Arifureta Zero (NL)

Volumen 4

Capítulo 4: El Verdadero Valor De Miledi Reisen

Parte 1

Ese día, el campo de batalla estaba envuelto en una extraña atmósfera. La tierra tembló mientras 170.000 pares de botas marchaban por las llanuras. Gritos enloquecidos llenaban el aire.

“¡Maldito bastardo!”

“¡Suéltame!”

Los guerreros hombres-bestia vacilaban mientras luchaban con soldados de ojos inyectados en sangre. Las tropas de la federación atacaron a los hombres-bestia en grupos de cuatro, aferrándose a sus objetivos con tenaz resolución. No cedieron, ni siquiera cuando les apuñalaron en el corazón o les hundieron la cabeza. Era como si no sintieran ningún dolor.

“De ninguna manera, van a sacrificar a sus aliados de nuevo…”

Uno de los hombres-bestia dijo, entrando en pánico. Mientras que un soldado lo inmovilizaba, otro grupo atravesó a ambos con sus lanzas, matando a amigos y enemigos por igual. Dejaron escapar un aullido bestial al empujar, aparentemente sin importarles que estaban matando a un aliado también.

“¿Gaaaah!?”

“¿Estás insa- Gwah!”

Las lanzas atravesaron al hombre-bestia por todos lados.

“Ehit está con nosotros!”

“¡No hay mayor honor que el martirio!”

La sangre se derramó de la boca del soldado ensartado, pero sonrió satisfecho mientras moría. Los otros hombres-bestia temblaban de horror. En las últimas peleas, habían visto un vistazo de lo profunda que era la fe de la Federación. Les había disgustado la ciega lealtad de los humanos hacia Ehit, pero también se habían compadecido de los tontos ilusos.

Antes, incluso cuando su fe había tomado precedencia, los soldados aún conservaban alguna apariencia de humanidad. Habían temido a la muerte y se habían enfadado cuando sus camaradas fueron asesinados. Pero ahora…

Qué demonios… ¿Qué pasa con estos tipos? ¡Es como si ya no fueran humanos! Los soldados humanos se reían mientras morían, incluso cuando eran sus propios camaradas los que los mataban.

“¡Fuera de mi camino!”

Justo cuando los hombres-bestia estaban a punto de quebrarse, Badd vino a rescatarlos.

Con una patada dispersó a los soldados de la Federación, y al aterrizar giró en círculo, balanceando su guadaña en un arco índigo gigante. Como Libertador, Badd estaba obligado por honor a no matar a los soldados. Así que su rebanada drenaba el maná de cada soldado que atravesaba en lugar de cortarlos por la mitad.

Las tropas de la Federación se desplomaron al suelo en un montón inconsciente. Podían ignorar el dolor, pero no el agotamiento fisiológico que se producía al no tener maná. Un segundo después, un portal se abrió sobre el casi muerto hombre bestia, y una luz naranja restauradora se derramó sobre él, curando instantáneamente sus heridas letales.

“¡Gracias por salvarlo, Badd-dono!”

“¡No bajes la guardia! Estos tipos están dispuestos a suicidarse para derribarte. ¡Estén preparados para cualquier cosa!”

El sudor frío se derramó en la frente de Badd. Su habitual comportamiento tranquilo no se veía por ninguna parte.

“¡Meiru se está consumiendo rápidamente por su maná! Incluso con la ayuda de Lyu, no durará mucho tiempo, ¡así que trata de no salir herido!”

“¡Lo tengo! Pero estos tipos…”

Otra oleada de soldados locos cargó imprudentemente hacia los hombres-bestia. La barrera de niebla seguía activa, pero la federación simplemente tenía demasiadas tropas. Aunque no empleaban ninguna estrategia, con sólo atacar a ciegas en la niebla y a cualquier cosa que vieran, podían hacer retroceder las líneas de batalla. Peor aún, no eran sólo los soldados de la Federación los que habían desechado todo pensamiento de autopreservación.

“¡Gaaaah!”

Hubo un fuerte trueno, y Valf se precipitó de repente en el claro en el que estaba Badd. La sangre brotaba de numerosos cortes profundos, arrastrándose en el aire detrás de él. No hizo ningún movimiento para suavizar su aterrizaje, y parecía que ya estaba inconsciente.

