Ore ga Heroine o Tasukegite

Volumen 2

Capitulo 6: Cómo Luchamos Cuando Somos Débiles

Parte 1

Después de terminar nuestros preparativos en la superficie, nos dirigimos a la aldea Jizu a toda velocidad.

No fuimos directamente a través del agujero porque necesitaba algo de la aldea Jizu para que mi plan funcionara. Entonces, si bien significaba tomar la ruta larga, primero íbamos a ir a la clandestinidad, luego nos abrimos paso a través de la puerta en el Salón de Sellado.

Teníamos una pequeña ventaja. Incluso si algunas horas hubieran pasado aquí en realidad, solo habrían sido unos minutos en la Tierra falsa allí.

Pero si quería salvar a Lea, aún necesitaba llegar a la aldea Jizu lo antes posible. Eso era obvio, pero…

“¡Iris, ten cuidado! ¡Me estás asustando! ¡Acabo de rozar contra algo!

¡Intenta tener cuidado!” Grité mientras me aferraba a la espalda de Iris. “Pero tienes prisa, ¿verdad, Rekka?”

“¡Date prisa, por favor!”

“Está bien, Rekka. Solo abrázame más fuerte. Entonces será un poco más seguro”, dijo Iris con voz dulce mientras frotaba su mejilla contra la mía.

“¡Aaah! ¡Iris! ¡Mira a dónde vas mientras corres! ”

Tetra, la otra chica con nosotros, estaba llorando. Tenía la cabeza enterrada en el pecho de Iris, lo que significaba que no podía ver lo que estaba frente a nosotros. Hizo que este pequeño viaje fuera mucho más aterrador para ella.

Desearía poder tomar su lugar, pero… Ya sabes, como hombre, no podría enterrar mi cara en el pecho de Iris, ¿verdad? Si lo hubiera hecho, Satsuki y los demás me habrían retorcido el cuello incluso antes de que nos fuéramos.

“¡Está bien! Incluso tengo una luz”.

Iris, sin embargo, no parecía preocupada en absoluto.

Ella era Fineritan, lo que significa que tenía poderes físicos varias veces más que los de un humano. Ella nos llevaba a Tetra ya mí, así como una luz que había agarrado de su nave espacial. Aun así, correr a toda velocidad por el traicionero camino subterráneo no la perturbaba en absoluto.

Me alegré de que ella estuviera aquí.

“‘¡Rekka, estás herido! ¡Tengo que tratarte, rápido!’ ¿Por qué no sentir algo mientras está distraída?” Como siempre, R había venido sin que nadie se lo pidiera. Y, como siempre, ella recomendó alegremente el acoso sexual. Lo mejor es ignorarla.

Al principio pensé en usar la magia de Satsuki para llevarnos a la aldea Jizu, pero necesitaba que ella y Harissa se quedaran en Nozomiya para asegurarse de que el agujero no se hiciera más grande. Eso también fue crucial.

Así que la mejor manera de regresar era que Iris nos llevara, pero… “¡Gyah! ¡No saltes tan de repente! ”

“¡Pero de esta manera se ve más rápido!”

“¡Aaaaah!”

Me estaba arrepintiendo un poco.

***

Y ahora me sentía completamente exhausto… Pero habíamos llegado al fondo en un tercio del tiempo que nos había tomado antes. La bajada había sido una descarga de adrenalina a diferencia de cualquier montaña rusa. Tal vez valió la pena solo por eso.

Iris y yo descansamos un poco en el templo mientras esperábamos a que Tetra reuniera a los aldeanos. También necesitaba su ayuda para mi plan.

Los aldeanos llegaron en breve, todos caminando en línea detrás de Tetra. “Estos son todos ellos”.

“Gracias, Tetra”.

La sala con el ataúd y la estatua de la diosa estaba llena de unos cincuenta hombres y mujeres. Eran de diferentes edades, y todos… parecían algo espaciados.

Estaban aquí porque se les dijo que vinieran, esa era realmente la única razón.  Eran  como  estudiantes  somnolientos  haciendo  fila  para  una asamblea matutina. No es que haya escuchado lo que el director dijo en las asambleas, tampoco…

Pero en este momento, necesitaba su atención.

“Um… Primero, gracias por venir aquí con tan poco aviso”.

“……”

Nadie respondió a mi incómodo saludo. Seguí hablando de todos modos.

