Danmachi: Sword Oratoria (NL)

Volumen 10

Capítulo 5: ¡Alma Valiente!

Parte 4

—¡¿Tch?!

Pateando el piso del pasillo principal, ella voló en un camino lateral por un pelo.

Su brazo izquierdo y la espada maldita no pudieron escapar de la línea de fuego a tiempo, tragados por las fauces de la tormenta de nieve. Los ojos de la criatura se distorsionaron cuando tomó la decisión instantánea de abandonarla, quitando el brazo congelado y evitando por poco ser arrastrada por la explosión.

Menos de un segundo después, el fuerte estallido de una avalancha resonó detrás de ella.

Los cañones gemelos de hielo congelaron todo, dejando una huella de color azul que cubría todo el pasaje principal. El interior del laberinto fue consumido increíblemente por una enorme ola de frío.

Levis persistió, incluso cuando su piel se estaba congelando, logrando escapar por un camino lateral … Cuando bajó el brazo derecho de su rostro, la escena de un pasaje helado se desplegó ante sus ojos.

El área estaba cubierta de escarcha, llena por un bloque gigante de hielo y demas.

No había camino a través de la caverna de hielo, desafiando a todos los que intentaron pasar.

—Insectos… ¡Tienen agallas para hacer esto!

Cuando golpeó con furia el pilar helado ante sus ojos, la superficie se agrietó bajo el impacto, pero el enorme trozo de hielo no se rompió. Ella no pudo avanzar por el gran pasillo. Era imposible seguir al escuadrón de Riveria desde allí.

El laberinto estaba hecho con piedras de los soldados de obsidiana que disminuían el efecto de la magia, y era absolutamente aterrador verlo completamente congelado, aunque fuera una sección del laberinto.

Debería haber sido imposible. Era una tremenda potencia de fuego, que representaba la Explosión de Invocación y disparaba simultáneamente magia idéntica.

—¡Como si tuviera tiempo para sentarme a recuperarme!

Ella había perdido un brazo. Con su brazo izquierdo debajo del codo cortado y la herida congelada, su orgullosa habilidad de curación estaba teniendo problemas para ponerse en marcha.

Hecho por la maestra y discípula elfo, Levis tembló de humillación.

—¡¿L-Lady Levis?! ¡¿Q-qué pasó…?!

—Ustedes hagan algo con este hielo. Voy a perseguir a esas elfos por una ruta diferente.

Después de exigir a The Evils, que se habían reunido en el accidente, para que trataran con el pasaje congelado, Levis fue en la dirección opuesta.

Esa alto elfo es una molestia. Si no tengo cuidado, esto volverá a suceder. ¿Debería priorizar la regeneración de mi brazo? … Maldita sea. Esto llevará tiempo.

La recuperación no había comenzado cuando se maldijo amargamente.

La puerta se abrió de golpe con un fuerte ¡Bang! como en respuesta a su ira.

—Se fue.

Los oídos de Riveria se crisparon cuando el violento golpe de la puerta los alcanzó.

No habían cambiado de lugar. Tampoco se habían alejado irreflexivamente. En cambio, se escondieron detrás de una curva en el pasillo y esperaron a que Levis se fuera. Lefiya y las demás dieron un suspiro de alivio cuando su audaz movimiento valió la pena, mirando hacia el pasillo cubierto de hielo.

—No dejen mi círculo mágico. Estoy recuperando energía mágica.

—¡Sí, Lady Riveria!

Con Riveria en el centro, el círculo mágico verde jade barrió los restos de magia que llenaban el pasaje, permitiéndoles absorberse de nuevo en ella y las otras elfos. Esa era la verdadera naturaleza de la habilidad que había asombrado a Levis.

Alf Regina—una habilidad rara que nadie salvo Riveria había desarrollado.

El efecto fue una mejora de sus propias habilidades y la amplificación de la efectividad de la magia ejercida por otros elfos dentro de su círculo mágico al recuperar la energía mágica en los alrededores y convertirla de nuevo en Mente.

