Wortenia Senki (NL)

Volumen 2

Capítulo 3: La Diosa de Marfil de la Guerra

Parte 1

“Tengo grandes expectativas de su lealtad y esfuerzos en los días venideros”.

La voz de la princesa Lupis resonó claramente a través de la sala de audiencias, y los cinco hombres que estaban de pie ante el trono inclinaron sus cabezas al unísono.

Por lo general, estos hombres vendrían solo por una visita de cortesía e insistían en mantener un enfoque de esperar y ver, pero esta ocasión fue diferente. Todos vinieron con cientos de soldados reclutados en sus territorios y todos los bienes que podían transportar.  Más que nada, el hecho de que trajeron a sus familias con ellos demostró que hablaban en serio cuando se trataba de la próxima guerra.

Los nobles de la facción neutral se reunían bajo la princesa Lupis. Este fue un espectáculo que realmente inspiró a muchos, ver un nuevo amanecer sobre el reino de Rhoadseria.

En una habitación del castillo se sentaron tres hombres, charlando gratamente mientras el cálido sol de la tarde entraba en la habitación. Dos de ellos estaban vestidos con ropa de seda extravagante que dejaba en claro que eran nobles, pero el otro era un joven voluminoso vestido con ropa negra. Por ordenado y limpio que fuera su aspecto, uno podría decir fácilmente que no era un noble.

En la sociedad jerárquica de esta Tierra, y especialmente en Rhoadseria, donde se hacía cumplir estrictamente el estatus social, a un plebeyo rara vez se le permitiría compartir asiento entre los aristócratas.  Pero no solo estaba allí, este joven incluso sostuvo la iniciativa en la conversación.

“Todo parece ir bien por el momento”.

Si bien sus palabras no fueron groseras, su tono ciertamente no era uno que un plebeyo usaría cuando hablas con nobles.  Y a pesar de eso, los dos nobles no parecían molestos o enojados por sus palabras.  Simplemente asintieron el uno al otro, con una sonrisa en sus rostros.

“Sí, he convencido con éxito a tres más para que se pongan de nuestro lado a partir de hoy. ¿Cómo te fue, Elnan?”

“He convencido a cuatro hasta ahora”.

El conde Zeleph respondió a la pregunta del conde Bergstone mientras le daba vueltas el bigote.

“Y hay tres más que solo necesitan otro pequeño empujón antes de que se pongan de nuestro lado”.

El conde Bergstone respondió a esas palabras con una sonrisa irónica y un movimiento de cabeza.

“Supongo que ganas esta apuesta …”

“Sí, eso parece”.

“Entendido.  Tendré el vino más preciado de mi estado para ti”.

“Lo espero con ansias. Vendré y traeré a mi esposa cuando podamos;  Estoy seguro de que anhela volver a ver a su hermana”. Dijo el Conde Zeleph con una sonrisa.

Este hombre que habló con el Conde Bergstone con un enfoque tranquilo, debido a años de lazos filiales, fue el Conde Elnan Zeleph.  Tenía treinta y tantos años, con un intestino prominente que ya comenzaba a sobresalir notablemente de su vientre, la imagen misma de un noble de mediana edad.  Si uno se imaginara su apariencia, se podría decir que se parecía más a un muñeco de nieve con una peluca rubia.

Pero a diferencia de su aspecto hosco, era un hombre bastante fuerte. Si el conde Bergstone fuera comparado con una cuchilla afilada, el conde Zeleph era un hacha pesada.

Como el conde Bergstone, el difunto marqués Ernest reconoció su talento y le ofreció la mano de una de sus hijas en matrimonio; Después del derrocamiento del marqués, compró la ira del duque Gelhart, obligándolo a vivir en silencio en su territorio durante años.

Pero el rencor contra el duque que lo había hostigado todos esos años probablemente ardía fuertemente en su corazón.

Junto con el conde Bergstone, visitó a nobles neutrales con los que era cordial, y había reunido a muchos de ellos bajo el estandarte de la princesa durante el mes pasado.

“Sabía que ustedes dos serían confiables, pero no pensé que veríamos nuestros esfuerzos fructificar tan pronto”.

Bergstone y Zeleph respondieron a las palabras de Ryoma intercambiando una mirada y sonriendo, como si dijeran que este era el resultado obvio.

No había pasado un mes desde que el conde Bergstone juró lealtad a la princesa Lupis. Incluso si simplemente reavivaron rencores contra la facción de los nobles que ya ardían bajo la superficie, el rendimiento de los condes había arrojado resultados impresionantes, en opinión de Ryoma. Pero desde su perspectiva, esto era de esperarse.

