Tatoeba Last Dungeon Mae no Mura no Shōnen ga Joban no Machi de Kurasu Yō na Monogatari (NL)

Volumen 2

Capítulo 3: Un Cliché De Clichés: ¡Supongamos Que Un Torneo De Un Antiguo Manga De Batalla Cobró Vida!

Parte 2

Diez segundos, luego veinte. Parecía que había sumergido su cabeza en una pecera, estaba claramente en agonía: los gritos  surgieron de la multitud.

“¡Vaya, sigo así, él morirá, hombre, es difícil saber cuándo parar con los humanos!”

Mena lanzó el hechizo.

El agua se disipó y el Caballero del Templo se derrumbó, las extremidades se extendieron en todas las direcciones.

Con el agua saliendo de cada agujero en su cara, su boca estaba abierta como un hipopótamo bostezando, su cara azul por la falta de oxígeno. Y su cara también era como de hipopótamo, para su información.

“¡G-Ganadora! ¡Mena Quinone! ¡Que alguien le dé RCP al niño, ahora!”

“… Por favor, que… sea… una linda chica…”

“¡Parece estar bien! ¡Solo arrástralo fuera del escenario!”

Y así, la Academia de Hechicería Rokujou tuvo dos victorias, calificándolas para la siguiente ronda.

“… Supuse que Rol era la mayor amenaza, pero esas dos son malas noticias también”.

Como si los abucheos de la multitud fueran agradables al oído, Rol miró al grupo de Lloyd, sonriendo.

Los partidos después, bueno, sinceramente, eran bastante olvidables.

Después de esos dos combates, todos los demás no parecían nada especial. Ningún partido fue tan unilateral como lo habían sido los Caballeros del Templo.

“Solo las sorpresas aquí son las personas de la Academia de Hechicería Rokujou, ¿eh?” Selen observó.

Choline sacudió la cabeza.

“Bueno, antes de volverse locos, la gente pensaba que el Seminario Jiou Monk tenía la mejor oportunidad de ganar esto”.

Pero antes de que pudiera explicar más, un grupo de jóvenes envueltos en tela amarilla dio un paso adelante. Llevaban el aroma del incienso sobre ellos: sus manos entrelazadas simbólicamente, sus cabezas afeitadas brillaban a la luz.

“Creo que eres de la Academia Militar Azami. Somos del Seminario Jiou Monk”. El estudiante monje enfrente colocó sus palmas juntas y se inclinó.

Los dos detrás de él cayeron al suelo en oración.

“Uh, hola…”

“Ha habido muchos problemas entre Jiou y las tropas de Azami, pero como monjes en entrenamiento, no tenemos vínculos con esos asuntos. Por favor no les hagas caso. Espero un buen encuentro”.

Parecía un tipo realmente agradable, que sacaba la alfombra de debajo de la brigada Azami.

“C-Claro…”

Él era claramente agradable. Pero los estudiantes rezando postrados detrás de él, bueno, eso era simplemente extraño.

“Um”, dijo Lloyd.

“¿Por qué están esos dos orando?”

“Ah, están ofreciendo una oración de agradecimiento por su primer encuentro con una mujer en eones. No les hagas caso.”

“No debería haber preguntado”.

“¿Todos en este torneo están tan desesperados?” preguntó Selen.

Como los estudiantes de una escuela para niños en un festival escolar para niñas: no, los niños de secundaria nunca llegarían tan lejos. Se acercarían demasiado y tratarían de oler a las chicas.

Ignorando las miradas vidriosas de las chicas, el monje principal continuó con su oración.

“Pueden optar por el contacto ocasional con el cuerpo durante el combate, pero, por favor, no hagas caso. ¡Esperamos una buena pelea!”

“¡Oh diablos, no! ¡Nos importará muchísimo eso!”

Pero el grito de Riho se encontró con sombras plácidas e inquebrantables de deseos mundanos.

“Hasta luego.” Se fueron con las cabezas brillantes.

“¿Eso es lo mejor que tienen para ofrecer?” Preguntó Selen, incrédula.

“Desafortunadamente, sí”, dijo Choline, sacudiendo la cabeza.

“Los monjes de Jiou se esconden en las montañas, entrenando… justo cuando sus hormonas comienzan a arder. Casi nunca bajan a zonas pobladas… haciéndolos desesperados por la más mínima visión del sexo más justo. Entonces…”

“¿Qué?”

“¡Este Torneo Continental de Hechicería para Estudiantes es el que sus estudiantes tienen de experimentar el  mundo real! ¡Las batallas son feroces y sangrientas, y los concursantes son realmente los mejores del seminario!”

“Es como arrojar sanguijuelas hambrientas en tu pecera…”

“Sus monjes usan técnicas que sellan tus poderes mágicos. Adquirir esa habilidad requiere tanto la aptitud natural como un montón de trabajo duro… pero es por eso que han podido conquistar a tantos vecinos”.

“Lo que significa que la calentura expande el imperio, eh…”

“¡Espera!” Lloyd farfulló. Había estado escuchando atentamente y vio esto como una clara amenaza.

“¿Quieres decir que pelean sellando la magia de otras personas? Si tu magia se sella en un torneo mágico, ¡no tienes forma de ganar!”

Riho no parecía preocupada. Ella sabía cómo manejar esto.

“Solo pueden sellar tu magia si te tocan. Así que no los dejes”.

Le dirigió una mirada puntiaguda al cinturón maldito de Selen.

“¡Oh… ella es una buena pareja, está bien!” Dijo Choline.

