Danmachi: Sword Oratoria (NL)

Volumen 6

Capítulo 4: Hermana & Hermana Anochecer & Amanecer Sombra & Luz

Parte 1

Tiona lo recordaba muy bien.

La mirada en los ojos de su hermana. En el momento en que ella comenzó a perderse.

El día en que Tione alcanzó el Nivel 2, Tiona también subió de nivel. Fue por el mismo método–

-matar a una de las chicas en sus habitaciones compartidas.

Sin embargo, la mente de Tiona no estaba tan desarrollada como la de su hermana mayor, e incluso cuando se dio cuenta de que había matado a uno de sus queridos compañeros de cuarto, apenas sentía algo.

Oh poo. Maté a alguien de nuevo.

A ella le gustaba pelear. Kali y las otras amazonas siempre la habían felicitado cuando había ganado. Y aun así, cada vez que se veía obligada a matar a una de sus hermanas, ella tenía un sentimiento extraño en su corazón. Tiona había sido demasiado joven para saber cómo expresarlo en palabras.

Mientras ella se concentrara solo en la emoción que se agitaba en su sangre, las cosas estarían bien. Todavía podría ser como las otras amazonas. Eso es lo que ella había creído. Eso es lo que ella había entendido de manera innata. Pero la sensación divertida en su corazón hizo que todo eso se detuviera. Cuando era una niña que actuaba por instinto en lugar de razonar, cuanto más se agitaba su sangre de emoción, más se sentía perturbada en lo más profundo de su corazón. La línea entre las dos emociones era, en el mejor de los casos, delgada como el papel.

Cuando regresó a su habitación de piedra el día de su quinto cumpleaños, Tione ya había estado allí. Sola en un rincón, con su arma y su máscara lanzadas al suelo y su rostro hundido en sus rodillas.

—¿Con quién peleaste?

—…Seldas.

Tione ni siquiera levantó la vista en su acercamiento, su voz no era más que un susurro. Seldas.

Tiona, también, había pensado cálidamente en ella. Además de su hermana, Seldas había sido fácilmente la persona más generosa y amable que había conocido. Pero los ritos no terminaron hasta que alguien muriera. Y tanto Tione como Seldas no tenían más remedio que luchar hasta la muerte.

La sensación divertida en el corazón de Tiona se hizo aún más fuerte.

—…Bien.

Ella respondió. Y la palabra había sido genuina.

Es posible que Tiona no haya podido sentir realmente la conexión en su sangre, pero eso no le impidió comprender que Tione era alguien especial para ella. Se sintió aliviada de que Seldas hubiera muerto y Tione hubiera vivido.

Me alegra que estés viva. Me alegra que no te mataran. Eso había sido lo que Tiona había querido decir con su palabra.

Pero todo con lo que se había encontrado fue con un puño. Estaba cargado de ferocidad sin adulterar.

A pesar de que las dos hermanas pueden haber discutido a menudo, ninguna de sus peleas había sido tan extrema; Tione apuntaba a matar mientras rompía la mandíbula de Tiona.

El dolor estalló en el rostro de Tiona. Vio rojo y, con un aullido furioso, se preparó para saltar sobre su hermana…

… solo para detenerse ante la vista frente a ella.

Tione estaba llorando.

Su cuerpo temblaba, sus rasgos se contorsionaban en una extraña mezcla de rabia y desesperación mientras unas lágrimas gigantes salían de sus ojos.

El puño de Tiona se aflojó, su brazo cayó débilmente a su lado.

Y luego ella simplemente se quedó allí, en silencio, viendo llorar a su hermana. Tione se volvió aún más salvaje después de eso.

Ella nunca había sido la más elocuente de las chicas, pero ahora sus palabras habían comenzado a bordear lo obsceno. Ella se volvió agresiva hacia todos y todo. Incluso su hermana no fue una excepción a su abuso. Con cada día que pasaba, sus ojos se estancaron, se nublaron, indicando la agitación en su corazón.

Tione tampoco era la única. Todos en su habitación habían sentido que sus números se habían reducido a más de la mitad. Ahora que entendieron completamente la verdad detrás de los ritos, ninguna de ellas habló. Algunas temían formar una conexión emocional más con sus compañeros, mientras que otras se preocupaban por ser asesinadas. También hubo quienes llegaron a una especie de comprensión, rindiéndose de su propio instinto y despertando como las “guerreras” que su país tanto anhelaba.

Sus días de lucha se apresuraron.

Los que sobrevivieron a los ritos se alzaron en rango y finalmente fueron seleccionadas, una por una, por sus Amazonas mayores. Fue un reconocimiento de su propia fuerza y habilidades, y una relación vinculante como profesor y alumno.

