Tatoeba Last Dungeon Mae no Mura no Shōnen ga Joban no Machi de Kurasu Yō na Monogatari (NL)

Volumen 4

Capítulo 1: Supongamos Que Un Niño De La Última Mazmorra De La Nada Entró En Una Mazmorra De Inicio

Parte 1

La sala de profesores de la Academia Militar Azami.

Rodeado de instructores ocupados, un hombre corpulento estaba encorvado sobre un escritorio, trabajando en algo.

Este era Chrome Molibdeno, un ex guardia real y el maestro a cargo de la clase de Lloyd.

Su gran estructura cuadrada estaba apretada detrás de su escritorio, y su bolígrafo pasaba de una página a otra, calificando exámenes escritos. De vez en cuando, el hombre gruñía o murmuraba: “¡Te enseñé esto!” y eso solo lo hacía parecer aún más inaccesible. Las calificaciones de sus alumnos no parecían prometedoras.

Los profesores que lo rodeaban se mantenían a distancia, mirándolo como criaturas del bosque observando a un oso emerger de la hibernación.

La batalla de Chrome con las hojas de respuestas se intensificó, y se detuvo para estirarse. El sonido de huesos crujientes resonó en la habitación, con los distintivos estallidos y chasquidos característicos del anime de acción.

“Que hay, ¿Chrome? ¿Agotado ya?” preguntó una pequeña instructora morena. Ella estaba parada detrás de él, agarrando una montaña de papeles.

Choline Sterase era todavía bastante joven. De un vistazo, podría confundirla con una estudiante. Pero a pesar de la brecha en años, ambos fueron instructores aquí.

“Choline”, refunfuñó Chrome, volviéndose cansado hacia ella.

“Juro que los trabajos de calificación utilizan grupos de músculos que de otra manera nunca ejercitaré”.

Choline tomó una de esas hojas de respuestas.

“Aha”, exclamó de manera significativa.

“Esa es una serie de respuestas inventadas para ti. Te da dolor de cabeza, ¿no? He estado allí.”

“Sí… Tal vez debería haber hecho todo con opción múltiple”.

“Sin embargo, eso no les hará ningún favor a los estudiantes. ¡Tengo que equilibrarlo! La flexibilidad no es tu punto fuerte, Chrome”.

Chrome frunció el ceño ante esto.

“Flexiono mucho”.

“¡No tus músculos! Me refiero a tu mente. ¡Tienes que ser más adaptable! Oh, aquí están las notas de la reunión”.

Choline puso algunos documentos en su escritorio. La gran cantidad de ellos hizo que los ojos de Chrome se agrandaran.

“Eso… es mucho. ¿Qué discutiste?

Choline se sentó en su propio escritorio, se quitó los zapatos y se dejó caer contra el respaldo. Parecía incluso más agotada que Chrome.

“Uh, cubrió un montón de cosas… Primero, informes de monstruos extraños en la mazmorra fuera de Azami. Los lugareños están asustados, por lo que discutimos contramedidas”.

“¿Fuera de Azami? ¿La mazmorra de bajo nivel que solíamos usar para los exámenes?”

Choline asintió y señaló un documento que resumía información sobre la mazmorra en sí y otro que resumía los resultados de la investigación inicial.

“Además, recibimos informes de personas desaparecidas en el Lado Este. Esos rumores se extendieron a la ciudad con los de las mazmorras, por lo que ahora la gente piensa que los monstruos están disfrazados de humanos, secuestran gente y los devoran en la mazmorra”.

“La gente desaparecida nunca es una buena señal”. Chrome frunció el ceño, recordando incidentes similares en el pasado.

“Había algunas historias extrañas circulando incluso antes de que llegaran estos informes. Un hombre vagando por las carreteras secundarias preguntando a la gente cómo era. Sospechoso, ¿verdad?”

“¿Qué aspecto tenía? Eso suena a leyenda urbana. ¿Estamos seguros de que esta no es una historia de portada difundida por el delincuente para distraernos?”

Choline se sentó, extendió los documentos y señaló el lugar donde se recopilaron los informes.

