Sentouin, Hakenshimasu! (NL)

Volumen 2

Capítulo 3: La Chica Quimera Carnívora

Parte 1

Durante una audiencia con la realeza del Reino Gracia.

—… Snow, por favor levanta la cabeza.

—…… Si, su Alteza.

Dado que el rey aún no ha sido capturado, la que está sentada en el trono y ordena a una Snow temblorosa es Tirris.

Después de escapar con seguridad de Toris… quiero decir, después de regresar a casa informábamos sobre lo ocurrido.

Y como resultado, para evitar mirar a la sonriente Tirris, Snow estaba en una posición de dogeza.

Snow levantó la cabeza para leer el estado de ánimo. Le dije a ella…

— Hey Snow, no podemos hacer nada por las cosas que ya están hechas. Deja de llorar, mejor usa este tiempo para hacer un plan para redimirte.

— ¡Bastardo, bastardo, bastaaaaardooooo!

Al oírme consolarla, Snow se levantó de inmediato para atacarme.

… El movimiento asesino que revelé en la fiesta hizo que el tiempo se detuviera para todos los presentes mientras todos los caballeros se convertían en berserkers.

Siguiendo el plan de Alice de capturar a Engel como nuestro rehén, de alguna manera pudimos escapar y hacer nuestro camino de regreso, pero…

— No pensé que recibiríamos una declaración de guerra después de enviar a Snow como nuestra amigable embajadora.

Tirris estaba sonriendo mientras decía eso. Aunque mostró una sonrisa tranquila, sus ojos estaban completamente vacíos.

— ¡Tirris-sama! No fue así. ¡Estaba a solo un paso de tener a Engel-sama en mi bolsillo! ¡Si hubiesen ocurrido ciertos eventos entre él y yo, y ya no pudiera montar un unicornio, podríamos tener a Toris en nuestra deuda y podría vivir una vida de lujo, por eso estaba dispuesta a poner mi cuerpo en la línea…!
— E-Es así. Esperaba que lo sedujeras, pero no creí que te hubieras resuelto a llegar tan lejos…
Mientras tenia a Tirris ligeramente aterrorizada, Snow me señaló.

— ¡Pero este hombre! No. 6, ¿por qué hiciste algo tan estúpido? ¿¡Qué tan mal debes de estar de la cabeza como para poner ese tipo de cosa encima de la cabeza del príncipe!?

— ¿Qué quieres decir con ‘algo tan estúpido’? Ese fue un truco de fiesta legendario transmitido desde mi país. Diferentes países tienen diferentes culturas. El mundo es un lugar vasto, no creas que tu sentido común se aplique a todo.

Aunque dije eso, me pregunto si hice algo un poco malo. Para demostrar que estaba reflexionando sobre lo que he hecho, actualmente estaba sentado en una posición de seiza.

— N-No. 6-sama, ¿por qué razón mostraste ese truco de fiesta…?

— Porque no me sentía a gusto por dentro. Ahora mismo estoy reflexionando.

— ¡Pon más esfuerzo en tus disculpas!

Ya que lo que hecho, hecho esta, espero que no regañen al respecto.

— En la declaración de guerra, aparte del acto grosero cometido en Engel-sama, también hubo una mención de una amenaza hecha…

Tirris estaba mirando la declaración de guerra y sus ojos se dirigieron hacia Snow.

— ¡Ah, fue esta chica! ¡Esta chica ocasionalmente amenazo a ese viejo! ¡También ella exigiría sobornos…!

— ¡B-Bastardo! ¡Eso está mal, Tirris-sama! No era una amenaza, pensé que sería una ventaja para nosotros durante el progreso de la negociación si mencionara nuestras fuerzas militares.

Y es ridículo decir que exigí un soborno. Eso fue solo porque quería sacudirlos un poco para ver sus reacciones, ¡era solo una de las muchas tácticas diplomáticas!

Mientras bloqueaba mi boca, Snow estaba poniendo excusas para sus acciones. Sin embargo… Mientras miraba a Snow desde su trono, Tirris declaró:

— Capitán de los guardias reales, Snow. Estás despojada de la posición de capitán. Debes asistir a ese escuadrón, como lo estás haciendo ahora.

— Aaaah… Acababa de regresar a mi posición original, y pensar que volvería a ser degradada…

Dejando a un lado a Snow mientras ella lloraba, Tirris dejó escapar un suspiro.

— Has cometido algo muy preocupante… No. 6-sama, ¿cómo vas a remediar esto? Esta vez, no hay duda de que nuestra nación está mal. Incluso si estalla la guerra, creo que las naciones circundantes estarán del lado de Toris…

— Alice dijo que les dijera a todas las naciones circundantes que Toris firmó un pacto de no agresión con el Ejército del Rey Demonio. Píntalos como el enemigo de la humanidad, mientras afirmamos que nunca haríamos tal cosa. Aprovechando ese punto, seremos los que estén enojados y denunciemos su acto.

