Otome Game no Hametsu Flag shika nai Akuyaku Reijou ni Tensei shite shimatta… (NL)

Volumen 8

Capítulo 4: El Baile

Parte 1

El tercer día de la Asamblea, se suponía que íbamos a asistir a un baile. Desayuné y luego mi hermano Keith me visitó en mi habitación. Dijo que quería comprobar cómo habían ido las cosas ayer, ya que estuvimos separados todo el día.

No dejaba de preguntarme si había hecho algo malo, si había causado algún problema, etc. Sonaba tanto como una madre preocupada por su problemática hija que casi accidentalmente lo llamé “mamá”.

Le dije que el día había transcurrido sin problemas y que todo lo que había hecho era responder preguntas sobre él.

“A las mujeres realmente les gusta ese tipo de tema.” Dijo, sonriendo con ironía. Las chicas siempre se le acercaban de manera tan agresiva que ahora odiaba incluso oír hablar de ello.

“¿No hubo nada de eso entre los hombres?” Le pregunté.

“La mayoría de la gente hablaba de comercio y política. Pero los más jóvenes también comentaban sobre las chicas. Dijeron que hay muchas chicas bonitas.” Respondió.

“Así que eso también sucede en las reuniones de los chicos, ¿eh?”

Dos días antes, María y Sophia habían recibido los avances de algunos hombres. Entonces tenía sentido que los hombres también hablaran de chicas.

“Sí.” Me dijo Keith mientras estaba sumido en mis pensamientos.

“E incluso hablaron de María.”

“¿María? ¿Qué?” ¿Por qué estaban hablando de una chica que ni siquiera participaba en la Asamblea?

“Incluso si ella no aparece en ninguna reunión pública, algunas personas la vieron trabajando como empleada doméstica. Los rumores de una hermosa doncella con cabello rubio y ojos azules ya están circulando.”

Era tan bonita que la gente siempre se fijaba en ella, por lo que los rumores eran inevitables. Pero, incluso si su misión no era de alto secreto, aun así, era confidencial. Toda esa atención no podría ser buena para ella.

“Me pregunto si ella estará bien…” Susurré para mí.

“María puede manejarse mucho mejor que tú, así que no hay nada de qué preocuparse. Los demás y yo nos encargaremos de ayudarla, así que asegúrate de no hacer nada. Te arriesgas a hacerle la vida aún más difícil.”

Tenía que admitir que los problemas tenían una tendencia a seguirme, así que tenía razón. Asentí.

“Entonces nos vemos en el baile. Escucha lo que te dicen los sirvientes y asegúrate de prepararte adecuadamente.” Dijo Keith, sonando nuevamente como nuestra madre, antes de dejarme sola para prepararme.

Pensé en María. Después de desmayarme, soñar y aprender que la Asamblea era parte del juego, encontré alivio en el hecho de que al menos no me preocuparía.

Pero en cuanto a María… podría pasar cualquier cosa. Tal vez iba a tener algún tipo de encuentro romántico con Jeord, Keith u otro de los intereses amorosos… Pero Keith sonaba como si no la hubiera visto directamente.

No tenía idea de cómo habían ido las cosas y, aunque quería preguntarle a María al respecto, ni siquiera sabía en qué parte del castillo estaba trabajando.

De todos modos, incluso si no sabía qué tipo de evento tenía reservado el juego, sabía que la villana Katarina no tenía nada que ver con eso.

¡Debo olvidarme de eso y concentrarme en el baile!

 Me llené la boca con el pan que me prepararon para el desayuno en un intento de ponerme en la mentalidad correcta. Luego, con el estómago lleno de carbohidratos, comencé a prepararme para el baile.

Esto no era nada nuevo, pero los preparativos por los que debían pasar las damas nobles antes de poder unirse a este tipo de eventos tomaban demasiado tiempo.

“Señorita, por favor mire hacia arriba. No, sólo con la cabeza.”

Estaba rodeada de sirvientes que me limpiaban la piel, me maquillaban y todo eso. Habían pasado casi tres años desde mi primer baile, así que estaba acostumbrada a quedarme quieta mientras me arreglaban.

Sólo necesitaba sentarme allí y ellos se encargarían de todo. Después de unas horas de soñar despierta, me dijeron que estaba lista y que era casi la hora del baile.