“Esto fue solo porque usted confió en nosotros, Sir Mikoshiba … Si estuviéramos agobiados por limitaciones inútiles, incluso no podríamos movernos demasiado”.

“Elman dice la verdad … Al final, incluso la espada más refinada y bien forjada sería tan insignificante como una montaña de cuchillas oxidadas si no se usara “.

Ryoma considero sus palabras con silencio y una sonrisa irónica. Llamarse a sí mismos cuchillas refinadas se sentía como una confianza exagerada para Ryoma, pero como habían logrado la gran hazaña de llevar a los nobles de la facción neutral al lado de la facción de la princesa, Ryoma no podía quejarse mucho.

Además, su percepción no estaba mal. No importa cuánto poder tenga uno, no significaría nada a menos que se le dé la oportunidad de usarlo adecuadamente. Algunos poderes solo pueden florecer en un mundo tan devastado por la guerra. Y algunas personas no pueden mostrar su valía en una era de paz. Cao Cao, un héroe del Romance de los Tres Reinos, fue descrito una vez como “un ministro capaz en tiempos de paz y un héroe sin escrúpulos en tiempos caóticos”, pero no todos pueden prosperar tanto en tiempos de paz como en guerras. Ryoma Mikoshiba fue uno de esos ejemplos;  hasta que fue convocado a este mundo, simplemente había sido un estudiante ordinario de secundaria.

“Bueno, solo mira por ahora. Más y más nobles jurarán lealtad a la princesa Lupis en el futuro “.

“Elnan tiene razón “. El conde Bergstone asintió, reforzando las palabras del conde Zeleph.

“Muchos de los nobles de la facción neutral guardan rencor contra la facción de los nobles. Si se enteran de la estafa del duque Gelhart, no se quedarán de brazos cruzados y permanecerán alineados con la facción de los nobles “.

Los nobles de la facción neutral abrigaban rencores pesados, debido a su distanciamiento de la política central durante muchos años; luego, cuando se dieron cuenta de que podrían ser los que se apoderarían del mundo político de Rhoadseria una vez que se purgara la facción de los nobles, se apresurarían a la capital con una seriedad que normalmente no esperarían de ellos para jurar lealtad a la princesa Lupis.

Resentimiento y lucro. Esas dos emociones harían que los nobles de la facción neutral corrieran al lado de la princesa Lupis.

“En otro tema, parece que conseguir que la facción de los caballeros se ponga de nuestro lado va mal”.

“Sí, estoy muy consciente”.

Ryoma respondió con un suspiro, mientras Bergstone enviaba una mirada indiscreta en su dirección. Mientras que la integración de los nobles estaba yendo bien, los intentos de convencer a los caballeros de cambiar de bando fueron, francamente, malos.

“Eso es un problema … No podemos renunciar a dividir la facción de los caballeros si la Princesa Lupis quiere retener el control del país una vez que eliminemos al general Albrecht.  Mantener la defensa del país con las fuerzas que tenemos actualmente es imposible.  Su actuación parece un poco escasa, Sir Mikoshiba”.

Girando su bien guardado bigote con un dedo, el conde Zeleph acusó a Ryoma de negligencia.

“Debo estar de acuerdo con Elnan. Si no nos hacemos aliados de los caballeros, no podremos sostener el trono, incluso si nos deshacemos del general Albrecht “.

Estaban en perfecta sincronización, casi admirablemente.

Parecía que los dos tenían una idea de la situación antes de esta reunión. Ryoma solo pudo aceptar su reprimenda con un asentimiento silencioso. Incluso sin que ellos lo hubieran señalado, la mente de Ryoma estaba reflexionando sobre este problema frenéticamente.

Algunos problemas tuvieron que resolverse para que los Lupis Rhoadserianos gobernaran el reino, tanto en nombre como en práctica, y uno de los más grandes fue recuperar el control de los caballeros del general Albrecht.

Los caballeros eran guerreros capaces de manejar la taumaturgia, que servían a nobles o miembros de la realeza en particular.

Quizás decir que los caballeros eran empleados permanentes, mientras que los mercenarios eran temporales, sería una forma más fácil de decirlo. El potencial de combate que su uso de la taumaturgia les otorgó los convirtió en la columna vertebral de una fuerza militar. Los caballeros eran la organización armada más fuerte en Rhoadseria, y si no podían convertirse en aliados, la herencia del trono de la princesa Lupis sería tan frágil como un castillo de naipes.

