Youjo Senki (NL)

Volumen 3

Capítulo 5: Asuntos Internos

Parte 4

4 DE SEPTIEMBRE, 1925 DEL AÑO UNIFICADO, CAPITAL IMPERIAL

Todavía no podía olvidar su impresión la primera vez que vio la unidad desplegarse en el sur del continente. Había estado emocionado de escuchar sobre sus informes.

Pero entonces sólo había dos divisiones en la lista.

Una era una división de infantería ligera, una nueva unidad compuesta principalmente por tropas y reservas frescas. En cuanto a la otra división, compuesta por los pocos veteranos que le habían asignado, ni siquiera una evaluación generosa diría que estaban en buena forma.

Puede que hayan tenido x poder de lucha en papel, pero habían sufrido grandes pérdidas en el Frente del Rhine. El General von Romel había servido en el Rhine, por lo que estaba más que consciente de cómo eso afectaría su fuerza. Cualquier comandante normal se desesperaría si no pudieran esperar un poder acorde a su recuento.

Para Romel, la orden de pelear en la campaña del sur con algunas tropas de segunda clase era absurda. Por eso solicitó al Estado Mayor tropas adicionales, pero no obtuvo una respuesta adecuada.

Incapaz de soportar el status quo, hizo una solicitud directa, y la respuesta que recibió después de muchas molestias fue el despliegue adicional de un batallón de magos aumentado. Y qué generoso… era la excelente unidad que reportaba directamente al Cuerpo de Intendencia y Operaciones en el Estado Mayor. Estaba encantado de obtener una unidad de primera clase con equipo adecuado, experiencia de combate y una alineación completa.

Pero los ánimos que casi lo hicieron gritar de alegría fueron aplastados cuando recibió las evaluaciones del comandante.

No, las evaluaciones en sí estaban bien.

La academia, por ejemplo, decía que estaba a la altura de los estándares de los oficiales de campo. Sólo eso la convertía en una oficial prometedora.

Además, había completado la educación superior en el colegio de guerra para calificar como oficial general de personal, algo raro para un oficial mágico. Y el colegio de guerra también tenía cosas buenas que decir sobre ella, que cumplía con todos los estándares deseables para un oficial.

Estas eran, bueno, evaluaciones bastante favorables.

Garantizaban que ella poseía más que el conocimiento estándar de un funcionario o un oficial de campo. Pero ahora era tiempo de guerra. Las evaluaciones más importantes durante una guerra son las del campo de batalla, y estaban por todas partes.

Había un montón de críticas especialmente severas del Grupo del Ejército del Norte. Dijeron que fue transferida después de expresar una clara objeción a las personas con autoridad.

El Grupo del Ejército Occidental se negó a evaluarla, diciendo que sus puntos buenos y malos se neutralizaban entre sí, por lo que era difícil calificarla. Además, ella había intentado resistirse a las órdenes.

Ella era realmente difícil de juzgar. Pero si sus puntos buenos equilibraban sus puntos malos a pesar de un intento de desobedecer las órdenes, podía oler algún tipo de competencia.

Pero eso no significaba que quisiera el tipo de oficial que intentaría tal cosa bajo su mando.

¿Y en esta situación en la que tenía tan pocas unidades, el comandante de la unidad en la que más debía confiar era esa persona? Era más que ridículo.

Romel continuó leyendo con una mirada harta, pero los comentarios ambiguos del laboratorio de tecnología… que, aunque el proyecto en el que había estado había logrado cosas, no valía la pena, no hicieron nada para hacerlo sentir mejor.

Después de leer, pensó dos cosas.

Una fue que casi todas estas evaluaciones eran del cuartel general.

Aparentemente, las tropas que servían directamente debajo de ella pensaban que ella era una gran oficial de campo. Aun así, era raro recibir a una persona tan difícil como un subordinado. Los magos que seguían las órdenes, pero se oponían a los planes del alto mando tenían tendencia a ser ignorados.

Después de todo, eran difíciles de manejar.

La segunda era que, aunque las evaluaciones eran contradictorias, ella había logrado lo suficiente como para ser considerada una soldado sobresaliente.

Torpemente, independientemente de cómo era ella como oficial, como maga individual, se le tenía muy en cuenta. Su número de asesinatos era uno de los más altos en el frente del Rhine.

Además, como oficial de campo, había liderado los cargos de avance y emboscadas sin inmutarse. Un oficial la llamó “Perro Loco”. Aparentemente, el apodo de moda para ella en este momento era “Plata Oxidada”, y podía ver cómo tenía sentido.