Fue entonces cuando Jeord vino a acompañarme al salón de baile. Siendo un príncipe, estuvo muy ocupado durante la Asamblea, así que no lo había visto en los últimos dos días.

“Oh, mi hermosa prometida, finalmente podemos estar juntos.” Dijo, ofreciéndome su mano con elegancia como siempre lo hacía.

Lo saludé con una reverencia, como se esperaba que hiciera una dama, y tomé su mano. Últimamente Jeord había sido muy directo con sus avances, pero se controlaba ahora que estábamos en medio de un importante evento internacional. Sus líneas eran coquetas, pero su comportamiento era más dócil de lo habitual.

“No te metas en líos, no te metas en nada que no te concierna, y trata de quedarte donde pueda verte.” Me dijo con una mirada seria en sus ojos.

“Lo haré.” Respondí, sorprendida de verlo con ese tipo de expresión.

Luego me acompañó hasta el salón más grande del castillo, ya lleno de gente de todos los países vecinos. El ambiente internacional era el mismo que en los días anteriores, pero la escala era mucho mayor— la mayoría de los nobles y la realeza que participaban en la Asamblea estaban allí para el baile.

Como Sorcié era el país más rico y seguro de la región, la Asamblea de este año tenía incluso más participantes de lo habitual, o eso me habían dicho. De hecho, había tanta gente que ni siquiera podía encontrar a Keith y los demás.

Mientras buscaba a mis amigos, Jeord se vio rápidamente rodeado por un grupo de personas. Todos querían saludarlo, ya que era uno de los príncipes del país anfitrión. Como su prometida tenía que quedarme a su lado, sonriéndole a todo el mundo.

Finalmente, se nos unieron los dos hermanos mayores de Jeord con sus respectivas prometidas. No los había visto desde el inicio de la Asamblea.

“¡Lo estás haciendo muy bien, Jeord! Pero si necesitas algo, debes saber que puedes contar con tu Onii-chan, ¿de acuerdo?” Dijo Jeffrey, el príncipe mayor, sonando tan casual como de costumbre.

“Y puede contar conmigo, Lady Katarina.” Me dijo Susanna, su futura esposa.

Por otro lado, el segundo príncipe, Ian, parecía severo y serio.

“Veo que los saludos van bien. ¿Ha habido algún problema?” Le preguntó a Jeord.

Selena, la prometida de Ian, me saludó con una elegante reverencia y una pequeña sonrisa amistosa. Los dos hermanos mayores de Jeord no podían verse más diferentes entre sí: uno de ellos siempre se reía y bromeaba, y el otro siempre estaba en silencio y muy serio.

Incluso después de despedirse de ellos, los saludos estaban lejos de terminar. Esperábamos que Mary y Alan también vinieran a saludarnos, pero parecían estar ocupados en otra parte y yo estaba empezando a cansarme.

“Te ves fatigada.” Dijo Jeord.

“Hay refrescos en ese lado del pasillo, así que debes ir allí y descansar.”

Tenía razón y, lo que, era más, había estado tan ocupada preparándome para el baile que no había tenido tiempo de almorzar como era debido. Estaba hambrienta.

“Sí. No tardaré.” Dije, extremadamente agradecida, y dejé a Jeord con elegancia para dirigirme hacia los refrigerios.

“Quédate donde pueda verte y abstente de hacer algo inapropiado.” Me susurró mientras me alejaba.

Asentí, pero también me pregunté si Jeord había sido infectado con sonar como mi madre de Keith.

A pesar de todas las personas presentes en el salón, el espacio para refrescos no estaba tan lleno. Tampoco parecía que hubiera mucha gente bailando. Probablemente todos estaban ocupados saludando o intercambiando información entre ellos, lo cual, después de todo, era el punto principal.

Agradeciendo mi buena suerte por tener la mayor parte del buffet para mí, comencé a colocar un manjar tras otro en mi plato y luego comencé a comer feliz. La cocina del castillo siempre fue deliciosa, pero la de hoy fue increíble. Sentí que me estaba metiendo en la boca sabrosas obras de arte. Mariscos frescos en adobo, carnes tiernas y jugosas, postres coloridos…

Haaah, todo es tan sabroso. A medida que la comida se derrite en mi boca, puedo sentir que el cansancio desaparece de mi corazón…

Mientras disfrutaba del buffet, miré por la ventana y noté que algunas personas habían salido del pasillo hacia el patio. Ahora que miraba mejor a mi alrededor, me di cuenta de que se podía ir directamente al jardín desde la terraza conectada a este salón. La puerta estaba abierta, invitando a las personas que habían estado en la habitación abarrotada y sofocante a respirar aire fresco.

