Wortenia Senki (NL)

Volumen 3

Capítulo 1: Manos a la Obra

Parte 2

Para la Organización, el Imperio de O’ltormea era un anfitrión precioso al que incitar. La autoridad de la Organización sobre el país les permitió dar forma a la dirección de la guerra y beneficiarse de ella de manera segura.

O’ltormea se está moviendo para invadir Xarooda … Y para hacer eso, la situación política en Rhoadseria debe permanecer inestable.

El este del continente occidental estaba compuesto por Myest, Rhoadseria y Xarooda respectivamente.  Myest tenía la destreza comercial más fuerte del país, pero ni siquiera por sí sola no podía igualar el poder nacional de O’ltormea.  Lo mismo es cierto para Rhoadseria, con las generosidades del abundante río Tebas a su lado, y Xarooda, con sus montañas circundantes que sirven como una poderosa fortaleza natural. Una alianza de dos países tampoco funcionaría.

Pero la unión de los tres países cambiaría las cosas.

Sin embargo, la invasión de O’ltormea en el este depende de que los tres países se mantengan divididos.

Fue porque Sudou sabía esto a lo que llegó a Rhoadseria  Desde un punto de vista geográfico, Rhoadseria se intercala entre Myest y Xarooda. Si Myest enviara refuerzos a Xarooda, tendrían que marchar a través del suelo de Rhoadseria.

Si no se les permitiera hacer eso, tendrían que dar vueltas por el sur, pero muchos de los países del sur tuvieron conflictos fronterizos de larga data con Myest y Rhoadseria, lo que los puso en una posición deficiente con esos países. Nunca permitirían que Myest y Rhoadseria cruzaran sus territorios.

Y enviar tropas por el mar era efectivamente imposible. Ciertas circunstancias habían vuelto intransitables los mares al noreste del continente occidental.

Con el estado del continente occidental como tal, el objetivo de Sudou de llegar a Rhoadseria desde O’ltormea era claro.

Y para colmo, Helena Steiner … Escuché los rumores, pero nunca imaginé que el Sr. Mikoshiba la traería de regreso después de años de retiro.

Sudou se habló a sí mismo en una especie de refunfuño.  Él era uno de los que tramaba las tramas él mismo, y sabía de las figuras influyentes de Rhoadseria y sus relaciones. Naturalmente, también había examinado a la diosa de la Guerra de marfil de Rhoadseria.

También tenía una idea de su antagonismo con el general Albrecht, pero nunca imaginó que volvería al servicio activo ahora.

Las habilidades del general Albrecht son una cosa, pero su popularidad es tan baja como puede ser.  Mantuvo a sus oponentes bajo su pulgar por temor a su poder, pero la situación cambiará drásticamente pronto.

Pudo oponerse al duque Gelhart, por lo que la actitud arrogante y dominante del general Albrecht no significaba que no tuviera sus partidarios.  Muchos de los caballeros detestaban a los nobles por su descaro, y para ellos, obedecer al general Albrecht era un medio para oponerse a ellos.

Pero la forma en que se dirigían las cosas ahora, eso pronto cambiaría de manera significativa.

Un hombre orgulloso y exclusivo que aboga por el pedigrí  contra un héroe nacional que se levantó de las masas. A juzgar por el descontento y el estado del país, está claro hacia quién gravitaría la gente.  Lo que significa que el general Albrecht tiene solo dos caminos disponibles para él. O se apega a la lucha sabiendo que está en desventaja o huye a otro país y espera la oportunidad de resurgir.  Su mejor oportunidad sería buscar refugio en Tarja con unos pocos caballeros leales. Pero a juzgar por su personalidad, él solo elegiría hacerlo en la peor situación posible.

La esposa del general Albrecht estaba relacionada con la realeza de Tarja. El mismo acto de comparar el territorio de Tarja con el de Rhoadseria se sintió terriblemente tonto, pero los países del sur se habían mantenido firmes en una guerra amarga contra los caballeros antes y se jactaban de tener una fuerza desde el punto de vista militar.  Si su intención era esperar su regreso, huir ahora no era una mala elección.

Pero tendría que eliminar varias condiciones para permitirlo. Necesitaría estar irremediablemente apoyado contra la pared, y dada la personalidad del general Albrecht, era difícil imaginarlo abandonando todo solo porque las cosas no iban a su manera.

