Genjitsushugi Yuusha No Oukoku Saikenki

Volumen 2

Capitulo 8: Declaración de Guerra

Parte 3

Primero invadieron un país, entonces se quejaron cuando les pasó lo mismo. Sería un  argumento engañoso, al igual que el Ministro de Finanzas, Colbert, había dicho antes de partir hacia el frente, pero eso era la culpa Elfrieden por no firmar la Declaración de la humanidad. Julius pensó que era una buena idea. Sin embargo…

“¡Tonto! ¡El Imperio no es el país de corazón blando por que los tomas!” Gaius lo tiro sin piedad.

“Esta invasión se aprovechó de una laguna en la declaración. Sí, si enviamos la solicitud, el Imperio tendrá que actuar, pero después de que habernos ido contra la corriente de esta manera, no tendrán una opinión positiva de nosotros. A ellos les gustaría utilizar lo que ha pasado aquí como un pretexto para sacarnos del poder a los dos, luego convertir a nuestro país en un estado títere”.

Julius se calló.

Una vez que le dijeron eso, Julius no pudo decir nada más.

Gaius lo miro, resoplando, y luego levantó su voz y ordenó en voz alta,

“¡Si lo entiendes, entonces, date prisa! ¡Debemos llegar antes de que Van caiga!

Sin embargo, su marcha forzada se topó con un obstáculo.

Fue en las montañas de Úrsula, que separan el reino de Elfrieden y el Principado de Amidonia a lo largo del sur de la frontera. Cuando se acercaron al valle de Goldoa, la cual era la ruta a través de las montañas, hombres y caballos quedaron atrapados en el suelo embarrado uno tras otro.

“¡¿Q-Qué?! ¡¿De dónde vino este barro?! “gritó un soldado.

“¡Maldita sea! ¡Mi caballo está atrapado en el fango! ¡Alguien, sáquenlo para por mí! “gritó otro.

“¡Oh, vamos! No había ningún lugar como este en nuestro camino aquí, ¡¿verdad?!” gritó un tercero.

Había caballos atrapados en el barro en todas partes, con personas luchando con sus pies atrapados en el barro, también.

Cuando Gaius vio este fiasco, se quedó asombrado.

Ellos habían llegado a través del Valle Goldoa en su camino hacia aquí. La tierra no había sido fangosa entonces como ahora, y nadie se había atascado así.

“¿Por qué…?” Murmuró.

“No puede haber llovido. ¿Por qué el camino están malo?”

Como en respuesta a los murmullos de Gaius, un soldado grito: “¡A-ataque enemigo!”

Al momento siguiente, se escuchó el sonido silbante de las flechas que travesaban la oscuridad, entonces el sonido de algo violentamente aplastante. Cada vez que ese sonido sonaba, los soldados de Amidonia caían, uno por uno. Cuando uno de los soldados que llevaba una antorcha cerca de él se cayó de su caballo con un grito ahogado, Gaius sintió una inquietud que se agitaba dentro de él.

“¡¿Qué?! ¡¿Qué está pasando?!” gritó.

Un soldado se apresuró a darle su informe. “¡Es una emboscada enemiga! ¡Parece que el reino tenía tropas esperándonos en este valle! ¡El enemigo está escondido en entre los árboles, disparando flechas y el hielo contra nosotros!”

“¿Hielo, dices?” Gaius bramando.

“¡Sospechamos que hay magos de hielo mezclados en con el enemigo!”

“¡Magos… Por supuesto! ¡Malditos sean, este mal pie debe también ser su trabajo!” Gaius estalló.

Al ver que la cara de Gaius ahora era una máscara de ira, Julius trató desesperadamente de detener a su padre.
“Por favor, cálmate, padre! La fuerza principal del ejército del Reino se dirige hacia Van. No puede haber muchos soldados situadas al acecho. Además, es imposible maniobrar una fuerza grande en este camino estrecho. Justo ahora, nuestro mejor curso de acción es conseguir atravesar el valle lo más rápidamente posible”.

