Assassins Pride (NL)

Volumen 3

Lección 05: Los Usuarios del Dios de la Muerte

Parte 1

–¿¡Que está pasando esta vez!?

Ante los múltiples sonidos teñidos de malicia que no cesaban, Melida y las otras chicas salieron corriendo desde el salón de lectura a toda prisa. Sin cambios, los gritos que casi perforaban sus tímpanos continuaban reverberando estruendosamente dentro de la extensa biblioteca sin fin.

–¿La voz de los difuntos…?

Mule lo analizo mientras fruncía el ceño ligeramente y justo después de eso, desde el frente del pasillo, una ola purpura se acercaba con un terrible ímpetu. Mientras volaban como si se deslizaran por el piso, un enjambre de Espectros que pululaban por el laberinto <Bibliagoth> se acercaban mientras abrían sus bocas hasta el límite gritando palabras malditas como si escupieran sangre.

Las cuatro chicas patearon el piso por el margen de un cabello mientras abrían ampliamente sus ojos. Melida y Elise saltaron al mismo tiempo, un instante después fue Mule. Y entonces, justo antes de ser tragada por la ola de Espectros, Salacha se elevó por el aire. El libro titulado “Melida Angel” se deslizo desde sus manos.

–¿¡Ah…!?

El libro que cayó al piso inmediatamente fue cubierto por el ejército oscuro corriendo por el pasillo.

Aparentemente el objetivo de los Espectros no eran Melida y las demás chicas. Sin dirigirle la mirada a los ángeles que danzaban por el cielo, avanzaban hacia algún lugar como como si estuvieran apuntando a las puertas del averno. Ante los cientos de Espectros ininterrumpidos, Melida frunció el ceño.

–¿Hacia dónde están yendo…?

Las cuatro chicas se agarraron a los libreros y escalones y miraron hacia el ejército vacío que marchaban bajo sus ojos. Salacha quien estaba haciendo una expresión difícil, repentinamente se dio cuenta de algo.

Los Espectros no tenían un cuerpo verdadero. El libro que había caído al piso no sería pateado lejos, sino que continuaba tirado en ese lugar. Una persona más noto esa verdad al mismo tiempo que Salacha.

Mule repentinamente separo sus manos desde el librero y descendió. A continuación, Salacha un segundo después. Ambas sacaron sus armas en medio del aire y se zambulleron en medio del violento torrente.

–¿¡Salacha-san!? ¿¡Mule-san!?

Los sonidos de las cuchilladas se superpusieron con el grito de Melida.

Salacha y Mule avanzaron a traves del pasillo mientras cortaban a los Espectros que les estorbaban. El objetivo de ambas era el libro de “Melida Angel” que estaba tirado en el piso. Las dos llamas corrieron libremente en medio del ejercito como un remolino, y los cadáveres de los Espectros volaron por el aire como si señalaran a sus huellas.

–“ “ “ “¡¡……!!” ” ” ”

La llama color sakura y la llama negro azabache se cruzaban algunas veces y se dispersaban sonidos metálicos aún más violentos. Ambas aceleraron más y más, corriendo por el pasillo. Cortando a los Espectros, expulsando llamas, apuntando al libro de “Melida Angel”, cargaron violentamente desde ambos lados. Mientras dispersaban chispas, ambas sombras saltaron.

Cerca de Melida y Elise, Salacha se mordió los labios. Y entonces, Mule aterrizo en el librero opuesto.

El libro que fue recogido desde el piso—estaba en las manos de Mule.

–A-Ambas, por qué llegan hasta ese extremo…

–Melida Angel—

En el momento en el que Melida hablo, una voz como la de una actriz que leía un guion se superpuso con su voz.

Mule abrió una página del libro y comenzó a leer las frases educadamente una a una.

–Poder de Ataque 129… Poder Defensivo 111… Agilidad 141…

Su cautivadora lengua lamio sus labios y como un carnívoro con un festín frente a sus ojos, mostro una sonrisa torcida.

–Clase—<Samurái>.

Un escalofrío corrió por la columna de Melida.

Cerrando el libro pareciendo satisfecha, las comisuras de la boca de la fascinante <Diábolos> se levantaron.

–Fufu… deberíamos dejárselo saber a Shicksal Onii-sama.

