Hai to Gensou no Grimgar

Volumen 2

Capitulo 12: Cuando es Importante

Cuando el grupo llegó al tercer nivel y finalmente pensaron que podían relajarse un poco, un mayor capataz y dos seguidores los descubrieron, lo que llevó inmediatamente a un combate cuerpo a cuerpo.

“¡Urkh! ¡Oh! ¡Uwah…!”

Haruhiro desvió la espada del Seguidor A con su daga, la desvió y la siguió desviando.

Su habilidad Swat solo era buena para ganar tiempo. Si se metía en una pelea seria, eso era. Ahora tenía que concentrarse en el arma y el movimiento de su oponente, lo que hacía muy difícil controlar la situación a su alrededor.

¿Qué esta pasando? ¿Todos están bien? Estoy preocupado. Pero no tengo tiempo para preocuparme. Hora. Ganar tiempo. Incluso un poco al hacer esto. Enfrentando a uno de los enemigos.

Moguzo puede manejar a un capataz uno a uno ahora. Yume nunca es tímida. Ella debería estar confiadamente intercambiando golpes con el Seguidor B en este momento. Entonces tenemos a Shihoru. Mary también.

Si Haruhiro pudiera detener al seguidor A, deberían poder manejar esto.

Sin embargo, eso era solo si podía detenerlo.

“¡Woof..!” Ladró.
El seguidor A de repente le dio la espalda. Cuando sus ojos se detuvieron en su cola en movimiento, Haruhiro pensó: Oh, no.

El seguidor A se dio la vuelta y le lanzó un gran golpe con su espada. Probablemente no pudo desviarlo, pero su cuerpo actuó por reflejo. Había estado usando demasiado Swat, y había desarrollado el hábito de usarlo cada vez que era atacado.

“¡Ay…!”

Fue tan bien como había esperado. La daga de Haruhiro fue empujada hacia atrás por la espada del Seguidor A, y cuando Haruhiro perdió el equilibrio, el Seguidor A presionó el ataque.

“¡Woof! ¡Woof! Woof! ¡Woof…!”

“¡Ah! Ah! ¡Woah ¡Urkh…!” Gritó Haruhiro.

No tuvo tiempo de usar Swat. Haruhiro esquivó la espada del Seguidor A, sin usar la mínima cantidad de movimiento posible; no podía lucirse así. Retorció su cuerpo tan fuerte como pudo, apartándose del camino.

No duraría así. Él mismo lo sabía. Quería mantener la calma, pero no podía. Siempre terminaba en pánico a pesar de no quererlo.

“¡Ak…!” Gritó.

Me cortó. En mi brazo izquierdo. Solo un poco por encima del codo.

Es poco profunda. Estoy bien, se dijo a sí mismo rápidamente. Espera, no, está sangrando. Bastante. Duele. ¿Qué demonios? Oh, vamos, por favor. ¿A quién le estoy diciendo “por favor”? Realmente no lo sé. Si tuviera que adivinar, ¿al Seguidor A? ¿Tal vez estoy diciendo “no me hagas esto”? Por supuesto, incluso si se lo pido, no va a escuchar.

“¡Woof…!” El seguidor A le dio la espalda.

Es el mismo truco de antes. Solo tengo que esquivarlo cuando llegue, pensó Haruhiro. Es muy obvio. Cuando sé lo que está haciendo, esa técnica no da miedo en absoluto.

Haruhiro hizo exactamente eso. Esquivó.

Salta hacia atrás. Bien, el ataque de Seguidor A no me alcanzará aquí—

O no debería, pero el seguidor A de repente dio un salto mortal y saltó hacia él, lo que asombró a Haruhiro.

“¿Qu—?”

Esa no fue su espada. Le dio una patada justo en el pecho.

Haruhiro fue enviado a volar y aterrizó de plano sobre su trasero.

El seguidor A vino tras él, tratando de atacar mientras estaba en el suelo.

Mierda. Me tiene.

“¡Blame…!”

Una luz.

Es la magia de Mary.

La luz cegadora golpeó al Seguidor A. El Seguidor A se tambaleó hacia atrás.

