Wortenia Senki (NL)

Volumen 2

Capítulo 2: Complot Enredado

Parte 6

“B-Bueno …”

“Bueno, ¿qué?  Vaya al grano “.

Temiendo el disgusto de su amo, el ayudante de Gelhart dudó en hablar, lo que solo estimuló aún más la ira del duque.  Era un hombre a los cincuenta y seis años, el mejor momento de la vida de un político.

El cabello de Gelhart era un tono rubio cuidadosamente peinado veteado de gris. El bigote diligentemente recortado sobre sus labios implicaba su naturaleza neurótica.  A primera vista, parecía un caballero refinado, pero la expresión enfurecida que se encontraba actualmente en su rostro borró todo rastro de ese semblante elegante.

Pero su ira no fue por falta de una buena razón. Su ayudante estaba, de hecho, igual de confundido ante esta oleada de noticias inesperadas y preocupantes.

Lo único que sabían con certeza era que los miembros de la facción neutral con la que habían firmado acuerdos secretos habían estado recurriendo al lado del enemigo uno tras otro durante la semana pasada.

Y aunque eran en su mayoría nobles de clase media, todos tenían tierras lucrativas bajo su control.

Por supuesto, lucrativas como eran, sus tierras no podían igualar sus tierras, o las de los otros nobles que formaron el núcleo de la facción de nobles.

Incluso el más fuerte y más grande entre los nobles de clase media, el conde Bergstone, solo podía reclutar a un máximo de mil soldados y unas pocas docenas de caballeros, y tal vez agregar mercenarios a la mezcla.  Cualquiera sea el caso, sus fuerzas solo serían un poco más de mil.

Pero incluso si un noble solo no pudiera cambiar el rumbo de la guerra, podría ser problemático si esos nobles consolidaran sus fuerzas.  Hubo una parábola de cómo, durante el período de los Estados Combatientes de Japón, un conquistador llamado Motonari Mori gobernó la región de Chugoku y enseñó a su hijo de la Leyenda de las Tres Flechas. Si bien era dudoso si esa historia realmente se puede atribuir a Motonari, fue una anécdota que destacó la importancia de la unidad.

Esta parábola tenía un significado único: no importa cuán pequeñas fuerzas puedan estar solas, pueden convertirse en un poderoso ejército si se unen.

Por supuesto, al ser un ciudadano de esta Tierra, Gelhart no podría haber oído hablar de este precepto de otro mundo antes  , pero entendió el significado detrás de sí mismo, gracias a muchos años de experiencia.

Fue por esta razón que el duque Gelhart mostró una gracia inusual en un complot contra los nobles neutrales más influyentes. El cebo que les ofreció fue la posibilidad de aumentar sus territorios y garantizar posiciones dentro del gobierno una vez que concluyera la lucha.

El resultado fue que los muchos nobles que estaban disgustados con la forma en que los había tratado durante mucho tiempo se volvieron a su lado con una facilidad casi cómica.

Al final, la facción neutral fue una reunión de nobles que fueron expulsados del núcleo político y no estaban en contacto con el cambio de los tiempos.

Dada la oportunidad, se lanzarían a su lado, con los ojos iluminados por la codicia, y manipular convenientemente a esos tontos para lograr sus fines era un asunto simple para el hombre que mantenía la política del Reino de Rhoadseria bajo su pulgar.

O haci hubiera estado, hasta que los vientos de repente comenzaron a cambiar de dirección recientemente. Y además, aquellos que cambiaron de bando eran miembros influyentes de la facción neutral, a quienes se les habían ofrecido condiciones significativamente favorables.

Alguien estaba manipulando cosas detrás de escena … Y es alguien brillante.

El sentido del olfato político bien cultivado del duque Gelhart reconoció que fue un complot hecho por algún enemigo invisible. Las condiciones que exigía a los nobles neutrales eran que no movilizaran a sus tropas y que respaldaran a la princesa Radine; eso fue todo.

El riesgo en su nombre fue mínimo, mientras que el mérito que obtendrían era bastante grande. Y así, los nobles neutrales, que se vieron obligados a pasar sus días en la desgracia y la oscuridad, acudieron a su lado.