Ya sea que entendiera esa pista o no, Selen parecía confiada.

“¡No dejaría que nadie más que Lloyd me pusiera un dedo encima! ¡Voy a enviar a esos calvos a empacar! ”

Ella se dirigió al escenario, riéndose.

“¡La Academia Militar Azami versus el Seminario Jiou Monk! ¡Comiencen!” gritó el árbitro.

El monje se lanzó hacia adelante, murmurando por lo bajo, con los ojos bien abiertos, las manos haciendo gestos a tientas. Había una corriente eléctrica muy pequeña corriendo por las manos, por lo que debe haber sido un rayo.

“¡Permíteme masajear los deseos mundanos de ti!” Dijo un conjunto de deseos mundanos.

“¡Vete, asqueroso! ¡Te derrotaré en nombre del verdadero amor!” Dijo el acosador.

En cierto sentido, este fue un duelo que vale la pena ver… pero Selen no había sabido nada sobre magia unos días antes. Solo una cosa podría compensar eso…

¡Snap! ¡Craaaaack!

“¡¿Qué?!”

“¡Ha! ¡Mi defensa impenetrable! ¡Nada pasa el cinturón maldito!”

El cinturón maldito. Un artefacto de Kunlun, originalmente era la piel de Vritra, la Bestia Divina, ahora convertida en una pieza de equipo que protegería a su usuario de cualquier intento malicioso. La maldición no había causado más que sufrimiento durante la mayor parte de su vida, pero ahora se había convertido en su aspecto característico.

El monje cambió de dirección, moviendo sus palmas en una nueva trayectoria, desde las tetas hasta los muslos, para ser específicos.

Pero, de nuevo, el cinturón lo abofeteó, como una anfitriona experimentada que no acepta tonterías.

Habiendo sido reprendido adecuadamente, la expresión serena del monje pervertido se desvaneció, sus fosas nasales se llenaron de ira.

“Hngg… ¡Vamos, solo un poco!”

El niño llorón dentro de él estaba saliendo. Selen aprovechó esta oportunidad.

“-¡Fuego!”

El despliegue del hechizo y el canto tomó algo de tiempo, mostrando cuán apresuradamente había adquirido estas nuevas habilidades. Y la llama producida fue apenas significativa, pero fue arrojada directamente a la cara desde una corta distancia. Suficientemente efectivo.

“¡Hngg! ¡Déjame que te manosee!” Ardiendo, el monje siguió luchando desesperadamente.

“… ¡Fuego!”

“¡Nalgas!”

“… ¡Fuego!”

“¡T-Tetas!”

“… ¡Fuego!”

“… Al menos… las piernas… por favor…”

Al ver al monje pasar de medio raro a bien hecho, la multitud comenzó a chillar.

Gritaban cosas como: “¡Uno más para acabar con él!” o “¡Esa es nuestra Princesa del Cinturón Maldito! ¡Sin piedad!” o “¡Deja de arruinar al representante de los señores locales!” Ese último tenía que ser Allan.

Durante diez minutos, los torpes hechizos de Selen lo convirtieron en rosbif hasta que cayó al suelo sin siquiera tocarla.

“¡Maldición! Maldición… “, sollozó. Como, en serio lloró.

“¡Ganadora! ¡Selen Hemein!”

Cuando  escuchó  eso,  Selen  pareció  aliviada  y  se  arrastró  fuera  del escenario, luciendo exhausta.

“¡Bien hecho, Selen! ¡Ese cinturón es increíble! Lo manejaste totalmente.”

“Gracias… pero estoy tan fuera de la magia…”

Ella se veía realmente agotada. Ella tuvo que soportar los ataques de acoso sexual del monje estudiante además de usar las habilidades recientemente adquiridas.

“¿E-Estás bien?” Preguntó Lloyd, preocupado. Como si hubiera estado esperando ese momento, Selen se derrumbó contra él.

“¡Oh… me siento débil! Pero estaré bien. Aferrarme a tu lado permitirá que mi magia se recupere más rápido… ”

“Eh, eh… ¡Eso hace cosquillas!”

“¡Esa es la magia! ¡Prueba de que mi magia se está recuperando!” La lógica de Selen era sospechosa pero sus deseos se cumplieron.

Al no tener sentido discutir el asunto, Riho simplemente agarró a Selen por la nuca y la apartó de Lloyd.

“Creo que beber una poción mágica te ayudará a recuperarte mucho más rápido que aferrarte a Lloyd”.

“¡¿De qué estás hablando?! ¡El vencedor merece una recompensa! …¡Mmph!”

Riho empujó una pequeña botella de poción entre los labios de Selen, silenciándola. Bajó por la tubería equivocada, y Selen se quedó tosiendo.

“¡Gah, hack, tos! ¡Tan… tan amargo! ¡Blegh!”

Las pociones mágicas estaban hechas de pétalos de flores y alas de mariposa mezcladas con malezas, por lo que eran arenosas, amargas y tendían a picar. Si no se demostrara que son efectivos, nadie en su sano juicio nunca los bebería.

Dejando a Selen asfixiada, Riho agitó una mano y se alejó.

“Caray… ¡Hora del próximo encuentro! ¡Nos vemos!”

“¡B-Buena suerte!” Dijo Lloyd.

Riho le lanzó una sonrisa genuina, una rareza.

“Tengo esto.”

Riho subió al escenario para encontrar al primer monje con el que habían hablado que ya estaba parado allí, formando símbolos con sus manos.