Arifureta Shokugyou de Sekai Saikyou (NL)

Short Stories

Capítulo 1: Recopilación De Desviación

Parte 25: Un Delicioso “Algo”

Había una tensión nerviosa en el aire en cierto muelle en la carretera.

“¡Hmmmhmmmmmmm! ¡Destrúyelos, córtalos, rómpelos!”

“¿Gheajoiuhjajoiwawjoiajaaaaaaah!?”

Shea tarareaba alegremente para sí misma mientras cocinaba, aunque las palabras que tarareaba eran bastante siniestras. El grito venía de la tabla de cortar donde un pez… o más bien una cosa extraña estaba tirada. Técnicamente, el cuerpo de un metro de largo de la criatura era el de un pez. Pero había una parte del mismo que hacía difícil pensar en él como un pez. Específicamente, su cabeza. Que se parecía a la cabeza de una vaca. Pero a diferencia de una vaca, tenía los ojos inyectados en sangre y la lengua de un camaleón. Además, un centenar de diminutas patas sobresalían de la mitad inferior del pez, como un ciempiés.

Mientras el grupo descansaba cerca del manantial, las orejas de Shea se levantaron de repente y ella murmuró “¿Hmm? ¿Es este el legendario manjar del bosque que percibo?” Un segundo más tarde había tomado un guijarro y lo había lanzado al manantial. Había tenido un pensamiento sombrío cuando el guijarro golpeó algo, entonces esta extraña criatura parecida a un pez había flotado hasta la superficie.

“¡Eres una de las hadas que viven en los manantiales del bosque! ¡Una de esas hadas muy, muy deliciosas! ¿Qué estás haciendo aquí? Oh bueno, a quién le importa. ¡Todo lo que importa es que eres deliciosa!”

El terrorífico “hada del bosque” movía sus patas de ciempiés, sus ojos inyectados en sangre se abrían de par en par con terror. Pero Shea no tuvo piedad y comenzó a cocinar. Cada vez que ella cortaba una de las escamas de la cosa marina con su cuchillo, ésta gritaba en agonía. La sangre salía de sus heridas abiertas, cubriendo las manos de Shea, pero no parecía preocuparse en lo más mínimo.

“H-Hey, Yue…” Susurró Hajime.

“¿Es así como se ven todas las hadas en este mundo? Las hadas de las que he leído en la tierra parecen más… ya sabes, guapas y místicas y esas cosas.”

“Los cuentos de hadas que leí de niña decían que las hadas parecen niñas con alas… Creo que no son tan diferentes de las hadas de tu mundo. Al menos, estoy segura de que esa asquerosa criatura no es un hada”.

“Shea afirma que es delicioso, pero si me preguntas no parece apetitoso en lo más mínimo”, añadió Tio con un escalofrío.

Sorprendentemente, incluso Hajime se desanimó por la actitud de Shea. Naturalmente, Yue estaba aún más aterrada, como lo demuestra su rígida expresión. Ni siquiera Tio, la pervertida del lugar, podía mantener la cara seria. Sin embargo, Shea parecía no darse cuenta del asco de sus compañeros y continuó tarareando para sí misma mientras cocinaba.

“¡Tállalos, aplástalos, despellejalos!”

¿Qué sentido tiene aplastarlo?

 Hajime pensó para sí mismo con un escalofrío. Quería decirle algo a Shea, pero cuando vio lo feliz que estaba atormentando al pobre pescado con su cuchillo de cocina, no se atrevió a llamarla. La sonrisa en su cara estaba completamente en desacuerdo con la sangre y las tripas que volaban por todas partes.

“¡Incluso cuando le cortas la cabeza, sobrevive!”

“¡Nogyhoaijdhhodajhgoaaaaaaaaaaa!”

“¡Incluso cuando le sacas el corazón, se mueve!”

“¡Aghaejasoihaaaaaaaaaa!”

“Sus gritos son como música para tus oídos. ¡El condimento perfecto!”

“¡Rgajoiaghjahaaaaaaaaaaaaaaaa!”

Shea continuó cortando a través del pescado con perfecta precisión. En minutos, había sido fileteado. Había tanta sangre en la tabla de cortar que parecía que una gran batalla había tenido lugar encima.

“Oi”. ¿No gritó esa cosa, ¿”Sálvame”? No estoy imaginando cosas, ¿verdad? ¿Cómo es que sigue gritando después de ser cortado en pedazos, de todos modos?”

Esto fue lo más perturbador que Hajime había visto en su vida. Yue respondió, “No me preguntes… No he visto nada. No he oído nada. No sé nada”.

