Danmachi: Sword Oratoria (NL)

Volumen 10

Capítulo 5: ¡Alma Valiente!

Parte 3

Los pasos de las elfos resonaron en voz alta mientras bajaban corriendo las escaleras en el interior complejo, misterioso y laberíntico de Knossos. El escuadrón de elfos de la Familia Loki no permitió que The Evils las detuviera mientras ingresaban en las profundidades del laberinto.

—¡Tres enemigos por delante!

—¡Un grupo de monstruos a las dos en punto!

—¡Atraviésenlos! ¡Ataquen!

Mientras las elfos buscaban enemigos, Riveria dio órdenes desde el centro de la formación.

Las tropas de The Evils surgieron esporádicamente, ansiosos por detenerlos, pero todos fueron víctimas de la magia de las elfos. Cuando los rayos de luz brotaron de sus bastones, estos volaron a los enemigos.

No habían disminuido la velocidad ni una vez desde el momento en que entraron en Knossos, sin detener sus movimientos y continuamente abriendo nuevos caminos en todas las direcciones.

La misión de Riveria era desbaratar al enemigo en Knossos—de una forma u otra.

Si lograran convertir la base principal de los remanentes de the Evils en una tormenta de caos, ellos no podrían intervenir en la batalla en la superficie. Como mínimo, el equipo de

Riveria necesitaba atrapar al enemigo en el Calabozo artificial hasta que pudieran reprimir a los monstruos armados.

Y su objetivo principal era reunir información sobre Knossos: robar una segunda llave o determinar la ubicación del semi-espíritu y asestar un golpe destructivo a la infraestructura del enemigo.

No fue necesario eliminar completamente al enemigo para lograr la victoria. Necesitaban atravesar la mayor parte del interior de Knossos como fuera posible, sentando las bases en preparación para el asalto completo en los días posteriores.

—¡Avancen! ¡Avancen!

Con eso en mente, ellos tenían que correr y no podían darse el lujo de detenerse.

Mientras atacaban a Knossos como un escuadrón individual, ellos eran comparables a una hormiga solitaria deambulando por un hormiguero gigante. Si fueran arrinconados, serían aplastados en muy poco tiempo, considerando sus desequilibrios de poder.

Para sobrevivir y llevar a cabo el plan, tuvieron que evitar ser capturados. Era crucial que extendieran tanto caos como fuera posible, ya que esto evitaría que el enemigo tomara la iniciativa y los relegara a la defensiva. Una invasión de un solo escuadrón siempre estaba a un paso de distancia de la catástrofe—o como Thanatos lo dijo, suicida.

Mientras penetraban profundamente en territorio enemigo, el juicio de Riveria fue la clave del éxito para las tropas sin apoyo que llevaban a cabo su ataque sorpresa.

—¡Siento algo a la izquierda! ¡Cambien de rumbo a la derecha!

—¡Si!

¡Alicia, recupera a Sonia y a los demás!

—¡Entendido!

Cuando Riveria sintió una trampa al acecho, Alicia y el resto del equipo siguieron su ejemplo sin dudarlo. Podían sentir la conmoción de las fuerzas enemigas que habían estado al acecho en el pasaje izquierdo mientras las tropas se distanciaban de él. Al mismo tiempo, Riveria no descuidó delegar la recuperación de su equipo con elementos mientras manejaba hábilmente una serie interminable de decisiones.

En este sentido, ella se parecía a Finn.

Estaba influenciada por todas las veces que había estado con Gareth vigilando la figura galante del hobbit.

Y, sobre todo, como un alto elfo, Riveria ejercía una carisma extraordinaria entre las

elfos. Incluso en el corazón de la base del enemigo, el espíritu de lucha de las elfos no cayó, sino que aumentó.

—Materializa, poderosa barrera de la luz del bosque, y presta tu protección—¡Mi nombre es Alf!

Riveria hizo que su magia permaneciera, manteniendo el círculo mágico que se expandió a un radio de cinco metros. Mientras conjuraba, las elfos se reunieron perfectamente dentro de él en formación mientras corrían hacia adelante.

Un resplandor de color jade iluminó sus rostros desde debajo de sus pies, la luz de la bendición de las hadas. Los pechos de las elfos temblaron, como si todos estuvieran abrumados por la emoción, como si hubieran recibido su protección real.

—¡Todos, paren! ¡Lefiya!

——¡Perfora, flecha de precisión!

Ellos salieron corriendo a un amplio pasillo y fueron recibidos por un muro de monstruos.

En respuesta al enjambre de violas y vargs que llenaban el pasillo, Lefiya rápidamente se paró frente al escuadrón, atrayendo la atención de todos los monstruos—y luego disparó.

—¡Arcs Ray!

——-¡¿Aaaaagh?!

