Youkoso Jitsuryoku Shijou Shugi no Kyoushitsu e

Volumen 11.5

Capítulo 4: De un Hermano para una Hermana

Parte 1

El segundo día, 31 de marzo.

Para mí, este es un día especial que finalmente ha llegado.

Así es, es el día en que el mayor de los Horikita se embarca en su próximo viaje.

Acordamos reunirnos al mediodía. Llegué temprano, como siempre, y me dirigí a la entrada principal de la escuela.

Parecía haber cumplido su palabra y no le había dicho a nadie más que se iba. No había nadie alrededor, excepto yo.

Mis ojos se dirigieron a las figuras de los estudiantes que se dirigían al centro comercial Keyaki, mientras esperaba en silencio su llegada.

Hace un año, llegué a esta escuela por esta misma entrada.

Aunque se puede pasar el rato cerca de aquí de vez en cuando, este no es un lugar al que la gente asista a menudo.

Si se trataba de una actividad del club o de un examen especial, podías tomar el autobús que pasa por aquí. Aun así, si querías cruzar la entrada, tenía que ser porque te habías graduado o te habían expulsado.

Como no podías repetir año, una de esas dos situaciones inevitablemente ocurría en los 3 años.

—He estado pensando mucho en esto recientemente.

Era casi el comienzo del segundo año.

Reflexioné sobre mi cambio de actitud, y fue como si me hubiera convertido en una persona diferente.

Sólo 20 minutos antes de la hora acordada, el hermano de Horikita finalmente llegó.

Después de confirmar que era yo, el mayor de los Horikita miró ligeramente el área que me rodeaba. Era obvio lo que estaba buscando.

—Desafortunadamente, tu hermana no está aquí todavía.

—Ese parece ser el caso.

La hora actual es las 11:40 AM.

No era demasiado tarde. Pero considerando que no quedaba mucho tiempo, ella debería haber llegado antes.

Pensé en la charla de ayer con Ichinose.

Recordé cómo se veía Horikita mientras hacía lo que tenía que hacer en ese momento.

¿Estaba pasando algo?

—La llamaré.

Sugerí esto. Si fuera yo quien la llamara, el mayor de los Horikita estaría de acuerdo con ello.

Aunque, eso fue lo que pensé…

—Está bien, no hay necesidad.

El Horikita mayor me detuvo suavemente con su mano, impidiéndome hacerlo.

—Si no se sintiera bien, me habría contactado previamente.

—Podría estar durmiendo demasiado.

Aunque eso era improbable, todavía mencioné esa posibilidad.

—Si ese es el caso, no hay necesidad de despertarla.

Decía que si se hubiera quedado dormida en una ocasión tan importante, no valdría la pena mencionarla.

A pesar de que era su último día, su actitud era la misma de siempre.

—¡Oh bueno! No debería haber ningún problema. Después de todo, todavía hay tiempo.

Puede que esté nerviosa quedándose en su habitación hasta el último momento, por el hecho de que es su hermano con el que se va a encontrar.

—Por ahora no hablemos de eso. No esperaba que vinieras tan pronto.

—Pensé que también vendrías temprano.

Acordamos reunirnos al mediodía.

Había tiempo más que suficiente antes de que el autobús partiera.

Pero para su despedida final, esperaba que los hermanos Horikita tuvieran una larga charla.

Y por eso, como era de esperar, el mayor de los Horikita llegó 20 minutos antes.

Lo que ambos no esperábamos era que la Horikita más joven, que debería haber sido el personaje central aquí, no hubiera llegado todavía.

De todos modos, como ella no había llegado, sólo podíamos hablar de cosas relacionadas con nosotros dos.

Era una pérdida de tiempo si no se decía nada, y esperábamos a que pasara el tiempo.

Después de pensar un poco, mencioné algo que me empezó a importar recientemente.

—Lo siento. Si hubiera podido hacer más por ti cuando estabas en el consejo estudiantil…

El mayor de los Horikita discutió conmigo cómo impedir que Nagumo hiciera lo que quisiera.

Sin embargo, en ese momento, debido a mi deseo de vivir una vida pacífica, no acepté su petición.

Aunque me presentó al Vicepresidente Kiriyama, nuestra relación terminó allí.

Como resultado, hasta el día de hoy, Kiriyama todavía no tenía ningún plan para actuar.

—Esa era mi responsabilidad. Fue mi culpa imponerte todo, así que no te preocupes.