Mientras Haruhiro volvía a ponerse de pie, Mary se acercó al Seguidor A.

“¡Smash…!”

Con un gran movimiento de su bastón de sacerdote, ella lanzó un golpe que castigó el costado de la cara del Seguidor A.

Fue un combo encadenado de Blame con Smash.

Magnífico, pensó Haruhiro, asombrado. —¡Espera, ahora no es el momento de estar impresionado…!

El seguidor A estaba inestable sobre sus pies. Haruhiro se deslizó detrás del Seguidor A, agarrándolo y enterrando su daga debajo de su mandíbula.

Spider.

Inmediatamente alejándose, por un instante, sus ojos se encontraron con los de Mary. “¡Buena salvada!” Dijo, mirando alrededor del área.

Moguzo tiene la ventaja con el capataz. Yume está luchando contra el Seguidor B. Parece que ha sido herida. Mejor echarle una mano.

Después de eso, Shihoru usó el hechizo Shadow Bond para detener al capataz, Moguzo lo terminó con un ataque por un solo lado, y después de eso solo tuvieron que unirse contra el Seguidor B y terminarlo. Haruhiro y los demás rápidamente recogieron solo los talismanes de los cadáveres de los Kobold y Mary curó las heridas de todos, siendo capaces de respirar el suspiro de alivio que se les había sido negado hasta ahora.

“Incluso sin Ranta, logramos resolver las cosas, eh,” dijo Yume, sonriendo poco. Sin embargo, era una sonrisa teñida de agotamiento. Además, como Haruhiro, Yume también había sido herida en la última batalla. Podría haber sido más exacto decir que no fue tanto que se las arreglaron para resolver las cosas, sino que de alguna manera las cosas se arreglaron.

“…Aun así, eso fue peligroso… creo,” dijo Shihoru, agachando la cabeza. “Realmente creo que Yume y Haruhiro-kun no están destinados a estar en la línea del frente… Ah, no quiero que ninguno de ustedes se desanime por eso…”

“Lo sé,” Haruhiro le sonrió a Shihoru. Sin embargo, era una sonrisa forzada. “Es justo como dices. Yume y yo no somos del tipo que puede enfrentarse a un enemigo y simplemente hacer lo mejor que podamos. Bueno… Especialmente yo. No sé cómo decirlo, pero, ya saben, cuando las cosas van mal, el enemigo termina haciéndome correr, e incluso cuando van bien, termino haciendo que el enemigo corra mientras trato de quedarme ahí. Cuando eso sucede, estoy seguro de que debe ser un poco difícil para Mary y Shihoru. El campo de batalla se convierte en un desastre. Creo que es difícil controlar la situación, ¿saben?”

“Sin embargo, Ranta se mueve mucho también,” dijo Mary.

Ella podría haber estado tratando de cubrirlo, pero Haruhiro tuvo que negar con la cabeza. “Si, seguro. Pero en el caso de Ranta, está tratando de atraer a los enemigos para que luchen uno contra uno. Si trato de involucrarme, él se enoja. Es un idiota, pero si lo dejamos, siempre mantendrá ocupado a uno de ellos. Creo que es un gran problema. Pero también…”

No quiero reconocerlo. Es que no es justo. Aunque es la verdad, así que lo haré.

Haruhiro suspiró. “Definitivamente se está volviendo más fuerte. Más rápido que nadie. No sé si es por la forma en que usa sus habilidades como loco, pero es capaz de dispararlas una tras otra muy rápido. Se ha convertido en un verdadero activo en batalla. No hay duda al respecto.”

Tal vez más de uno que un inútil yo. Se acercó a decir eso, pero Haruhiro logró detenerse. No hay necesidad de ser autocrítico. Nada bueno puede salir de eso.

“D-Debemos ir a salvar…” Moguzo comenzó a decir, pero se detuvo en seco.