Un cañón estúpidamente poderoso borró el enjambre de monstruos.

—¡Lefiya, no pares de lanzar! ¡Prepara el proximo!

—¡Sí!

Ellos inmediatamente comenzaron a moverse nuevamente mientras las partículas del cañón mágico giraban junto con un Conjuro Simultaneo. Un rayo gigante de luz llenó el ancho del pasaje y se apoderó de la horda de monstruos que intentaban avanzar con números, convirtiéndolos a todos en cenizas. Esta fue la sexta iteración de la misma escena.

Con ese tremendo resultado, el bombardeo de fuego desatado por Lefiya fue equivalente a una lanza.

Era como un ariete que derribó a todos los enemigos que se reunieron, de pie al otro lado de la puerta endurecida.

Llamando la atención de los muchos monstruos escondidos en Knossos y luego aniquilándolos con una explosión. Por eso Lefiya había sido mantenida en reserva, por qué ella había estado templando y refinando su magia a través de la meditación.

Riveria estaba ocupada al mando del escuadrón, lo que significaba que no podían confiar en su poder de fuego todo el tiempo.

Para pisotear a Knossos hasta el suelo, la lanza de Lefiya era esencial.

—¡Congela, cadenas de invierno!

— Marcha, botín Infernal—

—¡Según lo contratado, te lo ordeno!

Mientras Lefiya estaba lidiando con los enemigos en el pasaje más grande, los otros elfos, incluida Alicia, estaban eliminando a los monstruos que emergían de las rutas laterales con su propia magia.

En el escuadrón de elfos femeninos de Riveria, cada miembro era una maga o una espadachina mágica que habían dominado el conjuro simultaneo y entrenado en combate de alta velocidad con la capacidad de usar libremente magia de lanzamiento reducido.

La magia cayó sobre ellos uno tras otro, de forma análoga a una fortaleza disparando una legión de flechas de hadas.

—¡Escuadrón enemigo, desde el frente!

—¡Un grupo de magos … y espadas mágicas!

La guinda del pastel era su muro defensivo, que trivializaba los contraataques de enemigos al acecho.

—¡Vía Shilheim!; Activó Riveria desde su estado en espera, deteniendo la descarga concentrada del enemigo.

—¡¿Qué?!

—¡¿Nuestro ataque…?! ¡¿Aaaaaaaaaaaargh?!

Los remanentes de The Evils se estremecieron en la cúpula de jade que rodeaba al grupo, pero eso duró poco. Las elfos los cortaron con espadas al pasar, un pelotón de hadas con once miembros en total.

Incluso en la Familia Loki, ellos estaban por encima, ya que el grupo estaba compuesto por elfos de nivel 3 o superior. No dejaron de producir sus círculos mágicos.

Un cañón principal, bombardeo y defensa. Este grupo fue mucho más allá de la etapa de artillería móvil.

Eran una fortaleza.

—¡Ha pasado tiempo desde que formamos a Fairy Force!

—Estoy bien con el apoyo de las líneas de fondo y todo, pero wow. ¡Destrozar bajo las órdenes de Lady Riveria es realmente un honor!

—¡Oye! ¿Destrozar? ¡No estamos haciendo nada por el estilo!; Alicia advirtió a las elfos más jóvenes haciendo un escándalo en su exaltación.

En circunstancias normales, era raro que Riveria tomara un papel activo liderando un asalto.

A medida que la mujer se anunciaba como la maga más fuerte de la ciudad, ella maximizaría su potencial en la línea de fondo: una potencia de fuego abrumadora para exterminar a los enemigos sin excepción, un método defensivo para proteger a los aliados de los ataques y un apoyo curativo que podría mantener una línea de batalla completa. Había cumplido su papel de pilar de apoyo a grandes grupos. Fue como darle alas de tigre para formar un equipo con los enanos de Gareth, quienes soportaron todo el peso de las líneas del frente.

Pero una vez que se separó del grupo principal, corriendo como una fuerza separada, cambió drásticamente, convirtiéndose en un arma de proyectil, convirtiéndose en una formación de hadas en el que Finn podría controlar en el momento justo.

—¡No parloteen! ¡Ataquen!

—””¡Sí, señora!””

Ellas se lanzaron al combate—un combate cuerpo a cuerpo de alta velocidad con Conjuro Simultaneo.

La magia era versátil si uno dominaba su velocidad y se adaptaba a la mayoría de las situaciones. Las elfos enloquecidas en el Calabozo manejaban una potencia de fuego inimaginable—una flor en el campo de batalla, como si fuera un escuadrón de caballería.

La situación era diferente del Calabozo habitual, que requería un golpe y fuga de largo alcance, frustrando a los soldados de The Evils mientras intentaban su atentado suicida.

