Mushoku Tensei: Isekai Ittara Honki Dasu (NL)

Volumen 8

Prólogo: Quagmire, El Aventurero

Han pasado cinco años desde la calamidad comúnmente conocida como el Incidente de Desplazamiento de la Región de Fittoa. El señor feudal de Fittoa, Sauros Boreas Greyrat, murió, al igual que su hijo Philip Boreas Greyrat, el alcalde de la Ciudadela de Roa, y la esposa de Philip. Poco después, se informó de que la hija de Felipe, Eris Boreas Greyrat, también había muerto. Como resultado, el ministro de alto rango Darius Silva Ganius cortó la financiación de los esfuerzos de la región de Fittoa para localizar a sus ciudadanos desaparecidos. Aunque algunos individuos continuaron la búsqueda por su cuenta, la Brigada de Búsqueda y Rescate fue oficialmente disuelta. El campamento de refugiados cambió su enfoque de la búsqueda de sobrevivientes a la recuperación de sus medios de vida.

En lo que respecta al Reino de Asura, el incidente del desplazamiento había terminado. Sin embargo, los que lo habían experimentado de primera mano estaban lejos de haber terminado.

***

Año Cuatrocientos veintidós del Dragón Blindado.

El Ducado de Basherant, un país prominente en el noroeste del Continente Central, fue una de las tres Grandes Naciones Mágicas. Su tercera ciudad más grande era Pipin, y en esta ciudad vivía un aventurero que se había convertido en la comidilla de la ciudad. Se le conocía en las calles como Quagmire.

El hombre en cuestión había sido teletransportado a gran distancia durante el incidente del desplazamiento, y pasó varios años intentando regresar a la región de Fittoa. A su regreso, él, como muchos otros, desapareció después del desastre. Viajó a la parte norte del Continente Central, también conocida como los Territorios del Norte, en busca de un miembro de la familia que aún estaba desaparecido, donde recorrió cada país por turno mientras trabajaba como aventurero.

***

Las mañanas de Quagmire empezaban temprano. Como hombre profundamente religioso, se levantaba antes del amanecer para ofrecer una tranquila oración a una reliquia de su Dios, que estaba guardada en una pequeña caja. Pero este no era un sacramento de la fe de Millis. De hecho, los de la fe de Millis probablemente levantarían una ceja al objeto de su culto. A pesar de todo, él miraba la imagen de la piedad con su cabeza inclinada en la oración.

Después de sus oraciones matutinas, Quagmire se ponía un atuendo atlético y corría por la ciudad. Como diría, “Puede que sea un mago, pero antes de eso, soy un aventurero. Y un aventurero tiene que ser capaz de moverse cuando surge la necesidad.” Después de una hora de carrera, comenzaba un ritual de entrenamiento especial de su ciudad natal, como nunca se había visto en el Ducado de Basherant. Se tumbaba boca abajo en el suelo y se levantaba por los brazos, y lo hacía cien veces. Luego se tumbaba de espaldas y levantaba la parte superior de su cuerpo hacia las rodillas otras cien veces. Una vez terminado, se agachaba y se levantaba otras cien veces. Hacía esta rutina diariamente, sin falta.

“Mis músculos se ponen celosos. Si no les presto atención todos los días, se enojan conmigo. Como una mujer. Aunque, a diferencia de una mujer, no se irán de repente y desaparecerán de mí. Los músculos no te traicionan. ¿No es cierto, Hulk, Hércules?”

Quagmire, un hombre que nombró sus propias partes del cuerpo, diría esto con una risa que parecía un poco solitaria.

***

Terminando su entrenamiento matutino a la hora en que el resto del pueblo se despertaba, Quagmire se dirigió a la cafetería del primer piso de su posada para desayunar. Se decía que los aventureros comían el doble o el triple de las porciones de una persona normal. Dicho esto, la comida era cara en la región norte, por lo que muchos practicaban la moderación, pero Quagmire no era uno de ellos. Devoraba montones de platos de arroz y frijoles cocidos.

Después de desayunar, se dirigió al Gremio de Aventureros, un lugar en el centro de la ciudad donde se reunían otros tipos duros. Los ojos se dirigieron a él cuando entró. Quagmire no tenía un grupo propio, prefiriendo unirse a otros caso tras caso para afrontar misiones difíciles. Había una gran demanda de un mago tan excepcional como Quagmire.

