Youjo Senki (NL)

Volumen 4

Capítulo 2: Una Visita De Buena Voluntad

Parte 3

17 DE MARZO, 1926 DEL AÑO UNIFICADO, MANCOMUNIDAD, LONDINIUM

La desgracia de los demás sabe dulce como la miel. O al menos, el sufrimiento personal sabe a arsénico. Pero por una vez, en un caso realmente raro, los jefes del gobierno de la Mancomunidad no pudieron deleitarse con la miseria de otro país.

Bueno, no es que simpatizaran, pero, aun así. “… Entonces, ¿no hay error?”

La pregunta áspera del primer señor del almirantazgo contenía una cantidad extraordinaria de agotamiento. La armada se había estado preparando a toda velocidad desde que comenzó la guerra, pero ya había escaramuzas en las líneas comerciales.

Mantener esas líneas de comercio estaba destruyendo incluso la dura psique del primer señor.

Y luego este informe. Quería meterse en la cama con una botella de vino a pesar de que no era su culpa… esa era la mala noticia.

“Sí, señor, es lo último a través de la embajada.”

Por supuesto, con tales noticias, la inteligencia era un mensajero inoportuno. Cualquiera quiere dar la bienvenida a alguien con buenas noticias, no está mal. Entonces, en lugar de ser tímido, es mejor hacerse el indiferente.

Habiendo decidido así, el Mayor General Habergram de la División de Estrategia Exterior trabajó para reprimir su expresión y dio el informe secamente.

Aunque un pequeño número de unidades magas había invadido y atacado Moscú. El primer aviso fue un informe de emergencia realizado por un oficial de inteligencia que acababa de ser asignado a la embajada.

Los magos imperiales están dando vueltas sobre Moscú. La primera vez que lo escuchó, pensó que era algún tipo de operación de propaganda.

Dar vueltas era con fines de demostración.

Todos se maravillaron, pensando que era propaganda elevar la moral y alardear de sus victorias contra la Federación… maravillados porque habían logrado acercarse a la capital de un país con el que estaban en guerra.

“Las principales organizaciones gubernamentales de Moscú han sido atacadas a fondo.”

Pero a medida que las cosas se aclararon, la maravilla se convirtió en miedo y asombro. Supuestamente era sólo una pequeña unidad de magos, pero en algún momento, se convirtió en un regimiento. Luego, varias unidades se dividieron y cargaron simultáneamente, y el incidente se consideró un ataque real en lugar de una demostración.

Lo que lo hizo definitivo fue la magnitud de la destrucción.

Según el personal de la embajada en Moscú, como mínimo, la policía secreta y la Plaza de la Revolución habían sido destruidas. No estaban seguros de si era cierto o no, pero los informes decían que también se había plantado una bandera imperial en la plaza. Al mismo tiempo, llegaron otros informes no confirmados, que decían que se había llevado a cabo un gran ataque contra el Kremlin y que estaba al borde de la rendición.

La ciudad aparentemente estaba en pánico extremo, pero debido a eso, los detalles sobre el alcance del daño no estaban claros.

No obstante, era cierto que los perpetradores eran magos imperiales. Incluso si era un regimiento, eso significaba un máximo de cien personas. También era posible describirlo como un ataque furtivo penetrante realizado por una unidad relativamente pequeña. Dicho esto, según el informe, el daño que causó fue intenso.

Aquí fue donde entraba la parte difícil… una pesadilla para los encargados de la defensa: no había garantía de que la Mancomunidad evitaría las pérdidas sufridas por la Federación.

“Necesitamos repensar nuestra defensa aérea.”

Era un poco tarde, pero los funcionarios habían reconocido cuán frágil era la defensa aérea de Londinium. El malecón todavía estaba en buena forma; no se permitiría ninguna invasión marítima. La Armada de la Mancomunidad protegería sus aguas.

Pero a menos que pudieran ahuyentar a los invasores del cielo, no significaban nada en este caso.