<Mana> broto desde todo su cuerpo y Mule pateo el librero con fuerza. Salacha apretó los dientes mirando la espalda de cuarzo negro que se alejaba rápidamente. Varios segundos después, salto como para perseguirla.

El hombro de Melida, quien solo las miraba irse distraída, fue sacudido por alguien fuertemente.

–¡¡Lita, tenemos que atraparla!!

Elise le grito con una expresión de urgencia y pateo el librero con todas sus fuerzas. Melida quien aún estaba en un torbellino de caos, concentro <Mana> en sus piernas y salto hacia el vacío con todas sus fuerzas.

¿¡Por qué, Mule-san!?

No tenía el tiempo libre como para estar pensando sorprendida. Melida simplemente voló entre los libreros queriendo la <respuesta> que se escapaba cada vez más. Sobrepasando de un salto el ejército de Espectros que se abarrotaban bajo sus ojos, finalmente cruzo hacia una dirección diferente con ellos.

–¡Regresa el libro de Lita!

Mientras corregía su postura en medio del aire, Elise desenfundo su Espada Larga. Ataco como un halcón peregrino desde arriba de la cabeza de Mule y justo después resonó un fuerte sonido metálico. Mule oscilo su poderosa Gran Espada con su mano derecha. mientras abrazaba el libro con su mano izquierda. Ese poder aterrador era superior al que había mostrado en la Batalla de Selección.

Sin seguir con su ataque, Mule corrio por el pasillo descendiendo varios mientras dispersaba llamas negras, y sin dar pistas de su objetivo. Sin embargo, no había forma de que pudiera librarse de la persecución de una <Paladín> y una <Dragoon> mientras cargaba varios libros en su bolso y en una de sus manos—

–¡Myu-chan, ya detente!

Salacha, quien descendió como un meteoro, empujo su lanza y rompió el piso de piedra junto con un estruendo. Al mismo tiempo que Mule cubrió su rostro por los escombros que volaron, Elise, quien rodeo su espalda, oscilo su espada. Deteniéndola a duras penas con su Gran Espada, Mule fue enviada a volar unos diez metros.

La cuerda de su bolso se cortó y los Grimorios se dispersaron por el piso.

Antes de que Mule pudiera corregir su postura, Elise y Salacha la atacaron desde ambos lados. Juzgando que sería mejor si cortaban el libro en dos, ambas apretaron fuertemente su Espada Larga y su Lanza.

Mule apenas levantó de un salto solo la parte superior de su cuerpo y justo después—se rio.

–¡¡<Erase una Vez>!!

Un fuerte viento se arremolino con Mule en el centro, empujando hacia atrás a Elise y Salacha.

El Grimorio que había abierto sin que se dieran cuenta termino su función en las manos de Mule y la última página que se rompió en mil pedazos se dispersó en el viento. Mule, quien estaba protegida por la pared de viento, levantó las comisuras de su boca—sin embargo, justo después abrió ampliamente sus ojos por la sorpresa.

En la esquina de su campo de visión capto la silueta color dorado quien, adentrándose en la ráfaga de viento, salió corriendo casi rozando el piso. Como era de esperar, esta vez no tuvo el tiempo de prepararse y Mule, sujetada por el cuello de su ropa, fue empujada de espaldas contra el piso.

–¡Te atrape!

Escasos segundos después, el tiempo límite de la Magia llego y la ráfaga de viento se desvaneció.

En el pasillo que repentinamente se volvió silencioso, Melida estaba montada sobre Mule, sin embargo, disminuyo ligeramente la fuerza con la que sujetaba su cuello. Solo el caos y la confusión se arremolinaban en sus ojos como rubíes.

–Dime, Mule-san, ¿Por qué haces esto? N-Nos hicimos amigas, ¿No es así? Cuando dijiste que aprobaríamos el examen juntas, ¿Era mentira…?

–Si tuviera que decir por qué—

Mule, sin ningún tipo de agitación, mostro una sonrisa de normalidad.

–Es porque, después de todo, me gustas, Melida-chan.

–¿H-Huh…?

–Ya que me gustas, te atormento sin querer. Melida-chan, ¿Aun crees que esto es la prueba de acreditación?—¡¡<Erase una Vez>!!

En el instante en que Melida se distrajo, Mule grito con fuerza.

Los Grimorios que estaban tirados en el piso activaron su efecto al mismo tiempo. Cientos de páginas danzaron hacia el cielo y cubrieron como un domo los alrededores de Melida y las demás.