No hace falta decir que el duque Gelhart no tenía intención de cumplir esas promesas, y no los vio como miembros de la facción de los nobles o sus aliados.  Simplemente no quería que hicieran ningún tipo de movimientos innecesarios que arrojarían la situación de guerra al caos.

Además, si Gelhart calculara la cantidad de territorios a los que tendría que renunciar en caso de que aguantara su parte del trato, resultaría que tendría que regalar la mitad de los territorios del reino. Y además, estos acuerdos no tenían poder vinculante; todos se hicieron en secreto, y como no se escribieron contratos, la ley no les otorgó poder.

Luego, el factor decisivo sería quien acabaría en el poder y el Duque Gelhart fue el más fuerte. Una vez que los nobles se dieran cuenta de que habían sido engañados, sería demasiado peligroso para ellos tomar medidas enérgicas.

Todos, a excepción de los que carecen de prudencia, simplemente cederían ante la situación, mantendrían la boca cerrada y no harían nada, por desagradables que estén.  Era un razonamiento que incluso un niño podría entender, si uno simplemente ignoraba su codicia y se calmaba para pensarlo.

El argumento del Duque Gelhart era meticuloso en ese sentido, y todo se volcó muy tarde en el juego.

Deben haberse puesto del lado de ellos a alguien bastante inteligente … Seguramente.

Un fuerte clic de la lengua escapó de los labios del Duque Gelhart.

“Solo sabemos dos cosas con seguridad. Los nobles que nos prometieron su ayuda están jurando lealtad a la facción de la princesa, uno tras otro, y … ”

El ayudante se fue apagando. Sabía que lo que estaba a punto de decir haría que su maestro explotara de ira;  Contrariamente a su apariencia, tenía un temperamento sorprendentemente corto. Pero al mismo tiempo, sus muchos años de experiencia le enseñaron que quedarse callado llevaría al mismo resultado.

Y así, preparándose para el regaño que seguramente vendrá, cumplió su papel.

“Algunos de los nobles que se volvieron muestran un enfoque inusualmente firme hacia nosotros … ”

“¿Qué quieres decir con ‘enfoque firme’ …? “, preguntó el Duque Gelhart, sintiendo de alguna manera como si se estuviera burlando de él aquí.

“¿Están aumentando las defensas de sus territorios?” Aunque fue irritante, al final, no se tomó en serio la resistencia de los débiles.  Pero lo que dijo su ayudante hizo que el color desapareciera de la cara del Duque Gelhart.

“Están … reuniendo sus fuerzas y marchando hacia el castillo …”

“¡¿Qué ?!” El duque no pudo ocultar su sorpresa.

Esto no era algo que pudiera pasarse por alto.  Hablando honestamente, El Duque Gelhart no estaba particularmente molesto por los nobles neutrales que se volteaban.  Pero los nobles de la facción neutral que movilizaron a los soldados de sus territorios y los estacionaron en la capital cambiaron drásticamente la situación.

Una facción les había puesto el abrigo.  Si bien esto puede haber parecido una pérdida significativa de poderío militar, tal no fue realmente el caso, ya que cualquiera que se unió a ellos en este punto del juego eran oportunistas que temían verse dañados en primer lugar.  Eran parásitos que con mucho gusto mordieron el anzuelo que les ofrecieron, pero no contribuyeron a la facción que los alimentaba gentilmente.

Por lo tanto, en este caso, incluso si llevaran el estandarte de la facción de la princesa, no cooperarían por completo y no ofrecerían asistencia militar o financiera a la facción.  O al menos, así es como actuaron hasta ahora …

Por eso el Duque Gelhart no le pidió mucha cooperación a los nobles de la facción neutral cuando los llevó a su lado, decidiendo que todo estaría bien siempre y cuando se asegurara de que no se volvieran contra él. Sabía que pedir algo más sería inútil.

Por eso este informe hizo que el Duque Gelhart entrara en pánico tanto como lo hizo. Había pensado que simplemente prestarían su cooperación a la facción de la princesa por el bien de la forma y nada más, y esperarían a que pasara la tormenta de la guerra civil.

“¿Qué quieres decir …? ¿Prometieron lealtad a la facción de la princesa por un deseo genuino de ayudar?  ¿Quién haría eso para empezar …?”

“El conde Bergstone y el conde Zeleph son los principales líderes; están dirigiendo sus fuerzas y otros pequeños ejércitos de nobles hacia el castillo “.

