Lazy Dungeon Master (NL)

Volumen 2

Capítulo 3: Ittetsu

Parte 9

# Perspectiva de Ittetsu

 “¡GRAAAAAAAAAAH!” Estaban en una Habitación del Jefe más que ancha y lo suficientemente fuerte como para que un Dragón Rojo pudiera usar su fuerza al máximo de su potencial. En el centro de la sala estaba Redra, girando la cabeza mientras respiraba fuego. Eso solo era suficiente para destruir casi un centenar de los gólem blindados que la rodeaban. Aunque cada Gólem roto fue reemplazado rápidamente por uno nuevo.

“¡Gahahahaha! ¡Esto es todo, esto es lo que he estado esperando!” Redra se rio, muy contenta. Ella movió su cola mientras cacareaba, haciendo retroceder a los gólem detrás de ella y enviándolos volando contra una pared que los hizo pedazos en el impacto. Su aliento de fuego derritió el suelo y empezó a convertirlo en magma, pero Ittetsu rápidamente lo arregló antes de que las cosas se pusieran tan mal.

“¡Vamos! ¡Baila, baila, baila hasta que salga el sol!” ¿Qué se agotaría primero, el stock de gólems de Keima o el límite de tiempo? De cualquier manera, Redra no iba a cansarse. Podría pelear fácilmente durante todo un día seguidos. Dada su afinidad con el elemento fuego, los Dragones Rojos tenían una resistencia extremadamente alta al calor que les permitía disparar fuego tan caliente como quisieran, fuego tan caliente que otros dragones quemarían sus gargantas y bocas tratando de hacer lo mismo.

Los dragones eran invencibles en una pelea. Nadie quería luchar contra un dragón, especialmente un Dragón Rojo. Como resultado, pocos aventureros desafiaron alguna vez a las [Cavernas de Llamas], y esta fue la primera vez en años de aburrimiento que Redra pudo realmente estirar sus alas en batalla. Era lo suficientemente fuerte como para poder invadir un reino cercano y causar graves daños, pero Redra no era una persona a la que le gustaba intimidar a los débiles. También tenía que ocuparse de sus deberes como Dungeon Master, e Ittetsu era su marido. No quería dejar la Montaña Tsia si podía evitarlo.

Con todo eso en mente, debería estar claro por qué se estaba divirtiendo tanto derribando gólems y desafiándola audazmente. Se lo estaba pasando tan, tan, tan, tan bien. Los gólems incluso blandían Espadas Mágicas, de alguna manera, lo que podría dañar sus escamas. Había hordas de ellos, y todos ellos trabajaron juntos para infligirle daño. Básicamente eran moscas que le hacían cosquillas si prestaba atención, pero si bajaba la guardia, realmente le harían daño.

Y eso es exactamente lo que ella quería. Una batalla con enemigos adecuados para pelear.

“¡Aaaaaah, me encanta esto! ¡¿Cuántos de ustedes quedan?! ¡¿Cuánto más va a durar esta diversión?!” Debe haber costado una cantidad bastante considerable de DP para comprar juegos completos de equipo para todos los goles. Eso preocupó a Redra, ya que significaba que podría no haber muchos para ella. Pero sus temores se aliviaron al ver un nuevo Gólem. Llevaba un huevo del tamaño de una sandía pequeña. Redra no entendía por qué.

“¡¿Es una ofrenda o algo así?! Supongo que haré huevos fritos”. Ella exhaló fuego por todo el Gólem que sostenía el huevo. Pero el Gólem no se derritió. O para ser más precisos, la armadura de piedra y el casco del Gólem se derritieron, pero tanto él como el huevo estaban bien.

“… ¡¿Qué?! ¡Nunca había visto un Gólem como este antes…!” Era como blanco y amarillo… Del mismo color que un huevo. Eso hizo que el huevo fuera más difícil de ver, como si estuviera camuflado.

