Danmachi: Sword Oratoria (NL)

Volumen 1

Capítulo 4: Entre la Tranquilidad y la Turbulencia

Parte 5

—Ella es muy linda. Y también… Sí. Puedo ver por qué te ha gustado.

Recibiendo permiso de Loki, Aiz tomó un asiento de la mesa. Freya las miró con una pequeña sonrisa en sus labios.

Por supuesto que Aiz había oído los rumores sobre lo que le pasó a la gente cuando conocieron a esta diosa en persona. Ellos no estaban exagerando. El rostro perfectamente simétrico de la mujer y sus proporciones seductoras, apenas reconocibles bajo la capa, eran suficientes como para hacer acelerar el corazón de Aiz. La belleza de Freya trascendió al género, haciendo que todos los que la vieran se enamoraran. Su atractivo era fascinante.

La mirada plateada de Freya y los ojos dorados de Aiz se entrelazaron. El miedo se arrastró dentro de la chica por primera vez en años. Su rostro permaneció inexpresivo mientras bajaba su cabeza.

Aiz estaba mirando la mesa, pero sabía que Freya sonreía. Ella podía sentirlo.

— ¿Puedo preguntarte por qué trajiste a Kenki contigo?

—¡He-he-he-he-heeee…! Es la feria, ¿sí? ¿Qué mejor momento para una cita con mi Aizuu?

Loki había ido a su pequeño mundo, ignorando completamente la presencia de Freya y Aiz. Ella estaba de vuelta a su antiguo ser.

Ella estiró su mano hacia su seguidora humana.

—… Bueno, eso, y ella finalmente ha regresado de una expedición. Si la dejo sola, estará de vuelta en el calabozo en muy poco tiempo. Así es como es ella.

—…

—Alguien tiene que decirle que se relaje, ¿No? Aiz no pudo decir nada en respuesta.

Cogida completamente desprevenida por las amables palabras de Loki, ella miró a su diosa por un momento antes de dejar caer su mirada al suelo. Pat-pat/Acariciar. Loki acarició ligeramente la parte posterior de la cabeza de Aiz. Ella no trató de resistirse.

Una sonrisa ligeramente quebrada creció en los labios deliciosamente visibles debajo de la capucha.

Entonces la atmósfera que rodeaba a las dos deidades se hizo pesada. Su conversación iba a ser mucho más seria.

Loki le pidió a Freya que le explicara por qué la había invitado a esta cafetería. Ella había tenido suficiente charla y quería llegar al grano. Ella podía decir algo extraño acerca de Freya y estaba poniéndola nerviosa. Su primera indicación fue el Banquete de hace unos días. Freya no había asistido a una en eras. ¿Por qué el cambio repentino?

Familia Loki y Familia Freya.

Había mucha competencia en la Ciudad Laberinto, y esos dos grupos tenían actualmente el mayor prestigio e influencia en una lucha de poder sin fin.

Si uno de ellos muestra debilidad, el otro saltaría a la primera oportunidad de obtener una ventaja. Las dos diosas tenían una relación relativamente buena, pero eso también significaba que no podían permitirse ignorarse el uno al otro. Loki estaba aquí para asegurarse de que Freya sabía que habría consecuencias si intentara provocar problemas.

El segundo piso de la cafetería estaba vacío de repente. El aura que emanaba de las dos deidades se había vuelto ominosamente abrumadora y los clientes querían evitar la tormenta inminente. La única mortal que quedaba era Aiz. Ella contempló con calma a las dos diosas de su lado de la mesa, con su expresión distante aún intacta.

El único sonido que podía oírse era la conmoción que venía de la calle.

—Ah vaya, ¿Acaso no es…?

Finalmente, Loki se dio cuenta de lo que estaba pasando.

La tensión en la habitación se levantó repentinamente mientras Freya sonreía de oreja a oreja. Loki solo suspiró y masajeó su sien.

—Así que… Ya tienes un ojo en un niño que ya está en otra familia, ¿Cierto?

