Date A Live (NL)

Volumen 22

Capítulo 6: Hoshimiya Mukuro

Parte 2

—… Hmm…

Unos meses antes de que Beast apareciera en Ciudad Tenguu.

Mientras estaba sentado en el asiento trasero de un carro ligeramente temblante, Shido escuchó ocasionalmente ese mascullo.

Los murmureos venían de la chica sentada a su lado, Hoshimiya Mukuro. Tenía un rostro inocente con una estatura baja. Sin embargo, el cinturón de seguridad alrededor de su cuerpo no era capaz de suprimir su busto, viéndose como un rio fluyendo entre dos montañas… Para ser sinceros, era una vista problemática para los ojos de Shido.

Sin embargo, había cosas más importantes que eso. Desde hace un rato, Mukuro estaba respirando de manera inquieta, jugueteando con la parte trenzada de su cabello.

Largo… cabello que era muy largo. Tal vez si no estuviera alrededor de su cuello ahora mismo, era probable que su longitud llegara al suelo.

—Hmm… mmm…

Mukuro torció la punta de la trenza, soltándola como si lanzara el peso de una cadena. Viendo esos movimientos, Shido sonrió amargamente mientras hablaba.

—¿Estás bien, Mukuro?

—¡…! ¿Mun?

Oyendo las palabras de Shido, Mukuro amplió sus ojos sorprendida.

—¿Por qué la pregunta?

—No, has estado jugando desde hace rato con tu cabello. Así que me preguntaba si te sentías inquieta.

—Hmm…

Escuchando a Shido, Mukuro bajó la mirada hacia sus dedos.

—Nushi-sama está observando de cerca de Miku. Pero no hay de qué preocuparse. Está multado.

—¿Multado?

—…

A pesar de que Shido inclinó su cabeza, Mukuro no se dio cuenta del error en sus palabras.

Bueno, siempre es difícil admitir no estar bien. Shido sonrió mientras volteaba hacia adelante.

Entonces, ¿Cuánto tiempo pasó desde eso?

—Nushi-sama, Nushi-sama.

—¿Hm? ¿Qué pasa?

Al voltear por ser llamado por Mukuro, Mukuro estaba colocando su cabello debajo de su nariz.

—Bigote.

—¿¡Pfff!?

De repente, no pudo evitar reírse.

Sentada en el asiento del conductor, estaba la ingeniera de Ratatoskr, Shiizaki, quien los estaba viendo desde el espejo de retrovisor. El carro serpenteó ligeramente.

—Ah, tranquila, Mukuro. No tienes que estar tan nerviosa.

—¿Mun? ¿No está Muku relajada?

—…

Eso era claramente una mentira… No, tal vez Mukuro no estaba consciente, pero obviamente no era su yo de siempre. Sus ojos estaban vagando inquietamente, sus pies no paraban de temblar y ocasionalmente hacía bromas así.

… Aunque, esto puede ser justificable.

Después de todo, este carro, ahora mismo se dirigía a la ciudad donde Mukuro solía vivir.

—… Mun.

Mukuro colocó su mano sobre sus rodillas para contener sus pies temblantes.

No estaba muy al tanto, pero a juzgar por la respuesta de Shido, Mukuro estaba actualmente un poco inquieta. No era su intención preocuparlo. Mukuro tomó un profundo respiro para calmar su corazón.

Sin embargo, cuando pensó en el lugar al que iban, las palpitaciones se aceleraron más y más en contra de su voluntad.

—…

De acuerdo a la información de Ratatoskr, esta era la ciudad en la que los padres y la hermana mayor de Mukuro aún residían.

Padres y hermana no relacionados mediante una conexión de sangre. Una familia adoptiva que aceptó a la huérfana Mukuro.

Las personas irremplazables que le enseñaron a Mukuro el amor. Y, además el lugar que Mukuro rompió con sus propias manos.

Ahora, Mukuro estaba a punto de regresar a un lugar lleno de recuerdos y arrepentimientos.

—… Mukuro. A donde vamos, si no te sientes bien, podemos.