Ese hombre no solo es codicioso, también es orgulloso. Si no hago algún tipo de juego ahora, es probable que persista y priorice mantener su facción intacta a toda costa. Y si lo hace, Helena Steiner devorará a su facción, dejándolo incapaz de actuar.

Al darse cuenta de esto, Sudou podría ver qué camino tendría que tomar. Lo peor para Oltormea en este momento sería si Rhoadseria resolviera su guerra civil y consolidara sus asuntos políticos bajo un gobierno único y estable. La Organización tampoco deseaba que esto sucediera.

No tengo muchas opciones. Tendré que desviarme de mi plan inicial y extender una mano de ayuda al general Albrecht.

Sudou se levantó del sofá, con la misma sonrisa que un niño que acababa de encontrar un juguete nuevo con el que jugar podría tener en sus labios.

Todo para ahogar a este país en muerte y agonía …

“Aww, hombre. Pensar que esto sucedería … Mierda, esto arroja una llave en todos mis planes …”

Encerrándose en la habitación que le habían dado el otro día en el castillo, Ryoma se rascó la cabeza mientras miraba al aire.  .

Los rayos del sol crepuscular que caían le bañaban la cara con un resplandor rojo. La silla en la que había apoyado su peso crujió bajo la presión.

“No pensé que ese bastardo Albrecht se rendiría tan fácilmente … Supongo que no era tan tonto como pensaba. Lo subestimé … No, el momento es demasiado bueno. Es como si alguien viera a través de mis movimientos … En ese caso, es aún más … ”

Sus palabras fueron igual de exasperación y alabanza. Sin embargo, no estaba hablando con nadie en particular. Las únicas otras personas en la habitación eran Sara y Laura, vestidas con uniformes de mucama, pero Ryoma no les hablaba.

Como solía ser el caso, Ryoma miraba al aire, sumergido en sus pensamientos. Sus susurros eran solo sus pensamientos que se filtraban a la superficie, efectivamente un soliloquio. Después de pasar meses con él, las hermanas Malfistas lo entendieron muy bien.

“Laura …” Sara susurró al oído de su hermana.

“El Maestro Ryoma parece bastante absorto en sus pensamientos, pero … ¿Ha olvidado que ya es hora de la cena?”

Ella habló con la voz más baja posible, para no molestar a su maestro.

“Probablemente se haya olvidado … Pero nosotros  no debemos molestarlo en este momento … Eventualmente resolverá sus pensamientos y nos llamará … Podemos simplemente decirle que rechazamos la invitación en su nombre en ese momento ”.

Las hermanas se dieron cuenta de que su ausencia de la cena ya estaba grabada en piedra. Eso fue para mostrar que se dieron cuenta de lo que su maestro necesitaba en este momento.

“Cierto, ya veo … Entonces iré a avisarles que no llegará esta noche”.

“Sí, por favor …” Laura asintió con la cabeza, volviendo la mirada hacia Ryoma, que todavía estaba mirando al espacio.

“Me quedaré al lado del Maestro Ryoma … Saluda a Su Majestad, por favor”.

Sus palabras estaban llenas de intensa voluntad.  Era discutible si Ryoma Mikoshiba incluso necesitaba que alguien lo cuidara. Es cierto que todavía no era capaz de la taumaturgia, pero su cuerpo masivo y las habilidades que poseía le permitieron despachar fácilmente mercenarios experimentados.

Pero por muy fuerte que haya sido, Ryoma no era un héroe invencible que las leyendas pueden cantar. Y mientras fuera humano, dejaría aberturas y haría algunos descuidos.

Las gemelas Malfist lo sabían, y por eso nunca se apartaron del lado de Ryoma. Los dos protegerían a Ryoma con su propia carne si fuera necesario, porque sus corazones estaban llenos de afecto desinteresado y lealtad eterna por el hombre.

“¿Hay algo más?”

“Hmm, bueno … Deberías pasar por la cocina  y preparar algo de cenar. Estoy segura de que estará bastante hambriento cuando llegue el momento”.

“Sí, entendido”.

Sara asintió con la cabeza a su hermana con un susurro y salió silenciosamente de la habitación.

¿Cuánto tiempo tomó? El sol rojo se puso sobre el horizonte, y la oscuridad reinó fuera de la ventana. Solo la suave luz de las estrellas y las hogueras encendidas en el patio iluminaban la habitación.