“¿Podemos detener el valor de un regimiento de unidades enemigas?”

“No estoy… completamente seguro si podríamos detener una invasión…”

Mientras tanto, los rostros de los miembros del personal del ejército que se enfrentaban al problema estaban a un tono de pálido. Su sistema de defensa aérea, que realmente cubría sólo la capital, en el mejor de los casos, preveía bombarderos de vuelo lento. Habían construido puestos de seguridad, como los sitios de radar en el extremo sur del continente… pero no fueron diseñados con magos ágiles que venían de lejos en la escala de un regimiento o un batallón en mente.

Si, hipotéticamente, fueran atacados en un ataque a la escala del que sucedió en el este, sería increíblemente difícil evitar una incursión de los cielos sobre la capital.

¿Y luego qué pasaría? La Mancomunidad estaría expuesta a la misma desgracia que la Federación. El simple pensamiento era horrible. Y los empleados pudieron ver que no tenían forma de eliminar esa posibilidad.

… Y debido a esa comprensión, sus estados de ánimo cayeron en picado.

“Entonces, ¿podríamos estar expuestos a la misma desgracia que sucedió en la Federación?”

“En la actualidad, no podemos descartarlo por completo…”

Eso es evidente para todos. Con esa irritación detrás de su puño, el primer ministro golpeó la mesa y cortó las quejas. Lo que necesitaban eran contramedidas.

“Está bien. Quiero saber cómo vamos a lidiar con eso.” Si hay algo que quieran, los escucharé, así que dense prisa y díganmelo. Si no lo hacen y sucede algo, ustedes serán los únicos responsables. Incluso un militar de alto rango debe aceptar su destino y enumerar obedientemente el equipo necesario cuando se enfrenta a un deslumbramiento como ese.

“Fortalecer la red de defensa aérea será nuestra máxima prioridad. Además, nos gustaría estacionar aviones de combate y unidades de magos en un Cuerpo de Defensa de la Patria.”

Y el jefe del Estado Mayor cambió de marcha con una rapidez que podría describirse como fácil. Justo el otro día, había estado lleno de confianza, pero cambiar de opinión era lo único que podía hacer rápidamente.

¿O tal vez debería decir que tiene talento para aprender su lección? Eso es mucho mejor que los generales que se adhieren a los clásicos y nunca aprenden. El primer ministro decidió aprobarlo.

“¡Pero hacer eso limitará la cantidad de tropas que podemos enviar al sur del continente! La Flota del Mar Interior y el cuartel general de las fuerzas regionales allí abajo han presentado reiteradas solicitudes firmadas conjuntamente.”

“Todavía tenemos una región de amortiguación estratégica hasta Areq. No creo que haya ninguna razón para sacrificarnos por la República.”

El secretario de Asuntos Exteriores protestó apresuradamente, pero la respuesta del ejército era indiferente. Bueno, desde su perspectiva, se vieron obligados a ser considerados con el Ministerio de Asuntos Exteriores. Pero eso no significaba que tenían la obligación de aceptar esta crisis que amenazaba con pisotear seriamente su honor.

El Ministerio de Asuntos Exteriores tenía su propia posición, sus propias razones para plantear las constantes solicitudes de la República Libre de más refuerzos en el sur del continente. La República Libre no estaba dispuesta a dejar que su aliado abandonara las líneas de batalla y viceversa. El ejército también entendió lo que era importante. Pero el ejército tenía sus propios motivos e intereses.

“Estoy de acuerdo, pero eso sólo puede funcionar hasta cierto punto.”

El que intervino con una ligera reserva adicional era del personal naval. Al escuchar el comentario, todos recordaron que el personal de la armada tenía una buena impresión de las fuerzas combinadas de la Flota del Mar Interior y los restos de la Flota Republicana.

Como mínimo, querían mantener la región de amortiguación estratégica hasta cierto punto para proteger el canal y las colonias. Para ese fin, sería mejor si pudieran hacer que los restos de la República continúen luchando, en cualquier estado en el que se encuentren.