“Urgh, pero con el camino así de malo…” murmuró Gaius.

“… Vamos a enviar a los soldados primero”, dijo Julius.

“Nuestro camino será  dondequiera que no se quedan atascados en el barro.”

Los ojos de Gaius se abrieron ante la cruel sugerencia.

“¿Quieres que lance a mis soldados como peones de sacrificio?”

“… No hay muchas opciones”, dijo Julius.

“Si sucediera lo peor, si murieras, padre, los ejércitos del principado se romperían. Entonces ya no podríamos luchar contra el reino en absoluto. Por favor, toma la decisión”.

“… Supongo que no hay otra opción”, dijo Gaius.

Sacrificando a sus soldados para encontrar una ruta de escape. Si sus posiciones habían sido invertidas, habría angustiado a Souma en gran medida al elegir tal opción, sin embargo, Gaius tomo la decisión de inmediato.

Para el Principado de Amidonia, su deseo de venganza contra el Reino Elfrieden se había convertido en parte de su identidad en este punto. Era justo decir que, a pesar de que estaban rodeados por naciones poderosas y habían caído en una crisis alimentaria y una crisis financiera, Amidonia había sido capaz de seguir adelante con una voluntad ininterrumpida gracias a su deseo de venganza contra Elfrieden. No les importaban si sufrían, siempre y cuando Elfrieden sufriera más.

De hecho, incluso los ciudadanos que sufrían culparon de sus problemas no a las elites demasiados entusiastas que habían gastado demasiado en las fuerzas armadas, sino en el reino que les había robado su prosperidad hace mucho tiempo.

Aunque habían pasado 50 años.

Incluso con los ciudadanos comunes que se habían ido, las élites habían empezado a pensar que estaba bien sacrificar cualquier cosa para luchar contra el reino. En este país, aquellos como Roroa y Colbert, quienes pensaron en tratar de hacer lo mejor que pudieran con lo que tenían, eran valores atípicos.

Para Gaius, estaba menos preocupado por la pérdida de sus soldados que por perder la capacidad para luchar contra el reino. Él fue capaz de dar la orden sin dudarlo.
“¡Que las tropas avancen! ¡Debemos apresurarnos para llegar al otro lado del Valle de Goldoa!

Con esta orden despiadada dada, en una inversión de lo que habían hecho hasta este punto, la infantería comenzó a avanzar primero, con la caballería avanzando tras ellos, haciendo caso omiso de los soldados de infantería atrapados en el barro a medida que avanzaban por las rutas seguras .

Fue una escena horrible

No hubiera sido tan malo si sólo se quedan atascado en el barro. Sin embargo, con decenas de miles de soldados siendo emboscados, no había ninguna manera de que se mantuvieran en filas ordenadas. Estaban dispersos por todos lados, así que por supuesto algunos trataron de caminar sobre las espaldas de los soldados atrapados en el pantano. Estos soldados fueron pisados y aplastados por caballos, muriendo de una manera que era terrible de contemplar.

***

Hubo un grupo viendo el retrato del infierno que se desplego desde arriba entre los árboles en la ladera de la montaña. Ese grupo estaba vestido con armaduras pintadas de negro, llevaban arcos y varitas mágicas, y tenían una tela negra envuelta en sus rostros.

Este grupo era una unidad de comando del reino que acababa de atacar a Amidonia. Había quizás 2,000 de ellos. La figura central de ese grupo estaba vestido de negro era de constitución ligera, pero sus proporciones dejaban en claro que ella era una mujer, incluso a través de ese atuendo.

Ella era la líder de la unidad de comando.

La gente de abajo no intentaba ayudar a sus camaradas hundidos en la ciénaga. En todo caso, las fuerzas de Amidonia estaban pisándolas mientras se retiraban.

Cuando pensó que los humanos podrían llegar a ser tan crueles con el fin de sobrevivir, que la hacía temblar un poco.

