Youjo Senki (NL)

Volumen 5

Capítulo 5: Sin Tiempo

Parte 7

20 DE OCTUBRE, 1926 DEL AÑO UNIFICADO, LA PARTE NORESTE DEL FRENTE ESTE, EL CUARTEL DEL SALAMANDER KAMPFGRUPPE

Es muy sencillo decir “hacer brindis por la victoria”.

Pero… cuando los ojos de Tanya se abren en la cama de la casa donde se aloja, sonríe con ironía mientras se levanta.

Los menores tienen prohibido beber y fumar. No hay excepciones para eso, incluso en el ejército. Casi todo lo que puedes hacer es chupar un caramelo.

Más importante aún, este cuerpo inmaduro no puede resistir la somnolencia y permanecer despierto por la noche. Por supuesto, esto significaba que anoche Tanya se había ido a la cama a una hora saludable como de costumbre.

Pero había otra razón por la que se había ido temprano. Cuando su superior está merodeando, las tropas probablemente sienten que no pueden soltarse el cabello. No hay razón para mantener esa tensa relación de jefe y subordinado incluso fuera de servicio.

Tanya es lo suficientemente considerada como para permitirles participar en sus bebidas posteriores al combate en paz. Como resultado, se ha despertado bastante temprano, pero es un despertar refrescante.

Dicho esto, probablemente todos los demás se quedaron despiertos hasta tarde bebiendo. Después de haber salido lentamente de la cama para no despertar a su ayudante y ordenanza, Tanya alcanza la jarra de agua.

No, ella la alcanza a medias.

En el momento en que su mano toca la cerámica… de repente nota un escalofrío inusual. “¿Hmm?”

Preguntándose si tiene un resfriado, se pone su abrigo para clima frío para alta altitud de vuelo y se siente mejor de inmediato.

Quizás la temperatura simplemente haya bajado. Incluso a primera hora de la mañana, este frío es terriblemente intenso. Hace frío incluso para el otoño. Casi tan frío como cuando estoy volando.

Después de todo, ¿me voy a enfermar?

¿Debería hacer que la cocina del cuartel general me prepare algo caliente para beber por si acaso?

Con eso en mente, Tanya sale de la casa para ir a ver a los oficiales de guardia. Ahí es cuando se da cuenta.

Es extraño. Tanya se detiene en seco, asaltada por una intensa sensación de que algo anda mal. Algo ha cambiado. Ha aparecido algo que no debería estar aquí.

Es… el color.

El color… el color del mundo está mal.

Todo es diferente al de ayer. Con un suspiro, mira al cielo, que está completamente nublado e irritantemente blanco.

Blanco. Ella se congela muy a su pesar ante el brutal color.

Ella retrocede, pero cuando su pierna intenta dar un paso atrás, la fuerza a quedarse quieta con su fuerza de voluntad. Frente a su danza, pálidos y delicados destellos.

Son fantásticamente hermosos. Quizás si las cosas fueran diferentes, podría haber escrito un poema sobre ellos.

Pero ahora todo lo que son para ella es una masa de miedo.

Ella mira como si pudiera derretirlos con el calor de su mirada, pero por desgracia, se ve obligada a darse cuenta de que no puede ganar.

Su puño cerrado habla por ella. Si pudiera gritar, lo haría.

Se abandonaría ante sus emociones y liberaría el Me estás tomando el pelo atorado en su garganta.

Ha estado vigilando de cerca las previsiones meteorológicas.

Sí, aunque el equipo meteorológico les garantizó dos semanas más, ella ha estado solicitando los mapas meteorológicos y repasándolos todos los días sin falta.

Pero a pesar de eso, a pesar de todo eso, ¿está nevando?

Es un regalo espléndidamente malicioso. Significa que el magnífico y más espantoso invierno oriental está sobre nosotros. Todo estará cubierto de nieve, que se convertirá en lodo y eventualmente transformará el terreno en un pantano fangoso.

Es la peor estación. Cuando los ejércitos se ven obligados a renunciar a todo el concepto de movimiento y en su lugar sólo pueden retorcerse.

Tanya mira al cielo y murmura: “Pero si los cielos se interponen en nuestro camino, entonces ganaremos contra los cielos. Debemos hacerlo.”

¿Cuántas noches más podrán los oficiales del Ejército Imperial dormir sin temblar?

Es fácil engañarse a sí misma. Esta nieve es inusualmente prematura.