Loki murmuró unas pocas cosas bajo su aliento—qué inútil era esto, algunas otras cosas. La comprensión golpeó a Aiz un segundo después.

Ella no tenía mucho que pensar, pero parecía que Freya se había enamorado de un mortal que ya seguía a un dios diferente. Eso significaba que ella había asistido al banquete para recoger más información sobre él.

Aiz miró en dirección a Freya, repitiendo la conversación en su mente. La Diosa de la Belleza no dijo si Loki estaba en lo correcto o no, solo se reía para sí misma como si disfrutara de la confusión de Loki.

—Maldita seas, mujer, ¿Eso es todo lo que piensas? ¿Buscas a alguien, joven o viejo?

—Qué grosera. Tengo estándares.

— ¿Dejando fuera a todos los idiotas del Tenkai?

—Ellos tienen sus usos. Es muy fácil sacar dinero de ellos.

Las dos diosas se dieron una pausa, el aire denso vino una vez más. Loki sonrió.

— ¿Y?

—¿…?

— ¿Quién es el chico? ¿Quién es esta vez? ¿Cuándo lo has encontrado?

—…

—He venido hasta aquí, he cambiado mis planes, he trabajado sin razón. Tengo el derecho de saberlo.

Freya solo miró por la ventana mientras Loki hacía un breve discurso. Un mechón de su cabello plateado cayó por debajo de la capucha.

—… No es tan fuerte. Es débil, si lo comparas con los niños de nuestras familias. Fácilmente molesto, comienza a llorar con los problemas más simples… Es ese tipo de niño.

—Pero él es hermoso, puro. Nunca he visto a nadie como él. Me quito el aliento y no pude evitar caer ante él…

La voz de Freya sonaba como la de una madre que se jactaba de su amado hijo, pero Aiz podía sentir una pasión increíble ardiendo dentro de ella.

La diosa de cabello plateado seguía hablando, con su mirada nunca dejando la escena fuera de la ventana.

—Lo encontré por accidente. Simplemente pasó por mi línea de visión… Fue así…

—Fue entonces cuando sucedió.

Los ojos plateados de Freya vieron algo en la masa de humanos y semi-humanos en la calle de abajo. Ella se olvidó de respirar.

Aiz miró hacia el exterior, de forma curiosa.

Efectivamente, había una cabeza de pelo blanco que hacía su camino a través de la muchedumbre, el mismo daba saltos como un conejo que hacía su camino a través de un campo. Freya ni siquiera parpadeaba.

——-

La mente de la deidad quedó en blanco.

Aiz siguió el camino del chico y miró hacia donde iba.

—Me disculpo. Ha sucedido algo.

— ¿Ehh?

—Reunámonos en otra ocasión.

Freya se levantó de su silla. Loki sonó irritada, pero Aiz no se dio cuenta. Ella estaba demasiado ocupada viendo al conejo blanco desapareciendo en la multitud.

Loki no tardó mucho en notarlo.

— ¿Qué pasa, Aiz? ¿Ocurre algo?

—… No.

Ella respondió, pero sus ojos todavía estaban apuntando hacia la ventana.

Ella podría estar equivocada. No había forma de saberlo con seguridad. Pero él podría estar aquí, en la Monsterphilia.

El conejo blanco había desaparecido de su vista, pero Aiz notó algo en sí misma en ese momento. Ella esperaba que fuera él.

Había una oportunidad de encontrarlo.

—En serio, Aiz. ¿Hay alguien afuera? Me estás asustando.

—…Lo siento. No es nada.

Aiz finalmente apartó su mirada de la ventana, sólo para ver a Loki mirándola con la mayor sospecha. La diosa permaneció en silencio, pero su mensaje llegó a través alto y claro: ¡No escondas nada! Loki dijo esto con su mirada. Ellas pasaron unos momentos de silencio antes de que la comida que habían pedido llegara a su mesa.

Ella mantuvo un ojo en su seguidora pero comenzó a comer el pan, la sopa y la ensalada de todos modos.

Después de que ellas terminaron de comer, Loki pagó la cuenta y condujo a Aiz de nuevo afuera.