La verdad estaba lejos de la elegancia de su alias “Weißsilber”, pero lo encontraba apropiado. Había oído que los Republicanos la llamaban el “Demonio del Rhine”.

En cualquier caso, estrictamente como un mago, ella no tenía rival. Como oficial, tampoco era de ninguna manera incompetente. Entonces debían haberle entregado a ella como refuerzos y como una excusa para sacársela de encima.

Honestamente, sentía que le estaban lanzando su problema a él.

“… ¿Me están diciendo que saque a pasear a un perro loco sin correa?” Dejó escapar una queja. Tal vez era sólo prejuicio, pero eso no fue todo lo que sintió el General von Romel. Después de todo, básicamente le pedían que apostara por una mala mano.

“Esto no es una broma. No voy a enviar a mis hombres a su perdición tan fácilmente. ¡Ese grupo del Estado Mayor sólo está mirando la cifra de muertos como una estadística!”

Por lo tanto, terminó murmurando quejas sobre la práctica del Estado Mayor de lanzarle sus dolores de cabeza a aquellos en el campo.

Bueno, al menos la conoceré. El General von Romel había decidido esperar a la Mayor von Degurechaff. Esa era su forma de mostrar respeto por un oficial mágico que había obtenido resultados… aunque sus nociones preconcebidas lo llevaron a prepararse cuando se anunció su llegada.

La invitó a su oficina para que se reportara, y una vez que superaron las desapasionadas formalidades, su mal hábito de tratar de descifrar a la gente se alzó.

Pero ya estaba sorprendido de ver que la Mayor von Degurechaff, como él, prefería intercambios formales y prácticos.

Después de todo, los magos y los oficiales eran un grupo orgulloso. Tal vez se podría decir que eran demasiado orgullosos, pero, de cualquier manera, todos en el Ejército Imperial lo sabían a ciencia cierta.

Así que había esperado que el oficial mágico fuera del tipo agresivo y violento a pesar de su apariencia externa.

Y el propio Romel esperaba que ese tipo de persona estuviera un poco molesta o incluso se enojara por ser recibida con semejante pelusa burocrática.

Así que fue una sorpresa refrescante descubrir que ella respondió con calma con la misma cortesía vacía, completamente inquebrantable. En ese momento, Romel admitió para sí mismo que sus cálculos habían sido erróneos.

Un oficial mágico sin sentido de la vergüenza. ¿Tal vez por eso ignoró las órdenes e intentó resistirse? Sus preocupaciones como oficial en combate cruzaron por su mente.

Es cierto, ella tiene un corazón fuerte, pero… ella es del tipo que toma el asunto en sus propias manos. Podía sentirlo instintivamente, y eso le preocupaba. ¿Cómo decidió ella? Cuando Romel comenzó a preocuparse, Degurechaff interrumpió.

“Por último, General, agradecería la autoridad de mi batallón para actuar de forma independiente.” Con gracia, con cara de póker, continuó: “El Estado Mayor lo ha aprobado.” Y la forma en que hizo su solicitud fue tan arrogante que era estimulante.

Se decía que Romel estaba demasiado orgulloso de sí mismo, por lo que el hecho de que casualmente hizo esta solicitud increíblemente descarada fue fantástico.

Cualquier oficial comisionado entendería sólo al escucharla hacer ese comentario por qué los Grupos del Norte y del Oeste no podían controlarla.

Hacer que un batallón de magos abandonara la estructura de mando era casi como perder una división completa. Normalmente, ningún comandante podría aceptar una cadena de mando separada.

“¡No hace falta mencionarlo! Y Mayor von Degurechaff, ahora que ha dicho eso, estoy seguro de que puedo esperar que su unidad logre grandes cosas, ¿verdad?”

Pero aparentemente, no le importaba la reacción de Romel.

Su silencio dejó claro que se oponía a que dudara de su capacidad. Como actitud tomada en respuesta a la pregunta de un oficial superior, fue increíblemente insolente. Ahh. Pero en realidad hizo que Romel se diera cuenta de por qué sus superiores le habían dado la espalda.

Incluso Romel no había sido así de engreído.

“Pues, ¿qué piensa?” La presionó para que respondiera, endureciendo inconscientemente su voz. Si ella no respondía ahora, a él no le importaba lo que dijera el Estado Mayor… la enviaría de regreso.

“General von Romel, con el debido respeto… Simplemente omití el esfuerzo de responder a una pregunta que es imposible de responder.”

