Arifureta Shokugyou de Sekai Saikyou (NL)

Short Stories

Capítulo 1: Recopilación De Desviación

Parte 24: El Conejo Brillante Y El Chico De Hierro

El corazón de Hajime Nagumo estaba lleno de pánico y confusión. Estaba en lo profundo de una caverna escarpada iluminada por piedras verdes. Dicha caverna estaba muy por debajo de lo que la gente consideraba el Gran Laberinto de Orcus y lo que Hajime había llamado las profundidades del abismo. Hajime había llegado al laberinto con sus compañeros de clase y había caído aquí cuando uno de ellos lo había traicionado.

Milagrosamente, no había muerto en la caída. Determinado a escapar, se arrastró fuera del río en el que había caído y comenzó a caminar. Pero pronto, se encontró con un monstruo con  forma  de conejo mucho más poderoso que cualquier cosa que había enfrentado hasta ahora. Dicho monstruo había sido capaz de eliminar cuatro monstruos lobo que tenían el doble de su tamaño, usando nada más que sus anormalmente poderosas patas.

Todos los demás monstruos con los que Hajime había luchado, incluso el Behemoth, no eran nada comparados con esto. Si ese conejo lo encontraba, estaba muerto. Con el sudor frío cayendo por su cara, Hajime retrocedió lentamente.

Pero estaba tan nervioso que cometió un error fatal. Mientras retrocedía, su pie golpeó contra un guijarro. Cruzó el suelo, sonando más fuerte de lo que debería. Hajime se giró lentamente hacia el conejo. Naturalmente, este lo estaba mirando fijamente. Su pelaje blanco estaba entrecruzado con grotescas venas rojas que latían cada pocos segundos.

Ya viene. En el momento en que Hajime pensó eso, el conejo se lanzó hacia delante con un poderoso salto y levantó una de sus anormalmente gruesas patas en el aire. Hajime cerró los ojos, sin querer ver el momento de su muerte. Sin embargo-

“¿Eh…?”

El golpe que Hajime esperaba nunca llegó, por lo que abrió tímidamente los ojos. El conejo bajó su pierna levantada y le dio a Hajime una mirada desconcertada. Parecía confundido en cuanto a lo que era exactamente Hajime. Por supuesto, Hajime tampoco tenía ni idea de qué tipo de criatura era este conejo. Quería preguntar, pero estaba demasiado asustado para hacerlo.

“¿Mkyu? ¿Kyukyukyu?”

“¿Eh? ¿Qué?”

“Mkyukyu. ¿Kyuuumkyu?”

“U-Umm…”

Aunque no tenía ni idea de por qué este monstruo intentaba hablar con él, Hajime se sintió aliviado de no estar a punto de ser asesinado. Aún así, no tenía ni idea de lo que el monstruo estaba diciendo y su confusión permaneció. Intentó usar gestos con las manos para intentar explicar que había caído aquí y quería volver a la superficie.

“Mkyu”.

“Espera, ¿lo has entendido?”

Para sorpresa de Hajime, el conejo asintió con la cabeza. Un segundo después, el pelaje del conejo se paró de punta y se arremolinó. Cuando vio lo que se acercaba, soltó un gemido y dio unos pasos hacia atrás. Aún confundido, Hajime se giró para ver lo que el conejo estaba mirando. Un enorme monstruo se acercaba a ellos desde el extremo más alejado del corredor. Tenía cabello blanco y venas rojas como el conejo, pero su tamaño era totalmente diferente. Y parecía un oso. Pero a diferencia de un oso normal, sus brazos eran antinaturalmente largos.

Hajime se dio cuenta al instante de que estaba viendo la muerte en forma física. Aterrorizado, abrió la boca para gritar. Pero antes de que pudiera, sintió que algo suave lo rozaba.

“¿El conejo?”

De hecho, fue el conejo. Se puso de pie de forma protectora delante de Hajime, protegiéndolo del oso. Aunque era un monstruo, uno de los enemigos naturales de la humanidad. Esto no puede ser posible. Pero era posible. Hajime estaba viendo lo que pasaba delante de sus ojos. El conejo mantuvo sus ojos fijos en el Oso Garra, pero dobló sus orejas en dirección al pasaje directamente detrás de él.

“¿Me estás diciendo que huya?”

“Kyu”.