Mientras ambas corrían desesperadamente hacia ellas, la chica de cabello color sakura grito con una voz dolorida.

–No vayas, allí ya estarás sobre la <puerta> de la casa Shicksal—¡¡Huye, Melida-san!!

Sin embargo, fue demasiado tarde para Melida. Rodeadas por la tormenta de papel que se arremolinaba como un tornado, las cuatro chicas perdieron su ruta de escape. La atención de Melida cayó en uno de los libros que estaban dispersos en el piso. El Grimorio < Diagrama de Observación de Maeterlinck>.

Mientras las paginas se volteaban con fuerza, apareció el mapa del laberinto.

Ante la nota de [ubicación actual] que resaltaba en gran medida en la parte superior derecha de la página, Melida abrió sus ojos con estupefacción.

—¿¡Piso 18!?

Era un piso mucho más abajo comparado con el Quinto Piso donde originalmente Melida y las demás deberían recibir la prueba de la Sexta Clase. Aunque deberían haberse adentrado al laberinto <Bibliagoth> desde el primer piso, de alguna manera se habían adentrado hasta tal profundidad.

La voz susurrante de Mule que había escuchado antes cruzo por su mente que estaba paralizada por el shock.

“¿Aun piensas que esto es la prueba de acreditación?”

Melida no podía aceptar que había sido extremadamente descuidada. Como si no pudiera ordenar sus pensamientos, mientras escuchaba el sonido de las páginas brotando desde los libros cubriendo su campo visual una pregunta destello en su mente.

Si dices que esto no es el examen, ¿Desde que momento—?

***

¿¡Desde que momento estaba planeado esto!?

Como para cortar sus dudas, Shenfa Tsubetok oscilo su espada. Su Habilidad de Asalto que había pulido como Clase <Espadachín>, corto en dos los cuerpos de los Espectros.

Ante las figuras del enemigo volviéndose niebla, se escucharon aclamaciones mezcladas con alivio.

–¡Shenfa Onee-sama!

Eran las postulantes que se adentraron en el laberinto <Bibliagoth> para enfrentar la prueba de acreditación. Su número era de 6 y la mitad era de segundo año. Mientras se limpiaba el sudor frio, Shenfa se giro hacia sus compañeras.

–Chicas, ¿No están heridas?

–¡Estamos bien gracias a ti, Onee-sama! Shenfa miro a todo el grupo y asintió.

–Vamos.

Todas las presentes asintieron de vuelta antes esa orden.

Mientras corría por el largo pasillo guiando a las estudiantes, Shenfa intentaba ordenar desesperadamente sus pensamientos.

¿¡Qué demonios está ocurriendo!?

Ella, quien el año anterior también había aceptado la prueba, rápidamente se había dado cuenta que una irregularidad había ocurrido esta vez. En el momento en que montaban el ascensor desde el <Castillo Mundo de Cristal> de la academia, a mitad de camino fueron sorprendidas por un extraño fenómeno y cuando se dieron cuenta, habían sido arrojadas hacia el interior del laberinto <Bibliagoth>.

Si fuese un aprueba legitima, definitivamente no ocurriría algo como eso. Las participantes primero recibirían la última explicación en el área segura y mientras eran acompañadas por sus Profesoras guías, partirían como una Unidad. Confiando en el Grimorio del <Diagrama de Observación de Maeterlinck> que se les había suministrado, deberían apuntar a la sala de lectura en el piso objetivo.

Más aun en este año, ya que incluso alumnas de primer año sin experiencia estaban participando. ¡Sin la guía de las Profesoras, un mapa, y estando divididas, era imposible que las arrojaran hacia este extenso laberinto!

Ante los sinsentidos que descendieron sobre ellas mismas, Shenfa no pudo evitar morder fuertemente sus labios. Sin embargo, no podía dejar que sus kouhais notaran la vacilación dentro de su corazón. Sus miradas dependientes solo confiaban en su espalda. No podía romper eso antiestéticamente.

Mientras guiaba a las participantes con las que se reunió en el interior del laberinto, Shenfa corrió por el pasillo. Sin embargo, hablando honestamente, el laberinto era demasiado extenso. Fuera a donde fuera, el paisaje de los libreros era el mismo y sin un mapa no podían encontrar las escaleras.

