Danmachi: Sword Oratoria (NL)

Volumen 4

Capítulo 1: Y El Chico…….

Parte 9

— ¿Ottar está en algún lugar de los niveles medio? Raúl Nord, miembro de la familia Loki, giró alrededor.

Era de noche, sólo quedaban dos días para la expedición.

Ellos estaban en la sede del gremio, actualmente lleno de aventureros en su camino de regreso del Calabozo. Los Semi-humanos revestidos de armaduras irrumpieron alrededor del amplio lobby de mármol mientras iban a sus propios asuntos, ya sea cobrar su botín de monstruo, reportando a sus asesores, o recolectando recompensas por las misiones completadas.

De pie delante del tablón de anuncios gigantes que fue adornado con proclamaciones oficiales del gremio y avisos de búsqueda, Raul volteó su mirada hacia el portador entrante de la información.

— ¿Es eso cierto, Aki?

—Sí. Bueno, al menos eso es lo que un par de aventureros mencionaban antes. No estoy segura de la cantidad de acciones que pone en él, pero un buen número de personas lo han visto ahora.

La chica gato de color negro — Aki –chasqueó su delgada cola color obsidiana que era del mismo color que su cabello largo que le llegaba a la cintura.

Varios aventureros de la Familia Loki estuvieron en el gremio recolectando información que podría resultar útil durante su próxima expedición.

Irregulares a lo largo de su ruta planificada, solapando horarios con otras facciones, presencia potencial o ausencia de jefes de piso — investigar estas cosas era un trabajo importante y no podía ser descuidado si querían asegurar que su expedición fuera como fue planeada.

Y fue este trabajo exacto que había sido confiado a los miembros de menor rango de la familia Loki.

— ¡Señor Rauuuuuuuuuul! Parece que el viejo Goliat ha regenerado su fea cabeza en el piso 18 de Todo el mundo lo ignora, asumiendo que nos encargaremos de el a medida que vayamos.

— ¡El gremio dice que Babel no puede conseguir toda la lana de salamandra y las túnicas que pedimos! ¿Qué deberíamos hacer?

—Sólo… sólo espera un segundo ¿quieres? ¡Dame un momento!; Raul extendió sus manos para detener el aluvión de información entrante, frunciendo el ceño con agravante agravación mientras suplicaba en silencio por la oportunidad de recuperarse.

Raúl Nord. Humano. Veintiún años de edad.

Su gran frente estaba coronada con una cosecha de pelo negro con púas. Un hombre de estatura promedio, sus rasgos sólo enfatizaron su humanidad y su aspecto ordinario. Incluso ahora, parado frente a sus compañeros, hizo una adición bastante aburrida y poco interesante a la familia.

Dicho esto, seguía siendo un aventurero de nivel 4, de segundo nivel.

Nacido como el tercer hijo de una familia campesina pobre, antes de los ocho años de edad

Raúl hizo lo que él llamaba ‘’La decisión más grande su vida’’ al dejar su casa de campo. Al igual que muchos otros, llegó a Orario lleno de grandes sueños y sólo una pequeña ambición varonil. En poco tiempo, se encontró en la Familia Loki.

Resultó ser un natural, y al forzar su camino hacia el campo de batalla detrás de Finn y los otros, Raúl llegó a donde estaba hoy. Por alguna razón, incluso Raúl mismo no podía comprender, primero Finn, entonces los otros de Elite en la familia comenzaron a poner una gran confianza en él, por lo que a menudo se encontró con la tarea de supervisar a otros miembros de menor rango, ya sea en tareas administrativas como esto o tratar con problemas en el calabozo.

Ese mismo humano, tan atolondrado en comparación con los pioneros de una gran familia, estaba actualmente intentando priorizar la información entrante de sus compañeros miembros de la familia, uno a la vez.

—Uhhh… ¡Cierto! ¡Aki! Estábamos hablando de Ottar…

—Ha sido visto cazando monstruos alrededor del piso 17 estos últimos dos días. ¿Cierto, Leene?; Aki se dio la vuelta para echar un vistazo a su colega junto a ella.

