Otome Game no Hametsu Flag shika nai Akuyaku Reijou ni Tensei shite shimatta… (NL)

Volumen 5

Capítulo 6: Charla De Amor Con Las Chicas

La ceremonia de graduación que tanto temía iba y venía sin incidentes, por lo que para la próxima primavera comenzaría mi segundo año de estudios. Y con mis preocupaciones desaparecidas, ahora era libre de divertirme.

El sol brillaba suavemente sobre el jardín, los pájaros cantaban felices y cada vez más parejas comenzaban a caminar juntas por la academia. Era como si todo el mundo se hubiera unido para celebrar el éxito de Katarina Claes al evitar todos los finales catastróficos.

Estoy muy feliz… ¿Uhm? Espera un segundo, ¿por qué hay tantas parejas?

 “Escuché que siempre hay más parejas en primavera.” Dijo mi amiga de la infancia Mary, respondiendo esa misma pregunta.

Las otras chicas y yo pasamos el día en la habitación de Mary, y las cuatro conversamos entre nosotras. Aparte de Mary y yo, estaba mi otra amiga de la infancia, Sophia, y la protagonista de Fortune Lover, María, que también se había convertido en una buena amiga mía.

Durante esa agradable fiesta de té para chicas, expresé mi confusión sobre lo que había notado últimamente.

“¿Soy sólo yo, o hay más parejas de lo habitual en la academia?” Pregunta que provocó la respuesta de Mary.

“¿Pero por qué?” Seguí adelante. Estaba bastante segura de que en realidad no estaban celebrando mi victoria sobre los finales catastróficos. En realidad, desde que Jeord me tomó como su prometida para evitar pretendientes, el único romance que había tenido era en mis libros… ¿Lo están haciendo a propósito para burlarse de mí?

“Podría ser la temporada. Muchos animales se reproducen en primavera. Y también, la mayoría de los nobles de alto rango se comprometen cuando aún son niños, pero los otros comienzan a buscar novias después de su debut en la sociedad, alrededor de la edad que tenemos ahora. Así que estas podrían ser nuevas parejas, tratando de conocerse mejor.”

Entonces no se trata de burlarse de mí. Eso es bueno.

Y, aunque no estaba tan segura de qué tenía que ver la cría de animales con algo, la parte de conocerse mejor parecía tener sentido. Muchos de ellos parecían mostrar esa linda incomodidad típica de las parejas recién formadas.

“¡Nuevos compromisos! ¡Nuevas parejas! ¡Oh, es tan romántico!” Dijo Sophia, quien también había ignorado lo de los animales.

“Pero me pregunto… Son compromisos políticos, ¿no? ¿De verdad hay algún romance en eso?”

Cuando Jeord me propuso su compromiso, mi corazón no latía con amor, sino con miedo por lo que debía hacer a continuación. Sophia, romántica como siempre, parecía decepcionada después de escuchar mi visión poco romántica.

Mary se dio cuenta y trató de alegrar el estado de ánimo.

“Parece que hoy en día muchos jóvenes eligen a sus parejas por su propia voluntad.”

“¿De verdad?” Preguntó una emocionada Sophia.

“Sí. Acabo de enterarme de una dama que se enamoró a primera vista de un joven durante su debut social. Golpeada por la pasión, ella le propuso matrimonio.”

“Amor a primera vista y una propuesta apasionada… ¡Es tan maravilloso!” Sophia entusiasmada.

“¡Así que incluso los nobles se casan por amor!” Comentó María sorprendida.

Mary, como de costumbre bien informada sobre la sociedad noble, explicó que en el pasado la mayoría de los matrimonios solían ser políticos, pero que ahora las cosas estaban cambiando lentamente.

“¿Crees que las parejas en la academia son de la variedad amor-matrimonio?” Le pregunte a ella.

“Probablemente, sí.” Respondió Mary después de pensar por un momento.

“Se ven bastante cercanos.”

Si realmente ese fuera el caso, estos serían el mismo tipo de amantes a los que les solía fruncir el ceño con envidia en mi vida anterior. Tenía sentimientos encontrados al verlos disfrutar de su floreciente juventud de esa manera. Antes de reencarnar aquí, sólo había experimentado el amor a través de mis medios otaku… Desafortunadamente, morí antes de poder tener una cita con alguien.

Y ahora, en mi segunda vida, estaba tan ocupado esquivando los finales catastróficos que, nuevamente, no tenía tiempo para el romance. Y en el segundo que se evitó la catástrofe… parejas en todas partes. Suspiro.