—Shido dijo con una mirada preocupada. Sin embargo, Mukuro sacudió lentamente su cabeza.

—Está bien ahora. Ahora mismo, está Nushi-sama.

Si, Mukuro ya no estaba sola. Estaba Shido quien dijo que se convertiría en su familia. Y había amigas con las que compartía la misma historia de ex- Espíritus. Es por eso que Mukuro decidió enfrentar su pasado hoy.

Cuando era joven, Mukuro, quien no tenía ningún pariente, fue recibida en la residencia Hoshimiya como una hija adoptiva.

Sus gentiles padres y su amada hermana. Rodeada por una familia maravillosa, vivía una vida llena de felicidad.

Cuando se derrumbó… cuando su hermana trajo una amiga que Mukuro no conocía.

Nada en especial ocurrió. Solo era eso. Pero para Mukuro, en ese tiempo, la presencia de esa amiga se sentía como un invasor que la había despojado de su amada hermana.

Fue entonces cuando. Es por eso que Phantom apareció ante Mukuro y la convirtió en un Espíritu.

Mukuro, quien había obtenido el poder del Ángel de la llave, Michael lo operó como deseó. Moldeó inocentemente el mundo a su alrededor para que sus padres y hermana solo la amaran a ella.

Pero, el uso de tal poder irrazonable fue descubierto inmediatamente por sus padres y hermana.

Su respuesta hacia Mukuro, quien ahora ejercía un poder que trascendía la lógica humana, fue… miedo y rechazo.

Pensándolo ahora, era fácil de entender. Una chica quien consideraban su hermana e hija se había transformado repentinamente en algo que no era humano. Su miedo no era sorpresa.

Sin embargo, la Mukuro de ese entonces no podía soportarlo.

Para Mukuro entonces, su familia era todo y ser rechazada por su familia significaba no menos que el colapso de su mundo entero.

Mukuro selló los recuerdos de sus padres y de su hermana con Michael y huyó al espacio donde nadie pudiera alcanzarla.

Eligió usar Michael en ella misma, bloqueando su corazón y divagando para siempre.

Elegir no querer, sentir o pensar en nada.

Sin embargo, todo en lo que se convirtió, fue en una individua silenciosa dando vueltas por el planeta como una piedra.

Un Espíritu ególatra y egoísta, así era la mujer llamada Hoshimiya Mukuro.

Pero unos años después. Esa Mukuro fue descubierta, una mano de ayuda apareció forzosamente para meterse en sus asuntos.

Ese fue Itsuka Shido, una parte de la actual familia de Mukuro.

—… Así que… ya está bien… Atravesaré lo que sea que pase.

—Mukuro…

—Cejas.

—¿¡Bffff!?

Mukuro susurró mientras presionaba las puntas de su cabello sobre sus ojos. Shido tosió fuertemente, el carro serpenteó otra vez.

—E-Eres…

—Lo siento, lo siento. Fue una broma.

Mukuro se rio un poco mientras hablaba, luego apretó su puño mientras miraba por la ventana.

El escenario de los días antiguos, volaba de izquierda a derecha. Era un área residencial suburbana. Las casas aquí se construyen más lentamente que en las áreas urbanas.

—… ¿Puedes parar por aquí?

Cuando el carro se aproximó a una colina, Mukuro habló. Shiizaki, quien estaba sentada en el asiento de conductor, aplicó lentamente los frenos mientras respondía rápidamente.

—¿Está bien aquí?

—Mun.

Mientras decía eso, se quitó el cinturón de seguridad y salió del auto. Shido la siguió, también dejando el carro junto con Mukuro.

—… ¿Hm? ¿Cuál es la casa de Mukuro?

Mientras preguntaba eso, Shido miró curiosamente alrededor. Debería de haber una, pero no había ninguna casa en el lugar que Mukuro pidió que se detuvieran.

—Por ahí.

Mukuro respondió brevemente mientras apuntaba a una casa que estaba a unos 100 metros.

Solo ese movimiento estaba marcado por una sensación de tensión… Un hogar nostálgico. Un jardín bien cuidado con muros viejos. El techo color azul oscuro tenía tragaluces que uno podría usar para salir.

