Genjitsushugi Yuusha No Oukoku Saikenki

Volumen 1

Capitulo 4: Un Día Libre en Parnam

Parte 1

Fue algunas semanas después de que el primer episodio de El Brillante Almuerzo del Rey o Brillunch había sido transmitido.

Ese día, una petición fue entregada al primer ministro Hakuya Kwonmin.

El departamento de personal había sido quien lo había organizado, pero se incluye nombres de la Guardia Real, la fuerza de limpieza, y todos los demás grupos dentro del palacio. Marx, que ahora era el chambelán, y Ludwin, el jefe de la Guardia Real, habían puesto sus nombres en él, también.

Preguntándose lo que podría ser, Hakuya examinaba rápidamente el contenido a encontrar…

—… Ah, entiendo.

Hakuya estuvo de acuerdo con la petición a su pesar.

***

—Entonces, ahí lo tienes. Insistiré en que te tomes un tiempo libre, señor —dijo Hakuya.

—¿Tengo que hacer qué, exactamente? —le pregunté.

—Todavía no puedo entender lo que está pasando.

Mientras estaba trabajando en la oficina de asuntos gubernamentales, Hakuya había llegado de repente y dijo: “Toma tiempo libre”. A continuación, él había casualmente dejado caer el fajo de papeles que tenía en la mano sobre el escritorio en el que había estado trabajando.

—Esta es una petición que recibí del departamento de personal —me informó.

—De acuerdo con él, ‘Cuando los de arriba no descansan, los de abajo tienen dificultades para tomar tiempo libre’. Encontrarás los nombres de Sir Marx y Ludwin aquí, y yo, tu humilde servidor, he agregado mi propio nombre, también.

Ah… Ahora que lo menciona, no me he tomado un tiempo libre desde que me invocaron aquí, ¿o sí?, pensé.

No era que no estuviera descansando para nada. Recientemente, ahora que me había acostumbrado a usar Poltergeist Viviente, a veces había dejado el papeleo a mi capacidad y había ido a hacer cosas como hacer muñecas en la habitación de Liscia. Si dejo parte de mi trabajo a una parte de mi mente, mientras que la otra parte de ella se pone a descansar, yo podría trabajar 24/7 sin sentir el más mínimo agotamiento. Sin embargo, de acuerdo con Hakuya, parecía que ese no era el problema aquí.

—Incluso si estás descansando, siempre estás en el palacio, ¿verdad? —me preguntó.

—Sí, por si acaso pasara algo.

—Te estoy diciendo que no se ve como si estuvieras descansando cuando haces eso. Y, ya que no parece que estás descansando, todos los demás encuentran eso difícil para que ellos mismos descansen. Por favor, entienda eso.

—Es fácil para ti decirlo… —dije.

—Normalmente, me gustaría que usted tome un gran bloque de días libres para descansar. —dijo.

—Pero…

—¿Tenemos esa clase de tiempo? —le pregunté.

—Nosotros no lo tenemos.

—Lo supuse…

Como cuestión, de hecho, había una montaña de cosas que había que hacer. Expandir y fortalecer a los militares, reunirse con personas muy importantes, crear documentos para uso externo, impulsar todo tipo de reformas… la lista podría continuar para siempre.

Incluso la solicitud de Aisha para ir al Bosque Protegido por Dios tan pronto como sea posible estaba en espera en este punto. Aunque, al menos les había contado cómo funcionaba el adelgazamiento periódico. En este país acosado por problemas internos y externos, no había tiempo que se podría permitir desperdiciar.

—Sin embargo, si esto disminuye la moral y, como resultado, la eficiencia del trabajo, creo que su arduo trabajo puede ser contraproducente —explicó Hakuya.

—Bueno, ¿qué quieres que haga, entonces? —le pregunté.

—De alguna manera, encontraré tiempo para darte un día libre —dijo.

—¿Por qué no usarlo para pasear en algún lado?

Pasear, eh…

—Como no tengo muchos días libres, ¿qué pasaría si dijera que quiero usarlo para quedarme en mi habitación? —le pregunté.

—Esa solicitud está rechazada. Debo pedirle que tome sus vacaciones de una manera que los sujetos pueden verte disfrutando eso.

—… ¿Todavía las llamas vacaciones? En mi opinión, sólo es un día de descanso si usted es capaz de hacer lo que quiera con él. —Le di a Hakuya una mirada significativa para tratar de transmitir eso, pero fue recibida con absoluta indiferencia.