“¡Maldita sea!”

Badd activó su magia de fortalecimiento del cuerpo y saltó hacia adelante para atrapar a Valf. Hubo un ruido seco y crepitante, y un segundo después el soldado hombre bestia que Badd había salvado de ser ensartado fue decapitado. Al igual que la docena de soldados de la Federación que habían estado atacando. Sus cabezas navegaron por el aire como si fueran pelotas de baloncesto. En el centro de esta carnicería estaba Lilith. Un rayo cubría cada centímetro de ella. Ella bajó su espada de manera ominosa en Badd.

“Trueno de plasma (Plasma Thunder)”.

Rayos salían de ella en todas las direcciones. La explosión de electricidad fue tan brillante que cegó momentáneamente a Badd.

“Cosecha todo… ¡Egxess!”

Sosteniendo a Valf en una mano, Badd giró su guadaña para protegerse con la otra. Egxess drenó el maná del ataque de Lilith, neutralizando cualquier rayo que entrara en contacto con él. El ataque de Lilith duró sólo unos segundos. Pero esos pocos segundos fueron más que suficientes para hacer un daño serio. Para cuando Badd pudo ver de nuevo, no había nada a su alrededor. Tanto los soldados de la Federación como los hombres-bestia habían sido reducidos a cenizas.

“¿Sus aliados no significan nada para ustedes? Supongo que debería haber esperado lo mismo de la iglesia”. Badd escupió, con la expresión rígida. Lilith levantó la cabeza, mirándolo. Había un brillo aterrador en sus ojos.

“Simplemente estoy haciendo lo que hay que hacer”, murmuró. Si la niebla le impedía apuntar sus ataques, la única solución era destruir todo lo que estuviera cerca. Sus aliados recibirían el honor del martirio, mientras que sus enemigos recibirían el martillo de la ira divina.

“¡Por la gloria de Dios!”

Esta era la verdadera naturaleza de Lilith Arkind. Sin embargo, ella no era única, cada Caballero Templario era así. Hubo otro destello de luz, y Lilith apareció detrás de Badd. Ella había usado el electromagnetismo para acelerarse a velocidades sobrehumanas. Afortunadamente, Badd estaba acostumbrado a tratar con superhumanos.

“¡Egxess!”

Se dio la vuelta, su guadaña dejó un rastro de índigo mientras se lanzaba sobre Lilith. Pero antes de que la hoja devoradora de maná pudiera alcanzarla, desapareció en otro instante. Reapareció a una buena distancia e incineró a otro grupo de bestias y soldados de la Federación que estaban en combate a su alrededor. Continuó saltando por el campo de batalla, matando a todo lo que se le acercaba, sin importar si era amigo o enemigo. Mientras Badd, que era inmune a los efectos de la niebla, la perseguía, la luz naranja se derramó sobre el hombre lobo en sus brazos.

“¡Ngh, Badd! Lo siento, la he cagado. ¿¡A dónde se fue esa perra!?”

Badd extendió una mano para silenciar a Valf y activó el transmisor de pendientes Artefacto que había recibido de Miledi.

“¡Lyu, deshazte de la niebla alrededor de Lilith!”

“¿Estás segura?”

“¡Si! Ha empezado a volar indiscriminadamente. ¡Prefiero que me apunte directamente a mí, que tenerla saltando por ahí al azar!”

“Muy bien. Pero ten cuidado.”

Un segundo después, la niebla se desvaneció en una cúpula de 200 metros alrededor de Badd. Confundidos, los hombres-bestia de la zona dejaron de moverse por un segundo. Mientras todos se orientaban, Badd respiró y gritó con una voz más fuerte que el trueno de Lilith: “¡Retírense! ¡Yo me encargaré de las cosas aquí! ¡Sólo no dejes que ninguno de los otros caballeros venga aquí!”

Eso fue suficiente para que los hombres bestia se dieran cuenta de que Lyutillis había creado una arena de duelo para Badd y Lilith.

Los bestias se separaron rápidamente de los soldados de la Federación y comenzaron a acosar a los Caballeros Templarios alrededor de Lilith.

“¿¡Gaaaaaaaaaaaaaah!?”

Pero antes de que pudieran enfrentarse a los caballeros, una fuerza invisible los envió a todos volando hacia atrás.