“¡Bueno, eso no importa!” Esta vez, ella lanzó sus garras sobre él. Eso naturalmente rompió el Gólem… pero tiró el huevo momentos antes del impacto, directamente hacia la boca de Redra. Ella había estado en medio de aspirar aire para respirar fuego de nuevo, así que el huevo voló perfectamente entre las filas de dientes abiertas.

“¡¿Ngggh?!” Reflexivamente se tragó el huevo. Pero se le atascó en la mitad de la garganta

“¡¿Mgggh?! ¡Ngh…!” El huevo se había detenido en su garganta como si de repente le hubieran crecido los brazos y las piernas.

Su flujo de aire no estaba completamente bloqueado. Puede haber sido un huevo grande, pero la garganta de un Dragón Rojo no era de ninguna manera pequeña. Pero todavía era difícil respirar. Y antes de que pudiera procesar completamente lo que estaba sucediendo, el huevo se arrastró por su tráquea, evitando el camino hasta su estómago. Pronto llegó a algo completamente distinto… sus pulmones, desde los que respiraba fuego.

“Nnn, ¡nggh! ¡Esto se siente, tan asqueroso…! ¡¿Qué demonios es…?!

¡¿Nggghgh?!” Cortar.

Una espada surgió del huevo y apuñaló sus pulmones.

“¡Gah! Aah, ¡¿ghaaah?!” Redra tropezó, sintiendo dolor y sufrimiento como nunca había sentido en sus siglos de vida. Aunque los dragones tenían cuerpos increíblemente robustos, todavía eran más vulnerables a los ataques internos a sus órganos sin escamas. Los pulmones no estaban equipados para lidiar con las cosas que van dentro de ellos. Escupió débilmente fuego y sangre en una tos que obligó a sacar el huevo de su cuerpo.

“Ngh, tose… ¡¿Qué demonios…?!” Se había tragado a los aventureros y había sido atacada desde dentro antes. Pero no me dolía tanto entonces. Los dragones eran lo suficientemente fuertes como para fundir fácilmente armaduras y armas dentro de ellos, de todos modos. Las entrañas de un dragón ni siquiera deberían acobardarse de ser apuñaladas por una cuchilla normal.

“Esto debe haber sido que algo de lo que Ittetsu estaba hablando…. ¡Ngh!

¡Tose, tose!” Escupió toda la sangre que se había acumulado en sus pulmones. Los cortes ya estaban sellando por sí solos, prueba de lo robustos que eran los dragones.

“Pero no deberían comer más de esos huevos, ¡¿ri-ah?!” Redra miró a su alrededor y vio que estaba rodeada de casi un centenar de gólems, cada uno con un huevo en la mano. Por supuesto, eso era suficiente para que la sangre de Redra se enfriara.

“¡A-Aaah! ¡Waaaaah!” Inmediatamente empezó a destruir los gólems y los huevos. Sólo una vez que todos los gólems y huevos fueron destruidos, ella respiró profundamente. No surgió ningún gólem para reemplazarlos.

“Hah, hahahaha… ¿Qué, ya terminaste…?” Las alas de Redra se relajaron mientras el alivio la bañaba. Luego miró al suelo y vio un huevo sentado allí. Tal vez se le pasó antes.

“¡Hmph!” ¡Smack! Lo aplastó con la cola. Finalmente, cada huevo fue des- De repente, justo ante los ojos de Redra, la luz se acumuló y el huevo revivió.

“¡¿Qué?! ¡¿Al diablo con esta cosa…?!” Lo aplastó con sus garras. Pero en cuestión de segundos, revivió de nuevo.

“¡Aaah!” Lo aplastó de nuevo al mismo tiempo. Revivir. Aplastar. Revivir. Aplastar. Revivir…

“¡¿Qué?! ¡¿Está el diablo justo en esto?! ¡Uwaaaaah!” Redra, sumida en la locura, continuó atacando al huevo que revivía continuamente.

***

# Perspectiva de Keima

 “Muy bien, como estaba planeado.” Redra se había vuelto completamente esclavizada por el huevo (guiño significativo). Se estaba divirtiendo mucho bailando y jugando con él. Mientras lloraba.