… Bueno, este tren de pensamiento es la razón por la que la República nos odia. Por supuesto, va en ambos sentidos.

“Por el contrario, ¿qué pasa si intentamos lo mismo?”

Cambiemos de tema. Ese debe haber sido el canciller del tesoro, pensó. Propuso mirar el tema desde un ángulo diferente con una sugerencia flexible.

“… En efecto. No creo que sea una mala idea, pero…”

Ha tirado un salvavidas, así que debería tomarlo. Con ese pensamiento, decidió incluirlo en el debate.

“Parece difícil. Incluso por lo que sabemos de su posición, el Ejército Imperial tiene tres batallones de magos en la capital.”

Pero la respuesta del ejército fue inmediata. Por lo que parece, habían considerado la misma idea, pero no la habían propuesto porque ya habían llegado a esa conclusión.

“… Qué gran bienvenida.”

“Parece ser la unidad de instructor, el arsenal técnico y un batallón de reclutas de reemplazo.”

Parecen tener mucho poder de lucha de sobra. El Primer Señor del Almirantazgo lanzó un suspiro muy a su pesar, representante de la creciente aversión de todos los funcionarios. Aunque tenía sentido que esas unidades estuvieran en la capital, no pudieron evitar lamentarse por su presencia y preguntarse por qué tenía que ser así.

“Podemos suponer que la unidad de instructor tendrá una competencia real. Independientemente de lo que sucedería si los reclutas nos recibieran, si la unidad de instructores interceptara, no podríamos avanzar con números iguales.”

Además de eso vino el clavo de Inteligencia en el ataúd. Por lo que dicen los informes, la unidad de instructores estaba compuesta por las élites de la élite. Aunque no aparecía en el frente con mucha frecuencia, todos sus miembros eran veteranos experimentados, por lo que estaban acostumbrados a combatir.

Por el contrario, dado que no estaban agotados, el análisis indicó que serían aún más fuertes que cualquier unidad aleatoria.

“¿No es por eso que haríamos un ataque furtivo?”

Fue un poco tarde en la discusión, pero el canciller del tesoro planteó una pregunta. Ciertamente, ese era el punto de un ataque furtivo. Dado que el ataque del Imperio contra la Federación podría clasificarse en términos generales como algo similar a un ataque furtivo, entonces hubo una posibilidad, ¿no?

Esa era la esencia de la pregunta.

Dicho esto, el comentario fue de un civil.

“Debido a la Batalla del Rhine, el Imperio ya tiene líneas de advertencia antiaéreas en el antiguo frente del Rhine. Sería extremadamente difícil pasar por su red de intercepción sin ser detectado.”

Si sabes incluso un poco sobre la Batalla del Rhine… en otras palabras, si consideras que cualquier soldado sabría sobre las posiciones defensivas en esos frentes, entonces sabes que sería difícil realizar un ataque furtivo.

Las redes de alerta en el Rhine estaban tan apretadas que incluso el Ejército Imperial tuvo que intentar abrirse paso por la fuerza bruta en lugar de un ataque furtivo. El hecho de que el Imperio ya ganara en el frente del Rhine no significaba que debían abandonar sus posiciones defensivas.

En todo caso, probablemente se han pegado rápidamente a sus líneas de advertencia. El General Habergram ha realizado inspecciones repetidas y nunca ha encontrado un agujero. En ese caso, sería casi imposible pasar sin ser detectado.

En ese punto, en realidad podría valer más la pena involucrar deliberadamente las líneas de advertencia en un ataque de acoso. Podrían obtener el apoyo de la marina y enviar magos marinos, pero las posibilidades de éxito se consideraron bajas.

En cualquier caso, era imposible someter a la flota a la superioridad aérea enemiga en territorio enemigo. Y considerando lo valiosos que eran los magos marinos, era un riesgo demasiado grande.

Bueno, ni siquiera tuvieron que pensar en eso, porque de todos modos no había forma de que la marina pudiera ser retirada de las líneas del frente.