La chica de anteojos con el cabello recogido en una trenza respondió con un guiño y un vacilante —S-Sí.

Ottar el Warlord… capitán de la Familia Freya y el guerrero más fuerte de todo Orario. Al mismo tiempo, fue uno de los enemigos de más larga data de la familia Loki.

Ottar había estado en el primer lugar en la lista negra de la familia desde el tiempo en que Raúl podía recordar.

Parecía un poco extraño que el capitán de la familia Freya, de todas las personas, fuera a acampar en los niveles intermedios donde había dominado a todos los monstruos que se encontró…

—… ¿Me pregunto qué hace ese hombre ahí?; Aunque lo murmuraba bajo su aliento, Raúl sabía que no había nadie que pudiera proveerle una respuesta.

Los otros miembros de la familia alrededor de él se miraron el uno al otro, comenzando por Aki, quien simplemente se encogió de hombros.

—¿Qué está pasando aquí, huh?

—¡Ah! ¡Sir Gareth!

El enano hizo su camino a través del ajetreo y el bullicio de donde estaban de pie junto al tablón de anuncios gigantes.

Gareth fue uno de los jefes de la familia Loki, y el gran guerrero enano exudaba un aura de soldado experimentado. Naturalmente, las miradas de los aventureros cercanos se centraron en él, sus ojos estaban llenos de una especie de asombro.

Raúl le explico al enano sobre Ottar.

—¿Así que el viejo se mueve sobre los niveles medios? Hmm… ¡Bah! ¡Yo no le daría importancia!

—¿De verdad?

—¡Es cierto! No dejes que te moleste, ¿Sí? Incluso si el tipo está allí por orden oficial, no es para favorecer a alguien planeando todo eso. No creo que tengamos que preocuparnos de que él interfiera en nuestra expedición; reflexionó —Dejando de lado, con la exploración del gremio avanzaremos hacia las profundidades, él estaría tomando un riesgo si decide atacar a una familia haciendo justo eso; Él continuo, corriendo una mano a través de su barba.

Raúl y los otros se encontraron de acuerdo con el viejo enano – él era una de las autoridades líderes de su familia. Por supuesto, gracias al silencio de Aiz, ninguno de ellos sabía sobre el ataque vicioso contra ella que había ocurrido solo la noche anterior, lo que significaba que no estaban especialmente en guardia cuando se trataba de la familia Freya.

—¿Entonces, que lo trae por aquí, Sir Gareth?

—¡Cierto! He terminado de llevar todo de vuelta a la mansión. La expedición va a empezar justo a tiempo pasado mañana. Tengo que informar al gremio, ¿sabes?

Raúl y compañía siguieron a Gareth al mostrador en el vestíbulo cuando el enano lleno los preparativos de la familia. Parecía que todo estaba en orden, incluyendo las armas – y la espada mágica – de la familia Hephaistos.

Cuando una facción de alto rango como la familia Loki iba a una expedición, era esencial que ellos reportaran los detalles al gremio – desde fecha de inicio hasta el tiempo que planeaban quedarse en el calabozo. Ellos eran un valioso poder militar para Orario, después de todo.

Si algo les ocurriera y no volvieran del calabozo, el Gremio a menudo enviaría grupos de búsqueda y rescate.

—Por cierto como están los niños, ¿eh? ¿Están descansando correctamente de todo eso?; Gareth se volteó hacia Raúl y el séquito de otros miembros de la familia detrás de ellos.

—Ja… ja-ja-ja… ja-ja-ja-ja-jaaa…; Raúl se rió débilmente.

Incluso con la expedición a la vuelta de la esquina, él y los otros miembros de bajo rango estaban encontrando cada oportunidad que pudiera llegar para entrenar, ninguno de ellos quería quedar mal debido a la reciente subida de nivel de Aiz. Mientras caminaban, Aki parecía útil en la otra dirección, y Leene se negó a mirar a los ojos de Gareth.