“Ahora, escuchen.” Yume miró a Haruhiro con los ojos hacia arriba. Una de sus mejillas estaba hinchada. “Escuchen, sobre Yume, probablemente todos ya lo saben, pero ella odia a Ranta. Cuando Ranta llama pequeños a sus pechos, Yume, se siente realmente dolida. Incluso cuando ella le pide que se detenga, Ranta no se detendrá. Cuando una persona está actuando así, es difícil que te agrade, incluso si alguien te lo pide.”

“Sí,” asintió Haruhiro, diciéndole que continuara.

“Entonces, ya saben…” Yume miró hacia abajo, hinchando ambas mejillas esta vez. “Entonces, Yume aún odia a Ranta, pero solo por haberlo perdido, ya lo estamos pasando bastante mal. Pero para Ranta, son Haru-kun, Moguzo, Shihoru y Mary-chan y Yume, que son cinco personas. Solo piensen lo difícil que sería para cualquiera de nosotros si los otros cinco desaparecieran todos a la vez…”

“Yume…” Shihoru puso un brazo alrededor del hombro de Yume.

“Cuando Yume lo piensa…” Yume se estaba rompiendo. “Si fuera Yume, y ella estuviera en un lugar como este, y cinco personas, toooodos, simplemente desaparecieran, se sentiría muy sola, ¿no? Yume está segura de que no podría dar un solo paso después de eso. Cuando ella se pregunta qué está haciendo Ranta…”

“Primero que nada…” Haruhiro comenzó a decir, luego cerró la boca con fuerza, respirando por la nariz.

Tener que pensar seriamente en cosas como esta es bastante difícil, creo. Incluso si parece que me está volviendo loco, tengo que tomar una decisión tranquila de alguna manera.

¿Puedo hacer eso? ¿Es algo de lo que soy capaz? Sinceramente, no lo sabré hasta que lo intente. Incluso una vez que lo intente, puede que aún no lo sepa. Si realmente estoy tranquilo o no. ¿Cómo voy a juzgar? ¿A quién le pregunto? Oye, ¿me veo tranquilo ahora? ¿Se supone que debo preguntar así?

Sí, no puedo hacer eso.

Todos enfocaron su atención en Haruhiro, esperando sus siguientes palabras.

Estaban confiando en Haruhiro.

Simplemente tendré que hacerlo.

“No puedo decir con seguridad si Ranta está a salvo o no. Sin embargo, quiero actuar asumiendo que lo está. Si no lo hacemos, cualquier acción que tomemos perderá sentido. Entonces, Ranta sigue vivo. Si está vivo, quiero salvarlo.”

Teniendo en cuenta la situación, Haruhiro no podía llevar el trabajo a nadie más. Tampoco podía levantar las manos y huir de todo eso.

“Primero, bajaremos al cuarto nivel,” dijo. “Si podemos hacerlo, bajaremos hasta el quinto. Sin embargo, no asumiremos ningún riesgo. Ranta se quedó allá para que pudiéramos escapar. Dejando de lado si debió o no, si morimos por su bien, el riesgo que asumió habrá sido en vano.”

Soy terrible, pensó Haruhiro. No puedo decir esto en voz alta, pero si este hubiera sido uno de nuestros camaradas además de Ranta, podría haber luchado por más tiempo antes de encontrar una respuesta.

Ranta.

Probablemente es porque eres tú que puedo mantenerme un poco calmado.

“Definitivamente no hagan nada imprudente,” agregó. “Daremos prioridad a nuestra propia seguridad, y si se pone mal, daremos la vuelta. Por ahora, saldremos afuera. Pensaremos en lo que haremos una vez que lleguemos ahí. ¿Alguna objeción?”

No pensó por ni un momento que alguien levantaría la mano.

De hecho, nadie lo hizo.

Haruhiro había tomado la decisión, y todos los demás habían estado de acuerdo con ella. A Haruhiro le preocupaba que el increíble peso de la responsabilidad, la incertidumbre o el terror lo paralizara.

Pero no fue así. En realidad, en todo caso, se sintió aliviado. La decisión ya había sido tomada. Ahora, no tendría más remedio que tomarse en serio el hacerlo. Incluso podría estar en la mentalidad correcta ya.

“Está bien, vamos,” dijo. “Ranta nos está esperando.”