Tiona fue elegida por Bache. Y Tione fue elegida por Argana.

Las dos hermanas de pelo arenoso eran diez años mayores que las niñas de cinco años. Como también eran gemelas, solo podía suponerse que pensaban que emparejar los dos grupos de hermanas llevaría a algún tipo de beneficio. Argana era la mayor de las dos, y ambas ya habían logrado una buena reputación. En ese momento, ellas clasificaron entre las pocas candidatas en la carrera para los próximos capitanes de la familia.

El entrenamiento fue agotador. No pasó un día en que las niñas no vieran sangre en su vómito, e incluso hubo momentos en que se fracturaron los huesos. El solo hecho de sobrevivir de un día para otro significaba robar desesperadamente cada movimiento, cada técnica que podían de las dos amazonas consideradas sus instructoras.

—…En tus pies.

Mientras Bache la miraba, gélida e insensible, en el frío suelo de piedra, Tiona sintió miedo por primera vez en su vida. No fue hasta más tarde, una vez que ambas escaparon, que supo que el entrenamiento de Tione con Argana había sido aún más arduo.

Entre los ritos y su entrenamiento, el tiempo que pasaron en su habitación inevitablemente creció cada vez menos. Al igual que sus compañeras de cuarto. De hecho, cuando se dieron cuenta, ellas eran las únicas que quedaban en su pequeña habitación de piedra.

Pero no les dejaron tiempo para desesperarse. El entrenamiento constante desgastó sus cuerpos y mentes, sus emociones casi se apagaron, y su única felicidad provino de sus victorias en la batalla. Tiona se encontró perdida, vagando sin rumbo a través de su rutina diaria, la misma rutina que Telskyura ya había usado para moldear a la mayoría de sus guerreras, despojadas de todo menos su voluntad de luchar.

Pasó un año entero antes de que alcanzara su punto de inflexión.

Había estado gateando por la arena vacía como un gato, habiendo robado un momento de paz antes de que comenzara su entrenamiento, cuando encontró un trozo de papel arrugado que había sido tirado descuidadamente por uno de los pasillos vacíos … un pedazo de una historia

Lo épico.

***

—…

Tiona abrió los ojos.

El débil chapoteo de las aguas del lago y los gritos de las gaviotas cercanas la sacaron de su sueño cuando la realidad se enfocó.

Con las escenas sentimentales de su pasado aún confusas en su mente, ella se sentó en la cama y miró el colchón a su lado.

Este estaba vacío.

—…¿Ya se fue?; Gimió, con su otra mitad en ninguna parte para ser vista. Levantando los brazos hacia arriba, ella dejó escapar un largo —Hnnggaaaaah…; mientras botaba el sueño de su cuerpo.

***

—Estamos muy cerca de nuestra búsqueda; Proclamó Loki a primera hora, una vez que el grupo se había reunido alrededor de la mesa del desayuno esa mañana. —Quiero concentrar nuestros esfuerzos en tres cosas: La Familia Njöror, el Gremio y la antigua hacienda Murdock. Ahora, no queremos que ninguna de estas personas sepa que sospechamos algo, así que solo vamos a actuar como si estuviéramos continuando con lo de ayer. Hagan que parezca que todavía no tenemos nada y sigamos buscando algo sospechoso.

Al escuchar esto, los residentes del comedor del primer piso del hotel descendieron rápidamente al caos.

Loki, sin embargo, simplemente continuó.

—Habiendo dicho eso, “Njöror” sabrá algo en el momento en que comencemos a indagar, así que me encargaré de eso yo misma. Pero ustedes tienen que ver a los otros dos.

—¿Y qué hay de la Familia Kali?; Preguntó Riveria.

—Ignórenlos por ahora. Pero si intentan meter su nariz en un lugar donde no los quieren de nuevo, permanezcan juntas. Nada de actos heroicos ¿Oyeron?; Loki instruyó, lanzando una mirada en dirección a Tiona y Tione. —Tiona, Tione, se quedarán con Aiz y Riveria. Esas dos hermanas suyas son algo feroces, pero mientras estén en pareja, deberían estar bien… incluso si eligen una pelea. Por cierto, estoy oficialmente vetando cualquier derecho a objetar en este momento; Agregó antes de que Tione pudiera abrir la boca para protestar. —Y a menos que todas quieran ser enviadas de regreso a Orario, sugeriría que se comporten como niñas buenas

¿Sí?

Tione frunció el ceño, recostándose en su silla con un resoplido.