Ah, sí. Aún podía recordarlo claramente. Con su hermana mayor, las dos solían treparse al techo para ver las estrellas.

—…

Recordando eso, el dedo apuntando a la casa empezó a temblar ligeramente. Su respiración se volvió agitada. El cabello alrededor de sus hombros estaba temblando.

—…

Luego, notando esto, Shido colocó silenciosamente su mano sobre el hombro de Mukuro. La sensación cálida restauró su calma.

—… Lo siento, Nushi-sama. Se supone que mis intenciones deberían de estar determinada.

—Ah vaya. Estoy en las mismas.

Mientras decía eso, Shido soltó una pequeña risa. Hablando de eso, al igual que Mukuro, Shido también era un huérfano, uno que fue adoptado por la familia Itsuka bueno, en el caso de Shido, la situación era un poco más complicada.

Y…

—¡…!

Los hombros de Mukuro saltaron de repente, volteando a su mirada hacia la casa y apartando la mirada de Shido.

—De repente, las puertas de la casa se abrieron, y desde ahí, tres figuras emergieron.

Uno de ellos, era un hombre en sus cincuentas. La otra era una mujer gentil que se veía casi de la misma edad que el hombre.

Y a lo último había una mujer alta en sus veintes con rasgos faciales regulares.

—Ah…

Una pequeña voz escapó de su garganta. Sin duda, no había error.

Todos se veían un poco más grandes, pero esto era definitivamente.

—Eran los padres y hermana que recibieron en una ocasión a Mukuro.

—Padre… madre… her… mana…

¿Era día libre hoy? Todos estaban vestidos con ropas normales y platicando de manera casual.

Ciertamente, debe de haber planeado ir de compras. Era una familia feliz sin importar cómo se viera.

—Ah… ah, ah… Viendo eso.

Mukuro cayó sobre sus rodillas sollozando ligeramente.

—¡…! ¡Mukuro! ¿¡Estás bien!?

Viendo la respuesta de Mukuro, Shido se arrodilló preocupado.

Pero no podía detenerlo. No paraba. Las lágrimas rebosaban de sus ojos, goteando y cayendo sobre el suelo. Sus mejillas estaban enrojecidas, su nariz estaba obstruida, el sonido de un gruñido salía de su garganta.

Pero esto no era algo que podría ser descrito como un lamento. No se debía a una tristeza o un arrepentimiento.

Si, era satisfacción lo que llenaba los pulmones de Mukuro actualmente…

—… Gracias a dios… Era un alivio.

Ah, con sus padres y su hermana enfrente de ella, Mukuro finalmente se dio cuenta.

Estaba asustada. Era aterrador y era inevitable.

Hace unos años, los recuerdos sobre Mukuro de su antigua familia fueron selladas con el poder de su Ángel.

El error que cometió, tal vez le trajo desgracia a su amada familia, todo este tiempo tuvo miedo de eso.

Era una consternación tan grande, que, incluso si le preguntaba a Kotori sobre el estado actual de la familia Hoshimiya, no la eliminaría por completo.

Sin embargo, la actual familia Hoshimiya estaba frente a sus ojos, incluso si estaban un poco más viejos, era la misma familia feliz de los recuerdos de Mukuro.

—En serio… gracias a dios…

—Mukuro…

Debido a las palabras y expresión de Mukuro, era fácil adivinar sus verdaderos sentimientos. Shido acarició gentilmente su espalda. Mukuro agarró el borde de las mangas de Shido y las apretó fuertemente.

—… Hey, ¡Mukuro-chan, Shido-kun! ¡Tienen que apurarse! ¿¡No se está yendo tu familia!? ¡Y viniste hasta aquí para verlos!

Luego, Shiizaki apresuró a Mukuro y Shido desde atrás.

Así es, justo como dijo, los padres y hermana de Mukuro estaban entrando al carro. Incidentalmente, quien estaba conduciendo era su hermana mayor. Ah,

¿obtuvo su licencia de manejo? Mukuro recordó una extraña sensación.

