Youjo Senki (NL)

Volumen 4

Capítulo 1: Una Misión De Reconocimiento De Largo Alcance

Parte 6

9 DE MAYO, 1980 DEL AÑO UNIFICADO, CAPITAL DE LA FEDERACIÓN

Hola a todos.

Este es el corresponsal especial de WTN, Andrew.

Estoy aquí con el equipo de WTN en el Gran Día del Recuerdo de la Guerra Patriótica que cubre la ceremonia que se celebra en Moscú.

¿Les gustaría echar un vistazo?

Este es un desfile de veteranos que sirvieron en la guerra.

Lucharon en el frente oriental, una región comparable al Rhine como una de las áreas que vio la lucha más feroz. Probablemente fue el frente oriental el que causó la mayor cantidad de bajas durante la guerra.

Tomemos un momento para honrar su sacrificio… Ahora para una pequeña lección de historia.

Hasta que estallaron las hostilidades, la relación entre la Federación y el Imperio durante la Gran Guerra había sido extremadamente delicada. En estos días podemos reírnos de eso, pero… hasta que comenzaron los combates, las actitudes de ambos países eran simplemente vigilar al otro, a pesar de la tensión.

La obstinada neutralidad de la Federación durante los duros combates en el frente del Rhine se considera decisiva. Por eso, la República no logró destruir al Ejército Imperial con el ataque de saturación de múltiples frentes por el que estaban tan ansiosos.

Y como resultado, la agencia de inteligencia Republicana supuso en ese momento que la Federación mantenía una neutralidad amistosa hacia el Imperio. El líder de las fuerzas de la República Libre, el General de Lugo, incluso asumió que la Federación debía haber enviado ejércitos voluntarios.

En realidad, la única acción que la Federación había tomado desde el comienzo de la Gran Guerra fue condenarla a través del Comisariado de Asuntos Exteriores.

Por otro lado, hubo un período de tiempo, aunque breve, durante el cual los militares imperiales y de la Federación habían construido una relación tan cercana que casi formaron una alianza, como se puede ver en el Tratado de Rappalo parcialmente publicado. Los dos países parecían estar uno contra el otro, pero en secreto intercambiaron conocimientos militares y firmaron un pacto de no agresión.

Con ese trasfondo en mente, me gustaría recordar el día en que la Federación se unió a la guerra.

Ese año, el Ejército Republicano Libre y el Ejército de la Mancomunidad estaban teniendo una dura lucha en el sur del continente. Ambos apenas podían creer lo que oían cuando llegaron las buenas noticias.

La reacción de la Oficina de Asuntos Exteriores de la Mancomunidad al primer informe todavía se habla hoy.

Se dice que cuando recibieron la noticia de que la Federación se había unido a la guerra, concluyeron apresuradamente que se había unido al lado imperial.

Incluso hay una anécdota legendaria que dice que el Mayor General (en ese momento) Habergram de la División de Estrategia Exterior del Ejército de la Mancomunidad envió al mensajero tres veces. Por cierto, se dice que el General de Lugo del Ejército Republicano Libre lo creyó en dos intentos.

… Bueno, debe ser una prueba de que nosotros, con el espíritu de John Bull9 nos mantenemos alerta y no cedemos ante el pensamiento positivo.

Naturalmente, la reacción del Imperio contrasta.

Dicen que sorprendió incluso al General von Zettour, quien con sus planes diabólicos sumió en miedo a los países aliados. Según los registros de su ayudante, cuando recibió el informe de signos de que el Ejército de la Federación se uniría a la guerra, las primeras palabras que salieron de su boca fueron: “De todas las ridiculeces…” También se observa que él y su colega el General von Rudersdorf, incapaz para comprender por qué la Federación entraría en la lucha, estaban tan atónitos que prácticamente comenzaron a mirar al espacio.

9 Un espíritu gentil, noble e impávido aplicable a la guerra o a los deportes. Pero su comida es cuestionable. Si tuviera que explicarlo, diría que es una práctica diaria de no poner en tensión a la Logística.

Dicho esto, en estos días esto no se ve como su error.

Después de todo… la participación de la Federación en la guerra fue inesperada incluso para la mayoría de sus propios oficiales militares.