—Está bien, entonces, si insistes en mantener los labios cerrados, está bien. ¡Pero a cambio, vamos a ir por toda la feria hasta que estés satisfecha, Aizuu!

—Entendido.

— ¡Hee-hee, vamos!

Las dos caminaron por la Calle Principal Este, montando las olas de humanos por el camino.

La calle estaba tan llena que era difícil de avanzar. Sin embargo, la abundancia de hermosas flores frescas y otras decoraciones que normalmente no se ven en los edificios hizo que valga la pena la molestia. Las largas cuerdas corrían de azotea a azotea, cruzando la calle por encima de las cabezas de todos. Las banderas que llevaban el logotipo oficial de Monsterphilia y la máscara de elefante de la Familia Ganesha colgaban de ellos en tal abundancia que proyectaban sombras sobre la muchedumbre mientras bailaban en la brisa.

Los puestos de comida en el medio de la calle atrajeron a muchas líneas de clientes con una mezcla apetitosa de olores increíbles y el sonido abrasador de la carne. El jugoso pollo frito y la carne fresca salieron de las llamas de las parrillas a un ritmo récord, con los vendedores tratando de pasar sus comidas a los fanáticos hambrientos.

La Monsterphilia estaba en pleno apogeo. No había ni una cara fruncida por las calles.

— ¡Aizuu, el Jyaga Marukun es el primero en nuestra lista!

—¡…!

Loki guió a Aiz a un puesto de comida que servía bocanadas de papas fritas. Esta comida era en realidad uno de los placeres culpables de Aiz guardados en secreto. Incluso el nombre Jyaga Marukun hizo que sus ojos se abrieran con rapidez.

—Hmmm, un Jyaga original y…

—Una crema de Azuki, por favor.

Loki se acercó al mostrador y ordenó. El cajero le entregó dos de los bocados recién fritos un momento después. El que le entregó a Aiz fue la receta original con un delicioso relleno.

Loki le preguntó cómo estaba, pero la chica no pudo responder. Disfrutando cada segundo del sabor inundando en su boca, Aiz sólo asintió con la cabeza a su diosa antes de tomar otro bocado del regalo que le dieron.

— ¡Aizuu! ¡Aizuu!

—¿?

La chica rubia miró a Loki, con un pedazo de la corteza escamosa de la papa sobre su labio.

¡Chomp! Los dientes de la diosa entraron directamente en su propia Jyaga Marukun.

Loki empezó a masticar con la boca abierta, lamiéndose los labios descaradamente antes de sonreír a Aiz. Ella luego sacó el resto de la masa de patatas frente a la cara de la chica.

—¡Di “ahh”!

—No.

Ella fue rechazada.

—¡¿Porque diablos no?! ¡Te lo dije, me tienes que satisfacer!

—No.

—¡Vamos, he estado soñando con esto durante años! ¿Por favor?

—No.

Loki siguió tratando de convencer a Aiz de que tomara un bocado.

Pero todos sus intentos fueron inmediatamente derribados. Incluso las lágrimas de su diosa no podían dominar la voluntad de hierro de Aiz.

—Está bien, Aizu. ¡Yo voy a decir, “Ahh”! No puedes negarlo, ¿No?

—…

— ¡Una mordida, una mordida es suficiente!

Aiz miró a su Jyaga Marukun y luego a su desesperada diosa. Loki no tenía ningún problema en hacer una escena, y esto sería mejor que su “prácticamente acercarse” en público. Así que la chica alargó lentamente la masa a medio comer hacia la diosa. Un latido de corazón después— ¡Chomp!

Las mandíbulas de Loki se cerraron como una guillotina alrededor de la masa en las manos de Aiz. Entonces la deidad miró hacia arriba como una ardilla sumamente satisfecha, saboreando cada segundo del sabor antes de tragar dramáticamente.

—¡Fu-hee-fu-hee-hee-hee…… Un beso indirecto de mi Aizuu! La chica instantáneamente se arrepintió de su decisión.

