Seirei Gensouki: Konna Sekai de Deaeta Kimi ni

Volumen 8

Capítulo 8: De La Tierra De Los Sueños Al Mañana

Esa noche, Miharu tuvo un sueño.

Con una conciencia sombría, se preguntó vagamente dónde estaba y qué hora era. La sensación se sintió como una que había experimentado recientemente.

Esto es…

Correcto… Esto fue un sueño.

Contrariamente a la triste conciencia de Miharu, estaba segura de que podía sentir que su mente se despertaba. En este momento, frente a Miharu, un niño y una niña conocidos estaban uno frente al otro. Por supuesto que estarían familiarizados: los dos eran amigos de la infancia, y la niña era Miharu misma. El niño era, por supuesto, Amakawa Haruto.

Miharu observó a la joven cara de Haruto aturdido.

Esto fue cuando Haru-kun y yo nos separamos…

Miharu buscó en sus recuerdos para identificar la escena que se desarrollaba en su sueño. No había dudas: el sueño que estaba viendo ahora era la recreación de un recuerdo.

Había sido un día de verano. Los rayos del sol se dispersaron sobre ellos en el sueño que Miharu lloraba mientras se aferraba desesperadamente a Haruto.

“¡No te vayas, Haru-kun!”

“No llores, Mii-chan. Nos volveremos a ver, ¿de acuerdo?” En contraste con la gritona de Miharu, Haruto estaba tratando de animarla. Fue tan irritante y triste verlo, la cara de Miharu cayó en una expresión de dolor.

“¡Iré a buscarte cuando seamos más grandes! ¡Nos casaremos! ¡De esa manera… siempre estaremos juntos, siempre estaré a tu lado, y puedo proteger a Mii-chan con mi vida!” Haruto declaró a Miharu, serio y desesperado.

“¡Sí Sí! ¡Quiero casarme con Haru-kun!” Los ojos de la joven Miharu brillaron ferozmente mientras abrazaba a Haruto. Era una promesa tierna y fugaz hecha en su juventud, sin ningún poder vinculante, pero precisamente por eso se sentía tan brillante y precioso para Miharu.

Mmm…..

Miharu no pudo evitar las lágrimas que brotaron de sus ojos mientras miraba la escena. No había habido un día más triste en toda su vida que este… Y, sin embargo, al mismo tiempo, tampoco hubo un día más feliz.

Por eso Miharu juró ser más fuerte y optimista a partir de ese día. A medida que crecía, la naturaleza de sus sentimientos cambió, pero la joven Miharu creía ciegamente que algún día Haruto vendría a buscarla…

¿Eh?

La escena que Miharu estaba mirando cambió repentinamente, como si alguien hubiera cambiado los canales de televisión. Los ojos de Miharu se abrieron cuando parpadeó. Era como si ella estuviera mirando una colección de escenas en una compilación. Miharu no estaba allí, pero Haruto sí.
En las escenas cambiantes que pasaron, Haruto estaba trabajando duro en una variedad de cosas. Estudiar, tareas domésticas, agricultura, artes marciales: trabajó con seriedad en todas ellas.

Con esa rutina, Haruto creció lentamente poco a poco, y en algún momento, alcanzó la misma edad que la Miharu actual. Estaba inclinando la cabeza hacia su padre, pidiendo asistir a la misma escuela secundaria donde había vivido con Miharu.

Tal vez… ¿Tal vez recordó su promesa conmigo? Miharu no pudo evitar preguntarse. Entonces, la escena cambió una vez más.

Esta es… la escuela secundaria a la que voy a…

Miharu contempló con asombro el nuevo paisaje ante ella. Para su gran sorpresa, el Haruto del sueño estaba parado allí con el mismo uniforme escolar que Miharu.

“…” En el campus con pétalos de sakura bailando, Haruto simplemente estaba quieto, y su mirada estaba dirigida directamente hacia ella. Miharu fue atraída a mirar de la misma manera.

