Ryuuou No Oshigoto! (NL)

Volumen 5

Capítulo 3: Third Score

Parte 6: Cielo de la tarde

Las lágrimas caían antes de que yo lo supiera.

“…… Keika-san ……”

Ríos saliendo de mis ojos.

Todo lo que he mantenido encerrado en el interior se está lavando de una vez, las lágrimas siguen llegando.

Es como si volviera a ser el llorón que solía ser, gritando el nombre de Keika-san como un niño pequeño.

“¡Keika-san ……… Keika-san………!”

Keika-san luchó por mí.

Con su propio Shogi.

Una partida que determina su destino.

Pero no jugó para unirse a la Liga Femenina, ella jugó para mí.

¡Ella hizo todo eso, pero yo… ..!

“¿C-Cómo podría haber sido tan estúpido…?” No solo con Keika-san.

Anedeshi  vino  hasta  mi  apartamento  y  dijo  que quería ayudarme.

Y la que me animó más que nadie, Ai. Necesito hablar con ellas, ahora mismo. Quiero pedir disculpas.

“¡…..!”

Incapaz de quedarme quieto, me dirigí a la puerta y salí con la vieja camiseta y los pantalones de chándal que he estado usando en mi habitación.

A dónde, no lo sé.

Keika-san todavía está en Tokio. Anedeshi y Ai quien sabe dónde están.

Pero  lo  único  que  sé  es  que  no  están  en  mi habitación. Por lo tanto, no puedo quedarme aquí.

¿Ya está anocheciendo?

Habiendo pasado un tiempo desde que salí, el aire está frío y enérgico. Mis pulmones se sienten más limpios con cada respiración.

Entonces me di cuenta. “¿……?”

Hay una bolsa de papel colgando de la perilla de la puerta. Como siempre.

Hay un recipiente dentro, y como siempre, está lleno de comida caliente—.

“¿Caliente?…. !!”

Keika-san está en Tokio por su partida.

Lo que significa que el que hizo esto tiene que ser—

— “……”

Me enojé tanto por lo estúpido y patético que soy que me mordí el labio lo suficientemente fuerte como para probar la sangre.

Si es quien creo que es… ¡Entonces la comida de aquí debe ser de…!

Abrí el recipiente y probé un poco de los huevos fritos y las bolas de arroz onigiri hechas a mano dentro.

El sabor es el mismo que comí en ese parque cercano a la asociación.

“…….. Ai”

No hay duda de eso.

La que hizo esto y lo trajo hasta mi puerta … fue Ai.

Las notas de Keika-san deben haber sido porque ella pensó que no tomaría la comida si lo supiera.

Quería que me sintiera lo más cómodo posible, pero aun así encontrar una manera de ser útil. Ella ha estado haciendo todo lo posible por ayudarme todo este tiempo. Todo por su pedazo de basura de Maestro sin querer nada a cambio.

La comida aún está caliente.

¡Eso significa que ella todavía podría estar cerca! “Ai ………”

Prácticamente flui por las escaleras del apartamento.

Casi tropezando con mis pies un par de veces, corrí por el distrito de compras temprano en la noche.

Mi cuerpo fuera de forma me está gritando que me detenga.

Las piernas se contraen y mis pulmones se sienten como si estuvieran a punto de desmoronarse.

Uno de mis zapatos desatados se cayó, pero no me importa menos y seguí corriendo.

Un desastre total de chisporroteos, justo como mi Shogi en este momento, seguí avanzando.

Entonces——.

En la concurrida calle, vestida de rojo por el sol que cae, vi un ángel.

Ella no tiene alas, pero su espalda está tan clara como el día.

“………… Ai…”

Un  pequeño  marco  se  balancea  de  lado  a  lado mientras camina hacia la estación.

En el instante en que la vi.

“¡Aiiiiiiiiii!”

Grité tan fuerte como pude.

Esa pequeña espalda salto de sorpresa…

Luego se giró lentamente hacia mí.

Una vez que vi esa cara—.

Una nueva ola de lágrimas se acumuló en mis ojos.

Incluso tropezando hacia adelante, pude ver a este ángel resplandeciente.

Corrí hacia ella tan rápido como mis piernas podían.

Ahora mirando hacia mí, Ai también comienza a correr hacia mí.

A pesar de que hace tanto tiempo que no corrí así, podía tropezar en cualquier momento.

Seguí avanzando, caí de rodillas y——

Con un aspecto totalmente patético, abrace a la niña de la escuela primaria mientras envolvió sus brazos alrededor de mí.

Las personas que pasan a mi lado me miran como un extraterrestre del espacio exterior, pero pueden decir lo que quieran. No me importa…

Lo importante… Lo más importante está justo aquí en mis brazos.

“Lo siento, Ai…”

Pensando que la estaba protegiendo, eso era solo una excusa conveniente. Solo estaba tratando de protegerme. Yo fui el que tiró de todas las cuerdas.

Lo único que terminé haciendo fue culparla por mis derrotas.