También puede aferrarse al buen pronóstico del tiempo. Mañana se aclarará.

Pero no tiene sentido.

Si no puede aceptar la realidad y afrontar la terrible situación, todo lo que lleva ese camino es un callejón sin salida. Esparciría sus huesos en esta tierra podrida después de convertirse en un cadáver congelado.

Esa es una conclusión sumamente desagradable.

Cualquier cosa… cualquier cosa menos ese terrible destino.

“… Tengo que sobrevivir. Tengo que sobrevivir e irme a casa. Yo lo haré y mis hombres también. No tengo ningún excedente de personal para entregar a ese maldito General Invierno o quien sea.”

Así que Tanya parte una vez más hacia el cuartel general. Tiene tanta prisa que comienza a trotar y finalmente a correr. Ella llama a los oficiales de servicio.

Supongo que esto es lo habitual.

“¡¿Cómo nos va en la preparación de invierno?!”

Cuando Tanya entra volando por la puerta, su pregunta es impaciente.

“En cuanto al equipo para clima frío, tenemos uniformes de operación a gran altitud para el batallón de magos, pero… Coronel, lamento decir que no tenemos suficiente para todo el Kampfgruppe…”

“Yo… realmente no creo que tengamos suficiente equipo para todo el Kampfgruppe.”

A pesar de la fiesta de anoche, el Mayor Weiss y la Teniente Primera Serebryakov, que están de servicio, dan respuestas claras.

“Hmph. ¡Teniente!”

“Sí, señora.”

“Interrogue a los prisioneros. Encuentre a alguien que haya trabajado en la compra de ropa. Preferiblemente alguien de cerca de esta área. Quiero preguntarles sobre el invierno y conocer su opinión.”

“¿Está segura?”

Tiene sentido que Serebryakov se preocupe y haga esa pregunta. Definitivamente es una posibilidad que tales preguntas puedan revelar a los prisioneros que tenemos prisa a prepararnos para el invierno.

Pero Tanya puede hacer su declaración con confianza. “Es más importante pasar el invierno que preocuparse por darles a los prisioneros información que no necesitan saber.”

La diferencia entre un ejército de campaña que tiene contramedidas para el frío o no es fatal.

“La flota aérea nos debe un favor. Hagamos que nos traigan ropa para este clima desde casa.”

“Yo autorizaré eso. Mayor Weiss, si es necesario, utilice fondos de la tesorería de Kampfgruppe. También puede utilizar fondos clasificados del Estado Mayor.”

“… ¿Está segura?”

“Por supuesto.” Tanya  redobla.

“¿Para  qué  cree  que  son  esos  fondos  clasificados? ¿Debería usarlos para comprar un boleto para la reunión de mi clase?”

“¡Jajaja! Como para comprar su vestido.”

“En serio. Podemos tener un baile en esta pista de baile completamente blanca.”

Es tan bueno como si el General Invierno me hubiera invitado a un baile— proyectiles con posibilidad de salpicaduras de plasma mientras giramos por el cielo sobre este campo blanco como la nieve.

Qué maravilloso sería gritar, ¡Come mierda! y vete. “Disculpe la pregunta, Coronel, pero ¿sabe bailar?”

En respuesta a la pregunta tangencial de Serebryakov, Tanya sonríe. “Soy una aficionada y no puedo ocultarlo a menos que esté bien vestida. Así que no me importa si dejo el baile a las personas que saben lo que hacen. Pero nadie sabe cómo, probablemente.” Añade Tanya molesta.

Para bien o para mal, el Ejército Imperial está especializado en la estrategia de líneas interiores con el supuesto de la defensa nacional.

El invierno previsto por el ejército desplegado principalmente alrededor del Imperio no es extremadamente frío, con la excepción de Norden.

“De todos modos, despierten a los oficiales. No me importa si tienen resaca de sus brindis.”

“La nieve helada será justo lo que los despertará de sus sueños de victoria.” “Creo que podría ser demasiado eficaz…”

“Mientras está en ello, haga que los otros oficiales discutan las contramedidas para el clima frío en sus unidades. Dígales que mantengan al menos la capacidad mínima de operación de campo.”

Y así, de pie ante los agentes reunidos, Tanya se traga sus suspiros y aborda el tema con su franqueza habitual.

