Isekai Wa Smartphone to Tomoni (NL)

Volumen 3

Capítulo 1: La Nación Divina, Eashen

Parte 3

“En primer lugar, quiero darle las gracias por ayudarnos en la batalla.” Nos reunimos en el patio de la fortaleza, que no era ni muy grande ni muy elegante, y nos encontramos con un hombre musculoso con bigote. Parecía tener unos cuarenta y tantos años. El hombre se sentó en el asiento de honor e inclinó su cabeza ante mí. Tokugawa Ieyahsu. El señor de esta fortaleza y el territorio en el que fue construida. Uno de los nueve señores de Eashen. No pude evitar notar que su nombre era “Ieyahsu”, en lugar del “Ieyasu” al que estaba acostumbrado.

La pronunciación era la misma, pero la ortografía era diferente. Pensé que era un poco raro, pero podría soportarlo.

“Por casualidad llegamos en el momento adecuado. No hace falta que nos lo agradezcas”. Yumina estaba sentada frente a nosotros, mirando directamente a Ieyahsu. Ella se presentó como la princesa de Belfast, y nosotros como sus guardaespaldas. Era sólo una forma de hacer que la situación fuera más fácil de entender, pero no podía estar más agradecido por el decoro social de Yumina.

Yaé también se contaba entre los “guardaespaldas”. En resumen, dijimos que vinimos a ayudar debido a nuestra conexión con ella. No es que estuviéramos mintiendo, así que no había problemas de los que hablar.

“Y pensar que Yaé se convirtió en uno de los guardaespaldas de la princesa Yumina… La vida está llena de sorpresas”. De repente, Kokonoe Jubei habló. El padre de Yaé era un hombre grande, de aspecto canoso, que parecía tener casi cincuenta años. Actualmente, era el instructor de los Tokugawa. Debido a su tiempo instruyendo a la familia del Vizconde Swordrick, Jubei sabía bastante sobre Belfast.

“Ahora… ¿quién es este joven que salvó mi Fortaleza…?” Ieyahsu movió su mirada más allá de Yumina y me dirigió directamente hacia mí. Te ves demasiado curioso, viejo…

“Este es Mochizuki Touya, uno de mis guardaespaldas o, como prefiero decirlo, mi futuro esposo.” Las mejillas de Yumina se pusieron sonrosadas mientras hablaba. ¡Whoa, whoa, whoa! ¡Yo no consentí esto! ¡No había absolutamente ninguna necesidad de decir eso! El Señor y el instructor suspiraron de una manera que expresaba admiración y asombro. No me gustó para nada esa reacción.

“Oh, ahora veo. El chico prometido a la princesa de Belfast hace que su hazaña sea fácil de entender. Qué espléndido”.

“Ciertamente. Yo también estoy muy orgullosa de él”. Yumina se llenó de orgullo, como si la alabanza de Ieyahsu fuese para ella. Por favor, detente. Por favor. Necesito a un adulto.

“Aparte de los elogios, me gustaría hacerle una pregunta… ¿Has oído hablar de un lugar conocido como ‘Las Ruinas de Nirya’? En realidad, es para lo que vinimos a Eashen…”

“¿Nirya…?” La pregunta de Yumina hizo que Ieyahsu se tomara un momento para pensar.

De repente, algo le vino a la mente y se dio una palmada en la rodilla.

“Oho, te refieres a las ruinas que se dice que albergan los secretos de Nirai Kanai. No sé mucho de eso, en realidad… ¿Qué hay de ti, Jubei?”

“Por lo que he oído, las Ruinas de Nirya están en el territorio de Shimazu. Pero supuestamente están en el fondo del mar. Entrar no sería una tarea fácil…”

“¿El fondo del mar?” ¿Qué demonios…? ¿Es algún tipo de templo de agua? ¿¡Tiene una entrada que aparece y desaparece dependiendo de la marea!? Bueno, no es que tengamos elección. Tendremos que ir a verlo por nosotros mismos. Ahora sabemos dónde está, así que podemos llegar hasta allí si queremos… pero la situación actual no nos da mucho margen de maniobra.

“Sobre el ejército de Takeda… ¿Crees que esto será suficiente para que se echen atrás?”