“Creo que todos ya lo saben, pero el Monstruo que desafió a Dios se está moviendo más allá del sello mientras hablamos. Lea… Mi amiga lo está reteniendo, pero eso no durará mucho”.

“…”

Nadie dijo una palabra. Algunos de ellos estaban tan aburridos que estaban hablando con la persona a su lado.

“Si ese monstruo escapa del sello, destruirá este mundo. Así que por favor… Préstenme su ayuda. Necesito su ayuda.” Me incliné lo más que pude.

Pero todavía no había respuesta en absoluto.

¿No creyeron en mí lo suficiente? ¿O simplemente fui malo para explicar las cosas? Sea lo que sea, esto se veía sombrío.

Tetra había dicho que cualquier cosa que se pusiera en el ataúd crecería en número infinitamente, pero la velocidad a la que crecía dependía de la cantidad de personas que rezaban. Y solo la gente de la aldea Jizu podía usarlo, lo que significaba que sin su ayuda, tomaría mucho más tiempo obtener lo que necesitaba para derrotar a Bahamut.

Justo cuando abrí la boca para decir algo más, Tetra dio un paso adelante.

“¿Tetra?”

“Por favor déjame esto a mí, Rekka”, dijo. Su rostro se tensó cuando se volvió hacia la multitud.

“Todos, escuchen. A partir de hoy, seremos relevados de nuestro papel de guardianes. Eso significa que ya no podremos usar los milagros de Dios”.

Por primera vez, la gente comenzó a responder.

Probablemente se refería a la misteriosa luz que iluminaba el pueblo, y el ataúd que hacía que las cosas se multiplicaran infinitamente… Sin eso, la aldea de Jizu probablemente estaba condenado.

“¡¿Cómo sabes eso?!” gritó uno de los aldeanos.

“Es lo que aprendí al unir las leyendas”.

“¡Eso es una mentira!”

“No es una mentira”.

Los aldeanos estaban empezando a enojarse, pero Tetra respondió con calma.

“¿Alguien aquí ha leído los viejos pergaminos y libros, o investigó las leyendas más que yo?” Eso los hizo callar a todos. “Lo que te digo es la verdad. Hoy, Rekka va a derrotar al Monstruo que desafió a Dios, y completaremos nuestra tarea como guardianes… De ahora en adelante, necesitamos encontrar una nueva forma de vivir para todos nosotros”.

El pasillo quedó en silencio.

Me di cuenta de que todos no estaban seguros de cómo reaccionar ante lo que acababan de escuchar. Habían pasado toda su vida confiando en los milagros de Dios, y de repente tener que sobrevivir sin ellos … Si estuviera en su lugar, probablemente tampoco sabría qué decir.

“… Entonces tal vez no debería derrotar al monstruo, ¿verdad?” Alguien susurró.

Podría haber sido lo que estaba pasando por todas sus mentes, pero… “¡Cállate!”

Tetra rechazó la idea de inmediato.

“¡Si el Monstruo entra por esa puerta, nuestra aldea y la superficie serán destruidas! ¿No estabas escuchando? ¡Si lo hicieras y dijeras eso de todos modos, realmente eres terrible!”

Su voz alzada reverberó por toda la habitación.

“¿No odian todos esto? ¿No les molesta vivir aquí donde no hay dolor ni alegría? ¡Dios ha decidido todo por nosotros hasta ahora! ¡Hoy es nuestra oportunidad de elegir!” Su voz era fuerte mientras hablaba. “Cualquiera que sea el problema que nos pueda ocurrir, por flojos que nos volvamos después de decenas de millones de años… Si trabajamos juntos, podemos superarlo. ¡Así que levántate y lucha! ¡Lucha contra el monstruo! ¡Lucha tú mismo!”

Ella habló desde su corazón, el corazón de una niña que siempre había querido hacer algo para ayudar a la aldea.

“… ¿Qué quieres que hagamos, Tetra?”

Eran palabras que solo ella podría haber dicho, y las únicas palabras que podían conmover los corazones de las personas.

“Gracias a todos”. Tetra se inclinó y luego se volvió hacia mí.

“Rekka”.

“Sí”. Asentí y saqué la bolsa que Tsumiki me había dado. Estaba lleno de materia oscura. “Primero, quiero que hagas más de estos. Y entonces…”

Mientras explicaba el esquema del plan a los aldeanos, le susurré “gracias” a Tetra. Era por ella que tenía todo lo que necesitaba para luchar.

El resto dependía de mí.