Otome Game no Hametsu Flag shika nai Akuyaku Reijou ni Tensei shite shimatta… (NL)

Volumen 7

Capítulo 5: El Pacto

Parte 4

“Eso debe ser difícil.” Dijo Larna, simpatizando con Daurand mientras dejaba escapar un profundo suspiro.

“Lo es. Es un deber muy problemático.” Dijo. Luego, mirándonos a todos, continuó: “Así que, por favor, mantengan esto en secreto. Si esos estrictos colegas míos supieran que estoy cuidando este lugar, todos comenzarían a despreciarme. Y mi esposa, aunque encantadora, no soporta este tipo de cosas. Incluso podría divorciarse de mí sí me encontrara entrando y saliendo de un lugar como este. Por favor, no se lo digan a nadie.” Se veía tan intenso en su súplica que todos asentimos con gravedad.

“… Gracias.” Dijo con lágrimas en los ojos.

Y así, dado que el director insistió en que sólo había libros eróticos en la biblioteca, y dado que Larna, Cyrus y Sora comprobaron por sí mismos y encontraron lo mismo, todos volvimos arriba.

Había estado segura de que encontraríamos el pacto en la biblioteca subterránea, pero ahora estábamos de vuelta al punto de partida. También habíamos revisado la mayoría de los libros antiguos en la biblioteca, lo que me hizo pensar que tal vez el pacto no estaba en el Ministerio en absoluto. Lo cual era extraño, considerando que esta era, sin duda, la biblioteca más grande del reino…

Espera un segundo… ¿Qué era esa cosa que antes sonaba tan fuera de lugar?

 “¿No hay ningún lugar en el Ministerio, además de la biblioteca, donde se guardan los libros antiguos?” María le preguntó a Daurand mientras yo todavía pensaba para mí.

“Lo siento, pero no lo hay, al menos no que yo sepa.”

Eso era inevitable. Si no estuviera entre los otros libros antiguos, no podría estar en ningún otro lugar. Antes, también había dicho que los viejos libros eróticos estaban siendo tirados, así que… ¡Espera! ¡Por supuesto!

“¡Señor Daurand! Dijo que tirabas esos libros eróticos cuando eran demasiado viejos y ya no se podían leer, pero ¿eso también se aplica a los otros libros de la biblioteca?” Le pregunté con tanto entusiasmo que se sorprendió.

“Sí. Vemos si pueden repararse, y si no pueden, y se juzga que no tienen un valor particular, nos deshacemos de ellos.”

Esto significaba que incluso si el pacto realmente hubiera estado aquí, ¡podría haber sido desechado porque estaba demasiado gastado! Eso no se me había ocurrido en absoluto hasta entonces.

“¿Y qué hacen cuando los arrojan? ¿Quemarlos?” Pregunté, temiendo lo peor.

“En realidad no lo sé. Los tiramos, pero otras personas se encargan de eso a partir de ahí.”

“¿Y quiénes son estas otras personas?”

“El Laboratorio de Herramientas Mágicas.” Dijo, y me volví para mirar a Larna, que estaba sonriendo.

“Cuando sacamos los libros, no nos deshacemos de ellos de inmediato, por si acaso hay uno útil entre ellos. Excepto los que nos dieron hace mucho tiempo, todos deberían estar todavía en un almacén dentro del Ministerio.”

¡Así que había otro lugar además de la biblioteca donde podíamos buscar libros! Miré a María, quien me miró y asintió.

“Señorita Larna, ¡muéstrenos ese almacén!” Dije.

“¡Sí, por favor!” Repitió María.

“Dado que todo comenzó en un jardín que se mantiene limpio y ordenado por arte de magia, asumí que el libro también se mantendría en perfecto estado, así que ni siquiera consideré mirar los libros descartados. Aun así, podría valer la pena comprobarlo.” Musitó Larna. Luego sonrió a la entusiasta María. “Les diría que esperen hasta mañana, pero parece que no pueden esperar más. Les mostraré el lugar, pero no pueden seguir buscando hasta altas horas de la noche.” Dijo, y luego nos guio hasta el almacén.

El pacto, al que casi había renunciado a encontrarlo, ahora parecía volver a estar a mi alcance, incluso si la posibilidad de encontrarlo realmente era todavía minúscula. Realmente esperaba que estuviera en algún lugar de ese almacén.