Mi pregunta hizo que Ieyahsu se cruzase de brazos. Su cabeza se agitó pensando.

“Creo que se reagruparán e intentarán atacarnos de nuevo. Pueden venir con más de esos guerreros enmascarados, quizás incluso con sus unidades de cañón…” Sin embargo, ninguna cantidad de soldados cambiaría el resultado. Los cañones pueden ser problemáticos, pero aún así podría romperlos.

“Debo decir, sin embargo… Los soldados enmascarados, esta invasión en general… me confunde hasta el infinito. El Señor de Takeda, Schingen-dono, es de hecho el orgulloso líder de los cuatro grandes comandantes militares conocidos como “Los Cuatro de Élite de Takeda”, pero esta batalla no se le parecía. Los rumores pueden ser ciertos después de todo…”

“¿Rumores?” Las palabras de Ieyahsu me dieron curiosidad. Jubei habló para explicarlo, más que el propio Ieyahsu.

“Hay rumores de que Schingen-dono ya ha fallecido. Que su cuerpo está siendo controlado por un oscuro estratega conocido como Yamamoto Kansukay, que está usando el caparazón de su Señor para dirigir los ejércitos de Takeda como si fueran suyos.”

“Yamamoto Kansukay…”

“Cuando se tiene en cuenta la existencia de los soldados enmascarados, eso no parece imposible. Podría tener un hechizo o un artefacto que puede tomar el control de los cadáveres”. Después de escuchar a Jubei, Leen presentó sus propias ideas.

Bueno, controlar tantos cadáveres a la vez no parece algo trivial. Me parece posible.

¿Piensa usar a Takeda para forzar a todo Eashen a unirse bajo una sola bandera? Mierda, ahora estoy pensando en el ejército de Takeda. No puedo irme con la conciencia tranquila…

“¿Todo se calmaría si alguien capturara a este tipo Yamamoto Kansukay?”

“Podría… Sin embargo, la muerte de Schingen-dono no es más que un rumor. Y, por lo que he oído, Kansukay nunca abandona la fortaleza de Takeda en Tsutsujigasaki. Entrar a escondidas y secuestrarlo sería una tontería…”

Hmph. Eso era exactamente lo que estaba planeando, pero supongo que suena un poco tonto, incluso si pudiera entrar con [Sentidos Aumentados] y [Portal]. Sería genial si hubiera un hechizo que pudiera hacer a una persona invisible, o… Ah.

“Leen. Puedes usar magia de luz para hacer tus alas invisibles, ¿verdad? ¿Es posible aplicarlo a todo el cuerpo?”

“Lo es, sí. Sin embargo, simplemente hace que la luz abarque algo, así que la gente se daría cuenta rápidamente si te tropiezas con ellos”.

Muy bien…. Así que puede hacer que la gente sea invisible. Eso hará que la parte del sigilo sea más fácil. Ya estaba pensando en infiltrarme en la fortaleza enemiga. Así que preferiría el menor número de bajas posible, sin importar el amigo o el enemigo.

“¿Estás pensando en infiltrarte?” Linze habló como si me hubiera leído la mente. Vaya, ¿es tan obvio?

“Si este Yamamoto Kansukay es realmente el cerebro, sería la manera más fácil de lidiar con la situación, ¿verdad?”

“Es verdad, pero…” Probablemente estaba preocupada por mí, pero yo no sentía que eso fuera necesario. Después de todo, siempre podía escapar a través de [Portal].

“El principal problema es llegar a esto… A la casa de Tsutsujigasaki. ¿Alguna vez has estado allí, Yaé?”

“No, ni una sola vez, no lo he hecho. ¿Qué hay de ti, padre?”

“Lo mismo para mí… Pero, ¿por qué debería importar eso?”

“Si encontramos a alguien que ha estado en Tsutsujigasaki, Touya-dono puede usar su magia para llegar allí en pocos momentos, ¡puede!”

“¿¡Qué…!?”

Jubei e Ieyahsu me miraron con total sorpresa. No quería destacar tanto, pero como me iba de Eashen después de explorar las ruinas, decidí aceptarlo.

