Rakudai Kishi no Eiyuutan (NL)

Volumen Cero

Capítulo 5: La Noche que Stella no Pudo Dormir

Parte 1

Faltaba una semana para el Festival de Arte con la Espada de la Siete Estrellas, era un periodo para que los contendientes descansaran, preparándose para el torneo, pero Stella Vermillion estaba en una posada de Okutama administrada por la Academia Hagun. Tras su derrota ante el Emperador de la Espada del Viento, ella era consciente de que no podría ganar la final del festival en las condiciones que se encontraba, de modo que había venido para suplicar por un entrenamiento especial de la instructora interina Nene Saikyou.

—¡Ha…, ha…! —En lo profundo del bosque, Stella corría entre la vegetación abundante; iba corriendo treinta metros detrás de la figura en kimono de Saikyou.

—¡Por aquí!

Saikyou volaba a través del follaje, avanzando con movimientos sagaces. Stella, con enfado, se daba cuenta de que sus propios movimientos eran torpes como los de un orangután.

「Bueno, si logras darme un solo golpe, podemos decir que has ganado, ¿no?」

Esas fueron las palabras de Saikyou antes de dar inicio al entrenamiento. Al principio, Stella pensó que Saikyou la estaba subestimando. Siendo la actual tercera en la clasificación del torneo internacional del Rey de los Caballeros, era obvio que Saikyou sería fuerte, pero Stella también era un caballero de rango A. Ella debería ser capaz de acertar un simple golpe…, o eso pensó, pero la realidad era cruel. Después de perseguir a Saikyou por medio día, ni siquiera había llegado a tocarla, e incluso ahora esta seguía alejándose más y más. Viendo que no había logrado progreso hasta ahora, Stella cambió de estrategia. Imbuyó a Lævateinn, espada que llevaba en la mano, con poder mágico…

—¡Dragon Fang!

… Y apareció una bocanada de llamas gigante con la forma de un dragón. Era el Arte Noble más rápido y maniobrable que poseía Stella para la persecución.

—Haha, impresionante.

Devorando árboles y matorrales, el dragón se abría paso hacia su objetivo con una velocidad tan alta que ni la misma Saikyou podría escapar. Pero no ser capaz de escapar era distinto de estar acabado. Saikyou giró el cuerpo en medio del vuelo para encarar al dragón de flamas que iba sobre su hombro… y le acertó una patada circular a la llama que ardía a un lado de su rostro.

La patada, mejorada con el control de la gravedad de Saikyou, hizo que el dragón de flamas desapareciera con una explosión producto de un solo golpe. Y, en el mismo momento, Saikyou sacó una gran ventaja de Stella, montando el fogón y la ráfaga de viento que nacieron de la explosión; de este modo ascendió aun más alto que las copas de los árboles superiores.

¿Acaso Stella había cometido un error garrafal? No. Stella nunca tuvo la ilusión de que Dragon Fang atrapara a Saikyou.

—¿Oh?

Saikyou tampoco tardó en percatarse del verdadero objetivo de Stella. El estallido la había lanzado directo hacia un gran lago en medio del bosque.

—Ya veo, con que me estabas guiando hacia acá, ¿verdad?

A este paso, ella caería dentro del lago, lugar en el que ya no podría seguir escapando. Esas eran las intenciones más probables de Stella según las estimaciones de Saikyou. Pero… ella no caería en el juego tan fácil. Saikyou invocó prontamente el poder de la gravedad en las suelas de sus zapatos. En lugar de atravesar la superficie del agua, se deslizó en ella como si estuviera caminando. El avance de Saikyou no se detuvo…, pero todo iba de acuerdo con el plan. Esta oponente manipulaba la gravedad, así que Stella predijo fácilmente que no se hundiría en el agua. ¡La razón por la que Stella había perseguido a Saikyou guiándola hacia el lago no era para sellarle la ruta de escape, sino para quitar de en medio el follaje del bosque que bloqueaba su propio camino!

—¡Aquí te atraparé!

Saikyou se vio sobrepasada por un momento. Stella salió disparada del bosque y saltó sin vacilar a la superficie del lago. Al tiempo que tocó dichas aguas, usó su habilidad, impulsándose al frente tras convertir en vapor en expansión el líquido debajo de sus pies y usarlo como punto de apoyo.

—Eh, qué forma tan creativa de usar tu poder~.

La pequeña y ágil Saikyou tenía ventaja en una carrera dentro del bosque, pero la velocidad bruta con la que esprintaba Stella era superior. Sobre la superficie libre del lago, Saikyou no tenía oportunidad de escapar de su oponente. La distancia entre las dos aminoró en un instante.

—¡Ha!