Como de costumbre, el líder de un grupo de rango S lo golpeó hoy.

“Hey, Quagmire, ¿te has enterado? ¡Hay un Red Wyrm rezagado en el norte!”

Era Soldat Heckler, un aventurero de rango S. Era un hombre con rasgos profundamente cincelados característicos de los que vivían en el norte, que poseía habilidades de nivel avanzado en el estilo del Dios de la Espada y habilidades de nivel intermedio en el estilo del Dios del Agua, y que era un famoso aventurero en estas partes. Dirigió un grupo conocido como Stepped Leader, uno de los muchos grupos controlados por el clan Thunderbolt, que trabajaba en todas las tierras de Basherant.

Stepped Leader tenía seis miembros: dos espadachines, un guerrero, dos magos sanadores y un mago ofensivo. Habían tenido siete personas en un momento dado, pero un mago había pateado el balde. Estaban un poco escasos de poder de fuego como resultado, y Soldat ocasionalmente solicitaba a Quagmire que se uniera a ellos de verdad.

“Hey, Quagmire. ¿No es hora de que te conviertas en uno de nosotros? Te sientes cómodo trabajando con nosotros, ¿verdad?”

Sin embargo, Quagmire simplemente sacudía la cabeza.

“No. Ahora que me he hecho famoso aquí, pronto me iré al siguiente país.”

Quagmire estaba buscando a su madre. Sabía muy bien que encontrar una sola persona en un mundo tan vasto, cinco años desde el incidente del desplazamiento, iba a ser un duro desafío. Había elegido hacerse un nombre en todos los lugares a los que iba, recorriendo meticulosamente sus alrededores mientras trabajaba de país en país, esperando que si se hacía lo suficientemente famoso, su madre podría ser la que lo encontrara en su lugar.

“Oh, pero iré contigo para eliminar al Red Wyrm.” Quagmire aceptó la petición de Soldat. Despachar con éxito a un dragón aumentaría su fama; esto se alineaba con sus objetivos. Rápidamente se dirigió al mostrador para registrarse en el grupo.

“Pero no podemos ser sólo nosotros, ¿verdad?”

“Vamos a reunir a más gente después de esto. Este es nuestro primer gran trabajo en mucho tiempo. Todo el mundo está deseando ir”.

Las misiones de matar dragones siempre se llevaban a cabo por varias partes, sería un suicidio que una parte lo intentara sola. Esta vez, cinco grupos anunciaron su intención de participar en la redada. Lo hicieron:

El grupo de rango S, Stepped Leader. (Líder de paso)

El grupo de rango A, Rod Knights. (Caballeros de la Vara)

El grupo de rango A, Iron Cluster Corps. (Cuerpo Armado de Hierro) El grupo de rango A, Cave A Mond. (Cueva a la vista)

El grupo de rango A, The Drunkard’s Nonsense. (Tonterías de un borracho)

Veinticinco aventureros en total, un poco menos de siete grupos, repartidos en 40 personas, que era el número mínimo recomendado para matar dragones. Soldat se estaba poniendo nervioso. A este ritmo, la búsqueda se les iba a escapar de las manos.

“Hey, hey, ¡estamos hablando de un Red Wyrm! Vas a conseguir mil oros de una sola vez por una búsqueda como esta, ¿¡por qué no hay más gente!? ¿¡No tienen todos un rango A!?¿¡Dónde demonios están los otros de rango S!?”

“Escuché que recientemente se descubrió un laberinto en el este”, alguien se ofreció como voluntario.

“Probablemente todos fueron a comprobarlo.”

Otro hombre suspiró.

“Vamos a abandonar. No hay forma de que esto funcione.”

Los cuatro miembros de Cave A Mond se retiraron, dejándolos con 21 personas. Parecía inevitable que el resto siguiera el mismo camino, pero justo cuando todos se preparaban para disolverse, Soldat habló. “¡De acuerdo, 21 personas!” declaró con autoridad.

“¡Eso sólo significa que cada uno de nosotros recibirá una parte mayor!”

