Maou no Ore ga Dorei Elf wo Yome ni Shitanda ga

Volumen 1

Extra 2: Chastille Y Los Tres Caballeros Sobreprotectores

“Soy la Arcángel Chastille Lillqvist… Aunque puede ser infeliz empuñando su espada bajo el mando de uno que mató a sus subordinados ante sus ojos, tendré grandes expectativas de usted de aquí en adelante, caballeros”.

Tres caballeros angélicos en el apogeo de sus vidas se alinearon frente a Chastille mientras levantaba una voz galante con la espada sagrada en la mano. Justo el otro día, Chastille terminó perdiendo a sus subordinados en un cierto incidente, por lo que estos tres hombres fueron el personal seleccionado para reemplazarlos. Sin embargo, los tres Caballeros Angélicos, simplemente sacudieron sus cabezas como si ella estuviera completamente fuera de lugar.

“Debemos manejar nuestras espadas bajo la Doncella de la Espada Sagrada. Es un honor extraordinario, entonces, ¿quiénes en su sano juicio expresarán descontento? ”

“… No hay necesidad de prestarme tanto respeto. Sus muertes son mi responsabilidad, después de todo”.

“Señora Chastille, somos caballeros angélicos. Es cierto que es doloroso perder a nuestros compañeros, pero cada uno de nosotros ya ha decidido arriesgar nuestras vidas. La vista de una chica lo suficientemente joven como para ser mi hija haciendo una expresión tan desanimada pesa más en mi corazón que eso, te lo aseguro. Ah, por favor toma asiento”.

Chastille se sentó sin pensarlo, mientras le daban una silla.

“Él tiene razón. No le pediremos que se olvide de ellos, pero no es necesario que lleve una carga tan pesada por su cuenta. Ah, hemos hecho un poco de té. ¿Te gustaría un poco?”

“M-Mmm… supongo que tomare algo”.

“Además, este aquí es un pastel popular en la ciudad. Por favor, disfruta tanto como quieras”.

“Gracias… no, ¿eh? ¿Pastel? ¿Es realmente el momento adecuado?”

“Ah, ¿podrías tal vez cruzar las piernas mientras sostienes la taza? Sí, solo así”.

Chastille simplemente siguió la corriente e hizo lo que decían, lo que hizo que los tres Caballeros Angélicos la miraran con cariño mientras sonreía. Y justo en ese momento, Chastille de repente entró en razón.

“¿E-Estáis los tres jugando conmigo?”

“¡Dios nos libre! ¡Lady Chastille es como una hija para nosotros!”

“En efecto. Como usted es la única mujer entre los Arcángeles, también es nuestro deber mostrarle el afecto que le mostraríamos a una hija al servicio de usted, Lady Chastille”.

“¿Así es como funciona…?”

El mero vigor con el que hablaron de alguna manera engañó a Chastille haciéndole creer que decían la verdad.

“¡No,  espera,  esto  es  bastante  raro,  ¿no?!  ¡Soy  tu  oficial  superior, ¿verdad?!”

“No hay que preocuparse. En un lugar público, naturalmente serviremos como sus escudos silenciosos, Lady Chastille”.

“¡Ese no es el problema aquí!”

Los Caballeros Angélicos sintieron que sus rostros se aflojaban cuando vieron que Chastille estaba al borde de las lágrimas.

Ella no sentía ninguna forma de respeto que uno normalmente tendría por su superior, pero mientras era objeto de burlas de ellos, Chastille pudo sonreír una vez más como antes.