Tal vez esto fue su karma por verlos como insectos que podría aplastar en cualquier momento. La rabia brotó del corazón del Duque Gelhart como un tono negro y adhesivo.

“Grrr … ¡Maldita sea el conde Bergstone! ¡¿Cuánto tiene la intención de interponerse en mi camino ?!  Debería haberlo eliminado antes después de todo …”

Pero al momento siguiente, el Duque Gelhart se dio cuenta de que estaba a punto de pasar por alto un punto vital, a juzgar por lo confundido que estaba.

“Espera, ¿dijiste la facción de la princesa? ¿Se unieron a la facción de la princesa y no a la facción de los caballeros?” El Duque Gelhart hizo hincapié en el punto, lo que llevó a su asistente a asentir con una expresión endurecida.

“Sí.  Lo dudaba yo mismo, pero hice múltiples esfuerzos para verificar, y … Definitivamente se han unido a la facción de la princesa, no a la facción de los caballeros ”.

Estas dos cosas pueden haber sonado idénticas en la superficie, pero en verdad, la diferencia era palpable. La facción de los caballeros ciertamente respaldaba a la Princesa Lupis como su estandarte;  sin embargo, solo la estaban apoyando porque además de ser la princesa, ella había servido como capitana de la guardia real durante los últimos años. No había otra razón para que el general Albrecht la apoyara.

Los únicos que juraron verdadera lealtad a la princesa fueron, aparte de los caballeros de menor rango, el vice capitán de la guardia real, Mikhail, y un escaso número de otros.  La mayoría de los caballeros de clase media, los que comandaban las unidades, fueron llevados a la facción de Albrecht, y reuniendo a tantos de ellos otorgó a la facción una influencia considerable.

La princesa Lupis era una mera figura decorativa para la facción de los caballeros.

Pero ¿qué pasaría ahora que los nobles, por muy pocos que fueran, ofrecían su apoyo a la princesa? Tenían soldados para igualar el tamaño de sus territorios y los recursos financieros para contratar mercenarios.

Si los condes Bergstone y Zeleph traían a todos sus nobles vecinos al lado de la princesa Lupis, ella sería casi cuatro mil soldados fuertes.  Por supuesto, eso ni siquiera era una sexta parte de las fuerzas bajo el duque Gelhart, líder de la facción de los nobles.

El Duque Gelhart había reunido un ejército de 2.500 de su propia fortuna privada, y si tuviera que reclutar a los campesinos de sus vastos territorios, sus fuerzas solo sumarían 25,000 tropas.

Agregar a los soldados y mercenarios de la facción de los nobles a la mezcla elevaría ese número a 65,000 soldados.

Mientras tanto, el general Albrecht comandando las seis órdenes de caballeros de Rhoadseria, que tenían 15,000 soldados en total. Incluso si uno excluyera a las fuerzas que no podían ser retiradas de la defensa nacional, aún podría movilizar entre 8,000 y 10,000 tropas.

Las fuerzas que la Princesa Lupis había reunido en este punto probablemente contaban con 15,000 hombres cuando se reunieron con las tropas de la facción neutral, pero dado que las fuerzas de Albrecht también incluían caballeros capaces de usar la taumaturgia, todavía tenía la ventaja.

Sin embargo, la parte más inquietante fue los nobles que habían desertado a la facción de la princesa. El Duque Gelhart hizo que su ayudante se fuera, y se hundió profundamente en su silla, reflexionando sobre las cosas de una manera relajada.

Princesa Lupis … ¿Está tratando de reclamar el poder sobre el país de Albrecht?

Ese pensamiento surgió en la mente del Duque Gelhart. Era la única conclusión que podía llegar, a juzgar por las acciones de los condes Bergstone y Zeleph. Pero se vio obligado a rechazar la idea.

No … Imposible. La princesa Lupis nunca podría lograr eso … El Duque Gelhart dudaba de la habilidad de la princesa.

Actualmente tenía veinte años y tenía una personalidad amable, carente de la arrogancia que se encuentra comúnmente en la realeza. Su amabilidad, que colocó la vida de las personas en primer lugar, así como su belleza, le valió una confianza realmente inmensa a los plebeyos.

