Lazy Dungeon Master (NL)

Volumen 7

Capítulo 2: Maiodore Tsia

Parte 1

# Perspectiva del Archiduque Bonodore

 Me llamo Bonodore Tsia. Soy el Archiduque de Tsia.

En un día como cualquier otro, estaba mirando la nueva edición del almanaque de la nobleza. Allí vi el nombre de Goren, de una ciudad que se había establecido el año pasado.

“¿Keima Goren…? ¿Hm? Recuerdo que el jefe de la ciudad de Goren se llamaba Keima, pero ¿desde cuándo era un noble?” Curioso, inmediatamente me di cuenta. El gobierno de la capital imperial daría información sobre los nobles cuando se le solicite. Si él fuera un visado, un aventurero de rango B y, por lo tanto, noble, la información sobre los miembros de su grupo y su historia de aventuras sería información pública. En general, un aventurero de rango B sería bastante conocido y habría logrado muchas grandes obras.

Varios días después de enviar una carta mágica, recibí mi respuesta. Según esto, Keima Goren y sus cuatro miembros del grupo eran todos visados de rango B, y sus logros fueron la conquista de cinco mazmorras diferentes. El [Campo de entrenamiento de marfil], la [Cueva de la avaricia], la [Playa de marfil], la [Gruta de los huesos], la [Gruta de la triple amenaza]… Ninguna de las mazmorras había oído hablar, pero cada una había sido conquistada por sus grupos. Los tres últimos después de convertirse en nobleza, incluso. Dos de las mazmorras mencionadas habían sido destruidas. En este país, se castigaba con la muerte destruir un calabozo sin permiso. Incluso los niños lo sabían.

En otras palabras, eran lo suficientemente fuertes como para haber conquistado dos mazmorras tan peligrosas que su destrucción había sido permitida. Y además de eso… “La Diosa de Marfil garantiza su habilidad”. Se había agregado una línea adicional al final de la carta.

…Increíble. En el momento en que vi eso, me congelé y dejé caer mi taza de té, haciendo que se rompiera en el suelo. Justo al lado de Tsia, ¿un hombre de este poder no solo está construyendo una ciudad, sino que está creciendo rápidamente? ¿Y está respaldado por la Diosa de Marfil, conocida por todos en el Imperio Laverio? No importaba cómo lo pensara,

Keima era peligroso. Pero ahora que sabía sobre él, tenía que actuar. Ngh, me duele el estómago. Esto no va a ayudar a mi calvicie…

La respuesta también vino con preguntas dirigidas a nosotros, desde la capital imperial. Querían saber sobre la Ciudad Goren y la Almohada Divina al cuidado de Tsia. Preguntas simples, para estar seguro… Pero no fui lo suficientemente tonto como para pasar por alto el mensaje oculto dentro de ellos. Me decían que usara la Almohada Divina como carta de triunfo cuando tratara con Keima.

Ahora bien, ¿qué había que hacer? El jefe de la ciudad de Goren simplemente se hacía pasar por un simple plebeyo, ocultando su rango y estatus. Fue tenido en alta estima por sus ciudadanos. Dijeron que era un hábil jefe de la ciudad y un monstruo de aventurero. Dijeron que era un hombre santo honesto dedicado a salvar a otros. Dijeron que era un hombre sabio bendecido con inteligencia y generosidad.

A juzgar por la velocidad rápida a la que Goren estaba creciendo, era probable que todas esas evaluaciones fueran ciertas. Había tomado un área no desarrollada de nada y en un solo invierno creció un pueblo menor a uno de un tamaño aterrador. Estaba utilizando la mazmorra de montaña cercana como una mina al máximo, facilitando el comercio y las ganancias. Eso no podría suceder sin mucha suerte y mucho talento. Por cierto, yo era un fanático personal de la iglesia Beddisto y había comprado no solo un símbolo sagrado sino también un futón.

Independientemente del respaldo de la Diosa de Marfil, solo sus logros lo convirtieron en un hombre que vale la pena traer al redil. Bueno, había rumores de que era un lolicon, pero eso no era raro entre la nobleza. Eso incluso sería ventajoso para mí, considerando lo joven que era mi hija.