Parecía que sí. ¿Por qué me ayudas? La mente de Hajime estaba llena de preguntas, pero no había tiempo. El conejo chirrió de nuevo y Hajime volvió a sus sentidos. Se puso rápidamente en pie y empezó a correr. Detestando dejar escapar a su presa, el Oso Garra rugió y atacó. Se movía con una agilidad sorprendente alta para su tamaño. En segundos, había alcanzado al conejo. Rugió de nuevo y bajó una enorme pata. Sin embargo, el conejo había estado esperando el golpe y esquivó ágilmente hacia un lado. Aterrizó en la pared y rebotó en ella. Luego aterrizó detrás del Oso Garra y lanzó una patada baja a las piernas del enorme monstruo. Hubo un fuerte golpe cuando la patada impactó. Pero el Oso Garra era el monstruo más fuerte de este piso y no se derribaría tan fácilmente. La patada del conejo ni siquiera fue suficiente para hacerlo tambalear. En respuesta, el Oso Garra balanceó uno de sus brazos flacos hacia atrás. Agudas garras de viento golpearon al pequeño conejo.

“¡Kyuuuuuuuuuuuuu!”

Gritó de dolor cuando fue arrojado hacia atrás. Un segundo después golpeó la pared con un golpe repugnante. La sangre brotó de un enorme corte en su hombro mientras se deslizaba hacia en el suelo. Aunque había evitado recibir un golpe letal, el conejo no estaba en condiciones de luchar. El Oso Garra se acercó lentamente. Se acercó con una pata, confiando en que su comida ya no podría contraatacar. El conejo no tembló de miedo ni luchó por escapar. Ni siquiera apartó su mirada del Oso Garra. Si iba a morir, iba a morir con dignidad. Molesto por la mirada orgullosa del conejo, el Oso Garra rugió y levantó su pata para golpear al conejo más allá del reconocimiento.

“¡T-Transmutar!”

“¿Kyu?”

De repente, la pared detrás del conejo se derritió en un charco de lodo, y una mano se asomó para agarrarlo. Tanto el conejo como el Oso Garra quedaron completamente sorprendidos. Para cuando el oso recuperó el sentido, el conejo se había ido, y la pared había vuelto a su forma anterior. Sus aullidos de frustración resonaban por todo el suelo.

***

“¿Mkyu? ¿Mkyukyu?”

Dentro de la pequeña caverna, Hajime se había transmutado dentro de la pared, el joven intentaba desesperadamente tratar las heridas del conejo.

“Ummm… ¿por qué te salvé? ¿Es eso lo que estás preguntando?”

El conejo asintió con la cabeza. Hajime sonrió torpemente y respondió: “Jaja, no estoy seguro, de verdad. Pero pude ver que ese monstruo oso era muy fuerte y… que no serías capaz de vencerlo. Y cuando pensé en cómo te sacrificarías para salvarme, mi cuerpo se movió por sí solo.”

El conejo le dio a Hajime una mirada desconcertada, con sus ojos carmesí abiertos de par en par. Un segundo después, se dio cuenta de que el joven temblaba de miedo. Se estaba poniendo en un frente valiente, pero estaba aterrorizado. Considerando lo asustado que estaba Hajime de un monstruo más débil como el conejo, tenía sentido que se asustara mucho cuando se enfrentara a algo como el Oso Garra. Pero a pesar de su miedo, Hajime había vuelto a por el conejo. Por un monstruo que acababa de conocer. El monstruo había salvado a Hajime y eso era razón suficiente para que Hajime salvara al monstruo. A juzgar por el estado de shock de Hajime, el conejo dudaba de que fuera consciente de que era por eso por lo que lo había hecho.

“Kyu”.

“Ummm, ¿me estás agradeciendo? Ahaha, ¿realmente eres un monstruo?”

En un intento de tranquilizar a Hajime, el conejo le acarició el hombro con sus orejas. El gesto ayudó a Hajime a calmarse y sonrió débilmente.

Después, Hajime y el conejo tuvieron una larga conversación que incluía muchas señales de manos salvajes y lenguaje corporal. Finalmente, Hajime se puso en marcha buscando una forma de volver a la superficie. Sin querer separarse del chico, el conejo decidió acompañarlo. Después de muchos días de búsqueda infructuosa, Hajime y el conejo descubrieron algo. Una joya en lo profundo de la pared que emitía una luz azul pálida. Al examinarla, Hajime descubrió que almacenaba una cantidad increíblemente grande de maná, así como la capacidad de inculcar su maná en otros metales y minerales. No sólo eso, se movía de acuerdo a la voluntad de quien lo tocaba.

“Con esto… podríamos ser capaces de…”

“¿Mkyu?”

El conejo ladeó la cabeza, pero Hajime estaba demasiado emocionado para responder.

Finalmente había encontrado algo que podía usar.