Para el mayor de los Horikita, esta escuela era ahora una cosa del pasado.

Cómo se vería la escuela más tarde, Horikita no necesitaba preocuparse.

—Pero todavía te daré este último consejo. Siempre he adoptado una actitud firme con respecto a las reglas de la escuela. A pesar de que es una meritocracia, las clases de menor rango todavía tienen una oportunidad de victoria. De ninguna manera es una lucha fácil para todas clases.

—No creo que sea muy razonable considerando el hecho de que has permanecido en la clase A durante tres años enteros.

—Sin embargo, creo que la mayoría de los estudiantes no han notado la esencia de ese hecho. Por supuesto, muchas cosas pueden ser mejoradas por parte de la escuela. Pero sólo hay que mirar al pasado para entender que no importa si fue el examen de la isla desierta o el examen de fin de año, siempre hay una oportunidad para las clases bajas de vencer a las clases altas.

Se necesitaba competencia no sólo en los exámenes escritos, sino también en los exámenes especiales.

En el examen de la isla desierta, mientras estuviéramos unidos, derrotar a la clase A y B no era difícil.

Lo mismo ocurría en el examen de fin de año. Aunque la suerte era un factor, también era una prueba de que una clase inferior podía ganar.

—La suerte determina en gran medida la victoria o la derrota para los inmaduros estudiantes de primer año de las clases bajas para derrotar a las clases altas. Pero… también es difícil para las clases altas aceptar eso. Ese es uno de los elementos que es irritante.

Si la escuela fuera demasiado considerada con los niveles inferiores, los niveles superiores estarían insatisfechos.

Sin mencionar el método de utilizar 20 millones de puntos privados para subir de clase, el sistema de la escuela se basa en que las clases luchen entre ellas para subir de rango, y por lo tanto, es una estructura que no ignora a los estudiantes con bajas habilidades.

No importa qué clase sea, hay estudiantes sobresalientes, así como estudiantes de un nivel inferior al suyo.

Nagumo, que había experimentado un año de estos exámenes, tuvo una idea.

Era crear un sistema que favoreciera a los poderosos, permitiendo ganar a las personas con su propia fuerza personal.

El fuerte seguiría subiendo, mientras que el débil seguiría bajando.

—Tal vez lo que Nagumo quiere hacer no está necesariamente mal.

Habría gente que no estaría satisfecha con ello, pero también habría muchos estudiantes que lo aprobarían.

La mayoría de los actuales alumnos de segundo año estarían de acuerdo con ello.

Por supuesto, no todos estaban de acuerdo de corazón.

Impulsados por las tendencias que los rodean, el número de estudiantes que estén de acuerdo porque no tienen otra opción será alto.

Si cada persona tuviera fuertes habilidades, entonces todas las clases se verían envueltas en una feroz competencia.

—¿Hay una gran diferencia entre los de 2º año? Quiero decir en términos de puntos de clase.

—La hay. La clase A de Nagumo tuvo 1491 puntos en marzo, la clase B 889, la clase C 280 y la clase D 76 puntos.

Considerando que sólo quedaba un año, la clase A ya estaba en una situación estable.

Así que bajo esas circunstancias, Nagumo fue lo suficientemente audaz como para seguir adelante con una propuesta para ayudar a las clases bajas.

Con sólo 76 puntos en su haber, la situación de la Clase D sería imposible de revertir.

—Hay mucha gente que está de acuerdo con él. Si no pueden ganar con toda la clase, la gente que quiere ir a la clase A sólo tiene la esperanza de un sistema que les permita ganar con su propio poder.

—Ese podría ser el caso. Pero el enfoque de Nagumo dejaría a muchas personas en desgracia.

Si te vuelves demasiado poderoso e individualista, tus compañeros de clase sospecharán demasiado de ti.

Y entonces todos a tu alrededor se convertirán en enemigos.

El Horikita mayor, no, Horikita Manabu todavía creía que la cooperación dentro del sistema conocido como clase era siempre necesaria.

Este es el tipo de sistema que se había seleccionado después de considerar claramente lo que el futuro nos depararía.

—¿No es lo mismo con el sistema actual? Las tres clases fuera de la Clase A son todas desafortunadas.

Sólo podíamos imaginarnos cuál sería el sistema ideal de Nagumo.

Si el sistema de victoria individual se implementa y se establece con éxito, puede ser beneficioso para las clases que ya no tienen 40 estudiantes.