Hay momentos en los que un rey debe dar órdenes crueles, pensó. Sin embargo, cuando muestra poco vacilación, me parece que no me gusta como persona más que como un rey.

Mientras estaba pensando eso, uno de sus subordinados se acercó a ella con un informe.

“Lady Canaria, el líder del grupo del principado ha logrado atravesar del valle. ¿Deberíamos perseguirlos?”

En respuesta, el líder negó con la cabeza.

“No es necesario. Nuestra misión es interrumpir y detener al enemigo. Además, somos solo 2,000 soldados. Incluso si los perseguimos, no podemos esperar mejores resultados de los que ya hemos logrado. Hemos hecho mucho. Prepárate para la retirada”.

“¡Sí, mi señora!”, grito.

Una vez que el subordinado que le había traído el informe se fue, ella se quitó la tela envuelta alrededor de su rostro.

Justo en ese momento, las nubes que cubren la luna se retiraron, la luz de la luna brillando sobre su hermoso cabello azul.

Hermosa incluso en el simple acto de cepillarse el cabello hacia atrás, esta era la lorelei del reino, Juna Doma.

Cuando apareció ante Souma, había sido la lorelei Juna que trabajaba en un café cantante, pero en la marina se había convertido en Canaria, la líder de 2.000 marines, la única unidad destinada a luchar en operaciones anfibios.

Sí, la verdadera identidad de esta unidad de comando fue la Infantería de Marina, que informó a Excel Walter.

Juna se sintió aliviada de haber llevado a cabo su tarea con éxito.

La abuela manejó bien su parte, pensó. No puedo ser yo quien lo arruine.

Por “Abuela”, se refería al Almirante de la marina, Excel Walter. En adición a ser un lorelei y Canaria, Juna también tenía el rostro como la nieta de Excel. Por supuesto, con la larga vida de Excel y muchos amores, había dado a luz a muchos hijos, y si contara a todos sus nietos y bisnietos… bueno, tenía suficientes parientes para poblar una pequeña aldea.

Con una familia tan grande, que podría ser posible derrocar el reino usando sólo sus propios parientes de sangre. Esa era la razón, para evitar la innecesaria sospecha, Excel había mantenido el nombre de “Walter” para sí misma. Cuando sus hijos alcanzaron la madurez, ella renegaría de ellos y los enviara a casarse en otras casas. Juna era hija de uno de los hijos de Excel que se había casado con la familia de mercaderes de Doma.

Juna, que había heredado el hermoso rostro de Excel, miró los cadáveres cruelmente abandonados de los soldados de Amidonianos y frunció el ceño.

“… Si los dejamos en paz, las bestias locales podrían desarrollar un gusto por la carne humana. Eso sería un problema. Vamos a rescatar a los sobrevivientes y tomarlos prisioneros y enterrar al resto”.

“¿Va a ayudar a los soldados de Amidonianos?” Preguntó su subordinado.

“Después de ser abandonado por su propio rey, su majestad el rey Souma, el rey de un estado enemigo, los salvará “, dijo.

“Eso podría mejorar la reputación de su Majestad, y no pueden dañarlos”.

“Entiendo.”

Al igual que el aura que emanaba, el proceso de pensamiento de Juna era maduro. Después de dar las órdenes a sus subordinados, Juna miró hacia el norte-noroeste. Esa era la dirección que esperaba Souma y los demás se dirigieran ahora mismo. Después de esto, Souma y los demás tendrían que entrar en la batalla final con el Principado de Amidonia.

Juna puso una mano sobre su amplio pecho, cerrando los ojos en meditación. Su Majestad… Por favor, manténgase a salvo.

Ella oró por su seguridad, no por su victoria, se debió a sus sentimientos como Juna Doma, la lorelei de Souma, que se asomaban.