Decidí conocer a Keima. Cuando visitó mi mansión, descubrí que era un joven cortés con cabello negro y ojos negros. Trajo consigo un esclavo de piel de bestia de perro bien cuidado. Ese debe haber sido uno de los miembros de su grupo, Niku Kuroinu.

Que nombre tan horrible. No había duda de que ella era la fuente del rumor de que Keima era un lolicon. Aunque era difícil saber si lo consideraban un lolicon porque la mantenía cerca o si la mantenía cerca porque era un lolicon.

“Te mantuve esperando, ¿eh? Soy Bonodore Tsia. Pero tal vez el Archiduque sería más reconocible para ti.”

“Soy Keima. Esta es Kuroinu. Por favor llámala Kuro. Es un placer conocerte, Archiduque.” Conocía los modales adecuados. Bueno, estaba cometiendo pequeños errores aquí y allá, pero estaba mostrando el debido respeto por la autoridad. Tampoco parecía tener miedo de conocerme, el Archiduque.

Antes de darle la búsqueda que había preparado para las apariencias, conversé con Keima. Según él, el  pueblo había cazado unos treinta Golems de Hierro, pero mi información mostró que se habían exportado de su pueblo cuarenta Golems de Hierro. La cantidad total probablemente excedió cincuenta considerando qué hierro probablemente pasó desapercibido.

Su jefe mediocre de la ciudad daría informes exagerados para tratar de verse mejor de lo que son, pero Keima habló en un tono seco y sin interés que dejó en claro lo poco que le importaba ese tipo de cosas. Mientras él estaba minimizando sus logros, también. Eso podría interpretarse como que él ha logrado tanto que algunos Golems de Hierro no significaron nada para él.

Nuestra conversación fue interrumpida por la llegada de mi hija Mai, así que comencé a discutir la búsqueda que tenía por él. En la superficie, fue una búsqueda para recopilar información sobre una organización criminal y proteger a Mai. En otras palabras, era una forma de presentarlos a los dos. Quería que se acercaran mientras él la vigilaba.

Ya teníamos toda la información que necesitábamos para asestar un duro golpe a la organización. Sería difícil destruirlos por completo, pero probablemente nos acercaríamos a él dependiendo de la información que Keima logró obtener.

Mai se fue después de ser presentada a Keima y volvimos a discutir la búsqueda.

“Te advertiré ahora, pero si no creo que el pago valga la pena, rechazaré esta búsqueda”.

Se necesitaron muchas agallas para rechazar una búsqueda del Archiduque, doblemente en su cara. Las cosas serían diferentes si fuera una búsqueda inmensamente desafiante, como derrotar a un dragón o lo que sea, pero a juzgar por la reacción de Keima, no consideró la búsqueda particularmente difícil.

“Sí, naturalmente. Sin embargo, creo que esta será una oferta que no puedes rechazar”. Fue en ese momento que no tuve ninguna duda de que Keima era el mismo hombre por el que la Diosa de Marfil misma respondía. Solté el nombre de la Almohada Divina y la expresión de Keima cambió drásticamente en el acto. Esa fue toda la confirmación que necesitaba. Sí, es fácil de leer. Tienes un largo camino por recorrer, Keima.

“¿Insatisfecho?”

“… No, ese pago es suficiente. Aceptaré la búsqueda.”

“Bien, me alegra que estemos en la misma página aquí”, dije con una sonrisa.

“Naturalmente, también tengo una recompensa monetaria preparada. Diez platas como anticipo. El resto depende de la cantidad de información que recopile. Si falla y causa daños colaterales, los honorarios se restarán de su recompensa, pero estoy seguro de que está lo suficientemente capacitado para que eso no suceda”. Habiendo dicho esto, hablamos sobre los gastos y el límite de tiempo. ¿Cuánta información podría reunir Keima en un mes? Era una búsqueda en gran parte sin sentido que le había dado por apariencias, pero todavía estaba ansioso  por saber hasta dónde llegaría.

“Oh sí, hay algo importante que olvidé preguntar. ¿Te  importa si te pregunto una cosa más?”

“¿Qué es eso?” Miré a Keima y le di una sonrisa falsa.