También había servido como capitana de la guardia real durante cinco años sin ningún defecto en su nombre. así que uno no podría afirmar que era impotente … Al menos, en términos de comandar a los militares.

Pero tal vez eso fue natural, porque la princesa Lupis no tenía experiencia política. Sin importar su talento y disposición, no debería ser capaz de manejar hábilmente algo con lo que no tenía experiencia.

Si uno de sus asociados era sabio, las cosas podrían haber sido diferentes, pero tenía pocos partidarios que valieran la pena mencionar.  principalmente el vice capitán de la guardia real, Mikhail Vanash, y su asistente personal Meltina Lecta.  Y el duque Gelhart confiaba lo suficiente en que, dejando a un lado su destreza marcial, no tenían mucha sabiduría. Por muy experimentados que hayan sido, no fueron de mucha ayuda para administrar el reino.

En otras palabras, la princesa Lupis era completamente incapaz de gobernar por sí sola el Reino de Rhoadseria.

Si la princesa Lupis fuera a controlar completamente el campo militar o político, las cosas podrían haber sido diferentes …

Supongo que es por eso que Albrecht la respaldó; para fortalecer su propia influencia y autoridad.

El Duque Gelhart podía entender fácilmente la forma de pensar del general Albrecht, ya que ambos eran el mismo tipo de persona.

Albrecht probablemente abandonará a la princesa dentro de tres años … Después de eso, probablemente la asesinaría o encarcelaía.  De lo contrario, podría tenerla como amante, dada su belleza.

El mismo Duque Gelhart no estaba muy obsesionado con el trono. Probablemente se veía a sí mismo como un hombre que prefería la sustancia a la fama. Comparado con él, el general Albrecht deseaba tanto la sustancia como la fama.  Se las arregló solo con la sustancia por el momento, pero era claramente visible que algún día desearía alcanzar la fama. La fama de ser el rey de Rhoadseria …

Bueno, si gano, la matarán, así que es lo mismo para la princesa Lupis, sin importar de qué manera sopla el viento … Habiendo ganado a la princesa Radine como un nuevo estandarte para unir este reino, el duque Gelhart vio a la princesa Lupis como un obstáculo.  Tener dos herederos al trono simplemente serviría como detonante para desencadenar futuros conflictos.

Dicho esto, el Duque Gelhart tenía sus propias dudas sobre la autenticidad de la princesa Radine como heredera.  Es cierto que tenía el cabello plateado del difunto rey, su fisonomía era lo suficientemente similar a la de él, y llevaba su testamento y voluntad, por lo que uno no podía suponer fácilmente que era una impostora.

Pero como una táctica para ganar este conflicto, no podía evitar sentir que había algo deliberado en el estado actual de Rhoadseria. El ex rey pasa, y justo cuando su heredero está a punto de tomar el trono, se descubre un niño ilegítimo. El momento de todo esto era simplemente demasiado sospechoso.

Y aún así, Gelhart respaldó a la princesa Radine porque necesitaba absolutamente un heredero de la línea de sangre real como su estandarte si debía oponerse al general Albrecht.  Si se opusiera a la facción de los caballeros mientras respaldaban a la princesa Lupis sin un ícono similar, simplemente sería tildado de traidor.  Y si eso sucediera, incluso sus protegidos de la facción de los nobles podrían darle la espalda.

El propio Gelhart pensó que era una tontería, pero tener una causa mayor era absolutamente esencial en la guerra.  Incluso una causa falsa y fabricada …

Bueno, que así sea. Incluso una princesa falsa se convertirá en una verdadera, siempre que la reconozca como tal … Y si resulta ser falsa, puedo deshacerme de ella más tarde.

Con ese pensamiento en mente, el Duque Gelhart sonrió.  Ahora que tenía una princesa para usar como su causa de la guerra, todo se reducía al poder militar, y la facción de los nobles tenía la superioridad numérica. Ese hecho no sería revocado por la facción de la princesa que toma algunos nobles neutrales.

La pregunta es, ¿qué impulsó a la facción de la princesa a hacer su movimiento de repente … Mikhail y Meltina no son tan ingeniosos? ¿Quién provocó este cambio? Su ventaja se mantuvo fuerte, por lo que pudo ignorar esto, pero las repentinas maquinaciones de la facción de la princesa no fueron un desarrollo que él vio como favorable.