Con cuatro chicas jóvenes que se juntan y conversan, esperarías que habláramos sobre el amor, pero todo lo que habíamos estado hablando eran temas como las verduras en mi campo y los nuevos platos en el comedor de la escuela. ¿Por qué no podríamos hablar de algo más… femenino?

El único tema romántico que discutimos fueron las novelas, pero incluso entonces, a Sophia recientemente le habían empezado a gustar las que estaban orientadas a mujeres más maduras, y se podía escucharla usando palabras como “amorío”, “amante” y otras cosas que no esperarías que una chica de su edad dijese.

Finalmente me di cuenta de que, al igual que en mi vida anterior, me había quedado atrás en la carrera del amor. ¿Pero qué hay de mis amigas? Todas eran increíblemente hermosas y con buenas personalidades. ¿Cómo no podría una de ellas tener romance en sus vidas? O tal vez tenían pareja, pero me los ocultaron para que no me sintiera excluida. Cuanto más pensaba en esa posibilidad, más probable parecía… y más triste me hacía sentir.

“Entonces… ¿ninguna de ustedes tiene algún romance?” Pedí satisfacer mi curiosidad.

Si realmente estaban escondiendo sus historias de amor por consideración a mí, quería que se detuvieran. Solo quería hablar sobre el romance como otras chicas de mi edad.

Me costó un poco de valor preguntarlo directamente, pero todas me miraron e inclinaron la cabeza, pensando en silencio.

¿Realmente no tienen ninguno? ¿O me lo están ocultando?

 “M-Mary, quiero decir, eres el centro de todos los bailes a los que vas… ¡Debes tener muchos chicos acercándose a ti!”

“… ¿Chicos acercándoseme?”

***

La mirada de Katarina me había puesto en el lugar.

“Pero ya estoy comprometida con el Príncipe Alan…”

“Sí, pero ¿nunca se te ha acercado un chico impresionante en un baile?”

“… ¿Un chico impresionante en un baile?”

Ahora que lo pensaba, algo así ocurría con bastante frecuencia, a pesar de que tenía un novio… Alan Stuart. Era sólo para mostrar, pero nadie, excepto el príncipe y yo, sabía de esto.

Fue apenas el año pasado que Alan, al darse cuenta de sus sentimientos por Katarina, sugirió que cancelemos nuestro compromiso. Esto no me sorprendió, ya que siempre supe que Alan era extremadamente sincero para un noble. Sin embargo, me negué y propuse que nos mantuviéramos formalmente comprometidos. No porque teníamos sentimientos el uno por el otro, sino porque era más conveniente dejar las cosas así.

Desde que se convirtió en mi prometido cuando teníamos ocho años, nunca me había disgustado Alan; en realidad, me gustaba mucho su personalidad honesta (que era un marcado contraste con la de su gemelo frío y calculador).

Pero nadie tenía un lugar tan grande como Katarina en mi corazón. Si no la  hubiera conocido, probablemente me hubiera enamorado de Alan, que era la persona más cercana a mí junto a mi familia, y felizmente me hubiera casado con él.

Sin embargo, había conocido a alguien único e irremplazable. Una chica que me cambió. Una chica que me salvó. Nunca antes había tenido sentimientos tan fuertes por nadie.

Por eso mantuve mi compromiso con Alan. Lo último que quería era casarme con alguien y ser forzado a separarme de Katarina.

A pesar de esto, por alguna razón, los jóvenes continuaban acercándose a mí de izquierda a derecha. Al principio estaba indignada, horrorizada de que incluso se acercaran a una chica que ya estaba comprometida. Pero después de asistir a muchos bailes, finalmente me di cuenta de que estas personas no eran como los hombres de las novelas de Sophia, que se enamoraban a primera vista y proponían matrimonio apasionadamente, tratando de alejarme de Alan. Sólo buscaban la emoción de la infidelidad.

En nuestra sociedad noble, eso estaba lejos de ser la excepción. Aunque esto estaba cambiando lentamente, la norma era que los hombres y mujeres jóvenes se vieran obligados a  casarse  por  razones  políticas,  a  menudo  con  alguien  a  quien  no  tenían  en cuenta.

Supusieron que esto significaba que una vez que habían cumplido con sus deberes al dar a luz a un heredero, podían jugar todo lo que quisieran. Los nobles eran mucho menos leales a sus parejas que los plebeyos.

Como alguien que, para mi disgusto, era considerada particularmente atractiva, era el blanco de los avances de muchos de estos nobles.