La decisión de unirse a la guerra se tomó apenas un mes antes de su movimiento inicial. La creencia generalmente aceptada es que el plan fue redactado por solo un puñado de figuras clave.

Hicieron ligeros cambios en el ejercicio a gran escala programado regularmente, eligieron un punto de parada cerca del Imperio y establecieron expectativas de una gran cantidad de fuego vivo.

Obviamente, fue movilización con el pretexto de un ejercicio. Y dado que en ese momento había una guerra, los otros países seguramente eran sensibles a tales intrigas… especialmente el Imperio, justo al lado.

La inteligencia imperial descubrió algo en la Federación.

Pero después de hacer todo lo posible para recopilar información, el Estado Mayor del Ejército Imperial concluyó que el ejercicio de la Federación no sobrepasaría los límites de una manifestación.

Ese fue un error de cálculo absoluto.

Por supuesto, después de sufrir el ataque furtivo de la República en el frente del Rhine, sabían lo suficiente como para mantener sus líneas defensivas afiladas.

Aun así, después de encuestar a “la gran mayoría” de los oficiales de la Federación, estaban convencidos.

Creían que el Ejército de la Federación no estaba interesado en comenzar una guerra importante.

Dado que, en el lado más importante de la Federación, la mayoría de los comandantes creían que se dirigían a un ejercicio, los resultados de la encuesta eran una cuestión de rutina.

Las verdaderas intenciones de los autores intelectuales estuvieron completamente ocultas de los comandantes de la Federación hasta el último momento. Como prueba de esto, incluso el Comité de Defensa del Estado fue informado solo setenta y dos horas antes de que comenzaran los combates.

Es por eso que, a pesar de su manejo cauteloso de la situación, el Ejército Imperial fue burlado. Y fue perdonado como tal. Apenas logró construir líneas defensivas, pero el despliegue de respaldo definitivamente no era ideal.

Y es por eso que, como mencioné anteriormente, el General von Zettour se lamentó de que habían sido engañados (“De todas las ridiculeces…”).

Así que echemos un vistazo a cómo sucedió esta guerra, incluso cuando los Generales von Zettour y Rudersdorf dudaron de que comenzaría.

Se han realizado progresos notables en la investigación de esta área en los últimos años.

Hoy me gustaría dar la bienvenida al Profesor Sherlock de la facultad de Ciencias Políticas de la Universidad de Londinium, que se especializa principalmente en las figuras clave de la Federación de ese período de tiempo.

Muchas gracias por venir, Profesor Sherlock.

“Gracias por invitarme. ¿Quiere saber las últimas novedades en Kremlinología?”

Sí señor. Entiendo que su área de especialización es Kremlinología, el análisis de los líderes de la Federación.

“Eso es correcto. Sin embargo, la información es tan limitada que ha sido un poco como un capricho.”

Ah, la Federación mantiene su secretismo hasta la médula.

No creería cuánto tiempo y esfuerzo tomó para que nuestras visas salieran y se filmaran. Quiero decir, ¿de verdad? A pesar de que el Ministerio de Relaciones Exteriores del país nos otorgó visas de entrada para el Día del Recuerdo, ¡había otra forma que necesitábamos!

Además de que la policía fronteriza requiere un permiso diferente, el Servicio de Salud Pública requirió otro documento. ¡Entonces el Ministerio de Propaganda casi confiscó nuestra cámara porque no teníamos una licencia de filmación!

“¡Jajaja! Ese tipo de cosas debe suceder todo el tiempo. La mayor parte de mi progreso con las fuentes tuvo lugar fuera de la Federación.”

Lo entiendo; son tan reservados que necesitas hacer muchas deducciones. Pero tengo curiosidad acerca de su “progreso con las fuentes”. Por ejemplo, ¿está diciendo que los documentos se desclasificaron fuera de la Federación?

“Exactamente. Finalmente estamos comenzando a descubrir documentos de uno de los lados del conflicto… el Imperio.”

¿Escucharon eso, gente? Sí, es la clave para desentrañar el misterio de esta Gran Guerra que estamos investigando. Aparentemente, había varios elementos pertinentes en estos “documentos imperiales confidenciales”.