Mientras las elfos seguían moviéndose y desatando su magia, nadie fue capaz de perseguirlos.

—Lefiya, no te quedes atrás.

—¡S-sí…!

Era la primera vez que Lefiya se unía a sus compañeras elfos en el escuadrón, y estaba sin aliento mientras continuaba lanzando magia al mismo tiempo. Con ella mejorando lo suficiente como para unirse a ellas, el escuadrón de hadas había adquirido un cañón principal, completando la fortaleza móvil.

Tenían todas las piezas necesarias para un asalto sorpresa en Knossos.

—¡Las puertas delantera y trasera se han cerrado!

—¡Estoy abriendo el frente! ¡Midan su magia para luchar contra esto!

Las puertas habían sido el cuello de botella más grande, sin sentido por la llave en la mano de Riveria. Las barreras de orichalcum cedieron fácilmente, abriéndose desde sus posiciones firmemente bloqueadas, exponiendo a los nerviosos enemigos a una lluvia de disparos.

Fue el alboroto de todos los alborotos, los frutos del trabajo de Anakity. Las orgullosas hadas lucharon para recuperar su honor y dominar la furia de sus camaradas asesinados.

—¡Lady Riveria, una segunda llave!

—¡Bien hecho!

Alicia no había echado de menos a una persona que intentaba escapar salvajemente entre las fuerzas enemigas disparando. Ella lo detuvo en seco con un hechizo helado y lo noqueó, robando su llave oculta, la segunda. Después de los elogios de Riveria, las elfos continuaron gritando.

Su avance no pudo ser detenido.

—¿…?

Riveria solo notó el ligero cambio a medida que el escuadrón acumulaba cada vez más impulso.

Los ataques del enemigo se habían detenido, deteniéndose, cuando sus intentos desesperados por evitar su avance los habían asaltado antes.

—… Lefiya. Cambia tu conjuro.

—¿Qué …? ¡Ah, sí!

No había sido más que un alivio por un breve momento, pero fue suficiente para que Riveria lo reconociera como el presagio de algo anormal.

Ella dio una nueva orden. Y al ver la cara tensa de la alto elfo, Lefiya y las otras elfos exuberantes también se pusieron ansiosas.

Riveria fue sabia.

Sabía que no debía bajar la guardia en el laberinto artificial, no en el infierno que había llevado a Braver a un punto sin recuperación.

Su vigilancia valió la pena. Este llegó—con una ¡BAM!

La puerta retumbó cuando se abrió de par en par, mientras el cabello carmesí del color de la sangre revoloteaba.

—¡—! ¡¿E-está la criatura está aquí?!

Una de las elfos que buscaban enemigos hizo sonar la alarma.

Todos los presentes se giraron y la figura del monstruo más fuerte en forma humana se reflejó en sus ojos.

—Después de las elfos, es el hobbit, ¿eh?

Levis, la criatura, se acercó, más amenazante que la puerta del orichalcum.

Detrás de ella había monstruos de vivos colores, una multitud de soldados usados como carne de cañon.

Ellas se acercaba un monstruo genuino, uno que había derrotado tanto a Finn como a Aiz.

——¡Hn…!; Riveria entrecerró los ojos cuando la mujer pelirroja embistió con la siniestra espada maldita en su mano.

***

—Ummm … ¿está bien, Capitán …?

Sobre el suelo, el viento soplaba en la base de la Familia Loki, que se parecía a un antiguo castillo.

Al lado de Finn, Raúl abrió tímidamente la boca y le preguntó al capitán que todavía estaba mirando el Distrito Laberinto.

—¿Qué está bien?

—¿Está realmente bien que la señorita Riveria y los demás entren en Knossos …? El semi- espíritu es una cosa, pero esa criatura de allí …

Raúl estaba teniendo dificultades para juntar sus palabras, pero sintió una aprensión que no podía dejar de lado. Ante los ojos de Raúl, Levis había derribado a Finn de un solo golpe cuando habían entrado en Knossos la última vez. Fue una pesadilla.

Había sido una sorpresa ver al héroe más grande y a su ídolo ser invadidos sin piedad. Le había dejado un gran impacto cuando Finn perdió.

Incluso Aiz no pudo pararla sola. Fue una abrumadora masa de irracionalidad.

—…

Finn guardó silencio por un momento mientras Raúl seguía preocupado por la criatura con el pelo rojo.

—¡¡Ábranse!!; Ordenó Riveria.

Todas las elfos obedecieron, descargando una descarga de magia. Rayos de luz—carmesí, azul, oro—se Lanzaron hacia Levis.

—Violas.

—¡OOOOOOOoooOOOOOO!

La criatura dio una orden breve a los monstruos, extendiendo desinteresadamente su mano izquierda.