Los aventureros reunidos parecían nerviosos, pero ninguno de ellos se atrevió a oponerse a sus palabras.

***

Los veintiún caminaron a través de la tierra estéril y nevada de la región norte. Los árboles habían perdido sus hojas y sus ramas estaban salpicadas de blanco. Pronto, el largo invierno comenzaría.

“Quagmire, haz un poco de exploración para nosotros”.

“Claro”.

Siguiendo las órdenes de Soldat, Quagmire conjuró un pilar para impulsarlo en el aire. Observando los alrededores desde su posición, transmitió lo que vio. Los Red Wyrms eran enormes. Mientras que escudriñaran periódicamente el área, no había forma de que se les pasara por alto.

“Hm”. Parecía que Quagmire había encontrado algo.

“Luster Grizzlies” (Brillantes osos pardos) vienen a las dos en punto. Hay un enjambre de ellos. ¡Están levantando una enorme nube de nieve!”

“¿Cuántos?”

“Ocho… no, ¡diez de ellos! ¡Se han dado cuenta de nosotros! ¡Se dirigen directamente a nosotros, y rápido!”

No estaban aquí para matar a los grizzli. Su objetivo era un Red Wyrm, y como eran tan pocos, no podían permitirse el lujo de gastar su energía luchando contra monstruos inútiles. Aún así, cuando sus ropas se incendiaban, no tenían más remedio que detenerse, tirarse al suelo y rodar.

“¡Todo el mundo, dispérsense! Quagmire, vuelve a bajar. ¡Cúbrenos!”

“¡Lo tengo!”

Por orden de Soldat, los cuatro grupos se dispersaron, planeando emboscar a la manada de osos monstruosos mientras se acercaban.

“¡Quagmire!”

“¡Si!”

A la orden de Soldat, Quagmire conjuró instantáneamente un increíblemente pegajoso charco de barro ante él. Tal y como su apodo implicaba, era hábil en lanzar el hechizo de Quagmire. La manada de grizzli se precipitó en el inesperado pantano, y sus movimientos se ralentizaron.

“¡Ahora!”

Los aventureros atacaron como uno solo. Como es de esperar de guerreros de tan alto rango, fueron rápidos, derribando una bestia tras otra. No se mostró piedad.

Sin embargo, cuando sólo quedaban algunos de los grizzli, un grito se elevó.

“¡Hey, el Red Wyrm! ¡Ya viene!”

“¡De eso es de lo que estaban huyendo los grizzlis! ¡Argh!”

“¡Hey, Quagmire! ¿¡Qué demonios es esto!? No estabas holgazaneando, ¿verdad?”

“¡No podía verlo a través de la nube de nieve!”

Su plan era ver el Wyrm desde lejos y lanzar un ataque sorpresa. En cambio, ellos mismos habían sido sorprendidos por un ataque sorpresa. No tenían ninguna posibilidad. Los Red Wyrms eran normalmente criaturas voladoras, pero sus fuertes extremidades los hacían más ligeros de lo que se podría pensar, y eran poderosos enemigos incluso en el suelo.

“¡Mierda! ¡Retirada! ¡Retirada!”

En medio del caos, Quagmire entró en acción.

“¡Voy a lanzar una cortina de humo! ¡Todos, sepárense y corran! ¡Deep Mist! (Neblina profunda)”

Quagmire estaba tranquilo. Manejó la magia del fuego con facilidad, derritiendo la nieve para crear un muro de vapor de agua, una cortina de humo improvisada usando los recursos naturales a su alrededor. El wyrm, sin embargo, era astuto. Fue lo suficientemente sabio como para identificar la principal amenaza para él y eliminarla primero, lo que significaba que Quagmire era ahora su objetivo.

“…¡gah!”

Corrió en la dirección opuesta a sus camaradas. Si el enemigo estaba enfocado en él, entonces era su deber usar eso para dar tiempo a sus camaradas para huir.

Quagmire era ágil, ligero de pies, mientras dirigía al Red Wyrm en círculos. Su entrenamiento diario le estaba siendo útil. El fuego se encendió en la boca del wyrm cuando se le acabó la paciencia, y las llamas se extendieron, bañando sus alrededores en fuego en un abrir y cerrar de ojos. Esta era una de las habilidades únicas de la criatura: el aliento de fuego. Una criatura viva atrapada en la trayectoria se freiría hasta quedar frita.