“… ¿Qué?”

Pero la respuesta que recibió lo hizo responder con otra pregunta. ¿Qué es lo que ella acaba de decir? ¿Una pregunta que es imposible de responder?

“Soy una soldado, no una buena oradora. Me temo que no puedo explicar nuestra capacidad militar con palabras.”

Su tono cambió de repente. Además de su actitud tan importante, exudaba un fuerte sarcasmo.

“E incluso si lo hiciese, dudo que lo satisfaga, señor; por lo tanto, no puedo responder.”

Las palabras sonaron en sus oídos. Las escuchó; estaban en el idioma oficial del Imperio, pronunciado correctamente en la forma imperial estándar. No tuvo problemas para distinguirlas; su voz era clara como el agua.

A pesar de eso, por un momento, no pudo comprender sus intenciones. ¿La chica frente a mí realmente dijo algo que no puedo seguir?

Luchó por entender. Luego, un poco más tarde, finalmente comprendió el significado de la cadena de palabras.

“… En otras palabras, quiere decir ‘ver para creer’. ¿Eso es lo que quiere decir?”

“Respetuosamente dejo la interpretación a usted. General, confíe en mí y en mi unidad.”

Silencio.

En sus ojos había un sincero atractivo. Si sólo era una artimaña, era una locura.

Estaba estupefacto muy a mi pesar. La sensación solo podía describirse como conmoción por haber presenciado algo increíble.

Un solo pensamiento vino a mi mente.

Síndrome de primera línea.

 La Mayor von Degurechaff tenía innumerables síntomas. La forma en que le advirtió, aunque indirectamente: no hagas preguntas estúpidas. La forma en que ella lo amenazó al mismo tiempo: ¿No entiendes lo poderosa que soy? Pero luego estaba la lógica de sus sinceras respuestas. Así que no sólo era arrogante, sino que estaba claramente retorcida.

Ella no cree en nada. Ni el poder del liderazgo militar, ni la estrategia, y probablemente ni siquiera sus compañeros soldados. A pesar de eso, es sorprendentemente leal al Ejército Imperial. Incluso podría llamarla una excéntrica incomparablemente leal enfocada únicamente en ser el perro guardián de la nación.

Entiendo… Romel entendía la razón por la que había sido desobediente en el pasado. Simplemente decidió que sería patriota si fuera bueno para la nación. En resumen, es una lunática competente, pero lo malo es que ni siquiera se daba cuenta de que estaba retorcida.

“… Mayor, no tengo suficiente evidencia para confiar en usted.”

Está loca. Y competente. Y más sincera que nadie que haya conocido. Rara para Romel, ella era alguien a quien no podía juzgar. Él sabía que ella no sería fácil de manejar.

Por eso le preguntó cómo podía confiar en ella.

“No tiene sentido enumerar mis hazañas. Estoy a su servicio.”

Y su respuesta era un punto obvio. Romel podía apreciar la actitud de que las acciones hablaban más que las palabras… por lo general.

Ella no era engreída por su habilidad; tampoco era esclava de su poder. Ella hablaba con naturalidad. Probablemente era capaz de juzgar lo que era posible y lo que sería difícil.

Si no, no podría jugar con fuego frente a un depósito de municiones como lo estaba haciendo ahora. En resumen, su locura estaba respaldada por una habilidad ilimitada. Sólo podía concluir que estaba loca.

“Quiero ver qué puede hacer. No, no lo malinterprete. Quiero decir como estratega.”

La llamaré heroína, loca, compañero soldado.

 Entonces ella necesita demostrar de lo que es capaz. ¿Es ella simplemente un animal salvaje contaminado por la locura? ¿O es una bestia astuta en posesión de un intelecto trastornado?

De repente Romel se dio cuenta de que quería saber la respuesta.

“La enviaré en una misión de vuelo. Me gustaría que tomara el segundo grupo. Por cierto, la idea es darte, como el Séptimo Kampfgruppe, autoridad a la par con el otro Kampfgruppen, a pesar de que son un solo batallón. No me decepcione.”

La probaré en una misión algo independiente. Bueno, tengo una idea de cómo resultará, pero…  espero que obtenga resultados.

“Entendido. Cumpliremos con sus expectativas.”

Sólo mira eso.

 Esa sonrisa malvada. Ella se ve emocionada.

Ella está muy feliz de tener un lugar para pelear.

 Sin duda, terminará siendo la persona más horrible que conozco. Y probablemente también sea una de mis amigas más confiables en el campo de batalla.