El gran almacén, utilizado para almacenar cosas que no necesitaban estar inmediatamente a mano, no estaba lejos de la oficina del Laboratorio de Herramientas Mágicas.

Larna abrió la puerta y entramos todos. El lugar estaba un poco polvoriento, posiblemente porque la gente no iba a menudo… después de todo, nada de lo que la gente normalmente querría se guardaba aquí. Parecía enorme desde fuera, pero cuando entramos, vi que estaba tan lleno de cosas que en realidad tenía muy poco espacio libre.

“Hm, creo que los libros estaban aquí…” Dijo Larna, comenzando a caminar hacia adelante. Si no hubiera estado allí con nosotros, encontrar el lugar donde se guardaban los libros habría sido una hazaña por sí mismo.

“Oh, aquí están.” Dijo señalando un montón de libros. Literalmente un montón, ya que no estaban cuidadosamente apilados en los estantes como en la biblioteca, sino simplemente tirados en montones en el suelo. Había tantos que podrían llenar una pequeña biblioteca.

“Revisar estos no será fácil.” Me dije.

“Por supuesto.” Dijo Larna, que me había escuchado. “Están todos amontonados al azar, y es necesario mover todos los de arriba antes de poder ver los de abajo. Esto llevará un tiempo, así que comencemos después del fin de semana.”

Teníamos los siguientes dos días libres, así que tenía sentido descansar y empezar a buscar el lunes. Asentí con la cabeza hacia Larna cuando noté que María caminaba hacia los libros sola y luego se detenía frente a ellos.

“¿María?”

Sacó algunos libros de una pila y luego tomó uno de ellos en sus manos. Esto fue tan repentino que todos la miramos confundidos.

“¿María? ¿Qué estás haciendo?” Le pregunte a ella. “Finalmente lo encontré.” Dijo con una sonrisa. “¿Encontraste? No puede ser que hables de…”

Me quedé mirando el libro que sostenía. Era un libro viejo y polvoriento con una cubierta que había perdido casi todo su color original.

“Sí. Este es el pacto.” Dijo, sorprendiendo a todos.

¡¿Qué?! ¡¿El pacto?! ¡¿De verdad?! ¡¿Cómo puede siquiera saberlo?!

 “María, ¿cómo puedes estar segura de que ese es el pacto? ¿Y por qué fuiste directamente por ese en primer lugar?”

Fue Larna quien preguntó esto, pero todos los demás probablemente estaban pensando exactamente las mismas preguntas.

“No estoy segura de la razón, pero me di cuenta tan pronto como vi esa pila de libros. Este es el que estaba buscando.” Respondió, con una mirada tan intensa que nadie podía dudar de sus palabras. Independientemente, cualquiera que la conociera también sabía que ella nunca mentía.

“El protagonista de ese cuento de hadas fue capaz de darse cuenta que había encontrado el pacto tan pronto como lo vio, pero ¿podría realmente funcionar algo así en la realidad? ¿Te importaría mostrarme ese libro?” Preguntó Larna.

Tomó el libro de las manos de María y lo abrió.

“Esto es…” Dijo, mirando el contenido del libro.

¡¿Qué es?! ¿Es un libro sobre poderes mágicos increíbles e inigualables? Estaba inclinada hacia adelante, pendiente de cada palabra de Larna.

“… Un libro introductorio sobre magia básica.”

“¡¿Quéééé?! Pero, ¿por qué?” Me encontré gritando. Todo el asunto ya no tenía sentido.

“¿Cómo se supone que voy a saber por qué? Sólo te digo lo que veo. Ve por ti misma.” Dijo Larna, entregándome el libro, que estaba lleno de… escritura antigua, por supuesto.

“Lo siento, no puedo leer esto…” Dije, rindiéndome inmediatamente.

“Oh, cierto.” Dijo Larna, y luego explicó que describía la magia muy básica que los estudiantes de la academia aprendieron al comienzo de su primer año.

Como todas las demás personas a su alrededor podían leer el libro, a diferencia de mí, todos se turnaban para mirarlo y luego hacerle a María el mismo tipo de preguntas.

“¿Está segura de que este es el pacto?”

“Sí. Lo estoy.”

“¿Pero por qué sólo habla de magia básica?”