“… No te importa si destruyo la organización yo mismo, ¿verdad?” Mis ojos se agrandaron, luego extendí mis alas y me reí divertido.

“¡Heh, jajaja! Por supuesto no. ¡Haz lo que puedas, y si realmente lo logras, te ayudaré a conseguir la Almohada Divina yo mismo!”

“¿Estás seguro? Los destruiré incluso si terminas siendo el autor intelectual o algo así”, dijo con una sonrisa. Su expresión dejaba claro que estaba completamente seguro de que podía hacer exactamente eso.

“Siéntete libre. Me imagino que el autor intelectual es un noble regional. Te doy permiso para derribarlo. Ah… Pero si alguien en mi familia es el autor intelectual, agradecería que me lo dijeras con anticipación.”

“Bien, hagamos esto oficial. Acepto tu búsqueda, Lord Bonodore. Por favor espere mi informe.”

“Muy bien entonces, Keima. Espero cosas buenas de ti”. En verdad, ¿hasta dónde llegaría?

Envié espías para seguir a Keima y aprender todo lo posible sobre él, pero lo perdieron de vista en cuestión de minutos. Esa tarde escuché un informe desde la puerta sur de que Keima había abandonado la ciudad.

… Pasó una semana. Curiosamente, los administradores de la organización criminal que le había enviado a Keima después de todo vinieron y se entregaron. Fue increíble. El momento dejó en claro que Keima era responsable de ello. Pero, ¿cómo demonios hizo que todos los administradores de una organización criminal se entregaran con evidencia de sus crímenes? Sin mencionar que el líder de la organización era uno de mis subordinados… Durante mucho tiempo lo había considerado sospechoso, pero incluso él entró fácilmente en la cárcel con evidencia de sus fechorías.

En cualquier caso, había tanta evidencia que solo confirmar todo como cierto era suficiente para mantener a todos ocupados. ¡Date prisa y explica esto, Keima! Podríamos usar su ayuda para resolver todo esto… Espera, las cosas terminaron así debido a su ayuda.

Le ordené a un guardia que conocía la cara de Keima que hiciera guardia en la puerta para estar listo para él, y al final llegó al día siguiente.

“¡Keima! ¡Me alegro de que hayas venido!”

“… Hola de nuevo, Archiduque Bonodore. ¿Cómo estás?”

Verifiqué con él y obtuve la confirmación de que era responsable de que los administradores de la Última Comuna se entregaran. Sus resultados fueron mejores de lo que esperaba. Y los terminó tan rápido que me hizo cuestionar qué habíamos estado haciendo desperdiciando nuestro tiempo investigándolos tan lentamente. Habrá un caos luego de su repentina ausencia, pero probablemente tomará algún tiempo para que se forme otra gran organización criminal.

“¡Lo hiciste genial, Keima! Tan genial que nos hemos estado rompiendo la espalda desde ayer. Este es un dolor que se siente bien, para estar seguro… ¿Qué demonios les hiciste?”

“Prometiste no preguntar eso, Archiduque”.

“Bien bien. Perdóname.” Me senté frente a Keima.

“Tu trabajo fue increíble. No esperaba que realmente destruyeras la organización. En una sola semana, en eso”.

“… Para ser justos, definitivamente no me gustaría volver a hacerlo”.

“Lo que significa que podrías si quisieras, ¿eh?” En otras palabras, él podría repetir esta hazaña tantas veces como quisiera. Justo lo que esperaría de un aventurero que tenía a la Diosa de Marfil respondiendo por él. Quería que trabajara para mí sin importar lo que fuera necesario. O más bien, lo tendré trabajando para mí, pase lo que pase.

No sabía cuál era el objetivo final de Keima, pero sabía que estaba buscando la Almohada Divina. Esa fue mi forma de entrar.

“La Almohada Divina está en posesión de mi hija, Maiodore. A pedido directo de la Diosa de Marfil, las mujeres de mi casa lo han cuidado durante generaciones.” Okay. Estamos hablando de Keima. Es un chico inteligente. No debería tardar mucho en darse cuenta de lo que tiene que hacer si quiere la Almohada Divina.