Tirris dejó momentáneamente de moverse.

—… No está realmente en mi personalidad decirle a otros esto, pero Alice-san es algo única, ¿no crees? Aun así, vamos con esa explicación a los demás países. Después de todo tienen un pacto de no agresión con el Ejército del Rey Demonio.

Tenía algunas reservas sobre esa idea, pero al final la apoyó.

Al decirlo de esa manera a las naciones circundantes, Alice predice que el Reino Gracia no será representado de manera unilateral como el villano.

— Toris también necesitará tiempo para prepararse para la guerra, por lo que no atacarán de inmediato. Como la situación ya es así, no hay nada que podamos hacer. Elevaremos nuestras defensas y nos prepararemos para un ataque del Ejército del Rey Demonio o el Reino Toris.

Como si su estado de ánimo hubiera cambiado, Tirris dejó caer su expresión seria.

— De todos modos, se ha vuelto realmente preocupante… Ahora que hemos llegado a esto, ¿cómo conseguiremos agua…?

Mientras decía eso, ella se veía muy preocupada…

Al ver eso, Snow levantó la cabeza como si esto fuera lo que estaba esperando.

— ¡Tirris-sama, tengo una idea para ese problema! Este hombre dijo que puede tener artículos transmitidos desde su país. Entonces, ¿qué tal si le hacemos obtener grandes cantidades de agua de su país de origen? Si eso funciona bien, entonces puede reincorporarme a mi posición original, y…

— ¡No seas ridícula, ¿cómo se supone que voy a obtener suficiente agua para todo un país?!

¿Sabes cuantos puntos necesitaría para eso? ¡Todo esto sucedió porque arrastraste los pies para seducir a ese hombre! Lo único bueno de ti es tu cuerpo erótico, ¡así que al menos úsalo para redimirte!

¡Mis palabras hicieron que las cejas de Snow se levantaran y…!

— ¡No eres quien para hablar! ¿¡De quién es la culpa de que me degradaran!?

— ¿Eh? ¿Que acabas de decir? ¿¡Quieres pelear!? Soy fuerte, ¿sabes?

Debido a que empezamos a pelearnos, Tirris dejó escapar un suspiro, como si estuviera asombrada.

Luego, mientras Snow y yo juntábamos las manos en confrontación, de repente parecía que se había dado cuenta de algo.

— ¡Ya se! Tirris-sama, ahora que lo pienso, ¡el artefacto que puede llamar la lluvia está en un estado funcional! ¡Ya que su Alteza todavía no aparece, si Tirris-sama ocupa su lugar…!

— De todos modos, esto se ha vuelto realmente preocupante… Ahora que hemos llegado a esto, ¿cómo conseguiremos agua…?

Ignorando completamente el comentario de Snow, Tirris repitió las mismas palabras que dijo antes.

Mientras todavía me enfrentaba con Snow, le susurré en voz baja.

(Oi Snow, voy a agarrar a Tirris, así que reúne a la gente. Esto no es traicionar a Tirris, esto es para el país. Si puedes reunir a la gente en el patio, una vez que les anunciemos que Tirris está a punto de utilizar el artefacto…)

(¡Ah, entonces ella no podrá huir! Así que es eso. No es un acto de traición, sería por salvar a este país. Tirris-sama definitivamente lo entenderá más adelante.)

— ¡Se me ocurrió una buena idea!

Como para evitar que nos murmuráramos unos a otros, Tirris gritó con entusiasmo esas palabras.

Ella parece un poco nerviosa. ¿Es sólo mi imaginación?

— Caballero Snow. Te daré una misión.

Al darse cuenta de que la estaba mirando, Tirris ejerció hábilmente el control de su expresión y miró hacia una Snow arrodillada.

— El páramo que el Rey de la Arena reclamó como su territorio, el Desierto de Tezan.

¿Sabes por qué los árboles abundan en medio de ese desierto? Además, ¿sabes qué efecto tienen los frutos de esos árboles?

— ¡Sí! Se llama el fruto del agua. Aunque es del tamaño de un dedo, si lo sacas, se dice que tiene suficiente agua para llenar una piscina… Um, entonces… ¿Tirris-sama? Solo me estoy divagando, pero…

Tirris dijo con firmeza sus siguientes palabras con una expresión seria en dirección a una Snow de rostro pálido y temblorosa.

— Por favor, consigue algunas.