“Es la conclusión de cada servicio que sería demasiado difícil para nosotros atacar.”

Al final, todo lo que la Mancomunidad podía hacer era ganar tiempo y desarrollar su fuerza para una contraofensiva. No querían admitirlo, pero si el Imperio y la Federación no se aplastaban, la Mancomunidad podría no tener la oportunidad por un buen tiempo. Se podría decir que la situación era bastante incómoda.

“… Muy bien. ¿Cómo debemos manejar a la Federación?”

Pero en ese caso, una guerra de desgaste entre el Imperio y la Federación era una necesidad absoluta. Molesto, el Imperio ya había sacudido bastante las cosas con su ataque a la Capital de la Federación. La Federación tendría que estacionar muchas tropas en la retaguardia para la defensa, lo que significaba que sus actividades en las líneas principales contra el Imperio serían limitadas.

Esa era la razón principal por la que la Mancomunidad no podía deleitarse en la desgracia de la Federación.

“Parece que ya han reasignado unidades para defender la capital.”

En otras palabras, las tropas leales y decentemente competentes habían sido desviadas de otro lugar. La Mancomunidad hubiera preferido tenerlos en las líneas principales luchando hasta la muerte con el Ejército Imperial.

“Las unidades imperiales que participaron en el ataque ya se han retirado.”

“La Federación está siendo vaga, pero parece que las unidades que enviaron en su búsqueda fueron sacudidas o derribadas.”

“Somos de la misma opinión. La inteligencia ha concluido que se perdió el contacto.”

Y el hecho de que las unidades que participaron en el ataque se retiraron de manera segura indicaba la posibilidad de que volviera a ocurrir. Se temía que las élites del Ejército Imperial volverían a atacar una capital.

Una nación despótica como la Federación definitivamente no permitiría que ocurriera lo mismo dos veces. Haría demasiado daño a la autoridad política y militar de la nación.

Ciertamente, no imaginaban que los oficiales militares de la Federación estaban ansiosos por literalmente mandar rodando sus propias cabezas. Naturalmente, se verían gravados con restricciones operativas y terminarían con toneladas de soldados ociosos.

Además de eso, la noticia de que el Ejército Imperial atacó a Moscú y luego regresó tranquilamente a la base sin duda aumentaría la moral imperial. Teniendo en cuenta que no había forma de que la moral de la Mancomunidad se elevara, era algo más de lo que debía ser cauteloso.

“¿Podemos controlar la información?”

“Un encubrimiento sería inútil. Cada taberna y cafetería ya está llena de noticias de que Moscú ha sido pisoteada bajo las botas del Ejército Imperial.”

La historia ya había tenido un impacto demasiado grande para tratar de regular la información ahora. Los hombres que Habergram había enviado a tales establecimientos informaban sobre todo tipo de historias sobre cómo invadió el Imperio.

Por ejemplo: el Ejército Imperial voló tranquilamente por el cielo sobre Moscú cantando el Himno Imperial y alzó su bandera triunfante.

Por ejemplo: el Ejército Imperial derribó la bandera roja en tierra que conmemoraba la revolución y plantó una Bandera Imperial allí.

Por ejemplo: el Ejército Imperial allanó un centro de distribución de películas y quemó todas las banderas rojas en venganza.

Por ejemplo: el Ejército Imperial gritó que se oponían al culto a la personalidad e hizo volar la tumba de los líderes revolucionarios.

Por ejemplo: el Ejército Imperial destruyó la policía secreta y el culto a la personalidad para evitar otra revolución.

Por ejemplo: el Ejército Imperial se estaba retirando “hacia adelante” con la cola entre las piernas, según lo informado por los medios de la Federación.

Por ejemplo: el Ejército Imperial incluso tomó una foto conmemorativa en el Kremlin.

Por ejemplo: el Ejército Imperial planea proyectar la película No Cree en las Lágrimas

como una forma de intercambio cultural o algo por el estilo.