En cuanto al clima, era una noche perfecta, ni demasiado fría ni demasiado calurosa, así que también quería entrar un poco en el jardín.

Si tan sólo Jeord no me hubiera dicho que me quedara donde pudiera verme… pero salir y entrar no estaría de más, ¿verdad? Sólo por un segundo.

Estaba pensando si ir o no, mirando hacia el jardín, cuando noté una figura familiar cruzando mi campo de visión.

¿Qué está haciendo aquí y por qué tiene tanta prisa? Pensé, viendo a María corriendo por el jardín con su ropa de sirvienta.

Seguí mirando en esa dirección y noté a dos hombres, que parecían nobles extranjeros, corriendo tras ella. Corrí al jardín, persiguiéndolos a los tres.

A juzgar por lo frenéticamente que corría María y lo horripilante que sonreían esos dos hombres, tuve que concluir que la perseguían.

Me preguntaba qué había pasado y si estaba bien. Pero cuando llegué al jardín, ella ya había ido tan lejos que ya no podía verla.

¿A dónde fue? ¿Ella está en otro lugar? ¿Oh? ¡Hay alguien ahí!

 Después de correr un rato, noté a alguien detrás de un arbusto y me acerqué con la esperanza de que esa persona fuera María. Desafortunadamente, era un par de hombres de mediana edad que nunca había visto antes.

Estos hombres claramente obesos y de apariencia tonta ni siquiera eran los que iban tras María. Estaba lista para volver a correr detrás de mi amiga, pero luego escuché su conversación.

“¿Entonces puedo comprar niños que usan magia en ese puerto?”

“Si. Pero es ilegal, así que escuché que son muy caros.”

“Esta gente Sorcié, terca como siempre. ¿Por qué prohibieron el comercio de niños?”

¡¿Qué acaban de decir?!

 Terminé escuchando algo que hubiera sido mucho mejor si no hubiera escuchado. Y me di cuenta de que, si se daban cuenta de que los había escuchado, las cosas empeorarían aún más.

Traté de irme, pero estaba tan nerviosa que accidentalmente rocé el arbusto, haciendo un ruido muy fuerte.

“¡¿Quién está ahí?!” Gritó uno de los hombres.

Tenía miedo y quería huir, pero mi cuerpo no se movió. Mientras estaba inmóvil, vi un brazo saliendo de un arbusto diferente, agarrándome y tirándome hacia adentro mientras yo no ofrecía resistencia.

Después de que desaparecí entre las hojas, los hombres comenzaron a caminar, buscando la fuente del ruido.

“No hay nadie aquí… Debo haberlo imaginado.”

“Nos estamos poniendo demasiado tensos por hablar de este tipo de cosas. No hay forma de que alguien venga aquí, tan lejos del pasillo, pero aun así estoy nervioso. Continuemos esta conversación en mi habitación.”

Después de intercambiar estas palabras, los dos hombres comenzaron a caminar hacia el pasillo.

Dejé escapar un suspiro de alivio. De alguna manera logré escapar.

“Gracias.” Dije, dándome la vuelta para ver quién era el que me había puesto a salvo.

“¡¿Qué?! ¡¿Cezar?!” Grité de sorpresa al ver su rostro.

Ahora bien, no se parecía en nada al hombre que me estaba contando historias en el jardín el día anterior. Su cabello salvaje estaba peinado y alisado, y su ropa era la de un noble extranjero.

Me di cuenta de que era él  porque lo  estaba mirando a la cara desde tan cerca, pero probablemente no lo hubiera notado sólo por saludarlo en el baile. Se veía tan diferente.

“Cezar, ¿por qué te ves así? Y esa ropa…”

Nunca había visto a un sirviente con este aspecto…

“Lo mismo te digo a ti, Katarina…” Dijo, mirándome con una expresión confusa.

¡Así es! ¡Siempre me encontraba con él después de ponerme mi ropa cómoda y quitarme el maquillaje! Después de que las sirvientas hubieran hecho su magia en mí, también debo lucir completamente diferente.

“Eso sería, bueno… De todos modos, ¿escuchaste a esos tipos? ¿Soy sólo yo o estaban hablando de cosas aterradoras?”