“¿¡Fugyaa!?”

Al mismo tiempo, Sui voló hacia el claro, la sangre salpicando de sus heridas. Valf la agarró rápidamente antes de que pudiera caer, y un portal pareció hacer llover una luz naranja sobre ella.

“¡Dios mío! ¿Qué te pasa, Valf-san? ¡No puedes recibir una paliza y dejarme que me defienda sola! ¡Si te van a cortar de todas formas, al menos deberías haber sido mi escudo de carne! ¡Pensé que iba a morir ahí atrás!”

“Bueno, siento haberte dejado sola, conejita inútil”.

Sui era sorprendentemente enérgica para alguien que tenía un agujero en el estómago, incluso si se estaba curando. Valf le dio una disculpa sarcástica, pero no insistió en el tema. Había problemas más grandes a la mano.

“Disipaste la niebla que te protegía… Tontos.”

Otro caballero entró en la arena, con su cuerpo nebuloso e indistinto. Al disipar la niebla, su silueta se hizo más sólida, hasta que finalmente recuperó la forma física. El recién llegado era Zebal, el comandante de la tercera división de los Caballeros Templarios.

“Zebal… ¡Saca a los caballeros de aquí! ¡Voy a continuar mi ataque indiscriminado! ¡Envía sólo soldados de la Federación a esta arena!”

“¡Entendido!”

Zebal asintió con la cabeza y extendió los brazos delante de él. Un segundo después se transformó en un líquido incoloro y empezaron a absorber la humedad cercana. Extendió sus tentáculos de agua alrededor del borde de la arena, creando un anillo. ¿Por qué sólo sacrifican a los soldados de la Federación? Antes de que los hombres-bestia tuvieran tiempo de hacer esa pregunta, Lilith reanudó su aluvión de relámpagos.

“¡Oh, no, no lo harás!”

“¡Tendrás que pasar por encima de nosotros primero!”

“¡Odio esto! ¡Quiero irme a casa!”

Badd bloqueó el rayo de Lilith con su guadaña mientras Valf se agachaba y atacaba a Zebal.

En medio de la confusión, Sui desapareció.

Valf atacó a Zebal con sus garras enguantadas. Al mismo tiempo, activó su magia especial, el Campo de Flotación. Perder el equilibrio en un combate cuerpo a cuerpo era fatal, así que la habilidad de Valf era una de las más poderosas que había. Desafortunadamente, la magia especial de Zebal estaba perfectamente equipada para manejarla. Justo antes de que Valf atacara, usó la licuefacción para convertirse en agua. Como líquido, no tenía que preocuparse de que su equilibrio se viera afectado. Sin embargo, Valf no esperaba que un ataque tan simple funcionara en primer lugar.

“¡Muere, cabrón!”

“Tch. No tú otra vez.”

Sui apareció de repente junto a Zebal y le lanzó una petaca. El líquido verde que contenía se disolvería fácilmente en su forma acuosa. Naturalmente, ese líquido era veneno. Era una toxina muy especial que Sui había creado mezclando venenos cosechados de plantas con venenos cosechados de monstruos.

El veneno era lo suficientemente mortal como para derribar a un elefante. Aunque la licuefacción protegía a Zebal de los ataques físicos, su verdadera composición atómica seguía siendo la de un veneno normal para humanos, lo que significaba que aún podía matarlo. Canceló instantáneamente su licuefacción y se apartó del camino del frasco.

Pero mientras esquivaba, las garras de Valf se acercaron a él. Sin embargo, Zebal no había alcanzado el rango de comandante de la tercera división sólo por su magia.

Era muy hábil con sus dagas, y al combinar sus habilidades con la magia de fortalecimiento del cuerpo, fue capaz de resistir el ataque de Valf. Dicho esto, había sido inmovilizado por los ataques combinados de Valf y Sui. “¡Salgan de aquí, chicos! ¡Y asegúrense de que los soldados de la Federación no puedan entrar aquí!” Valf gritó.

“¡E-Entendido!”

Como resultado, Zebal fue incapaz de cumplir sus órdenes, y los hombres-bestia pudieron escapar de la arena del duelo.

“¡No te vas a escapar!”

Lilith trató de perseguir a los hombres-bestia en retirada, pero Badd bloqueó fácilmente su camino.