Aiz y Riveria simplemente asintieron, aceptando su deber de velar por las hermanas gemelas amazónicas con su profunda conexión con la Familia Kali.

—¡De acuerdo entonces! ¿Alguna pregunta? ¿No? ¡Entonces andando!

—Me pregunto si Tione estará bien…; Tiona murmuró mientras dejaba que sus ojos giraran hacia el cielo, observando la franja azul del cielo sobre el puerto.

Ella y Aiz se encontraban caminando por un pequeño callejón lejos del ajetreo y el bullicio de la calle principal, mientras que los residentes transportaban cestas de ropa y bolsas de compras cercanas y los niños corrían de un lado a otro.

—No me preocuparía. Riveria está con ella…; Aiz señaló mientras caminaba a su lado.

—¡Yo lo haría si pudiera! Pero… eh, entiendo lo que Loki estaba pensando. Las dos juntas seríamos un objetivo perfecto; Reflexionó Tiona lentamente.

Intentando que ella pudiera actuar normalmente, en su corazón, ella deseaba estar con Tione en este momento. Su mente ya estaba pensando en todo tipo de escenarios improbables que podrían estar ocurriendo en ese preciso momento. Aun así, no podía dejar de notar que la mente de Aiz también parecía estar fija en algo.

—Estás preocupada por el viejo Murdock, ¿verdad?; Preguntó ella, cambiando el tema de la conversación.

—Un poco, sí…; Asintió Aiz.

Las dos se dirigían a la mansión del hombre en cuestión, la hacienda Murdock, con planes de infiltrarse en el terreno. Ellas necesitaban pensar en una forma en que las dos podrían pasar inadvertidas para continuar la investigación. Lefiya y las otras habían comenzado el día anterior. Tal vez, solo tal vez, ellas podrían encontrar alguna pista.

Aún   reflexionando   sobre   el   asunto,   ellas   encontraron   que   su   caminata   se   detuvo repentinamente por una joven animal que tropezaba en su camino.

—¡Ah!

—¡Wow hey! ¿Estás bien?

El libro que había estado cargando cayó al suelo junto con un puñado de monedas de oro. ¿Tal vez ella estaba en su camino a casa de las compras?

Aiz se apresuró en ayudar a la joven a ponerse de pie. Tiona también echó una mano, recogiendo sus posesiones dispersas—es decir, estaba a punto de hacerlo, hasta que vio el título del libro e inmediatamente se detuvo en seco.

…Argonauta.

Sus ojos estaban pegados a la portada del libro, la imagen de un héroe luchando contra un toro poderoso. Era un volumen de la épica con la que estaba familiarizada.

—U-um… señorita, ¿podría…?

—¡Oh! ¡Lo siento, lo siento!; Tiona respondió tímidamente mientras le entregaba el libro y las monedas a la niña de ojos llorosos.

La niña respondió abrazando el libro de forma protectora contra su pecho.

—¿Acabas de comprar eso?; Preguntó Tiona, inclinándose para estar al nivel de la chica.

—Sí, el… el hombre de la tienda, él… me dijo que obtuvieron muchos libros nuevos del barco…

—… ¿Te gusta esa vieja leyenda?

—¡Sí!; La cara de la niña se iluminó como un girasol.

Con un rápido agradecimiento, ella agitó su mano antes de correr por el callejón.

—¿Tiona…?; Preguntó Aiz mientras Tiona seguía mirando en silencio en la dirección en que la chica se había ido.

Ella se quedó allí un momento, con una suave sonrisa viéndose en sus labios.

—También me gustaron… esa vez en Telskyura…; murmuró ella. Al ver a esa chica huyendo tan felizmente, con una gran sonrisa en su rostro, se unió a las imágenes de su sueño esa misma mañana—de la niña que había sonreído de la misma manera.

Bache la había estado entrenando ese mismo día, como siempre, en la sala de entrenamiento de la arena.

Con el rostro cubierto de sangre, Tiona buscó el papel que había escondido en un rincón de la habitación y se lo tendió a la amazona mayor con ambas manos. —¿Me… me lo leerías?

Era la misma basura que había encontrado en uno de los pasillos de la arena poco antes de la práctica.

Aunque presumiblemente se dejó caer por uno de sus compañeros, no fue de origen telskyurano—ellan unca había visto estas cartas de Koine. Teniendo en cuenta que ni siquiera sabía leer ni escribir en el idioma amazónico, las palabras en el papel eran indescifrables, sin importar cuánto interés tuviera en ellas.

Tiona nunca olvidaría la mirada que Bache le dirigió.