Entonces, de pie allí – ¡Oh…! – fue Miharu.

El hermanastro de Aki, Sendo Takahisa, la había llamado, por lo que los dos estaban hablando con familiaridad.

Esto fue durante la ceremonia de entrada… Miharu pudo ubicar el momento exacto que estaba presenciando. Sí, no había dudas: esto sucedió el día de la ceremonia de entrada. Si bien parecía que habían pasado muchos días desde entonces, en realidad no fue hace tanto tiempo, por lo que sus recuerdos aún estaban frescos. Más que nada, esa tarde fue el día en que había vagado por este mundo, por lo que la ceremonia de entrada fue el único día en que Miharu usó su uniforme de la escuela secundaria.

¿Es esto… realmente un sueño? Miharu sintió una extraña sensación de realidad cuando la sangre salió de su rostro. Luego, el Haruto del sueño que había estado viendo a Miharu y Takahisa hablar animadamente se detuvo, antes de mostrar una pequeña y triste sonrisa.

Eh, ah… Quizás lo que vio Haruto hace un momento le hizo entender mal la relación de Miharu y Takahisa, haciéndole pensar que estaban saliendo. No… Pero incluso si no entendió mal, la posibilidad podría haber aumentado en su cabeza. Entonces, por miedo a confirmar que…

Ah, ¡e-espera!

Haruto giró sobre sus talones. Miharu trató de llamarlo, pero su boca no se movió y las palabras no salieron. Incluso si pudiera pensar dentro de este sueño, no podría interferir con las personas que aparecieron. Sin otra opción, Miharu siguió rápidamente a Haruto.

No, Haru-kun, ¡espera, por favor!

Miharu trató desesperadamente de aferrarse a Haruto, pero no pudo tocarlo. Haruto tenía una sonrisa triste e inquieta en su rostro.

Al ver su perfil lateral, el pecho de Miharu se tensó de dolor. Entonces, la escena del sueño cambió una vez más.

??!!

Esta vez, ella vio el interior del edificio de la escuela. Haruto estaba caminando por el pasillo, dirigiéndose hacia cierto salón de clases. ¿Cuánto tiempo había pasado desde entonces?

“¿Está Ayase Miharu aquí?”, Preguntó Haruto a algunas chicas que estaban cerca de la puerta del aula.

“Ah, umm. ¿Ayase? Una chica tranquila, parada más cerca de la puerta, parecía asustada de ser llamada de repente.”

“Ah, ¿no es ella la que se ausentó sin permiso? Ya sabes, junto con Sendo…” dijo una chica diferente.

“¿Ausente sin permiso? Pero ella estuvo aquí para la ceremonia de entrada ayer, ¿verdad?” Preguntó Haruto con curiosidad.

“¡Cierto! Hubo rumores sobre eso durante el primer descanso de hoy. ¡Tiene que haber un significado más profundo para los dos desaparecidos el segundo día de clases! La maestra tampoco sabía por qué, así que la gente decía que debían haberse fugado. ¿Verdad?” A una de las chicas parecía gustarle chismorrear, mientras respondía felizmente la pregunta. En contraste, la expresión de Haruto cayó.

“Ya veo… muchas gracias. Perdóneme.”

“¡Ah, espera! De qué clase eres… ¡Oye!”

Pero Haruto se fue de inmediato. Las chicas trataron de llamarlo, pero él no se detenía por nadie.

¿Es este sueño… lo que sucedió después de que desaparecí? Miharu pensó, su rostro temblando. Sintió que un escalofrío le recorría la espalda. Si ese fuera el caso, tenía miedo de imaginar el futuro.

No… Ella no quería verlo. Ella no quería ver nada antes de esto. Ella estaba asustada.