***

Dos semanas después, una extraña pareja se enfrentó al monstruo más fuerte del piso, el Oso Garra. Uno de ellos era un conejo monstruo con extrañas grebas de metal en sus patas. El otro era un humano cubierto de pies a cabeza con una armadura, Hajime.

“Muy bien, conejo. ¡Matemos a este monstruo y salgamos de aquí!”

“¡Mkyuukyu! (¡Hagámoslo, compañero!)”

En algún momento de las últimas dos semanas, Hajime y el conejo fueron capaces de comunicarse perfectamente. Para sorpresa de todos, fue Hajime quien se movió primero. Hubo un estruendo metálico cuando un visor cubrió su cara. Un segundo después, las cuencas de los ojos de la visera comenzaron a brillar. La roca azul pálido situada en el centro de su coraza también comenzó a brillar, y Hajime sacó las manos. Olas de maná altamente comprimido salieron de sus palmas, disparando al desprevenido Oso Garra. El oso apenas pudo levantar los brazos para defenderse a tiempo. Pero la fuerza de las ondas de choque fue tan grande que le rompió los dos brazos y los dejó hechos un desastre.

Al ver una abertura, el conejo golpeó al oso por el costado. El oso usó uno de sus brazos rotos para golpear al conejo, pero el conejo se bloqueó con una pierna blindada. Mientras tanto, Hajime usó ondas de choque de maná de ambas palmas y ambas suelas para impulsarse en el aire y dar una voltereta detrás del oso. Al aterrizar, le dio un puñetazo en la espalda  al  oso.  El  oso  se  tambaleó  momentáneamente  y  el  conejo  aprovechó  la oportunidad para darle una patada circular. Cuando su pierna se acercó al oso, unas cuchillas afiladas salieron de sus grebas, rebanando el brazo del oso y cortándolo.

Gritando de dolor, el oso agitó salvajemente el brazo que le quedaba para intentar quitarse a Hajime y al conejo. Sin embargo, la armadura de hierro de Hajime lo protegió de los ataques del oso, mientras que el conejo se refugió detrás de él. Cuando Hajime vio una abertura en los ataques del oso, se adelantó y agarró el brazo del oso. Desde allí usó la propulsión de su traje de fuerza para arrancarle el brazo al oso. Al mismo tiempo, activó el núcleo del traje y disparó una ráfaga de maná desde su pecho, haciendo un gran agujero en el estómago del oso. El oso luchó por defenderse, pero sin sus brazos era impotente. El conejo saltó en el aire y lanzó una patada meteorito a la cabeza del oso. La patada aplastó el cráneo del oso, matándolo instantáneamente. La lucha llegó a un abrupto final y el silencio llenó el corredor. Hubo un zumbido agudo, mientras Hajime apagaba su traje. Caminó hacia el conejo y levantó la mano en alto. El conejo saltó y le dio un golpe con la pata, chocando los cinco.

“Esto lo demuestra. Ahora somos lo suficientemente fuertes para luchar. ¡Vamos, conejo!”

“¡Kyukyukuymkyu! (¡Te seguiré hasta los confines de la tierra, Iron Man!)”

El conejo saltó sobre el hombro de Hajime y los dos se abrieron camino hacia el abismo.

***

“Ese es el sueño que tuve anoche.”

“Y… ¿por eso hiciste esa armadura?”

Hajime estaba de pie en la sala de Oscar Orcus, vestido de pies a cabeza con una armadura de hierro. Yue lo miró exasperada, y él desvió la mirada. Aunque el traje de metal aumentaba las capacidades defensivas de Hajime, hacía imposible su estilo único de lucha con armas. No es de extrañar que Yue estuviera exasperada con su experimento. Sin embargo, la idea de superar las inconmensurables posibilidades de construir una armadura en una cueva le pareció genial a Hajime. Era, después de todo, un hombre.

“Quítatelo…”

“……”

El lenguaje corporal de Hajime dejó claro que prefería morir.

“Tienes un brazo de metal, ¿no es suficiente?” Yue preguntó tenazmente. Hajime cerró su visor en respuesta. Sus ojos brillaban amenazadores, desafiando a cualquiera que le hiciera quitarse el traje. Yue suspiró en respuesta. Se sentía como una hermana mayor tratando de mantener a su hermano menor bajo control. Un segundo después, sin embargo, se le ocurrió una idea. Sonrió seductoramente y se lamió los labios. Hajime se estremeció, y dio unos cuantos pasos hacia atrás. Escapar de repente parecía una buena idea.

“Bien, no te lo quites… Yo lo quitaré por ti.”

Después, Hajime hizo que Yue le quitara tanto su armadura como su ropa.