—¿No es esta la oportunidad perfecta? Puedes usar el tiempo para ver la ciudad del castillo con la princesa Liscia.

—¿Nos estás enviando a una cita? —le pregunté.

—Ustedes dos están comprometidos, así que, por favor, salgan y muestren a las personas lo cerca que están ustedes.

—Oh, vamos, ahora esto se está convirtiendo en parte de mis deberes oficiales — protesté.

¿Quieres que hagamos cosas como lo hacen en el programa de espectáculo de la TV en el álbum de la familia imperial?

—… ¿Y quién va a ser el que me proteja? —añadí.

—¿No es para eso que tienes a Aisha? —respondió.

—Primero me dices que vaya a una cita, pero ¿ahora me estás diciendo que lleve a otra mujer?

—¿Por qué? Será como tener una flor en cada mano — comentó Hakuya—. Estoy muy celoso.

—Tú no quieres decir eso…

Suspiré… Bueno, es sin duda el tiempo tan esperado para descansar. Creo que puedo disfrutar con la mentalidad de que voy a salir a divertirme con unas amigas.

Puedo dar la vuelta a todos los sitios de la ciudad que he estado interesado en visitar. Vamos a ver… comprobar el café de canto donde trabaja Juna podría ser agradable.

—… Bueno. Bien, tomaré un día libre —dije.

—Su comprensión es apreciada.

Cuando Hakuya se inclinó reverentemente, lo miré con frialdad.

—Ahora bien, ¿dónde está Liscia? —me pregunté.

Quería hacerle saber que tuvimos un día de descanso, pero no estaba en su habitación. Por lo general, eso significaba que ella estaba en algún lugar de las instalaciones de entrenamiento del palacio. Cuando había ascendido al trono, la posición de Liscia como la realeza había quedado en el aire.

Ahora lo único que le quedaba es su rango militar, por lo que actúa como mi consejera (que, claro está, era un trabajo muy duro), el cual era el único trabajo que tenía ahora. Últimamente, ella se había quejado de que no tenía nada más que hacer aparte de unirse a la Guardia Real para entrenar, ¿no es así?

Primero visité el campo de tiro, a continuación, los campos de entrenamiento del interior. Por último, cuando visité el jardín interior, encontré a Liscia en medio de un cruce de espadas con Aisha.

—¡Hahhhhhhhhh!

Con un fuerte grito, Aisha balanceó una espada que era tan alta como ella.

En contraste, Liscia leyó en silencio los ataques de su oponente, golpeando con su estoque.

Era difícil para un aficionado decir quién de ellas tenía la ventaja. ¿Era Aisha, que estaba desatando un ataque que sería agobiante si aterrizaba? ¿O era Liscia, que esquivó el ataque, desatando tres embestidas secuenciales con su estoque?

¿Fue Aisha, quien eliminó los empujes a un lado usando nada más que el guantelete que llevaba? ¿O fue Liscia, quien usó la apertura que dejó para pisar la gran espada de Aisha, evitando que Aisha la levantara?

… ¿Es esto realmente un partido de práctica? Su manejo de la espada era tan intenso que no podía estar seguro de lo serias que eran.

—¡Sonic Wind!

—¡Ice Sword Mountain!

 ¡Ahora han comenzado a usar magia y habilidades!

El Sonic Wind de Aisha aparentemente fue una habilidad que liberó un “viento cortante” de su gran espada.

Cuando Liscia esquivó, el árbol que había estado detrás de ella fue cortado por la mitad con una diagonal barra oblicua.

Mientras tanto, el Ice Sword Mountain de Liscia parecía ser una habilidad que congeló la tierra al instante como una pista de patinaje y disparó picos de hielo, pero Aisha cortó todos los picos que parecía que podrían golpearla usando su gran espada.

… ¿Qué pasa con esta batalla a muerte?

Ya había visto la magia en este mundo. Recientemente, con el fin de practicar mi habilidad para manipular muñecos, había estado utilizándola en un maniquí para salir y cazar monstruos, por lo que a menudo había visto a los aventureros haciendo uso de magia (aunque, por lo general, era cuando mi maniquí es confundido con un monstruo y atacado).

Sin embargo, con la magia que utilizan los aventureros ordinarios, lo máximo que podían hacer era cosas como disparar llamas, disparar hielo, o sanar heridas menores. Nunca había pensado que la magia utilizada por alguien con experiencia fuera así de increíble.

