Assassins Pride (NL)

Volumen 3

Lección 04: Las Primas Cubiertas con la Dulzura de un Ángel

Parte 3

–Estos libros están escrito con solo 25 símbolos. Su contenido es indescifrable, pero, si puedo decirlo de manera contraria, todas las combinaciones que se pueden expresar con estos 25 caracteres están siendo ubicadas aquí. Y entonces, si pensamos que en el laberinto <Bibliagoth> no existen dos libros iguales, significa que por todas partes existen libros que difieren en solo un carácter. Teniendo eso como premisa, lo que podemos considerar, por ejemplo, es que los caracteres que están escritos en este libro aclarando la localización de un libro diferente—

–“ “ “¿¡En otras palabras!?” ” ”

Las otras tres chicas preguntaron al mismo tiempo y Mule sonrió.

–Por favor cómprenme tiempo.

En lugar de una respuesta, Melida oscilo su Katana y corto un insecto cercano. La punta de la Lanza empujada por Salacha empalo un enemigo y la Espada Larga de Elise comenzó a cortar en dos fluidamente.

Entre tanto, Mule recogió uno de los libros de una de las esquinas y continúo hojeando las páginas con gran vigor. Colocando algunos en los libreros, sacándolos, y mirando alrededor sin descanso.

Finalmente, mientras cerraba un libro, gritó.

–¡Pude descifrarlo! ¡Ayúdenme!

Las tres corrieron en diferentes direcciones al mismo tiempo. Mule lanzo hacia su amiga el libro que tenía en sus manos.

–¡Sala-chan, es la segunda fila del cuarto librero!

A continuación, arrojo un libro hacia Elise y uno más hacia Melida.

–¡Elise-chan tercera fila del tercer librero! ¡Melida-chan quinta fila del segundo librero!

Mientras ella misma recogía también un libro, oscilo su Gran Espada con un movimiento fluido. Mandando a volar a unos patéticos insectos, empujo de golpe uno de los libros perdidos hacia el librero.

Las primas Angel sacudieron sus manos pareciendo exasperadas.

–¡Lánzalo!

–¡Lánzalo, lánzalo!

–¡Aaah, mou! ¡No se apresuren!

A continuación, lanzo un segundo, y un tercer libro por sobre su cabeza. En un abrir y cerrar de ojos el piso de mosaicos estaba siendo ordenado. Quedando el último libro, Mule señalo hacia arriba.

— —¡Allí! ¡El ultimo!

Mirando hacia arriba, en lo alto del techo había un espacio vacío en un librero.

Melida instantáneamente juzgo que incluso si patera la pared el impulso no sería suficiente, en ese momento, una voz la llamo imperiosamente.

–¡Melida-san!

Salacha empujo Lanza hacia un lado. Melida, quien comprendió instantáneamente, pateo el piso y se montó de un salto sobre la Lanza. Como si no sintiera su peso en absoluto, Salacha oscilo la lanza con fuerza.

El cuerpo de Melida voló verticalmente. Mule balanceo el último libro y se lo arrojo.

–¡Melida-chan!

Los Insectos Devoradores que intentaron perseguirlo fueron cortados por Elise.

–¡Lita…!

Mientras atrapaba en la esquina de su conciencia la voz de confianza de su prima, Melida atrapo el libro en medio del aire. El hecho de que se detuviera en una excelente posición cerca del techo sin duda se debía a la técnica magistral de Salacha. Melida apunto al espacio en el librero que estaba justo frente a sus ojos y— empujo el último libro.

Un instante después—

Todos los insectos que quedaban en la habitación se desgarraron en pedazos de papel desde el interior. Una gran cantidad de papeles blancos giraron en un remolino y cubrieron el campo visual de Melida y las demás.

–¿¡Uwaaa…!?

Melida a medio camino de caer entro ligeramente en pánico y en ese momento, se escuchó un ligero sonido de patear la pared. La chica de cabello color cerezo que ascendió como un ave, atrapo a Melida desde el frente.

–¡¡Salacha-san…!!

Como si le hubiesen crecido alas, aterrizo suavemente en el piso mientras cargaba a Melida. Envueltas en trozos de papel como una ventisca de pétalos de sakura. Melida salto hacia Salacha extremadamente emocionada.

–¡Muchas gracias, Salacha-san! Lo hicimos, ¿¡¡Cierto!!?

Mientras estaba un poco sorprendida, Salacha finalmente le regreso el abrazo tímidamente.

–Si… lo hicimos, Melida-san.