Entonces, Profesor, ¿por qué la Federación decidió ir a la guerra?

“Probablemente paranoia masiva.”

¿Eh? Lo siento, Profesor, pero ¿podría decir eso una vez más?

¿Qué dijo?

“Claro, ‘paranoia masiva’.”

… Lo siento, pero no sé mucho de psicología. ¿Le molestaría explicar?

Creo que conozco la definición de “paranoia masiva”, pero… no puedo entenderla. Estoy increíblemente avergonzado de admitir esto frente a todos los espectadores, pero quizás no soy un estudiante muy brillante.

Si fuera tan amable, Profesor.

“Ah, bueno, la explicación directa es que la paranoia masiva es cuando todos los miembros de un grupo caen bajo la misma ilusión. En este caso, el liderazgo de la Federación como organización estaba completamente convencido de que sus vecinos iban a por ellos o de que si no atacaban primero… todo habría acabado para ellos.”

Eso me parece una hipótesis extremadamente extrema… ¿Qué tipo de examen hizo que lo llevó a inferir tal conclusión?

“Buena pregunta. En realidad, me di cuenta cuando estaba tomando un enfoque histórico al tratar de entender el contexto en el que se tomó la decisión.”

¿Entonces investigó la historia de la época?

“Exactamente. Y después de mucho análisis y examen, descubrí que, hasta veinte años antes, el estado mental de los líderes de la Federación había estado llamando la atención.”

Entiendo. Entonces examinó los antecedentes de la decisión. Y eso fue hace mucho tiempo.

“No había forma de evitarlo. En las naciones comunistas, la salud y el estado mental de los líderes es un secreto de estado.”

Eso es similar a los políticos de nuestro país. Creo que deberían aprender de la familia real y hacer pública esa información. Bueno, no es que piense que debamos permitir que las revistas de chismes agresivas los persigan.

Ahora bien, nos salimos del tema. ¿Entonces el liderazgo de la Federación fue tan terco respecto al mantenimiento de la confidencialidad como el de la Mancomunidad?

¿Y eso dificultó su análisis?

“No, no, no. El grueso del velo de secretos de la Federación hace palidecer a la Mancomunidad. Dicho esto, mi problema principal era la falta de documentación.”

Aun así, diría que los políticos de la Mancomunidad tienen la guardia más alta que el promedio. Nuestro equipo de informes nunca es bienvenido. De todos modos, si la Federación es aún más reservada, entonces entiendo por qué ha sido tan difícil tener acceso a cualquier documento. ¿Pero dice que la situación ha cambiado ahora?

“Así es. Todo se debe a un secreto que encontramos en los documentos del Estado Mayor del Ejército Imperial. Después de la guerra, todos los materiales incautados por los ejércitos de la alianza fueron desclasificados, y finalmente lo encontramos.”

¿Documentos secretos del Ejército Imperial? ¿Y? ¿Qué encontró?

“El presidente del Consejo de Comisarios del Pueblo, Dzhugashvili, era como un hombre poseído. Se concluyó que el jefe del Comisariado de Asuntos Internos, Loria, era un monomaníaco.”

Er, esa es otra conclusión terriblemente extrema. ¿Cómo pudieron haber llegado allí? Dado que estos documentos son de un país en guerra, seguramente la interpretación más generosa que puede dar es que los hechos están distorsionados.

“Esa es una muy buena pregunta. Pero el análisis fue realizado de manera seria y neutral por especialistas. Incluso a juzgar por los estándares actuales, se adhirieron bien a los principios del análisis psicológico. Nuestra impresión general es que hicieron un trabajo apropiado.”

¿Entonces podemos creer lo que dijeron? ¿Es correcto e imparcial? Si podemos creer esta información, ¿qué tan confiable cree que es?

“Ciertamente es más confiable que las cuentas oficiales de la Federación.”

Lo que significa que la razón por la que la Federación entró en la guerra fue… ¿paranoia?

¡Qué sorprendente!

… Entonces, una ilusión masiva cambió el curso de la historia. Realmente te da una idea de cuán irónica, o quizás cuán extraña, es la historia.