“Recibimos múltiples informes de que esto está sucediendo realmente. Pero lo extraño es que ninguno de los informes da la misma descripción física del tipo”.

“¿De verdad?”

“Sí, aparte de su género, tenemos de todo, desde ‘hombre rico’ hasta ‘repartidor’, pasando por ‘turista’, y edades que van desde los treinta hasta los setenta”.

“¿No hay posibilidad de que sea más de una persona? Quizás queramos comprobar las correlaciones aquí”.

Terminada su explicación, Choline comenzó a masajear sus pies. Llevaba mucho tiempo en esa reunión.

“Discutimos todos los informes sobre esto, intercambiando estrategias y opiniones sobre cómo delimitar la causa. También teníamos magos del gobierno allí… Incluso el rey”.

Chrome pareció sorprendido.

“¿Su Majestad estuvo allí? ¿Ha vuelto al trabajo activo? ¿Se veía bien?”

El rey de Azami, el padre de Marie, había pasado varios años poseído por Abaddon, el señor de los demonios langostas. Fue salvado por Lloyd (que no se dio cuenta de su propia hazaña), y la amenaza al reino se había evitado.

Desafortunadamente, años de posesión le habían pasado factura y el rey tardó en recuperarse.

Chrome estaba naturalmente preocupado, pero Choline suspiró dramáticamente.

“No sólo estaba bien, estaba entusiasmado por esto. Parece que leyó demasiados libros mientras estaba postrado en cama. Seguía lanzándonos una jerga elegante. Fue agotador”, dijo.

“Solo asegúrate de no empezar a hacerlo también. Bueno, siempre estuvo muy dedicado. Si pensó que ayudaría al reino, me imagino que estudió diligentemente”, respondió Chrome.

Si bien no se manifestó de la manera más productiva, Chrome se alegró de saber que el rey había vuelto a ser él mismo. Ahora sus subordinados solo tenían que realizar el seguimiento necesario.

Chrome sonrió, rascándose el costado de su cuello.

“Seguía llamando al horario un itinerario”, dijo Choline.

“Hmm.”

“Y luego llamó a la agenda un expediente. Nos sentamos y él comenzó de inmediato, diciendo que el primer elemento del expediente eran los informes de personas desaparecidas, y ninguno de nosotros sabía lo que quería decir… Lo crea o no, en realidad hay una página de glosario mezclada con esos documentos, así que Supongo que todos tendremos que ponernos al día con este nuevo discurso empresarial. Creo que el rey dijo que ‘subcontrató’ la creación de eso, pero solo quería decir que le pidió a alguien que lo escribiera por él”.

“Sí, tal vez se está esforzando demasiado”.

Chrome había tenido la intención de guardárselo para sí mismo, pero se le escapó por accidente. Tratar deliberadamente de usar palabras difíciles no era una buena señal. Ya tenían palabras perfectamente buenas para todas estas cosas, entonces, ¿para qué sirvió para inventar palabras más largas?

Choline recogió el papeleo y lo golpeó en el escritorio para enderezar las páginas sueltas antes de guardar el paquete.

“Bueno, estaba de buen humor, y es su trabajo asegurarse de que su entusiasmo lleve a cosas buenas”.

“¿Por qué es mi trabajo?” Preguntó Chrome.

“Tenemos que vigilar el Lado Este. ¿Personas desaparecidas? ¡¿Cómo se supone que una frágil doncella duerma por la noche?!”

“¿Te estás escuchando?”

“Gracias a Dios, nuestro ejército tiene un engranaje que trabaja como tú, dispuesto a patrullar las calles toda la noche”.

“¿Ni siquiera califico como humano ahora?”

Aburrida de burlarse de Chrome, Choline se derrumbó en su escritorio, suspirando.

“Ugh… Parece que hay más reuniones en nuestro futuro. ¡Todo el día mañana y pasado mañana! Ya lo estoy temiendo. Y recibimos órdenes de investigar pronto la mazmorra fuera de Azami. ¡Ese es el problema más grande! ¡Es demasiado para manejar! ¡Solo hay uno de mí!”

