Danmachi: Sword Oratoria (NL)
Volumen 11
Epílogo: Una Historia de Misterio
Parte 1
Aproximadamente ochenta personas y un dios.
Ese fue el número de bajas en esta operación.
La Familia Loki y la Familia Hermes sufrieron pérdidas, pero habían logrado mantener su número de muertos a cero. Se podría decir que habían minimizado las pérdidas lo mejor posible cuando se enfrentaron a un Irregular imprevisto—pero eso solo se logró a costa de abandonar a la Familia Dionysus. No hubo más que caída moral. Aunque era la primera vez que sus familias se unían, perder una familia entera era una carga demasiado pesada.
Aunque se cuidaron de no mostrárselo a los miembros de nivel inferior, los miembros en la segunda línea encargados del comando durante la operación, incluida Anakity, estaban sumidos en la oscuridad.
Y el que había sido golpeado particularmente fuerte fue Lefiya.
Ver a su compañera elfo y amiga perecer ante sus ojos había arrancado el corazón de la joven. Con un espíritu roto, ella no reaccionó en absoluto ante el llamado de Aiz o de nadie, simplemente sentada en su habitación como una muñeca sin vida.
Por consideración a su compañera de cuarto, Elfie, que se había reducido a lágrimas tratando de animarla innumerables veces, Lefiya había sido trasladada a una habitación diferente.
Todos los preparativos para enfrentarse a Knossos habían sido alineados. Y justo cuando tuvieron éxito, todo se había deshecho en un solo acto diabólico.
No había cómo negarlo. No para los aventureros y no para los dioses.
Habían subestimado a Enyo, que no había salido ni una vez al escenario principal. Su enemigo era extremadamente astuto: un demonio encarnado.
—…
La mañana después de la operación, Loki estaba en la Calle Daedalus. Por sí misma, sin ningún guardia sobre el techo de un edificio en el área central del Distrito Laberinto, mirando a Knossos.
La carne verde de antes se había desbordado sobre el suelo a través de las aberturas hechas con los retornos de Thanatos y Dionysus. Estaba siendo cubierto con una tienda gigante que se había levantando con el pretexto de construir un parque forestal en la zona reconstruida— para evitar que los residentes normales se enteraran de cualquier perturbación.
Su corrosión de Knossos fue total. Con algunos otros, Bete había trabajado rápidamente para cerrar las puertas de orichalcum que conectaban con el Calabozo, deteniendo la
hemorragia. Se había desbordado en solo dos lugares: los dos agujeros donde los dioses habían regresado al cielo en el centro del Distrito Laberinto.
La masa verde se había quedado completamente en silencio ahora. O tal vez era mejor decir que su crecimiento se había detenido.
—Cuando Leene murió con los demás, creo que también salí a vigilar…; Dejó caer de sus labios, el susurro desapareció en la brisa de la mañana.
LA Familia Ganesha estaba estacionada alrededor de los bordes de la tienda, objeto de atención de Loki, para investigarla y observarla. Podía ver a su líder, Shakti, dando órdenes constantes a los otros miembros de la familia sin dormir ni descansar, e incluso a su dios patrón, Ganesha. Si algo le sucediera a Loki, seguramente vendrían corriendo. Estaban de puntillas, y cualquier cosa podría provocarlos.
—……; Mirando el Distrito Laberinto desde el techo, Loki finalmente quitó su mano de la barandilla.
Ella bajó las escaleras, deslizándose por los callejones traseros para alejarse del bullicio de los aventureros.
—Hey, Loki. Qué casualidad. Qué manera de comenzar la mañana.
—…; Ella se encontró con Hermes.
Loki no respondió al dios que parecía como si hubiera estado esperando la oportunidad de hablar. Ella solo lo miró en silencio.
—¿Te apetece hablar un poco?
—Bien. Morderé el anzuelo. Solo ve al grano; Ella se encogió de hombros.
Después de que Hermes terminó de distanciarse de sus siguientes guardias, la sonrisa en su suave rostro se desvaneció.
—Me gustaría escuchar tu opinión sobre la identidad de Enyo; Él encontró su mirada con una mirada seria en sus ojos naranjas.
—Lo mismo que estás pensando. No es que haya tanto para pensar.
—Cierto. Sabemos muy poco. Sin pistas sobre Enyo. No hay forma de adivinar un motivo. Todo está en blanco.
Lo único que sabían era el chiflado nombre de Enyo: el destructor de la ciudad.
La existencia de su enemigo era una vaga sombra, un ser indefinido. Ni siquiera estaban seguros de si Enyo realmente existía. Debido a eso, realmente no habían tratado de localizar a Enyo.
Más exactamente, no pudieron.
Pero un enemigo real les había enseñado los colmillos con malicia, lo que representaba una amenaza real. Como si afirmara en voz alta su existencia. Como si se estuvieran riendo de ellos.
