Tatoeba Last Dungeon Mae no Mura no Shōnen ga Joban no Machi de Kurasu Yō na Monogatari (NL)

Volumen 3

Capítulo 1: Una Sospecha Ineludible: Suponga Que Encuentra A Alguien Parado Sobre Un Cadáver Sosteniendo Un Arma

Parte 3

Coba había espiado una abertura. Confiado en que sería un éxito, había construido un hotel de lujo y su apuesta estaba dando frutos. Tenían una amplia gama de huéspedes de clase media y alta, y el hotel incluso se utilizó para reuniones de funcionarios gubernamentales o comerciantes importantes.

Y con la llegada de estos importantes invitados para la gran fiesta, la serie de víctimas que se vuelven comatosas podría amenazar la supervivencia misma del hotel.

“Lo del coma es malo, pero ante todo, el hotel tiene que funcionar correctamente…”

De pie en la entrada del hotel, Coba contempló los bosques de cipreses, reflexionando sobre el pasado.

Cuando la empresa se abrió por primera vez, había subestimado los desafíos que plantearía su ejecución, enfrentando un problema tras otro. Todo tipo de problemas, desde los quisquillosos con la comida hasta los piojosos borrachos… Pero los había superado todos, y finalmente lo había logrado. No estaría bien empezar a escatimar ahora.

“Todos están nerviosos, gracias a los incidentes… pero con ese chico aquí, creo que podríamos lograrlo”.

El pensamiento de Coba estaba en Lloyd, el chico de la sonrisa amable. Su habilidad en la cocina era impecable, pero su destreza física era aún más impresionante. Y este sobrehumano había aceptado el trabajo de inmediato, sin hacer preguntas. Lo que en realidad sugirió que podría ser preocupantemente ingenuo…

Coba se cruzó de brazos, mirando el camino frente al hotel, sus ojos se volvieron hacia Azami. Era de noche y el sol ya estaba bajo en el cielo, su brillo se reflejaba en la piel de su cabeza.

Sí… noche, el origen de la preocupación de Coba.

¿Realmente vendrá hoy?

Coba le había dicho a Lloyd que estaría bien si no podía llegar hasta la mañana siguiente, pero Lloyd acababa de decir: “Iré después de que termine la escuela. Debería estar allí por la noche”.

Lo había hecho sonar simple.

Coba se había reído, asumiendo que estaba bromeando, pero Chrome respondió: “No te sorprendas si lo está”. Su tono había sido tan sombrío que Coba quedó completamente confundido.

Aún le resultaba difícil de creer. Y esto lo dejó con un brillo sospechoso en sus ojos, como un policía que lleva el dinero del rescate, esperando que lleguen los secuestradores. El hotel se encontraba en la cima de una colina, por lo que tenía una vista considerable, y no se veía ni un alma.

Aun así… ese chico puede ser increíble, pero debo haberlo escuchado mal. Incluso a caballo, es un viaje de medio día.

Debe haber habido algún tipo de error. O fue una broma. Coba se rindió y giró sobre sus talones…

“¡Lo siento, llego tarde!”

“¡Eek!”

Lloyd estaba parado justo detrás de él. Coba dejó escapar un chillido inusual, su corazón casi salta fuera de su pecho.

“Uh… ¿estás bien?” Lloyd frunció el ceño, luciendo preocupado.

“S-Sí… pero ¿por qué vienes desde detrás del hotel?”

Ya era bastante difícil acercarse sigilosamente a un ex guardia. Pero por qué había venido de esa dirección era aún más desconcertante.

“La escuela terminó un poco tarde”, explicó Lloyd.

“Así que tomé un atajo por el bosque”.

“Uh…”

¿Había un atajo? Coba miró hacia donde apuntaba Lloyd. No vio nada más que un denso bosque, altas montañas, abruptos acantilados… el paisaje más impasible que se pueda imaginar. Esa región estaba llena de monstruos y Rokujou la había declarado zona de peligro. El camino había sido construido específicamente hasta aquí para evitar a los monstruos en esas montañas.

Lloyd pareció un poco avergonzado.

“Parecía que seguir la carretera sería una pequeña rotonda, así que me dirigí directamente aquí…”

Coba dibujó el mapa del terreno entre Azami y el hotel. En línea recta, técnicamente se podría trazar una línea recta entre los dos puntos… pero había al menos cuatro montañas en el camino.

Coba hizo una bola con ese mapa y lo tiró.

“¡Ya veo! Bien hecho. ¡Bienvenidos a mi hotel! ¡Bienvenido a Reiyoukaku!” Decidió no pensar en eso.

Lloyd hizo una profunda reverencia.

“¡Sí señor! ¡Lloyd Belladonna, presentándose para el servicio!”

Los buenos modales de Lloyd ayudaron a Coba a asentarse. Pero… Puede que haya convocado a un verdadero monstruo aquí…

Coba vio más de unos pocos pelos monstruosos y agujas de ciprés pegadas a la ropa del niño.