En otras palabras, junto con Riveria, todas las elfos dentro del círculo mágico aumentarían en fuerza mágica y recuperarían su Mente eliminada.

En particular, el último efecto fue incomparable. Incluso si palidecía en comparación con la recarga sin sentido del semi-espíritu en el piso 59, su efecto de recuperación fue significativamente más pronunciado que el efecto de recuperación automática de Mente de Spirit Healing.

Finn había ordenado el ataque sorpresa en Knossos porque sabía de esa habilidad. Alf Regina les permitiría mejorar sus habilidades mágicas y recuperar su Mente mientras corrían en un laberinto gigante de un tamaño desconocido.

Cuando había desarrollado la habilidad, Loki había bailado salvajemente, emocionada de crear un escuadrón solo para elfos centrado alrededor de Riveria. Aprovechando la oportunidad, Loki incluso había tratado de darle un nombre llamativo como “Fairy Force”, pero Riveria odiaba las decoraciones y adornos, y ella lo había rechazado.

Dicho eso, el nombre había sido sorprendentemente popular entre las elfos del escuadrón, que se llamaban así a puerta cerrada.

Era una habilidad de grupo increíblemente valiosa acorde con la imagen de Riveria, la maga más fuerte de la ciudad.

—Lady Riveria, ¿qué debemos hacer desde aquí?

—Primero, reabastecer. Mi habilidad no es todopoderosa. No puede curarte por completo. Trata a los heridos.

—¡Si!

El escuadrón con certeza estaba agotado, particularmente Lefiya, que había estado disparando fuertes explosiones e incluso usando Summon Burst. Alicia comenzó el trabajo de reabastecimiento.

Cuando Riveria les permitió continuar su trabajo, ella se volteó hacia una chica que esta sola.

—¿Rakuta, el mapeo?

—S-sí, estoy en ellos; chilló una sola persona, una niña de una especie diferente en medio de un escuadrón compuesto por elfos.

Era el conejito hume Rakuta. Había una razón por la cual Finn la había enviado junto con Lefiya para su jugueteo en los niveles profundos: su habilidad en el mapeo.

—¡P-pero está lleno de agujeros …! ¡Ni siquiera es un mapa …!

—Está bien. Nos servirá bien cuando desafiemos a Knossos en el futuro.

Riveria tomó el mapa en progreso mientras las orejas de conejo de Rakuta se retorcían.

Fiel a su palabra, era un mapa fragmentario, que cubría solo las áreas por las que habían pasado. Dicho esto, la cantidad de puertas y otras aberturas se anotaron en detalle. Teniendo en cuenta que había sido creado en su tiempo libre mientras Riveria y las elfos luchaban a su alrededor, fue digno de elogio. En el Calabozo, no podían usar brújulas debido a un mineral especial que atraviesa la estructura, pero en Knossos, no había tal limitación. Era extremadamente valioso deducir que su ubicación actual era al sur de la calle Daedalus.

Era más que suficiente para evitar vagar innecesariamente en círculos.

—Rakuta, creo que hemos bajado alrededor de diez pisos de escaleras. ¿Cuál es tu juicio?

—¡Yo … tuve el mismo sentimiento! En comparación con el Calabozo, creo que tenemos alrededor de diez pisos de profundidad …; Respondió la mapeadora con su percepción de profundidad superior.

Riveria comenzó a pensar.

Esa criatura no caerá en la misma maniobra otra vez … La próxima vez que nos encontremos con ella, destruirá a todo el escuadrón. Si vamos a encontrar una ruta de escape, este es el momento …

Riveria no tenía intención de subestimar a Levis. No había forma de que ella pudiera.

La habían manejado bien porque las había menospreciado. Si la criatura las atacaba tan seriamente como lo había hecho con Finn, el escuadrón de magos de Riveria sería aniquilado tan pronto como pudiera acercarse lo suficiente como para atacar.