“¡Detengan sus caballos!”

“¡Ngh, maldito Cazador de Caballeros! ¡Deja de interponerte en mi camino!”

Justo cuando Lilith trató de activar su aceleración del rayo, Badd la rebanó a sus pies, forzándola a esquivar hacia atrás. En ese breve lapso de tiempo, los hombres-bestia habían completado con éxito su retirada. Sin embargo, Lilith estaba decidida a masacrar a tantos hombres como fuera posible, e intentó saltar a la niebla.

“Lo siento, pero no vas a pasar por aquí”.

“¡Maldito seas!”

Pero como antes, Badd predijo su trayectoria y se metió en el lugar donde terminaría. Estaba leyendo sus movimientos perfectamente.

“¿Cuántas veces crees que nos hemos peleado este último mes? Sólo un idiota no tendría resuelto lo que aras a estas alturas.”

Cada vez que Lilith activaba su supervelocidad, tenía el hábito de enviar una sola chispa en la dirección que pretendía. Con la niebla desaparecida, siguió esa trayectoria perfectamente, haciendo que Badd pudiera leerla fácilmente.

“¡Todavía no has ganado!”

Lilith gruñó. Le llamó la atención que Badd era lo suficientemente bueno para mantenerla a raya. Pero al mismo tiempo, Badd estaba frustrado por no poder darle un golpe decisivo a Lilith.

El comandante de los Caballeros Templarios aún era lo suficientemente hábil para defenderse de cualquier ataque fatal que Badd pudiera intentar. Además, Badd estaba muy ocupado asegurándose de que Lilith no matara a sus aliados.

Por eso les digo a todos que el título de Cazador de Caballeros es sólo una exageración. Badd pensó, una sonrisa de pena apareciendo en su cara. No podía usar ninguna magia especial, y su afinidad con la magia normal era mediocre en el mejor de los casos. En ese sentido, Badd Virtus era tan mediocre como se puede decir.

Pero después de pasar por años de entrenamiento infernal y de atravesar docenas de campos de batalla, Badd finalmente había adquirido suficiente habilidad para luchar al mismo nivel que los genios naturales. Si había algo en lo que confiaba, era en su propio valor e ingenio. Por eso…

“¡Vaaaaaalf! ¡Me vendría bien algo de ayuda aquí!”

“¡Yo también, idiota!”

Optó por cambiar de objetivo. Lilith y Zebal estaban tan concentrados en sus respectivos oponentes, que no consideraron la posibilidad de tener que enfrentarse a nadie más. Así que Badd y Valf cambiaron de lugar para tomar la delantera.

“¿Qué?”

“¡Maldito Cazador de Caballeros!”

El campo de flotación de Valf logró desequilibrar a Lilith, mientras que la guadaña de Badd cortó el líquido Zebal, robándole su maná. Naturalmente, Sui tampoco dejó pasar esta oportunidad.

“¡Odio las horas extras!”

“¡Ngh!”

A pesar de sus quejas, Sui reapareció junto a Lilith y clavó una daga envenenada en su flanco. Lilith y Zebal se tambaleaban hacia atrás, gravemente heridos. Pero justo cuando Badd y los demás se acercaron para asestar el golpe decisivo…

“No me subestimes… ¡Explosión de voltios (Volt Blast)!”

“¡Niebla pura (Pure Mist)!”

Lilith levantó su espada en el aire, convocando una tormenta de truenos y relámpagos que cegó y ensordeció a Badd y a los demás.

“¡Valf, Sui!”

Badd giró su guadaña sobre su cabeza para defenderse del aluvión de rayos. Egxess brilló con el índigo mientras su hoja giratoria se comía cada rayo que tocaba. Muy pronto, Valf y Sui vinieron a esconderse bajo su paraguas de protección.

“¿Qué diablos? ¡Ese veneno debería haberla matado! ¿De qué está hecha esa dama gorila?”

Sui no podía creer que a Lilith le quedara suficiente fuerza para rechazar un ataque tan poderoso. Entre rayos, Badd vio lo que le devolvía la fuerza. Tanto ella como Zebal estaban tragando un líquido azul pálido. La tez cenicienta de Lilith se llenó de vitalidad de nuevo mientras que las numerosas heridas de Zebal se desvanecieron.