—… Está bien.

Mukuro tomó un profundo aliento, limpiándose las lágrimas con el reverso de su mano mientras se levantaba lentamente.

—Están viviendo felizmente… Solo saber eso está bien. Continuó viendo a su familia a lo lejos.

—Si esta armonía es causada por haber olvidado a Muku, entonces no debería de entrometerme.

Con la muerte de Mio, los poderes de todos los Espíritus habían desaparecido. Michael, el Ángel de la llave portado por Mukuro, no era excepción.

Sin embargo, de acuerdo a Kotori, solo porque un Ángel haya desaparecido no significa que algo transformado por el poder de un Ángel se revertirá inmediatamente. Al igual que las masas manipuladas por la voz de Miku, es probable que la familia de Mukuro aún no recuerde a Mukuro.

Pero, también se ha mostrado en algunas ocasiones que una llave se puede usar para desbloquearlos. En este caso ser confrontados por Mukuro podría causar que los recuerdos “bloqueados” se desbloqueen en ese instante.

—Eso… ¿estás segura de lo que quieres?

—Si, está bien.

Mukuro dijo mientras ondeaba su mano hacia el carro de su familia que estaba partiendo.

Luego, mientras esperaba a que esa figura desapareciera, hizo un gran gesto mientras tomaba un gran respiro.

—Hmm…

Hubo una sensación de la energía difuminándose por todo su cuerpo. Mukuro alzó su rostro hacia el cielo, desatando la trenza sobre sus hombros y dio pasos como si bailara.

Hermoso cabello dorado revoloteando contra el viento y resplandeciendo brillantemente por la luz del sol.

La cosa más importante para Mukuro, era cómo su hermana mayor la alabó por tener un hermoso cabello.

—… Fu.

Mukuro lo vio de reojo, relajando sus mejillas mientras volteaba a ver a Shido.

—Nushi-sama. Cualquier cosa similar a tijeras está bien. ¿Tienes algo con que cortar?

—¿Huh?

Cuando Shido amplió sus ojos, pensó por un momento antes de abrir la puerta del carro para sacar un pequeño cuchillo de una caja.

—Esto es todo lo que tenemos…

—Eso es más que adecuado.

Mukuro asintió ligeramente y lo recibió. La hoja hizo un sonido de whish, al extenderse.

—Mun.

Ató su cabello apropiadamente largo y lo cortó en un instante.

—Qué…

—¿¡Ehh!?

Tanto Shido como Shiizaki soltaron un grito sorprendido.

Mukuro se rio un poco, como si encontrara sus expresiones extrañamente cómicas.

—¿Fue eso sorpresivo? ¿No fue Nushi-sama informado? Muku cortará su cabello.

—Bueno… si, pero… ¿está bien? Esa fue una decisión muy atrevida.

—Está bien.

Mukuro, con una brillante expresión, miró la carretera de donde había partido su familia.

Al pedirle a Nushi.sama que cortara mi cabello, Muku seguramente seguía perdida en algún lugar de mi corazón… Pero, al ver a Ane-sama hoy, la decisión fue finalmente tomada.

Tuvo la determinación para convertirse en una nueva Mukuro y nunca aparecer frente a su familia nunca más.

Si esa decisión no mostraba su determinación, entonces nada más que conociera lo hará.

—Ya veo.

Aunque Shido se veía dudoso por unos momentos, pronto dijo esas palabras tras relajar sus mejillas.

Las palabras de Shido eran gentiles. Tal vez había algún punto para que Mukuro eligiera no encontrarse con su familia. Pero, aun así, tenía que respetar la decisión de Mukuro.

Fueron palabras extremadamente breves. Pero, consciente de su consternación, Mukuro le sonrió a Shido.

—Hmm… pero no será suficiente con mis habilidades. ¿Arreglarás esto por mí al regresar a casa?

Cuando Mukuro dijo eso, Shido hizo una breve pausa antes de responder…

—Ah, déjamelo a mí. Te haré la chica más hermosa del mundo. Sonriendo repentinamente, respondió.