Sintiendo un poco de incomodidad entre ellos, Lloyd siguió a Coba mientras su nuevo jefe lo guiaba.

Rodeado por la abundancia de la naturaleza y bañado por la luz del sol poniente, el exterior del elegante hotel prometía escapar de la tristeza de la vida cotidiana. En la entrada había un área lo suficientemente grande para acomodar varios carruajes a la vez, pero ni una mota de tierra en ninguna parte. Hileras de flores perfumadas aseguraron que el olor de los caballos no perdurara.

En el interior, el vestíbulo había sido construido para rivalizar con cualquier teatro, provocando jadeos de los invitados. A pesar de lo estrecho que era la gran ciudad, Lloyd rara vez había visto un interior tan abierto. Los techos se elevaban, dándole una sensación de lujo, y había muchos asientos alrededor para que los invitados se relajaran.

La entrada y la recepción estaban a cargo de personal de aspecto experimentado, que saludaba a los huéspedes con sonrisas como si estuvieran dando la bienvenida a los miembros de la familia en casa.

La alfombra tenía una densidad de nudos tan fina que intentar contarlos sería inútil; había cuadros con firmas de artistas más deslumbrantes que los propios temas y jarrones que claramente significarían la ruina financiera si los destrozaras. La vista encontraría la aprobación de la nobleza que se había pasado toda la vida contemplando esos esplendores.

“¡Wow! Esto es solo… ¡Wow! ¡Solo he leído sobre lugares como este en los libros!”

La pura grandeza de todo esto estaba haciendo que Lloyd actuara según su edad.

“Bueno, como propietario, sin duda me alegra oírlo”.

“¿E-Estás seguro de que quieres un paleto de campo trabajando aquí?”

“¡No te preocupes! Simplemente siga mi ejemplo y escuche lo que le digan sus compañeros de trabajo. Ya tienes las habilidades sociales y de cocina; todo saldrá bien. ¿Estás bien para empezar a trabajar vestido así?”

“¡Oh sí! ¡Escucharé atentamente! ¡No te defraudaré! ”

Coba no pudo evitar sonreír. Luego condujo a su nuevo empleado hacia los baños.

Por unos pasillos, Lloyd sintió un escalofrío en el aire. Un gran e imponente baño se extendió ante sus ojos.

Primero vio una magnífica fuente tallada en una formación rocosa natural, llena de agua tibia para enjuagar sus manos y pies. El techo era al menos dos veces más alto que el de una habitación normal, con tragaluces empotrados para dejar escapar el vapor.

Luego vino el baño principal. Era tan grande que podías nadar en él. La estatua de un león en el centro hizo que Lloyd se sintiera como si hubiera tropezado con una ruina.

“¡Esto es increíble! Nunca había visto un baño como… ¿Mm?”

A los pies del león estaba sentada una mujer con un trapeador, leyendo una revista. Tenía el pelo rojizo ondulado de longitud media. Las puntas tenían pequeños rizos que brillaban como si los tratara con aceites perfumados. Sus ojos estaban bajos, pero sus labios y mejillas tenían un toque de maquillaje, y sus cejas estaban claramente bien cuidadas. La primera impresión de Lloyd fue que tenía mucho cuidado con su apariencia.

Llevaba un vestido color crema y un delantal blanco, como una sirvienta… pero no parecía inclinada a hacer una limpieza real.

“… Hmm,” dijo ella.

“Todos visten de blanco, ¿verdad?”

Ajena a su llegada, estaba completamente absorta en su lectura. Por lo que había dicho, Lloyd asumió que era una revista de moda.

“¿Um…?” —Dijo Lloyd, mirando a Coba en busca de una explicación.

Coba se dio una palmada en la cabeza calva y caminó rápidamente hacia ella.

“¡Oye! ¡Kikyou! ¡No holgazanear!”

El rugido de Coba resonó a través del baño. Kikyou rápidamente se metió la revista dentro de la camisa y recogió el trapeador.

“Oh… ah-ha-ha… ¡Encantado de verte aquí, propietario!”

Solo  pareció  culpable  por  una  fracción  de  segundo  antes  de  fingir instantáneamente que había estado trabajando todo el tiempo.

“¡No leas revistas!”

“¿Revistas? ¿De qué diablos estás hablando?”

“¡El de tu camisa!”

“¡Soy una niña en crecimiento!”

Golpeó el  bulto en su camisa. Eso  fue acompañado  por un susurro sospechosamente parecido a una revista.

“………”

“………”

Hubo más crujidos cuando la revista cayó al suelo. Coba lo recogió y lo arrugó en una bola.

“Caray. ¡Dije que pulieras las cosas! Quito mis ojos de ti por un segundo…”

“¡Pero soy refinada (polished)! Ah-ha-ha”.