En adición, lo más difícil eran los Espectros que pululaban.

Aparecían desde las sombras de los libreros y reducían su fuerza física y mental. Sus kouhais gritaron frente a sus rostros exagerados y ya que debía protegerlas, su fuerza restante llenaba la punta de sus dedos. Con las batallas prolongándose, su límite se acercaba constantemente—

Cuando estaba pensando eso, algo apareció desde la esquina del pasillo. Con una velocidad como la niebla, se acercó hasta llegar frente a sus ojos, y Shenfa levanto la punta de su espada apresuradamente.

Después de que cada uno empujara la punta de su espada en la nariz del otro, Shenfa logro ver el rostro de su adversario.

–¡Directora!

Sin darse cuenta, la fuerza dejo sus hombros.

La directora de la academia para chicas Saint Frideswide, Charlotte Bramanger, lentamente retiro su largo Báculo que estaba sujetando con ambas manos, mirando a Shenfa y las postulantes detrás de ella.

–¿Hay alguna estudiante herida?

Ante la primera pegunta que salió de su boca, Shenfa a duras penas pudo sacudir su cabeza. Las postulantes que la seguían desde atrás, se aferraron a la <Mago> anciana.

–¡Directora! N-Nosotras…

–Chicas, lo más importante es que estén sanas y salvas. Ya no tienen que tener miedo.

Viéndola bien, la directora Bramanger también estaba acompañada de un número de estudiantes vistiendo ropa de combate. Quizás ellas tambien habían sido repentinamente arrojadas hacia el interior del laberinto <Bibliagoth> y se dirigían al ascensor hacia la academia mientras reunían a las estudiantes.

Centrando su mirada en las estudiantes cuyo número había aumentado más o menos en 10, la directora dijo con una fuerte voz.

–Seguramente están confundidas de varias maneras, pero ahora lo más importante es regresar a la academia. Yo las guiare. ¡Todas, tengan cuidado de no perderse!

Las alumnas respondieron <Anima>damente. La directora sonrió y dio la vuelta haciendo girar el dobladillo de su túnica.

Shenfa aumento su velocidad y se alineo con la directora quien corría en la delantera como una atleta. Probablemente las chicas de atrás podrían escucharla, pero no tenía el espacio para contener su voz.

–Directora, ¿Qué demonios ocurrió?

–¿Recuerdas los árboles que llenaron repentinamente la plataforma del ascensor, Tsubetok-san? La directora respondió mientras corría sin siquiera perder el aliento, y mirando hacia el frente.

–Esa ilusión es producto de un Grimorio <Pintura Engañosa de Perona>. Su efecto transporta hacia una distancia determinada del laberinto <Bibliagoth> a quienes son envueltos en su Magia. Después de eso, sobrepasamos el <primer piso> en el que deberíamos haber descendido originalmente y fuimos enviadas hacia lo profundo del laberinto.

–¿¡Por qué demonios paso algo así…!?

La directora pareció dudar en responder en ese punto.

–… Los detalles los investigaremos después. Ahora, lo primero es asegurar a las estudiantes sin dejar ninguna y llevar a todas sanas y salvas hasta Saint Frideswide.

–Directora, no pude encontrar a las estudiantes de primero.

Shenfa hablo de la angustia que la había mantenido preocupada pero no podía decir. La directora Bramanger asintió en respuestas con una expresión ligeramente dolorida.

–… Las otras Profesoras guía también fueron enviadas al laberinto <Bibliagoth>, al igual que nosotras deben estar dirigiéndose a la academia mientras guían a las estudiantes. Solo confiemos en que están junto con alguno de ellos. Pienso que, seguramente no solo estarán avanzando más y más hacia lo profundo del laberinto.

Limitado a que esto no sea incitado por alguien.

La directora movió ligeramente su boca arrugada. La irritación crecía más y más en el pecho de Shenfa y se le hacía difícil incluso contener sus palabras.

–Directora, quizás al igual que durante la Batalla de Selección de la <Luna Lumiére>, han descendió problemas en Saint Frideswide. No puedo dejar de preocuparme por esas lamentables chicas.

–Cálmate, Tsubetok-san. La anormalidad ocurrida en la prueba de acreditación debe haber sido transmitida a la academia. Inmediatamente será enviado un equipo de rescate.