—Exactamente. Así que es como…

Tan pronto como empecé a hablar, el mayor de los Horikita intervino.

—Usar los puntos privados colectivos de la clase B y más abajo, y usarlos para apostar sobre quién tiene derecho a ascender a la clase A.

Como él tenía los mismos pensamientos que yo, asentí con la cabeza.

Si ignoramos a los estudiantes expulsados, había 120 estudiantes de la clase B a la D.

Si juntan sus puntos personales, fácilmente excederían los 20 millones de puntos.

Incluso era posible llegar a 40 o incluso 60 millones de puntos privados.

Por supuesto, no todos estarían de acuerdo en participar en esa apuesta.

Aunque no sé cómo ha cambiado el sistema ahora, hasta hace poco podíamos cobrar estos puntos privados en la graduación.

Incluso si estabas en la clase D, mientras tuvieras suficiente dinero después de graduarte, habría algunos estudiantes a los que ya no les importaría.

Si realmente había gente con dinero que cumplía las condiciones, sería mejor para ellos elegir participar.

De todos modos, si la victoria de la clase no era posible, apostar con los puntos como último recurso no era algo malo.

Aumentaría el número de estudiantes que entran en la clase A.

Para el año académico que tenía la mayor brecha entre la clase A y las clases inferiores, era la última oportunidad de lograr ese sueño.

—¿No sucedió eso en tu grado?

—Sería un poco engañoso si dijera que esta idea no surgió. Pero no ocurrió. Debido a que las clases A y B competían constantemente, las clases C y D no ganaron suficientes puntos.

Pensé en el momento en que entré en contacto con los de 3º año de la clase D justo después de inscribirme, cuando estaban en una posición incómoda en términos de puntos.

Si una clase perdía continuamente, se hacía cada vez más difícil ganar puntos privados. No era nada bueno pasar varios meses con 0 puntos privados.

—Si es sólo hasta este punto, no tendrá tanto impacto. Sin embargo, si los planes de Nagumo significan que incluso su clase A se verá afectada, sus compañeros también estarán en peligro.

De esta manera, los estudiantes que no tenían fuerza en la clase A tenían el riesgo de quedarse atrás. Este era el riesgo obvio.

En la clase A, si sólo Nagumo estaba dentro del rango seguro, entonces la meritocracia no sería apoyada por sus propios compañeros de clase.

Todas las clases deben ser tratadas de manera justa, ya sea la clase A o la clase D.

—Aunque no sé lo que pretende hacer, es una decisión que requiere coraje.

—Ese bastardo está aburrido con lo que se necesita para ganar como está esto ahora. Esa es seguramente la razón de todo esto. Unirse al consejo estudiantil fue sólo para matar el tiempo.

Nadie tendría derecho a expresar ninguna insatisfacción hacia él y su capacidad, que fue la base para que él ganara apoyo.

—Una clase es una comunidad con un destino compartido. No creo que este sistema deba romperse.

—Así que no estás de acuerdo con el enfoque de Nagumo.

Aunque no asintió con la cabeza, el Horikita mayor aceptó lo que dije de esa manera.

Aunque entendí lo que quería decir, ninguna de las dos partes podía considerarse correcta. Sin embargo…

—Planeo observar lo que Nagumo quiere hacer. Si realmente planea cambiar todo el grado, no, toda la escuela en una meritocracia, tendré que presenciarlo primero antes de hacer cualquier juicio.

Decidí contarle mis planes futuros sin ocultarlo.

—Así que eso es todo, ¿eh? Estás avanzando a un nivel más alto que yo.

—Me halagas.

Sólo significaba que no tenía intención de detener a Nagumo, así como no tenía medios para impedirlo.

No sería tan malo si me limitara a observar lo que Nagumo le haría a esta escuela.

Después de todo, los esfuerzos del mayor de los Horikita para defenderse de los ataques de Nagumo en su último año ya habían calado hondo en su cuerpo.

—No soy la persona que crees que soy.

—No, lo siento, pero no lo creo.

Frente a mi modestia, el Horikita mayor la rechazó con fuerza.

—En cualquier caso, parece que tu evaluación de mí no caerá.

—Si mi evaluación fuera a bajar, ya lo habría hecho.

Hablando de esto, el mayor de los Horikita no ha cambiado su evaluación de mí desde hace un año.

No importa lo que supiera y lo que no, su evaluación no cambió.

