que también les daba consejos.

No sé si pensar que es aterradora o amable, pensó Haruhiro.

“Oigan, esperen, chicos.” Kemuri echó un rápido vistazo a las caras de Haruhiro y los demás. “Son ellos, ¿verdad? Los que mataron a Death Spots.”

“¡Sí, sí! ¡Así es!” Ranta parecía listo para hacer un baile feliz. “¡Lo recuerdas, eh! ¡Es un honor! ¡En serio, en serio! ¡Soy el hombre que mató a Death Spots!”

“Todos ustedes lo hicieron, quieres decir,” corrigió Kemuri.

En la corrección, Ranta se bajó y se postró. “¡S-Sí, sí! ¡Eso es muy cierto! ¡No fui yo, fuimos todos nosotros! ¡Lo siento!”

“Uno de ustedes no está,” dijo Kemuri. “Monroe, ¿verdad? ¿Qué le sucedió?”

“Su nombre era Moguzo,” dijo Haruhiro en un tono fuerte, luego miró hacia abajo. “…Él murió. Lo dejamos morir, se podría decir. En la Fortaleza Capomorti…”

“En la Fuerza Serpentine Azul, eh,” dijo Kemuri, golpeándose la frente. “Bueno, para un tanque, es mejor morir que dejar que tus camaradas mueran.”

“¿Es así?” Preguntó Shima.

Kemuri se encogió de hombros un poco. “Creo que sí.”

“Hmm,” dijo Shima. “Eso es muy bonito.”

“…Son un montón de idiotas,” murmuró Pingo. “Los tanques no son más que idiotas… Ujejeh…”

Soma frunció el ceño. “¿Los tanques son idiotas? Yo soy un tanque. Eso me haría uno también.”

“No puedo estar en desacuerdo,” dijo Lilia, con frialdad, como siempre.

“Pasa a menudo,” dijo Shima con una sonrisa triste. “Y no pueden llorar todas y cada una de las veces. Pero, en el fondo de sus corazones, mientras intentan enterrarlas, esas lágrimas tibias se filtrarán. Siempre y para siempre.”

Haruhiro no estaba seguro de haber entendido las palabras poéticas de Shima. Sin embargo, seguramente nunca las olvidaría. No Manato, o Moguzo. Mary probablemente tampoco podría olvidar a sus camaradas, y debía ser lo mismo para Kuzaku.

¿Por qué, cuando significaba tener sentimientos como estos, seguían siendo soldados voluntarios? ¿Para ganarse la vida? Era parte de eso. ¿Orgullo obstinado? Eso probablemente era parte de eso también. ¿Una adicción a la emoción de arriesgar sus vidas? No podía negarlo del todo, pero definitivamente no era eso.

Era para nunca olvidar.

Manato y Moguzo, habían vivido como soldados voluntarios, habían usado sus vidas para eso, las habían usado y habían muerto.

No quería rechazar las vidas que sus camaradas, sus amigos, habían vivido. No quería pensar que no valían nada. Quería grabarlas en su memoria.

A decir verdad, quería ver lo qué había al final de ese camino, el que Manato y Moguzo deberían ver.

“…No estoy seguro de que tengamos que enterrarlas,” dijo Haruhiro.

Shima asintió levemente, haciendo un gesto para que continuara.

Haruhiro no estaba del todo seguro de lo que quería decir, de lo que estaba tratando de decir. Aún así, no podía permanecer en silencio.

“Esto puede parecer como aferrarse al pasado, pero en lugar de enterrar las lágrimas y recuerdos, ¿no estaría bien para nosotros mantenerlos cerca?” Preguntó.

“Sabes qué…” Soma repentinamente se agachó frente a Haruhiro. Estaban mirándose a los ojos, y eso lo hizo sentir un poco inquieto.

“¿Quieres venir a mi lugar?” Preguntó Soma.

“…¿De nuevo?”

¿Venir? ¿Su lugar? ¿Qué quiere decir con su lugar? Haruhiro pensó. ¿Su casa? ¿Ir a la casa de Soma? No es eso, eh. Eso probablemente no es así.

“Eh… por tu lugar, quieres decir…”

“Los Day Breakers.”

“Ohh,” dijo Haruhiro. “Ahora lo entiendo. Por supuesto, eso es. Jajaja… ¡¿Espera, queeeeeeeeeeeé?!”

Ranta y los demás probablemente gritaron en voz alta o saltaron en reacción a esa bomba también. Pero Haruhiro estaba tan sorprendido que no escuchó ni vio ninguna de las reacciones de sus camaradas.

“¡¿Qu—Eh…?! Qu… P-Pero… es tan repentino… No—no sé qué decir, ¿eh…? ¿Me estás tomando el pelo..?”

