Mushoku Tensei: Isekai Ittara Honki Dasu (NL)

Volumen 9

Capítulo 8: Despistado, Pero Perspicaz

Parte 3

“¡Ah! ¡Perdón, Rudeus!” Enrojeciendo fuertemente, Fitz rápidamente trató de empujarse y quitarse de encima mío.

“Maestro Fitz… realmente eres una chica, ¿no es así?”

Me miró sorprendido y se quedó boquiabierto durante unos segundos antes de conseguir finalmente sacudir la cabeza.

“¡No! Ya te he dicho que soy un hombre”.

Se levantó de un salto y se alejó de mí unos pasos, para luego darse la vuelta y correr hacia la salida. Fitz había dejado varios libros sobre la mesa. Tal vez había estado recogiendo algunos documentos de referencia para una clase, como el día de nuestro primer encuentro aquí.

Pero había algo aún más importante en mi mente en este momento. “Tengo una erección…”

Después de tres largos años de sueño silencioso, mi pequeño cabo finalmente estaba saludando a la bandera una vez más.

Después de toda esa frustración y decepción, el simple hecho de tocar a Fitz me había excitado.

Con cautela, bajé una mano para asegurarme de que no estaba alucinando. “…Vaya. No es un sueño, ¿verdad?”

En este momento, por fin comprendí el significado del consejo del Hombre-Dios. Por eso me había dicho que hurgara en la biblioteca.

Dicho esto… había sabido desde el principio que Fitz me ocultaba cosas. Sea cual sea su género, si estaba ocultando algo, tenía que ser por una buena razón. No quería arruinar su tapadera con mis teorías y mis errores.

Estaba enamorado de Fitz. Fitz quería ser conocido como un hombre. ¿Sería justo priorizar mis sentimientos en esas circunstancias? ¿O mis deseos, para el caso?

Obviamente no.

No tenía derecho a exponer sus secretos, incluyeran o no su género. En todo caso, tenía la responsabilidad de respetar sus deseos y ayudarle a ocultar lo que quisiera. En realidad, me parecía el único enfoque seguro. Por mucho que estuviera tentada de acercarme sigilosamente y susurrar, mantendré la boca cerrada, así que ven a mi habitación esta noche.

 Maldita sea. Ahora me estaba imaginando a Fitz quitándose lentamente todas esas voluminosas capas una a una mientras yo miraba a hurtadillas desde las sombras. No, no.¡No! ¡Malos pensamientos! ¡Muy malos pensamientos!

 Él… o ella… Me habían ayudado tantas veces, de tantas maneras. Sería realmente imperdonable traicionarle así. Tendría que tratarlo de la misma manera que antes. Y si alguna vez parecía estar en peligro de ser expuesto, intervendría silenciosamente para ayudar. Después de todo, él había hecho lo mismo por mí en mi primer día en esta escuela, aunque probablemente había sido un movimiento arriesgado para él.

“Espera un segundo, sin embargo. Si Fitz es realmente una mujer…”

En este punto, mi mente se fue por la tangente y algunos recuerdos pasaron vívidamente por mi cabeza.

De repente, recordé todas las bromas sucias que había hecho delante de Fitz en el pasado. Mi chiste en el mercado de esclavos, las cosas que dije cuando capturé a Linia y Pursena… ¡Oh, ¡Dios, y lo que le hice decir cuando me trajo mi bastón!

Me retorcí en agonía durante un rato.

***

Una vez que terminé con este delicioso viaje por el carril de la memoria, me encontré con que mi soldadito había retomado su estilo de vida como recluido. Por mucho que le insistiera, se negaba obstinadamente a salir. Supongo que era menos odioso que mi antiguo yo, ya que no empezó a golpear el suelo cuando lo molesté.

Tenía muchas ganas de darle al pequeño imbécil un buen pellizco por primera vez en años… pero aparentemente, todavía estaba lejos de estar totalmente curado.

Oh, bueno. Al menos ahora tenía razones para tener esperanza. No tiene sentido apresurar las cosas. Por el momento, me dirigí a mi habitación para intentar fijar esa maravillosa sensación en mi memoria.

***

A la mañana siguiente, me costó un gran esfuerzo poner mi cuerpo perezoso en posición sentada. Había estado tan preocupado por la breve recuperación de mi compañero que no había conseguido dormir mucho. El pequeño en cuestión seguía fingiendo que no había pasado nada, lamentablemente.

Mi mente estaba llena de pensamientos e imágenes de Fitz, pero no conseguí ni siquiera un movimiento de reacción de ese traidor de abajo. ¿Cuándo iba a dejar de estar enfadado y ayudarme a desahogar el vapor que se acumulaba en mi interior? ¿Tal vez los recuerdos no eran suficientes para complacerlo?