“Entonces, permíteme que sea yo quien le presente a Tsutsujigasaki.” Una voz resonó por todo el torreón, viniendo de aparentemente ninguna parte. No pertenecía a nadie en la habitación. Rápidamente saqué el New Model Army y apunté hacia donde había oído la voz, en el pasillo que rodeaba la habitación.

“¿Quién está ahí?” Alguien me quitó las palabras de la boca. Era Jubei, que parecía tan desconcertado como yo.

Una persona salió de las sombras de la esquina.

¡Es un ninja! La ropa negra era un claro regalo. El atuendo destacaba, pero todavía no me había dado cuenta de que la persona estaba allí, así que era posible que usaran algún tipo de hechizo para bloquear la percepción. La persona se quitó la tela que cubría su cabeza, revelando el rostro de una bella mujer. Era un ninja mujer. Un kunoichi, para ser más precisos.

“Soy Tsubaki, subordinada de una de las Élite Cuatro de Takeda – Kousaka Masanohbu- sama. He traído un mensaje secreto a Tokugawa Ieyahsu-sama.”

“¿¡Estás con Kousaka-dono!?” La kunoichi se arrodilló en el suelo, sacó su mensaje, lo puso delante de ella, y retrocedió. Incluso si la batalla actual había terminado, era una ninja trabajando para su oponente. Sería natural que fuéramos cautelosos con ella. Mirando siempre a la kunoichi, Jubei cogió el mensaje y se lo entregó a Ieyahsu.

Le apunté con mi arma, por si acaso. Mejor prevenir que lamentar, después de todo. Ieyahsu abrió el pergamino y empezó a leer. Una mirada de sorpresa apareció en su cara, y luego se hizo más severa. ¿Qué pudo haberlo hecho reaccionar así?

“Milord. ¿Qué es lo que dice?”

“Parece que los rumores eran ciertos. Las fuerzas de Takeda no son más que un ejército de marionetas.”

“¡No puede ser…!” Jubei se quedó sin palabras. Así que es verdad. Yamamoto Kansukay tenía el control total del ejército de Takeda.

“Schingen-dono ya ha fallecido, y, con la excepción de Kousaka-dono, los Cuatro de Élite de Takeda están todos encarcelados en las mazmorras. La carta nos pide que detengamos a Kansukay y salvemos la tierra de Takeda.”

“Kousaka-sama finge ser leal a Kansukay. Sin embargo, está tramando cómo quitar de sus manos a Takeda en las sombras”. El kunoichi, Tsubaki, nos dio más información. Según ella, Kansukay ocultaba el hecho de que Schingen estaba muerto. Usó el cadáver como apoderado para poner la tierra de Takeda bajo su mando. Los Cuatro de Élite lo notaron. Tres de ellos fueron encarcelados, pero Kousaka fingió ser leal a Kansukay y por eso se salvó.

“Con toda honestidad, Tokugawa no tiene la obligación de hacer tanto por Takeda. Pero a este ritmo, los soldados enmascarados bajo el mando de Kansukay arrasarán nuestras tierras. Por lamentable que pueda parecer, el poder de salvar tanto a Tokugawa como a Takeda está en manos de mis invitados belfastianos”. Ieyahsu me miró. Y con eso, se convirtió en mi deber infiltrarme en Tsutsujigasaki y hacer algo con Yamamoto Kansukay.

“¿Qué vas a hacer, Touya?” A pesar de saber la respuesta, Yumina salió de su camino para mirarme y preguntarme eso.

Así que soy yo quien decide el destino de dos tierras… Bueno, realmente no me molesta.

“Claro, lo haré. Me infiltraré en Tsutsujigasaki. Quiero ir a las Ruinas de Nirya con la conciencia tranquila, después de todo.”

“Gracias.” Tsubaki inclinó su cabeza ante mi junto a sus palabras de gratitud.