—Muy bien, ¿decimos quién pensamos que era Enyo a la cuenta de tres?; Hermes sugirió con una sonrisa de cara.
Pero sus ojos no estaban sonriendo. Loki asintió en silencio.
Sin apartar los ojos de los labios de Hermes mientras él hacía la cuenta regresiva: “Tres, dos, uno”, respondió.
—““Dionysus””.
El mismo nombre colgaba en el aire.
Sus expresiones no vacilaron ante el hecho de que sus conjeturas habían sido las mismas.
—¿Por qué él?; Preguntó Loki.
—Su tiempo fue demasiado perfecto. Su motivo para envolverse e involucrarse contigo… todo se sintió como una explicación posterior. Al menos, así es como me pareció a mí; Respondió Hermes sin dudarlo. —¿Lo sabías? Después del incidente en el piso veinticuatro, la primera persona con la que contacté fue Dionysus.
—… ¿Dices que sospechaste de él desde el principio?
—No estaba convencido de ninguna manera. Pero hurgué un poco.
Estaba hablando con su despreocupación habitual, pero Loki también lo había sentido. Dionysus había sido demasiado activo.
Antes de la pesadilla del piso 27, su facción había sido una pelea por el primer puesto en la ciudad, pero después, estaba en el sólido nivel medio, con sus miembros bastante numerosos como su única característica definitoria. Aparentemente había sido muy reservado con su familia e hizo un esfuerzo por ocultar su verdadera fuerza, pero aún estaba fuera de su alcance para enfrentarse a los remanentes de The Evils y las fuerzas subterráneas. Eso podría probarse por el hecho de que solo contó con la asistencia de Filvis Challia, de nivel 3, hasta la operación de asalto.
—Dioniso y yo venimos de la misma tierra natal… amigos jurados del Olimpo. Probablemente lo conozco mejor que tú.
—Te refieres a sus ataques repentinos—¿metiéndose en enormes peleas con la gente?
—Oh, ¿lo sabías?
También hubo otros puntos sospechosos: su extrema oposición a Ouranos que obstaculizó su cooperación. No habrían podido llegar a un acuerdo con el lado de Ouranos mientras él ocultaba la bomba sobre los Xenos, pero incluso entonces, Dionysus estaba tercamente contra ellos.
—En los viejos tiempos, Dionysus tenía una personalidad volátil. Si realmente se había establecido una vez que llegó aquí, entonces estaba en medio de los disturbios con demasiada frecuencia.
El dios concluyó: por eso había propuesto una alianza—observar a Dionysus.
—¿Te importa si hago una pregunta ahora? Si sospechabas de él, ¿por qué traer a Dionysus durante el asalto a Knossos?
—…Por un lado, él nunca dejó escapar suficiente para darme una razón para no llevarlo. Además, una vez que estuvo en la base del enemigo, pensé que trataría de sacar algo, incluso si pensaba que estaba siendo cuidadoso y paciente… y que al menos podríamos controlar la situación si estuviera con nosotros.
Y ella se lo había contado a Gareth en voz baja, en caso de emergencia.
Sin embargo, Dionysus había logrado alejarse de Loki, de todas las cosas que podría haber hecho.
—Además… no podría dudar totalmente de él.
—…
—También tengo buen olfato para los negocios sospechosos, pero… no podía olerlo de él.
Esa fue la honesta opinión de Loki. Definitivamente había algo sospechoso en su comportamiento. Sin embargo, su determinación y la voluntad divina detrás de esto eran reales—o al menos así era como se había sentido para Loki.
El punto decisivo había sido el otro día. No había podido encontrarlo en sí misma para dudar del voto de que había jurado frente a las tumbas de sus seguidores.
— Dionysus dijo sus verdaderos pensamientos… Al menos, me pareció así. Si eso realmente fue solo manipulación, entonces todo lo que puedo decir es que él me atrapó.
—Si fue suficiente para que dijeras eso… ¿entonces supongo que nuestras sospechas sobre Dionysus fueron solo prejuicios y dudas infundadas?
—Hay suficiente culpa para todos. También actuó pomposo y sombrío.
—Es cierto; Respondió Hermes con una sonrisa fácil y miró hacia el cielo.
—Perdón por sospechar de ti… Dionysus.
Dirigió su mirada hacia los cielos a donde el dios acababa de ascender.
—¿Te sientes culpable?
—Jaja. Claro que no.
Hermes miró hacia el suelo y colocó su dedo sobre el borde de su sombrero, y lo bajó para cubrir sus ojos. O eso pensó Loki, pero luego se inclinó cerca de Loki, y ella pudo ver su penetrante mirada asomándose justo debajo del borde.
—Veras, Loki … estoy mortificado.