Todavía no sabía exactamente qué le había hecho estallar, pero algo en el Maestro Fitz era claramente la clave para curar mi condición. El Hombre-Dios había dado en el clavo todo el tiempo. No me había dado cuenta durante meses, pero la medicina que necesitaba había estado a mano todo el tiempo.

Sin embargo, cuando me tranquilicé para pensar en esto racionalmente, todavía quedaba un problema importante. ¿Cómo iba a conseguir la receta?

No quería hacer nada que pudiera incomodar o enfadar a Fitz. Curar mi condición era importante, pero también lo era mantener la confianza de Fitz. Si hubiera pensado que Fitz era una chica seis meses antes, podría haberla cortejado más agresivamente, pero en este momento, tenía sentimientos genuinos por él. No quería repetir el error que había cometido con Eris y llegar a lo físico demasiado pronto. No quería que Fitz saliera de mi vida sin una palabra.

Hah. Así que ahora yo era el tipo que contaba con el guardaespaldas travestido de una princesa para curar su impotencia, ¿eh? Suena como un concepto divertido para un programa. Si estás disfrutando de esto, Hombre-Dios, ¿qué tal si me das una propina?

Con una sonrisita sardónica, me levanté de la litera que aún tenía para mí y me estiré.

No pude reprimir un sonoro y largo bostezo; definitivamente este iba a ser un día largo.

Me acerqué al cubo vacío que había dejado en una esquina de la habitación y lo llené de agua caliente. El rostro que me miraba desde su interior era relativamente apuesto. Había heredado una mezcla del aspecto de chico malo mujeriego de Paul y los rasgos más suaves de mi madre.

Para los estándares de mi antiguo mundo, al menos, el resultado no estaba mal, aunque no era lo que la gente de éste consideraba perfecto. No importaba cuántas veces mirara esta cara, no podía considerarla como mía, pero ya me había acostumbrado a eso. Era mejor que la que tenía la última vez, y eso era suficiente para mí.

Pero, ¿le gustaba a Fitz? Eso era lo importante.

Bien, para. No tiene sentido ni siquiera pensar en esto. Fitz era un hombre, y yo no iba a hacerle nada. Esa era mi postura oficial por ahora.

Cuando empecé a lavarme la cara, noté una pizca de algo en la barbilla. Cuando tiré de él, mi piel se estiró un poco con él. Era un bigote. Un único y suave bigote.

“Supongo que ya estoy llegando a esa edad, eh…”

Los humanos no envejecían de forma muy diferente en este mundo, por lo que parecía. Mi padre no era un tipo velludo, así que había tardado en desarrollar algo en la cara, pero ya me crecía pelo en los demás lugares que cabría esperar.

No estaba seguro de cómo funcionaba eso para la gente de las otras razas, como Fitz.

¿Los elfos eran diferentes de alguna manera? ¿Tenía ya cabello ahí abajo?

¿Hm…?

Por alguna razón, algo de ese pensamiento me molestaba. Sentía que estaba a punto de recordar algo, pero no me venía.

“Ah, da igual”. Con un encogimiento de hombros, me afeité el cabello suelto de la barbilla.

***

Pasaron dos días sin ningún progreso.

No tuve ningún contacto con Fitz en ese tiempo. No iba a arriesgarme a hacer algo sospechoso, como intentar localizarlo. No hay nada que ver aquí, oficial. Todo estaba igual que siempre.

Sin embargo, la tercera mañana después del incidente, encontré a Luke esperándome en el pasillo del dormitorio de los chicos. No me asusté. Esperaba que algo así ocurriera en algún momento. “Hola, señorito Luke”, le dije lo más alegremente posible.

“¿Qué haces aquí a estas horas?”.

Luke no parecía muy animado. Algo en la forma en que me miraba sugería que no estaba de buen humor. “Necesito hablar contigo sobre Fitz”.

Como era de esperar. Pero tenía mi respuesta a esta línea de preguntas preparada de antemano. “No sé a qué se refiere”.

“¿Oh? ¿Es eso un hecho?” El tono de Luke era desafiante. ¿Estaba buscando más información sobre lo que había ocurrido el otro día? Tal vez esperaban poder seguir ocultando la verdad si presionaban el tema lo suficiente. Y me parecía bien dejar que las cosas fueran en esa dirección, por supuesto.

Sin embargo, ¿era realmente un problema que yo supiera el secreto de Fitz? Tal vez tenía algo que ver con el hecho de que yo era técnicamente un Greyrat. Había cortado mis lazos con la familia Boreas en ese momento, pero no sabía lo que pensaban de Paul.

Sea como fuere, me parecía una buena idea expresar mis intenciones con toda claridad ahora que tenía la oportunidad.

“Sólo para reiterar, Luke… no tengo intención de enemistarme contigo. Y no sé nada de Fitz, ni de los secretos que pueda ocultar”.

“… ¿Estás dispuesto a fingir que no sabes nada? ¿Por qué?”

