Honzuki no Gekokujō (NL)

Volumen 3: La Hija De Un Soldado III

Capítulo 8: Sala de Consejería de Otto

No pude pensar en una buena respuesta para el día siguiente. Estaba sentado a la mesa, cosiendo y aun pensando en eso, cuando papá me llamó.

«Myne, si te sientes con ganas, ¿quieres ir a la puerta? La nevada paró anoche”.

Miré hacia arriba con un sí entusiasta e inmediatamente comencé a prepararme para partir. Puse mi pizarra y lápiz de piedra en la bolsa y puse un montón de capas para protegerse del frío.

Otto estaba en la puerta hoy. Podría contar con él dándome una dura prueba de la realidad si fuera necesario, dada su experiencia como comerciante y su condición de tercero. Quería preguntarle si sobreviviría a un aprendizaje con Benno.

Naturalmente, había un montón de nieve apilada afuera. Pasé la mayor parte del invierno atrapada dentro y rara vez me movía. La visión de la nieve acumulada más alta de lo que yo era alto hizo que mi mandíbula cayera. La nieve en el estrecho callejón que conducía a la calle principal había sido puesta a un lado en su mayoría, pero parece que las paredes podrían derrumbarse en cualquier momento y eso fue aterrador.

«Aquí tienes, Myne». Papá se arrodilló y extendió los brazos, así que seguí adelante y dejé que me levantara con mis brazos alrededor de su cuello. No llegaría a tiempo al trabajo si tuviera que caminar por esta nieve.

Mi cabeza se elevó sobre la nieve una vez que estuve en los brazos de papá. Con una ráfaga de frío se fue, vi un campo blanco brillante que subía y bajaba frente a mí. Pensé que con tanta nieve, no habría mucha gente caminando por la carretera principal, pero había una cantidad sorprendente de ellos corriendo hacia su destino.

«Hay mucha más gente en esta nieve de lo que pensé que habría».

«No a menudo la nieve se detiene así, ¿sí? Hay mucha menos gente cuando está nevando «, dijo papá, acelerando porque un poco de nieve había comenzado a caer aquí y allá mientras hablábamos. “Aquí viene de nuevo. Agárrate fuerte, Myne. ¡Vamos a correr!»

«¡Gyaaaah! ¡Me voy a caer!»

Llegamos a la puerta en poco tiempo. Después de quitarnos la nieve, fuimos directamente a la sala de vigilancia nocturna. Papá la abrió con un ligero golpe y en el interior vimos a Otto en el escritorio cerca del horno trabajando en una enorme pila de papeles.

«Otto, traje a la ayudante que querías. Aléjate del horno”.

“¡Gracias capitán! Me alegro de verte, Myne».

Despejó un poco de espacio en el escritorio y se hizo a un lado para que yo pudiera trabajar junto a él. A juzgar por la sonrisa de alegría en su rostro, me imaginaba que tenía mucho trabajo acumulado. Saqué la pizarra y lápiz de mi bolso y me subí a la silla.

“Está bien, Myne. ¿Podrías comprobar si los cálculos en esta sección son correctos para mí?». No podría pedirle consejo con todo este trabajo acumulado. Miré la montaña de papeleo y preparé mi lapiz de pizarra. Por un tiempo trabajamos en silencio. Solo el sonido de Otto moviendo la calculadora en la habitación.

Un fuerte golpe sonó en la puerta y entró un joven soldado.

«Perdóneme. Tengo una pregunta para ti, Otto”.

“¿Dime escucho, Myne? Tiene una pregunta». Otto me señaló sin levantar la vista de su trabajo.

«¿Qué? ¿Yo? Um, espera un segundo. Al menos déjame terminar este problema…” Terminé las matemáticas y le estamparé el sello de confirmación antes de levantar la cabeza. El joven soldado miró entre Otto y yo, que estaba haciendo su trabajo a toda velocidad, y suspiró. Luego sacó un trozo de pergamino.

«¿Qué es esto? Oooh, una carta de presentación de un noble. ¿Está el comandante aquí?”

«No, creo que hoy está en turno de noche».

“En ese caso, toma su sello y dirígelo a la pared interior lo antes posible. Es probable que incluso un noble de buen espíritu normalmente esté de mal humor en este momento debido a viajar a través de la nieve, así que ve tan rápido como puedas. Si tiene que esperar, llévalo a una sala de espera con chimenea lo antes posible y, si puede, dele una taza de té caliente”.

«Entendido». El joven soldado saludó y salió corriendo de la habitación. Le devolví el saludo y volví al trabajo.

«Te has vuelto bastante buena en eso», dijo Otto sin detener su trabajo.

«Es casi siempre lo mismo cada vez, así que…» respondí mientras movía mi lápiz de pizarra también. El trabajo en la puerta era básicamente la burocracia en pocas palabras. Una vez que haya memorizado el manual, puede lidiar con casi cualquier cosa, salvo excepciones extremas.