Gareth, a su vez, no podía hacer más que suspirar, lo mismo que cierta alta elfa hacia antes.

—Ya he conseguido un sermón del Señor Bete, en realidad…; Raúl admitió. La memoria del hombre lobo de pie sobre él con una risa sádica trayendo lágrimas que salían de las esquinas de sus ojos estaba todavía frescas en su cabeza.

— ¡No te va a hacer nada bueno, Idiota!

—Él y la Señorita Aiz… se enfrentaron contra algunos enemigos bastante poderosos abajo en el piso 24, ¿no?; Raúl susurró en voz baja en la oreja de Gareth.

Lo tomó a Gareth un momento, pero finalmente, asintió con la cabeza. —…Sí, es cierto. Como una de las familias de élites, ellos ya habían escuchado todo sobre el incidente unos días atrás.

—Bete no ha cambiado nada desde que volvieron; Murmuró Raúl, pensando en su espectáculo de arrogancia – mediocre incluso para él – de vuelta a la mansión.

Gareth, sin embargo, permaneció en silencio.

Sabía que el hombre lobo había estado entrenando más duro que nadie en los últimos días.

Se culpaba por lo sucedido, y odiaba obstinadamente perder, había estado ejercitándose por su cuenta en secreto, con cuidado de asegurarse de que Raúl y los otros no tuvieran idea de lo que estaba haciendo.

Y Gareth le había estado ayudando a entrenar en un pequeño cobertizo a las afueras de la ciudad a altas horas de la madrugada.

—Haah… los niños en estos días…

—¿?

Gareth dejó salir un pequeño suspiro, a lo que Raúl lo miró con curiosidad.

En poco tiempo, llegaron al mostrador donde una joven recepcionista se sentó a esperar.

—Informe de la Familia Loki. Solo quería que sepas que estaremos preparando nuestra expedición en dos días como lo informamos anteriormente. Aquí esta nuestra solicitud.

— ¡Maravilloso! Entendido.

Misha Frot respondió alegremente cuando ella acepto el pergamino de aplicación de Gareth.

Ella era una pequeña persona, alcanzando sólo los 1.50 metros, con un cabello corto y color rosa. Respondiendo a Gareth con una voz jovial que coincidía con su cara angelical, ella se levantó de su silla y enderezo su postura.

Poniendo una mano sobre la otra con una sonrisa, ella le dio al enano una inclinación profunda.

—Estaremos a la espera de su regreso. Que la fortuna de la guerra brille sobre ustedes; Era una oración para el regreso triunfal de los valientes aventureros, hablando no solo como un empleado del gremio, sino como un ciudadano de la ciudad de Orario.

Entonces ella selló el formulario de solicitud de la expedición con el sello del gremio de color

***

—La expedición de la familia Loki se llevará a cabo según lo planeado. Las antorchas cercanas respondieron con una chispa.

La voz del maestro del gremio de los elfos, Royman Mardeel, se hizo eco en todo el oscuro espacio subterráneo. El suelo estaba cubierto de grandes bloques de tiza y cuatro antorchas que iluminaban su gran altar, dando la sensación de un antiguo templo.

Su cuerpo corpulento, carnoso, completamente inapropiada de un elfo, se arrodillo frente a la colosal figura de dos metros de alto de Ouranos. EL viejo dios asintió levemente desde su asiento en el centro del altar.

—Puede irse.

—S-Sí, mi señor.

Como la voz austera del dios fundador de Orario se dirigió a él, el cuerpo bulboso de Royman se estremeció. Silenciosamente, él retrocedió del altar, haciendo su salida de la cámara y remontando las escaleras a la superficie.

Ouranos permaneció inmóvil en su lugar encima del pedestal de piedra gigante, sus ojos azules miraban en la dirección en la que se retiraba Royman mucho después de que el otro hombre  se hubiera ido.

—… ¿Van a ir a través de él después de todo?; Una voz vino de la oscuridad una vez que Royman estaba fuera del alcance del oído.

