Death March kara Hajimaru Isekai Kyusoukyoku (NL)

Volumen 11

Capítulo 4: Orfanato Pendragon

Parte 4

Había un extraño espacio vacío a su alrededor.

“¿Cómo te va?”

“Las larvas me están evitando, informo.”

Vaya, ¿incluso a Nana?

 “¿Hay algo extraño en mí, pregunto?”

“No, en absoluto.” Le aseguré.

Tenía la sensación de que había alguna razón externa para esto.

“¿Maestroooooo?”

Escuché la voz de Tama y me di la vuelta para ver a las chicas bestias aparecer entre la multitud.

“¡Algo es muy, muy extraño, sir!”

La expresión seria de Pochi era muy linda.

Me volví hacia Liza para pedirle más información.

“Las tres hemos estado invitando a niños al orfanato, pero…”

“Se están escapando de nosotros, sir.”

“¿Misteriooooooo?”

Tama y Pochi fruncieron el ceño, posando como detectives tratando de resolver un misterio.

“Lo entendería si estuvieran huyendo por miedo a mi cara, pero…”

“Eso no puede ser.”

Liza se sonrojó un poco ante eso.

Pude ver por qué los villanos podrían temer a Liza si la habían cruzado antes, pero ciertamente no a los niños.

“Entonces, ¿qué pasó exactamente cuando los invitaste?”

“Al principio parecía ir bien, pero luego un niño con cara de desagrado nos vio y les susurró a los demás, y todos huyeron presos del pánico.”

“¿Cómo arañasssssss?”

“Pasan vallas o atraviesan grietas en las paredes, sir.” Esa fue la misma reacción que recibimos de los niños.

“¿Tienes alguna idea de lo que se pudo haber susurrado?”

“¿Verdeeeeee?”

“Dijeron ‘Sr. De Hecho’, sir.”

Esos sonaban como los apodos asociados con el noble vestido de verde, también conocido como Poputema.

De alguna manera, el noble vestido de verde parecía ser la razón por la que los niños huían de nosotros.

¿Es porque soy un noble como Poputema? 

“¡Ahhh, ahí está! ¡Maestro!”

Arisa nos saludó desde el otro lado de la multitud, con el grupo de chicas que inicialmente había tenido a remolque.

Nos alejamos del gremio para encontrarnos con Arisa.

“Parece que no te está yendo mejor.”

“¿A ti tampoco?” Pregunté.

“Sí, ha sido horrible.”

Arisa suspiró.

“¿Tienes idea de por qué?”

“Digamos que sí. Estaba a punto de volver a la mansión para contártelo.”

Como de costumbre, Arisa trabajó rápido.

“Parece que alguien ha estado esparciendo mentiras entre los niños.”

Específicamente, los rumores que Arisa había escuchado eran:

El joven noble es amigo del Sr. De Hecho. 

Es un canalla al que le gusta torturar a los niños, al igual que el hombre verde. El joven noble solo está dando comida para gustarle a los niños estúpidos.

Todo completamente falso, por supuesto.

En serio, ¿cuándo fui amigo de ese hombre horrible? Más importante aún, ¿qué debo hacer ahora…?

“¿Por qué no empezamos por cuestionar a quien esté difundiendo esos rumores?”

“No podemos hacer eso. Los que nos lo dijeron son los mismos niños a los que estamos tratando de ayudar.”

“Entonces deberíamos preguntarles dónde escucharon…”

“Lo intenté, pero insistieron en que no podían decirlo porque tú o Poputema podrían matarlos.”

Bueno, eso no es bueno.

 No quería ponerme violento con los niños, por supuesto, y no tendría sentido obligarlos a ir al orfanato solo para que escapen en la noche y sean atacados por el noble vestido de verde.

Mientras estaba allí, perdido, una voz me llamó.

“Oye, Sr. Noble, ¿cuál parece ser el problema?”

Dándome la vuelta ante el sonido de la voz sospechosa, vi a un hombre punk familiar parado frente a mí.

Era Skopi de los Escorpiones de Barro, el hombre de la ciudad que ayer conocí como Kuro.

“Eres Skopi, ¿verdad?”

“Je, me alegro de que lo recuerdes.” El hombre agachó la cabeza y sonrió torcidamente.

“Te tengo algo de información.”

Empecé a ofrecerle algo de dinero, pero negó con la cabeza.

“No, este es un regalo de promoción. Considérelo mi agradecimiento por el otro día.”

Entonces quería pagar su deuda.

“Bien. Entonces, ¿cuál es esta información?”

“No sé por qué, pero algunos tipos de Ratas Callejeras y Ranas de Alcantarilla han estado esparciendo rumores desagradables sobre ti entre los niños.”

Los rumores que describió Skopi coincidían con los que Arisa había escuchado.

“¿Por qué harían eso?”

“Te lo dije, no sé por qué. Conociéndolos, probablemente alguien les está pagando, pero no pude encontrar a quien los contrató.”

El noble vestido de verde apareció en el fondo de mi mente.

Ahora que Sokell estaba fuera de escena, no podía pensar en nadie más que tuviera motivos para enemistarse conmigo.