—Parece que no puedo entenderlo. Qué parte de mi cuerpo, qué factor esencial de él me permitió ganar tu aprobación.

¿Por qué pensó que yo era diferente de los otros estudiantes?

El mayor de los Horikita tenía información, que era mi calificación simulada de mi examen de ingreso, así como el breve enfrentamiento que tuvimos cuando traté de intervenir para salvar a su hermana.

Además de esos encuentros, mi velocidad de carrera se mostró a este hombre cuando corrí contra él en la carrera de relevos.

Pero en realidad, no conocía el verdadero alcance de mis estudios y mi actividad atlética.

—Creo que usando mi propia percepción e intuición, puedo entender la habilidad de mi oponente hasta cierto punto.

En lugar de decir que esto era específico, era más bien una forma abstracta de expresarlo.

Fue sorprendente que pudiera ser juzgado hasta este punto a través de ese método.

—Confiando en lo que llamas percepción, ¿cómo me veo? Quiero oír tu respuesta, como un regalo de despedida.

Como esto era interesante para mí, decidí preguntarle.

De hecho, quería saber qué tan similar era su evaluación de mí a mi propia autoevaluación.

El mayor de los Horikita seguramente responderá con honestidad.

—Sí. A mis ojos… —Después de una pausa, Horikita recordó lo que pensaba de mí durante el año anterior—. Has tergiversado enormemente mis predicciones basadas en mi experiencia en la vida hasta ahora. No importa dónde mire, no puedo encontrar ninguna deficiencia en tus estrategias. Aparte de tu ingenio estratégico, también tienes fuerza física. De todos los oponentes a los que me enfrenté, tú eres la única persona con la que no quiero pelear.

Otra evaluación exagerada. Si esta fuera sólo su evaluación perceptiva de mí, entonces sería más verdadera.

—¿Así que estás diciendo que me concedes la derrota?

—Eso es un asunto diferente. Incluso enfrentándose a un oponente perfecto, todavía hay posibilidades de ganar.

Me sentí aliviado después de escuchar la respuesta del mayor de los Horikita.

—Sin mencionar que los estudiantes compiten junto con sus clases. No importa cuán sobresaliente sea el individuo, debe haber un límite.

—Sí. Esta es la razón exacta por la que lo encuentro interesante.

—Ayanokouji. ¿En qué tipo de ambiente creciste? Estas habilidades definitivamente no son inherentes. Incluso si fuiste educado minuciosamente por tu familia, no es una tarea fácil llegar a ese territorio.

—¿No creciste también en un ambiente familiar poco común?

Una élite capaz de ser incluso presidente del consejo estudiantil debería poder entender cómo funciona la carrera hacia arriba.

—No importaba lo que fuera, no te darían nada, así de simple. También hubo un periodo de tiempo en el que me sentí angustiado, porque no estaba haciendo ningún progreso. Sin embargo, hice esfuerzos incesantes para superar todo esto. No importa si es desde la infancia hasta ahora, o desde ahora hasta el futuro.

Se mantuvo en la cima de todos sus esfuerzos combinados. Eso es lo que el Horikita mayor estaba diciendo.

—Basado en tu teoría, debería haber puesto más esfuerzo que lo que tú has puesto.

—…Sí.

Para vencer a una persona trabajadora, se necesitaba más esfuerzo.

Aunque esto no era todo, seguía siendo una respuesta.

Horikita sacó su teléfono y me mostró la pantalla que mostraba un número de teléfono.

Luego cambió la pantalla para mostrar otro número.

—Recuerda estos dos números. Uno es mío y el otro es de Tachibana. Si tienes algún problema después de graduarte, siempre puedes hablar con nosotros. Si no puedes recordar estos números, puedes guardarlo ahora, pero deberá ser borrado más tarde.

El contacto con la gente fuera de la escuela está prohibido. Si anoto el número descuidadamente, sólo me perjudicaría.

Asentí ligeramente para indicar que no había ningún problema, y guardé el número de 11 dígitos en mi cerebro.

Aunque me era imposible imaginar un día en el que se necesitaran esos números, no perdería nada con sólo memorizarlos.

—Aún no te he preguntado, ¿a dónde piensas ir después?

Como me dijo el número de Tachibana, ahora sabía que se mantendrían en contacto después de la graduación.

—Sobre eso…

Horikita, que estaba a punto de hablar, se detuvo después de confirmar la hora en su teléfono.

—Te lo contaré después de que te gradúes, ya casi es la hora.