Fue Fels quien dio un paso adelante, con su túnica oscura rebanando a través del velo de la oscuridad concentrada en la esquina de la cámara.

La negrura cubría la tunica hasta llegar a sus adornados guantes, dejando absolutamente nada de piel visible. Fels era como un fantasma en las antorchas parpadeantes—apariencia, raza, sexo, cada aspecto posible se dejó como un enigma.

—Cierto. Parece que Loki, también, desea información sobre la reciente cadena de violencia; Ouranos respondió sin siquiera girar la cabeza.

Así comenzó el coloquio entre el venerable dios y su más cercano consejero, en lo profundo de la sala de oración por debajo de la sede del gremio.

— ¿Qué te parece, Urano? ¿Podrá estar a llave de todo lo que realmente yace dentro de las profundidades del Calabozo? ¿En su piso 59?

—Eso es lo que creo, aunque no puedo estar seguro.

—Una corazonada de Dios, ¿Señor?

—Sí.

Sus palabras eran cortas, salpicados de parpadeos de las antorchas cercanas. A la concisa respuesta de Ouranos, Fels asintió con la cabeza.

—Entendido. ¿Puedo arreglar un conjunto de ojos para verlos? Estoy seguro de que lo que está allí será de gran interés para nosotros.

—Has lo que quieras; Ouranos respondió a la sugerencia del mago vestido de negro.

—Permítame repasar toda nuestra información. Hazme saber si me estoy perdiendo algo.

En el guiño del viejo dios, Fels continuó desde dentro de los pliegues de la capucha llena de sombras.

—En primer lugar, tenemos lo que nos fue revelado en el piso 24 por esa criatura femenina con el cabello rojo, Levis.

—La que manipula la viola y protege el orbe cristalino…

—Exacto. Además, si creemos lo que aprendimos del cabecilla de la pesadilla del piso 27, el reanimado Olivas Act… tanto el feto como las piedras mágicas vibrantes dentro de esa nueva especie de monstruo se originan del ser referido simplemente como “ella”.

“Ella” fue la que revivió a Olivas Act desde el abismo de la muerte implantando dentro de él una piedra mágica, dando nacimiento a un nuevo hibrido humano—monstruo. La mujer pelirroja, Levis, era también una criatura. Al asimilar las piedras mágicas, ella y su especie podrían transformarse en especies mejoradas y poderosas – seres que superaron los límites del conocimiento tanto mortal como divino.

Parecía que estas criaturas, “ella” especialmente, habían utilizado su capacidad para controlar a los monstruos y poner en marcha esta cadena de incidentes que datan todo el camino de vuelta a la Monsterphillia.

— “Ella” está durmiendo en lo profundo de la tierra, “ella quiere ver el cielo”,… Eso es lo que dijo Olivas Act según la familia Hermes. De eso podemos inferir “ella” habita en las profundidades inferiores del Calabozo…

Había una alta probabilidad de que lo que le esperaba a la familia Loki en el piso 59, donde la criatura Levis había dirigido a Aiz, tenía algo que ver con “ella”.

—La relación entre Aiz Wallenstein y el orbe cristalino no es más que una pieza del rompecabezas.

—…

Aiz había reaccionado tan fuertemente al entrar en contacto con el feto esa vez en Rivira en el piso 18, que ella se había derrumbado. El feto también había respondido a la magia de Aiz.

Después de las palabras de Fels, Ouranos evitó ligeramente sus ojos.

Envuelto en profundas sombras rotas solo por las antorchas parpadeantes, él se calló como si buscara una respuesta en sus pensamientos.

Fels continúo a pesar del silencio melancólico del Viejo dios.

—Luego, tenemos los restantes The evils. Aunque sabemos que son fantasmas de épocas pasadas, no sabemos quién los dirige. Todo lo que podemos confirmar es que fueron vistos capturando violas en piso 24 y llevándolos a quien sabe dónde.

Las muchas facciones que se unieron a ambos y al Gremio habían conspirado y destruido a este grupo radical.