Esta chica me salvó …

Durante mi racha de derrotas, cuando mi espíritu estaba a punto de romperse cuando el peso  del título de Ryuo me estaba aplastando hasta la muerte.

Por eso me juré que la criaría.

Y yo…

“Ai, lo siento! ¡Lo siento muchísimo…!!” “Maestro…”

Aún en mi abrazo y disculpándome en un bucle sin fin, Ai dijo:

“… yo…Tengo algo que decirte …”

“¿Uhm?”

“Hace dos días me ascendieron a C-1”

*¡Ahh!*

Eso fue como un shock que tragué todo el aire en mi garganta.

Un miembro de la Liga práctica que es promovido a C-1 significa que puede unirse a la Liga Femenina en 3-kyu.

Pero la voz de Ai tiembla a pesar de que su sueño se ha hecho realidad.

“Maestro, ¿puedo convertirme en una jugadora de la Liga Femenina …?”

Ai susurro, con todo el cuerpo temblando en mis brazos.

“Porque si lo hago siempre seré…siempre seré tu discípula ¿Te parece bien …?”

Las relaciones de maestro y discípulo en el mundo Shogi no están grabadas en piedra, mientras que el discípulo está en la Sub liga o la Liga Práctica.

Si el discípulo abandona esas ligas, la relación se borra como si nunca hubiera sucedido.

Por otro lado, una vez que se vuelven profesionales, la relación se vuelve permanente.

Así que——

Ojos brillando con lágrimas.

Asustado de escuchar la respuesta, Ai pregunto.

“¿Me tomarás como tu verdadera discípula …?”

La respuesta es obvia.

“No te dejaré ir. No otra vez”

Diciendo eso, la abrace aún más fuerte. Tarde en el distrito comercial.

Las luces se encienden en los bares alrededor de la estación de Fukushima, juramos convertirnos Maestro y Discípula para siempre.

No es exactamente una atmósfera sagrada. Pero siento que es lo mejor para nosotros. Vamos a empezar de nuevo desde ahora.

Vamos a empezar a caminar justo aquí. No solos, sino juntos.

“Maestro no puedo respirar …” “¡Ah! Lo siento…”

“Está bien. Estoy realmente feliz…”

Aflojé mi agarre por reflejo, pero ella apretó el suyo. Sus pequeñas manos envueltas alrededor de mi cuello se acercan más mientras frota su mejilla contra mi pecho.

Después de un rato, ambos nos abandonamos y nos separamos lo suficiente como para mirarnos a los ojos.

“… E-he-he. Estoy llorando”

Las lágrimas rodando por sus sonrientes mejillas, las limpio con la manga.

Me levanta y le tome la mano.

“Ahora, vamos a casa. Aunque se ha puesto un poco desordenado”

“¿Ai?”

Estoy tirando, pero ella está plantada en el lugar.

“¿Qué pasa? ¿Deberíamos ir primero a buscar tus cosas donde el Maestro Kiyotaki?”

“…… No es eso…”

Ella me miro como si realmente estuviera sufriendo.

“… La gente dirá cosas malas sobre el Maestro si vivo contigo…”

“Ai, ¿Lo sabias …?”

“…..”

Un pequeño, pequeño asentimiento.

Sabía que las personas me estaban asando por vivir bajo el mismo techo con una niña de la escuela primaria que no tenía ninguna relación de sangre.

Incluso si nadie se lo dijera a la cara, una rápida búsqueda en Internet lo mostraría todo.

Esta  pequeña  niña  estaba   siendo  atacada  por adultos que escondían sus nombres reales en la red.

Pero Ai nunca me dijo una palabra al respecto. Manteniéndola encerrada dentro de ella como su propio secreto, concentró toda su energía en encontrar alguna manera de ayudarme.

Ella usó ese pequeño cuerpo de ella como escudo para protegerme de los comentarios negativos.

Ella hizo todo eso y yo … yo …

“No tienes nada de qué preocuparte. Yo seré quien te proteja de ahora en adelante”

“Maestro …”

“Te protegeré, pase lo que pase. No volveré a huir ” Me arrodille una vez más, la abrace y le jure.

Pensé que estaba completamente  solo en  la oscuridad.

Pero no lo estaba. Tenía los ojos cegados.

Demasiado asustado para mirar la realidad, me encerré en mi habitación y miré el mundo del Shogi en la pantalla de mi computadora. Por supuesto que estaba oscuro. Tenía los ojos cerrados.

Pero el mundo fuera de mi habitación es tan brillante que ahora que están abiertos.

Hay tantas personas a mi alrededor que se preocupan por mí, que quieren ayudarme. Quienes piensan que es necesario.

“Vayamos a casa. Hacia nuestro hogar”

“¡Sí! ¡¡Maestro!!”

Levantándome, tome su mano mientras los dos caminamos de regreso al apartamento.

El cielo de la tarde está lleno de luz cálida. Expandiéndose eternamente para siempre, nos sostiene a los dos como un guante.

Ya no escucho ese sonido.