“Hey, Keima. Es Phenny, ¿no?”

“Sí. Tu plan era correcto, él puede revivir sin importar cuántas veces ella lo mate. ¡Lo está haciendo genial!”

“¡Esto no es exactamente lo que tenía en mente…! ¿No podías haberle hecho hacer algo mucho mejor que morir una y otra vez?” Vamos, es un huevo de verdad, no el protagonista de una película de acción. No esperes demasiado de él. Por cierto, los gólems de huevo que hice con cáscaras de ave fénix recolectadas naturalmente no revivían al morir. Al fin y al cabo, sólo eran gólems, después de todo. Pero eran gólems construidos a partir de las cáscaras de huevo de un pájaro que vivía entre el fuego. Experimenté con las cáscaras de huevo y descubrí que tenían suficiente resistencia al fuego para sobrevivir fácilmente a la exposición directa al proceso de termitas, es decir, un fuego de unos 3.000 grados iniciado por la mezcla de metal y aluminio. Ni siquiera dejó una marca.

Lo que llevó a la estrategia de hoy: El plan de ataque con el huevo de Rokuko. Al principio pensé que intentaría recrear lo que pasó en el cuento popular de los samuráis de Inch-High, pero los estómagos de los dragones resultaron ser mucho más fuertes de lo que esperaba en más de un sentido. Así que, cambié mi enfoque a sus pulmones en su lugar. Los gólems en forma de huevo tenían los brazos y las piernas recubiertos de Cuchilla Mágica dentro de su cáscara exterior, esperando para salir cuando fuera necesario. Les había ordenado que les brotaran las extremidades al entrar en la  garganta y,  por supuesto,  que las  ocultaran cuando las escupieran de nuevo.

Pero los gólems en forma de huevo eran muy ligeros. Un dragón podría fácilmente sacárselas de la garganta sin muchos problemas. Por eso les ordené que apuñalaran rápidamente la garganta de Redra antes de que les escupieran, lo que la traumatizaría. Entonces, el verdadero huevo de ave fénix que se veía idéntico a los goles en forma de huevo se deslizaba hacia afuera y la atacaba. También tenía un pelotón de gólems cargando gólems en forma de huevo que la rodeaban por si acaso no estaba en pánico, es decir, por si no estaba traumatizada todavía y necesitaba otro huevo en los pulmones para enderezarla. Los resultados fueron los que viste. Todo lo que tenía que hacer era colocar sigilosamente el verdadero huevo de fénix en el suelo y el asunto estaba resuelto.

“Esto es horrible.”

“Gracias.” Rokuko me dio su valiosa opinión. En realidad, sin embargo, podría haber hecho que el huevo explotara en el pulmón de Redra y la matara en el acto. Sólo que no lo hice porque me habría hecho sentir muy mal. Además, no quería que Ittetsu jurara vengarse o algo así. Estar en buenos términos con tu vecino es importante para dormir bien. Sería difícil tomar una siesta si alguien golpeara tus paredes todo el tiempo. Así que la lastimé lo suficiente como para inmovilizarla, pero no para matarla. Por un segundo me pregunté si apuñalar sus pulmones solo sería suficiente para matarla, pero pensé que los dragones eran lo suficientemente fuertes como para deshacerse de eso. En el peor de los casos, vivimos en un mundo con Magia de Restauración. Podríamos llegar a un acuerdo.

“Entonces, ¿cómo vas a ganar ahora?” “…Mira esto.”

“Oh, el mapa…. espera, ¿qué? ¿Por qué hay una señal amistosa al otro lado de la puerta del jefe?”

“¿Recuerdas ese Gólem de cristal que le di a Ittetsu?”

“¿Eh? ¿Crystal Gólem? ¿Te refieres a la estatua de cristal que acabas de regalarles?”

“No, esa no. ¿Te acuerdas? ¿Antes de que empezara la Dungeon Battle?” Ciertamente. Me refería a la estatua de cristal que le di a Ittetsu el día que negociamos los términos de la Dungeon Battle O, en otras palabras, el Gólem de Cristal que les di.