Bajo la dirección de dioses que se referían a sí mismo como ‘’Evils’’, ellos habían defendido la caída del orden, incitando rebeliones en todo Orario con la alegría por el mal como su único objetivo claro. Ellos simplemente querían ver arder el mundo.

Las familias de The Evils habían sido erradicadas y cada uno de los “dioses malvados” se les envió de vuelta a los cielos. No estaba claro si estos “remanentes” recién descubiertos eran sobrevivientes reales del grupo o simplemente seguidores recientes ansiosos por continuar su trabajo.

Todo sobre el grupo seguía siendo una bruma – cuantas familias estaban conectadas a ella, la escala de la organización, e incluso los dioses que lo conducían eran un misterio.

—Fuerzas en la superficie cooperando con “ella” y sus seguidores pretendiendo borrar Orario…

¿podría ser esto lo que está atando todos estos eventos?

—No me sorprendería si los remanentes de The evils tuvieran una alianza con los poderes subterráneos… o tal vez estuvieran siendo utilizados por el subterráneo.

La voz de Fels resonó en el altar, luego la de Ouranos.

Podría muy bien ser que los dos grupos, los seguidores de Levis y los remanentes de The Evils, se estuvieran usando, pero antes de que Fels y Ouranos pudieran llegar a una conclusión, se produjo una interrupción.

—… ¿Puedo preguntarte algo, Ouranos?; la túnica negra se sacudió, Fels se volteó hacia el dios venerable en su lugar en la cima del altar.

Ouranos respondió afirmativamente con un simple giro de su cabeza.

—Durante el incidente en el piso 24, la mujer pelirroja pronunció el nombre de una persona… Bueno, el nombre sonaba muy parecido al de un dios –Enyo.

Esto había estado entre la información que había recibido de la chienthrope.

— — ¡Todavía no está completa, pero ya ha crecido lo suficiente! ¡Llévaselo a Enyo!

Eso era lo que Levis le había dicho a esa figura con la máscara y capucha —posiblemente uno de The evils— al adquirir la esfera de cristal.

—Este “Enyo” es probablemente un personaje importante. ¿Suena como un sobre nombre?; Fels preguntó en un intento de confirmar el informe de Lulune.

—… No recuerdo haber oído hablar de un Dios con ese nombre; Respondió Ouranos antes de continuar.

—Sin embargo… la palabra enyo existe en la lengua de los dioses. Sus ojos azules se estrecharon.

—Significa  “destructor de ciudades”.

***

Fue el día antes de la expedición.

Lo que significaba que era el último día de entrenamiento.

Dos sombras se sobreponían encimas de las piedras de la gran muralla en el borde exterior de la ciudad, bañándose en la primera luz del amanecer desde el este. La mujer, de cabello largo color oro que se movía detrás de ella, golpeo hacia adelante una y otra vez, y el chico, de cabello blanco que revoloteaba de la misma manera, siguió a todos los movimientos en la feroz persecución.

Ellos realizaron violentas ofensas y defensas entre la funda y la daga como lo habían hecho cada día antes.

Mientras el magnífico amanecer subía en las montañas lejanas pintaba la cara de Aiz, ella estudió al muchacho delante de ella.

Cada vez que había un ataque, él lo bloqueaba.

Mientras elevaba la velocidad de sus ataques, el número de sus bloqueos aumentaba. Era le técnica defensiva que le había enseñado.

Repeler los ataques de los enemigos desde un lado o un ángulo, en lugar de hacerlo desde el frente.

En términos de defensa, él sin duda había cumplido su objetivo para su entrenamiento.

El chico puso todo lo que tenía detrás de sus golpes, detrás de la técnica que había visto, sentido y aprendido en el transcurso de sus duelos.

— –¡Nngh!

Había una especie de vigor descarado imbuido en su habilidad con la daga.

A pesar de que la implacable serie de ataques se lo llevaron, él mantuvo sus bloqueos, desviando golpe tras golpe.

Y entonces.

El chico hizo más que defenderse. Él atacó a Aiz por primera vez.

