Arifureta Shokugyou de Sekai Saikyou (NL)

Short Stories

Capítulo 1: Recopilación De Desviación

Parte 12: Lección De Cocina De Shea

Un dedo delgado se abrió paso a través de una fruta roja madura. La fruta con forma de huevo se dividió repentinamente en rodajas redondas. Luego fue atacada por un viento fuerte y picada en finos pedazos. A diferencia de la mayoría de las frutas, su centro era hueco. El implacable viento golpeó los trozos de fruta hasta que no fueron más que polvo fino. Una hermosa chica, Yue, asintió con la cabeza satisfecha mientras miraba la fruta en polvo. Recogió el polvo y se dirigió sigilosamente a una olla que hervía a fuego lento. Con una leve sonrisa, se dispuso a echar el polvo en la olla, pero antes de que pudiera…

“¿Qué crees que estás haciendo, Yue-san?”

“¿¡Eh!?” Alguien la tomó del brazo. Temblando, miró a la dueña de la mano que la había agarrado.

“S-Shea…”

“Así es, soy Shea. Y me estoy cansando de que intentes añadir el veneno que llamas ‘originalidad’ a nuestra comida, Yue-san.” Normalmente era una coneja indefensa e inútil, pero en la actualidad la cara de Shea era sólo una máscara de ira. Yue gimoteó suavemente, mirando a cualquier lugar menos a Shea y comenzó a explicarse.

“Llamarlo Veneno es exagerado. Estoy segura de que esto hará que el plato sepa aún mejor…”

“¿Cuántas veces has dicho eso? ¿Y cuántas veces tus ideas han arruinado mi comida? ¡No hay nada más peligroso que una principiante experimentando con recetas!”

Como ella había sido de la realeza, Yue no tenía ni idea de cómo cocinar. Por eso, empezó a tomar lecciones de Shea, que era hábil en todo tipo de tareas domésticas. Sin embargo, sus intentos de experimentar con los platos de Shea habían terminado en fracaso. Al principio, Shea había soportado las payasadas de Yue. Supuso que Yue sólo quería impresionar a Hajime con algo que había hecho y lo dejó pasar. Sin embargo, los constantes intentos de Yue de hacer algo nuevo y su total desprecio por lo básico habían convertido a Shea de una coneja inútil a una coneja furiosa. Por eso las orejas de Shea se movían con rabia cuando miraba a Yue.

“Pero estoy segura de que esta vez funcionará. Estoy bastante segura de que a Hajime le encantará este sabor.”

” ‘Bastante segura’ no es suficiente. Además, es obvio que no hará nada para mejorar el sabor del plato. ¡Eso es fruta de garra del diablo! ¡Una pizca es suficiente para arruinar el sabor de la mayoría de los platos! ¿¡Entiendes ahora!?”

“Pero Hajime es el que se lo va a comer. Y le gusta la comida picante… Incluso ha comido carne de demonio antes, así que probablemente le gustará algo más estimulante.”

“¡Acabo de decir que las probabilidades y las bonitas garantías no son suficientes a la hora de cocinar!” Shea le abrió la mano a Yue por la fuerza y trató de tirar la fruta en polvo de la garra del diablo de Yue en una de sus bolsas de especias. Sin embargo, Yue se resistió con todas sus fuerzas. Shea comenzó a pellizcar las mejillas de Yue con su mano libre, tratando de que Yue la soltara, pero la fuerza de la coneja, de nivel tramposo, era demasiado para luchar contra ella y finalmente la soltó. Sin embargo, Shea había puesto demasiada fuerza en su mano.

“¿Nuwaaah? ¡La especia realmente hace honor a su nombre! Mis ojos, mi nariz…” Shea rodó por el suelo mientras se arañaba la cara. Yue miró hacia abajo nerviosamente mientras veía a Shea retorcerse de dolor. Normalmente, la fruta de garra del diablo necesitaba una preparación extensa antes de que pudiera ser usada en cualquier cosa, así que sólo tocarla era suficiente para quemar la piel de la gente. Sin embargo, la capacidad de regeneración automática de Yue le había permitido manejarla cruda sin muchas molestias, por lo que no se había dado cuenta de lo potente que era la fruta. Todo lo que había leído era que la fruta garra del diablo bien preparada era el condimento picante más exquisito que se podía añadir a un plato.

“¿S-Shea? ¿Estás bien?”

“¡Claro que no estoy bien! ¡Agua! ¡Limpia el residuo con agua, por favor!”

“Bien”. Yue lanzó un hechizo y un enorme torrente de agua apareció de la nada. Cualquier persona normal habría sido aplastada hasta la muerte por la fuerza de lo que era una verdadera cascada, pero Shea se arrodilló sobre el diluvio que se avecinaba, con los brazos abiertos. Parecía una devota peregrina que buscaba la salvación. El agua la golpeó con la fuerza de una bala de cañón. Pasaron diez segundos, luego veinte. Finalmente, el agua se detuvo. Se había formado un cráter donde golpeó el suelo y en el centro estaba Shea, todavía arrodillado en la misma postura que antes. No se movía.

“¿Shea? ¿Hola? ¿Tierra a Shea-san?” Yue tímidamente la llamó. Las orejas de conejo empapadas de Shea se movieron un poco, y luego se cayeron, sacudiendo toda el agua. Shea lentamente se puso de pie. Luego, aún goteando, se acercó rápidamente a Yue y la agarró firmemente por los hombros. Yue retrocedió ante la intensidad de su mirada. Después de todo, la cara de Shea estaba tan cerca de Yue que sus narices prácticamente se tocaban.

“¡Y-u-e-s-a-n!”

“S-Shea, cálmate. Tu cara esta…”

“¡C-a-ll-a-t-e!”

“D-De acuerdo”. La expresión de Yue se endureció cuando sus músculos faciales se acalambraron. La cara de Shea era un completo desastre. Sus ojos estaban rojos e hinchados, y la baba, las lágrimas, el agua y los mocos goteaban por todos los orificios. Sus labios estaban hinchados, y manchas rojas salpicaban su pálida piel. Para colmo, su voz era áspera. Todo eso le dio a su rabia una expresión más intensa. Su expresión era positivamente demoníaca, ya que sus ojos hinchados prometían la muerte. Parecía que su ira había hervido hace tiempo y se había disparado hasta la estratosfera.

El sudor frío se derramó por la espalda de Yue y ella tragó de un modo audible. Shea miró fijamente a Yue a los ojos y pronunció algunas palabras.

“Respeta la comida”. Yue asintió.

“Lo básico… de la cocina… es importante.” Más asentimientos.

Shea presionó los hombros de Yue tan fuerte que se arrodilló. Yue continuó asintiendo con la cabeza como si su vida dependiera de ello, pero no había manera de que la coneja demoníaca dejara a Yue irse con sólo eso. Yue miró a su alrededor, buscando a alguien que la salvara, y vio a su amante, observando el proceso desde unos pocos metros de distancia. Ella suplicó ser rescatada, pero… Hajime desvió la mirada. Ella lo miró conmocionada. Nunca esperó que Hajime la abandonara en un momento de necesidad, pero no tuvo tiempo de pensar en eso.

“No mires hacia otro lado”, dijo Shea. El castigo de la coneja furiosa era ineludible. Los hombros de Yue se desplomaron y pasó las siguientes horas escuchando el sermón de Shea. Ver a Yue llorando por primera vez realmente excitó un poco a Hajime, pero era un secreto que se llevaría a la tumba.