“¿Tomarte del pelo?” Soma no pestañeó, levató la mirada hacia el cabello de Haruhiro. “Es algo terriblemente repentino de preguntar.”

¡No, tú eres el repentino! Haruhiro pensó.

Mientras Haruhiro estaba aturdido y no podía responder esa ingeniosa réplica, Lilia negó con la cabeza y suspiró. “…Soma. ¿Qué estás diciendo de repente?”

“¿Lo dije mal?” Soma preguntó. “Estoy tratando de invitarlos a unirse a los Day Breakers.”

“Lo entendí bien,” dijo Lilia. “¿Te estás burlando de mí?”

“¿Por qué debería burlarte, Lilia? Te respeto.”

“E-Eso es…” Las mejillas de Lilia, normalmente blancas como la nieve recién caída, se volvieron ligeramente rosadas. “…Puedo sentir eso. O más bien, eso no es lo que estaba tratando de decir.”

“¿No puedo?” Soma miró a Lilia, Shima, Kemuri, Pingo y el gólem a su vez. Luego, bajó la cabeza y bajó los ojos. “¿No puedo, eh…?”

Está deprimido… ¿verdad? Completamente, pensó Haruhiro. No importa cómo lo mire.

“No sé si no puedes.” Lilia se mordió el labio. “…No es tanto que no puedas. No es eso, solo estaba tratando de decir…”

“No nos quedan muchos receptores, ya sabes,” dijo Shima luciendo un poco exasperada mientras le daba un poco de ayuda a Lilia. “Lo entiendes, ¿verdad?”

Soma frunció el ceño ligeramente, inclinando la cabeza hacia un lado. “¿Qué hay malo con eso?”

“¿Qué, preguntas?” Respondió Shima.

“Si se nos agotan, solo tenemos que encontrar más,” dijo Soma. “No te preocupes tanto por ellos.”

“…Eso es… Bueno, sí, tienes razón,” admitió.

“Eres un idiota.” Pingo se recostó contra el gólem, mirando al cielo. “Eres un idiota. Un idiota más allá de toda ayuda. Pero ya sabía eso. Ujejejeh…”

Kemuri dio un breve: “Hah,” luego le dio una palmadita a Soma en el hombro. “Lo que estás diciendo no está mal. Puedes hacerlo. Haz lo que quieras, Soma.”

Soma colocó su mano sobre la de Kemuri. “Gracias, Kemuri.”

“…No.” Kemuri se veía un poco tímido. “No necesitas agradecerme…”

“Ahora, entonces,” dijo Soma, dándose la vuelta una vez más y mirando directamente a los ojos de Haruhiro con sus ojos perfectamente claros. “Nuestro objetivo es invadir la Undead DC en el antiguo Reino de Ishmal. Actualmente estamos en el proceso de búsqueda de la ruta, pero no espero poder lograr ese objetivo de inmediato. Tomará tiempo. Necesitaremos poder también. El poder de incluso una persona más ayuda. No me importa si eres inexperto. Todos comienzan de esa manera. Solo necesitas aumentar tu poder. Si no temes a la muerte, enfrentas la muerte y buscas la vida cuando te enfrentas a la muerte, te doy la bienvenida.”

Esta es una encrucijada en el camino, pensó Haruhiro. Es un momento crucial en nuestras vidas.

Aún así, ¿esto podría ser más repentino? Quiero tiempo para pensarlo. Quiero decidir una vez que haya tenido tiempo suficiente para discutirlo con mis camaradas. Pero, probablemente, no tengo ese tipo de tiempo. Nos encontramos con Soma aquí. Fue un milagro que Soma nos salvara. No debería asumir que alguna vez volveré a tener una oportunidad como esta.

Ya sea que aprovecharan esta oportunidad o la desperdiciaran, eso dependía de Haruhiro y sus camaradas. No, no del todo

Dependía de Haruhiro.

¿Está bien? ¿No lo tendrán en mi contra más tarde? Quiero decir, esto es más de lo que merecemos. ¿No me arrepentiré más tarde? Este no es el momento de ser indeciso.

Haruhiro se puso de pie.

“Por favor, déjanos entrar. Vamos a unirnos a los Day Breakers.”

Mary, o Shihoru, o Yume, o tal vez los tres, se quedaron sin aliento. Ranta gritó “¡Hi-yah!” Y comenzó a agitar sus brazos, mientras que Kuzaku soltó un: “¿Eh…?”

—Fui y lo hice. Arbitrariamente tomé la decisión por mi cuenta.