“Eso podría ser a propósito, para que la gente no pueda notar de qué se trata realmente.”

“No es de extrañar que quisieran tirarlo, ya que sólo describe cosas básicas y está así de maltratado.”

Una vez más, me sentí triste por quedar fuera de la conversación debido a mi ignorancia. Quizás debería volver a estudiar escritura antigua. Así tipo, ya mismo, pensé para mí misma, y tomé el libro superior de la pila más cercana a mí. Parecía tan gastado como el que había encontrado María, y dentro había montones de letras difíciles que no entendía.

Rápidamente me di cuenta de que ese tipo de estudio no era para mí… mirar una lectura difícil me daba sueño. Deseé que Larna construyera una herramienta mágica para traducir libros automáticamente.

“Bueno, parece que logramos nuestro objetivo aquí, así que vayamos a casa. Ya es bastante tarde.” Dijo Larna, y sólo entonces me di cuenta de lo tardé que se había hecho.

“Salgamos de este polvoriento almacén.” Dijo, y rápidamente la seguí, divertida por el hecho de que ella también pensaba que estaba polvoriento.

Una vez que estábamos todos fuera del almacén y listos para irnos a casa por el día, Larna dijo: “Tan pronto como termine el fin de semana, llevemos ese pacto al jardín.”

“En realidad, me gustaría ir mañana. Puedo ir yo sola, si me dan permiso.” Dijo María tímidamente.

“María, no sabemos casi nada sobre esta magia perdida, y no sabemos qué podría pasar. No podemos permitir que vayas sola.” Respondió Larna, y María asintió con tristeza.

“Pero entiendo que quieres probar esa magia lo antes posible. Si fuera yo, iría ahora mismo. Pero no pude entrar en la roca por mí misma.” Continuó Larna.

“Larna, ¿cuándo lo intento?” Preguntó Cyrus, sospechoso.

“Tan pronto como me enteré del jardín. ¿Cómo podría resistirme a probar un tipo de magia tan rara como esa? Pero, lamentablemente, no funcionó. A juzgar por lo que dijeron María y

Katarina y lo que se escribió en ese cuento de hadas, creo que solo los usuarios de Magia de Luz pueden entrar en la roca.”

Cyrus se puso una mano en la frente. El hecho de que Larna hubiera intentado entrar en la dimensión secreta dentro de la roca no era realmente sorprendente.

“Entonces, como dije, entiendo por qué querrías probarlo lo antes posible. Mañana no tenemos trabajo, y estoy libre… Tan libre, de hecho, que puede dar un paseo por el Ministerio para matar el tiempo.” Dijo, sonriendo como una niña, y la cara de María instantáneamente se iluminó de felicidad.

“¡Gracias!” Dijo con una reverencia.

¿De qué están hablando? Creo que me estoy perdiendo algo aquí, pensé, y miré a Sora, esperando una explicación.

“Lo que quiere decir es que no puede hacerlo oficialmente, pero puede ir con María para probar el pacto siempre y cuando lo mantengan en privado.” Susurró Sora, que se había dado cuenta de inmediato de lo que quería preguntarle.

Entonces, ¿María va a volver mañana a esa dimensión con el pacto?

 “¡También estoy libre mañana! Por favor déjenme ir.” Dije. Había estado ayudando a María en su búsqueda todo el tiempo, así que quería ver a María mientras obtenía su nueva y asombrosa mejora de Magia de luz.

“Larna, si María y la señorita Katarina van, yo también iré, sólo para estar seguro.” Dijo Cyrus, y pronto Dewey y Sora lo siguieron. Finalmente, se decidió que, al día siguiente, iríamos todos juntos al jardín de la magia perdida.

Después de que decidimos una hora para encontrarnos, la jornada laboral finalmente terminó y me fui a casa.

“Finalmente lo encontramos.” Me dije a mí misma mientras estiraba mi cuerpo cansado en mi cama. “Pero nunca pensé que estaría en uno de los almacenes del Laboratorio de Herramientas Mágicas.”

Después de todos los problemas por los que habíamos pasado, estaba dentro de un lugar propiedad de mi departamento… Todo el tiempo había estado justo delante de nuestras narices.

Recordé lo que Jeord había dicho hace unos días y me di cuenta de que tenía razón. Mi prometido era realmente increíble.

