Otome Game no Hametsu Flag shika nai Akuyaku Reijou ni Tensei shite shimatta… (NL)

Volumen 2

Capítulo 3: ¡Las Vacaciones de Verano ya Están Aquí!

Parte 4

El día después de la presentación, me encontré en un viaje de compras con Sophia. Aunque mis vacaciones de verano no eran tan largas como las que tuve en mi vida anterior, las encontré increíblemente gratificantes. De hecho, casi me había olvidado de la tarea que nos entregaron durante el verano. Esos pensamientos habían navegado hacía mucho tiempo directo hacia el horizonte de sucesos.

El plan para hoy era simple, íbamos a visitar varias librerías en la ciudad. Generalmente las novelas románticas comenzaron a ser populares en ciudades como esta, por lo que si lo intentamos incluso podríamos encontrar algunos diamantes en bruto.

Sophia, en un esfuerzo por ser menos visible, se trenzó el cabello y se lo metió en un sombrero. Como siempre Nicol estaba con nosotros como escolta, algo normal, considerando lo mucho que amaba a su hermana.

Sin embargo, entre el cabello de Sophia y la deslumbrante apariencia de Nicol, los hermanos destacaron, ya sea que les gustase o no. De hecho, ya podía sentir las miradas apasionadas de hombres y mujeres a nuestro alrededor… realmente impresionantes.

Yo, sin embargo, había vivido mi vida diaria rodeada de personas hermosas. Pronto me olvidé de las miradas apasionadas de la gente del pueblo y, en cambio, me preocupé por observar las vistas y los sonidos de la ciudad, recorriendo aquí y allá.

Aunque originalmente teníamos la intención de mirar solo en las librerías, terminamos visitando lindas tiendas generales, e incluso nos detuvimos en pastelerías y tiendas de golosinas, dándose a conocer por sus deliciosos puestos en exhibición.

Sophia, sin embargo, no estaba acostumbrada a la ciudad, y terminó siendo arrastrada por aquí y allá. Antes de darme cuenta, era hora de que Sophia regresara a casa y que yo volviera a la mansión Claes.

“¡Haa! ¡Hoy fue muy divertido!” Dije, armada con bolsas de bocadillos y varias baratijas en ambas manos, prueba de mis conquistas.

Sophia estuvo totalmente de acuerdo. “Sí… Es la primera vez que me divierto… tanto, mientras caminaba por la ciudad…” Dijo, con un tono carmesí saludable en sus rasgos.

Dado que había arrastrado a Sophia por toda la ciudad, estaba casi lista para pensar que ya no querría ir a estos viajes conmigo, diciendo algo como: “Yo… ya no quiero salir contigo.” Y así, la declaración de Sophia trajo una muy necesaria sensación de alivio a mi corazón.

Muy pronto, ya era hora de que regresáramos al carruaje.

“¡Ah! Lady Katarina… Me divertí tanto que me había olvidado… ¡Hay algo importante que tenía que hacer hoy!”

“¿Eh? ¿Por qué el revuelo tan repentino, Sophia?”

Sophia parecía haber sido superada por una repentina comprensión.

“Ah, yo, um… me olvidé de comprar la única cosa que… realmente quería. Me apresurare e… iré a buscarlo.”

Ah, se ha olvidado de comprar algo, ya veo. “En ese caso, ¡yo también iré!”

“N-No. Algunos de mis sirvientes vendrán conmigo… ¡Estaré bien! Por favor espere aquí con mi hermano, Lady Katarina… Um. ¡Hazlo lo mejor que puedas, hermano!” Con una sonrisa extrañamente sugestiva, Sophia dio media vuelta antes de salir corriendo en dirección a las tiendas.

Después de eso, me encontré sola con Nicol. “Ah, y se fue…” Murmuré.

“Parece que sí.”

Y eso, como siempre, terminó mi conversación con Nicol. Pero sería un poco incómodo que nos quedáramos callados para siempre, así que yo, Katarina Claes, decidí meter pensar en un tema de conversación adecuado. Sin embargo, antes de que pudiera hablar, Nicol rompió el silencio, algo realmente raro.

“Muchas gracias por lo de hoy. Es la primera vez que veo a Sophia tan feliz en un viaje a la ciudad.”

“Oh, no fue nada. ¡También me divertí bastante!” Para ser precisa, sentí que yo era la que más se divertía en este viaje, tanto que debería decirle a Nicol que me encantaría volver a hacer un viaje como este con ellos dos…

“Katarina Claes.” Por alguna razón, ahora Nicol me miraba directamente con ardientes llamas de pasión en sus ojos negro azabache. Sentí que mi corazón daba un vuelco, era como si todo mi ser estuviera atrapado en sus iris oscuros.

“Mi hermana y yo… somos realmente afortunados de haberte conocido.”

“¿Ah? Um, ¿Maestro Nicol?” Tartamudeé, sintiéndome lentamente absorbida por su mirada. ¡Para empeorar las cosas, ahora Nicol estaba hablando de una manera tan melosa…! Paralizada como estaba, solo podía ver como Nicol extendía una mano hacia mi mejilla.

“Sé que una eternidad es demasiado pedir. Entonces… solo por este momento. Por favor, déjame estar a tu lado.”

Las palabras casi susurradas de Nicol golpearon los circuitos de mi mente con una fuerza abrumadora. Podía sentir como mi raciocinio disminuía. Ya no podía entender sus palabras, solo podía sentir mi cabeza girando por la fuerza de los encantamientos diabólicos del Conde seductor.

En algún momento durante mi cortocircuito mental, Sophia regresó. Así que abordamos el carruaje y emprendimos nuestro viaje de regreso a casa… Pero los poderes diabólicos del Conde seductor me habían derrotado, y no pude encontrar un solo tema de conversación que pudiera tener con Nicol en el camino de vuelta.