Otra razón para esto podría ser el hecho de que generalmente no estaba acompañada por Alan durante los bailes, a pesar de que debería haber sido mi escolta. (No era que se negaría si se lo pedía, pero asistir sola era más conveniente para husmear…).

Por lo general, simplemente esquivaba con gracia los avances que cualesquiera de esos mujeriegos intentaran hacer en mí, pero en el baile el otro día realmente me arriesgué a meterme en problemas…

En cierto baile, bastante grande, estaba cerca de su final.

“¡Ven y hazme compañía! ¡Sólo por un rato!”

“Gracias, pero no estoy interesada.”

Este joven, que recordaba a un matón estereotípico, se había acercado a mí tan insistentemente que tanto mi voz como la elección de las palabras se habían vuelto un poco ásperas por mi molestia. Sin darse cuenta de que, ya sea por la estupidez innata o por la cantidad de vino que había bebido, el chico continuó molestándome con su aliento apestando a alcohol. Y, lo que es peor, de alguna manera me había llevado a una esquina del pasillo sin nadie alrededor.

Esto no es bueno… Tal vez debería pisar su pie con mi tacón y correr…

 “Has llegado hasta aquí… podrías jugar conmigo, ¿no?” Dijo con una sonrisa espeluznante mientras me inmovilizaba contra una pared. Apenas podía moverme y estaba completamente aterrorizada.

“¿Qué crees que le estás haciendo a mi prometida?” Dijo Alan, heroicamente viniendo a mi rescate. Alejó a mi acosador de mí y lo miró amenazadoramente. En respuesta, se quedó allí parado con la boca abierta, tratando de pensar en una excusa apropiada, antes de escapar tan rápido como pudo.

“¿Estás bien?” Alan me preguntó una vez que finalmente me sentí seguro.

Al mirarlo bien, vi que estaba sin aliento. Él debe haber corrido aquí para salvarme tan pronto como vio que yo estaba en problemas, pensé, y no pudo evitar una sonrisa.

“Gracias.” Le dije, a lo que él se sonrojó, se apartó de mí y gruñó una respuesta.

Tal vez era infantil, pero me alegraba tenerlo como mi prometido, aunque fuera sólo para mostrar. Y no le diría a nadie que, ese día, sentí algo por Alan que nunca antes había sentido.

En cuanto al acosador, lo hice sacar rápidamente de la sociedad noble.

Incluso buscando entre mis recuerdos, no podía encontrar ninguna historia romántica como las que Katarina estaba buscando.

“… No creo que haya tenido ningún episodio de ese tipo…” Dije, lo que hizo que Katarina se sintiera visiblemente decepcionada.

No sin una pizca de culpa, pasé el tema a la amiga que estaba sentada a mi lado.

“Sophia, ¿y tú?”

“¿Oh…? ¿Yo?”

***

“Sí, ¿y tú, Sophia?” Katarina me preguntó con un brillo en los ojos.

“… Bueno, yo…” Si Mary, una dama entre las damas, no tenía ninguna historia que pudiera satisfacer a Katarina… ¿cómo podría tener una?

Para empezar, mi situación era algo diferente de la de mis amigas. Debido a mi cabello blanco y ojos rojos, siempre me habían visto como diferente, como una paria. Antes de darme cuenta, dejé de salir de casa por miedo a las miradas que la gente me arrojaría.

Fue sólo gracias a Katarina, que había elogiado mi cabello y mis ojos como hermosos, que comencé a salir nuevamente. Fue entonces cuando me di cuenta de que no todos me miraban con disgusto.

Eso no fue suficiente para deshacer por completo mis años de miedo, por supuesto, y todavía asistía a fiestas y bailes lo menos que podía. A diferencia de las bellas damas como Katarina o Mary, ningún chico guapo se acercaría a mí en un baile.

Hace sólo unos días, durante el baile de mis parientes…

Asistiendo a un baile por primera vez en mucho tiempo, estaba feliz de ser escoltada por mi querido hermano. Desafortunadamente, como todavía no estaba comprometido, era uno de los principales objetivos para las mujeres solteras. Tan pronto como entró en el pasillo fue secuestrado por un grupo de chicas ávidas, dejándome sola.

Normalmente Katarina o Mary estarían conmigo en los bailes, pero en este pequeño evento organizado por un conde relacionado con mi familia, no tenía amigos conmigo, excepto Nicol. La situación me puso extremadamente ansiosa; no me gustaban los lugares llenos de gente, no me gustaba hablar con personas que no conocía, y no tenía la personalidad sociable para conversar con cualquiera.