Me quité el uniforme y tiré mi bolso sobre el escritorio… si Anne estuviera allí, me habría regañado por no caminar hacia el escritorio y colocarlo suavemente allí, pero estaba sola, así que no importaba.

El bolso aterrizó perfectamente donde quería, gracias a años de practicar el arte de lanzar serpientes de juguete. Aunque desafortunadamente la bolsa se abrió y todo su contenido se derramó.

Debería haber caminado hacia el escritorio como una buena chica, pensé mientras recogía mis cosas del suelo y… Espera, ¿qué es esto?

Era el libro que había intentado leer en el almacén. Larna nos había sacado apresuradamente del lugar, así que lo puse sin pensar en mi bolso y terminé llevándolo a casa.

Ah, ¿por qué hice eso…?

 Al menos era un libro del almacén, por lo que no era como si alguien fuera a necesitarlo pronto. Podría simplemente ponerlo en mi bolso y llevarlo de regreso al Ministerio al día siguiente.

Escuché un ligero golpe en la puerta, y cuando le pregunté quién era, Keith respondió. “Oh, aun no estás durmiendo. ¿Puedo hablar contigo un rato?”

“Por supuesto. Entra.” Dije. Abrió un poco la puerta y asomó la cabeza hacia adentro, pero sólo negó con la cabeza mientras parecía preocupado.

“No, no tan tarde en la noche. Veo que todavía no estás prestando atención a mis advertencias… no es que me sorprenda.” Dijo con tristeza. “Pero, de todos modos, mañana tienes el día libre. ¿Quieres salir juntos a algún lugar?” Mientras me preguntaba esto, todo rastro de tristeza en su rostro desapareció.

Lamentablemente, tenía que ir al Ministerio mañana a pesar de que no tenía trabajo. Se lo expliqué y empezó a parecer un poco irritado.

“¿No se suponía que debías trabajar solo unos pocos días a la semana y sólo unas pocas horas al día? A mi padre no parece molestarle, pero creo que estás trabajando demasiado para una chica de tu linaje.”

De hecho, al principio tenía la intención de unirme al Ministerio a tiempo parcial, pero como estaba teniendo problemas para aprender todo lo que tenía que hacer, me di cuenta de que necesitaba trabajar más horas si no quería quedarme atrás. Por eso personalmente había pedido trabajar tanto como los demás novatos.

Mi madre estuvo de acuerdo conmigo y me dijo: “Probablemente causarás menos problemas trabajando por tu cuenta que convirtiéndote en la esposa de alguien”, así que ahora estaba trabajando a tiempo completo. Además, debido a la búsqueda del pacto, había estado llegando tarde a casa durante los últimos días.

Miré a Keith y su rostro irritado, con las mejillas ligeramente hinchadas. Se veía más varonil que cuando nos conocimos, pero todavía me recordaba a su yo joven e infantil.

“Nee-san, el príncipe Jeord estará aquí mañana. Salgamos antes que él llegue.” Me decía, hinchando las mejillas como lo hacía ahora.

Ahora que lo pensaba, últimamente no le había prestado atención a Keith. Estiré mi mano y la puse en su cabeza mientras él todavía estaba parado justo afuera de mi habitación. Antes podía acariciar su cabello rubio con tanta facilidad, pero ahora se había vuelto tan alto que me costaba un poco de esfuerzo.

“Regresaré a casa temprano mañana, así que salgamos a jugar juntos cuando regrese.” Dije, pasando mi mano por su cabeza.

“… Siempre eres tan…” Murmuró, pero su voz era tan débil que no lo escuché. “¿Qué?” Pregunté, acercándome a él, pero él se alejó de mí.

“… Gracias. Buenas noches.” Dijo, prácticamente huyendo y sin dejarme ninguna posibilidad de darle las buenas noches.

Mientras se alejaba, lo escuché cantar una especie de oración: “¡Contrólate! ¡Contrólate!

¡Contrólate!”

Me pregunto qué se supone que significa eso.

 También fue entonces cuando recordé que Jeord me había invitado a comer dulces en mi próximo día libre, y que tendría que contárselo a Keith. Pero tan pronto como se fue, inmediatamente me dio sueño y partí rápidamente hacia el maravilloso mundo de los sueños, olvidándome de él.