Lazy Dungeon Master (NL)

Volumen 2

Capítulo 3: Ittetsu

Parte 5

Día 89

 “Hey, Keima. ¿Ya estás listo para irte?” “Sí. Estoy listo cuando tú lo estés.”

“¡Gahahahaha! ¡Ese es el espíritu, humano! Date prisa y alcánzame, ¿de acuerdo? ¡Me aburriré muchísimo esperándote!”

“Respira todo el fuego que quieras, ¡vamos a ganar!”

Era el día de la Dungeon Battle. Rokuko y yo estábamos ubicados en el Master Room, junto con Niku e Ichika…. ¿Eh? ¿Qué hay de la posada? Bueno, podremos saber si viene un visitante ya que el área que rodea la posada es parte del Dungeon. Sólo tendría que teletransportar a una de nuestras encantadoras recepcionistas a la cafetería o algo así antes de que nos descubran. En el peor de los casos, podría hacer que un gólem se encargara de las tareas de recepcionista. Somos la Posada de la Muñeca Bailarina, después de todo. ¿Por qué nuestra recepcionista no puede ser un Gólem?

Teníamos un límite de tiempo de un día, lo que significaba que nuestra batalla duraría bastante tiempo. Para nosotros era importante desafiar esto en la cima de nuestro juego. Si necesitaba dormir a mitad de camino, la presencia de mi amada dakimakura era absolutamente esencial. Sin embargo, era aparentemente normal que los Dungeon Cores pelearan durante días seguidos, ya que en realidad no necesitan dormir. Una batalla de un día es algo así como…. no, es ridículamente corta, aparentemente. Supongo que mi batalla con Haku terminó extrañamente rápido, entonces.

“Pongamos las cosas en su sitio antes de irnos de verdad. La batalla durará un día, veinticuatro horas. Mi equipo está a la defensiva, sin atacar. Si ganamos, nos das 50 monedas de oro, 5 de plata y otra estatua de cristal. Si ganas, Keima, te daremos suficiente de nuestro territorio para que termines el túnel”.

“Oye, estás olvidando los términos de la victoria. Ganamos si pasamos el quinto piso y llegamos al sexto piso. Y encima de eso…”

“Lo sé, lo sé. Si tocas el Núcleo en la planta baja de nuestro Dungeon, te daremos la mitad de la Montaña Tsia. ¿Sí?”

“Así es. No te olvides de eso. Y, por cierto, ¿cuántos pisos tiene tu Dungeon?”

“¡JA, JA, JA! ¡No hay posibilidad de que te lo diga! Deja de hacerte caca en los pantalones, son menos de cien”.

Con los detalles arreglados, confirmé con Rokuko y las demás que estábamos listos para empezar.

“Maestro, el pelotón Gólem está listo para moverse en cualquier momento.”

“¿Cuándo diablos hiciste esto…? Uhhhh, sí amigo, mi escuadrón y yo también estamos listos.” Había dado tanto a Niku como a Ichika pelotones de gólems para que lideraran. Nuestra principal fuente de poder de fuego esta vez serían los gólems. La razón principal es que pueden estar hechos de cualquier cosa. Eran prácticamente libres, y había poder en los números. Además, las ratas morirían esta vez sí los enviara al Dungeon enemigo. No podría usarlos de nuevo.

“Muy bien, voy a empezar mi ataque. ¿Estás listo?”

“Puedes apostar, carajo.”…Fue un poco raro, pero esa respuesta marcó el comienzo de nuestro Dungeon Battle. Lo preparé todo yo mismo, pero estaba empezando a tener dudas. A pesar de todo, nuestros dungeons se conectaron a través del tiempo y el espacio. La entrada de las [Cavernas de Llamas] que resultó ser el cráter volcánico en la cima de la Montaña Tsia- estaba conectada a una habitación en el cuarto piso de nuestra [Cueva de la Codicia], donde no venían los aventureros. El hecho de que no tuviéramos que conectar las entradas específicamente me permitió proceder sin cerrar nuestro Dungeon. Perderíamos en un segundo si pudieran defenderse. Esta posición de partida sólo era posible porque no teníamos que preocuparnos por defendernos.

“Muy bien, Ichika. Abre la puerta.”

“Ya lo tienes, jefe”. Le ordené que abriera la puerta de la habitación que había preparado a conciencia para esta ocasión.

***

# Perspectiva de Ittetsu

Ha pasado una semana desde que hicimos el trato. Por fin es hora de la Dungeon Battle. No recuerdo cuándo fue la última vez que peleé en un puto Dungeon Battle… pero ahora no es el momento de pensar en eso. Lo único que recuerdo es que soy más atacante que defensor. Qué lástima, carajo. Esta guerra es defensiva. Nunca antes había peleado en un Dungeon Battle de esta manera. Defender mi Dungeon de los atacantes humanos no es nada nuevo, pero nunca he oído hablar de un Dungeon Battle preparado de esta manera.