***

— No quiero, no quiero, ¡realmente no quiero! ¿Qué quieres decir con el Rey de la Arena?

¡Es una gran bestia demoníaca de la que incluso el Rey Demonio se aleja! ¡Entrar en su territorio sería un suicidio!

Rose estaba lanzando una rabieta mientras decía que no quería ir. Ella no soltaba la puerta de la ciudad.

— Estará bien, Rose, ¡no es como si estuviéramos luchando contra el Rey de la Arena! Y he oído que solo está activo durante el día ¡Vamos a pasar por la noche y regresaremos de inmediato! ¿Bien? ¡Una vez que regresemos, te compraré un poco de carne deliciosa!

— Hey, ya que también estoy arrastrado a esto, ¡también lo hare! Si Snow te está consiguiendo una carne deliciosa, ¡yo te daré algunos bocadillos raros! ¿Alguna vez has lamido caramelos? Además, ¡el fracaso de la última misión es responsabilidad de todos! ¡No puedes huir sola después de todo lo que hemos pasado!

A pesar de que Snow y yo tratamos de persuadirla, Rose clavó sus uñas en la puerta y no se movió.

— ¡No crean que voy a escuchar todo lo que digan solo porque me darán algo delicioso! Además, incluso si dices que todos son responsables del fracaso de la misión, ¡no hice nada malo! Pero, ¿qué es un caramelo? Por ahora, ¡dime qué tipo de bocadillo es!

A pesar de tener lágrimas en los ojos, Rose parecía que todavía tenía la mentalidad de preocuparse por esas cosas. Alice sacó algo para ella.

— Si esos dos te dan algo delicioso, entonces te daré un artículo que te dará un poder. Ahora, ¿sabes qué es esto?

Como si estuviera un poco interesada, Rose dejó de llorar.

—… ¿Qué es?

— Esto se llama una batería, es una masa de energía eléctrica. Como un experimento, trata de comerlo. Incluso podrías dejar escapar un suspiro eléctrico…

— ¡No voy a comer algo así! ¡Cualquiera puede ver que no es algo que puedas comer!

Aunque Rose miró hacia otro lado, Snow y yo nos miramos y…

— Ahora, ahora, no es bueno ser exigente. Aquí, te alimentaré. Si comes esto y te vuelves más fuerte, no tendrás que temer al Rey de la Arena, ¿verdad? Así que vamos Rose, abre de par en par…

— Woah, e-esta chica… ¡Pensar que puedes resistir el poder de mi traje de batalla, bueno, no eres capaz…! ¡Deja de resistirte, o a partir de hoy, serás llamada Quimera Eléctrica…!

— ¡Voy a ir, voy a ir! ¡Iré, así que por favor no me hagas comer eso!

… Estábamos en el buggy. Con Alice conduciendo con su función de visión nocturna, íbamos a toda velocidad en las carreteras oscuras.

— Ug, uh… Una vez que regresemos, definitivamente obtendré mi deliciosa carne y dulces… No lo voy a olvidar…

Junto al sollozo de Rose, se escuchó un pequeño murmullo de quejas.

— Imperdonable… Imperdonable… Chummily… El tipo que hablo mucho conmigo, a pesar de que tenía novia, Hammel… El tipo que era muy amable, a pesar de que estaba casado, Gilbert… El que se acercó a mí mientras yo estaba llorando y siendo ingobernable, a pesar de que era un homosexual, Isaac… ¡No perdonaré a ninguno de los hombres de ese país…!
Grimm gritaba a los cuatro vientos desde su asiento en el buggy. Parece que todavía estaba resentida después de lo que le sucedió en Toris.

Esas eran palabras desvergonzadas provenientes de alguien a quien gustaba unilateralmente a otro, pero parece que la lógica no funciona en esta chica de peso muerto.

Ahora que lo pienso…

— Hey Grimm, hay algo que quiero preguntarte.

— ¿Qué es, Comandante? En este momento estoy más molesta que el ejército del Rey Demonio y más espinosa que los erizos Brad. Si me preguntas algo sin sentido, te lanzaré una maldición.

— Lo que quería preguntarte fue sobre esa maldición cuando te rechazaron… Lo siento, fue un poco duro de mi parte decirlo ¡hey! Deja de mirarme mientras aprietas esa muñeca, ¡es realmente aterrador!

Sí, lo que quería preguntarle era sobre su maldición.

Cuando estuvimos en Toris no hace mucho, el comportamiento del príncipe cambió.

Más específicamente, en lugar de decir que cambió… El hecho de que su personalidad fuera exactamente lo opuesto a lo que se conocía me preocupaba un poco.

Y había algo que pesaba en mi mente con respecto a eso.