No pude encontrar ninguna buena excusa, así que cambié de tema.

“Hablaban de trata de personas, sí.” Dijo. Por la forma en que aprovechó la oportunidad para hablar sobre otra cosa, estaba claro que él también había estado ocultando algo.

“¿Data de personas? Oh, ¿trata? ¡¿El crimen de comerciar con personas?!”

Lo miré en estado de shock, y él me devolvió la mirada como si me estuviera perdiendo la cosa más obvia del mundo.

“Quiero decir, los escuchaste, ¿verdad?”

“Lo sé, pero… ¡la trata de personas está prohibida en Sorcié!”

“Por supuesto que lo está, ya que su país es tan seguro y rico. Pero lo mismo no se aplica en todas partes.”

Él estaba en lo correcto. No había aprendido sobre eso en el seminario, pero Sora me había hablado de ese tipo de cosas en el pasado. Me había olvidado de cosas como esta porque no sucedían en un país tan pacífico como el nuestro.

“Por supuesto, está prohibido en la mayoría de los otros países, en teoría.” Continuó.

“Pero en muchos lugares, las autoridades hacen la vista gorda. Incluso en Ethenell, la prohibición de la trata de personas sólo comenzó a aplicarse cuando el nuevo rey tomó el trono.”

Pensaba que la trata de personas, incluso en el extranjero, era algo muy raro. Saber que estaba tan extendido me entristecía tanto que podía sentir un dolor en el pecho.

“Esta parece ser la primera vez que te enteras de esto. Debe ser porque te criaron en Sorcié.”

“… Sí. Sólo sabía que estaba prohibido, e incluso si sabía que algunos lugares todavía lo hacían, me imaginaba que era un problema muy pequeño… era tan ignorante.”

“Eso es normal— la gente no anda diciendo que trafica con vidas humanas, y meter las narices en los asuntos de otros países podría incluso llevar a problemas diplomáticos. Pero a juzgar por lo que dijeron esos tipos, los niños traficados son de Sorcié.” Dijo con una expresión severa en su rostro.

“¡¿En serio?!” Pregunté sorprendido.

“¿No estabas escuchando?” Preguntó, más sorprendido.

“En realidad no estaba escuchando a escondidas ni nada, simplemente capté algunas partes por coincidencia. Escuchaste todo, ¿verdad? ¿Podrías explicármelo?”

Como me había dicho, realmente no podía hacer nada sobre la trata de personas en otros países, independientemente de lo triste que me sintiera por ello. Pero tal vez si sucediera aquí en Sorcié, donde estaba estrictamente prohibido, podría hacer algo para ayudar.

Miré a Cezar directamente a los ojos, y él me miró, preocupado, mientras se rascaba la cabeza con torpeza.

“No es algo que normalmente quisiera que escucharas, pero supongo que no tengo otra opción. Me las arreglé para escucharlos decir que secuestran a niños que pueden usar magia y los venden a otros países, a un alto precio, en el puerto de Sorcié.”

“No puedo creer que algo así esté pasando en mi país…” Estaba tan sorprendida que mi rostro se puso rígido.

“Los niños que pueden usar magia son extremadamente valiosos, especialmente fuera de Sorcié, donde casi ninguno de ellos nace. Son tratados como posesiones preciadas cuando nacen, y muchos querrían uno. Pero Sorcié es un lugar rico y pacífico, e incluso los plebeyos no son lo suficientemente pobres como para considerar vender a uno de sus hijos, y, de todos modos, la mayoría de los niños mágicos nacen en familias nobles. Por eso tienen que secuestrarlos en lugar de comprarlos… Pero no creo que les resulte fácil secuestrar a niños nobles. Es posible que simplemente estén secuestrando a niños comunes y corrientes y pretendiendo que pueden usar magia.”

Lo que comenzó como una explicación eventualmente se convirtió en Cezar ideando teorías como si hablara solo. Estaba acostumbrado a verlo como un joven amable y alegre, pero su rostro sombrío ahora se parecía más al de un funcionario talentoso.

Nunca fui particularmente inteligente, pero no me tomó mucho pensarlo para darme cuenta de que estaba escondiendo algo. No podía ser simplemente un sirviente.

¿Quién es él?

Esa pregunta pasó por mi mente, incluso cuando estaba llena de ira después de enterarme de los terribles crímenes que estaban ocurriendo en Sorcié.