Me cansé un poco después de hacer matemáticas por un tiempo. Recogí las hojas que había completado y estiré la espalda. Otto también debe haber llegado a un punto de parada ya que hizo lo mismo.

«Sí, eso es suficiente trabajo para cansarse. ¿Quieres tomar un descanso un poco?”

Otto me trajo té caliente de la cafetería. Tomé un sorbo y comencé a contarle a Otto sobre mis problemas laborales.

“… Y entonces mamá le dijo esto a Lutz. Pero intentarás seguir cuidando a Myne incluso una vez que te hayas convertido en aprendices, ¿verdad? Los aprendizajes no son tan fáciles que puedes sobrevivir así. Estarás tan distraída por ella que tu trabajo sufrirá”, dije, a lo que Otto asintió como si fuera obvio.

«Quiero decir, sí. Un aprendiz por debajo del promedio que intenta ayudar a otros aprendices terminará lastimándose. Si Lutz realmente quiere convertirse en comerciante, no puedo ver que te ayude mucho».

«… Lo sabía». Tal como estaba, no éramos aprendices y no estábamos trabajando en la tienda. Solo traíamos productos para vender y eso le dio a Lutz un margen de maniobra más que suficiente para quedarse a mí alrededor y vigilar mi salud. Pero una vez que nos convirtiéramos en aprendices y tuviéramos trabajo que hacer, él no tendría ese tipo de margen de maniobra. No quería poner más peso en su espalda y potencialmente romperlo.

Empecé a preocuparme por qué hacer y Otto me miró con ojos tranquilos.

«Hey, Myne. ¿Realmente pretendes convertirte en comerciante?”

«Ese es el plan en este momento. Sé muchas cosas que podrían ser buenos productos para vender, así que…» Uno tenía que pertenecer al Gremio de Comerciantes para vender cosas, por lo que estaba encerrado en la vida mercantil hasta cierto punto.

«Está bien, pero probablemente no deberías unirte a la Compañía Gilberta».

“¿Por qué no?” Benno había confirmado más o menos que me tomaría como su aprendiz. Me sentía incómodo por trabajar allí, pero no sabía por qué Otto me advertía por completo.

«Esa tienda está creciendo rápidamente. Todos trabajan duro todos los días. No creo que tengas la resistencia para seguir su ritmo», explicó Otto encogiéndose de hombros. Su razonamiento se alineó exactamente con lo que Benno había implicado anteriormente, que fue la fuente de toda mi inquietud en primer lugar.

“… Benno realmente me dijo algo así antes. Me preguntó si estaba lo suficientemente saludable como para hacer algún trabajo».

«Hay algunos trabajos que solo implican sentarse y hacer cálculos matemáticos o revisar el papeleo, pero el trabajo de un comerciante siempre está en un límite de tiempo ajustado. Sería difícil confiar en un niño que se derrumba en un abrir y cerrar de ojos con algo con trabajos importantes como esos».

Sabía que Benno estaba enfocado en obtener la mayor ganancia posible de mis ideas y no quería dejar que otra tienda me pusiera las manos encima. Pero cuando se trataba de trabajar realmente en su tienda, mi resistencia y mi fuerza eran fatales. No creo que quiera contratar a un empleado tan poco saludable que perderían constantemente el trabajo a intervalos aleatorios. Si estuviera en los zapatos de Benno, tampoco querría un empleado así.

«Tengo algunos pensamientos que normalmente serían demasiado duros para contarle a un niño, pero puedo decirlos de todos modos si quieres». Otto me miró con calma, esperando mi reacción. Consulté con Otto específicamente porque quería un punto de vista duro y objetivo que mis amigos más cercanos y mi familia no podrían darme.

Apreté mi puño debajo de la mesa para leerme lo que él pudiera decir y asentí lentamente.

«Por favor, hazlo.»

“La razón principal por la que creo que no deberías ingresar a la tienda es el efecto que tendrías en los otros trabajadores. No pasaría mucho tiempo para que el delicado equilibrio de las relaciones humanas se desmoronara por completo. Piénsalo. Un nuevo aprendiz que se acaba de unir a la tienda está constantemente tomando días libres, haciendo todo el trabajo y, básicamente, pasando un momento más fácil que cualquier otra persona».

A pesar de mis problemas de salud, otros no se divertirían con el favoritismo que se me mostró y en cuestión de semanas habría problemas hirviendo debajo de la superficie. Había estado tan concentrado en asegurar el empleo de Lutz que no había considerado lo que sucedería después de convertirme en aprendiz.

«Sin mencionar… ¿No crees que también habrá problemas con tu paga?»