Un miedo indescriptible recorrió a Miharu, haciéndola querer huir… Pero no pudo. Incluso si estaba asustada, tenía que verlo. Ella no tenía que decir nada, al menos; su existencia no se notaría. Incluso si esto estaba en sus sueños, ella todavía quería quedarse al lado de Haruto, por lo que Miharu se decidió a mirar hasta el final.

El tiempo en el mundo de los sueños continuó sin piedad. Antes de que ella se diera cuenta, el Haruto del sueño iba a la universidad. Estaba salvando a una niña llorando de primaria que había perdido su parada de autobús, camino a casa desde el campus.

… ¿eh? Miharu sintió una extraña sensación de deja vu en la escena. Si ella recordaba correctamente, recientemente…

Latifa dijo…

Fue lo que sucedió en la vida pasada de Latifa. Ella había sido una estudiante de primaria que perdió su parada de autobús en un día lluvioso, cuando Haruto la salvó mientras lloraba.

Está lloviendo…
Estaba lloviendo a cántaros, confirmó Miharu.

Entonces este es uno antes…

Los dos morirían, Miharu lo recordó y palideció.

Al momento siguiente, la escena cambió de nuevo. Todavía estaban en el autobús, pero el atuendo de Haruto había cambiado.

??!!

Haruto se balanceaba con los movimientos del autobús mientras miraba distraídamente por la ventana. Sin embargo, de repente notó algo y miró hacia atrás. La niña de la escuela primaria que Haruto había salvado estaba sentada allí.

“…?!” La niña de primaria había estado mirando fijamente a Haruto, pero desvió la mirada cuando notó que él miraba hacia atrás. Haruto inclinó la cabeza con una mirada poco convencida. Miharu había estado mirando aturdida, pero salió de allí y buscó a Haruto.

No, no, no, a este ritmo… ¡no…!

Pero en el momento siguiente, el autobús se sacudió violentamente.

¡Haru-kun!

Miharu trató de abrazar el cuerpo de Haruto en pánico, pero su cuerpo voló ligeramente por el aire, golpeando el techo del autobús.

La causa fue un accidente de tráfico al ignorar un semáforo en rojo: el autobús había pasado por la luz verde cuando repentinamente un camión chocó desde la parte trasera izquierda. El camión trató de evitar el autobús girando inmediatamente la manija hacia la derecha, pero se estrelló contra la parte trasera izquierda del autobús y lo hizo caer. La parte trasera del autobús se rompió en pedazos, destruida hasta el punto en que nadie sentado allí no lo habría logrado.

Ah, ah, aah…

Miharu estaba parada afuera del autobús antes de darse cuenta, observando los trágicos restos del accidente aturdido. Podía escuchar los gritos de los testigos alrededor de la escena.

No… ¡No no no noooo!

Incapaz de soportarlo, Miharu gritó en su sueño.

“??!!” Miharu se despertó. En el momento en que lo hizo, pudo sentir su corazón latir y sus pulmones jadeando. “Ha, ha, ha…”

Su pijama estaba empapado de sudor, y su corazón latía lo suficientemente fuerte como para abrirle el pecho. Su cuerpo estaba tan frío que no parecía que estuviera viva. Ella no podía dejar de temblar.

“Eso… fue un sueño, ¿verdad?”, Susurró Miharu.

Si un sueño. Tenía que haber sido un sueño.

Era demasiado trágico para ser real.

Algo así era solo… era solo…

Haruto: Haruto no es Haru-kun, ¿verdad? No puede ser, no puede, no puede… Miharu dijo que se convenciera a sí misma, pero su intuición decía lo contrario. Fue tan horrible, tan triste; las lágrimas brotaban de su rostro antes de que ella lo supiera.

“Miharu”.

La voz de Aishia resonó en su oído desde cerca.

“¿Qué— A-Ai-chan…?! ¿Por qué estás en mi habitación…?” El cuerpo de Miharu se sacudió cuando respondió. En algún momento, Aishia había aparecido a su lado.