***

La emboscada en el valle de Goldoa mató en gran parte la velocidad de marcha de las fuerzas de Amidonia. Cuando trataron de reorganizar sus filas después de salir del valle, los 30.000 soldados habían sido reducidos a 15.000. Esto indica que, en adición a los que habían perdido en la emboscada y los que habían sido pisoteados cuando se habían hundido en el pantano, también había habido un considerable número de soldados que  había huido.

Por otra parte, debido a que los vagones no tuvieron más remedio que dejar sus suministros y correr en el caos, las fuerzas del principado se vieron afectadas tanto por el cansancio como por el hambre.

El estrés de los soldados había llegado a su punto máximo y estaban listos para explotar en cualquier momento. Incluso si ellos lograron llegar a Van con 15.000 tropas, y luego lograban poner en marcha un ataque de pinza con los defensores, sería difícil de ganar en contra la fuerza de 55.000 del Reino Elfrieden.

En respuesta a esta situación, Gaius VIII primero hizo que el capitán de los vagones se hiciera cargo de la pérdida de sus provisiones. Él decapitó al hombre para pacificar a los otros soldados.

Luego se reunió provisiones de los pueblos y ciudades cercanas, reclutando a su gente a servicio, y llevar a sus tropas hasta un total de 25.000. Por supuesto, esto causó cierto resentimiento, pero con la existencia misma de su país en la línea, Gaius no le importo.

Si bien esto le permitió asegurarse el número de tropas que iba a necesitar, sus fuerzas estaban reuniendo provisiones y soldados a medida que avanzaban, por lo que se movieron lentamente. Se había pasado algunos días desde la retirada había empezado, pero todavía no tenían ninguna idea cuando llega a Van.

Después de pasar otro día más, las fuerzas Amidoniana finalmente llegaron lo suficiente cerca que probablemente llegarían a Van durante el día. Sin embargo, la fuerzas de Amidoniana habían estado cometiendo un error fatal todo este tiempo.

Habían acelerado demasiado su avance.

Puedes preguntarte que está mal con eso, o incluso puedes pensar que el propio Sun Tzu dijo que “Los soldados valoran prisa.”

Sin embargo, cuando Sun Tzu habla de un “soldado”, que significa “guerra”. En el texto original, dice: “Por lo tanto, a pesar de que hemos oído hablar de la estúpida prisa en la guerra, la inteligencia nunca se ha visto asociado con largas demoras.”

Lo que quiere decir con eso es: “La guerra (porque es una cosa que agota a los países) es más beneficiosa cuando se resuelve rápidamente, y no hay un país que se haya beneficiado de una guerra prolongada”.

Por eso los ejércitos del Principado deberían haber prestado atención a las siguientes palabras en el capítulo de “Maniobras” del arte de la guerra:

“Maniobrar con un ejército es ventajoso; con una multitud indisciplinada, más peligrosa. Si se establece un ejército completamente equipado en marcha para obtener una ventaja, lo más probable es que llegues demasiado tarde. Por otro lado, separar una columna voladora para el propósito involucra el sacrificio de su equipaje y sus tiendas”.

“Maniobrar” es la competencia entre dos fuerzas que reclamarán ubicaciones estratégicamente importantes primero.

En el caso de la batalla de Yamazaki entre Hideyoshi Hashiba y Mitsuhide Akechi, que había sido en el Monte Tennouzan, mientras que en la guerra ruso japonesa, que había sido en la colina 203.

Ciertamente, si puedes asegurarte esos puntos importantes antes que tu oponente, la batalla será para tu ventaja.

Sin embargo, Sun Tzu dice que desarrollar una fijación en esos puntos y competir con tu oponente sobre ellos es peligroso. Si envías todo tu ejército, probablemente es que llegues demasiado tarde, pero si envías una unidad rápida por adelante para hacer el trabajo, terminarían abandonando el equipo que lleva sus suministros.

Si eso sucede, incluso si captura el punto en cuestión, no tiene sentido.

