Kumo Desu Ga Nani Ka?

Volumen 10

Capítulo 7: Hagamos una Amenaza

Parte 1

Así que fui a presentar una queja a D, y como resultado, D fue escoltada por la Señorita Sirvienta.

Sé que suena como un sinsentido, aunque créeme, yo tampoco acabo de entenderlo.

Pero supongo que esto significa que no habrá más intromisiones de D, ¡así que tengo más libertad para hacer lo que quiera ahora!

Y me las arreglé para tomar prestados algunos objetos que D dejó atrás, también.

… Aunque todos me parezcan regalos de broma.

Aun así, eh, ellos son tan efectivos como esperarías que fueran los accesorios de nivel divino literalmente, por lo que encontraré algún uso para ellos… probablemente.

Quiero decir, ¡Por supuesto! ¡Sí!

De todos modos, ahora que ya vuelvo a estar en casa, no he perdido el tiempo en hacer algunas investigaciones de seguimiento.

El Coronel cuidará de los elfos hasta que estos lleguen a la frontera, pero no hay manera de saber qué pasará después de eso.

El Coronel es un pez gordo, claro, pero eso es solo en territorio demoníaco.

Una vez nuestros invitados estén en territorio humano, no puede hacer nada.

Tengo que encontrar una manera de mantener a los elfos a salvo al otro lado de la frontera.

La forma más rápida de hacerlo sería lidiar con los bandidos de las tierras fronterizas de algún modo.

Esos tipos son de los que prefieren disparar primero y preguntar después con los extraños.

Sinceramente, son mucho más aterradores que algunos monstruos estúpidos. Creo que merecen su propio rango de peligrosidad y todo eso.

Los diversos grupos de bandidos también cooperan muy bien, por lo que si tardas demasiado en destruir a uno, otro clan vendrá corriendo a su rescate.

Y una vez las cosas se salen de control, el ejército humano es muy probable que venga a comprobar el alboroto.

Así que la única manera de hacerlo es aplastar a los clanes tan rápido como sea posible.

Estoy segura de que el Señor Demonio podría haber hecho eso cuando vinimos aquí desde el reino humano, pero no había necesidad de desviarnos de nuestro camino para eliminar a toda una tribu para evitar dar un rodeo.

Pero en este caso, los elfos necesitan atravesar el territorio bandido de alguna forma.

Es por eso por lo que tengo que encontrar alguna tribu que parezca fácil de eliminar.

Estoy usando mi cuerpo real y mis mini-yo para explorar las tierras fronterizas, ¿y qué crees que encuentro allí?

Un niño y una niña hablando japonés.

Ooh vaya. Sin duda son reencarnaciones, ¿eh?

Se llaman Kunihiko y Asaka.

Hrmmm. Basándome en los recuerdos de Hiiro Wakaba, eso significa que probablemente sean Asaka Kushitani y Kunihiko Tagawa, ¿verdad?

Huh. D dijo que Potimas había reunido un montón de reencarnaciones, pero supongo que no puso sus sucias manos sobre estos dos.

Tiene sentido, ya que no se encuentran precisamente en un lugar privilegiado para el secuestro.

Si intentaras alguna argucia extraña aquí, acabarías convirtiéndote en el enemigo de la mayoría si no de todos los peligrosos clanes que viven en la frontera.

Potimas probablemente supiera que estos dos estaban aquí pero decidió que no merecía la pena.

En realidad, supongo que no tenía muchas opciones.

El único modo de secuestrar a estos dos sería eliminar a todo su clan.

Estoy segura de que Potimas podría lograrlo, pero en términos de esfuerzo contra ganancias potenciales, probablemente no sería muy rentable. Y él odia ese tipo de intercambios, por lo que no es de extrañar que los haya dejado en paz.

Uff, sin embargo, esto apesta.

La Srta. Oka ya era un problema suficiente por sí misma, así que lo último que necesitábamos era encontrar aún más problemas con los que lidiar…

Pero ahora que los he encontrado, no puedo simplemente ignorarlos.

Quiero decir, me ENCANTARÍA ignorarlos, pero probablemente eso no fuera bueno…

Si los dejo allí, definitivamente serían asesinados en la guerra que el Señor Demonio está a punto de empezar.

Tenemos que acogerlos, o al menos, trasladarlos a algún otro lugar.

Pero el acogerlos significaría que tendríamos que matar a todo su clan primero.

No es exactamente una buena primera impresión.

Podríamos terminar trayéndolos de regreso aquí solo para hacer que la misión de su vida sea la venganza.

¡Argh! ¡Esto es una pesadez, maldita sea!

¡Ojalá pudiéramos eliminar a todo su clan y dejar que lo descubrieran!

… Espera, ¿tal vez eso podría funcionar?

De hecho, ¿soy solo yo, o esa es nuestra única opción?

Si los dejamos en paz, acabarán asesinados en la guerra, y si tratamos de acogerlos, du clan sin ninguna duda nos rechazará sin entretenerse en negociaciones. No hay modo pacífico de resolver esto, eso es seguro.

¿Así que tal vez solo necesitemos ahuyentarlos, aunque eso signifique recurrir a la violencia y dejar que descubran el resto por sí mismos?

Aunque tendríamos que asegurarnos de que los elfo no intenten meterse con ellos, al menos.

Sí, eso lo resuelve.

No es tan delicado como mi plan de salvar a la Srta. Oka, pero no hay nada que pueda hacer al respecto.