Este ha sido el corresponsal especial de WTN Andrew y el Profesor Sherlock de la facultad de Ciencias Políticas de la Universidad de Londinium.

***

LIBRO DE TEXTO PARA PEQUEÑOS CIUDADANOS: LA HISTORIA DE NUESTRA NACIÓN

El amable Sr. Josef estaba preocupado.

Las expectativas de todos los que creían en él pesaban sobre sus hombros.

Pensando sólo en la felicidad de la gente, pensó que era hora de trabajar duro para desarrollar la Federación. Pero…

Sus ciudadanos, mimados por su amabilidad, sólo cayeron en decadencia.

¡Qué horrible!

El Sr. Josef estaba muy molesto.

Decidió pedirle una solución a su camarada de confianza, el camarada Loria. El competente camarada Loria entró en acción.

Primero, para que la gente entendiera la importancia del trabajo, tomó la iniciativa al iniciar las inspecciones.

No hace falta decir que el camarada Loria entendió perfectamente las órdenes del señor Josef.

Comenzó a tratar, aunque nunca con una actitud de alto nivel, para persuadir a la gente.

Si su trabajo actual es demasiado difícil, ¿por qué no probar uno más fácil?

Las actividades del camarada Loria reflejaron su comprensión del amable corazón del señor Josef; él pensó junto con la gente sobre qué tipo de trabajo sería adecuado para cada uno de ellos.

Por supuesto, alentó activamente a las personas que querían probar trabajos intensos o difíciles. Pero el camarada Loria sintió que sólo alentarlos era irresponsable.

Para que no se sintieran solos, les envió ayudantes. Y decidió buscar un trabajo manejable para las personas que no podían manejar un trabajo intenso y difícil.

En realidad, este fue el mayor desafío del camarada Loria. Cada persona era diferente. Algunos camaradas eran corredores rápidos, mientras que otros camaradas eran lentos pero fuertes. Algunos camaradas tenían mentes muy rápidas pero un débil sentido de responsabilidad.

Fue increíblemente difícil comprender la diversidad de las personas. Ahí fue precisamente donde su predecesor, el camarada Iezhov, había fallado.

Pero el camarada Loria no podía traicionar la confianza del señor Josef, a quien toda la gente respetaba.

Hizo que su gente investigara casi todo el país.

Prefería la acción asertiva y revolucionaria; incluso hay una historia sobre cómo envió a su personal a los campos de trigo de una aldea agrícola. Continuaron buscando un nuevo trabajo incluso mientras ayudaban a las personas llorosas a producir su cosecha.

Finalmente, lejos en el este, encontraron un trabajo simple que cualquier persona capaz de contar podría hacer. El camarada Loria estaba complacido y le preguntó a su subordinado quién lo había encontrado y cuántas personas podían ser empleadas de esa manera. La respuesta fue ideal.

¡Toda la gente de la nación podría ser empleada, y aun habría vacantes! Esto sorprendió al camarada Loria, por lo que hizo otra pregunta.

¿Qué demonios es este trabajo?

La respuesta:

El trabajo ecológico de contar árboles en Sildberia.

Era un trabajo que calmaba los corazones de las personas cansadas con el poder de la naturaleza y seguramente también protegería el medio ambiente.

La gente podía disfrutar bañándose en el bosque mientras miraba hacia el cielo estrellado mientras pasaba sus días dedicados a esta noble tarea.

Era realmente labor por parte de la gente, para la gente.

El camarada Loria alegremente decidió informar esto al Sr. Josef.

Por supuesto, cuando el Sr. Josef escuchó, prácticamente saltó de alegría.

Sirviendo su preciado vino Georziyan para el camarada Loria, le agradeció por estar a la altura de su confianza.

Los dos hombres se miraron a los ojos y el Sr. Josef expresó su sincero agradecimiento por la devoción del camarada Loria. Y lo elogió, diciendo que el país mismo debería estar feliz de tener un compañero tan bueno.

No hace falta decir que el camarada Loria estaba emocionado. Prometió trabajar aún más por el Sr. Josef… y cumplió fielmente esa promesa, tanto que no pasó un día para que la gente no hablara de los incansables esfuerzos del camarada Loria. Parecía que las cosas seguirían así para siempre, pero un día, el camarada Loria tuvo un sueño como una revelación divina.