Tras una investigación, resultó que este último rumor era una versión irónica de un dicho: “Nadie te ayudará incluso si lloras”. En otras palabras, era la burla oscura del Imperio de la Federación angustiada en serie con su orgullo vencido o cualquier otra cosa.

Aparentemente, la incursión del Imperio fue lo suficientemente magnífica como para dejar un sabor amargo en la boca del General Habergram. Para mañana, habría bromas sobre las fuerzas imperiales y de la Federación. No hacía falta decirlo, pero los ciudadanos de la Mancomunidad nunca los perdonarían si se mezclaran en una situación tan idiota.

Todos lo sabían.

La defensa continental tenía que venir antes de la cooperación con sus aliados.

“… Consígueme el capítulo de asuntos exteriores de la República Libre. De cualquier manera, debemos considerar cómo manejar esto.”

Fue el primer ministro quien habló. Ciertamente, su conciencia de su responsabilidad y disposición para tomar la iniciativa mostraba gracia. Su espíritu bien educado de asumir la responsabilidad como responsable lo requería de él.

“Me siento mal por el General de Lugo, pero está claro que debemos priorizar la defensa continental. Con este cambio en la situación, no hay nada más que podamos hacer.”

Si tenían tropas para defender el canal, entonces tenían tropas para enviar a casa. Esa decisión seguramente generaría oposición en la República Libre. Pero si no lo hicieran, la parte continental de la Mancomunidad podría ser atacada. Si eso sucediera, la guerra terminaría.

“Esa es la verdad. Aunque sólo la pregunta de quién debería decirles es deprimente.”

… Bueno, sí, el diplomático encargado de entregar el mensaje se sentiría abismal. Al menos, para los diplomáticos de la Mancomunidad, era como una semilla de problemas sembrados.

Por supuesto, también existía la opinión racional de que la hermosa y confiable relación entre los dos países no podía terminar con este insignificante incidente. Es decir, las cosas siempre fueron así.

***

18 DE MARZO, 1926 DEL AÑO UNIFICADO, OFICINA GENERAL DE PERSONAL DEL EJÉRCITO IMPERIAL

Los hombres tenían caras doloridas.

Sus puños cerrados y expresiones angustiadas hablaban vívidamente de las intensas preocupaciones que los atormentaban internamente. Todos tenían dificultades extremas para comprender cómo pudo haber sucedido esto.

Fue una escena que recordó la tristeza de los patriotas informados de que su país ha sido derrotado. Era como el pathos casi pacífico y distante de los soldados cuyos sueños se han hecho añicos. Así que moviéndose uno casi podría llorar.

Y…

Justo al lado de los hombres inmersos en sus lamentaciones, que contrastaban con su grave estado de ánimo, había personas que vitoreaban locamente.

Todos elogiaban al Ejército Imperial por este gran hecho histórico. Expresaron su apoyo al audaz acto de clavar la capital enemiga como represalia por la declaración unilateral de guerra.

Los de la extrema derecha, que normalmente gritaban por los guantes de niño del ejército, los elogiaron hasta el cielo. Mientras tanto, en la extrema izquierda, aquellos que generalmente criticaban a los militares quedaron boquiabiertos por el poderoso logro.

“Una unidad de operaciones especiales imperial ha atacado a Moscú.”

Ese informe envió a la gente a un frenesí. No, la hazaña en sí era intoxicante.

Pero, por eso… precisamente por eso, el Estado Mayor estaba aturdido y preocupado por todo el asunto.

“Solicitud de permiso para atacar por consideración de factores políticos.”

Había una diferencia decisiva en la comprensión de esas palabras entre la Mayor von Degurechaff y el Estado Mayor. Cuando el Estado Mayor le dio permiso, lo máximo que tenían en mente era una amenaza.

Después de todo, era la capital de un país. Como objetivo para una incursión distractora, era más significativo que la mayoría. Entonces, ¿por qué no hacerlo como una finta?