“Ugh … estoy muerto de hambre …”

La boca de Ryoma se abrió de repente mientras miraba al espacio.

“Espera, ¿qué hora es?”

“La campana sonó a las diez de la noche “.

Laura respondió a su susurro.

Debe haber estado muy concentrado para haber perdido el sonido de esa campana masiva.

“Oh. Ya es tan tarde, eh … ”

En ese momento, Ryoma recordó en el fondo de su mente que la princesa Lupis lo había invitado a una cena el otro día.

“¡Aww, mierda! ¡Se suponía que debía estar en la cena de la princesa Lupis esta noche!”

“Ya les informamos que no asistirías “.

Ryoma palideció al recordar la cita, pero las palabras de Laura lo hicieron suspirar de alivio.

“De acuerdo… Gracias”.

Incluso Ryoma, a quien no le importaba mucho el estatus social, sabía que abandonar una cena organizada por un miembro de la familia real no era algo que uno pudiera hacer casualmente. Los muros de clase y posición social eran excepcionalmente gruesos en este mundo, y la irreverencia era razón suficiente para ser enviada a la horca.

“¿Dijo algo?”

“Dijo que se da cuenta de que probablemente estés reflexionando sobre una solución al problema con el general Albrecht, y que tu ausencia es comprensible. Sin embargo, tendrá una reunión mañana por la mañana y quiere que prepare un plan para manejar la situación”.

Repitiendo el mensaje de Sara sin problemas, Laura le presentó a Ryoma una taza de agua.

“Oh, gracias … ”

Tragar agua moderadamente fría calmó la sed de Ryoma.

“Mañana, eh … La princesa lo hace sonar tan fácil … Aún así, no podemos dejar que el general Albrecht haga lo que quiera”.

La princesa Lupis fue lo suficientemente amable como para perdonar su ausencia de última hora de una cena real, pero eso fue, por supuesto, debido al informe que habían recibido ese mismo día.

Pero en cierto modo, esta era la princesa Lupis tratando de ocultar sus propios errores. Después de todo, uno podría fácilmente afirmar que la causa de este problema fue su propia ingenuidad.

El estómago de Ryoma de repente gruñó ruidosamente de disgusto. Después de contemplar todo en silencio hasta después de la puesta del sol, Ryoma no había comido desde el almuerzo, por lo que su estómago naturalmente se alzó en un motín contra su tacaño maestro.

“Estoy muerto de hambre. ¿Hay algo en lo que pueda hundirme los dientes?”

“Sí, Sara tomó prestada la cocina y preparó algo, si le apetece …”

“‘Bien … Entonces, ¿qué tal si se unen a mí? Ustedes tampoco han comido, ¿verdad? Tengo algo de que hablar con ustedes”.

A juzgar por la experiencia, Ryoma sabía que los dos no comerían antes que él.

“Lo tendremos listo en un momento “.

Laura asintió felizmente ante sus palabras.

“Ahora bien. Tenemos poco tiempo, así que hablemos durante la cena “.

Las gemelas Malfist asintieron ante su sugerencia, con la mirada fija en él. Las dos le sirvieron como sirvientas que lo atendieron, como sus guardaespaldas y también como sus confidentes.  Al compartir sus pensamientos con los demás, Ryoma profundizó su propia comprensión, y también sirvió como ensayo para cuando le explicara las cosas a la princesa Lupis y su séquito.

Además, la parte más importante fue que confirmó que su vocabulario no era incomprensible para los demás. Siendo hijas de una casa de caballeros de alto rango, la educación de las gemelas Malfist era considerada la mejor de lo que uno encontraría en este mundo.

Pero, por supuesto, eso no los ubicaba cerca del nivel de la educación moderna de Japón. Desde la perspectiva de Ryoma, estaban en el nivel de un niño en los años superiores de la escuela primaria, ni siquiera alcanzaban los niveles de un estudiante de secundaria, sin importar cuán favorablemente intentara expresar las cosas.

Pero en este mundo de guerra incesante, su conocimiento  fue considerado extenso. Después de todo, el 90% de la población era analfabeta hasta el punto de que no sabían cómo escribir su propio nombre. Leer libros era un privilegio fuera del alcance de cualquiera que no hubiera nacido al menos en una familia de caballeros.

