Hige wo Soru. Soshite Joshi Kōsei wo Hirou (NL)

Volumen 3

Capítulo 13: Persecución

No estuvo mal, pero tampoco estuvo mejor de lo esperado. Cuando salí del cine, me estiré y luego asentí, en soledad. Bueno, me causó todas las emociones que pensé que me causaría al ver el tráiler, por lo que siento que no fue un desperdicio de dinero. A su modo, despertó mi empatía apropiadamente e hizo que llorara; siento que fue… bueno, podríamos decir que “rentable”.

Quizá sea porque recientemente he trabajado más seriamente que antes, pero ha aumentado la frecuencia en que voy al cine entre semana después del trabajo, y los festivales cinematográficos se han convertido para mí en una actividad obligada en los días de descanso. Antes de que entrara al cine, el sol ya había comenzado a ponerse, pero ahora estaba completamente oscuro.

—Tengo hambre…

Si regresara a casa y me preparara algo resultaría molesto, así que pensé en comer algo frente a la estación del tren; por lo que miré a mi alrededor.

Ahora que recuerdo, la vez que vine a ver una película cerca de esta estación solo me dediqué a perseguir a Yoshida-senpai, por lo que no me fijé en qué tipos de restaurantes había…

Mientras pensaba en qué tipo de restaurante quería comer, miraba detenidamente cada uno de los establecimientos cuando, de repente, vi a una persona que conocía. Era una chica que venía caminando hacia mí con una bolsa de supermercado. Aunque la primera vez que la vi traía puesto su uniforme, pero no había duda de que se trataba de Sayu-chan. Tenía la mirada baja y, cuando la levantó, nuestras miradas se encontraron.

—Oh.

No pude escuchar su voz, pero claramente sus labios se pusieron en posición para decir eso. Y luego, trotando, se acercó a mí.

—Yuzuha-san, buenas noches.

—Buenas noches. ¿Son tus compras?

Ese pantalón de mezclilla a los tobillos y esa túnica blanca de una sola pieza resaltaban ese aire refrescante que rodeaba a Sayu-chan. Me pregunté en mi mente si esta ropa también se la había comprado Yoshida-senpai, pero rápidamente dejé de pensar en ello. Pero si así fuese, ¿cómo debería tomarlo…?

—Así es. El refrigerador se quedó vacío.

Cuando dijo eso, Sayu-chan se rio irónicamente. Parecía ya completamente acostumbrada a las tareas domésticas de la casa de Yoshida-senpai, y extrañamente se veía muy bien mientras cargaba con la bolsa del súper.

—Es terrible tener que hacer las tareas domésticas todos los días, ¿verdad?

—No… no es ninguna molestia.

Cuando la elogié, Sayu pareció apenada y se encogió de hombros. No era modestia, al parecer, eran sus verdaderos sentimientos. Era una niña humilde.

—Yuzuha-san, ¿qué estás haciendo aquí?

—Ah, es que hasta hace unos momentos estuve viendo una película.

—¿Te gustan las películas?

Cuando Sayu-chan me hizo esa pregunta, recordé justo en ese momento que, ahora que lo pensaba, nunca había conversado con tal soltura con esta niña; de hecho, ni siquiera había hablado con ella de esta forma. Como siempre estuve consciente de lo que estaba alrededor de la vida de Yoshida-senpai, siempre estuve consciente de la existencia de Sayu-chan. Pero casi no sabía nada sobre ella, y al parecer ella tampoco me conocía a fondo.

—Claro que me gustan. Vengo muy seguido al cine que está por aquí.

—Ya veo… entonces… —Sayu-chan asintió encantadoramente varias veces, pareciendo comprender. Luego, levantó la cara y, cuando estaba a punto de decir algo, la expresión en su rostro se congeló.

Sayu-chan se quedó inmóvil mientras veía algo lejano a mis espaldas. Cuando me preocupé y me di la vuelta, Sayu rápidamente se me acercó, como queriendo pegarse a mi cuerpo.

—¿Eh? ¿Qué pasa?

Cuando se lo pregunté, Sayu agachó la cabeza de forma poco natural y dijo con voz ligeramente temblorosa:

—Es que hay una persona que me está buscando. Está lejos, justo detrás de Yuzuha-san.

—¿Conoces a esa persona?

—Sí…

Pensé en preguntarle “No quieres encontrarte con esa persona, ¿verdad?”, pero me detuve. Con tan solo verla, era suficiente para saber la respuesta a esa pregunta. Era un buen plan alejarse de este lugar pronto, pero si regresábamos a casa de Yoshida-senpai y este llegaba mientras yo estaba allí, esto se volvería un gran problema.

—Esa persona… ¿Ya se dio cuenta de que estás aquí?

—No… parece que no ha visto en esta dirección.

Miré por encima de mi hombro en dirección a donde Sayu me había dicho, suspiré ligeramente, y le di a Sayu una palmada en el hombro.

—Bueno, por ahora, te esconderé.

—¿Qué?

—Primero que nada, movámonos antes de que nos encuentre. Sayu-chan, escóndete detrás de mí mientras caminas. Baja la cabeza y camina con la mayor naturalidad posible.

Le di una explicación a Sayu de cómo ocultarse y caminar, igual a la que vi alguna vez en una película en la que un ladrón estaba huyendo disfrazado y estaba siendo seguido por la policía. Al final atrapaban al ladrón, pero eso no importaba en este momento.

Sin decir ni una palabra, me dirigí a la estación y, cuando finalmente pasamos el área de torniquetes, le pregunté a Sayu-chan:

—¿Nos habrá descubierto?