Sin embargo, eso es evidente …

Era una época tumultuosa , y se podría decir que la regla de supervivencia del más apto reinaba sobre esta Tierra.  Tanto dentro como fuera del país, muchas personas portaban sus colmillos hambrientos con la intención de tomar trozos de la tierra por sí mismos, y proteger al país de estos lobos hambrientos no sería una tarea simple.

El poder militar era necesario para atacar a otros países, pero también era necesario para defender el propio país, y esto era cierto incluso si evitaran las hostilidades mediante negociaciones. Un país con un ejército débil estaría en desventaja en la mesa de negociaciones.

No puedo asumir la responsabilidad de cómo Lupis lidera este país después de la guerra … Pero no puedo fingir que esto no es un problema. No sería correcto.

Si no fueran quisquillosos con los medios con los que lograron su victoria, Ryoma podría tejer tantos esquemas como fuera necesario.  Si lleva las cosas al extremo, estaría dispuesto a matar a los caballeros por completo si fuera la solución más fácil.  Pero una vez que uno consideró el futuro de Rhoadseria a largo plazo, el rango de opciones disponibles se volvió mucho más estrecho.

“Entonces esos dos no pudieron manejarlo … Aunque supongo que todo está en línea con nuestras expectativas”.

Bergstone lanzó un suspiro insatisfecho.

“No esperaba mucho de ellos para empezar …”

No tenía sentido preguntar de quién estaban hablando ahora. Al darse cuenta de la intención en la mirada del conde Bergstone, Ryoma se encogió de hombros y sacudió la cabeza.

No podía llamar tontos a Meltina y Mikhail. Nacieron en familias de caballeros de alto rango y recibieron una educación adecuada. Pero su orgullo y convicción de ser caballeros era demasiado fuerte, y eran casi asombrosamente malos cuando se trataba de escuchar a la otra parte, gritándoles a veces. Sus convicciones obstaculizaron su capacidad de considerar y respetar las posiciones de los demás.

“Pero no podemos dejar las cosas como están.  Creo que no debería necesitar explicar la razón de eso, Sir Mikoshiba “.

El conde Bergstone miró la cara de Ryoma con un brillo de reproche en sus ojos.

“Es justo como usted dice, conde. ¿Pero hay alguien aparte de esos dos que pueda dividir las fuerzas de la facción de los caballeros? Ni siquiera escucharían lo que la facción de los nobles tiene que decir “.

Las palabras de Ryoma llevaron al conde Bergstone a quedarse callado en la contemplación. Como Ryoma señaló, los caballeros vieron a los nobles con un claro antagonismo. Si bien eso también era cierto para los nobles, se convirtió en un gran factor de restricción en momentos como estos.

Incluso si Bergstone intentara persuadirlos personalmente, la mayoría de los caballeros probablemente se negarían por razones sentimentales.  En el peor de los casos, es posible que ni siquiera se presenten a las negociaciones. En ese sentido, incluso con su falta de aptitud para las negociaciones y la persuasión, Meltina y Mikhail al menos tenían una mejor oportunidad de no ser rechazados en la puerta.

Después de un largo silencio, el conde Bergstone separó los labios para hablar.  ..

” Sí, entiendo lo que está tratando de decir, señor Mikoshiba.  No puedo pensar en nadie más adecuado que esos dos …”

Sabía muy bien que esta tarea estaba más allá de las habilidades de Meltina y Mikhail, pero necesitaba a alguien de confianza para encabezar las negociaciones con la facción de los caballeros, preferiblemente alguien con cierto grado de popularidad.

Ambos eran extremadamente leales a la princesa Lupis y tenían sus propios logros respectivos como vicecapitán de la guardia real y uno de los espadachines más prometedores del país.  Más importante aún, eran descendientes de familias de caballeros que habían servido desde la fundación del reino.

Habilidades, confianza y fama. Nadie más que ellos cumplió esos requisitos previos en la facción de la princesa, que ya estaba en desventaja de los números. No había nadie más para elegir, y Ryoma solo podía hacer un uso efectivo de la mano de obra que tenía.

“Pero al considerar el estado después de la guerra, dejarlo a esos dos me preocupa un poco …”

Asintieron en silencio ante las palabras del conde Zeleph. En términos de habilidad individual, Meltina y Mikhail ciertamente tenían lo que se necesitaba, pero un comandante sobre soldados no necesariamente podía liderar a otros generales. Desde la perspectiva de Ryoma, dudaba incluso de su capacidad para comandar soldados normales.

“Esto es malo … A este ritmo, en el momento en que eliminemos al General Albrecht, los países vecinos nos mirarán”.

El Conde Bergstone sacudió la cabeza con un gesto de suspiro.