Y no era como si pudieran seguir luchando contra los remanentes de The Evils para siempre. Al final, el enemigo podría abrumarlas con su fuerza.

Es posible … idear un medio de escape … Si el dios en la leyenda de Aiz era un dios patrón de The Evils, uno de los dioses malvados, entonces … Riveria pensó por un breve momento antes de decidir un curso de acción.

—Vamos a encontrar un camino que conecte con el Calabozo y nos moveremos del sur al suroeste.

—¡Sí!; Con Rakuta, las elfos se pusieron de pie e inmediatamente comenzaron a movilizarse.

Para evitar toparse con Levis, se distanciaron lo más posible de su campo de batalla. Siguiendo las instrucciones de Riveria, ellas rápidamente localizaron una escalera que bajaba del décimo piso y procedieron a ella.

Y desde el piso once, bajaron uno más hasta el piso doce. Se movieron con cuidado—y rápidamente.

Cuando comenzaron los ataques de los monstruos, tuvieron un golpe de suerte con la ayuda de las técnicas de topografía de Rakuta.

—¡El Calabozo…!

—¡Lo hicimos!

Un estruendo resonó, y la pared del laberinto emitió humo, y surgieron Lefiya y los demás. El grupo vitoreó al ver la niebla—era sin lugar a dudas el piso 12 del Calabozo.

—Parece que el dios usó a Knossos para establecer ese wyvern después de Aiz hace nueve años …

Al abrir la puerta de conexión y atravesar la pared del laberinto, Riveria volvió a mirar el camino de piedra que conducía perfectamente al Calabozo antes de darse la vuelta.

No estaba segura de si todos los pisos estaban conectados a Knossos. Pero Riveria tenía una pista. Ella conocía la historia de cómo Aiz se había encontrado con una deidad con la aparición de un dios malvado en el piso 12 poco después de que se uniera a la familia. El dios había desaparecido del Calabozo, a pesar de que no debería haber tenido un camino para escapar. En otras palabras, había usado a Knossos para irse, lo que significaba que había un camino de conexión en el piso 12.

Riveria finalmente contuvo el aliento, pero sus pensamientos se centraron en cómo luchar.

Recuperamos una segunda llave. Está lleno de agujeros, pero tenemos las creaciones de un mapa del laberinto. También encontramos una ruta de escape … Pero no es suficiente.

Confiada con la invasión, ella sintió que no había producido resultados adecuados.

Encuentra la ubicación del semi-espíritu o ataca las instalaciones enemigas

… Eso es lo que quiero.

Ahora que la fortaleza enemiga fue arrojada al caos, era una oportunidad única en la vida.

Riveria podía decir que los esfuerzos de la Familia Loki para cortar el flujo de suministros y monstruos del enemigo no habían sido desperdiciados, ahora que habían incursionado tan lejos en Knossos. El plan de ataque sorpresa de Finn fue parte de su éxito, pero los enemigos no estaban preparados para la batalla. Nunca volverían a tener esta oportunidad, y ella quería obtener información sobre Knossos para que el infierno fuera lo más impotente posible.

Supongo que la planta que produce el suministro inagotable de monstruos araña de agua … está en algún lugar de Knossos. Hemos visto muchos de ellos para que tenga sentido de lo contrario. Si podemos encontrarlo y destruirlo …

Si ella señalara un problema con ese plan, sería Levis.

Esa criatura está herida … Mi magia y la de Lefiya tomaron uno de sus brazos.

Cuando golpearon a Levis con Wynn Fimbulvetr, Riveria estaba segura de haber visto su brazo y la espada maldita arrancada de su cuerpo y enterrada en hielo. Levis evitaría un segundo asalto imprudente y se centraría en recuperarse, o más bien, si Levis realmente quisiera atacarlos con la mitad de fuerza, Riveria con gusto realizaría sus últimos ritos.