Con esto, una vez más el temible poder del Conde estuvo presente en mi mente. Por lo que Nicol me había dicho durante mi fiesta de cumpleaños el año pasado, deduje que el interés amoroso de Nicol era una mujer casada, o tal vez un hombre. Dados sus poderes terroríficos, sentí que no había nadie vivo que pudiera resistir sus avances…

Todo lo que pude hacer fue rezar para que Nicol no se extravíe mientras camina por su camino de amor prohibido.

Durante las vacaciones de verano, me encontré en una fiesta de baile organizada por una casa noble, y fue allí donde me topé con el presidente del consejo estudiantil. El presidente era muy popular en la academia, tal vez sea evidente que también fuese popular en la fiesta de baile.

En particular, a menudo se le acercaban damas nobles de su edad. Aparentemente, el presidente aún no había anunciado formalmente un compromiso de boda Una cosa rara, dado que era el hijo mayor de un marqués, y que tenía diecisiete años.

Ah, pero por supuesto, la familia Claes también tenía a alguien así, mi hermano adoptivo, que aún no había emitido una declaración formal de compromiso.

El presidente, al igual que Keith, desviaría inmediatamente cualquier conversación sobre posible pareja y compromiso… Supongo que algunas personas tienen ese lujo.

O tal vez los miembros de su club de fans eran similares a los fanáticos del Conde seductor, quienes, a través de la vigilancia y la interferencia, presionaron inmensamente a cualquiera que se atreviera a acercarse a Nicol. Por supuesto, eventualmente todos tendrían que rendirse…

Curiosa, saludé al presidente, decidiendo averiguar exactamente por qué rechazó a todas esas nobles damas. “¿Quizás no le interesen mucho las propuestas y compromisos matrimoniales, presidente?”

Al escuchar mi pregunta, una expresión algo preocupada apareció en su adorable rostro. “Ah, no es así… Ya ves, todo el mundo es tan maravilloso. Es muy difícil decidir.”

¡Oh! Entonces, el caso del presidente fue menos como el de Nicol, y más como el de Keith… al no poder decidir, simplemente sigue rechazando a todas sus pretendientes. Si ese es el caso…

“¿Quizás hay alguien que ya tiene en mente…?”

Parecía que Keith, al menos, ya tenía a alguien en mente. Ahora que lo pienso, desde hace bastante tiempo tuve esa sensación. Aunque originalmente había asumido que su interés amoroso era María, me di cuenta de que eso no podía ser correcto, ya que él parecía tener a alguien incluso antes de conocerla. ¿Era alguien más…? Pero aun así, ahora estaba obsesionado con María, o al menos eso me parecía. Hmm. Realmente no lo entendí.

¿Estaba el presidente rechazando a todas sus potenciales esposas porque ya tenía a alguien en mente? Curiosa, volví a preguntarle.

“¿Si tengo a alguien… en mente?” Por un instante, el presidente asumió una expresión algo dura. En ese momento, parecía muy diferente de su ser habitual. Comencé a entrar en pánico, tal vez lo había molestado con mis preguntas aparentemente groseras.

“Ah, um, yo…”

“A nadie.”

“… ¿Eh…?”

“Es como dije. No tengo a nadie en mente.” Dijo el presidente, cuando su mirada aguda, tan aguda como sus palabras, se encontró con la mía. Sentí un escalofrío involuntario bajar por mi columna vertebral.

“U-Um… ¿Presidente…?”

El presidente se había vuelto notablemente diferente de su ser habitual y tranquilo. Al ver esto me encontré incapaz de relajarme.

“Sí. El baile comenzara pronto, Lady Katarina. Su compañero, el Príncipe Jeord, ya la está esperando en ese rincón de allí.” Dijo el presidente, una vez más con su sonrisa habitual y aire tranquilo.

¿Qué? ¿Me imagine todo eso? Aunque todavía me quedaban algunas preguntas en mente, terminé perdido en una apasionada conversación sobre novelas románticas con Sophia y María, y olvidé por completo esa extraña conversación que acabamos de tener.

Mis cortas pero satisfactorias vacaciones de verano finalmente terminaron. Pero…

“¡Keith, por favor! ¡Todavía no he terminado esto… ni esto… tampoco eso!”

“… Hermana Mayor. ¿Exactamente qué has estado haciendo durante las vacaciones…? ¡No has hecho tu tarea o asignaciones! ¿Cuántas veces te lo recordé, Hermana Mayor? ¿Cuántas veces has dicho: ‘Prometo que lo hare’? Y al final ni siquiera has tocado tus apuntes… igual tengo que preguntarte. ¿Qué vas a hacer? Ya estamos programados para regresar mañana a la academia…”

“¡P-Pero! ¡He hecho un poco…! ¡Solo un poco!”

“Y por un poco… ¿Quieres decir estas palabras escritas en este libro?”

“… Lo siento, Keith…”

“En cualquier caso… supongo que tengo que asumir la responsabilidad de tomar tus palabras al pie de la letra, Hermana Mayor…”

¿Y ahora qué valor tendrán mis palabras…? Ugh… ¿¡Cómo pudiste, hermano…!?

“¡No tenemos otra opción! ¡Tendremos que asegurarnos de que tus deberes estén hechos antes de regresar a la academia! Ayudaré, Hermana Mayor.

“… Está bien…”

Por eso terminé quedándome despierta toda la noche a solo dos días de regresar a la academia, haciendo todo lo posible para completar las tareas que me dieron. Sentí que mi cabeza daba vueltas, mis pensamientos tropezaban entre sí por una severa falta de sueño.

Ahora que lo pienso, sin embargo, así también fue como terminé mis tareas de verano en mi vida anterior. Ah… qué nostálgico.