«¿Bwuh? ¿Mi paga?” Nunca había pensado en mí paga en absoluto, así que solté un tonto “bwuh” sorprendido después de que él lo mencionara. Otto suspiró al verme inclinar la cabeza confundida.

«Estás trayendo ganancias tan enormes a la tienda que Benno nunca podría contratarlo con la misma paga que un aprendiz normal».

«Pensaría que mi paga y mi porcentaje de las ganancias estarían separados».

Habíamos acordado contractualmente no recibir ganancias basadas en porcentajes en el papel para asegurar nuestros futuros trabajos, pero tenía la intención de eliminar los productos que introduje en el futuro. Lejos de mí entregar toda mi información de forma gratuita.

“Incluso si te paga por separado por eso, puedo ver fácilmente tu paga como un nuevo aprendiz que se tira por encima de eso por un empleado veterano con décadas de servicio leal. Honestamente, eso no va a terminar bien».

«Gaaaaah…»

Pocas cosas podrían torcer las relaciones humanas tan fácilmente como el dinero. Otto estaba completamente en lo correcto. Y si las cosas comenzaran a descomponerse allí, la tienda misma dejaría de funcionar. Finalmente, todos los empleados eran importantes para la operación continua de la tienda.

«Tienes razón. No importa cómo lo piense, las cosas serían mejores si no trabajo en la tienda». Todo lo que Otto dijo era correcto y me dejó sin espacio para discutir. Ahora sentía que unirse a la tienda de Benno como aprendiz solo generaría más problemas de los que resolvió por mucho.

«Y ya sabes, hay algo más por lo que estoy preocupado aquí». En este punto, me había clavado tanto que estaba lista para cualquier cosa. Asentí con la cabeza para que continuara. Se inclinó hacia delante, bajó la voz y continuó lentamente.

«Entonces resulta que te tienes el Devorador después de todo, ¿verdad?»

«¿Lo sabía, señor Otto?» Abrí los ojos con sorpresa y Otto sacudió la cabeza.

«No, no lo sabía, pero Benno lo mencionó como una posibilidad. Solo lo confirmé cuando Corinna me preguntó si conocía una enfermedad llamada Devorador”.

«¿Señora Corinna?”

“Estaba hablando de cómo vio a Benno actuar con pánico, lo cual es raro para él. Al parecer, alguien con el Devorador se derrumbó en su tienda y casi muere. Durante días después de que el capitán apenas pensaba en el trabajo, era difícil mirarlo. Ponga dos y dos juntos y puedo adivinar que tú fuiste quien se derrumbó con el Devorador».

Parecía que la red de información de Otto era más grande de lo que había imaginado. Aunque mucha gente probablemente me había visto desmayarse en la tienda de Benno y ser llevado a la casa del maestro del gremio.

«El capitán parece pensar que ahora estás mejor, pero según Benno, el devorador es incurable, ¿sí?»

El maestro del gremio me había vendido una herramienta mágica para drenar algo del calor devorador de mí, pero el calor se estaría acumulando. Freida decía que me quedaba un año en el mejor de los casos antes de que volviera a desbordarse. Asentí en silencio.

«¿Le dijiste a tu padre que es incurable?»

«No aún no. Sería difícil decirle a mi familia cuándo están tan felices de que estoy mejor ahora…»

En este momento, realmente no quería hablar sobre el precio de las herramientas mágicas y el límite de tiempo de mi vida. Estaba evitando hablar sobre el Devorador cada vez que la conversación avanzaba en esa dirección. Aunque también era cierto que era difícil entrar demasiado en detalles cuando solo sabía que el calor dentro de mí estaba creciendo solo y que moriría cuando había demasiado para contener.

Otto sacudió la cabeza lentamente con una expresión firme en su rostro.

“Deberías decirle a él. El capitán cree que está curada y que estará bien trabajando cuando tenga la edad suficiente. Debes poner a todos en la misma página y tener una conversación seria sobre su futuro. Si solo lo haces, harás las cosas más difíciles para muchas personas de muchas maneras diferentes».

De hecho, había hecho todo lo que hacía y hacía la vida más difícil para todos los que me rodeaban, así que no tuve más remedio que tomar en serio el consejo de Otto.

“El hecho es que necesitas herramientas mágicas para sobrevivir. Deberías ir a trabajar para el maestro del gremio si quieres negociar con los nobles para obtener mejores términos. La Compañía Gilberta es grande, pero aun relativamente nueva. No importa cuán duro trabaje Benno, la historia y la tradición tienen peso. No podrá cambiar el status quo tan fácilmente”.

«Eso es cierto, pero…» Dudé y Otto levantó una ceja.

«¿Hay alguna razón por la que tengas que trabajar en Benno?»

«No, es solo que… Realmente no me gusta demasiado el maestro del gremio. Es difícil para mí lidiar con él y lo contundente que es”.