Badd no esperaba que usaran la legendaria medicina que la iglesia daba sólo a los de rango de comandante o superior, Ambrosia. Por supuesto, Lilith y Zebal estaban furiosos por el hecho de que se habían visto obligados a desperdiciar una de sus mayores cartas de triunfo aquí, pero Badd y los demás se estaban desesperando ahora. Todo por lo que habían trabajado hasta ahora se había deshecho. Los ojos de Sui estaban vidriosos mientras Valf rechinaba sus dientes tan fuerte que se estaban agrietando.

“¡Uwooooooooooooooooh!”

“¡Tú tienes esto, Badd!”

“¡Estoy harto de esto! ¡Mejor que me protejas con tu vida, Badd!”

Badd se quejó cuando un rayo le cayó encima. Incluso con Egxess, le costaba absorber todo. ¡Si no puedo absorberlo todo, te enviaré algo a ti!

 “¡Es hora de cosechar, Egxess!”

Incontables  cuchillas  salieron  de  Egxess,  compensando  los  rayos  de  Lilith.  Cuando comenzó a empujarlos, Badd forzó a abrir un camino hacia Lilith.

“¡Valf!”

“¡Entendido!”

Valf corrió a través de la estrecha abertura. Pero Zebal, que se había aislado convirtiéndose en agua pura, se movió para bloquear su camino.

“No dejaré que dañes a la comandante.”

“¡Por favor, muere ya! ¡Estás haciendo mi trabajo más difícil!”

Sui saltó delante de Zebal y lo atacó con sus dagas envenenadas. Zebal bloqueó con sus propias dagas, y hubo un fuerte chillido metálico al chocar sus armas. Valf aprovechó la breve apertura para cerrar la brecha entre él y Lilith. Le lanzó una andanada de cuchilladas, usando el Campo de Flotación para desorientarla. Pero aunque eso detuvo con éxito la tormenta de rayos de Lilith, aún no estaban fuera de peligro.

“¡Rwoooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooo!”

Una letanía de gritos de batalla resonó en la  arena. Los soldados de la Federación finalmente se habían abierto camino. Eran tantos que parecían un enjambre retorcido.

“¡Lo siento, capitán Valf! ¡Pero no podemos detenerlos!”

“¡Están usando los cadáveres de sus camaradas muertos como arietes para atravesar la arena!”

“¡No se detendrán ni siquiera cuando les aplastemos los huesos! ¡Es como si no sintieran ningún dolor!”

Los hombres perseguían al enjambre de soldados, pero estaban todos cubiertos de heridas. Además, no importaba cuántos soldados mataran por la espalda, había demasiadas tropas de la federación entrando a montones. En segundos, las hordas de soldados de la Federación habían llegado a Valf y al campo de batalla de los demás.

“¡Traigan al Cazador de Caballeros!” Lilith gritó.

“¡Maldita perra!” Valf gritó mientras esquivaba los relámpagos en forma de serpiente que Lilith le había disparado. Mientras Valf estaba ocupado, los soldados pudieron concentrarse en Badd. Badd invirtió rápidamente la rotación de Egxess y comenzó a golpear a los soldados con el lado plano de su espada.

La fuerza de sus golpes fue suficiente para dejar a sus enemigos inconscientes, y si su resistencia sobrenatural al dolor les permitía soportarlo, el drenaje de maná que vino después hizo que se derrumbaran de todas formas. Pero entonces Lilith agarró a uno de los soldados para usarlo como escudo de carne y comenzó a avanzar sobre Badd.

“No puedes matar a estos tipos, ¿verdad? ¡Cobarde!”

“¡Cállate! ¡Lo que es cobarde es lo que estás haciendo!”

Por eso sólo quería dejar pasar a los soldados de la Federación. Sabiendo que no podía matar a los soldados, Badd se apartó del camino de Lilith. Sin embargo, Lilith predijo sus movimientos. Arrojó a su rehén a un lado y dio vueltas a su alrededor usando su aceleración sobrehumana. Con un rayo en su espada, le cortó la espalda a Badd.