“Si hubiera dos de ustedes, tendría que escucharlos refunfuñar el doble, y eso sería demasiado para mí. Pero si te están metiendo en esto, pensarías que vendrán noticias en mi camino, especialmente sobre el asunto de las mazmorras. Esa es una preocupación mucho más apremiante para nosotros que las personas desaparecidas”.

Como profesor nuevo, Chrome tenía las manos ocupadas calificando exámenes. Explorar una mazmorra encima de eso hizo que pareciera que el trabajo nunca terminaría. El hombre enterró su rostro entre sus manos.

“”Hah””.

Justo cuando los dos dejaron escapar un suspiro sincronizado, la puerta de la sala de profesores se abrió y Lloyd entró, luciendo nervioso.

“Disculpe… Oh, coronel Chrome. Lloyd Belladonna, informando según lo ordenado”.

“¿Lloyd? Oh cierto, te pedí que pasaras por aquí”.

“¿Me equivoqué en mis exámenes? ¿Me están expulsando por reprobar?”

Veo que la autoestima de Lloyd no ha mejorado, pensó Chrome.

“No, no, nada de eso”, aseguró. Luego bajó la voz.

“Solo entre nosotros dos, fuiste uno de los mejores anotadores, tanto prácticos como escritos. Así que ten un poco más de confianza, ¿de acuerdo?”

Lloyd se animó de inmediato.

“¡Gracias a dios! Rompí tantas armas durante el examen práctico que estaba seguro de que había reprobado”.

Suspiró aliviado.

Choline se inclinó para susurrarle al oído a Chrome.

“¿Cómo es eso posible? ¿Pensé que usaste armas bastante resistentes para esa prueba?”

“Sí… lo hicimos…”, dijo Chrome con voz ronca.

“Parece que vas a necesitar ‘subcontratar’ un conjunto completamente nuevo”. Choline hizo una mueca.

“Las cuentas no estarán complacidas con eso”.

“Entonces, ¿para qué querías verme?” Preguntó Lloyd.

Chrome apartó la amenaza de la contabilidad de su mente y se centró en su solicitud.

“Así que la gente de arriba quiere que proporcionemos almuerzos para las próximas reuniones. Aparentemente, escucharon cosas buenas sobre la comida de la cafetería y quieren presumir de ello ante los VIP que asistirán”.

“¡Oh eso es agradable!” Dijo Choline, babeando ante la idea.

“A veces, todo lo que obtenemos es grasa solidificada y arroz seco, y nadie quiere eso.

¡Danos una buena comida caliente! Si Lloyd está cocinando, ¡valdrá la pena pasar por estas aburridas reuniones!”

Se mordió los labios como un niño esperando la cena. Los estudiantes tendían a tratarla como a una niña por una razón.

Lloyd respondió con una sonrisa alegre.

“¡Estaría encantado! Pregúntame en cualquier momento. ¿De cuántos estamos hablando? Tendré que hacer un pedido con nuestros proveedores”.

“Hmm, buena pregunta… ¿Cuántos hubo hoy, Choline?”

Choline asumió la expresión de un hábil estratega que diseña un plan brillante. Ignorando la pregunta de Chrome, se acercó un poco más a Lloyd y le plantó la mano en el hombro.

“¡Lloyd! Tengo que pedir un favor.”

“¿Si? ¿Q-Qué es? tartamudeó. Incluso él encontró preocupante la sonrisa de la mujer.

Choline juntó las manos, suplicándole.

“Por favor”, dijo, mirando a Lloyd.

“¿Puedo pedirte que te encargues de esta investigación de la mazmorra?”

“¡¿Q-Qué?!”

“Existe el rumor de que algunos monstruos extraños aparecieron allí, y los lugareños se están poniendo realmente nerviosos”.

Una mirada insegura cruzó el rostro de Lloyd. No tenía exactamente grandes experiencias con las mazmorras.

“M-Monstruos en un calabozo…”, repitió, sonando asustado.

Chrome se inclinó y susurró: “Choline, sabes que Lloyd está convencido de que no puede hacer nada bien. Poniéndole este trabajo…”

“A eso me refiero cuando digo que no eres flexible. Todo lo que importa aquí es el resultado”, respondió Choline.