Quería irme a casa, pero acabábamos de llegar y no podía dejar solo a mi hermano. Así que me encontré una pared en la que apoyarme y lo esperé allí, inmóvil, esperando que nadie me viera.

En cierto sentido estaba disfrutando del baile. Miré a los otros hombres y mujeres jóvenes que interactúan y charlaban entre sí… cuando noté algo.

Alguien me estaba mirando. Era un grupo de chicos de mi edad sentados en una mesa lejos de donde yo estaba. Me estaban mirando mientras hablaban entre ellos. Al principio pensé que era sólo mi imaginación, pero nuestros ojos se encontraron algunas veces y me aseguré de que estaban hablando de mí.

¿Qué están diciendo? Desde esta distancia, parece que se están riendo. ¿Se están riendo de cómo me veo? Estoy acostumbrada a ese tipo de tratamiento; lo he recibido desde que era pequeña… Los recuerdos de mi infancia problemática resurgieron, matando a fondo cualquier diversión que podría haber tenido.

¡Debería irme a casa!, pensé, cuando uno de los muchachos de esa mesa se puso de pie y vino caminando hacia mí. Anticipando algún insulto en la línea de: “Alguien como tú no pertenece a un baile”, que había escuchado una y otra vez cuando era niña, todo mi cuerpo se tensó.

El chico me alcanzó, y para que pudiera ignorar cualquier cosa terrible que me dijera, comencé a pensar en la escena más dulce de mi novela romántica favorita. Entonces, si, aquella en la que el príncipe se enamora de la dama en el baile y le propone matrimonio en el acto. Fue algo así como…

“… Disculpe. A-Alguien tan hermosa como usted no tiene que quedarse sola junto a la pared. ¿B-Bailarías conmigo?”

Pude imaginar esa escena tan claramente que sentí como si el chico frente a mí en realidad la hubiera dicho. Mi imaginación es realmente increíble.

Pero, por mucho que me hubiera gustado, no podía seguir ignorando la realidad. Después de todo, ese chico todavía estaba parado frente a mí… pero ¿para qué? ¿Ya me había insultado? Estaba tan ocupada soñando despierta que ni siquiera lo había escuchado.

Su rostro estaba sorprendentemente rojo. ¿Está enfermo…?

“¿Te sientes mal…?” Traté de decir, cuando mi hermano, que finalmente se había liberado del enjambre de fanáticos, regresó con una expresión de preocupación.

“… ¿No le responderás?” Él me preguntó.

“¿Responderle? ¿Responderle qué?” Pregunte. Cuando el chico de antes escuchó esto, su rostro cayó y rápidamente se retiró del pasillo. “Me pregunto qué le pasaba…”

Nicol me pidió que contara lo que había sucedido hasta ahora, y le expliqué que había estado fingiendo ser un mueble cuando se me acercaron y, temiendo que me insultaran, comencé a soñar despierta (muy vívidamente) para protegerme.

“Supongo que debo culpar a la influencia de Katarina por esto.” Suspiró mi hermano.

No tenía idea de qué estaba hablando, pero estaba feliz de que Katarina me hubiera influenciado de alguna manera.

Intenté buscar en mis recuerdos, incluido ese baile, alguna historia romántica. Pero, desafortunadamente, no pude encontrar nada.

“… Me temo que no tengo nada…” Le dije a Katarina decepcionada.

Pero si había una chica que estaba segura que tendría una historia así, era la bella, popular y talentosa María.

“María, ¿qué hay de ti?”

“¿Oh…? ¿Yo?”

***

“¡Sí! ¡Una chica tan linda como tú, debe ser abordada por chicos todo el tiempo!” Dijo Katarina, emocionada.

“… Ese no es realmente el caso…” Murmuré, luchando por encontrar una respuesta.

Como plebeya, era diferente de los nobles que me rodeaban. No asistía a bailes como lo hacían mis amigos, por lo que en primer lugar no tenía la oportunidad de tener encuentros románticos. Un plebeyo normal tendría tales oportunidades en la escuela o el trabajo, pero debido a mis poderes mágicos, siempre me destacaba… tanto que no tenía amigos, y mucho menos intereses amorosos.

Ahora, charlar felizmente con mis maravillosos amigos se sentía como un gran milagro que realmente no pensé en encontrar un novio. Por supuesto, como la única plebeya en la academia, los chicos nobles nunca me tomarían en cuenta.