“¡Alguien! ¡Ven aquí de una vez! ”.

Habiendo reunido sus pensamientos, Gelhart llamó a sus ayudantes en la habitación contigua.

“¿Has llamado, milord? ”

“Los movimientos de la facción de la princesa me tienen bastante preocupado”.

“¿Deberíamos enviar algunos espías?”

“Sí. El dinero no es un problema aquí; Necesitaré que contrates a las personas más hábiles que puedas encontrar “.

El asistente no pudo ocultar su sorpresa. Sabía muy bien que su maestro no era en absoluto una persona extravagante con dinero.

“Y luego, que descubran si la facción de la princesa ha obtenido algún tipo de nuevo y sabio asesor … Si tal persona existe, haz que la maten en  ¡una vez!”.

Esta no fue una decisión ingenua para Duke Gelhart, quien había ganado muchos conflictos en el pasado. Se abrió paso cortando obstáculos potenciales en el brote y tomando posesión de la autoridad.

“Como quieras”.

El asistente inclinó la cabeza respetuosamente y salió de la habitación nuevamente.

“Cualquiera que se interponga en mi camino, sin importar qué, será  aplastado bajo mi pie! ”

El Duque Gelhart estaba decidido a utilizar cualquier medio para ganar y obtener el dulce fruto del poder sobre este país …

Había pasado medio mes desde que el asistente del duque Gelhart ordenó la investigación, en cierta tarde. Un hombre y una mujer miraban la espalda de Ryoma desde un callejón, mientras marchaba por las calles de la capital Pireas.

“¿Entonces ese es nuestro objetivo actual, entonces …?”

“Sí, él es un mercenario novato. No puede usar ninguna taumaturgia todavía. No es un gran desafío para ti “.

Para evitar los ojos de los demás, los dos vestían túnicas y capuchas para cubrir sus rostros, pero a juzgar por sus voces, era una mujer joven y un hombre de mediana edad.

” Me pregunto sobre eso”.

La mujer dirigió una mirada sospechosa al hombre.

“Por la forma en que se comporta, no se ve como un típico idiota”.

“¿Dudas de mi investigación?” El hombre parecía enojado por tener dudas sobre su trabajo.

“Definitivamente no puede usar la taumaturgia, y es un novato de rango E.” Comprueba el gremio tú mismo si no me crees “.

“Eres un experto loco para tu edad, pero tengo confianza en mi propio negocio, ¿sabes? Aún así, eres el sucesor del jefe. Si no está satisfecho con mis métodos, ¿por qué no pedirle al jefe que alguien más se encargue de esto por usted?”.

Probablemente se enorgullecía mucho de su trabajo;  su ojo se redujo a una hendidura y brilló con una luz fría.

“Me disculpo. No quise decir eso así, y lamento que mis palabras te hayan ofendido “. La mujer inclinó la cabeza con seriedad.

Se hizo un silencio entre los dos por un momento.

” No, lo siento … dije un poco demasiado para mí “. El hombre murmuró palabras de disculpa, probablemente sintiendo que su actitud era inmadura.

“No dejes que te moleste. Más importante aún, ¿qué hay de esas dos con él?”

La mirada de la mujer se fijó en Sara y Laura, que caminaban junto a Ryoma.

“Son un par de ex esclavas. Evidentemente, siguen al niño donde quiera que vaya. Pero ambas fueron entrenadas como esclavos de guerra, por lo que son bastante capaces.  Ten cuidado con ellas si planeas atacarlo “.

“Entendido. Gracias”.

” Bien, puedes dejarme el itinerario. Tendrás que colarte tan pronto como los preparativos estén completos, así que descansa en la posada por el momento “.

Dejando esas palabras a su paso, el hombre desapareció en el callejón.

“Ryoma Mikoshiba, eh … ”

Al quedar sola, la mujer susurró el nombre de Ryoma una vez más antes de desaparecer entre la multitud.

Los engranajes de la historia del continente occidental estaban cambiando una vez más, con el joven llamado Ryoma Miksohiba como su eje.  El cielo estaba brillante y libre de nubes.