Casi parecía predecir el futuro.

Por supuesto, el camarada Loria era un comunista lógico, por lo que no le inquietaban cosas tan poco científicas. Continuó desempeñando solemnemente sus deberes día tras día.

Pero el sueño lo atormentaba casi todas las noches.

En ese punto, incluso el camarada Loria tuvo que preguntarse si estaba exhausto debido al exceso de trabajo.

Decidió pedirle consejo al Sr. Josef, en quien confiaba y respetaba.

¿Y sabes qué…? ¡Josef había estado teniendo el mismo sueño! ¿Qué podría significar?

Después de pensar por un momento, el Sr. Josef concluyó lógicamente que ambos tenían las mismas preocupaciones. Después de todo, el futuro de la nación descansaba sobre sus hombros. Incluso si el peso fuera diferente para cada uno de ellos, ambos lo sintieron.

Quizás el sueño fue causado por alguna preocupación que compartían. En otras palabras, tal vez había algo que tenían que hacer.

El Sr. Josef y el camarada Loria reflexionaron seriamente sobre esa idea. Pero el Sr. Josef no había cometido ningún error particular a nivel nacional. Toda la gente, sus camaradas, vivían vidas felices.

No sólo eso, sino que había recibido un informe de que la economía estaba creciendo bien. Buscó y buscó, pero no importaba cuánto buscara, sólo podía encontrar informes que dijeran que la felicidad de la gente estaba creciendo.

Y esa mejora no mostraba signos de desaceleración.

Fue hasta el punto en que las personas que cometieron errores compitieron para ver quién podría participar primero en el proyecto de construcción del canal. Las personas que habían sido malcriadas por la amabilidad del Sr. Josef finalmente estaban aprendiendo a tener una ética de trabajo.

¿Qué podría haber para preocuparse?

Esa fue la pregunta que pasó por la mente del Sr. Josef.

La respuesta quedó clara cuando el Sr. Josef, cuya fuerte curiosidad intelectual lo hizo ansioso por aprender, estaba leyendo un periódico extranjero. ¡Trágicamente, el mundo había estado envuelto en la guerra!

Como estaba en un país pacífico, la guerra naturalmente no tenía nada que ver con él. Pero tenía que hacer algo.

Y ni siquiera tuvo que pensar para saber que la gente del mundo, seguramente sufriendo, necesitaba una solución final.

El Sr. Josef, con su maravilloso corazón amoroso, trató de pensar qué podía hacer.

Seguramente había personas en algún lugar que necesitaban su ayuda. Como líder del pueblo, el querido Sr. Josef no podía dudar.

El camarada Loria persuadió a los reacios Revisionistas10, y al Sr. Josef finalmente sabía lo que tenían que hacer.

Aun así, al principio no renunciaron a las palabras.

Intentaron mantener una conversación con los imperialistas militaristas. Muy tristemente, sin embargo, sus palabras y buena fe no llegaron a ellos.

Por los pueblos de la República y la Mancomunidad, y por los pueblos oprimidos bajo las autoridades imperiales, el Sr. Josef se vio obligado a actuar.

Así comenzó la batalla del Sr. Josef y el camarada Loria.

10 La reacción contra el comunismo perfecto y científico, que hace “cambios” con el pretexto de “revisar errores”. Por cierto, parece que la ciencia es el proceso de revisión de errores.

Por supuesto, el ejército del Sr. Josef, amante de la paz, carecía severamente de la experiencia necesaria para luchar contra el Ejército Imperial sediento de sangre. Desafortunadamente, no un reducido número de soldados habían ido a Sildberia para contar árboles.

Ciertamente, no fue la intención del Sr. Josef obligar a la gente a cambiar de trabajo. Siempre les daba una opción, pero, aun así, muchas personas sintieron que deberían responder a su amabilidad y se ofrecieron como voluntarios para unirse al ejército.

Y así es como el Ejército de la Federación terminó luchando por los pueblos del mundo.

(del libro de texto aprobado por el Comisariado de Educación, El Libro de Texto Popular para Niños en Edad Escolar)

***

Era un hombre aburrido.