— —Ohohoho, eso es sensacional, ¿No es asi?

La voz áspera de un hombre interrumpió su conversación y la directora se detuvo inmediatamente. Un momento después Shenfa y a continuación las estudiantes de atrás detuvieron sus pies.

Desde las sombras de un estante, dos sombras humanas salieron caminado como para cortar su ruta de avance.

Era un hombre agitando su harapienta túnica negra, y una figura con una edad y sexo indeterminado. Sin embargo, la vista de sus espadas asomándose desde su manga dejaba claras sus verdaderas intenciones.

La directora Bramanger dio un paso al frente y pregunto.

–¿He de suponer que quien preparo esta situación fueron ustedes? ¿Qué demonios pretenden atrapándonos en la ilusión de <Pintura Engañosa de Perona>?

El sujeto de la túnica harapienta y el otro no se sorprendieron y desde la boca de ambos resonó una sola voz.

–La mente maestra sin duda somos nosotros, pero, ¿Perona…? No sé de qué estás hablando. Nuestros objetivos están bastante dispersos.

–¡No finjan ignorancia…! ¡Directora, hablar con estos tipos es una pérdida de tiempo!

Shenfa salió al frente con alto espíritu y desenfundo su Espada Larga de la Clase <Espadachín>.

El par con túnicas roídas levantaron sus espadas como respuesta y lentamente comenzaron a caminar.

–Está bien así. Es mejor que las presas no hablen inútilmente y se aferren a su escasa vida restante.

–Parece que no hay espacio para negociaciones, ¿Eh?

La directora Bramanger levanto su largo Báculo y camino hacia el lado de Shenfa. Intercambiando miradas con su estudiante de reojo, sonrió gentilmente.

–Me enfrentare a uno. No seas descuidada, Tsubetok-san.

–Te ruego no hagas algo irrazonable, Directora. ¡¡Te mostrare cuidadosamente la instrucción de Saint Frideswide que me pulió por estos tres años!!

Shenfa pateo el suelo con fuerza y a continuación, como si se deslizara por el suelo, la directora también comenzó a correr.

Ambas figuras con túnicas se enfrentaron uno a uno con los enemigos que se habían dividido. De alguna manera daban a entender que tenían la confianza de vencer desde el frente a un objetivo que era un Usuario de Mana.

Shenfa apretó los dientes y osciló su espada hacia el sujeto de túnica roída que salto frente a ella. Justo después de confirmar un golpe efectivo, un agudo sonido metalizo resonó. La espada del enemigo había repelido su ataque.

Las mangas de su túnica agitada por el viento ocultaba sus manos, por lo que su esgrima era difícil de leer. En adición, esa velocidad de reacción que había manejado su ataque sin dificultad… quizás, no había error en decir que esos enigmáticos asesinos también eran Usuarios de Mana.

¡¡Aunque nacieron en un linaje aristócrata, se dedican al crimen!!

La motivación de Shenfa se transmitió a la espada que sostenia y volviéndose llamas, atacó. Con la técnica de espada más rápida de todas la estudiantes de Saint Frideswide, lanzo un iracundo ataque continuo.

La punta de su espada trazo una trayectoria calcada a las del libro de texto, deslizándose hacia las muñecas del enemigo. Ascendiendo como si fluyera, la espada del enemigo que se deslizo de sus manos danzo atraves fel aire.

–¡¡Haa!!

Shenfa lanzo un ataque con todas sus fuerzas hacia el flanco del enemigo que había quedado desarmado. Su espada de practica se hundió en la tunica roída con una velocidad aterradora.

Cuando la vivida sensación de cortar la carne se transmitió a sus dedos—

— —¡…!

Todo el cuerpo de Shenfa se puso rígido por un instante. En ese momento,mientras la espada estaba enterrada hasta la mitad en su costado, el sujeto de la tunica roída salto mientras gritaba. Sangre parecida a agua sucia se dispersó desde la herida golpeando su mejilla, haciendo que la chica que 15 años saltara sorprendida.

–¡Hii…!

El sujeto de la tunica roída salto hacia Shenfa quien estaba inmóvil. Con movimientos como los de una bestia, agarro sus hombros y abrió su boca cubierta de baba en el interior de su capucha. Justo antes de que mordiera su cuello de doncella con sus amarillentos colmillos—un impacto en su costado mando a volar al sujeto de la tunica roída.