Cada fibra de su ser quería mirar hacia otro lado.

—Diosa, ¡¿Qué estás haciendo?!

—¿A qué te refieres? ¡Di “ah”! ¡Es mi turno de darte de comer! ¡Listo, ahh-nn!!

Dos voces no muy lejos cortaron a través del estruendo de la multitud. Aiz no sabía quiénes eran, pero al instante sintió que no estaba sola en esta lucha.

—¡Bien, Aizuu! ¡Todavía hay mucho que ver!

Loki agarró la muñeca de Aiz y la atrajo hacia la multitud. La cabeza de la diosa estaba en un eslabón giratorio mientras buscaba una tienda interesante por la calle.

Había muchos puestos en la zona que era imposible ver todo a la vez. Puestos de jugos, comida de los festivales, artículos artesanales y tiendas de accesorios– la lista seguía. Loki iba a una tienda y regresaba, vigorosamente intercambiando con cualquier persona detrás del mostrador. Aiz observó el entusiasmo de la diosa y no pudo evitar sonreír más de una vez.

Aunque ella no se daba cuenta, Aiz disfrutaba del comportamiento casi cómico de Loki.

—…

—Hnn, ¿Sucede algo, Aizuu?

Los pies de la muchacha se habían detenido repentinamente. Su mirada se clavó en un stand que vendía armas.

El stand especializado en espadas. Cuchillas tan pequeñas como puñales y tan grandes como claymores estaban cuidadosamente alineadas detrás de dos experimentados aventureros. Lo más probable es que las armas fueron forjadas por herreros con experiencia en el calabozo. También trataron de atraer a los ciudadanos promedio de la ciudad laberinto ofreciendo armas decorativas con incrustaciones de gemas y cristales.

Aiz había manejado muchos tipos de diferentes espadas desde que se convirtió en una aventurera. Ella sabía exactamente lo que le gustaba así como cómo decir cual arma era buena o mala. Sus instintos se apoderaron de ella, sus ojos volaban arriba y abajo por las hileras de cuchillas. Ella se sintió emocionada por primera vez hoy, en busca de un diamante en bruto. Loki había visto esa expresión en su rostro muchas veces antes y la hizo sonreír.

—¿Te matarías para ser más dama, Aizuu?  … Bien, ya es suficiente, vamos.

—…Bien.

—¿Por qué esa cara larga? Hay puestos como ese en todo el No sólo aquí.

Aiz asintió lentamente y se alejó del puesto de armas.

Todavía había mucho que Loki quería ver. La diosa atrajo a su seguidora a través de la animada multitud con un vigor inflexible.

***

Drip/Goteo. Una gota de agua cayó, salpicando gotas más pequeñas en el suelo. Otra cayendo del techo, con el chorro ligero enviando ecos a través del silencio. Algo se despertó.

Unos movimientos lentos sacudían su estrecha jaula. El silencio era pesado y ensordecedor.

La oscuridad continuó en todas direcciones. El aire se sentía frio en su piel.

Un nuevo sonido rompió el silencio, era los pasos de un ratón. Este debió de haber entrado aquí, pero en el momento en que vio la cosa, el roedor no perdió tiempo en huir.

No intentó levantarse de inmediato.

Ya sea que estuviera atontado después de un largo sueño o estaba tratando de evaluar su entorno sin darse por vencido, este no hizo un sonido. La cosa simplemente estaba envuelta en el tranquilo silencio.

Entonces, lo notó.

Las barras negras que lo mantenían prisionero estaban abiertas. Otra cosa, también.

Habían otras jaulas como la suya cerca, con sus ocupantes respirando en silencio en la oscuridad.

La cosa se dirigió a la puerta abierta de la jaula.

Dejando atrás su prisión claustrofóbica, nuevos ecos llenaron el silencio. Los demás percibieron su presencia y salieron de sus propias jaulas.

Salir.

La necesidad de salir. Deslizándose en la oscuridad.

Con la conciencia regresando, sus instintos brillaban intensamente en la mente de la cosa. No había pensamientos coherentes, sólo deseos.