Ella señaló la revista de moda que tenía en la mano. Lo tiró al suelo.

“¡No te pedí que te veas más refinada! ¡Dije que pulieras (polish) el baño con tu fregona!”

Kikyou asumió una expresión seria.

“Pero, Coba…”

“¿Qué?”

“¿Alguna vez has considerado las sensaciones de un trapeador al ser sumergido de cabeza en esta suciedad?”

“¿Alguna vez ha considerado los sentimientos de un empleador obligado a escuchar esa mierda de sus empleados?”

La interminable corriente de excusas finalmente estaba agotando a Coba.

Se volvió con indiferencia hacia Lloyd y señaló con el dedo en dirección a Kikyou.

“Esta es Kikyou. Ha estado alrededor del edificio y sabe lo que hace si puedes hacer que se concentre por un minuto…”

Kikyou pareció darse cuenta de Lloyd por primera vez. Ella le dio un pequeño saludo y una sonrisa. No es realmente la cara de alguien que está siendo regañado.

“¡Hola! Soy Kikyou, actualmente estoy reclutando lindos novios. Encantada de conocerte, chico”.

“Uh… soy Lloyd. Solo estoy aquí por las vacaciones, ¡pero estoy deseando trabajar contigo!”

Lloyd optó por un saludo un poco más tradicional. Kikyou se cruzó de brazos y asintió.

“Bueno, bueno, tienes los pies en el suelo. Espero ver en qué te convertirás en… ¿cinco años?”

“Espero que no aprenda las lecciones equivocadas de ti… Pon tu granito de arena y enséñele cómo funciona todo. Estaré en la cocina revisando la despensa. Lloyd, si empieza a aflojar, patea su trasero”.

Coba se alejó furioso, sacudiendo la cabeza.

“Hombre, el dueño lo tiene difícil. Toda esa responsabilidad, y él tiene que vigilar a todos los que están debajo de él… El mejor camino en la vida es evitar volverse importante, vivir libre y tomar los caminos más emocionantes”.

“Um…” Lloyd casi señaló que ella era la razón por la que lo tenía difícil, pero lo pensó mejor.

Tanto si era consciente de su opinión tácita como si no, Kikyou le dio a Lloyd un fuerte golpe en los hombros.

“¡No seas tan rígido, chico! Aquí el nombre de pila, ¿de acuerdo?”

“Uh, seguro.”

Cogió su revista del suelo y la alisó.

“¡Diviértete limpiando el baño!”

Kikyou no perdió el tiempo en delegarle su trabajo.

“Uh… ¿quieres que lo haga todo?”

Lloyd no esperaba esto y no pudo ocultar su sorpresa.

“Lloyd, en momentos como este, ¿sabes lo que diría un verdadero hotelero?” Kikyou adoptó una pose dramática.

“‘¡Por favor siéntate! ¡Soy totalmente capaz de manejar este sencillo trabajo por mi cuenta!”

Terminó con un enfático pulgar hacia arriba. Luego le hizo un gesto a Lloyd para que hiciera lo mismo.

“¡Vamos!”

“Uh, claro… ¡Soy totalmente capaz de manejar este trabajo fácil por mi cuenta!”

“¡Si! ¡Brillante! ¡Tienes un futuro como hotelero!”

“¿Lo-lo tengo?”

“Sí, sí. Un verdadero hotelero trabajaría hasta los huesos para los huéspedes. ¡Personal particularmente nuevo! ¡Cada acción que realice debe ayudar a los invitados o al personal veterano!”

“¡Es bueno saberlo!”

“Mm-hmm. ¡Diviértete con la limpieza!”

“¡Déjamelo a mí!”

Kikyou volvió a sentarse y comenzó a leer su revista nuevamente.

“… Espera… Lloyd, no puedes simplemente tomarme la palabra aquí. Definitivamente deberías discutir con… ”

Sintiendo que había ido demasiado lejos, Kikyou miró hacia arriba… “¡Todo listo!” Lloyd anunció alegremente.

“Ah-ha-ha, buena esa”, dijo, nerviosa.

“No te tomé por un bromista… uh…”

Sus ojos se entrecerraron mientras miraba a su alrededor. Las baldosas brillaban como si las hubieran instalado recientemente.

Con la boca abierta, Kikyou se levantó y pasó un dedo por el borde de la bañera. Hizo un chillido agradable. Sin residuos.

“¿Uh huh? ¿Cómo? ¿Qué?” balbuceó.

“¿A-Algo anda mal? ¿Echo de menos un lugar?” Lloyd se lo tomó completamente a mal.

“¡L-Lo siento!” gritó.

“Pensé que lo tenía todo… ¡Oh, los tragaluces! Iré a limpiarlos ahora”.

“Er, no, no el—”

¿Cómo había limpiado todo el lugar tan rápido? Antes de que pudiera preguntar, sus ojos dieron testimonio de lo increíble.