Era el castillo del duque Gelhart, en el corazón de la ciudad de la ciudadela de Heraklion. De pie bajo la pálida luz azul de la luna, una niña parada en el balcón del castillo miró hacia el cielo nocturno, apoyada contra la barandilla. ¿Qué pensamientos llenaron sus ojos de tanta tristeza?

Agarrando el broche dorado que colgaba en el valle de sus abundantes senos, la niña dijo la única pregunta que pesaba sobre su corazón.

“¿Quién … soy yo?”

Esa duda surgió en ese fatídico día, e incluso meses después, aún no había encontrado la respuesta.

No, ya había una respuesta. La sensación fría y metálica de la corona sobre su cabeza decía todo lo que había que decir.  Pero el corazón de la niña no podía aceptar esta respuesta tan fácilmente. Esta tiara con incrustaciones de piedras preciosas, descansando entre sus cerraduras de plata cuidadosamente peinadas.  Ese deslumbrante esplendor fue un privilegio especial que nadie, aparte de esta chica y Lupis Rhoadserians, podía llevar en su persona en este Reino de Rhoadseria.

¿Soy de la realeza …? Este… ¿el gobernante de Rhoadseria …?

Cada vez que ese pensamiento cruzaba por su mente, un escalofrío le recorría la espalda.

No podía negar que alguna vez había admirado y soñado con ser una princesa, como la mayoría de las chicas. Ella nunca conoció la cara de su padre, y estaba privada de su madre desde antes de que pudiera recordar a sí misma. Y así, lo único que se le permitía a una niña huérfana sin alma que la cuidara en este mundo era la libertad de soñar.

Soñar con ser heredera de una familia acomodada;  soñar que su padre desconocido todavía vivía en algún lugar y que algún día vendría a recogerla; soñar que comería comidas lujosas hasta llenar su estómago y usar vestidos de seda.

Mientras trabajaba como sirvienta en la mansión de un gobernador de una pequeña aldea agrícola en las afueras del reino de Myest, el único placer que tuvo fue soñar

Hasta ese día.  El día que esos sueños dejaron de ser fantasmas encantadores y sin engaños y se convirtieron en realidad.

“¿Es este realmente el camino correcto?” Esa pequeña pregunta sonó tan severamente en sus oídos.

No, No lo es … A este ritmo, este reino descenderá a la guerra. Todo con el objetivo de convertirme en su gobernante.

Se derramaría mucha sangre y se perderían muchas vidas, todo por su bien. Y no era tan soñadora como para no darse cuenta de la gravedad de todo eso.

Hablando sinceramente, realmente creía que sería mejor si simplemente desapareciera sin dejar rastro. Mejor para ella y para el reino de Rhoadseria.

Quiero huir … Pero ese hombre ya no lo permitirá.

Al contrario de ese deseo de huir, se dio cuenta mejor que nadie de que había superado el punto de partida sin retorno.

Si ese dia. Desde el momento en que el hombre visitó la mansión y le habló, solo había un camino por el que podía caminar.  Una vez que el Duque Gelhart, líder de la facción de los nobles, se convirtió en su patrocinador, había perdido la libertad de regresar. No en este momento. Si intentara abdicar de esta posición, la responsabilidad de sembrar las semillas de la discordia dentro del reino recaería enteramente en ella.

Nació y se crió como una plebeya, por lo que estaba familiarizada con lo egoístas y despreocupados que eran los que estaban en el poder más de lo que quisiera saber. Y desde su perspectiva, Duke Gelhart era el modelo más típico de un noble.

Ese hombre no se detendrá ante nada para protegerse a sí mismo y al nombre de su familia …

Si las circunstancias se volvieran en su contra, el duque Gelhart le impondría toda la responsabilidad a ella sin pensarlo un segundo para protegerse.  Y si lo hacía, ella se quedaría sin apoyo y sin medios para resistirse a él.

Y fue evidente que el castigo por hacerse pasar por la realeza fue la muerte.

Supongo que no tiene sentido … El movimiento más sabio en este juego, parece, era no jugarlo.

Sin embargo, mientras su mente entendía esto perfectamente, su corazón no se convenció.

La niña se llamaba Radine Rhoadserians.  Uno de los dos únicos herederos del reino de Rhoadseria.

Mientras las presiones de la ansiedad y el deber la afectaban, Radine buscó desesperadamente una forma en la que pudiera luchar … una forma que le permitiera sobrevivir.