Hajime se giró y la encontró agachada en el suelo con los ojos cerrados y las dos manos sobre las orejas. No podía soportar ver a su hermana pequeña sustituta convertirse en un monstruo tan horrible. Mientras tanto, Tío, que tenía la mayor fortaleza mental de todos…

“Oh mira, una mariposa. Qué lindo…” estaba persiguiendo mariposas con una mirada vacía en su cara. ¿¡Qué carajo!? ¿No se supone que eres una sabia dragona de siglos de antigüedad? Hajime pensó desesperadamente para sí mismo. Pero no lo dijo en voz alta, porque entendía muy bien los sentimientos de Tío.

Habiendo terminado todo el trabajo de preparación, Shea sacó la estufa que Hajime había transmutado y subió la temperatura. Luego colocó un sartén chino sobre las llamas. Tendida en la tabla de cortar junto a la estufa estaba la cosa del pescado, que parecía completamente picado. A pesar de haber sido cortado en trozos tan finos que era difícil saber lo que había sido originalmente, todavía se movía ocasionalmente. Shea salteó algunas verduras dentro del sartén por unos minutos antes de agregar los trozos de la cosa de pescado, su delantal aún estaba cubierto de sangre y vísceras.

En el momento en que los trozos de carne golpearon la sartén…

“¡Hiyagjdiaodhjaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa! ¡calienteeeeeeee!”

“¡Oye, acaba de decir la palabra caliente ahí mismo! Es imposible, ¿verdad?”

Incapaz de soportar los gritos por más tiempo, Hajime finalmente se armó de valor para gritarle eso a Shea. Shea se giró hacia él, con una mirada confusa en su rostro. Su expresión podría haber sido linda si su mejilla no estuviera cubierta de salpicaduras de sangre y no tuviera un cuchillo en la mano.

“¿Qué estás diciendo, Hajime-san? No hay forma de que un pez pueda hablar como un humano…”

“JGOIASjgaoghahoaijshoasjhaoijhoaj! ¿Qué me estás haciendo?”

“¡Puede hablar con palabras humanas!”

“¡Espera, no, espera un segundo! ¡Acaba de decir algo otra vez! ¿No lo has oído? Decía: ‘¿Qué me estás haciendo?’ ¡Lo escuche claramente!”

“¿Eh? Hajime-san, creo que tú…”

“Oooooooooooooooooooooooooooooooooo! ¡Pagarás por esto! ¡Ooooooooooooooooo!”

“Sólo estás cansado”.

“¡No soy yo el que parece estar poseído! ¡Ese pez acaba de decir que nunca te va a perdonar ahora mismo! ¿Cómo puedes ignorar eso?”

Había un matiz de desesperación en la voz de Hajime ahora. Sin embargo, Shea lo miró con lástima y le dijo: “Sí, definitivamente estás cansado. No te preocupes, ¡mi cocina te dará la energía que necesitas!” Shea volvió a su trabajo con renovado vigor.

“Maldición, Shea ya fuiste demasiado lejos. ¡Quema esa extraña cosa de pescado hasta que no quede nada!”

“Entendido…”

A la señal de Hajime, Yue levantó la mano para invocar su Trueno Dracónico. Sin embargo-

“Yue-san, te dije antes que no desperdiciaras la comida, ¿verdad?”

“Ah, lo siento”.

Yue se postró ante Shea. Todavía recordaba vívidamente lo que había pasado la última vez que se había metido con la cocina del Shea.

“Ngh, parece que no tengo otra opción. ¡Tío, muéstrale el poder de los dragones! ¡Usa tu aliento!”

“¡Esperaba que usted fuera el próximo en ordenarme! No temas, mas…”

“Tío-san, ¿quieres morir?”

“Ah, lo siento”.

Tío se postró ante Shea. No había olvidado cómo Shea casi le había partido la cabeza con Drucken durante su primera pelea. Al darse cuenta de que tendría que confiar en sus propias habilidades, Hajime tomó una de sus granadas de mano.

“Aquí tienes, Hajime-san. Esto es un manjar en el Bosque de Haltina. ¡Come antes de que se enfríe!”

Pero llegó demasiado tarde. Shea ya había amontonado algunas cosas de pescado y verduras salteadas en su plato. Incluso después de ser fritos, los trozos de carne de la cosa de pescado todavía se movían. Hajime miró a Shea dudosamente. ‘¿De verdad quieres que me coma eso?’ parecía decir. Shea asintió, sonriendo. Viendo que Hajime seguía dudando, Shea murmuró, “Sheesh, eres tan pequeña”. Luego agarró un trozo de carne y se lo metió en la boca, diciendo: “¡Ves, es seguro!” Hajime ya estaba acostumbrado a comer carne cruda de monstruo, no podía permitirse el lujo de perder ante esta inútil conejita. A regañadientes, Hajime clavó un trozo de pescado en su tenedor. Yue y Tio miraban con inquietud cómo se llevaba la carne a la boca.

“…Mierda. ¡Esto está bueno!”

De hecho, estaba delicioso. Aunque curiosamente, la jugosa carne estaba teñida con el sabor del arrepentimiento.