“Entrar con un grupo grande sería una mala idea, así que los únicos que iremos seremos Tsubaki, Leen y yo”. Tsubaki sabía que el funcionamiento interno de Takeda y Leen era un hada con gran habilidad mágica, por lo que era la mejor elección para un buen funcionamiento. Lamentablemente, Paula no pudo venir esta vez. Una vez se lo dije, el oso pisó el suelo con frustración y le dejó muy claro su enojo. Ese [Programa] es impresionante…

“Muy bien, vamos a ello y.…”

“¡Espera, espera! ¿De verdad vas a colarte ahí a plena luz del día? ¿No deberías esperar a que anochezca?” Después de que me levanté y me preparé para irme, Elze dijo algo extremadamente razonable.

Supongo que tiene razón… Habrá menos gente de noche, y la oscuridad puede ayudarnos a escondernos. Incluso si Leen nos hace invisibles, la noche es el mejor escenario para una misión furtiva.

Decidí descansar antes del nuevo plan. Bueno, no era un gran descanso. Tuve que usar [Portal] para informar a la madre de Yaé que Jubei estaba bien, luego teletransportarme a Belfast y decirle a Laim que no volvería por la noche, entre otras cosas. Incluso tuve que ir a Oedo y comprar alcohol, comida, flechas, aceite y otras cosas para reabastecer la fortaleza. Con [Almacén], no me cansé en lo más mínimo, así que no me importó. Ieyahsu incluso me dio dinero por hacerlo. Bastante dinero, de hecho. Un servicio de entrega sonaba más tentador que nunca en este momento.

El día pasó rápidamente mientras yo me mantenía ocupado, y pronto era de noche.

“Muy bien, Tsubaki, imagina un lugar desde donde puedas ver la fortaleza de Tsutsujigasaki. Estaría agradecido si escogieras un lugar que no tenga mucha gente.”

“Entendido”. Cuando Tsubaki cerró los ojos, le cogí las dos manos. Cielos, ya estaba bastante tenso haciendo esto con Yaé, pero es aún más inquietante hacerlo con una extraña… Honestamente, sostener la mano de una chica es lo suficientemente pesado… ¿¡Por qué Yumina y las otras me miran con odio!? No tenía ni idea de lo que hice para merecer tales miradas, pero decidí terminar con esto. Sentí que era lo más seguro.

“[Rememorar].” Enfoqué mi magia y presioné mi frente contra la de ella. Tsubaki era tan alta como yo, así que no tuve que inclinarme como hice con Yaé. Muy pronto vi la tenue imagen de un gran edificio de una sola planta rodeado por unos pocos fosos y una ciudad castillo. Así que esa era la fortaleza de Takeda, Tsutsujigasaki.

“[Portal].” Me distancié de Tsubaki, me puse en medio de la torre del fuerte, y creé un portal de luz que llevaba a la fortaleza enemiga.

“Vale, nos vamos. Kohaku, dime si pasa algo.”

“Entendido”. El tigre respondió por telepatía. Era una cosa muy útil que nos permitía a Kohaku y a mí hablar en privado. Si algo pasaba aquí, Kohaku me lo contaría y podría regresar en un instante.

La primero en cruzar el [Portal] era Leen. Seguida por Tsubaki y luego por mí.

Una vez atravesado, lo primero que noté era el cielo nocturno. No había una luna visible, pero varias estrellas centelleaban en el cielo. Estábamos rodeados por un denso bosque, y pude ver algunas antorchas ardiendo a lo lejos. Esa era la fortaleza de Tsutsujigasaki, de eso no hay duda.

“Así que nos infiltramos en eso…” Primero, decidí examinarlo usando [Sentidos Aumentados]. Pude ver algunos puentes construidos sobre los fosos y, como esperaba, las puertas estaban cerradas.

Cuidando las puertas estaban algunos hombres musculosos, vestidos con armadura completa y sosteniendo lanzas.

Miré más allá de las puertas y vi una larga valla blanca construida como un laberinto. Justo al lado, había un pozo. No muy lejos de allí, en un espacio abierto, vi un árbol de jardín que parecía un escondite perfecto. Muy bien, ahí es donde subiremos para…

“[Portal].” Rápidamente abrí un portal e intenté atravesarlo. Sin embargo… en vez de dejarme pasar por esto como de costumbre, me empujó hacia atrás después de dar sólo un paso.

“¿Eh?” Intenté pasar de nuevo. Pero, al igual que la primera vez, me repelieron justo después de meterme la pierna.