“¡¿No les diste eso?!”

“Dije que podían aceptarlo, pero no recuerdo haber dicho que fuera de ellos.”

“Pero, pero, ¿no lo llamaste un regalo para ellos?”

“Eso sí compraran las monedas de oro por 500.000 DP. El trato cambió después de eso, así que sí”. Fue un juego de palabras bastante duro, pero como no se lo di en realidad, la estatua todavía nos pertenecía. Y a pesar de lo que parecía, era un Gólem, lo que significaba que era nuestro peón. Una parte de nuestro ejército.

…Aunque lo encerraran en una sala de tesoros, valía la pena. Si el almacén estuviera por debajo del quinto piso, parte de nuestro ejército técnicamente habría estado por debajo de él, lo que aseguraría nuestra victoria. Y si la suerte estaba de nuestro lado, podría haber terminado lo suficientemente cerca del Dungeon Core como para que lo toquemos. Ese era mi plan en pocas palabras.

Un táctico dijo una vez: “Los resultados de una batalla se determinan antes de que empiece”. Tenía toda la razón. Ittetsu acabó colocando la estatua en su habitación durante la noche, y luego la guardó en su habitación del tesoro, situada en la planta baja de su Dungeon el piso cincuenta y uno.

“¿No va contra las reglas o algo así?”

“No, y ha funcionado perfectamente. Gracias al Gólem, escuché al propio Ittetsu decir que el Dungeon tenía un total de cincuenta y un pisos, lo que era un factor importante en mi decisión de ir a inundar el Dungeon”. Había usado el Gólem para escucharlos a escondidas, lo que me hizo sentir mal, pero oye. Tienes que hacer lo necesario para ganar.

“…Espera. ¿No significa eso que sabías que íbamos a ganar desde el principio, Keima?”

“Sí. Esta es una batalla que no teníamos oportunidad de perder. Lo único que quedaba era asegurar la victoria de la bonificación. ¿Recuerdas el trato que hice antes?”

“¿El trato…? Ah. Abrir todas las puertas del Dungeon…. Dijiste eso para que abriera la puerta de la sala del tesoro, ¿no?”

“Sí. El Gólem en la sala del tesoro es nuestra carta de triunfo definitiva. Voy a terminar esta batalla mientras Ittetsu está distraído por Redra.” Controlé el Gólem de Cristal, haciéndolo salir de la sala del tesoro y mirar a su alrededor.

“Ahora, ¿dónde está el Dungeon Core…?” El piso cincuenta y uno solo tenía la sala del tesoro, el dormitorio de Ittetsu y una escalera hasta el piso cincuenta. Nada más. Oh sí, el [Terrenos de prueba de marfil] de Haku tuvo su núcleo justo después del quinto piso del Boss Room. Hice que el Gólem subiera por la escalera paso a paso. Pronto, se acercó lo suficiente como para escuchar a Ittetsu llamando desesperadamente a Redra para intentar calmarla.

En la parte superior de la escalera estaba la puerta cerrada de la Sala del Jefe y un Dungeon Core ligeramente resplandeciente. Ittetsu estaba justo a su lado, hablando con Redra a través del menú. Ahora lo entiendo. Pusieron el Dungeon Core justo después del Boss Room, y luego el tesoro. La idea debe ser que los aventureros ignoren el Núcleo e ir directamente a la tesorería.

…El soporte que sostiene el Core fue exquisitamente diseñado. Pero era lo suficientemente corto como para que hasta el pequeño Gólem de Cristal pudiera escalarlo. Hice que clavara su pequeña espada en el pedestal como si fuera un pico de escalada para que pudiera llegar a la cima. Y así…

“¡Hey, Redra! ¡Contrólate! Vamos, vamos… Espera, ¡¿qué?! ¡¿Qué demonios hace esta cosa aquí?!”

“Y, toca.” Ittetsu lo notó en el último momento, pero era demasiado tarde. Usando mi carta de triunfo, el Gólem de Cristal, toqué con éxito su Dungeon Core.