–Aa mou, ¡Eres demasiado buena, Sala-chan! Me enamore otra vez, ¿Sabes?

Mule se le acurruco desde la espalda y apretó a su amiga de cabello color cerezo. Entonces, esta vez Elise se abrazó a la espalda de Melida e infló sus mejillas pareciendo insatisfecha.

–Lita, Lita. … Yo también me esforcé.

–¡Si! ¡Todas hicieron su mayor esfuerzo! ¡¡Es nuestra gran victoria~~~!!

Dentro de las chicas que se apretujaban como en un oshikura manju*, Salacha, quien estaba siendo empujada desde delante y atrás, sin nada de la valentía de antes, gimió con lágrimas en los ojos.

–Ow, ow, chicas vamos a celebrar un poco más elegantemente…

Detrás de las chicas, el libro antiguo en el podio colocado en el centro de la habitación estaba abierto. La pluma danzo por si sola y escribió unos caracteres que nadie leyó.

[Felicidades. A ustedes, que aprobaron el examen del piso actual…]

[Se les concederá la Acreditación de Bibliotecario del Laberinto <Bibliagoth> <Clase 5>]

***

Cuando Melida y las demás se dieron la vuelta despues de que su emoción finalmente se calmara, en el centro de la sala de lectura el libro antiguo y la enigmática pluma ya habían cumplido su rol tranquilamente. Al intentar abrir sus páginas a modo de prueba, solo había páginas blancas y una escasa mancha sin rastros de tinta.

Mientras todas se miraban entre sí, uno de los libreros libero una luz pálida. Los cuatro libros que estaban guardados allí imponían su existencia, y moviéndose por sí mismos, extendieron sus lomos.

Cada una de las cuatro chicas tomo uno en sus manos y en cada uno de los libros estaba adjunto un título: “Melida Angel” “Elise Angel” “Salacha Shicksal” “Mule La Mor”. Intercambiando los libros entre sí por los que tenían sus propios nombres, y mientras sus pechos palpitaban inevitablemente, los abrieron al mismo tiempo.

En la primera página del libro, estaban sus <Estados> como <Usuarias de Mana>.

(Nota: Es un juego japones muy sencillo que se juega en los días fríos para entrar en calor. Los jugadores se reúnen en un círculo, lo más cerca posible uno del otro.)

Y entonces, los restantes cientos de páginas sin significado estaban pegadas y había un espacio oculto que fue recortado en su centro. Lo que estaba guardado allí era un guante blanco como de seda y un monóculo.

–¿¡Quizás esto es la prueba de ser un bibliotecario del laberinto…!?

–Eso parece.

Mule al instante se colocó su nuevo monóculo y abrió el Grimorio en sus manos.

Como si la emoción brotara desde lo profundo de su corazón, soltó una voz desbordante de sentimiento.

–Maravilloso. Con esto, aunque no lo he comprobado uno por uno, el efecto de los Grimorios será muy claro con solo una mirada, ¿Saben?

–¡Yo! ¡Yo también quiero ver!

–Myu-chan, yo también…

Melida y Salacha también colocaron el monóculo en uno de sus ojos y se acercaron desde los costados de Mule. Y entonces al mismo tiempo, “¡Oo~!” dejaron escapar una voz de admiración. Al mirar a través del monóculo, el enigmático lenguaje de significado desconocido se proyectaba transformado en el idioma de uso común al que estaban acostumbradas.

–Entonces, ¿Qué pasa con este guante?

Elise dijo y movió su mano izquierda envuelta en el guante. En relación a eso, cada uno de los libros solo contaban con un guante izquierdo y no uno derecho. Seguramente significando que no eran para usarse para resguardar las manos y dedos.

Mule, quien tenía el más profundo conocimiento sobre este laberinto, hizo una concisa hipotesis.

–Seguramente es para sacar los libros antiguos que no puedes sacar, ¿No? Naturalmente, solo hasta el grado correspondiente, pero, debería ser posible leer cualquiera. Chicas, ¿Qué tal si intentamos probar con alguno?

–¡¡Waa~ waa~!! ¡¡Me pregunto si estará bien!!

Melida y las demás se dispersaron por pa sala de lectura con sus mejillas sonrojadas. Como hadas volando entre los libreros, miraban los lomos de varios colores mientras sus ojos brillaban.

En ese momento, repentinamente Melida encontró algo inquietante. No era un libro, sino un objeto que no había visto, decorando una parte del estante. Era una esfera color ceniza apoyada en un pedestal.

