Gakusen Toshi Asterisk (NL)

Volumen 15

Capítulo 1: Preparaciones Intricadas

Parte 2

“Ya estoy de vuelta”, dijo Haruka con un saludo formal al entrar en la sala del capitán del cuartel general de Stjarnagarm.

Helga Lindwall, sentada en su escritorio con múltiples ventanas abiertas frente a ella, levantó la vista durante una fracción de segundo antes de volver a su trabajo. “Excelente. ¿Cómo ha ido? ¿Obtuviste el permiso?”

“Sí, el director Korbel está encantado de cooperar. Dejará libre una de sus habitaciones especiales. Aunque quiso saber más sobre la situación”.

“Bueno, probablemente siente que le debe algo después de no haber sido capaz de despertarle durante tanto tiempo. No creí que fuera a rechazar nuestra petición, aunque le ocultáramos algunos detalles…” Los dedos de Helga golpeaban inquietos el teclado mientras continuaba. “En cualquier caso, le haremos esperar en el hospital en cuanto esté preparada. No debería esperar demasiado. Sólo hasta que demos con el paradero de Lamina Mortis, o de Madiath Mesa, más bien”.

Al oír esto, Haruka se inclinó hacia delante. “¿Ha habido algún progreso?”

El tecleo de Helga se detuvo finalmente. Sonrió ampliamente y abrió otra ventana aérea para que Haruka la viera.

“Tal y como sospechabas. Revisar los detalles del último incidente fue una decisión acertada”.

En la ventana aérea se mostraba un informe de la investigación del accidente que había destruido el nuevo diseño de motor de cohete de la Agencia de Investigación y Desarrollo Espacial hacía varios años. Haruka ya lo había leído.

El informe determinaba que la causa del incidente fue un problema en el nuevo motor, y que la explosión resultante dispersó sus piezas en una amplia zona sobre el mar. Sólo se habían recuperado pequeñas partes del mismo. Sin embargo, estaba claro que las conclusiones estaban mal fundamentadas. Era obvio que los redactores del informe, o las personas relacionadas con ellos, habían tratado de cerrar el telón de la investigación lo antes posible, sin importar lo descaradamente inadecuados que fueran sus esfuerzos.

“Y esto… Esto es de Minato Wakamiya. Es el diario de su padre”. Helga señaló un desgastado diario encuadernado en papel, algo raro de ver en la era moderna.

Cuando lo abrió, Haruka lo encontró lleno de entradas meticulosamente ordenadas.

“3 de septiembre. Soleado. Paseo nocturno por la costa con mi hija. La pregunta de siempre. La respuesta de siempre. La esencia de un sueño. ¿Lo seguirá algún día?”.

Eran frases cortas, directas, casi clínicas.

Se parecía más a una colección de notas que a un diario. Las anotaciones de algunos días no apuntaban más que la fecha y el tiempo; el autor, el padre de Minato, parecía haber anotado sólo aquellas cosas que le llamaban la atención.

Haruka y Ayato se habían enterado del diario el otro día, cuando habían preguntado a Minato por el incidente. “La verdad es que no recuerdo mucho del asunto, pero… ¡Ah!
¡Todavía tengo el diario de mi padre!” había anunciado Minato, sacándolo para ellos.

“Minato atesora esto como recuerdo de su padre”, murmuró Haruka.

“Debió de ser muy importante para ella”, coincidió Helga.

Llevaban tiempo buscando una forma, cualquier forma posible, de acorralar a Madiath. No había duda de que, bajo su apariencia de Lamina Mortis, él y los demás miembros de su Alianza de la Rama Dorada estaban involucrados en todo tipo de actividades criminales. Pero, independientemente de la línea de investigación que siguieran, los que le perseguían aún no habían encontrado ninguna prueba definitiva. Con el Varda-Vaos, un Orga Lux con capacidad de interferencia mental, Madiath y sus asociados eran capaces de encubrir prácticamente todo lo que hacían.

Y aunque había suficientes pruebas para arrestar a Lamina Mortis por el secuestro de Haruka y el ataque a Ayato, mientras no pudieran demostrar que Lamina Mortis y Madiath Mesa eran la misma persona, sería difícil hacer un movimiento. Lo que necesitaban era una prueba de los crímenes que Madiath había cometido utilizando su propia identidad.

Así que Haruka había dirigido su atención hacia su pasado.

Ya se habían enterado de segunda mano de las habilidades del Varda-Vaos a través de la madre de Claudia, Isabella. Según ella, la única persona sobre la que el Orga Lux era capaz de tomar el control total era su usuario, cuyo cuerpo estaba usurpado correctamente. Cuando se trataba de alterar o borrar los recuerdos de otras personas, ya fueran de Genestella o no, necesitaba un tiempo considerable para completar su tarea.