¡Mierda! Honestamente, su tajo no fue una gran amenaza. Badd podía desviarlo fácilmente. Pero había tantos rayos que salieron de su espada que algunas de las chispas terminaron golpeando a Badd. Aunque no causaron ningún daño por sí mismas, hicieron que sus músculos tuvieran espasmos durante una fracción de segundo. Y en ese segundo, Lilith desató un nuevo golpe que no tenía ninguna esperanza de esquivar.

“¡Shaaaaaaaaa!”

Pero antes de que su swing pudiera aterrizar, Valf se deslizó entre los dos y le cortó las piernas a Lilith. Sólo dio un golpe de refilón, pero fue suficiente para frenar a Lilith por un momento. Y un momento era todo lo que Badd necesitaba. Se dio la vuelta, golpeando a Egxess contra el suelo, y usando el retroceso para empujarlo fuera de peligro.

Mientras sacaba a Egxess de la tierra, envió una andanada de suciedad hacia Lilith. Afortunadamente para él, la suciedad llegó a los ojos de Lilith, distrayéndola por un momento. En ese momento, envió incontables hojas de maná de su guadaña para dejar inconscientes a los soldados de la Federación. Ganándose un breve momento de respiro, Badd rápidamente recuperó el aliento. Valf también se retiró y se puso de pie a su lado. Sui, como siempre, se había desvanecido.

Probablemente estaba esperando otra oportunidad para atacar. Manteniendo su atención enfocada en Lilith y Zebal, Badd murmuró apologéticamente, “Lo siento… Sé que los estoy retrasando por mis estúpidos problemas”.

Esta era una zona de guerra. Aunque Badd no forzara sus ideales a los otros hombres- bestia, eso no cambiaba el hecho de que, con todo respeto, merecía ser ridiculizado por su decisión de no matar a los soldados de la Federación. Sin embargo, Valf arremetió con desdén y dijo: “No lo llames un descuido”. Ese es uno de sus ideales más preciados, ¿no? Entonces apéguese a él. No me gustaría luchar junto a una escoria que fácilmente renunciaría a sus creencias”.

“Ya veo…”

Los labios de Badd se enroscaron en una sonrisa sin miedo. Valf le devolvió la sonrisa. Estos dos tenían credos y educación completamente diferentes. Pero se respetaban lo suficiente como para confiarse la vida el uno al otro. A pesar de que eran humanos y bestias. Este era exactamente el tipo de futuro por el que los Libertadores estaban luchando.

“¡Blasfemo!”

“¡Tu propia existencia es una plaga en este mundo!”

Lilith y Zebal estaban disgustados por la confianza que veían entre Badd y Valf. Pero Badd y Valf no parecían perturbados por sus insultos.

“Hey, Badd. Si te quedas atrapado luchando con estos tontos no podrás cazar a esos caballeros, ¿verdad? ¿De qué sirve el famoso Cazador de Caballeros si no está matando caballeros?”

“Sí, es realmente patético. Especialmente desde que vine aquí para ayudarte a luchar contra la iglesia y todo eso.”

Los dos se burlaron juguetonamente. Como era de esperar, su actitud despreocupada enfureció a Lilith y Zebal. Los dos caballeros estaban decididos a poner a Badd de rodillas y hacerle rogar por su perdón. Desafortunadamente, los herejes a los que se enfrentaban eran fuertes. Abrumadoramente. Despreciaban a Badd y Valf, pero lo que más despreciaban era su propia incapacidad para erradicar a estos herejes. Pero eso estaba a punto de cambiar.

“¿Eh? ¿Qué está pasando?”

Badd fue el primero en darse cuenta. La niebla blanca sobre la cúpula parecía estar creciendo más brillante. Era casi como si alguna entidad brillante estuviera pasando por el cielo sobre la niebla. Un segundo después, hubo una explosión atronadora. Ondas de choque ondulaban a través de la tierra y el cielo. Vinieron del este.

“¿Qué demonios fue eso?”

“Espera, no me digas…”

Badd, Valf, y todos los demás hombres-bestia tienen las mandíbulas abiertas. Mientras tanto, Lilith sólo sonrió.

“Parece que tu tiempo finalmente se ha acabado. ¡Por Ehit!”

Ahora que ya no tenían que preocuparse por la seguridad de la Hija de Dios, la iglesia podía bombardear  el  Bosque  Pálido  sin  restricciones.  Y  ese  bombardeo  finalmente  había comenzado.