“Bien, oficiales del 203vo Batallón de Magos Aéreos. Escuchemos sus opiniones sobre las batallas invernales… si tienen experiencia, claro.”

“Ese es un buen punto… Tenemos un problema cuando se trata de batallas invernales.”

Tanya asiente ante los comentarios de Weiss. Lamentablemente, no hay un experto en invierno ni siquiera entre los experimentados veteranos presentes aquí.

“Es verdad. Dejando de lado nuestros veteranos, incluso los del Grupo de Ejércitos del Este apenas tienen experiencia en batallas invernales.”

“Le ruego me disculpe, pero dado que el Grupo de Ejércitos del Este tuvo a la Federación como un enemigo potencial durante años, debería tener una idea, ¿no es así, Mayor Weiss?” Aparentemente, el Teniente Grantz es un sabelotodo.

Bueno, cuando eres joven e inexperto, eso es lo que pasa, supongo. Lo horrible es que la persona que dice esto es uno de los miembros relativamente experimentados de nuestro Kampfgruppe.

Tanya y Weiss, quienes suspiran, deben estar preocupadas por lo mismo. Este es el dolor del comandante. O de puestos gerenciales, se podría decir.

“Lamento decirle, Teniente, que el invierno que conozco es el del Reich.”

Tanya asiente que eso es correcto.

“En otras palabras, nuestro plan de defensa consistía principalmente en proteger nuestras fronteras. No se tienen en cuenta las nevadas reales. Incluso si así fuera, habría dependido de su ubicación.”

“¿Oh, en serio?”

“Oye, Grantz, ¿qué tanto aprendiste sobre los campamentos de invierno en la academia?”

Weiss va y viene con Grantz para convencerlo. Dicho eso, Tanya sonríe con ironía. No es de extrañar que no supiera cuánto sabía Grantz sobre el invierno.

El curso acelerado había sido durante mucho tiempo la norma en la academia del Ejército Imperial.

Si no es algo que un soldado pudiese usar de inmediato, la academia dejaba de fomentar el ser autodidacta. El saber hacer para las batallas invernales es sin duda uno de los temas más infravalorados. Para bien o para mal, el Imperio se había centrado en proteger su propia tierra… Las expediciones no valían la pena el espacio mental.

“Si no hubiéramos pasado un invierno en Norden, entonces no tendríamos experiencia alguna.”

“¿Norden?”

El rostro en blanco de Grantz le recuerda a Tanya… aunque tiene la presencia de un veterano, Grantz se unió a ellos a mitad de camino.

Pasó por la academia después de ella y debe haber estado en el programa de graduación acelerada de la guerra.

“Ah, claro, eras parte del grupo que llegó por el Rhine. Así que no viste ninguna acción en Norden, ¿eh?”

“Nop.” Grantz niega con la cabeza. Para él, el Rhine fue el lugar de su primer entrenamiento en el campo. Aunque ha sobrevolado el Mar del Norte, es innegable que su experiencia no está equilibrada.

“Entonces supongo que deberíamos hacer que las personas que estaban en Norden al comienzo de la guerra se encarguen del trabajo de preparación.”

“Eso tiene sentido. Deberíamos dejarlo en manos de las personas con experiencia.”

Supongo que esto es todo lo que podemos hacer, piensa Tanya mientras decide dejarlo en manos de Weiss. “Mayor Weiss, lo siento, pero quiero que consiga el equipo para clima frío incluso si tiene que usar todos los fondos confidenciales. Le daré a los Tenientes Grantz y Wüstemann como apoyo.”

Y puede educar a algunos subordinados al mismo tiempo— dos pájaros de un solo tiro. “¡Sí, señora! Intentaré hacer pedidos como si fueran para las unidades de magos aéreos.”

“Como prefiera. Oh, quiero que todos ustedes verifiquen si alguno de sus subordinados tiene experiencia con batallas invernales o áreas conocidas por sus temperaturas extremas. Si alguien conoce algunos trucos, quiero hacer uso de ellos. Asegúrense de que las otras unidades hagan lo mismo.” Luego agrega: “Además, Teniente Serebryakov, le ordené que inspeccionará a los prisioneros… pero no estoy segura de qué tan bien saldrá. Sus recursos y experiencia son fundamentalmente diferentes a los nuestros. Tendremos que ser creativos y hacer nuestro mejor esfuerzo con lo que podamos.”

“Entendido. Empezaré con la encuesta de inmediato.”