“Skopi, tengo una solicitud para ti. ¿Te importa?”

“Para nada. Aún le debo una.”

Le di algo de dinero y le pedí que pagara a Ratas Callejeras y Ranas de Alcantarilla para que se detuvieran.

Mientras estaba en ello, le pedí que los contratara a ellos y a otros grupos para difundir la noticia de que mi amistad con el noble vestido de verde era un malentendido y que en realidad quería proteger a los niños del noble vestido de verde con mi orfanato.

Pensé que también podría usar la mala reputación del noble vestido de verde a mi favor.

Por si acaso, les pedí que usaran el nombre en clave “Hombre Verde” en lugar de “noble vestido de verde” o “Poputema”.

De esa manera, no volvería a morderme más tarde.

“Vaya, eso es una multitud bastante grande.”

Para esa noche, los niños sin hogar de la Ciudad Laberinto se habían reunido en gran parte en el orfanato que pronto estaría listo.

El trabajo de Skopi debe haber sido efectivo, porque cuando el sol comenzó a ponerse, la tasa de niños que llegaban había aumentado exponencialmente.

Incluso los niños que estaban cerca, inseguros, fueron atraídos a las puertas por el aroma de la cena que Lulu y las sirvientas estaban cocinando.

Al final, el jardín del orfanato no tenía suficiente espacio y tuvimos que agregar más carpas en el lote vacío de al lado, creando una pared improvisada para protegerlas.

Había pagado a unos magos de tierra de aspecto aburrido cerca del gremio de exploradores del oeste para que hicieran el muro con magia.

Se veía un poco delgado y frágil, pero lo reforcé secretamente con mi propia Magia de Tierra una vez que los magos se fueron, para que resistiera incluso al fuego de los cañones.

Eso debería ser suficiente para evitar que el noble vestido de verde entre en uno de sus “paseos”.

“Vaya, eso fue demasiado.”

Arisa se dejó caer en mi regazo y comenzó a divagar sobre todo su arduo trabajo.

“Mrrr, culpable.”

“¡Vamos! ¿Cuál es el problema? Tengo que abastecerme de un poco de maestrium de vez en cuando.”

Incluso hoy la acusación de Mia no fue suficiente para detener a Arisa.

Esta  sustancia  llamada  maestrium  sonaba  un  poco  sospechosa,  pero  pensé  que  podía complacerla de vez en cuando.

“Entonces, ¿qué fue tan duro hoy?”

“Bueno, algunos de los niños insistían en que no se quedarían con un amigo del Sr. De Hecho.”

“¿Un amigo?”

“Bueno, se quedó en el comedor de beneficencia esa vez, y luego al día siguiente caminaste al centro con él para mantenerlo alejado de la plaza, ¿recuerdas?”

Oh, sí, supongo que eso sucedió. 

“Muchos niños lo vieron en la plaza, así que hubo bastantes que estaban convencidos de que ustedes eran amigos.”

Los niños que habían visto esto con sus propios ojos eran muy tercos a la hora de venir al orfanato, incluso después de que Skopi hubiera difundido la información.

Pensando en ello ahora, pensé que el noble vestido de verde podría haber hecho esas cosas como precaución contra este tipo exacto de situación.

Aunque tal vez estaba siendo demasiado paranoico.

“Estoy impresionado de que pudieras hacer que esos niños vinieran aquí.”

“No lo hice. Fueron todas ellas.”

Arisa asintió con la cabeza hacia las jóvenes sirvientas que charlaban alegremente con los niños del orfanato.

“Explicaron que les diste medicinas caras para salvarles la vida e incluso las contrataste como sirvientas. Creo que eso es lo que finalmente los ganó.”

“Entonces también tendré que recompensarlas a ellas.”

“¡Oh, entonces deberías hacerles filetes de hamburguesa!”

“¿Filetes de hamburguesa?”

“Sí, han querido probarlo desde que Tama y Pochi se los mencionaron.”

“Claro, estaría más que feliz.”

De hecho, podría hacer que todos los niños celebren la apertura del orfanato.

La mayoría de ellos probablemente todavía tenían el estómago débil en este momento, así que tendría que esperar hasta que estuvieran listos.

“Entonces, ¿qué estás haciendo ahora?”

“Oh, estas son placas de identificación.”

Traté de hacerlas lo suficientemente simples para que los niños los entendieran.

La base de las placas estaba hecha de escamas duras como diamantes. Eran grandes, tenía muchas y, lo más importante, eran resistentes y duraderas.

Las placas tendrían el nombre del niño, la marca del Orfanato Pendragon y tres runas grabadas en la parte posterior: Encanto de Suerte, Salud y Seguridad.

No funcionarían tan bien como una herramienta mágica, pero los incluí con la esperanza de mantener a los niños seguros y felices.

Las escamas eran bastante valiosas, pero eran la mejor superficie para grabar tres runas. Cubrí la superficie con pintura blanca para que, con suerte, nadie se diera cuenta.

Había muchos niños, pero tenía la intención de terminar las placas de identificación a la mañana siguiente.

Mientras Mia tocaba una canción de cuna para ayudar a los niños a dormir, pasé la noche vigilando el radar en busca de visitantes molestos.

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