“¿Qué está pasando?” Incliné la cabeza confundido. Esto nunca había sucedido antes.

“Un talismán de barrera. Es lo más probable que te impida atravesar [Portal]”.

“¿Una barrera?” Leen llegó a esa conclusión después de verme intentarlo varias veces. Recuerdo que Duke Ortlinde también dijo algo parecido. El paso a través de la teletransportación puede ser detenido por la más simple de las barreras… Así es como funciona….

“Esto es probablemente lo que está haciendo Kansukay. Puedo entrar libremente. Después de todo, soy el subordinado de Kousakasama. Espera aquí mientras destruyo el talismán”. Mientras Tsubaki se preparaba para dirigirse a la fortaleza, Leen se cruzó de brazos y la detuvo.

“No lo hagas. Cuando rompes una barrera, hay una alta probabilidad de que quien la creó lo note. Aunque no sepan que fuiste tú quien lo hizo, alertarlos no es una buena idea”.

“¿Qué debemos hacer, entonces?” Sólo había una respuesta posible a esa pregunta. Nada más funcionaría.

“Leen. Vamos a infiltrarnos en el lugar con la magia que hace que tus alas desaparezcan. Tú y yo podemos volvernos invisibles, entonces acompañaremos a Tsubaki cuando pase por la puerta. Eso debería funcionar, ¿verdad?”

“No los hace desaparecer, sólo afecta la visión y… Bueno, está bien. Párate allí, entonces.” Hice lo que me dijeron. Leen puso su mano sobre mí y reunió su magia, formando un círculo mágico bajo nosotros.

“Inclínate, oh luz. Curvatura orientativa: [Invisible]!” Después de pronunciar el hechizo, el círculo mágico se levantó y nos rodeó a ambos. Una vez que llegó a la cima de nuestras cabezas, se dispersó como nada.

“Desapareciste…” Tsubaki expresó su sorpresa.

¿Ya está funcionando? Pero todavía puedo ver mis brazos, ¡y el resto de mí también! ¡Puedo ver a Leen!

“Leen. ¿Mi visión no está afectada por este hechizo o algo así?”

“Bueno, obviamente. ¿Te imaginas lo inconveniente que sería si no pudieras ver tu propio cuerpo?”

“Oh, todavía puedo oírte.” Tsubaki sonó un poco aliviada. Wow, supongo que realmente no puede vernos.

Leen sonrió, caminó detrás de Tsubaki, y de repente empezó a acariciar sus pechos.

“¿¡Fhyaaaaaaahhhh!?”

“¡Oye, Touya! ¿Por qué te aprovechas de ella sólo porque no puede verte?”

“¿¡Touya-san!? ¿Por qué…?”

“¡No soy yo! ¡Es Leen! ¡Sigo delante de ti!” Moví el follaje a mi alrededor para indicar mi presencia. Diablos, incluso si no puedes verla, ¡deberías saberlo por la sensación que tienes en la espalda!

“No… Ah, oye, ¡eso es… Ahh!”

“Hmm… Son inesperadamente grandes. ¿Eres del tipo que se ve delgada con ropa? Estos sí son unos melones…”

“¡Ya basta!”

“¡¡¡Ouch!!!!” Como claramente no iba a dejar de acariciarla, la golpeé con un golpe de karate. Una niña de 612 años no tiene por qué ser tan infantil. Por favor, ¡considere la importancia de nuestra situación! Mientras Leen agarraba su cabeza y se agachaba con dolor, Tsubaki se puso roja ante la vergüenza y retrocedió. Sus brazos estaban envueltos alrededor de su propio pecho. Buen trabajo, Leen. Hiciste que nuestra frágil amiga ninja aliada desconfiara de nosotros.

Hablé más alto, esperando calmar a Tsubaki.

“Está bien ahora, no te preocupes. Le daré una buena bofetada y haré que pare si lo intenta de nuevo”.

“… ¿me vas a partir la cara?”

“¡Silencio, tú!” La broma de Leen hizo que Tsubaki retrocediera aún más.

¿Podemos tener éxito si seguimos así? Me sentí un poco… No, me preocupé mucho

KJun: Revisado y corregido.