Entonces, ¿Quagmire estaba muerto?

No… ¡seguía vivo! Rápidamente conjuró una enorme pared de agua para protegerse, y aún se movía, atravesando la cortina de vapor de agua que se elevaba por el aire. Ignorando las brasas que salían de los bordes de su túnica, creó un Stone Cannon (cañón de piedra) y lanzó esta bala de tierra a alta velocidad.

Quagmire disparó a la criatura, una tras otra. El Red Wyrm evadió varios, pero se acercaban con fuerza y rapidez, y finalmente, la criatura giró la cola y huyó. Era una bestia inteligente. Comprendió rápidamente que había un gran poder escondido en el pequeño recipiente que era Quagmire.

Quagmire no lo persiguió. ¿Realmente iba a dejar escapar una presa tan perfecta? Por un momento eso parecía ser el caso, hasta que…

“¡Gu-graaah!” la bestia rugió.

Había corrido directamente a la piscina de barro de antes, hundiéndose rápidamente en el lodo pegajoso. Quagmire canalizó más maná en el agua pantanosa, y mientras el wyrm luchaba por liberarse, la sustancia viscosa se aferró a ella con más firmeza que antes.

“Ooh, se atascó ahí”, murmuró Quagmire, sonando sorprendido mientras terminaba con el dragón con un enorme stone cannon.

Los otros aventureros, que se habían dispersado cuando comenzó el caos, regresaron uno por uno.

“Maldición, Quagmire, eres realmente fuerte.”

“Parece que no todo eran habladurías cuando dijiste que viajaste por el Continente Demoníaco.”

“¡Siempre pensé que eras fuerte, pero no puedo creer que realmente hayas vencido a esa cosa!”

Quagmire, que sabía que la arrogancia engendraba discordia, no dejó que los elogios se le subieran a la cabeza.

“Bueno, ya estaba herido. De todos modos, ayúdame a matar esta cosa y a repartir el botín. Todos, tomen lo que puedan.”

“¿Está seguro? Básicamente lo mataste tú solo, ¿sabes?”

“Tonterías… Además, no puedo llevar esto solo, y si lo dejamos aquí, atraerá a otros monstruos. Toma lo que puedas, y luego quemaremos el resto. No queremos que se convierta en un dragón zombie.”

Con eso, la búsqueda que debería haber sido un viaje de ida y vuelta de siete días se había completado en un solo día. La parte de Quagmire del botín, escamas, huesos e incluso carne del Wyrm rojo se vendieron por una pequeña fortuna. Regresó a la posada con el monedero lleno, comió una comida más modesta que la habitual para el desayuno, y luego se retiró a su habitación, donde el piadoso hombre dio gracias a su Dios por haber pasado el día a salvo. Este ritual suyo parecería peculiar para los no iniciados, pero era importante para él.

Y así, el día de Quagmire llegó a su fin. Mañana, reanudaría la búsqueda de su familia una vez más.

Rudeus

 Sucedió cuando estaba cenando en el bar una noche. Por mí mismo, por supuesto. Comer era un asunto de una sola persona. Estaba solo y era rico. Pero no solitario, de acuerdo, ¡no del todo! Quiero decir, en todo caso, odiaba las multitudes.

“¡Era entonces! ¡Entonces apareció el Red Wyrm!”

Tres trovadores actuaron en el escenario del bar. Uno se paró al frente y contó la historia en un claro tono de campana, mientras que los otros dos hicieron coincidir su música con el ritmo de él, añadiendo efectos de sonido aquí y allá.

Trovador: una carrera donde uno se paraba en el escenario, cantaba y tocaba música por propinas. En ciudades más grandes, los trovadores firmaban contratos exclusivos con los teatros. Muchos eran aventureros que convertían sus experiencias en canciones, o componían epopeyas de cuentos interesantes que escuchaban de otros.