No era que no me interesara el amor; disfrutaba leyendo las historias románticas en las novelas que mis amigas me recomendaban, y pensé que ser parte de una sería algo maravilloso. Pero estaba tan feliz con mi vida que apenas tenía ganas de pedir más.

Hace sólo un año, tuve que soportar la intimidación y los insultos. Pero ahora que tenía a Katarina y a los demás para protegerme, ya no tenía nada que temer. Todos eran nobles de alto rango, y todos estaban entusiasmados de estar a mi lado, especialmente Katarina. Era como el héroe de un libro, salvando a una damisela atormentada… Donde antes había matones, ahora había más y más personas amables.

Un día, me había quedado en el aula después de la lección para hacer una pregunta sobre algo que no había entendido. Después de eso, la profesora me pidió ayuda para llevar algunas cosas pesadas al dormitorio. Estuve de acuerdo sin pensarlo dos veces, pero después de un rato pude sentir mis brazos cansarse. Lamenté aceptar la tarea incondicionalmente… Debería haberle dicho a la profesora que solo podía llevar la mitad de una vez.

“Hey, ¿qué haces con eso?” Preguntó alguien detrás de mí.

Me di vuelta para ver a un chico de mi clase. “Me pidieron que llevara esto al dormitorio…” Respondí, y él silenciosamente me quitó el peso de las manos y comenzó a caminar hacia los dormitorios. Todo esto sucedió tan rápido que estaba completamente confundida y corrí tras él.

“D-Disculpa…”

“Al dormitorio, ¿verdad?”

“Si, gracias.”

Casi nunca había hablado con él y, sin embargo, era muy amable conmigo. Le agradecí con una sonrisa y murmuró sin rodeos: “Claro.”

Caminamos juntos por un tiempo, y me ofrecí para al menos llevar algunas de esas cosas pesadas, pero él se negó. Justo cuando nos acercamos al dormitorio, de repente me hizo una pregunta.

“Dime, María, ¿estás… estás viendo a alguien en el consejo estudiantil?”

“¿Viendo a alguien? ¿Qué quieres decir?”

“Como, ya sabes, salir con alguien…” Explicó, sonrojándose.

“¡¿S-Salir con alguien?! N-No, no hago nada así…” Respondí con nerviosa sorpresa.

“Ya veo…” Murmuró para sí mismo, y luego continuó, caminando más rápido que antes.

En realidad, no había sido el primer chico que últimamente había sido tan amable conmigo. Algunos me ayudarían a cargar cosas pesadas, al igual que él, algunos me ayudarían con mis deberes del consejo estudiantil… Todos me ayudarían y luego desaparecerían.

Se me ocurrió una teoría de por qué estaba sucediendo esto: Katarina y los demás en el consejo estudiantil eran muy amables, y como representaban a toda la academia, los otros estudiantes fueron influenciados por ellos.

No sólo mis amigos, que ahora estaban en su segundo año en el consejo estudiantil, eran personas maravillosas, sino que incluso mejoraron a quienes los rodeaban…

Traté de buscar en mis recuerdos cualquier cosa que pudiera ser interesante, pero, desafortunadamente…

“No creo tener ninguna historia como esa. Lo siento, Katarina.” Me disculpé.

“¡No hay razón para disculparse! ¡No es un problema en absoluto!” Ella se apresuró a decir.

***

Después de escuchar las respuestas de Mary, Sophia y María, sólo pude suspirar.

Pensé que sólo estaban siendo consideradas al guardar silencio sobre sus vidas románticas, pero resultaba que realmente estaban en el mismo barco que yo… lo que todavía, de alguna manera, me alegraba que al menos no estuviera sola. Si estas tres bellezas no podían encontrar ningún amor, tenía sentido que yo, con mi cara de villana, tampoco pudiera.

Una damisela en apuros era salvada por un héroe que se apresuraba a salvarla, una propuesta de alguien que se enamoraba a primera vista en un baile, alguien amada por un ejército de chicos y luego era tratada amablemente por todos con historias que tienen sentido en una novela, pero era demasiado poco realista para que sucediese fuera de los libros. Lo mejor que podíamos hacer aquí era reunirnos y hablar de romance.

Me sentía aliviada al saber que todas las que me rodeaban eran tan desafortunadas con el amor como yo. Mañana podría concentrar mi energía en atender mi campo, como de costumbre, mientras las parejas pasaban.

Satisfecha, me comí otra galleta.