Además, especialmente cuando se trataba de Genestellas, que eran naturalmente más resistentes a la interferencia mental que las personas normales, era difícil que Varda-Vaos reescribieran completamente sus personalidades. Cualquier cambio tenía que estar en consonancia con sus rasgos y cualidades individuales existentes.

En otras palabras, ni siquiera el Varda-Vaos podían producir en masa la lealtad ciega. En el mejor de los casos, sólo podía aumentar el número de sus seguidores bajo su control de forma gradual, a lo largo de mucho tiempo.

Lo que significaba que cuanto más se miraba hacia atrás en el pasado, menor era el número de personas involucradas en encubrir las actividades de Madiath y sus asociados. No estaba claro cuánto tiempo llevaba operando la Alianza de la Rama Dorada, pero por lo que Haruka había deducido de Madiath, sus motivos tenían alguna conexión profunda con su madre.

En ese caso, no debía de haber empezado hace más de veinte años, lo que significaba que aún había muchas vías potenciales que explorar. Además, Madiath era un empleado de Galaxy, al menos sobre el papel, por lo que todavía debería haber datos considerables sobre él en la base de datos de la fundación.

Acceder a esos datos, sin embargo, no sería una tarea fácil.

Como presidente del Comité Ejecutivo de la Festa, era un individuo extremadamente talentoso y diligente, que simultáneamente se encargaba de una gran variedad de tareas. No había tiempo para examinar todas y cada una de ellas. Además, había muchos casos en los que los datos parecían haber sido manipulados. Lo más probable es que tuviera colaboradores dentro de la propia Galaxia.

“Como mínimo, quería relacionar ese incidente con él de alguna manera…”, murmuró Helga.

“Ah, eso me recuerda”, comenzó Haruka. “Ayato -digo, mi hermano- tenía una idea, o quizá un consejo…”.

“Por cierto, Haruka, cuando Lamina Mortis te secuestró, mencionó el incidente del
cohete, ¿verdad?”.

Haruka había ido a felicitar a Ayato después de su cuarto combate de Lindvolus, cuando sacó el tema de la nada.

Ese incidente fue lo que le hizo entrar en su largo sueño. Lamina Mortis y los demás habían intentado provocar una segunda Invertia enviando a uno de sus asociados a la luna para despertar a una masa de urm-manadita adormecida, aunque Haruka había conseguido frustrar su plan con sólo unos instantes de antelación. El cohete que habían preparado utilizaba el motor robado a la Agencia de Investigación y Desarrollo Espacial. Sin duda, el incidente de la explosión del motor también fue obra suya.

“El caso es que mi oponente parece estar relacionado con todo esto…”

Y así, Ayato la condujo hasta esa persona: Minato. Haruka no pudo ocultar su orgullo ante su astucia por haber conectado los puntos.

“Ya veo. Tendré que agradecérselo yo misma… Pues bien, ya que estás mirando el diario, pasa al diez de febrero, allá por el 61”.

“10 de febrero. Lluvia. Tuve una inspección de la IEF. Había un Genestella en el equipo de inspección. Hizo muchas preguntas. Me pareció reconocerlo, y resultó que había ganado el Torneo Phoenix hace unos años. Era ciertamente bien educado y entusiasta con el trabajo, pero algo me pareció raro. Supongo que se necesita un cierto tipo de persona para sobrevivir en un IEF, sin embargo”.

“Este hombre… es Madiath Mesa, ¿verdad?”

“Eso parece. Puede que no fueran muchos en número, pero había algunos Genestella trabajando para los IEFs hace diez años. Sin embargo, sólo Madiath Mesa era un campeón del Phoenix”, respondió Helga, frotándose la barbilla con la mano. “Galaxy participó en la financiación de la misión lunar tripulada. No es raro que quieran vigilarla. Lo que es inusual es la participación de Madiath Mesa”.

“¿Por qué?”

“El deseo de Madiath tras ganar la Festa era formar parte del Comité Ejecutivo, y así fue. El Comité Ejecutivo se compone de representantes de cada una de las fundaciones empresariales integradas, por lo que, como parte de ese proceso, también se convirtió en ejecutivo de Galaxy, al menos sobre el papel. Ese acuerdo es poco más que una formalidad. Dudo mucho que participe en algún trabajo sustancial. Así que cualquier cosa en la que esté oficialmente involucrado debe estar relacionada con la Festa de alguna manera”.

Haruka se encontró asintiendo al darse cuenta.