–Hey, ¿Que piensas que es esto?

–Aah, lo vi en el laboratorio de La Mol. Eso es un <Globo terráqueo>*

–¿Globo terráqueo?

Cuando se giró ante la palabra que no estaba acostumbrada a escuchar, Mule, quien estaba mirando los libreros, respondió mientras se encogía de hombros.

–Al parecer <muestra la verdad de este mundo> o algo así, pero nadie ha podido descifrar la verdad, ¿Sabes? Me pregunto que será esa bola color ceniza.

–Fu~n…

Melida inspecciono el llamado globo terráqueo por un tiempo, pero viera como lo viera, solo estando teñido de color ceniza era aburrido. Perdiendo inmediatamente el interés, cambio su línea de visión.

En tanto, algo más llamo su atención. Era un papel que sobresalía desde el estante.

¿Por qué algo como esto está mezclado aquí?

Sin pensarlo extendió su mano hacia él.

Su mano izquierda con el guante saco el documento desde el espacio del libro.

–Esto es—

Al comprobar su contenido, Melida se sorprendió hasta el punto de quedar sin palabras. Escuchando su murmullo, Mule se giró hacia ella. Su línea de visión se movió hacia las manos de Melida.

–Aah, no es sorprendente que algo fuera de los libros este mezclándose. ¿No lo escuchaste? En el laberinto <Bibliagoth> todos los <textos> escritos hasta ahora están copiados sin excepción. Incluso puedes encontrar listas de compras después de todo.

–Y-Ya veo…

(Nota: Nombre provisional <ritual mundial>)

Controlando firmemente su vacilación, Melida guardo en su bolsillo el documento que estaba en sus manos. Entonces, como si repentinamente lo recordara, levanto su rostro.

–¡Eso es! Elly, ¿¡Que hay del tiempo límite!? ¡No es momento para estar aquí despreocupadamente!

Elise quien estaba leyendo un extraño texto antiguo, abrió su boca con un “Ah”. Sacando apresuradamente el reloj de arena desde su bolsillo y al levantarlo frente a sus ojos… dejo escapar un suspiro de alivio.

–Está bien, aún nos quedan dos tercios. Tenemos tiempo de sobra.

–¡Qué bien…! ¡De cualquier manera, con esto aprobamos el examen, regresemos rápidamente a la academia! Melida la llamo con una voz animada. Escuchándola, Mule inclino la cabeza pareciendo desconcertada.

–… No te lo pregunte antes, pero, Melida-chan, estas participando en el examen con la intención de aprobar seriamente, ¿Verdad? ¿Por qué? Si es por mantener la cara como candidata a <Luna Lumiére>, no hay necesidad de hacerlo, ¿No es así?

–E-Eso es… ¿No es lo mismo con ustedes, Mule-san y Salacha-san?

–Yo y Sala-chan somos estudiantes de Saint D’Autriche.

Ante esa respuesta evasiva, Melida inflo sus mejillas sin pensarlo.

Aunque un poco dudosa, respondió mientras cruzaba sus manos detrás de su espalda.

–… En realidad, quiero ser reconocida como <hija de la casa Angel>. Por todas en la academia, mi padre, y las personas de la ciudad que no son nobles, ¿Sabes? Por eso sensei me dio un desafío, [Aceptar la prueba de Acreditación como Bibliotecario del Laberinto]

–Ya veo, fueron las palabras de ese genial sensei. Mule curvo las comisuras de su boca.

–Realmente te gusta, ¿No es así, Melida-chan?

–¡E-Eso es…!

— —Pero, me pregunto si sus expectativas son solo esas.

Repentinamente, Mule le arrojo una voz como un cuchillo y la garganta de Melida se apretó. Sus ojos como obsidiana que se tragaba incluso la luz, la miraron como si vieran a través de ella.

–¿Q-Que quieres decir…?

Mule se acercó paso a paso mientras sus zapatos resonaban.

–Aprobar una difícil prueba, acumular magníficos logros y ser alabada por todos—

Sus ojos color obsidiana se acercaron hasta estar frente a los suyos y miraron el rostro de Melida desde cerca.

–Me pregunto si eso realmente se volverá una prueba que diga que eres hija de la casa Angel.

–¡¡…!!

En el momento en que Melida se quedó sin palabras, la mano de una chica se interpuso entre ellas. Elise, mientras se paraba en frente como para proteger a su prima, miró fijamente a la hija de la Casa La Mor. Atrapada en su mirada fría como el hielo, Mule se encogió de hombros ligeramente.