El concepto de derechos de autor no había llegado a este mundo, por lo que los trovadores reordenaban regularmente las canciones de los demás, e incluso colaboraban entre ellos en material híbrido. Algunos llegaron a unirse a los que tocaban diferentes instrumentos, y formar una banda para viajar juntos por el mundo, por supuesto, los que lo hicieron también tenían alguna destreza marcial. Aventureros que podían cantar, bailar y luchar, eran lo que la gente llamaba trovadores en este mundo.

Ya había visto a estos tres en el escenario antes, en el Gremio de Aventureros. Eran un grupo de categoría C llamado Big Boys Orchestra (Orquesta de los Grandes Chicos); un nombre maravilloso que hablaba de su deseo de popularidad. Desafortunadamente, les faltaba un poco de habilidad. A pesar de eso, seguían produciendo material nuevo, e incluso me habían preguntado mucho sobre la búsqueda de la matanza de dragones que completé hace varios días. La canción que estaban cantando ahora mismo estaba basada en esa historia. Casi como un YouTuber con una portada de canción predeciblemente titulada “Mi Intento de        “. Espera, eso no es del todo correcto.

La música nunca había sido lo mío, ni siquiera en mi vida anterior. Una vez intenté crear una canción en Vocaloid, pero fracasé estrepitosamente. Desde entonces, le dije a la gente que el único instrumento que podía tocar era el tambor de culo. Y por tocar, me refiero a abofetear mi trasero con ambas manos. Lo que estos trovadores hacían, crear algo nuevo basado en lo que yo les había dicho, e interpretarlo, era algo que yo nunca podría hacer. Sus habilidades podrían necesitar pulirse, pero tenía que reconocer su creatividad.

Desafortunadamente, el tono seco y narrativo de la canción no le iba muy bien al resto de la audiencia. Alguien se mofó, llamándolo aburrido y exigiendo que tocaran otra cosa.

Eso es frío, hermano. Especialmente cuando el protagonista de la canción está sentado aquí mismo. 

¡Bam!

La puerta del bar se abrió. El aire congelado entró. Las miradas de todos se giraron. Mi cuerpo tembló.

“¡Finalmente te he encontrado, Rudeus el Quagmire!”

La recién llegada era una elfa con el cabello largo atado en gruesas trenzas. Tenía el aspecto de una aventurera, con una mochila y una espada y un escudo en la cadera, pero llevaba lo que parecía un vestido. Su cara era, en una palabra, hermosa. Tenía ojos grandes y estrechos, orejas puntiagudas y un cabello rubio radiante. También era increíblemente delgada, con un pecho plano… ¿y mencioné las orejas? Era realmente la imagen perfecta de una elfa.

Y me señalaba a mí. Los ojos de todos se dirigieron hacia mí.

“¡Gah! Así que estabas aquí después de todo, Quagmire…” El tipo que se había burlado antes parecía disgustado, pero lo ignoré. Fui generoso, después de todo.

“Así que finalmente me has encontrado, eh…” Le dije despreocupadamente a la elfa, aunque no tenía ni idea de quién demonios era. No había hecho nada en los últimos años que pudiera dar a alguien una razón para guardarme rencor. Había ayudado a la gente, evitado las peleas y tenido cuidado de no atraer la atención equivocada. Era la primera vez que una mujer hermosa me buscaba, pero quizás había hecho suficiente daño general como para que la gente me buscara para dar las gracias.

De alguna manera, no creí que fuera eso.

“Sobresales como un pulgar dolorido, tal como me dijeron que lo harías. ¡Te encontré inmediatamente!”

“Espera, dijiste ‘finalmente’ hace un segundo, ¿no?”

“Pensé que estarías más al este”, dijo ella, con sus hermosos ojos mirándome fijamente.

Por alguna razón, había baba que salía de su boca. La lamió.

¿Qué, se había enamorado de mí al instante? ¿Se le hacía la boca agua al ver el físico atlético que había desarrollado recientemente? Hehehe, bueno, me he estado poniendo en forma últimamente. Además estaba justo en medio de la pubertad, y comenzando a crecer.

“¿Qué pasa?”

“¡No, no, nada en absoluto!” La mujer elfa se aclaró la garganta y se sentó a mi lado.

El bar estalló en oohs y aahs. Escuché a la gente susurrar, “¡Pensar que Quagmire tuvo una mujer todo este tiempo!”