“Xarooda y Myest son una cosa, pero Tarja al sur es especialmente peligrosa. Nuestras escaramuzas con ellos en las fronteras del sur han sido incesantes “.

“Elnan … si recuerdo, la esposa del general Albrecht es hija de un influyente noble tarjiano “.

El conde Zeleph consideró las palabras del conde Bergstone y asintió.

” Sí, si recuerdo , se hizo bajo las órdenes del ex rey ”.

Los matrimonios políticos a menudo se realizaban entre miembros de las familias reales de países separados. Pero en los casos en que no eran mayores de edad, la pareja era demasiado incompatible o no había una persona soltera para ofrecer, alguien de otra línea de sangre influyente fue enviado como representante.

“En ese caso, deberíamos considerar eso si el general Albrecht muere, en el peor de los casos, Tarja podría abrir hostilidades contra nosotros …”

Bergstone continuó, suspirando una vez más.

La situación parecía empeorar cuanto más se pensaba, y el tiempo pasaba poco a poco.

“Tal vez deberíamos simplemente considerar  que tal vez esos dos no son adecuados para servir como generales.  Por supuesto, siempre existe la posibilidad de que crezcan en su papel, pero eso llevaría tiempo … Y eso es algo que nos falta “.

“Pero no hay nadie más a quien podamos confiar este papel. ¿O alguno de ustedes tuvo alguna idea?”.

Las palabras de Ryoma llevaron al duque Bergstone al silencio. La conversación volvió al tablero de dibujo.  Era como un bucle moebius, un laberinto sin salida.

Las ambiciones del general Albrecht eran un gran obstáculo que debía eliminarse para que la princesa Lupis se convirtiera en gobernante de Rhoadseria.  Pero si se deshacían de Albrecht, serían atacados por sus países vecinos a menos que tuvieran a alguien que pudiera hacerse cargo de su papel y unir a los caballeros.

Pero era obvio para ellos que los ayudantes más confiables de Lupis, Meltina y Mikhail, no estaban en condiciones de liderar.

Incluso si tuvieran el potencial para hacerlo, solo habrían logrado algo después de casi un mes de tratar de dividir a la oposición de la facción de los caballeros.

Un silencio profundo cayó sobre la sala. Pero finalmente, el Conde Zeleph lo rompió.

“Creo que puedo conocer a una persona que sería adecuada …”

Ryoma y el Conde Bergstone intercambiaron miradas.  Parecía que Bergstone carecía de ideas para sí mismo.

“¿Quién sería, Elnan?” El conde Bergstone volvió los ojos hacia el conde Zeleph, con la cabeza inclinada.

“¿No lo sabe, cuñado?”, Respondió el conde Zeleph al conde de Bergstone.  expresión dudosa con un susurro.

“Lady Helena Steiner”.

“Elnan … ¿Hablas en serio? Ella es …”

La voz del conde Bergstone estaba llena de sorpresa;  ese era seguramente el apellido que esperaba escuchar.

La mujer sentada en el sofá elegantemente bebiendo de una taza de té parecía tener más de cincuenta o sesenta años.  Su cabello ondulado, un tono dorado con pequeños toques de blanco, probablemente había sido bastante hermoso en su juventud.  Su ropa estaba hecha de seda elegante y bien hecha, pero no era nada llamativa.

Parecía ser una mujer plebeya un poco acomodada. Al menos, esa fue la impresión que Ryoma recibió de la mujer sentada ante él.

Se llamaba Helena Steiner, la mujer que había servido como predecesora de Hodram Albrecht como General del Reino de Rhoadseria una docena de años antes.

Entonces, ¿cómo lo menciono …?, Ryoma fijó sus ojos en la cara de Helena, mientras ella le sonreía con calma.

“!Y-Yo debo a-agradecerle por venir a conocernos hoy!” Meltina estaba tartamudeando, inclinándose ante ella repetidamente mientras tropezaba con sus palabras.

Debió haber estado muy emocionada, ya que su saludo estaba lejos de ser digno. Su cara estaba roja, y sus hombros estaban rígidos como una tabla por la tensión.

“Lady Helena … Es realmente un gran honor estar agradecida con su presencia hoy”.

Mikhail hizo lo mismo, inclinando la cabeza respetuosamente hacia Helena mientras ella se sentó tranquilamente en el sofá.

Mikhail no tropezó con sus palabras, afortunadamente. Más bien, habló en un tono cortés que carecía de todos los rastros de su arrogancia habitual.

Supongo que, si nada más, no tendrán el placer de meterse los pies en la boca si están tan nerviosos …