Si la criatura se acerca, puedo mantener el hechizo de ataque de segundo nivel de Rea Laevateinn desplegado y hacer que se aleje de nosotras. Eso nos daría suficiente tiempo para retirarnos … Ahora que hemos asegurado un camino, no es una mala apuesta.

Al sopesar los riesgos y los retornos, Riveria tomó una decisión, levantando la cabeza para mirar a las elfos.

Ellas estaban exhaustas, pero la luz de la batalla en sus ojos todavía estaba allí. Ellas permanecieron de buen humor para vengar a sus camaradas y aplastar la guarida de los demonios. Riveria asintió ante su moral.

—Hemos obtenido nuestra ruta de escape. Usen esto como punto de partida. Destrocemos a Knossos una vez más. Si el tiempo lo permite, por supuesto.

Ella reunió a las elfos en el lado del Calabozo, anunciando su intención de comenzar el asalto nuevamente. Como se esperaba, nadie expresó ninguna oposición. Desde Alicia hacia abajo, las elfos renovaron su deseo de armar un alboroto.

—Afortunadamente, tomamos posesión de una segunda llave. Quiero que alguien tome esto, atraviese el Calabozo y Babel hasta la calle Daedalus y traiga refuerzos.

Cayendo sobre una rodilla, Riveria miró a las niñas sentadas en círculo y buscó en el grupo a alguien que volviera a la superficie lo más rápido posible. Considerando la condición de su consumo de Mente, sus ojos se detuvieron ante un brillante estallido de hermoso cabello amarillo.

—Lefiya, ve.

—¡—!

Riveria eligió su lanza insustituible, la chica que había puesto tanto esfuerzo en el laberinto. Como era el miembro más nuevo de Fairy Force, había soportado la mayor carga.

Fue desafortunado perder la potencia de fuego de Lefiya y Summon Burst, pero Riveria juzgó que ella era la mejor opción.

—Este es un papel crítico. Será imperativo que tengamos apoyo cuando nos retiremos … Tráigalos lo antes posible, ¿de acuerdo?

—¡Si! ¡Regresaré en tres—¡No, una hora!

—Cuento contigo; Dijo Riveria, sonriendo levemente cuando Lefiya puso su mano derecha sobre su pecho y se puso de pie.

Mientras las elfos se preparaban para el segundo ataque, Lefiya les dio la espalda y corrió hacia la entrada de la habitación. Después de mirarla una vez, Riveria volvió a mirar el camino que conducía a Knossos.

—¡Vámonos!

—¡Sí!

La batalla aún no había terminado.

***

Aiz se hundió en la desesperación.

Las nubes rodaron por el cielo, y ella estaba allí sola, bañada por la luz de la luna.

Como era de esperar, la diferencia entre ella y la persona en la que había tratado de creer era así entre el pie de una montaña y la cima. Como había temido, el chico había manifestado sus dudas. Ella cargaba con una insoportable tristeza.

—… Y el vouivre está vivo; Susurró Aiz en el noroeste de la calle Daedalus, en un callejón que debería haber estado vacío.

La agitación llenó el aire cuando pronunció la palabra vouivre antes de que se calmara en completo silencio. Aiz estaba parada en el centro de la calle, mirando con desánimo el espacio vacío delante de ella.

—Sal…; dijo ella.

Y, de repente, el espacio vacío se estremeció, despegando su velo para revelar la figura de un chico bajo la luz de la luna en el siguiente segundo.

Su cabello blanco brillaba como nieve virgen bajo la luz. La camiseta negra y la sencilla armadura gris hierro emitían un brillo tenue que perforaba los ojos de Aiz.

Bell…

Pelo blanco, ojos rojos.

Él se paró en medio de la calle.

Aiz murmuró dolorosamente su nombre en su corazón, como si estuviera susurrando el nombre de un amante.

Y cuando vio al monstruo, el vouivre, aferrado a él, sus ojos dorados miraron hacia abajo.

—He estado pensando en … por qué me hiciste esa pregunta … desde entonces.