“Bueno, no estoy conectado con las familias Boreas o Notos en este momento. Y, lo que es más importante, me daría un poco de miedo caer en el lado malo de la princesa Ariel”.

Una mirada de pura sorpresa cruzó el apuesto rostro de Luke, y se quedó callado.

¿Había dicho algo peligroso? Tal vez hubiera sido más inteligente seguir fingiendo que, literalmente, no sabía nada. “De todos modos, eso es todo lo que tengo que decir”.

“Bien. Siento haberte molestado…”

Con este intercambio final, me marché y dejé a Luke de pie en el pasillo.

***

Después de terminar mis clases ese mismo día, me dirigí a las habitaciones de Nanahoshi para nuestros experimentos programados regularmente. Por alguna razón, sin embargo, encontré a Fitz de pie justo afuera.

Según recordaba, no debía venir a ayudarme de nuevo hasta dentro de unos días, hasta que tuviera un descanso de sus obligaciones como guardaespaldas de la Princesa.

Estaba bastante seguro de ello. Pero había aparecido de todos modos, y presumiblemente había una razón para ello. Y presumiblemente, tenía algo que ver con ciertos eventos recientes. Fitz y Ariel no tenían ninguna razón para creer en mi palabra. En todo caso, tenían muchas razones para desconfiar de mí.

En  otras palabras,  Fitz  probablemente estaba aquí para  vigilarme. Tal  vez quería confirmar si realmente quería lo que le había dicho a Luke.

Llevaba un rato en silencio y la cara de Fitz estaba visiblemente tensa. Tras unos minutos así, Nanahoshi murmuró: “¿Qué es esto? ¿Se han peleado o algo así?” mientras trazaba un nuevo círculo mágico.

“¡No! No nos hemos peleado ni nada parecido”.

La respuesta de Fitz fue hilarantemente incómoda. Realmente era adorable cuando se ponía nervioso. Aun así, era obvio que seguía dudando de mí. ¿Cómo se supone que te vas a ganar la confianza de alguien en una situación como esta?

Tal vez hubiera sido mejor doblar la rodilla y ofrecer un tributo a Ariel. Lo único que se me ocurría era comprarle una buena caja de pasteles o algo así… pero teniendo en cuenta lo cautelosos que eran conmigo ahora mismo, eso podría salir mal.

“Mira, realmente no me importa de ninguna manera”, dijo Nanahoshi, su voz claramente irritada. “Pero no me metas en tus tonterías”.

La chica tenía una estricta política de evitar problemas mientras estuviera atrapada en este mundo. Fitz estaba muy involucrado con la realeza asuriana, y estaba claro que Nanahoshi no quería verse mezclada en ningún conflicto entre ambos.

Por supuesto, si iba por ahí hablando de forma tan grosera con la gente, probablemente se metería en algún problema por su cuenta. Pero yo era básicamente la única persona con la que se relacionaba ahora, así que quizá no fuera para tanto.

Bueno, da igual. Si no quería involucrarse en este mundo, era su decisión. Yo no tenía derecho a opinar sobre el asunto. Me parecía que no le vendría mal intentar ser un poco más sociable… pero actualmente se pasaba todos los días dibujando frenéticamente cientos de círculos mágicos. Era difícil sugerirle que reservara algo de energía para socializar.

“…Tch”.

Normalmente, llevaba a cabo estos experimentos mientras charlaba ociosamente con Fitz o Nanahoshi, pero hoy todos estábamos en silencio. El único sonido era el ocasional chasquido de la lengua de Nanahoshi. El ambiente era tenso, como mínimo.

“…Bien, eso es todo. Hemos terminado por ahora”.

Después de unas cuantas horas, Nanahoshi dio por terminado el día, con la voz baja y cansada. Una vez más, no habíamos hecho ningún progreso real.

***

Mientras regresábamos a los dormitorios, Fitz y yo seguíamos sin poder iniciar una conversación. Yo quería hablar de algo. Quería actuar como lo hacía normalmente. ¿Pero qué debía decir?

Antes de que pudiera dar con algo, llegamos a la bifurcación del camino que llevaba a los dormitorios de las chicas.

“Oye, Rudeus…” Fitz se adelantó unos pasos y luego me habló con un tono extrañamente tenso.

“¿Sí? ¿Qué pasa?”

Se llevó la mano al pecho. Obviamente iba a decir algo importante. Quizá algo sobre su sexo. Me preparé lo mejor que pude.

“…Lo siento. No es nada, en realidad. Adiós”.

“De acuerdo entonces. Nos vemos…”

Fitz miró al suelo mientras se daba la vuelta y salía trotando rápidamente hacia su dormitorio. Exhalando suavemente, lo vi irse con una desagradable sensación de confusión en el pecho. Había decidido no causarle ningún problema si podía evitarlo, pero… para ser sincero, esto era un poco difícil de soportar.