¿Sería engañoso decir que fue lo poco que lo tomaron? En cualquier caso, lo más que imaginaron era una demostración de sobrevuelo. La mitad de los empleados tenían dudas de que incluso fuera posible invadir la capital.

Mientras tanto, las acciones de la Mayor von Degurechaff sólo podrían llamarse ruinosas. Su batallón entró en el espacio aéreo sobre la capital. Eso sólo le habría dado a la Federación considerables problemas políticos internos. Bueno, si eso hubiera sido todo, habría sido una buena propaganda, y ese habría sido el final.

Sí, si eso hubiera sido todo.

Una redada en la capital de un país.

El centro político, el cuartel general de la policía secreta, un símbolo político… todos aplastados o dañados; un vuelo triunfante de la bandera de su nación. Y además de eso, cantaron el himno nacional en la capital enemiga, seguido de tres aplausos, e incluso tomaron una foto conmemorativa con el equipo que robaron en alguna parte.

Cuando ella informó que habían quemado varias banderas rojas en busca de imágenes decentes, no entendieron a qué se refería.

Ah, pero aparentemente, la Mayor von Degurechaff blandió una cámara e hizo una película conmemorativa. Quizás sólo en términos de apariencia, una niña que sostiene una cámara es una vista conmovedora, pero por razones que son obvias, ninguno de los oficiales del Estado Mayor encontró sus corazones siquiera un poco cálidos.

Más bien, sintieron algo difícil de describir… como si la cámara se hubiese convertido en un arma.

“… Nunca esperé que ella llegara tan lejos. O que ella podría ser capaz de esto, debería decir…”

Tras recibir el informe, el Teniente General von Zettour no se veía bien. No, probablemente sea más exacto decir que estaba mortalmente pálido. Pensando en ello, recordó que ella siempre había sido firmemente anti-federación.

Argumentaba con más fuerza que nadie cuando se trataba de una guerra total que los Rojos deberían ser eliminados y su espionaje protegido.

No sólo eso, había sido una de las personas que hacía sonar la alarma tradicional contra una guerra de dos frentes. Su dogma era claro: si existía la posibilidad de aplastar un lado, entonces el otro lado también debería quedar completamente eliminado. La estrategia de líneas interiores y la estrategia que la Mayor von Degurechaff llamó “atraer y aniquilar” habían sido bastante efectivas contra la República.

Pero eso es exactamente porqué… Dada una mano estratégicamente libre, ¿qué debe hacer el Imperio? Si se le acusa de responder esa pregunta, no hay duda de que la Mayor von Degurechaff lanzará un ataque integral contra la Federación. Pero, debería decirse, ella había revisado las preocupaciones políticas.

Gracias a lo cual, ella llevó a cabo una destrucción desenfrenada, golpeando el orgullo de la Federación hasta convertirlo en papilla y enterrándolo.

En pocas palabras, ella exageró.

“… No hay duda de que es un gran éxito. Un ataque directo a una capital enemiga probablemente merece una orden de primera clase del Estado Mayor, pero el 203vo Batallón de Magos Aéreos claramente se pasó de la raya. Son competentes, pero también son problemáticos incorregibles.”

Un ataque directo a la capital de un país enemigo. Eso más la elevación temporal de la bandera imperial en su suelo es un logro militar de primer orden. Y tan minucioso que la comandante del batallón incluso tomó una cámara para documentarlo.

Al menos ciertamente lograron sus objetivos originales de aumentar la moral y proporcionar una distracción.

“¿Tenemos un plan para la reconciliación?”

“… ¿Crees que es posible buscar a tientas en estas circunstancias? El Comando Supremo se queja de que el Ministerio de Asuntos Exteriores ni siquiera podrá reunirse con ellos en un país neutral.”

“Apuesto por eso.”

Para el Estado Mayor, que esperaba un final rápido, esta fue la peor noticia posible. No sólo eso, sino que cualquier posibilidad de negociar hacia el final de la guerra con el Ejército de la Federación, con quien previamente tenía una relación cercana, se había eliminado por completo en el lapso de unos pocos días.