Los muchos años que Helga llevaba protegiendo y manteniendo el orden dentro de Asterisk le habían proporcionado una gran comprensión de la dinámica entre las fundaciones.

La principal amenaza a la que se enfrentaba constantemente Asterisk no eran las peleas entre estudiantes ni las formas habituales de delincuencia, sino los seis gigantescos monstruos devoradores que eran esas organizaciones, que luchaban constantemente entre sí por la influencia y el poder.

“Entonces, ¿la misión lunar tripulada tiene alguna relación con la Festa…?”

“Eso mismo. Estrictamente hablando, una empresa privada lo hizo. Pero echa un vistazo a esto”. Helga introdujo un comando en su terminal, abriendo una ventana aérea que mostraba la página oficial de una empresa llamada PVA Enterprises.

“Así que desarrollan materiales absorbentes de impactos…”, dijo Haruka mientras echaba un vistazo. “Y forman parte de Galaxy”.

“Según nuestros datos de Galaxy, Madiath Mesa fue una vez director externo en esta Empresas PVA”.

“… ¿Qué significa eso?” Haruka no podía entender la conexión.

“¿supongo que has oído que los escenarios de la Festa fueron renovados antes del último Gryps,? Se equiparon con un nuevo sistema que utiliza un gel protector para mantener al público fuera de peligro. Naturalmente, esa no fue la obra de la investigación de Allekant solamente. Cada una de las fundaciones tenía una serie de filiales involucradas en el proyecto, todas ellas trabajando con el Comité Ejecutivo. PVA Enterprises era una de ellas”.

Los locales de la Festa habían sido renovados durante el largo sueño de Haruka, por lo que sólo se había enterado de los cambios durante el presente Lindvolus. Sin embargo, estaba claro que el nuevo sistema era mucho más avanzado que el anterior.

“El plan para mejorar las etapas se redactó antes del incidente con el motor del cohete. Pero quien recomendó a PVA Enterprises fue el propio Madiath Mesa. Trabajar en los sistemas de protección de la Festa es una empresa enorme para cualquier compañía. Y aunque PVA Enterprises puede ser grande hoy en día, en aquel entonces era una empresa más bien pequeña y no tenía mucho que mostrar por su experiencia técnica. Desde luego, no eran el tipo de empresa que normalmente se contrataría para participar en ese tipo de proyecto”.

Así que eso fue todo.

“En otras palabras… ¿corrupción?”

“Bueno, eso por sí solo no es tan inusual. Desde luego, es mejor que las apariencias ofrezcan una remuneración en forma de proyecto oficial que dinero por debajo de la mesa. Eso en sí mismo no es ilegal. No sé quién se acercó a quién, pero Madiath ciertamente habría sido una ayuda para las operaciones de PVA Enterprises. Después de todo, todavía tenía veinte años, y no había tenido que pasar por un programa de ajuste mental como la mayoría de los ejecutivos del IEF.”

“Pero… No parece el tipo de persona que aceptaría un trabajo así sólo por el dinero”.

Puede que Haruka no fuera capaz de comprender o simpatizar con sus acciones, pero
le entendía lo suficiente como para saber que le movía una voluntad fuerte e inquebrantable que, para bien o para mal, no se doblegaría por nada ni por nadie.

Helga asintió. “Estoy de acuerdo. Lo más probable es que su verdadero objetivo fuera establecer un punto de apoyo”.

“¿Un punto de apoyo…?”

“Poco después de que se convirtiera en director externo allí, PVA Enterprises se unió a la misión de la superficie lunar a medio camino del proyecto. Si se lo hubiera pedido a cambio del proyecto Festa, no habrían podido negarse”.

“¡Oh! ¿Entonces lo que está diciendo es que…?”

Si hubiera sido en calidad de representante de una empresa que casualmente también participaba en el sistema de protección de nueva generación de la Festa, habría tenido una pretensión válida para visitar el lugar. Y eso le habría dado la oportunidad de insertar a un técnico con el cerebro lavado por el Varda-Vaos, o tal vez incluso de llevar al propio Varda- Vaos con él.

“Esto es, sin embargo, una mera especulación. Dudo que encontremos alguna prueba contundente. Dicho esto… por suerte, algunos de los datos permanecen. Mírame, sintiéndome agradecida a Galaxy por una vez”. Helga dejó escapar una risa amarga mientras cambiaba a otra ventana aérea.

“¿Estos son… estados financieros?”

“Un mundo gobernado por los IEF significa una economía gobernada por los IEF. Ni siquiera él puede esconderse de eso”, dijo Helga, con un brillo agudo en sus ojos. “Puede que sólo te hayamos pisado la cola, Madiath Mesa… pero ya te hemos atrapado”.