“De  todos  modos,  quedarnos  aquí  pensando  por  nosotros  mismos  no  resolverá  nada. Necesitamos informar esto a las personas adecuadas y luego recopilar información. Por cierto,

¿qué estabas haciendo aquí?” Me preguntó, y su expresión volvió a la habitual y amistosa.

“Bueno, yo…”

Sí, ¿qué estaba haciendo aquí? ¡Por supuesto! ¡María! ¡Estaba tan distraída por todo esto que me olvidé de ella!

Me pregunté cuánto tiempo había pasado desde que perdí de vista a María y sus perseguidores.

“Vi a una amiga siendo perseguida por hombres desconocidos que parecían nobles extranjeros, y corrí tras ellos para ver qué estaba pasando. Sin embargo, los perdí, así que estaba tratando de encontrar a dónde fueron.” Le expliqué, e inmediatamente volvió a ponerse serio.

“¿Nobles extranjeros…? ¿Esa amiga tuya es una dama noble?”

“No, ella es una plebeya… bueno, ella trabaja aquí como sirvienta. Ella tiene cabello rubio y ojos azules. Ella es increíblemente linda. ¿La viste?”

“He estado descansando por aquí un tiempo, pero no vi a ninguna chica como la que describiste. No creo que haya corrido en esta dirección.”

“Ya veo… Pero entonces, ¿a dónde se fue?”

No tenía ni idea. No estaba tan familiarizada con el castillo y ni siquiera sabía dónde estaba trabajando María.

“¿Qué puedo hacer?” Me dije a mi misma.

“Puede que sepa a dónde fue. Sígueme.” Dijo Cezar, agarrándome del brazo y rápidamente jalándome con él.

“Aquí.” Dijo, deteniéndose frente a un edificio dentro de los terrenos del castillo que nunca había visto antes.

“¿Y esto qué es?”

“Aquí es donde se alojan los nobles extranjeros y otros dignatarios.” Explicó.

“Ya veo, pero ¿por qué estaría ella aquí?” Pregunté, incapaz de entender cuál era la conexión. Podía sentir los signos de interrogación figurativos apareciendo en la parte superior de mi cabeza.

Vi que el rostro de Cezar se ponía sombrío y me preocupé por haberle preguntado algo malo.

“Una chica pura y apropiada como tú puede que no entienda esto, pero si un noble está corriendo tras una linda doncella, probablemente quiera llevarla a su habitación.”

“Y eso sería…”

“Para obligarla a hacer cosas, sí.”

¿Cosas? ¡Espera…! 

“¡N-No! ¿Sin su permiso? ¡Eso es un crimen!” Grité, finalmente entendiendo lo que quería decir. ¡¿Alguien realmente estaba planeando llevar a cabo un crimen como ese dentro del castillo?!

“Aquí en Sorcié, donde tratas a los sirvientes como seres humanos, obviamente lo pensarías así. Pero también hay países donde los sirvientes se consideran objetos para que los nobles los usen como les plazca.”

“Pero los sirvientes también son personas…” Dije, sorprendida de escuchar esto.

“Por supuesto, los nobles de alto rango entienden que las reglas de su país no se aplican en Sorcié y no harán nada para comprometerse. Pero dado que este año la Asamblea se lleva a cabo en un país tan seguro, incluso algunos nobles de menor rango, que normalmente no participarían, vinieron. Y algunos de ellos no entienden realmente cómo funcionan las cosas aquí.” Explicó.

Miró hacia el edificio y luego continuó: “Este edificio de aquí es donde se alojan esos nobles de bajo rango. Creo que vale la pena echarle un vistazo.”

La mayoría de las ventanas, como se esperaba, parecían oscuras, ya que las personas que se alojaban en esas habitaciones todavía estaban en el baile. Pero había algunas con luces encendidas. Caminé más cerca del edificio y entrecerré los ojos para ver el interior.

“¿Qué diablos estás haciendo?” Cezar me preguntó, sonando desconcertado.

“¿Qué? Sólo estoy tratando de revisar el interior…” Dije, confundida, y suspiró con incredulidad.

“¿Cómo puedes comprobar el interior desde aquí?” Dijo, y dado que la mayoría de las habitaciones iluminadas estaban en el segundo piso, tenía algo de razón.

“¡Tengo muy buenos ojos, a pesar de mi apariencia!”