Moviéndose.

Siguiendo los sonidos, moviéndose a través de la oscuridad. Subiendo, moviéndose, hacia los sonidos de otras criaturas. A la superficie.

***

—¡Oh, no, está empezando!; Exclamó Loki al notar repentinamente los ruidos que salían del Coliseo

—¿Estás segura de que ésta es la calle correcta?

—¡Apuesto que lo es! La calle principal está explotada de ¡Este es un atajo! Ella había perdido la noción de tiempo explorando los puestos de la calle y las tiendas.

Las dos mujeres corrieron a través de los callejones en un esfuerzo por ver lo que quedaba del evento principal de Monsterphilia.

Era cierto, casi no había nadie en su camino. Sin un mapa, Loki y Aiz se dirigieron hacia el Coliseo con pura conjetura. Los callejones eran estrechos y estaban alineados con edificios de dos y tres pisos, cubriendo su ruta en la sombra. Las lámparas de piedras mágicas salpicaban las paredes a lo largo del camino, pero ninguna de ellas estaba encendida.

Viendo atisbos de su destino a través de los pequeños espacios entre los edificios, Aiz y Loki ajustaron su curso en consecuencia.

—¿…?

Aiz frunció el ceño.

Sus oídos atraparon el aullido más débil del monstruo a lo lejos.

Ella trató de convencerse de que era sólo una pelea domadora con un monstruo en el Coliseo, pero por alguna razón no podía sacudir el terror que bullía dentro de ella.

Al final, Aiz y Loki salieron de la calle de atrás. El Coliseo estaba justo enfrente de ellas.

—No me gusta correr, me cansa… ¿Uunnn? ¿Qué pasa con ellos?

Loki hizo todo lo posible para recuperar el aliento. Fue entonces cuando ella notó algo extraño sobre cómo se comportaba el personal del evento.

Los empleados del Gremio estacionados en esta entrada para el festival parecían ansiosos y nerviosos, saltando al menor ruido. Con la multitud rugiendo en las gradas detrás de ellos, había un sorprendente nivel de confusión fuera de la entrada.

Pero el hecho de que los miembros de la Familia Ganesha se estuvieran armando para el combate era la clave más reveladora de que algo andaba mal.

Aiz y Loki intercambiaron miradas antes de asentir y acercarse a la entrada sur del Coliseo. Al encontrar a un grupo de empleados del Gremio de pie en un círculo, Aiz se acercó a ellos para averiguar qué estaba mal.

—…Disculpe. ¿Qué ha pasado?

Todos los empleados giraron en un instante, con sus ojos abiertos.

—A-Aiz Wallenstein…

Ellos estaban asombrados. De repente, uno de los hombres saltó hacia ella y explicó la situación lo más rápido que pudo.

Aparentemente, algunos de los monstruos capturados para el festival habían escapado de la puerta del este. Era una situación de emergencia.

Su teoría era que alguien había puesto a los monstruos en libertad. Todos los empleados del Gremio y miembros de la Familia Ganesha que se encontraban en ese lado por seguridad habían sido encontrados en algún tipo de trance. Era casi como si sus almas hubieran sido aspiradas fuera de sus cuerpos. Ellos no serían de mucha ayuda en el futuro previsible.

—No tenemos suficientes fuerzas para contener a los monstruos. ¡Se lo ruego, ayúdenos…! Aiz no tenía razón para negarse.

Ella miró hacia atrás sobre su hombro hacia su diosa.

—Loki.

—Sí, lo he oído. No puede haber una cita en un momento como este. Dejaré que Ganesha te tome prestada un poco.

Los empleados del Gremio informaron a Aiz y Loki sobre el número de monstruos, sus tipos y las fuerzas disponibles.

Ahora no era el momento de preocuparse por cómo escaparon los monstruos.

Aiz tomó la empuñadura de su espada y se lanzó hacia la puerta del este con la esperanza de salvar las vidas de cualquier ciudadano que quedara atrapado en este lío.