Sus amigos no encontraron que valiera la pena debatirlo y, en verdad, no lo era. A medida que ascendían sus amigos, la organización confiaba en él con deberes administrativos, si eso era así.

También era un extraño a la gloria militar. Más bien, fracasó estupendamente e incluso obstaculizó la victoria de sus aliados. Por esa razón, fue menospreciado y nadie lo consideró alguien de quien desconfiar.

Y luego, en silencio, aumentó su estado en una posición administrativa que todos habían evitado.

Tener los derechos de la administración efectivamente significaba controlar al personal. Poco a poco, puso a las personas bajo su influencia en posiciones discretas pero importantes.

Nadie lo veía como una amenaza legítima. Simplemente pensaban en él como un buen subordinado. Y así es como logró lograr un ascenso definitivo sin obstáculos para nadie. Hasta el momento crítico, nadie lo veía como nada más que un empleado de oficina.

Pero él tenía literalmente todos los poderes.

Sí, sus famosos superiores con carreras ilustres estaban nominalmente empleados en puestos de alto rango, pero directamente debajo de cada una de esas personas estaba uno de sus hombres que realmente manejaba los asuntos.

En secreto.

Esa era la clave modesta pero crítica de su ambición. Sin que nadie lo supiera, había tomado el control del funcionamiento del gobierno. Y con ese poder, se convirtió en una fuerza en el gobierno por su propia naturaleza.

Fue justo antes de la muerte de sus predecesores que finalmente se dieron cuenta de lo peligroso que era, pero ya era demasiado tarde.

Habían ignorado la advertencia. Todos los que tenían el objetivo de liderar el gobierno lo habían dejado entrar por un oído y salir por el otro sin molestarse en considerarlo en serio. Pagaron por eso, por lo que podría describirse como un error “fatal”, con sus vidas y activos y los de sus familias.

Así fue como el hombre llamado Josef arrebató a una de las naciones más importantes del mundo, la Federación.

Creía que era el único líder legítimo de la Federación y que tenía una misión en la historia, una misión para restaurar el inmenso poder de la Federación.

Era un hombre calculador con una mente tortuosa.

Para él, el Imperio era un desorden permisible. Si el Imperio no existiera, el odio burgués del mundo por el comunismo podría haber instigado una alianza contra la Federación.

Sin embargo, si el Imperio estuviera allí para entrometerse en sus intereses, la burguesía pasaría su tiempo en el objeto más cercano de su odio. Incluso el Ejército de la Federación, aunque de mala gana, reconoció que esta estrategia era correcta.

Pero de repente, estaban en guerra.

Fue terriblemente repentino para la Federación, por no hablar del Imperio.

Cada persona había querido saber cuáles eran las verdaderas intenciones del dictador; Josef había estado meditando de forma aislada.

Había sido atormentado por los sueños.

Todo comenzó una noche mientras saboreaba una copa de vino Georziyan, recordando los gritos de los irritantes militares de alto nivel que había purgado con éxito. Asintió y luego se despertó sobresaltado.

Alguien le había hablado.

Había experimentado a alguien que le hablaba, atractivo pero seguro. Era una voz amable, pero aún horrible para el oyente.

“… su… no… problema. …, … reo…”

La voz le estaba haciendo algún tipo de apelación. Al principio, se echó a reír. Es un poco tarde para eso, ¿no?

Había dejado de sentir algo sobre las purgas hacía mucho tiempo. La última parte de la humanidad que quedaba dentro de Josef había desaparecido con la muerte de su amada esposa.

Incluso si se sentía inseguro acerca de las purgas, no había forma de que pudiera detenerlas ahora. En cualquier caso, era matar o ser asesinado. Si se detenía, moriría en la hoja del cuchillo de un traidor.

“…, entonc… pensarlo…, … simple.”

¿Me está diciendo que reconsidere las cosas?

Había desechado la Biblia y su suerte en su juventud cuando no lo había salvado.

La iluminación de las personas supersticiosas requeriría tiempo y esfuerzo, pero erradicarlas también resolvería todo. Loria era particularmente talentoso en ese ámbito, y Josef estaba satisfecho por primera vez.