“Realmente no entiendo tu punto”.

“¿No tiene la confianza para investigar una mazmorra? ¡No hay problema! Esto es lo que le dará. Un paso en el camino para corregir su baja autoestima. Además, será bueno para Azami. Un ganar-ganar”.

“Hmm,” Chrome gruñó, no convencido.

“Y si este monstruo es realmente peligroso, ¿quién mejor para enfrentarse a él? Y ya sabes, hay muchos estudiantes de último año descontentos porque hicimos una excepción con la admisión tardía de Lloyd”.

“Sí… Su apariencia funciona en su contra, ahí. Y cuanta más atención reciben sus amigos, más problemas surgen…”

Allan era  el heredero de  un señor local y tenía  a los altos mandos presionando su nombre. Riho había ganado el torneo de hechicería y siempre estaba buscando su próximo puntaje. Y luego estaba la acosadora de Lloyd, Selen… y la incorporación más reciente al grupo, el artista marcial Phyllo. Su poder combinado había destruido las instalaciones del campus tres veces solo este mes, y Chrome recordaba las burlas contables:

¿Desde cuándo las puertas son consumibles?

“¡Así que tenemos una buena oportunidad de conseguir un logro claro y obvio! ¡Esta investigación de la mazmorra es imprescindible para él! ¡Una necesidad!”

¿Era esto más jerga de esa reunión? La compulsión de utilizar todos estos nuevos términos era el lado siniestro de tal jerga. Era algo desagradable y Chrome esperaba que Choline lo superara pronto.

“Odio preguntar cuando es claramente reacio, pero… tienes razón, podría ser por su propio bien”.

Chrome se volvió hacia Lloyd e inclinó la cabeza.

“Lo siento, Lloyd. ¿Te encargarías de esto por nosotros? Obviamente, no solo. Trae a quien quieras”.

“O-Oh, bueno, si estoy con los demás… E-Está bien, ¡veré qué puedo hacer!”

Choline agitó las manos, tratando de aliviar la tensión en la sonrisa del chico.

“¡No lo estreses! Son solo rumores. Esos almuerzos son más importantes”.

“Gracias por ocuparse de ambos problemas, Lloyd”. Chrome inclinó la cabeza, lo que hizo que el niño se pusiera aún más nervioso.

“¡No te preocupes! Quiero ser el tipo de soldado que pueda aceptar cualquier solicitud con una sonrisa”.

Como solía hacer, Lloyd les dirigió una sonrisa. Luego se volvió y se fue.

Las nubes pasaban por el apacible paisaje, el viento transportaba los olores de la hierba y las flores silvestres al claro debajo de las colinas. Este lugar pastoral, no lejos de Azami, ocultaba la mazmorra que Lloyd y su grupo debían investigar.

Estaba bajo tierra. Hacía mucho que se habían limpiado los tesoros de los pasillos bien pisados, y los monstruos de los primeros pisos eran más como animales un poco más peludos.

Sin embargo, el lugar estaba lleno de trampas y otros accesorios de mazmorras, por lo que el gobierno lo había usado una vez como prueba de calificación para principiantes tanto para aventureros como para retornados.

Una chica estaba parada afuera de la entrada de esa mazmorra como si estuviera esperando a su cita.

Su suave cabello era rubio y ella era hermosa, pero cualquier encanto que pudiera haber tenido fue casi completamente anulado por su siniestro cinturón.

Selen Hemein. Hace algún tiempo, su rostro había sido envuelto en un cinturón maldito inamovible, y había pasado su infancia compadecida y aborrecida, referida burlonamente como la Princesa del Cinturón Maldito.

Sin embargo, gracias a Lloyd, no solo se había levantado la maldición, sino que ahora podía controlar el cinturón a voluntad. Estaba hecho de la piel de Vritra, la bestia guardiana de Kunlun. Alka lo había usado originalmente como un delantal y accidentalmente lo había cortado con Excalibur. Sin saber qué más hacer con él, le añadió algunos trozos de metal, lo llamó cinturón maldito y se lo vendió a un comerciante por muy barato. Después de conocer toda la historia, quedó claro quién debería haber sido maldecido.