Los cuatro proyectiles de fuego que Stella disparó mientras corría rebulleron el agua al frente, atrás, a la derecha y a la izquierda de Saikyou, levantando una gigantesca barrera de agua que le arrebató tanto su ruta de escape como su campo de visión.

—¡Yaaaaa! —hubo un grito y un destello.

En la fracción de segundo que Saikyou no podría ver a Stella, ella y el agua a su alrededor fueron atravesados por un corte.

¡No sentí ningún contacto…!

Pero la respuesta para la espada de Stella fue la ligereza del agua, no la elasticidad de la carne ni la dureza del hueso. El agua cayó de vuelta a la superficie y Stella se estremeció.

—¡¿N-No está?!

No se podían ver ni la sombra ni la silueta de Saikyou. ¿A dónde habría ido? Los ojos de Stella buscaron a su objetivo lanzando miradas de nerviosismo, y, en el cuello de la muchacha…

—¿Oh, no~? ¿A quién buscas~?

La voz burlona provino desde atrás. Stella se dio la vuelta en pánico, y ahí estaba Saikyou, parada con sus geta de un solo diente sobre la espada que Stella todavía mantenía elevada.

—Un ataque que le roba el campo de visión al oponente. Has cultivado un juicio táctico digno de alabar. P-e-r-o… a tu espada le falta cierta voluntad, Stella-chan.

—¡¿L-Le falta…?!

—Síp. —Asintiendo, Saikyou tiró suavemente de la mejilla de Stella. Stella se quedó congelada por lo que le acababa de ser dicho. Fue incapaz de reaccionar…

* Whack *

—¡Agh!

… al golpe que le dieron con un dedo en la frente. La sacó volando por el agua como una piedra que salta sobre la superficie, hasta que finalmente llegó a la orilla contraria, casi desmayada por la agonía de la colisión.

—¡Hazte añicos, tetona!

¡Oh, no…!

Saikyou se había lanzado a sí misma hacia el cielo con una fuerza y velocidad aumentadas por su manipulación de la gravedad, tan alto que su silueta quedó disfrazada por el sol, y Stella no pudo ver el ataque asesino, mucho menos esquivar el golpe directo. El impacto que vino un momento después levantó una nube de polvo y emitió un rugido como si una montaña se partiera, dejando el cuerpo de Stella hundido profundamente en la tierra.

—¡Kuh…!

Pero, a pesar del daño significativo, Stella logró mantenerse consciente por los pelos. Con su espada había bloqueado la patada descendente en el momento perfecto.

—¿Ho? Sí que tienes unos reflejos sorprendentes, ¿huh~?

—… Me parece haber oído los rencores personales de alguien en esa última parte.

—No sé de qué estás hablando.

Haciéndose la tonta, Saikyou dio un salto hacia atrás para alejarse del cuerpo semienterrado de Stella.

—… Bueno, eso es todo lo que puedes soportar, ¿verdad? Además, el sol también se está poniendo, será mejor que hasta aquí dejemos el primer día.

Saikyou ya no insistió con su ataque, pero Stella se levantó y protestó.

—¡A-Alto…! ¡Todavía puedo seguir!

Pero Saikyou solo respondió con una semisonrisa cálida.

—No, no puedes. Eres como una cría de gacela, apenas y puedes mantenerte en pie, ¿o me equivoco? Difícilmente diría que puedes continuar.

—Ugh.

—Y, si sigo destrozándote como hasta ahora, ¿cómo vas a regresar por ti misma? Será mejor que no tengas la ilusión de que te cargue.

Stella no tuvo objeción para esto. Desde el medio del bosque había docenas de kilómetros hasta la posada. Después de un poco más de pelea no habría tenido la fuerza caminar esa distancia.

—Bueno, suerte gateando en el camino de regreso. ¡Wahaha!

Saikyou comenzó a caminar, dejando a Stella sola. Pero había una cosa que Stella tenía que preguntar.

—¡E-Espera! ¡¿Qué le falta a mi espada?! ¡Por lo menos dime eso!

Si no obtenía una respuesta, este entrenamiento acabaría dejándole un mal sabor de boca, y ella tendría que vivir con ese sentimiento turbio en el pecho. Stella suplicó…, pero Saikyou le negó la respuesta.

—¿No te había dicho ya que no te enseñaré nada? Esa era la condición. Durante el tiempo que durara este entrenamiento, debías hacer un análisis de ti misma. Piensa y mejora. ¿En qué estás fallando? Si no puedes descubrirlo, estás en tu límite como caballero.

Habiendo dejado esas palabras feroces en el aire, Saikyou desapareció en el espesor de las sombras de los árboles. Stella, sola en las orillas del lago, hizo lo que Saikyou ordenó.

—¿En qué… estoy fallando…?

En ese momento, no tenía ni la menor idea.