—Sí… probablemente.  Pero no parece que nos esté persiguiendo.

—Vaya, qué alivio. Mi casa está a dos estaciones de aquí. Ahí podremos refugiarnos por un rato.

—Eh, este…

Sayu se detuvo mientras conversábamos y nos dirigíamos hacia el andén para abordar el tren que se dirigía hacia la estación más cercana a mi casa. Después de tratar de decir algo y no hacerlo varias veces, Sayu-chan dijo en voz baja:

—Muchas gracias…

Ante ese agradecimiento, junto con una expresión demasiado afligida en su rostro, yo suspiré automáticamente.

—Ja… no te preocupes por eso.

Me acerqué a Sayu-chan y le di una palmadita en el hombro. Ella estaba considerablemente más tranquila que cuando descubrió a su perseguidor y se escondió por acto reflejo detrás de mí, y mostraba más esa dulzura infantil que poseía.

—Pero, a pesar de que no tiene relación alguna con Yuzuha-san…

—Ja, ja, ja, tú lo has dicho.

En lo que respectaba a lo que había dicho ella, yo también lo creía. Honestamente, no sabía por qué razón Sayu-chan estaba siendo perseguida, ni quién la había encontrado en aquel lugar, ni tampoco por qué la había llevado conmigo si nada de esto tenía relación alguna con mi persona.

De hecho, probablemente sería mejor para mí si mi preocupación número uno con lo relacionado a Yoshida-senpai desapareciera… ¿Eh? ¿Por qué estoy ayudando a esta niña? Esa preguntó surgió en mi cabeza, pero la eliminé tan pronto como pude. Pero, sobre todo, había una cosa que quería decir.

—Precisamente porque no tiene nada que ver conmigo sería irresponsable no ayudarte. Entonces, si por ahora ayudo a Sayu-chan, está bien, ¿no?

Después de decir eso, Sayu-chan se quedó con la boca abierta por un instante, y luego asintió lentamente.

—Oh, muchas gracias.

Un poco tímida, mostró una cara sonriente y me volvió a dar las gracias. Lo cual significaba un “No te preocupes” y un recordatorio de que, lo que sucediera después, no sería mi responsabilidad. Estoy segura de que quiso expresar ambas cosas para que me sintiera tranquila.

De cualquier forma, no hay diferencia si lo dice o no, yo no tomaré la responsabilidad de esta niña ni planeo hacerlo en el futuro. Si hace las cosas más sencillas para las dos el decirlo, lo debemos hacer cuanto antes. Mientras pensaba en eso, me volví extrañamente absurda.

¿A quién demonios le estoy dando explicaciones? Dejé escapar una sonrisa amarga, miré de reojo a Sayu-chan. Ella sacó su Smartphone, miró fijamente la pantalla, y luego se quedó inmóvil. Estaba claro que tenía cara de preocupación.

—¿Qué pasa?

—Ah, no, este… —Sayu-chan miró para todas partes a su alrededor, y luego levantó ligeramente su Smartphone

—. Pensé en contactarme con Yoshida san, pero…

—Estaría bien…

—No, esto… pero ¿qué estaría bien decirle?

De algún modo, eso sonó mal. No estaba entendiendo lo que estaba diciendo, por lo que incliné la cabeza.

—¿No puedes escribirle y explicarle las cosas tal cual? Una persona te está persiguiendo, me encontré por casualidad a Mishima Yuzuha, y ella me esconderá en su casa…

—Este…

Incluso aunque escuchó lo que estaba diciendo, pareciendo preocupada, dudaba en decir algo, por lo que la miré y finalmente intuitivamente me di cuenta. ¿Quería ocultar a Yoshida-senpai el hecho de que estaba siendo perseguida? Aunque no sabía por qué razón necesitaba hacerlo, ni tampoco por qué no estaba dispuesta a comunicarse con Yoshida-senpai.

No importa qué esté pasando, esto es asunto de esta niña. No creo que no quiera contactar a Yoshida- senpai por razones egoístas. Suspiré, y saqué mi Smartphone. Sayu me miró con una expresión de sorpresa en su cara al darse cuenta lo que estaba haciendo.

—Aunque por ahora no te comuniques con Yoshida-senpai, ese hombre te volverá a perseguir, Sayu- chan.

—Eso es verdad…

—Es por eso que yo, en verdad…

Después de escribir el mensaje, se lo mostré a Sayu-chan.

[Voy a tomar prestada a Sayu-chan por un rato. Si la quieres de vuelta, ven a mi casa a recogerla.] Cuando vio el mensaje, Sayu-chan abrió mucho los ojos.

—Lo enviaré. Quédate en mi casa por el momento, así, senpai se sentirá tranquilo. Ya que ambas somos mujeres.

Cuando dije eso, Sayu-chan se rio pareciendo desconcertada y dijo “En verdad, ¡muchas gracias!”. Suspiré, y envié el mensaje.

Escucharé una explicación de senpai. Mi problema es que me preocupo por las demás personas. Y esta niña hace cosas, que un adulto no haría, tan naturalmente. No la estoy halagando ni hablando mal de ella…

Después del anuncio en el altoparlante, el tren se paró en el andén. La puerta del tren se abrió, esperamos a que descendieran las personas y lo abordé antes que Sayu-chan. Luego, le ofrecí mi mano y, en tono de broma, dije:

—Vamos, princesa.

Cuando dije eso, por primera vez el día de hoy, Sayu-chan mostró una genuina cara sonriente y tomó mi mano.