Ser contundente fue definitivamente un rasgo importante para un comerciante, pero no pude darme cuenta de alguien que mintió sobre el precio de las herramientas mágicas en las que se basaba mi vida, en un intento de forzarme a su lado. Aprecio lo que hizo por mí, pero no quería estar cerca de él.

«¿No es Benno de la misma manera?»

«Mmm, Benno también es contundente, y es codicioso, y también engaña a la gente, pero puedo decir que solo está notando mis defectos y tratando de ayudarme a crecer como persona».

«¿Oh?» Otto sonrió con una sonrisa desagradable y tragué saliva. Sería seguro asumir que todo lo que dije aquí se filtró directamente a Benno.

«Además, todavía no he decidido si quiero vivir el resto de mi vida como esclavo de un noble».

Finalmente había llegado a considerar a mi familia aquí como una verdadera familia. Finalmente estaba acostumbrado a vivir la vida en este mundo y finalmente esperaba pasar toda una vida con todos los presentes. Fue difícil para mí incluso considerar renunciar a mi vida a un noble que muy bien podría tratarme mal. Si tuviera que elegir entre desperdiciar con mi familia o esclavizarme por un noble, bueno, en este momento preferiría simplemente desperdiciar con mi familia.

«Bueno, en ese caso, debes decidir tu futuro antes de poder hacer cualquier otra cosa. Si no desea unirse a la Compañía Gilberta por sus conexiones con los nobles, debe pensar en unirse a otra tienda. Para ser honesto, si piensa en los productos y Lutz los fabrica, es posible que ni siquiera necesite unirse a una tienda si mantiene sus derechos y los recortes de ganancias se mantienen firmes”, dijo Otto.

Le di un gran asentimiento. Hasta ahora me había centrado en unirme a una tienda con Lutz y trabajar con él, pero como dijo Otto, no tenía que unirme a una tienda considerando lo que era capaz de hacer.

Di otro asentimiento, esta vez más pequeño, y Otto sonrió tan cálidamente que en realidad terminó pareciendo sospechoso.

«Tengo una idea. ¿Por qué no actúas como un escritor profesional, escribiendo cartas y lidiando con el papeleo en nombre de otros mientras mantienes tus contribuciones comerciales solo para pensar en nuevos productos? Puedes venderle cosas a Benno y ayudar aquí cuando te sientas tan bien como siempre. Creo que será lo mejor para tí por tu salud».

Otto tenía razón en que vivir como yo lo hubiera sido, sería lo mejor para mantener mi salud, pero… su sonrisa era tan sospechosa que quería estar en desacuerdo.

“Bueno, en cualquier caso, habla sobre esto con tu familia. Por ahora hemos descansado lo suficiente. Volvamos al trabajo». Otto limpió nuestras tazas y saqué mi pizarra para volver a revisar las matemáticas en el papeleo.

… Hablar con mi familia, ¿eh? Siento que papá se volverá loco si se entera de que solo me queda un año de vida.

«Vamos a casa, Myne».

“Welp, ahí está él. Gracias por tu ayuda hoy. Te debo mi vida, Myne».

Cuando terminó el turno de papá y vino a buscarme, había hecho tantos cálculos que me sentí mareada. Los números aparecieron en mi cabeza cuando cerré los ojos. Pero Otto se veía bien a pesar de usar la calculadora constantemente, por lo que tal vez era imposible para mí hacer un trabajo que involucraba tantas matemáticas constantes.

«Papá, ¿no tienes frío?”

Papá me llevaba a casa por el camino nevado con su abrigo sobre mí. Estaba abrigado gracias al abrigo, pero él lo estaba abriendo tanto que podía imaginar lo frío que estaba. Pero él solo sacudió la cabeza con una sonrisa.

«No tengo frío contigo tan cerca de mí. Nunca me sentí tan cálido en mi vida”. Papá amaba a su familia hasta el extremo. Éramos su todo. ¿Cómo reaccionaría él cuando le contara sobre mi devorador? Su sonrisa hizo que mi corazón se congelara. Estaba asustada, pero ya no podía evitar el tema.

“¿Algo está mal, Myne? Estás mirando hacia abajo ¿Otto te gritó?”

«… No, no lo hizo. Tengo algo de qué hablar contigo, papá. Se trata de mi enfermedad», dije, y eso solo lo hizo congelar en su lugar. Su sonrisa se endureció en una delgada línea y me miró con una expresión más seria de lo que había visto en él antes.

Bajó los ojos por un momento, luego aceleró el paso como si huyera de algo.

«Hablemos de eso una vez que lleguemos a casa. No quiero dejar de lado a Tuuli y a tu madre». Papá me abrazó con más fuerza, protectoramente, como si tuviera un mal presentimiento sobre esto y quisiera mantenerme a salvo.