Avanzaron frente a ella, convirtiéndose en un muro de carne para bloquear la magia, una tremenda cantidad de monstruos de colores vibrantes. No vacilarían desde un costado de ese nivel.

Levis salió corriendo, haciendo una abertura en el escudo de los monstruos.

—¿…?

Ella tenía una sensación incómoda.

—Eso es.

—¿Huh?

—Ahora que tenemos una llave en nuestra posesión, esa criatura es la única causa de preocupación en Knossos; Dijo Finn con una expresión inquebrantable, enfocándose directamente.

Él se volteó para mirar a Raúl, que estaba visiblemente sorprendido, y continuó sin vacilar en su voz.

—Raúl, quería que me llamaran Braver tanto que negocié con Loki por eso.

—¿…?

—Para ser una luz, para ejemplificar la valentía de mi raza… estaba preparado hace mucho tiempo.

No hubo un flujo lógico en su declaración, dejando a Raul nervioso. Pero mientras Finn continuaba, Raúl finalmente entendió lo que estaba tratando de transmitir.

—Si me congelara por una persona, por una sola amenaza—no estaría parado aquí.

Raul se estremeció y se le puso la piel de gallina—la cara tranquila de Finn, sus ojos fríos, la magnificencia de su resolución.

Sí, Finn se había llamado a sí mismo “Braver”.

Era un héroe que había puesto una delantera, un héroe hecho por el hombre calculado desde el principio.

Finn había soportado el peso de ese segundo nombre desde el principio. Siempre había llevado esa presión, lo suficiente como para aplastar a una persona normal, en su pequeña espalda con su inconmensurable determinación de convertir una mentira en realidad.

¿Qué era valiente al temer a una sola criatura?

¿Cómo podría llamarse a sí mismo un héroe?

Nunca habría tomado el nombre de Braver si se hubiera encogido ante ellos.

—Además, Raúl, no estás tomando a Riveria lo suficientemente en serio. Él había puesto su confianza en su amiga.

—Si se trata de Riveria—ella puede hacer retroceder algo de ese nivel.

¿Qué—?

La incomodidad de Levis aumentó con la gran cantidad de disparos que las elfos desataron para evitar que se acercara.

Su efecto fue un poco—no, fue demasiado.

Fue suficiente para que los disparos atravesaran la pared de violas y rozaran la mejilla de Levis, lo suficiente como para frenar su avance, para evitar que se acercara descuidadamente a ellas.

La fuerza detrás de la magia fue intensa, más intensa de lo que debería haberse dado a un conjuro corto.

Han estado disparando su magia sin parar. ¿Por qué no han alcanzado sus límites?

Las elfos habían avanzado a través de Knossos, llegando a las profundidades del Calabozo.

No importaba si usaban pociones de recuperación. Con su producción y número de hechizos, deberían haber alcanzado los límites de su fuerza mental. Y sin embargo, continuaron bombardeando al enemigo sin parar.

Al coordinar las líneas delantera y trasera, las cuchillas mágicas expulsaron sus ataques de fuego rápido para llenar el vacío entre las explosiones de la primera fila y las que preparaban su próxima ronda en la segunda fila.

Las losas de piedra del pasillo estallaron. La pared y el piso se derrumbaron, y los trozos fueron destruidos.

Ellas entrelazaron sus conjuros en rápida sucesión, decenas de hechizos superpuestos, antes de destruir el muro de violas en un solo monstruo.

En el momento en que la pared entre ellas y ellos desapareció, Levis lo vio.

——

Ella vio el círculo mágico de color jade en el que todos las elfos estaban adentro, iluminando el área maravillosamente, absorbiendo todos los restos de magia flotando por el pasillo y devolviéndolos a las elfos.

Aumentaba su fuerza mágica, otorgando protección real.

—Una habilidad rara. Levis se quedó boquiabierto. Eso fue todo lo que pudo determinar.

—Así como Finn te subestimó—

Aprovechando el tiempo comprado por la descarga de las elfos, la alto elfo había terminado su conjuro, su voz sonaba dulcemente a través del pasaje.

——Me has menospreciado demasiado; Riveria habló sin piedad a la criatura, una que no  había hecho ningún esfuerzo o ideado ningún tipo de plan, tratando de acercarse a su presa de frente.

—Sopla con el poder del tercer duro invierno, advenimiento del fin—- ¡mi nombre es Alf!

Mientras se alineaba con Lefiya, que había Conjurado Summon Burst, Riveria preparó su largo bastón. El círculo mágico de jade brillaba cuando las voces de las dos elfos, maestra y discípula, se superponían entre sí.

—“¡Wynn Fimbulvetr!”

Levis retrocedió ante los cañones congelados simultáneos—seis tormentas de nieve en total.