“… l… res…”

Pero la voz que lo llamaba no sabía cuándo renunciar. Tal vez, como temía, tenía algo que ver con los magos. A diferencia de los soldados más reemplazables… o para decirlo de otra manera, aquellos cuyos cuellos podía cortar en cualquier momento, los magos eran más difíciles de manejar. Dado que incluso un solo mago podría resistirse a la organización, dejar que alguno de ellos permaneciera era como dejar carbón vivo por ahí.

Es por eso que hizo un movimiento proactivo para detener a los disidentes con anticipación. Aun así, parecía haber algún tipo de interferencia que no podía comprender. Alcanzó molesto al receptor para llamar al jefe de seguridad. Dependiendo de la situación, pensó que sería mejor poner a alguien más a cargo.

Pero lamentaría haber levantado ese receptor por el resto de su vida. Hasta entonces, la voz había estado llena de estática, pero ahora sonaba claramente desde la máquina.

“Es porque todos ustedes existen que hay un problema. Muy bien, entonces pensemos en eso. Sí, después de pensarlo un poco, es simple. Si ninguno de ustedes estuviera aquí, no habría problema.”

Sintió que algo lo estaba mirando, un miedo escalofriante… Ese fue el momento en que su corazón se apretó.

“La muerte lo resolverá todo. Por lo tanto, ustedes, perros comunistas, les digo esto: Dzhugashvili, apóstata, Dios los castigará. Un apóstol viene. Incluso ahora, un apóstol se acerca desde el oeste. Vos y el resto de los bárbaros del este serán erradicado. Teman el castigo del apóstol.”

“¿Un apóstol?” Replicó muy a su pesar.

Había escuchado las historias cuando era un niño pequeño, que Dios enviaba apóstoles para salvar y juzgar, pero… nunca las creyó.

Dios es una fantasía. Dios no existe.

Por supuesto que no, se dijo a sí mismo. Pero antes de darse cuenta, se dio cuenta de que había algo de lo que podría estar asustado.

… El oeste.

Sí, el oeste. No podía ignorar al Imperio en el oeste.

Había sido atacado desde tres direcciones y salió victorioso cada vez. Si no detenían el Imperio ahora, si Dios existía o no, la Federación… tendría que enfrentarse solo a ese Ejército Imperial inmensamente poderoso.

No quiero pensar en eso, pero por casualidad… Sus pensamientos corrieron, pero luego se dio cuenta de que estaba siendo engañado. ¿A quién se le ocurrió esto? Este debe ser el trabajo de esos malvados.

“Ja, no voy a caer en eso. No me vengas con esa mierda.”

Tenía la intención de golpear el auricular al mismo tiempo, pero en cambio se encontró perplejo.

Escuchó algo rompiéndose en el piso. Cuando volvió a sí mismo, vio que había dejado caer su copa de vino. Ni siquiera había ninguna señal de que hubiera tocado el receptor para llamar a seguridad.

“¿Señor? ¡¿Que fue ese ruido?!”

“Ah, nada. Acabo de dejar caer mi copa.”

Le dio a su subordinado una mirada que silenció la pregunta sobre lo que había sucedido o no… No te preocupes por eso.

En el ojo receptor del resplandor estaba el miedo a ser despedido. Este comportamiento aprendido demostró que entendía que abrir la boca sería la ruina del hombre.

Josef creía firmemente que la clave para controlar a las personas era este miedo. “Lo siento, pero hazme un favor y límpialo.”

No era difícil para él guardar las apariencias en esta situación. No, no esta vez.

Pero problemas similares continuaron durante noches sin fin. No pasó mucho tiempo incluso para que este hombre con nervios de acero cediera a las pesadillas.

Debo eliminarlo.

Absolutamente debo eliminarlo. La mente de Josef ya no podía tolerar las amenazas extranjeras.

Por eso…

A pesar de que había pocos agentes debido a las purgas, el resentimiento de los agricultores derivado de la política de colectivización estaba a punto de explotar, y él acababa de terminar de purgar a los magos; tuvo que movilizar al ejército.

Tuvo que convertir su imperfecto ejército en la máquina de guerra que era el Imperio. Por supuesto, en el país de Josef, los soldados crecían en los árboles.