Aisha era fuerte, pero Liscia también parecía bastante capaz. Cuando las dos lucharon, sus ojos estaban llenos de vida, incluso centellaban, como si hubieran descubierto a un digno rival.

Entonces estas son guerreras, eh… Esperen, si las dejo seguir, ¡van a destruir el castillo!

—¡Ambas… terminen esto!

—¡Sí, señor! Espera, ¿qué? —Las dos volvieron a sus sentidos y aterrizaron en el suelo; luego, ambas resbalaron sobre el hielo y cayeron sobre sus traseros al unísono.

—¡¿U-una cita?! —exclamó Liscia.

—Sip.

Cuando le expliqué que tenía un día libre y que Hakuya me había recomendado que lo pasara saliendo con ella, Liscia se quedó estupefacta.

—Espera… ¿Es algo que deberíamos estar haciendo porque alguien más nos dijo que lo hiciéramos?

—Siento lo mismo, pero… en la mente de Hakuya, las citas reales son probablemente una parte de nuestros deberes.

—Lo que parece una forma inhumana de pensar —ella murmuró.

—“Antes de ser un ser humano, soy el primer ministro”. Eso es probablemente algo que él diría.

—Ja, ja, ja. —Ella soltó una risita.

—Él realmente lo haría.

—Entonces, antes de ser seres humanos, él quiere que seamos el rey y la reina, básicamente.

—... Lo siento. De eso no me puedo reír. —Los dos suspiramos al unísono.

Hakuya era agudo, fiable, y él tomó en serio su trabajo, pero podría tener demasiada lealtad a su puesto, a veces. Bueno, eso no quiere decir que no tenía un lado suave. Recientemente, él había comenzado a dar clases particulares a Tomoe por su solicitud.

—Bueno, estoy feliz por el día libre, y creo que ir a algún lado está bien, ¿verdad? —pregunté.

—Supongo que sí —estuvo de acuerdo.

—¡Oh, oh! ¡En ese caso, por favor, venga a mi bosque! —Aisha levantó su mano, tratando de llamar nuestra atención, pero sacudí mi cabeza.

—Todavía tengo que completar un montón de trabajo oficial. Tiene que ser un lugar donde podamos hacer un viaje de un día.

—Ohh… Incluso a caballo, se necesitan tres días de camino para llegar al Bosque Protegido por Dios… —Sí, eso está fuera de cuestión.

—Tendrás que darte por vencida en esta ocasión. Pero te enseñé a cómo adelgazar periódicamente, ¿verdad?

—Sí. Sin embargo, hay algunos entre los elfos oscuros que son ciegamente tercos… “¿Qué es esta tontería? ¿Cómo se puede sugerir que los elfos oscuros, protectores del bosque, talen los árboles?”, dicen ellos.

Ah. Sí, tienes a tipos así en todos los mundos.

Yo respetaba su deseo de proteger la naturaleza, pero cuando ese deseo va demasiado lejos, alcanza un nivel de arrogancia, y, de hecho, puede ser un problema. La naturaleza no es tan débil como para necesitar que los seres humanos la desprecien y la “protejan”. En todo caso…

—Es por eso que quiero que venga, señor —explicó.

—Para darles un buen grito.

—… Lo entiendo. En el momento en que esté libre, iré.

Siento que la cantidad de cosas que tengo que hacer sólo aumenta, pero… decir eso no ayudará, ¿no? Pensé.

—Por favor, hágalo. Si le ayuda, por favor, utilice mi cuerpo y mi vida de la forma que mejor le parezca —dijo Aisha, inclinando la cabeza.

—Bueno, entonces tengo un favor que pedirte en este momento…

—¡Sí, seguro! ¿Quiere que atienda sus necesidades? —preguntó ella de inmediato.

—¿Por qué es eso lo primero que viene a tu mente?

—Bueno, terminé de prometerle mi cuerpo.

—Souma… — dijo Liscia peligrosamente.

—¡Por supuesto que no voy a pedir eso! ¡Liscia, deja de mirarme así!

Cuando Liscia se enojó, parecía que tendía a dejarse llevar por la locura.

—Sólo quería pedirte que seas mi guardaespaldas mientras paseamos en la ciudad del castillo —le expliqué.

—¿U-usted quiere que me una a ustedes dos en su cita? —preguntó.

—Bueno, si fuéramos sólo Liscia y yo, estaríamos en problemas si ocurriera algo —dije.