“¿A pesar de tu apariencia? ¿Y eso que significa? Dejemos de perder el tiempo. Iré a preguntarle a los sirvientes que están adentro y tú… No creo que nadie te moleste, dado cómo estás vestida. Sólo espera aquí.”

“¡Entonces iré contigo a preguntar!” Dije, en parte porque no quería esperar allí sola.

“Eso no funcionara. Tengo la sensación de que las cosas saldrían mal si vienes conmigo. Sé una chica buena y espera aquí.” Dijo, dejando en claro que su opinión no iba a cambiar.

No tuve más remedio que hacer lo que me dijo y esperar a que regresara.

“Voy a entrar y comprobarlo, así que por favor asegúrate de quedarte aquí.” Se repitió antes de irse al edificio.

Pero, ¿cómo podría quedarme aquí sin hacer nada mientras mi amiga María estaba en riesgo?

Hice todo lo posible por mirar por las ventanas. Incluso si decía que sería una pérdida de tiempo, sentía que tenía que hacer algo.

Las cortinas de la mayoría de las habitaciones estaban cerradas, por lo que sólo podía distinguir las siluetas de las personas que estaban dentro. Intenté entrecerrar los ojos en los espacios entre las cortinas, pero eso no lo hacía más fácil.

Y luego, después de mirar una habitación tras otra, mis ojos llegaron a la habitación de la esquina en el segundo piso. Vi tres siluetas: dos de hombres y una de mujer.

¡Podrían ser María y los dos hombres que la perseguían!

Inmediatamente corrí justo debajo de esa habitación y traté de mirar más de cerca. Me las arreglé para mirar a la mujer a través del espacio entre las cortinas y, efectivamente, ese cabello rubio, ojos azules y rostro hermoso pertenecían nada menos que a María.

¡Ella está aquí! ¡Cezar tenía razón! 

Esos dos nobles habían llevado a María a su habitación… ¡y estaba en peligro!

Miré la dirección en la que Cezar se había escapado y no vi a nadie. Aun no regresaba. Me había dicho que me quedara aquí, pero ¿cómo podía hacer eso dadas las circunstancias?

Sabía qué habitación era, así que tuve que irrumpir… pero nunca había estado dentro de ese edificio y no sabía cómo llegar a la habitación específica a la que necesitaba llegar.

Y, al estar en la esquina del segundo piso, el lugar donde estaba detenida María era también la más alejada de la entrada que había usado Cezar.

Cuanto más tiempo pierdo así, más arriesgada se vuelve la situación para María…

 Estaba mirando a mi alrededor con frustración cuando noté un árbol con ramas extendiéndose cerca del balcón de esa habitación de la esquina en el segundo piso.

Revisé el árbol y sus ramas parecían gruesas y robustas. ¡Puedo escalar eso! Me acerqué e intenté levantar la pierna, pero no pude. Esto no va a funcionar.

No tendría ningún problema para trepar a los árboles con un vestido normal, pero el que estaba usando para el baile era tan largo y estaba tan cargado de volantes que tenía problemas para moverme, y obviamente mis habilidades para escalar recibieron un gran impacto.

Lo siento, papá. Sé que debe haber sido un vestido caro. Te prometo que te lo pagaré cuando reciba mi salario del Ministerio, me juré a mí misma y comencé a arrancarme los adornos.

Debía verme terrible con el dobladillo y las mangas rotas, pero esto era una emergencia. Tiré la tela extra al suelo y volví a escalar. Había muchas más ramas pequeñas de las que pensaba, mi cabello cuidadosamente peinado quedo atascado varias veces, hasta que quedó todo revuelto. Mientras trepaba al árbol, pensé en cómo las sirvientas que me habían preparado para el baile definitivamente se iban a enojar conmigo.

Ahora estaba a un solo salto del balcón. Mi vestido, que levanté para saltar, era más pesado de lo que pensaba. No podía ir tan lejos como quería y terminé cayendo al balcón —justo en mi trasero— con un ruido sordo.

“¡¿Que está pasando?!” Escuché una voz que venía del interior de la habitación.

El hombre de cabello castaño que se apresuró a abrir la cortina y me miró amenazadoramente era, sin lugar a dudas, uno de los dos que perseguían a María.

Y detrás de él…

“¡María!” Grité, viendo a mi querida amiga inmovilizada contra la pared por un segundo hombre rubio.