Yo tampoco podía creerlo. Fue suficiente con el shock como para que se me llenaran los ojos de lágrimas.

“Uf”. Dejó su mochila y ruidosamente se dirigió con su silla hacia mí. Estaba cerca. Quiero decir muy cerca. Lo suficientemente cerca como para que si fuera virgen, podría haber pensado erróneamente que le gustaba. Eso es peligroso, señorita. Si te enamoras de mí, te quemarás.

“Me llamo Elinalise, Elinalise Dragonroad. Soy la ex-miembro del grupo de tu padre Paul…”

“Oh”. Así que eso fue todo. Probablemente vendría con algún tipo de mensaje.

“Y también soy amiga de Roxy”.

“¡Qué! ¡Mi profesora! ¿Dónde está ella?” Me incliné hacia adelante en mi asiento, emocionado de escuchar a alguien más decir el nombre de Roxy por primera vez en mucho tiempo. Rezarle a ella había sido lo único que me había mantenido estos últimos años.

“¡Más importante!” En lugar de responder a la pregunta número uno de mi mente, Elinalise se inclinó lo suficiente como para besarme, y puso sus labios en mi oreja.

“Escuché que mataste a un Red Wyrm tú solo, ¿no es así?”

“S-sí, bueno, fue básicamente a las puertas de la muerte, de todos modos.”

“Ahora entiendo por qué Roxy estaba tan orgullosa de ti”.

“Me hace cosquillas oír que mi profesora ha estado presumiendo de mí… No, en realidad me hace cosquillas. ¿Qué estás haciendo?”

“Tocando tu pecho. Eres muy fuerte”. Elinalise estaba tocando mis brazos y mi pecho. Su dedo rozó el colgante que Lilia me había dado.

“Vaya, vaya, qué pintoresco. ¿Quién te dio esto?”

“Nuestra sirvienta”.

“¿Sirvienta? ¿Es una elfa?”

“¿Eh? No, no lo es. Vaya, vaya, ¿por qué preguntas sobre eso?” Dije. Oops. Ahora incluso estaba hablando como ella.

“Eso no es importante”. Elinalise no parecía molesta por mi error. Me mostró la funda que había estado colgando de su cadera. Tenía un colgante con la misma forma que el mío, aunque mucho más elaborado. Una aficionada había hecho el mío, mientras que el suyo estaba claramente hecho por alguien hábil.

“Coincidimos”, dijo, acurrucándose contra mí.

Había estado muy susceptible desde que entró.

“¿Qué está pasando aquí? ¿Realmente te gusto?”

“Sí, eres un buen hombre. Más de lo que esperaba. Me sorprende. Pensé que serías más bien un niño, pero… eres tan musculoso, es maravilloso.”

robablemente sólo estaba jugando conmigo, pero me hizo latir el corazón.

“Uhhhm… heh, tú también eres muy hermosa, señorita.”

No iba a ponerme nervioso, como una especie de virgen. Deslicé mi dedo bajo su barbilla y la incliné hacia arriba. Cuando lo hice, cerró suavemente los ojos, como si estuviera esperando un beso. Justo cuando empecé a preguntarme qué clase de broma era ésta, su mano se deslizó por la parte de atrás de mi cabeza.

¿En serio? Definitivamente estaba sintiendo algunas vibraciones sexuales aquí, pero…¿Estaba bien? ¿Realmente era libre de darle un gran beso descuidado?

En el momento en que pensé eso, sus ojos se abrieron de golpe.

“Oh no, no puedo. Me da vergüenza”.

“Por favor, no te burles de mí así”, me quejé.

“No me burlo de los hombres. Pero tampoco tengo intención de convertirme en la hija de Paul, y quiero seguir siendo amiga de Roxy también”.

Bueno, como sea, no importaba; no tenía intención de salir con nadie, de nuevo, en un futuro cercano.

“Entonces, señorita Elinalise, ¿tiene algún asunto que tratar conmigo?”

“Sí. Le he traído buenas noticias.”

“¿Buenas noticias?”

Elinalise me sonrió.

***

Ese fue el día en que supe que el paradero de Zenith había sido confirmado.