—…
—Fuimos totalmente engañados. De eso se trataba. Dionysus era el chivo expiatorio, atrayendo nuestra atención y manteniéndonos en los casos del otro mientras el autor intelectual ganaba tiempo para moverse en secreto. Sí. Todavía no sé qué dios era, pero estoy tan mortificado que apenas puedo soportarlo.
Hermes ciertamente no sintió nada tan lindo como la culpa. Los ojos que miraban la cara de Loki se llenaron de ira. Llegando a un acuerdo con la realidad de que había sido manipulado, estaba completamente disgustado.
—¿Y tú, Loki? Yo solo soy un farsante, pero… incluso te llevaron a ti, el último embaucador de los cielos, a una trampa. ¿Hay algo más vergonzoso que eso?
Hermes retrocedió, levantando las manos con las palmas hacia arriba, como si fuera una broma.
Estaría mintiendo si lo negara. Pero incluso ella no sabía cómo describir la sensación que aumentaba y disminuía en su corazón como si un viento seco soplara a través de sus huecos.
—…Bueno, de cualquier manera. Ahora sé que estás pensando en la misma línea que yo. Voy a tratar de investigar las cosas relacionadas con Dionysus.
—¿Otra de tus investigaciones?
—Si. A partir de ahora, estoy buscando a la cabeza principal.
Con eso, Hermes se fue. Al pasar, deslizó una pieza de ajedrez en la mano de Loki—el rey negro.
—…
Después de que desapareció, Loki se recostó contra la pared del callejón, asegurando al rey negro, la pieza que representaba a Enyo, antes de voltear la cabeza. Un cielo azul se extendía sobre la ciudad. Estaba claro, sin una sola nube, como si nada hubiera pasado.
—¿Por qué demonios tienes que ir y ascender…?; Loki murmuró de repente mientras miraba al cielo, tallado en forma por los edificios que bordean el callejón, hablando con el dios que había desaparecido junto a tantos de sus seguidores.
—¿Realmente estabas siendo manipulado, Dionysus…?
Ya no había fragmentos del pilar en el cielo azul, y aunque ella preguntó, no obtendría respuesta.
¿Estaba Dionysus mirando a Loki desde los cielos? ¿O todos los dioses allá arriba que miraban furtivamente en el reino mortal vieron a través de todo?
Tal vez estaban señalando y riéndose de Loki por ser patética. Normalmente, ella se enojaría al pensar en eso, pero por alguna razón, simplemente no se sentía así ahora.
—…
Ese sentimentalismo no era como ella. Sacudiéndose, ella emuló a Hermes: sin mirar atrás a las cosas pasadas sino continuar avanzando. Por el momento, ella lo pensó.
¿Dionysus fue jugado como un tonto? Para llamar nuestra atención, como decía Hermes… Si es así, ¿por qué Dionysus bailaba al son de Enyo? ¿Por qué…? No, ¿cómo lograron eso?
Eso era lo que estaba molestando a Loki. Si era así, entonces una teoría en la que Dionysus estaba conectado con Enyo tenía más sentido.
Basado en Hermes y la renacuaja, Dionysus definitivamente tenía algunas tendencias extremas. Como solía ser.
Roído por el veneno del aburrimiento, él había contraído la rara enfermedad que afectaba a los dioses. Loki había sido igual, metiéndose en peleas de derribo y arrastre con dioses.
—Esa vez cuando estaba a punto de entrar en ese título… ¿los Doce Dioses, creo? ¿Hubo alguien más que esos doce involucrados en él…?
Pensando en eso, Loki de repente cambió su perspectiva.
¿Qué pasa si … qué pasa si … Dionysus estaba siendo manipulado en ese entonces? ¿Qué pasaría si estuviera siendo controlado para que tuviera arrebatos extremos, preparado para ser el chivo expiatorio… para ser una tapadera para que Enyo se moviera en secreto?
Loki ni siquiera podía reírse mientras entrelazaba esa especulación. Ella se sumió en sus pensamientos por un momento cuando —¿Hmm?
—… ¿Loki?
—¡¿Qué—?! ¡¿S-Soma?!
Sin previo aviso, un dios con cabello negro se cernía sobre ella. Soma inclinó lentamente la cabeza cuando Loki fue tomado por sorpresa. Soma era el dios del sake. Excéntrico incluso entre los dioses, él había descendido al reino de los mortales para preparar todo tipo de alcohol sabroso. Su familia se había metido en el negocio, hasta el punto en que tenían una cervecería aparte de su hogar. A Loki le gustaba jactarse de que ella y el alcohol iban juntos como una mano en un guante, y él era un conocido con el que ella había interactuado un par de veces porque quería beber algo de su sake casero.
—¿Qué estás haciendo aquí…?
—¡Esa es mi línea!; ella gritó.
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