–Ara, lo siento. Estaba un poco curiosa.

Dándoles la espalda como envolviéndose en humo, saco un libro desde su bolso.

–¡<Erase una Vez>!

Recitando ese hechizo, las paginas se voltearon por sí mismas y la tinta comenzó a filtrarse.

Habiéndolo visto varias veces hasta ahora, era el grimorio < Diagrama de Observación de Maeterlinck >. Como las paginas restantes ya estaban volviéndose escasas, Mule gravo rápidamente el mapa en su cabeza y cerro el libro.

–Bien, regresemos a nuestras academias rápidamente. Las enviaremos hasta Saint Frideswide. Por aquí, parece haber un atajo.

En ese momento, un sonido ruidoso resonó.

Al dirigir sus ojos hacia allí, el origen era Salacha. Había dejado caer varios libros en el piso. Los valiosos libros antiguos estaban dispersos en grandes cantidades, pero, ¿Cuántos estaba cargando de una sola vez?

Naturalmente, Melida la ayudo a recogerlos y Salacha bajo su cabeza pareciendo atemorizada.

–S-Saben, chicas, err… Me pregunto si podríamos quedarnos un poco más aquí. Hay, libros que quiero leer y no es un lugar al que podamos venir comúnmente…

–P-Pero… ¿No podemos hacerlo en otra ocasión?  Ahora estamos en medio de la prueba.

–Es justo como dice Melida-chan. Santo cielo, Sala-chan, eres bastante frívola después de todo.

Mule se le acerco con paso rápidos y empujando los libros que recogieron en un espacio adecuado, los ordeno violentamente. Agarrando el brazo de Melida quien la miraba pasmada, la jaló.

Cuando lo hizo, Salacha salto hacia su brazo opuesto y la detuvo.

–¡E-E-Espera! ¿No podríamos tomar un desvío? Yo, tengo un lugar en el que estoy interesada…

–Sala-chan, estas siendo demasiado egoísta. El dejar caer los libros fue apropósito, ¿No es así?

Mule dijo con un tono que parecía atravesarla. Melida, sin saber la razón, solo miraba de un lado a otro entre las dos estudiantes de D’Autriche. De cualquier manera, la situación era extraña.

–¿No escuchaste? Melida-chan y Elise-chan deben aprobar el examen de esta vez. Ya que el tiempo límite se está acercando, no tenemos tiempo para estar jugando.

–¡H-Hey, tranquilízate un poco Mule-san…!

Ya que la atmosfera se estaba volviendo peligrosa, Melida intento mediar entre las dos.

–Por mi está bien, ¿No sería bueno escuchar también la situación de Salacha-san? Quizás es un asunto importante…

–Eso es…

Entonces, en el instante en que la atención de Melida y Mule se desvió, Salacha repentinamente sacudió su brazo y se alejó hasta la pared.

Melida noto la anormalidad y nerviosamente miro las manos de Salacha. Lee había arrebatado el libro titulado [Melida Angel] el cual era la evidencia de su aprobación.

–¿¡Salacha-san!? ¿¡Que estás haciendo tan repentinamente…!?

–L-Lo siento, pero—

–Ara, ara, ara, ¿No crees que tus travesuras están yendo demasiado lejos, Sala-chan? Cuando Mule se acerco a su amiga, golpeo su mano en el librero.

Salacha abraso el libro contra su pecho y Mule la miro como si fuese a caer sobre ella.

–Regresa el libro, eso es de Melida-chan. Todas regresaremos a la academia llevando esa prueba de aprobación. Y al hacerlo, todas deberíamos poder obtener un final feliz, ¿No es así?

–¡No podemos hacerlo, Myu-chan! ¡Como pensé, esto está mal!

–¿¡A que viniste aquí…!?

Melida ya no podía comprender el curso de la conversación. Su prima de cabello plateado quien compartía la misma opinión se le acerco y ambas inclinaron la cabeza en conjunto. Elise, murmuro una pregunta.

–… ¿De qué están hablando las dos?

La atención de ambas rápidamente dirigió hacia ellas. La voz de Salacha con un rostro de urgencia y la de Mule que dejaba sentir la misma desesperación, produjeron un sonido disonante.

–¡No puedes ir más allá, Melida-san! Esta prueba—

–¡Salacha!

–¡¡Esta prueba es una trampa!!

Justo después, un desagradable aullido que parecía resonar desde lo profundo de la tierra sacudió la sala de lectura.