—Podemos estar llamándolo una cita, pero en realidad sólo estaremos caminando por la ciudad juntos, por lo que no hay que dejar que eso te moleste.

—… Me molesta, sin embargo. —Por alguna razón, Liscia estaba frunciendo los labios.

¿Tal vez ella quería salir a una cita a solas?… Nah, no podría ser. Quiero decir, aunque estábamos comprometidos, eso era sólo una formalidad.

—Bueno, así es como va a ser —dije—. Voy a contar con ustedes dos cuando llegue el día.

—¡Sí, señor! ¡Entendido! —dijo Aisha con entusiasmo.

—… Bien, lo entiendo. —En contraste con el entusiasmo de Aisha, Liscia parecía insatisfecha de alguna manera.

Y entonces, nuestro día libre llegó.

Liscia, Aisha y yo estábamos caminando por una calle comercial en la ciudad de Parnam, en la ciudad del castillo. Hakuya había dicho: “Por favor, salgan y muestren a las personas lo cercanos que están”, pero, al parecer, había sido una broma, porque cuando llegó el día, nos pidió que seamos discretos. Bueno, para el rey que baja a la ciudad del castillo, Aisha sola probablemente no era suficiente seguridad, después todo.

Por lo tanto, yo llevaba un uniforme de la Academia de Oficiales Reales en Parnam y me hice pasar por un estudiante… Lo que era el caso, dado que había estado en la universidad en casa.

Por cierto, Aisha y yo estábamos usando uniformes escolares, pero nos dimos cuenta de que las personas reconocerían a Liscia, así que tenía el pelo recogido con unas trenzas y llevaba gafas de diseñador, dándole un aspecto estudiante de honor, como un disfraz. Con esto, si alguien miraba, todos ellos verían tres estudiantes en la ciudad en su día libre.

—Heya, amigo, ¡tienes algunas bellezas calibre real allí contigo! Si eres un hombre de verdad, ¿qué tal comprarles a ellas algunas de mis mercancías como un presente y mostrarles lo generoso que eres? —Un tipo de mediana edad en un puesto con accesorios en exhibición me llamó con un acento de Kansai.

Aparentemente, la jerga comercial de este mundo se tradujo como un acento falso de Kansai en mis oídos.

Mientras me giraba hacia el hombre con una sonrisa discreta, hablé con Liscia.

—Liscia, seguro te ves bien con gafas.

—¿Y-yo? Gracias…

—¡Señor! ¿Qué piensas de mí con un uniforme escolar? —Aisha rápidamente levantó la mano. Últimamente, ella había sido francamente agresiva al hacer eso.

—… Uh, sí, realmente no te sienta bien —le dije.

—¡¿Por qué no?!

Sí… el uniforme de los oficiales de la Academia era algo así como una chaqueta, y no iba con su pelo plateado y el tono de piel morena en absoluto. No sé cómo decirlo, pero se sentía como si estuviera mirando a alguien haciendo cosplay como un personaje animado de una escuela.

Como no hay chicas de pelo rosa en la vida real, e incluso cuando las chicas se tiñen el pelo de esa manera, parece completamente antinatural. Hubo un choque entre el realismo y la fantasía aquí, podrías decirlo…

—Personalmente, no creo que se vea tan mal en ella, ¿sabes? —dijo Liscia.

—¡Princesa! —exclamó Aisha.

—Sí. Bueno, estoy seguro de que probablemente sea sólo porque la estaba juzgando según los estándares de mi propio mundo —dije.

Realmente, este es un mundo diverso con muchas razas. Debería intentar acostumbrarme a él lo más rápido posible.

Traqueteo, traqueteo, traqueteo…

—Y, de todos modos, Souma, no es Aisha lo que me molesta, es lo que estás arrastrando detrás de ti. —Liscia dijo.

—¿Hm? ¿Te refieres a esta maleta?

—¿Eso es una maleta? ¡Tiene ruedas!

—Sí. —dije— Hay rueditas debajo, lo que facilita el transporte de cosas pesadas.

—Me disculpo por mis palabras, qué cosa más conveniente de tener.

Aisha tenía los ojos muy abiertos. No es sorprendente, ya que éstas no eran comunes en este país todavía.

Había ordenado ésta especialmente a un artesano en la ciudad del castillo. La persona que la había hecho para mí había dicho que quería venderlas y lo había permitido siempre y cuando no tratara de mantener un monopolio del concepto.