Además, Sun Tzu dice que si marchas de cien li mientras maniobras, sólo una décima parte de tu ejército llegara a su destino, y los líderes de las tres divisiones caerán en las manos del enemigo. Si marchas cincuenta li, sólo la mitad de su ejército llegará al destino, y el líder de su primera división será derribado.

En otras palabras, si agotan a tus soldados tratando de aprovechar puntos estratégicamente importantes, y pierdes tus suministros en el proceso, no tienen ningún sentido.

Si nos fijamos en lo que hicieron los ejércitos del principado habían hecho, verán que ellos habían estado excesivamente obsesionado con la ciudad capital, estratégica importante, Van, abandonó sus vagones de suministro, e innecesariamente agotaron a sus soldados.

En otras palabras, hicieron exactamente lo que advierte Sun Tzu.

Lo que el ejército del principado encontró cuando llegaron a la llanura abierta a diez kilómetros al sur de Van era el nuevo ejército del reino esperándolos.

Cuando Gaius vio las fuerzas desplegadas ante él, todo el poder de su cuerpo lo abandono y casi se cae de su caballo.

“Esto es absurdo… ¿No puedes decirme que Van ya ha caído…?”

No había nadie que pudiera responder a sus murmullos.

***

Para ir directamente a la conclusión, no, Van aún no había caído en este punto.

Cuando las fuerzas de Elfrieden bajo Souma llegaron un día antes de que las fuerzas de Amidonia, no hicieron nada estúpido como tratar de atacar a los 5.000 soldados de élite que estaban defendiendo Van. Ellos se separaron en 10.000 soldados para vigilar a esos soldados, mientras que la principal fuerza se trasladó a campo abierto a diez kilómetros al sur de Van, a la espera de la fuerza principal del ejército del principado que sin duda se acercaban.

El objetivo de Souma había sido la fuerza principal del ejército de Amidoniano desde el principio. Por eso le había dicho a Gaius el objetivo de su ataque, algo que normalmente debería mantenerse en secreto.

Al decir primero que atacaría a Van, estaría a la espera de que las fuerzas del principado se apresuraran allí, y luego los destruiría.

Era un plan que caía bajo la sexta estratagema de las Treinta y Seis Estratagemas, “Hacer un sonido en el este, luego atacar en el oeste”, pero también estaba recreando la Batalla de Maling, de la cual las palabras de la segunda estratagema, “Sitiando a Wei para rescatar a Zhao” ocurrió.

Esta fue la estrategia que el segundo Sun Tzu, Sun Bin, había utilizado para vencer a su rival Pang Juan. Gaius nunca tuvo la oportunidad de ver a través de eso.

Si bien tenía 25.000 soldados a su mando, en comparación con las exhaustas tropas, que habían perdido la mayor parte de sus vagones de suministro, las fuerzas del reino tenían suficientes raciones de Poncho para alimentar a todo el ejército, y habían pasado el día descansando en el campo y esperando, entonces estaban ansiosos por pelear.

55,000 soldados del reino en las mejores condiciones contra 25,000 soldados del principado agotados.

La batalla había sido decidida incluso antes de que comenzara.

En el campamento principal en el centro de las fuerzas del reino de Elfrieden, que habían tomado la formación de ala de grulla, Souma se levantó de su taburete de campamento, levantó su brazo derecho en alto, y luego lo bajo hacia las fuerzas del principado.

“” “¡Sííííííííí!” “” Un grito de victoria surgió de las fuerzas del reino.

Con eso como la señal, comenzó la batalla final entre el reino de Elfrieden y el principado de Amidonia.

Lecciones Modismos Históricos de Elfrieden: Número 4

“Déjalos Atacar el Campo para Tomar la Capital”.

Tipo: Proverbio

Significado: lograr algo con un mínimo esfuerzo.

Origen: Durante la Guerra de una semana, Souma usó la ciudad rural de Altomura como cebo, luego usó la abertura que se creó para permitir un ataque a la capital del Principado de Amidonia.

Sinónimos: “Pierde la batalla para ganar la guerra”.*