“Keima es un tipo con ideas graciosas”.

“¡112! ¡¿Crees que voy a tener la oportunidad de luchar?!” De ninguna manera llegarán al piso de abajo, pero podrían pasar los primeros cinco sorprendentemente rápido. La confianza de Keima es prueba de ello.

“¡Vale! ¡Es hora de encenderse, Redraaaa!”

“¡Sí! ¡Tenemos diez veces más lagartos rojos de lo normal para esto!

¡Nuestras salas están repletas de lagartos rojos!” Compré demasiadas Lagartos Rojos. Se desbordan de las habitaciones y llenan los pasillos estrechos. Pero mi esposa Redra es feliz, y eso hace que valga la pena.

“…Eh. Se trata de cuántos monstruos me gustaría que acabáramos enfrentándonos a ejércitos de monstruos”.

“Muy bien, voy a empezar mi ataque. ¿Estás listo?”

“Puedes apostar, carajo.” Nuestros dungeons se conectan inmediatamente, haciéndome darme cuenta de que el intercambio perezoso que acabamos de realizar marcó el comienzo de nuestro Dungeon Battle. Estoy bastante seguro de que los Dungeon Battles suelen empezar con una discusión de mierda más acalorada, o algo así….

“Grrr…. Eso hiere mi entusiasmo…”

“Creo que es muy gracioso. Si su objetivo era desanimarte, Redra, seguro que tuvo éxito”. Pero incluso después de que las puertas se abrieran, ningún ejército monstruoso entró marchando. Se está tomando su tiempo. Movimiento valiente para alguien con un límite de tiempo de un día. ¿Es que no se ha tomado…?

Inmediatamente me quedo en silencio. Una enorme inundación de agua ha comenzado a correr a través del portal.

“… ¡¿Qué?!” El agua corre por nuestros túneles como un tsunami imparable. Silba mientras cubre nuestros suelos y paredes calientes, arrastrando a nuestros ejércitos de lagartijas rojas sin disminuir la velocidad ni un segundo.

“¡¿QUEEEE?!” No puedo creerlo. Esto es un volcán. La única entrada a nuestro Dungeon está en la cima de la montaña. En el peor de los casos, a veces entra un poco de agua de lluvia. Y, sin embargo, aquí hay un torrente de agua que domina nuestras salas. Está fluyendo con tanta fuerza que nuestros lagartos rojos se están atascando al final de la inundación, desmoronándose en una bola carnosa de subordinados inútiles.

El agua corre a través de nuestro Dungeon y llega al segundo piso en un abrir y cerrar de ojos. Los puntos verdes que significan aliados en los mapas disminuyen lentamente en número a medida que los lagartos rojos mueren por ahogarse, ser golpeados contra las paredes o simplemente por ser aplastados por sus compañeros lagartos.

“¡¿Qué está pasando?! ¡¿Qué demonios es esto?!”

“Hahaha… ¿Qué demonios…?”

Encima de todo, el tsunami está lleno de enemigos. Reviso el mapa y lo veo lleno de tantos puntos rojos que es como si la pantalla se pintara de rojo. Eso significaba que dejar que el agua siguiera fluyendo era una mala idea. Ya se ha estrellado contra el segundo piso y ha llegado al tercer piso, sólo treinta minutos después de que comenzara la Dungeon Battle. Ya ha conquistado dos pisos…. A este ritmo, ¡podría llegar al piso 50 en un día!

¡Hahaha! Treinta minutos por dos pisos serían noventa y seis pisos en un día. El doble de rápido de lo necesario.

“Pero no puedo dejar que eso suceda. Esto es lo que tengo que hacer”. Moviéndome rápido, cavé un hoyo en el cuarto piso, todavía seco, que conducía al exterior del Dungeon. Naturalmente, no puedo cambiar cosas en un piso que está siendo invadido por enemigos. Tendré que rendirme en el tercer piso y más arriba.

El agua llega rápidamente al cuarto piso, pero ahora está fluyendo fuera de la montaña, junto con un montón de lagartos rojos.

“…Heh. Eres muy bueno, Keima. ¡Hey! ¡Redra!”

“¡¿Eh?! ¡¿Sí?! ¡¿Qué demonios ha pasado?!”

“¡Gahahahaha! No lo sé, pero han conquistado los tres primeros pisos. Te envío al Cuarto del Jefe, ¡prepárate para ellos! ¡Estarán allí en un santiamén!”

“¡¿Qué?! ¡¿No es demasiado rápido?!”

“Te traeré de regreso si las cosas se ponen muy arriesgadas, pero no bajes la guardia y te maten, ¿de acuerdo? Definitivamente tiene algo bajo la manga”.

“¡Sí!” Apresuradamente envié a Redra al cuarto del jefe del quinto piso.