“¿Quieres olvidar el sueño que acabas de tener, Miharu?”, Preguntó de repente Aishia.

“… ¿Qué… qué estás diciendo, Ai-chan?” Miharu hizo una mueca.

“Si quieres olvidar ese sueño en este momento, puedo hacerte olvidarlo. La próxima vez que duermas y te despiertes de nuevo, no te quedarán recuerdos de tu sueño. Pero si no quieres olvidarlo, entonces la próxima vez que te despiertes, todavía tendrás esos recuerdos “, explicó Aishia con calma. “¿Cual preferirías?”

“Q-Que…” La expresión de Miharu estaba al borde de las lágrimas. ¿A qué se refería ella? Quizás esto en sí mismo era otro sueño. Miharu estaba tan confundida que no estaba segura de lo que estaba sucediendo.

“En este momento, Haruto ha cerrado su corazón. Ya no hay vuelta atrás para él, por lo que no quiere arrastrar a las personas que son preciosas para él a sus asuntos. Es por eso que, a este ritmo, Haruto algún día se despedirá de esas personas. Miharu… estás incluida entre esas personas. Es por eso que Haruto está tratando de distanciarse”, continuó Aishia.

“…..” El corazón de Miharu se agitó, mostrando pánico en su rostro.

“Pero aún no es demasiado tarde. Porque la forma de pensar de Haruto es incorrecta… Es cierto que ya no podrá volver atrás. Pero si quieres seguir a Haruto voluntariamente, entonces esa es tu libertad para hacerlo”. Cuando Aishia dijo eso, Miharu exhaló suavemente en alivio.

“Por eso, si deseas permanecer al lado de Haruto, no debes huir. Párate y mira a Haruto de frente, y expresa tu voluntad con firmeza.” Aishia miró directamente a Miharu.

“… Está bien”. Miharu asintió antes de darse cuenta.

“Pero había algo que tenías que saber antes de poder expresar tu voluntad a Haruto. Ese era el sueño justo ahora. Si quieres quedarte al lado de Haruto en el futuro, te sentirás aún peor de lo que sentiste al ver ese sueño. Haruto está avanzando por ese camino. Por eso necesitabas saber eso. Si no crees que deberías estar con él por eso, si crees que estarías mejor lejos de él… Lo siento, interrumpí tu conversación con Haruto hoy”.

“¿Qué… qué sabes, Ai-chan?”, Preguntó Miharu, que fruncía el ceño con una expresión algo triste.

“Solo conozco a Haruto”, dijo Aishia, sacudiendo la cabeza con una sonrisa ligeramente triste pero cálida.

“…..” Miharu no dijo nada; ella no sabía cómo responder. No tenía idea de lo que Aishia estaba sintiendo al hacer esa cara.

“Tú decides, Miharu. ¿Todavía quieres estar al lado de Haruto, después de ver ese sueño? “, Preguntó Aishia con calma.

“Ah…” Miharu tragó saliva.

“En un futuro no muy lejano, Haruto vendrá a decirte la verdad. Tu oportunidad será entonces. Si quieres quedarte al lado de Haruto, no puedes huir. No ahora y tampoco en ese momento,” dijo Aishia, extendiendo su mano para acariciar la mejilla de Miharu suavemente.

Hace frío… Era una mano que no tenía temperatura corporal. Y sin embargo, por alguna razón…

…Está templado. De alguna manera, Miharu estaba llena de una sensación cálida y difusa.

“Hey, Ai-chan. Espera.” Miharu agarró la mano de Aishia con fuerza. No había vacilación en sus ojos.

“Yo… yo… quiero estar con Haru-kun”, dijo con firme resolución, pero de repente sintió mucho sueño.

“…Entendido. Estará bien, estoy aquí. Buenas noches, Miharu.” La boca de Aishia se alzó en una sonrisa amable mientras ofrecía esas últimas palabras