“Estaré encantado de tenerte,” dijo Soma, levantándose con una leve sonrisa, y luego le hizo una señal a Pingo. “Dame un receptor.”

Pingo sacó un objeto negro, plano como una piedra de algún lugar y se lo pasó a Soma. Soma, a su vez, se lo pasó a Haruhiro.

“Esta es una reliquia llamada receptor,” dijo Soma. “¿Sabes lo qué son las reliquias, sí?”

“…No,” admitió Haruhiro. “No lo sé.”

“Bueno, mira, aquí están las reliquias.” Shima comenzó a explicar. “Es un nombre general para todo lo que no se puede hacer con tecnología moderna, y se hizo claramente en el pasado. Por lo general, son armas o armaduras o artículos útiles. Lo que tienes ahí es de la variedad de artículos útiles. Sostenlo en tu oreja.”

“Ah, esta bien.”

Cuando Haruhiro presionó el receptor contra su oreja, Soma sostenía una piedra diferente, tenía la misma forma que el receptor, pero el color era diferente, era blanco puro, cerca de su boca.

“Este es Soma.” “Este es Soma.”

“¿Qué? Vibró un poco… Te escuché dos veces. ¡¿Eh?! ¿Qué es esto…?”

“El que sostiene Soma es un transmisor.” Shima sostuvo un receptor diferente en su oreja. “El receptor es una reliquia a la que su voz puede alcanzar sin importar lo lejos que te encuentres. Bueno, sin embargo, hay canales y un montón de otras cosas involucradas también. Cuando el receptor recibe la voz del transmisor, vibra al emitir sonido, y luz también.”

Shima señaló el extremo inferior de su receptor. Cuando Soma presionó el emisor con su pulgar, la sección que Shima señalaba se iluminó en verde.

“Hemos formado nuevos camaradas.” “Hemos formado nuevos camaradas.” “Los presentaré.”

Cuando Soma terminó de hablar, señaló el transmisor hacia Haruhiro. Di algo, ¿era eso?

“Uh… um… erm…” Haruhiro aclaro su garganta. “Soy Haruhiro… el que está siendo presentado. Encantado de conocerlos. ¿Eso es lo suficientemente bueno?”

“Sí.” Soma llevó transmisor de vuelta a su boca. “Seis personas, incluido Haruhiro, se han unido a nosotros. Eso es todo. Que nos volvamos a ver.”

“Cuídense bien… Ujejejeh…” Pingo lanzó una mirada sorprendentemente oscura a Haruhiro. “Solo queda un receptor. Además… Si crees que podrías morir, destruye el receptor. Antes de morir… asegúrate de hacerlo. Nunca se sabe cuándo Soma puede contactarte por las cosas más triviales… como ahora. Mantenlo en ti todo el tiempo. No olvides lo que dice, basura.”

“¡S-Sí, señor!” Haruhiro tartamudeó.

“Bueno, por ahora, solo manténganse vivos,” dijo Kemuri, como si fuera tedioso.

“Sí.” Cuando Shima se cruzó de brazos, acentuó su voluptuoso busto, que era bastante peligroso. “Eso sería lo mejor.”

“No estoy esperando nada,” dijo Lilia, fría hasta el final. “Hagan su mejor esfuerzo para no desperdiciar por completo ese receptor. Tal como están las cosas, ustedes seis valen mucho menos que un solo receptor.”

“Si atraviesan el dominio de los tres semi-humanos y entran en el nido de los muryans, hay ustrels acechando ahí.” Soma hizo un gesto en esa dirección con su barbilla. “Una vez que sean capaz de vencer a un ustrel, el área en la que puedan operar debería expandirse considerablemente.”

“…Un ustrel,” dijo Haruhiro.

“Nos encontraremos nuevamente en otra ocasión.”

Soma los dejó con solo esas palabras, luego se fue como el viento. Kemuri, Shima, Lilia, Pingo, el gólem, lo único que hicieron fue saludar, sin siquiera una palabra de despedida, y lo siguiente que supo fue que ya no estaban a la vista.

¿Todo había sido un sueño…? ¿Una ilusión? No, no era así. Eso no era lo que sucedió. Haruhiro sostenía el receptor firmemente en su mano.

A primera vista, era solo una piedra plana y negra que cabía en la palma de su mano, pero tenía crestas y hendiduras, y no se sentía como piedra o metal. De todos modos, era un objeto misterioso, fuera lo que fuera.

Haruhiro miró a sus camaradas. Todos ellos, incluso Ranta, estaban aturdidos.

“Jaja…”

Por el momento, Haruhiro decidió jugar con una sonrisa. No es que pudiera.

Haruhiro se rascó la cabeza. “Parece que nos unimos a los Day Breakers.”