— ¿Qué es? ¿Quieres maldecir a alguien? Qué coincidencia, estaba de humor para lanzar una maldición sobre alguien. Entonces, ¿cómo deberíamos hacerlo, Comandante? Una vez que esta misión haya terminado, ¿quieres ir a una cita en una calle maldita conmigo?

— No voy a ir a, ¿qué… una cita en una calle maldita? No vas por ahí maldiciendo a la gente en esa área cada vez que te rechazan, ¿verdad?

Le dije a una Grimm que me estaba mirando con la cabeza inclinada.

— Me lanzaste una maldición cuando estábamos dentro del castillo del Reino Toris, ¿verdad? Esa maldición que te hace impotente. Entonces, ¿qué sucede cuando el objetivo de la maldición la esquiva? ¿No desapareció el anillo que se suponía que era la ofrenda?

— Normalmente, las maldiciones no son algo que puedas esquivar. Recuerdas cuando maldije a esa general, Heine, ¿verdad? Se escondió detrás de ese golem y lo usó como escudo. Dejando a un lado los casos especiales en los que alguien usa una forma de vida creada mágicamente como escudo, a menos que una maldición golpee una forma de vida y se active…

Grimm dejó de responder a mi pregunta, y su tez palideció constantemente.

— ¿A dónde van esas maldiciones?

— ¿Tal vez van a visitar algún lugar?

Agarré con dureza la cabeza de Grimm mientras ella evitaba mi mirada, y le susurré en voz baja.

— ¿Has oído los rumores sobre el príncipe del Reino Toris?

— No sé de qué estás hablando porque mi única amiga es Rose. Nunca escucho ningún rumor.

Le dije a Grimm después de que ella simplemente dijo algo pesado.

— Se suponía que ese viejo era un libertino serio que realmente amaba a las bellezas. Snow también hizo un gran esfuerzo después de escuchar eso, pero ni siquiera se vio afectado en lo más mínimo…

Después de que hablé, Grimm sonrió un poco y colocó su pequeño dedo índice en mis labios.

— Hey Comandante. ¿No anhelas un secreto entre nosotros dos? Le di una palmada en el dedo.

— ¡Anhelar mi culo! ¡Oi, todas, escuchen esto! ¡Esta chica es absurda! ¡Ella ha hecho algo realmente peligroso!

— ¡Comandante, espera! ¡No es seguro que fue mi maldición! ¡Podría haber sido por otra cosa! ¡Viste cómo se veía ese viejo, su condicionamiento no era muy bueno! ¡O simplemente podría ser que Snow no fuera lo suficientemente encantadora!

— Oi Grimm, acabas de decir algo que no puedo dejar pasar. ¿¡Qué dijiste de mi encanto!?¡Ese viejo se volvió impotente después de ser golpeado por la maldición de Grimm!

— Incluso yo estoy sorprendido. Las profundidades de la codicia y la ambición de Snow me repugnan un poco, ¡pero eres del tipo que hace cosas que nadie debería hacer nunca!

— ¡S-Solo piénsalo de esta manera! ¡Protegí la virginidad de Snow! Si no hubiera hecho nada, Snow se habría vendido a un precio bajo, ¡como si fuera un artículo de una tienda de comestibles que se acercara a su fecha de vencimiento! ¡Una chica debe tratar su cuerpo con mucho cuidado!

Hacia Grimm, mientras ella estaba haciendo excusas patéticas,

— Pero antes me mostraste tus bragas de buena gana.

— ¡Eso, eso fue…! ¡En ese momento pensé que el Comandante era una excelente captura! Estabas liderando un escuadrón a tan temprana edad. Pensar que en verdad eras malo con el dinero, un hombre pésimo y sin éxito…
……

— Dijiste con tus propias palabras que una chica debería tratar su cuerpo con mucho cuidado… Eres es mayor de edad, así que deberías de hacer caso a tus palabras.

— ¡Gran Zenalith-sama, lanza una maldición a este hombre! Haz que su cuerpo sea incapaz de masturbarse…

— ¡Detente! ¡Si se activa esa maldición, tu cuerpo se hará responsable!

Mientras me apresuraba a contener a Grimm, la risa se podía escuchar desde un lado.

Me pregunté qué podría ser tan divertido cuando estábamos en una crisis donde nos dirigíamos al territorio del Rey de la Arena. Volví a la fuente de la risa y vi a Rose riendo alegremente.

— Comandante. El Rey de la Arena puede dar miedo, pero todos ustedes están animados, eso no se siente mal. Por alguna razón, parece como si fuésemos a tener un picnic!
De esas palabras inocentes, Grimm y yo fuimos liberados de las malas voluntades que poseíamos. Nos miramos y no pudimos evitar sonreír.