Habían tomado a un oponente que valoraba el honor por encima de todo lo demás y no sólo los hizo perder la cara, sino que pisotearon su dignidad.

Los súbditos imperiales estallaron en vítores, pero incluso los aplausos le causaron dolor de cabeza al Estado Mayor. No era el estado de ánimo adecuado para hablar de paz; algunas voces incluso los llamaron a obligar a la Federación a rendirse.

Lo que ya habría sido una negociación difícil ahora era prácticamente imposible de realizar. En términos de ajedrez, fue como ser jaqueado desde el principio.

“Hablando en nombre de Inteligencia, concluyo que las posibilidades de paz en el futuro previsible son inexistentes.”

Se sentía un poco tarde en la discusión, pero sonando algo resignado, Inteligencia concluyó su análisis de la situación. Con esto, todo el arduo trabajo de los diplomáticos que les habían dicho que se concentraran en mantener la frontera mientras trataban de encontrar una solución carecía esencialmente de sentido… a pesar de que el ejército había estado, hasta el otro día, reiterando que defendería las fronteras.

“Desde Operaciones, imagino que las cosas en las líneas principales se aliviarán un poco, pero enfrentaremos una resistencia extremadamente feroz una vez que avancemos.”

“El Cuerpo de Intendencia se ve obligado a preocuparse de que aumente la presión de la Federación sobre los países neutrales.”

En términos puramente tácticos, fue un gran éxito. Ciertamente fue una distracción más que suficiente para apoyar las líneas principales. Pero desde un punto de vista estratégico, el Estado Mayor del Ejército Imperial terminó retorciéndose en agonía como resultado de una redada que ellos mismos autorizaron.

El Ejército de la Federación abordaría esta guerra como si su honor dependiera de ella. No, toda su nación lo haría. En cierto modo, se había abierto un segundo frente completo mientras el Imperio ya estaba luchando contra los restos Republicanos y la Mancomunidad.

“Inteligencia está de acuerdo. Además, la influencia de la facción amigable con el Imperio ha disminuido drásticamente, y está obstaculizando nuestra capacidad de reunir inteligencia.”

La facción aliada del Imperio que había estado creciendo constantemente probablemente sería completamente desarraigada y purgada.

Ya no había esperanza de amistad con la Federación.

“… Entonces, ¿qué haremos? ¿No puedo imaginar que haya un plan para atacarlos?”

Naturalmente, la solución sería noquear a la Federación. Pero, ¿cómo demonios harían eso? La Federación era tan vasta que cualquier oficial decente se vería obligado a considerar la logística.

Y el lugar estaba plagado de nacionalistas anti-imperiales. El Ejército Imperial podría desangrarse simplemente intentando asegurar sus suministros.

“Completamente fuera de discusión. Eso sólo provocaría el colapso de las líneas de suministro.”

Esa observación resumió el consenso de todos los empleados que estaban presentes. Es precisamente por eso que no querían meterse en eso con la Federación en primer lugar. Incluso advirtieron a todos los ejércitos regionales que fuesen prudentes y que no hiciesen nada para provocarlo.

“… Pero, la suerte está echada.”

Sí. Habían sido forzados a una etapa de la cual no había retorno. El Imperio seguramente pagaría un precio enorme por esa pequeña victoria.

“Supongo que también deberíamos tratar de rodearlos y aniquilarlos en el este, desangrándolos. ¿Qué más podemos hacer?”

Cuando Degurechaff regrese, voy a estrangularla, juró el Coronel von Lergen internamente mientras miraba al General von Zettour para tomar una decisión.

De cualquier manera, no tenemos muchas opciones. Ella realmente es un perro loco. No, un león loco.

Con esos pensamientos en mente, Lergen miró tristemente su propuesta que acababa de aprobarse.

Una Gran Guerra…

 Una guerra que sólo crecerá más y más. Se estremeció al pensar que acababan de precipitarse en su segundo acto.