Aiz rápidamente comenzó a perseguir a Bell nuevamente después de ser atascada por la aventurera enmascarada.

Y cuando se dio cuenta de la presencia del chico invisible, vio lo que había fingido no notar mientras lo perseguía. Fue una escena increíble.

Junto con una chica Renart, él había estado abrazando al vouivre, un humano y un monstruo compartiendo un momento de alegría con ojos llorosos.

Al presenciar esa escena, al ver la sonrisa llena de lágrimas del monstruo, Aiz sintió como si el tiempo se hubiera congelado en su lugar, y hasta ahora no había podido pararse delante del chico.

Ella se enfrentó a la realidad que había estado tratando desesperadamente de evitar durante cinco días.

Digamos que un monstruo podría sonreír, como un humano. O ser consumido por la preocupación, como un humano.

O derramar lágrimas, como un humano.

O era consciente de sí mismo, como un humano.

No había estado segura del verdadero significado de sus preguntas, que ahora estaban ante sus ojos.

—Entonces esto es lo que quisiste decir……

El vouivre había protegido hasta el punto de enfrentarse a ellos no estaba muerto.

El ímpetu detrás de todo este incidente, la causa de que ella y Bell caminaran por caminos separados, todavía estaba aquí—

Aiz lentamente levantó la cabeza.

Su cuerpo se estremeció cuando sus ojos se encontraron con los del vouivre de pie, inmóvil y aferrándose a la mano del chico.

Sus ojos ámbar reflejaban la cara de Aiz y albergaban una inteligencia innegable. Reflejaban la mirada fría, oscura y sin emociones de la Princesa de la Espada.

—¡¡Señorita Aiz!! Esta chica es—Comenzó a hablar Bell, girando en su lugar e intentando proteger el vouivre de la mirada de Aiz, suplicándole.

—Mi respuesta; Ella lo interrumpió, hablando con un tono agudo, —no cambiará. Y ella puso su mano en la empuñadura de Desperate.

—Si alguien llora por un monstruo, lo mataría.

El chico se congeló ante la respuesta de la Princesa de la Espada, ante su espada desenfundada.

Mientras retenía el dolor en su corazón, Aiz dio un paso adelante.

—Espere … ¡Por favor espere, señorita Aiz! ¡Esta chica no ha hecho daño a nadie ni a nada! ¡Ella nunca haría algo así! ¡Esta chica—Wiene—es diferente!

Ella no tenía más ganas de prestarle atención a sus tonterías.

—¿Serás capaz de decir lo mismo si ese vouivre continúa en otro alboroto?

——-

—No lo permitiré.

Ella no tuvo una respuesta.

El vouivre tembló, y la piedra carmesí en su frente brillaba como un granate. Con el conocimiento de que su expresión se había vuelto fría, Aiz empujó perentoriamente con su respuesta.

El chico no sabía por qué Aiz estaba siendo tan antipática, y probablemente no quería saberlo.

Pero una cosa estaba clara—no había lugar para negociar. Ella criticó la grave realidad de que ya estaban en oposición.

—U …ah…; él gimió.

Muévete del camino.

Acercándose paso a paso al chico pálido, Aiz quería desesperadamente que se moviera. Pero al mismo tiempo, ella ya sabía que su deseo no sería concedido.

Él ya había dado su respuesta.

Ese día, el tonto que se había enfrentado a Aiz y la Familia Loki no retrocedería a su determinación. Había llegado a la respuesta opuesta a la de ellos, como si fuera un reflejo en un espejo.

Los ojos de Aiz se entrecerraron de tristeza cuando él tomó la empuñadura en su mano y sacó su cuchillo negro.

——Gh…; El vouivre susurró algo débilmente.

—…; Aiz llevaba una máscara fría.

—… ¿Por qué?; Los labios de Bell temblaron.

—…¿Por qué?

Ante el chico que estaba consumido por sus emociones, Aiz pateó determinadamente el suelo.

——¡Maldición!

Sonó un triste choque de cuchillas.