—…¡!; Los ojos de Aiz se abrieron con sorpresa.

La daga de Bell se dirigía a ella, su sable brillaba intermitente debajo del cielo de la mañana.

Era fácil de bloquear, pero eso no cambio el hecho de que el chico había sido capaz de conseguir un golpe en absoluto.

Aiz lo miro sin palabras. La respiración del chico estaba demacrada, y su brazo que sostenía la daga estaba colgando a su lado.

Su cuerpo estaba lleno de moretones, pero su rostro tenía el mismo aspecto de determinación que había tenido desde su primer día, Sus ojos ruby brillaban con un brillo sin igual.

De repente, el sol de la mañana se dirigía hacia ellos, y el resplandor resultante inundaba el campo de visión de Aiz con el blanco.

El muchacho se quedó allí, aureolado en el resplandeciente blanco puro. Una especie de euforia escapó de los labios de Aiz a la vista, y ella sonrió desde el fondo de su corazón.

—Eso es todo, supongo…; Aiz susurró con un suspiro.

El sol ya estaba asomándose sobre las majestuosas montañas del cielo oriental, casi como una señal de que su semana de entrenamiento había llegado a su fin.

Aiz se volteó hacia esa vista, escudriñando el glorioso fuego del amanecer. El chico hizo lo mismo antes de volver a ella e inclinar la cabeza.

—Gracias. Gracias por todo; Él dijo, doblando la cintura frente a la piedra bajo sus pies.

Su semana juntos había sido corta. Demasiado corto, al parecer, y mientras Aiz regresaba a esos siete días anteriores, ella sintió que si corazón y mente fluían con emoción.

No había descubierto ni una sola cosa sobre el asombroso crecimiento de Bell. Sin embargo, sin siquiera darse cuenta, ella había aprendido lo agradable que era verlo mejorar de un día para otro, lo que sentía como si su corazón palpitara, y la bienaventuranza pura que vino de saber que podía enseñar a otro.

Y para Aiz, que no había conocido nada más que el combate durante el tiempo que podía recordar, esto la hizo feliz.

Había sido un camino de alegría y tristeza, de inquietante angustia, de re volcamiento abatido, de pensamiento profundo y de absoluta felicidad que los había llevado a los dos hasta este punto.

Ella abrazó este momento, este momento irremplazable que habían compartido, en lo profundo de su corazón.

Después de un tiempo, el cabello blanco de Bell se alzó revoloteando en la brisa y haciéndolo parecer aún más como un conejo de lo habitual.

Sus ojos se encontraron.

—También me gustaría darte las gracias. Fue… divertido; Dijo ella en voz baja, reverberando con un calor que sorprendió incluso a si misma con sus ojos ablandados.

Ella sonrió una vez más, los dos se bañaron en la primera luz de la mañana.

La cara de Bell se ruborizó al instante, abriendo y cerrando la boca mientras miraba fijamente sus pies. Ver esto solo hizo ensanchar su sonrisa. Si había una cosa que no había cambiado durante su semana de entrenamiento, era su vergüenza constante.

¿Quién sabría que el conejo blanco sería tan tímido?

—…Buena suerte…con todo.

—…Gracias.

Aiz lentamente quitó su mirada antes de dar la vuelta.

Ya era hora de que los dos empezaran a correr de nuevo. Con esas últimas palabras, ella empezó a alejarse, sabiendo que se arrepentiría si se permitía hacer una pausa aquí.

Esto no fue una despedida.

De aquí en adelante, los dos se enfrentarían a sus propios objetivos, apuntando a sus propias metas por separado.

—…

Aiz camino unos pasos a lo largo de la parte superior de la pared que brillaba con la luz del sol, y luego se volteó lentamente alrededor.

El chico ya le había dado la espalda, muy lejos ahora mientras corría por su propio camino.

Inhalando un soplo profundo de toda esa inmensa mañana azul, ella rizo sus labios en una sonrisa.

—…Nos vemos luego.

Y luego, dándole la espada al chico, ella corrió.