Así que supongo que destrozaremos su clan y luego haremos que la Srta. Oka y compañía pasen por ese terreno recientemente despejado.

Me parece la única solución viable, sep.

En cuanto a quién es el más indicado para encargarse de esto… ese sería Mera, ¿supongo?

Estoy segura de que el Sr. Oni podría lograrlo, pero estaría un poco preocupada de si es o no es lo suficientemente fuerte. Y lo más importante, sería de muy mal gusto que una reencarnación asesinada al completo las familias de sus compañeros reencarnados.

Mera es el hombre perfecto para este trabajo.

… A no ser, que él se niegue, pero ese es problema de mi yo del futuro.

No sé qué planeará hacer Vampy de aquí en adelante, pero no es que su sirviente, Mera, esté obligado a ayudarnos con nuestros planes.

Esto es una masacre, simple y sencillo, aunque lo hagamos por una razón específica.

Mera perdió su ciudad natal en una batalla y sus queridos señores fueron asesinados por Potimas, tanta violencia podría ser traumática para él, especialmente si le pido que lo haga con sus propias manos. No le culparía si se negara.

Bueno, supongo que en este caso, puedo ocuparme yo misma, incluso aunque eso requiera algo de esfuerzo extra por mi parte.

Eso resuelve la situación de la frontera, lo cual solo nos deja con lo que pase una vez que crucen.

Y eso es algo que no puedo hacer por mí misma.

Tengo que concertar una cita con la persona a cargo de las tierras humanas, donde terminarán una vez crucen la frontera.

Lo cual significa que tengo que ir a negociar.

Con el gobernante de la humanidad, nada menos: el pontífice de la Palabra de Dios.

“Así que ese es el plan.”

“Oh. Erm… ya veo.”

“¿a qué viene esa respuesta mediocre?”

Aquí estoy tratando de idear todos estos extensos planes, pero el Señor Demonio no parece estar para nada impresionado.

“Es solo, eh, no sé. ¿sabes?”

“No, no sé. ¿A dónde quieres ir a parar? Escúpelo de una vez.”

“Vale, ¿soy la única que encuentra esto súper molesto viniendo de alguien que normalmente se niega a decir nada? De hecho, ¡ese es exactamente el problema! ¿Ha cambiado tu personalidad al completo o qué? Quiero decir, sé que no lo ha hecho, ¡pero aun así! No es que estés actuando exactamente extraño, ¡pero tampoco estás actuando normal!”

Ahora está enfadada por alguna razón.

“Em, qué?”

“¡Nada de ‘¿qué? A mí! En todo caso, ¡soy yo quien debería decir eso! ¡¿Desde cuando eres tan habladora, eh?! ¡¿Qué ha pasado con tu habitual silencio fingiendo ser misteriosa?! ¿Estás borracha o algo? ¡Lo estás! ¡¿No es así?!”

No, estoy sobria.

No sé por qué, pero últimamente siento como que puedo hablar con el Señor Demonio sin ponerme nerviosa.

Quiero decir, ella tomó una parte de mí cuando absorbió a mi antigua mente del cuerpo, y en cuanto a mi línea de sangre, ella es básicamente mi abuela, por lo que indudablemente estamos relacionadas de una forma u otra. No es tan raro poder hablar con tus familiares, ¡¿vale?!

Aunque supongo que la razón más importante es mi reciente cambio de opinión.

Pero el Señor Demonio no sabe de eso, así que supongo que está alucinando de que yo estuviera parloteando de repente.

“¡Venga ya! Olvídate de esos insignificantes detalles!”

“¡¿Insignificantes?!”

“Tenemos que ir a amena… quiero decir, ejem. Negociar con el pontífice.”

“Definitivamente estabas a punto de decir amenazar, ¡¿verdad?! ¡¿Hola?!”

“Oh, pero antes tengo que pedirle a Mera que aplaste a esa tribu de la frontera.”

“¡Maldición, chica! Tú no escuchas a nadie, ¡¿verdad?! ¡¿Cómo de loca estás?! ¡No es que esto sea una novedad para mí! ¡Pero aun así!”

Ignorando la pequeña rabieta del Señor Demonio, consigo que llame a Mera y que le explique la situación.

¿Eh? ¿Qué por qué no la expliqué yo misma?

Oh, eh, ya sabes, tengo que mantener mi silencio para fingir ser misteriosa… cosas así…

De todas formas, una vez que el Señor Demonio le explicó a regañadientes las cosas a Mera, el accedió enseguida a masacrar a la tribu.

Si él hubiera dudado aunque fuera un poco, me habría encargado de ello yo misma sin presionarle, pero aparentemente, no será un problema.

Parece preocupado por si puede hacerlo o no, pero eso es una tontería.

Como dice el Señor Demonio, tiende a menospreciarse.

¿Ha olvidado que incluso después de sellar su habilidad Ira, el Sr. Oni derribó al ejército rebelde sin despeinarse?

Bueno, en cualquier caso, supongo que podemos considerar que el problema de la frontera está solucionado.

Parece que Mera ha descubierto algunas cosas por sí mismo y ha superado varias didas, por lo que estoy segura de que puedo contar con él.

Eso solo nos deja al Señor Demonio y a mí a punto de ir a nuestro feliz viaje.

Para nuestro ataque sorpresa al pontífice de la Palabra de Dios.