Esos bajos estándares de educación se encontraron también en la comprensión de las matemáticas. La mayoría de los comerciantes y vendedores ambulantes de la ciudad eran, en el mejor de los casos, capaces de sumar y restar. Cualquiera que fuera capaz de multiplicar y dividir era considerado muy favorable y favorablemente.  Mientras tanto, la mayoría de los agricultores no podían contar más que la cantidad de dedos en sus manos.

Pero tal vez eso era comprensible. La mayoría de las profesiones en esta Tierra eran las de trabajo manual, y el sentido común dictaba que cualquiera que tuviera el tiempo libre para estudiar debía ser enviado a trabajar en los campos y aumentar las cosechas del año. Incluso los niños fueron considerados trabajadores preciosos una vez que crecieron desde la infancia.

Con este mundo como es, la gente a menudo no entendía lo que Ryoma decía. Muchas personas aspiraban a convertirse en mercenarios, pero muchos de ellos comenzaron siendo pobres plebeyos. Ryoma no entendía cómo funcionaba, pero al ser convocado a este mundo, podía entender su idioma y otros entendieron lo que dijo. Incluso podía leer libros en alemán y chino.

Pero incluso si pudiera mantener una conversación cotidiana, cada vez que intentaba describir un concepto que no le era familiar o que no existía en este mundo, la gente no podía entenderlo.

Decir algo como “vamos a comer” funcionó, ya que no era un concepto o frase que fuera exclusivo del japonés, pero perdió parte del significado que tenía cuando lo dijo en su idioma original.

Después de todo, tenía un contexto cultural y de matices que no existía en otros idiomas y sociedades.

Sin el contexto y el contexto adecuados, el significado de las palabras puede ser sesgado. Y dada la diferencia en el conocimiento promedio entre una persona japonesa moderna y alguien de este mundo, solo tendría sentido que hubiera casos de falta de comunicación.

Es por eso que Ryoma decidió pasar por todo primero con las hermanas Malfist. De esa forma, si las gemelas no entendieran nada de lo que dijo, sería capaz de reconocerlo, reformular sus palabras y explicar las cosas más claramente.

Aún así, también era cierto que el esfuerzo realizado para tratar de que otros lo entendieran También profundizó su propia comprensión. Y Ryoma consideró que sus conversaciones con los gemelos, que absorbieron toda la información como una esponja, eran cambios agradables de ritmo.

“Ustedes dos saben que el general Albrecht unió fuerzas con la facción de los nobles, ¿correcto?”

Las hermanas asintieron sin decir nada en respuesta a la pregunta de Ryoma. Esto fue lo que molestó a Ryoma lo suficiente como para perderse la cena. Normalmente, se trataba de información confidencial que solo las personas seleccionadas conocerían, pero era exactamente este tipo de información valiosa la que se filtraba con mayor facilidad.

Esta mala noticia había sido puesta en conocimiento de Ryoma esta mañana, y al anochecer tenía convertirse en un secreto abierto conocido por todos en el castillo.

El mismo Ryoma desaprobó la información clasificada como esta que se extendía tan fácilmente, pero como la sensación individual de crisis de las personas involucradas era tan débil, no había mucho que pudiera hacer al respecto. Al final, Ryoma Mikoshiba fue un extraño convocado a este mundo. No podría cambiar la forma de ser de este país tan rápido. Todo lo que pudo hacer fue priorizar abordar el problema ante sus ojos.

“¿Conoces las circunstancias detrás de él haciendo eso, entonces?”

Esta vez, las hermanas negaron con la cabeza. Todos los gemelas recogidos de las damas asistentes del palacio fue el resultado final;  El general Albrecht había desertado a la facción de los nobles.  La forma en que sucedió todavía se mantenía en secreto, al parecer.

“Entonces … tendré que empezar a explicar desde allí “.

Al enviar el vino y la carne en la boca al estómago, Ryoma comenzó a contarles con gravedad lo que sucedió. El general Albrecht dejó la capital Pireas con la primera orden de caballeros, bajo su mando, con el pretexto de recuperar el orden público del reino. Eso fue hace cuatro días.

Ryoma no fue informado de eso. Si lo fuera, Ryoma probablemente habría utilizado cualquier medio a su disposición para sabotear los movimientos de Albrecht. Meltina le contó más tarde, informándole de cómo el general hizo una sugerencia contundente a la princesa Lupis.